• Aucun résultat trouvé

ENTARQ.UINAMIENTOS

Dans le document Estados-Unidos; por D. José Comas. (Page 41-44)

Consiste el entarquinamiento en la sedimentación sobre lasuper¬

ficie de un terreno del légamo 6 tarquín que las aguas deun río

llevan en suspensión durantelas avenidas, y que en algunos casos

puede llegarhasta 30 kilogramos por metro cúbico.

Tiene generalmente por objeto elevar los terrenos bajosy pan¬

tanosos, impropios paratoda clase de cultivo, merced ácuya ope¬

ración se convierten en campos feraces y salubres, por la gran cantidad de materiafertilizante que dejan las aguas turbias, va¬

riando el valor de estos sedimentos, según la naturaleza de los

terrenos de donde han sido arrastrados por la fuerza de la co¬

rriente.

Los terrenossusceptibles de entarquinamientose presentan unas

veces bajo la forma de depresiones sin salida, en los cuales se es¬

tancan las aguas de lluvias, existiendo muchas veces cerca de la desembocadura de los ríos, junto al mar, debidos á las divagacio¬

nes de la corriente, que se abre paso á través de terrenos cultiva¬

dos, abandonando el lecho antiguo, que por fuerza queda bajo, perjudicándoloconsiderablemente las filtraciones del mar.

Muchos terrenospróximos á los ríos pueden fácilmente inun¬

darse para mejorarlosy levantar su nivel en caso de avenida, po¬

diendo servir de ejemplo práctico la huerta de la Granja de Es¬

carpe, en la provincia de Lérida, frente la confluencia de los ríos Segre y Cinca (fig. i.'').

Estando las corrientes del Cinca dirigidas hacia la huerta, an¬

tes de construirse el ferrocarril destinado al transporte de carbón

y cemento de las minas de propiedad del Sr. Girona, al punto de

carga para los carros que bajan desde Lérida, situado enfrente de

la población, con frecuencia ocurrían en la huerta considerables

desmembraciones; pero en la actualidad no sólo no son posibles.

42 GACETA AGRÍCOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO

por oponerse á ello el terraplén de la vía, sino que dicha obra po¬

dría facilitar en gran manera el entarquinamiento de estos terre¬

nos, dejando en ellos considerables cantidades.de abono, con sólo disponer en E una compuerta que permitiera el paso al caudal de

aguanecesaria. Las flechasindican la dirección del agua, derra¬

mándose pausadamentepor el borde de los diferentes caballo¬

nes que separan las erasA B C D, dirigiéndose después al río al

salir por el extremo de la huerta (i).

En general en todo proyecto de entarquinamiento se distinguen

cuatro partes: la toma de aguas, el canal de conducción, el terre¬

no que debe prepararse convenientemente ylos escurrideros.

La toma de aguas consiste algunas veces en un corte abierto

en el margen del río, y más generalmente en una presa estableci¬

da en el cauce del mismo; como si se tratara de un canal de rie¬

go para obligar á las aguas turbias á introducirse porel canal de conducción, provisto siempre de una compuerta, dispuesta para facilitar la entrada de las aguas de diferentes niveles, según con-(i) Más pormenores seencontrarán enla obra Construcciones éindustriasrurales^

delSr.BayeryBosch.

entarquinamientos 43 vengaobtener un lecho de materias más finas ó más groseras, pues éstas podrán convenir al principio del trabajo, en cuyo caso la abertura deberá estar en el fondo, elevándose á medida que

quieran obtenerse más finas.

La cuestiónque preferentemente debe estudiarse relativa al ca¬

nal de conducción es la pendiente. Si ésta fuera tan insignificante

que la velocidad de las aguas fuera menor o"",03 por segundo, las

arenas se irían depositando primero y después el légamo, llevan¬

do al terreno beneficiableuna cantidad insignificante dematerias.

Como límite mínimo puede ser la pendiente de medio milímetro

paralos grandes canalesy 4 milímetrospara los canalespoco im¬

portantes. Con dos milímetros de pendiente se obtiene yael arras¬

tre de las arenas en los grándes canales: de dicha pendiente y caudal depende la sección del canal.

El modo dedisponer un terreno paraponerlo en estado de cul¬

tivo comprende diferentes casos. En primer lugar, la circulación

de las aguas turbias, cuyo aclaro se obtiene depositándose las ma¬

terias térreas en suspensión, puedeser continua ó discontinua. La

circulación continua se adoptará con preferencia cuando se dis¬

ponga de un caudal poco considerable, y se tengan que aprove¬

char crecidas de mucha duración ó pueda ser causa de insalubri¬

dad por la fermentación de las sustancias orgánicas que lasaguas llevan en suspensión, cuyo fenómeno tiene lugar por efecto de

una temperatura algo elevada, de un movimiento muy lento y tener la capa inundante menos de o,""50 de espesor. La circula¬

ciónintermitente podrá seraplicable áterrenos depoca extensión,

ycuando se disponga de un caudal considerable. El modo de pre¬

parar el terreno para la inundación es diferente según setrate de

una superficie plana'y horizontal, deunasuperficie plana inclinada

ó de un terreno ondulado. En el primer caso, ó sea un terreno llano y horizontal, si éste es de corta extensión, ó se dispone de

un caudal de aguas turbias suficiente parainundarlo todo de una vez, no hay necesidad de unapreparación especial si se halla áun

nivel suficientemente bajo; siendo indispensable, en caso contra¬

rio, rodearlo de undique de tierras extraídas de una zanja conti¬

gua que se abre en todo el contorno. Si el levantamiento debe efectuarse sucesivamenteen las variasparcelasen que se divida

unterreno de mucha extensión, se procede dividiéndolo en

parce-44 gaceta agrícola del ministerio de fomento

las ytablas por caballetes. En el segundo caso, ó sea

tratándose

de una superficie plana inclinada, se prepara el terreno

formando

bancales como para elriego, cuyos bancales el agua recorre suce¬

sivamente, desbordándose en toda la línea de coronación de los

caballetes. El caso.más difícil que puede presentarse es siempre

elde un terreno ondulado, por ejemplo, un valle. En este caso se procede primero á la construcción de las dos zanjas de recinto

de

lasuperficie que se trate de entarquinar, las que después podrán

servir de caceras de riego, construyendo los diques escalonados,

cuyas líneas de coronación deben estar perfectamente

nive¬

ladas.

Ahora cumple al agricultor, cuyos terrenos estén expuestos á

ser inundados, prepararlos para que la acción de las aguas sea útil en vez de perjudicial.

J. B. y Bosch.

Dans le document Estados-Unidos; por D. José Comas. (Page 41-44)