Aûo I. JceVES 31
DeD
ICIEMBRE DE1857.
A'úm. 15.LA VETERINARIA ESPAÑOLA,
REVISTA «NTIFICA SEEEAAL.'
Precios desuscricion. Alpepiódicoyá las
obras
:ciiMadrid,
un mes6 reales; tresen provincias, 18 reales ó 42 sellos de
franqueo;unaño-nultramar,90
reales
y100 por otro en el eslrangero. A una sola publicación : los dos tercios delpreci®
i>eñalado encadapunto.Solose
admiten scllosdelos pucblosen que no hay giro.
Pesaos YjiBoiosoEsuscRICIOS. En
Madrid,
enla Redacción, San Roque, 8,bajo. En provincias, por conducto de cor¬
responsal ó remitiendo á la
redacción,
encarta franca, libranza sobrecorreos ó el numero deselloscorrespondiente.
AEKTEIXCIA.
Nuestros lectores
han podido observar que
desde hacealgun tiempo vienen apareciendo
con notable retraso
las publicaciones de esta empresa
:agráiíccitftís' nosotros â so tíeferencia'
nuncadesmentidapara con
los redactores de El
Ecoy
de La Veterinaria Española, nos conside¬
ramos en la
imprescindible obligación de espli-
carles el motivo
de tales dilaciones.
Laescasez derecursos
pectíníanos
conque la
empresa
bacontado siempre y cuenta hoy dia, es¬
casezen
queciframos el mérito principal de nues¬
trosesfuerzos, ha
debido
ser unarémora
parala
exactitud en el
cumplimiento de
suscompromi¬
sos,
toda
vezquenecesitamos hacer ruensualmen-
tecuantiososdesembolsos. Mas,
si
seagregaá esta
consideración la nomenes
atendible deque á du¬
ras penas
bastan los fondos de suscricioncs para
subvenirálos
gastos cstriclamente indispensabltís,
habrá de
comprenderse,
nosolo las vacilaciones
áque
está sujeto el éxito de nuestros trabajos,
sostenidos únicamente por
la
granfuerza de
vo¬luntad que nos
anima, sinó también (y esto
es lo verdaderamente
estraño)
gueel año 1857 signifique
paranoíoíi'os la pérdida de un peque¬
ño
capital,
coahartos sacrificios reunido.
Un resultado deesta
naturaleza debiera
ar¬redrarnos en las miras que nos
guian, si nos
hubiésemospropuesto
, comotantos otros, es¬
pecular
conlos intereses de la profesión.
Empero
, nosiendo
esenuestro objeto, si¬
nó el de constituirnos en
centinelas perennes
de las
legitimas conquistas hechas por la cla-
,se desde
salimos
àla
arenajpcriodisii-
ca, á
la
vez que pugnarobstinadamente por
la realización de
aspiraciones justas, é ilus¬
trar en cuanto nos es
dado los conocimien¬
tos científicos
de
nuestroscomprofesores,
por mediodetrabajos originales
ensu maj'or parte;
encerrándoseen este
pensamiento nuestra ambi¬
ción toda, no pensamos
desistir de él mientras
nos restehacer
algun esfuerzo.
Duélenosen
el alma el retraso
con queel
pe¬riódico y
la obra salen á luz, y en nuestro pun¬
donoré interés, masque en
el de nadie
,está el
remover los
obstáculos
queentorpecen la mar¬
cha de la empresa.
Queremos, pues, remediar
elabuso; y
al efecto, hemos adoptado varias me¬
didasque nos
aseguren la aparición regular de
las
publicaciones
:medidas, que producirán su
resultado,
cuando
mastarde,
paraprincipios
de febrero
próximo.
Pero declaramos
formalmente
que ,sin la cooperación de los dignos comprofesores y alum¬
nos abonados, que
tanto nos favorecen
,llega¬
rá nuestro
buen deseo á estrellarse
enla
mo-rosidad de muchos de ellos. "La
regularidad
en la marcha de la empresa,
exige,
como condición sine qua non ,regularidad,
puntua¬lidad ,
anticipación
enlos
pagosde suscricio-
nes.»
Así que,
confiamos
en que,tanto los
cor¬responsales
camolos
suscritores ,anticiparán
el
importe de
susabonos
; seremosrigorosos
enesta
exigencia,
queha de redundar
enbenefi-
; cío de todos.J. Tellez Vicen , leo^xloF. Gallego.
FAllMACOLOGIA Y TERAPEUTICA.
Del tártaro eméticocomo eontra- cstlmnlantc.
(Conclusion).
Cuandoseadministrad emético á dosiscontra-
estimulante,
segúnlas reglas
queluego espondré,
es absorbidocon
rapidez
ydesenvuelve
unaacción general muycomplexa,
cuyosfenómenos aprecia- blesmasimportantes
sonlossiguientes.
A'^arios autores, y
Delafond
entreellos,
asegu• ran haberobtenido, propinándole
, un sudorco¬pioso
enanimales de diversasesp cies:yo, auncuan- dolosbaya tenido enmantados,
noheobservadoen lossolípedos
un efecto tan pronunciado.Nodudo,
sin
embargo, de la
virtud diaforética del medica¬mento, por cuanto,
usándole, la piel
de mis enfer¬mos,
de
árida ydura
,ha
solidoponerse madorosa y
flexible,
yaun(cosa
queno mencionaningún esperimentador) cubrirse de
unaligera
erupción pustulosa durantelaconvalecencia,
en el verano sobretodo.Como observaronya
Solleysel
yBourgelat,
obra el tártaro emético sobre las víasurinarias,
aumen¬tandola acción secretoria délos riñones.
Depen¬
diente de un
trabajo de eliminación
de la salalca- lino-metálica porelaparatomencionado,
ségün loprueban
los esperimeutos de Orfila y otrosquí¬
micos, este notableefecto
fisiológico
es,sin duda.
Utilísimo para
deparar la
sangre,librándola
delesceso de materiales
protéicos (fibrina)
quelaso¬brecargan durante
una inflamación. Pero nopue¬de referirseá élrazonablemente la acción antiflo¬
gística,
puestoque,de ordinario, la resolución
está yainiciada, bastante
avanzada talvez, ycasi
estin-guida
la fiebre cuandola diuresis semanifiesta, ó
almenos,cuandose hace notar.
Goza también de
propiedades béquicas
elemé¬tico,
que, como dice M. Tabourin, «hace la tosblanda, facilita
la expectoración y cambia poco á poco la naturaleza de la materiasegregada,
vol¬viéndola á su estado normal.» Pero
semejante
acción pectoral no
puede
tampoco darnos razónde la
coutraestimulante,
toda vez que otros mu¬chos
medicamentos,
y entreellos todos losantimo-niales,
poseen laprimera,
en mayorgrado algunos que el queestudiamos,
mientras queningún
otro le escomparablebajo el
concepto de la segunda.Además que
el
efecto expectorante es, conrespec¬to al
antiflogístico
, tan secundario como la diu¬resis.
Dos de losfenómenosmas apreciables é inme¬
diatosen la accióngeneral del émetico se refieren al
pnlso
yá la respiración
: el primerodisminuye
en celeridad y,
sobre todo,
en fuerza y en ten¬sion,
á menos que no sebaya
establecido bienla tolerancia ; encuyo caso,según dice H.Bouley,
resulta el efecto contrario. Sin
embargo,
yohe
vistouna vi zdesarrollarse el
pulso
yhacerse
masamplio
yblando,
administrando el emético en na caso de neumoníaincipiente,
en que era todavía duroy concentrado.Con respecto á larespiración,
he
notado,
conforme á las observaciones de Bou-ley,
quedi.sminuye ordinariamente
en un tercio el número de sus movimientos y que,si
bien al¬gunas veces no
hay
disminución apreciable , se hace(como dice Delafond)
constantemente mas fá¬cil. Diré mas: este efecto suele ser tan pronto, que hepodido hacerle reparar "3" lfl§"ciuéñ()s délos
animales,
muchas veces desde la tercera ó cuartatoma,
algunas,
mas raras à laverdad,
desde lase¬gunda,
y aun en un caso á laprimera.Cual esel motivoorgánico,
próximo,
inmedia¬to de estos cambios admirables en los fenómenos aparentesde la
respiración
yde
la circulación? Enotros términos
¿sobre qué
sistema 6 aparato y enqué
sentido obraprimitivamente
elemético,
para darlugar
ásemejante
atenuación funcional?—La prontitud con que aparece inducirla á suponerlaun
origen
nervioso, un embotamientoespecial,
sui generis de la cscitabilídad; y
á
este modo de pensar da gran fuerza elinflujo
pronunciado del emético sobre elneumogástrico
y aunsobre
el sis¬tema nervioso
general.
Estoinflujo
es efectiva¬mente
manifiesto,
nosoloen la producción misma del vómito yde la purgación (según
seha
vistoan¬tes)
, sinó en la modificación de laspropiedades
peotéticas porlos posotélicas
del agente cuandoes
absorvido;
y sehace, sobretodo,
ostensible por laprofunda
sedación queejerce luego
en las fun¬ciones ya
mencionadas
ybasta
en las derelación,
en la fuerza muscular
particularmente.
Mas
atribuyase la
parte que sequiera
al ele¬mento nervioso enel
conjunto de
efectosparciales
que
constituyela
contra-estimulación, hay
quead¬
mitir el concurso de
algo
masprofundo,
mas du¬radero y,
sin duda,
masimportante
quela
acción neuréticadel emético: I.° porqueaundefecto
fun-cional de este remedio , está
lejos de
serfugaz,
como lo es el de todo agente
esencialmente diná¬
mico;
2."
porquelos productos escretados de la
economía, porejemplo, la orina
,están
masó
rae-nos modificados con respecto
á
sucomposiciou
or¬dinaria; 3."en
fin,
porquela contraestimulacion
«e
traduce,
aparte esoscambios funcionales
, nor otros cambios materiales en las partesintegrantes,
sólidas ó
líquidas, del
cuerpo.Estas perturbaciones
de estructura,
densidad
,color
etc., vanbasta
constituir lesiones
gravísimas, mortales muchas
veces, en la
intoxicación
porel emético;
que acusan el desenvolvimiento de reaccionesquímicas
entre la moléculaorgánica
yla molécula mineral,
pues¬tas en insólito contacto por
la iutroduccion de la segunda
enel
torrentede la circulación.
No está bien estudiado el mecanismo íntimo de esas recónditas determinaciones de la afi¬
nidad; pero se conoce
hoy varios cambios
ope rados porella
enlos caractères
ypropiedades de
las partes
del organismo, bastantes á dar
razónde
los
principales efectos fisiológicos del emético
y de supoderosa acciou terapéutica
enla pul¬
monía.
Entre los fenómenos materiales del envena- miento por
el
tartratede
potasa yde antimonio,
citan unánimes Delafondy
Tabourin,
seguususob¬
servaciones y con
referencia á las de Magendie, Dupuy,M. ííouley
yHertvvig,
unaumentode
se¬rosidad en la sangre, con
disminución de
su coa-gulabilidad,
yla'existencia
constantede equimosis
vesiculares enel
pulmón. Ambas alteraciones
son muyvariables
enintensidad; a'teí, la segunda
, quees evidentemente consecutiva,
puede limitarse
á exhalacionesligeras
yparciales
quecomprendan
un número reducido de vesículas
aéreas, mientras
que otras veces,
cuando la acción tóxica ha sido
enérgica, ocupanporciones
masestensas ynumero¬sas, acaso
la
mayor partedel parénquima pulmo¬
nar • entre estos estremos
hay
unainfinidad de graduaciones intermedias
, enlas cuales
conservageneralmente
el órgano bastante permeabilidad. La
sangre, por su parte ,
presenta
unestado de di
-fluencia tifoidea y
hasta de putridez,
conpérdida
absolutaócasi
completa de lacoagulabifidad,
enlos
casos mas graves; en otros,
si el
envenenamiento alcanza una medianaviolencia,
está negra ylíqui¬
da,
aunqueespesa,asemejándose masó
menos ensu aspecto
á la
pezderretida; á
veces conserva la facultad decoagularse
, masó
menos pronto,si
bienel suero es
siempre abundante
conrelación
al
cuajo,
quetiene
menosdensidad de la normal.
Como seve,il
emético obra sobre la plasticidad
de la sangre, que
puede estinguir ó simplemente
disminuir:este
efecto,
que senotaigualmente,
pe¬ro á un
grado
mucho masleve, sangrando los
animales antes y
durante la medicación
para com¬pararel
líquido
en una yotraépoca,
essin dispu¬
tael fenómeno
primordial
dela
acciónantiflogís¬
tica, de la
contraestimulacion.Toda vez que
el fenómeno característico,
esen¬cial y
sine
qua nonde la flogosis
serefiere á la
coagulación, ála solidificación del plasma de la
sangre en el interior de sus vasos y en
el
seno, enla
intimidad,
enlos intersticios del órgano ó teji¬
dos
afectados, despréndese de lo dichoque el emé¬
tico, supuesto
disminuye la plasticidad de aquel fluido,
atacaal mal directamente,
ensí mismo,
en su mecanismo , en su causa
inmediata,
en su condiciónfísico-anatómica.Si á estaimportante
acción
se agregalos
otros efectos yaanalizados, el
expectorante yel diuréti¬
co sobre
todo, el primero
porlo
quenecesaria¬
mente ha de concurrir á una
perfecta resolución,
el
segundo
porla depuración
que opera enla
san¬gre
eliminando el elemento morboso; si todo
estosetieneencuenta,
fuerza
será concluir queel tár¬
taro estibiadoes
el
masheróico
y mas prontode
los remedios
conocidos
contralapulmonía
,el
an¬tineumónico por
escelencia.
Poco habré de esforzarme
para hacer com¬
prender la
ventajainmensa
que estepoderosoagen¬telleva á la
sangría
enel
tratamiento deaquella
enfermedad. Las emisiones sanguíneas
generales,
necesarias sin
duda, indispensables
tal vez cuan¬do existe un estado
pictórico efectivo,
sustraen á la vez serosidad yfibrina
, y nocombaten
la inflamación sinó porque determinan
(si
mees
permitido
usaraquí
términos de hidrodiná¬micaen unsentido
figurado)
unaespecie de.uacioén el sistema vascular, que le
obliga
á verificarla succion del
líquido derramado
;ó
sea,hablan¬
do
fisiológicamente,
porquetodadeplecion favore¬
ce la absorción. Es verdad que por efecto de este hecho conocidode
todos,
penetranen eltorrentecirculatorio, procedentes del
tubointestinal y aun de todos lospuntosdel
cuerpo, agua y otros ma¬teriales quevan
á
aumentar laparte serosa de la sangre.Mas
para que este fenómeno consecutivo tengalugar al grado
conveniente, sehace
precisoque
la deplecion
seaconsiderable,
y aun asíha de
transcurrirbastante
tiempo.
Porotra parte,basta¬
rá esto para
obtener
una resolución perfecta enlasimple congestion, cuando
nohay éstasis sanguí¬
neo
completo; ó
enlos primeros períodos
de la in¬flamación, cuando la
linfa plástica exudadano es¬té enteramente
solidificada; de ningún
modo siha sufridoyaun
grado algo
avanzado de organiza¬ción: entonces,
á
no provocar la difluencia de la materia derramada y su resorción por medio del tártaro emético ú oíro recurso, hay que renunciará la resolución de la
pulmonía
y resignarse á ver¬la concluir por
supuración
óhepatizacion,
ter¬minaciones á cual mas grave como es sabido.
Ni es solo en tales circunstancias cuando el contracstimulante debe
preferirse
á la sangría: en la neumoníaincipiente,
en superíodo
congestional mismo , estambién
, comoqueda manifestado,
mas pronta, masdirecta la acción
deaquel: la
segundaestará indicada
positivamente siempre
quehaya
verdadero esceso desangreen
la
economía ; pero serásupèrflua
, estemporánea(se entiende la de- pletiva
, no la revulsiva) , cuandoquiera
que las condiciones y antecedentes del enfermo per¬mitan suponer con seguridad una
plétora
simula¬da por
la
reacción febril. ¡Cuántos derramespleu-
ríticosycuantos otros accidentes sobrevienentodos losdias en la practica por
el
empleo abusivo de lasangría,
porelempobrecimiento impertinente
de la masasanguínea
en el tratamiento delapulmonía
y
de la simple bronquitis!
Además; la cuestiónde
tiempo
tiene un inte¬rés
capital
enla
medicina de los animales; ybajo
este concepto es
todavía
muysuperior á las
sus¬traccionesde sangre
el
usodel
agente que me ocu¬paj nosoloporque
obra
con mas prontitud , sinó porque,dejando
menosdebilitada la economía,
esta ha de reponersecongran
facilidad de las pér¬
didas sufridas.
En fin, otro títulono menosatendible delemé¬
tico á nuestra
predilección sobre
la sangría estriba eaquepuede
seradministradoconventaja,
según resulta delasnocionesprecedentes,
entodaslas
for¬mas y en
todos los períodos de
ladolencia
, conlasola
escppcion de
loscasos en queesté
complica¬da por la
tifohemia, la pelohemia,
la diastashe- mia ó lasimple hidroliemia
; al paso quela deplc"
cion, además de
estarigualmentecoutraind
cada por estasalteraciones, solo
es oportuna, como sesabe, en loa primeros
períodos
del mal, aun cuan¬do sea francamente inflamatorio.—Por lo
demás,
y
casi escusado
parecedecirlo,
no escluye de un modo absoluto la medicación coutraestimulante á ladepletiva
;al contrario,
estaauxilia eficazmen¬te á la
primera
enla generalidad
de los casos,puesto
que, porlo
común,la pulmonía
seacompa–a de
plétora
; y,combinadas
entresí de
un mo¬do racional, rava vez
dejan de
tener unéxito
sa¬tisfactorio y
rápido. Esto
encuantoál período de
incremento de la dolencia: para
el de estado
,¡as sangrías
Cortas yreiteradas, pueden secundar di¬
cazmente el efecto
diluyante del emético;
pero seriatambiénpeligroso usarlas
conprofusion.
Necesitaré
probar ahora
quelos revulsivos,
alesterior y
los diversos derivativos al interior
nopueden suplir ni
remotamenteal emético?
El efecto
terapéutico de
unosy otros es aun masindirec¬
toque el
de
lasangría,
puesto queel fi.siológico
se
i'educe,
enúltimo término, á imprimir
otra di¬rección al movimiento
congestivo
paradisminuir
el
aflujo, hacia el órgano enfermo, fijando
en otrosraaaó menosdistantes
grados diversos, de estimula¬
ción.
Hay
mas: estamisma acción secundaria la ejer¬
cetambién el
emético, toda
vez que eseminente¬
mente diuréticoy qne,
si
no provoca unadiaforesis
copiosa, activala circulación
cutáneaproducien¬
do así una vasta derivación en toda la
periferia.
—So esesto decir que
deba renunciarse
entera¬menteá losrevulsivos para
combatir las aféccióhes
inflamatorias del
pulmón,
pues reconozco su uti¬lidad como auxiliaresen muchos casos; pero
sí
quees de todopunto inconvenientey
escusado,
cuan¬do seha
producido
lacontraesmilacion,
atormen¬tar y
debilitar
á los enfermos por el abuso de di¬chos medios.
Las nociones
precedentes
inducen á creer que elemético,
comocoutraestimulante,
sea útil enlo¬das las enfermedadesinflamatoriasque no se acom¬
pañan de irritación del tubo
digestivo;
y efecti¬vamente, ha
sido
preconizado por varios prácticoscontra
lainfosura, las
oftalmíasrebeldes, la hepa titiscrónica,
lamamitis, ladidimitis,
laartritis y los reumatismos , etc.; por mi parte, solo le heempleando
en lasflegmasías
de losórganos respi¬
ratorios.
Seria muy
conducente,
ytal
era mipropósito
alemprender estos artículos, terminarlos por al¬
gunas observaciones clínicas en
comprobación
de lasideas emitidas ; masla necesidad de nodejar
materias
pendientes
en el último número de añome
impide
hacerlo.Remito,
pues, al lector alEnsayo clínico-,
y voy á concluiresponiendo
lasre¬glas
delamedicaciónantiílgística
directaydicien¬
do
algo del
envenenamiento porel
tártaro esti- blado.He dichoantes que son
exagerados los
temores queinspira
la administración de este medicamen¬to á dosis altas: he
aquí
coaio se espresa M. Ta- bourinsobre este punto. «La dosis tóxicadel éme- ticb,para'ei'éhballo*;
cTátíiídPStíSrRf'cííJa'7porqué
muchas circunstancias
pueden
haeerla variar.Estáreconocido,
desdeluego,
que, enigualdad
délasotras
condiciones,
tiene que serdoble
cuando los animóles han comido quecuando
están en ayunas;que el remedio es dosveces mas activoeuforma lí¬
quida
que al estado sólido; que, porúltimo, ad-
ministrádo á dosis progresivamentecrecientes, puede
ser tolerado en cantidadesenormes con res¬pecto á lasque
puede
propinarse de una vez.Según Dupuy, Yiborg
yHertvvig, bastan 61
gramos da¬dos de una vez en
brebaje
para envenenar los ca¬ballosen la mayoría
de
los casos. Sinembargo,
en la Escuelade.Alfort,
esta sal disuelta no ha pro¬ducido mas que unadiarrea pasagera
á la dosis de
45 á 60 gramos; á la de
120,
endisolución,
no ha matado loa caballos basta el tercerdia; yá dosis progresivamente
crecientes porespacio de ocho diás,
no ha determinadola muertesinó en la can¬tidad enormede 1,500gramos.•
Como
complemento,
de estosdatos sobrelapo- sológia del emético,
añadiré queD. JoséMillan,
ve¬terinario deîladrid, le ha administradoen dosca¬
sosde
vértigoabdoininarà
ladosis
dedos
ytres
on¬zas en una sola vez, sin que
produjera accidente alguno. Esto
noobstante
, espreferible, cuando
se le' da como contraestimulante, fraccionar las dosi".
En cuantoá la
forma, todos los prácticos
con¬vienen en que
la mejor és la líquida
, poi;queasí-
hay
menosesposicion
á queel agénte irrite el tubo intestinal, y porque, siendomas prontala absor-ióu,
sedesenvuelve conmayor rapidez el efectoge neral. Esde bastanteimportancia
que el vehículonocontenga sustancias capacesde alterarla sal di¬
suelta enél: sin
embargo,
M. Clement(ayudante
de la cátedra de Química enAlfort) ha probado
quepuede
usarse el aguaordinaria,
infusionesó coci¬mientosnien vegetales y aun
vino,
sin gran inconve te; porque ladescomposición
del medicamen¬to en estos
líquidos
es lenta éincompleta.
En todo caso,convendrá,-^
segúnaconseja Tabourin,
nohacer la disolución hasta el momentode usarla.
M. Delafond recomienda ,
además,
las precau¬ciones siguientes: asegurarse deantemano de que elaparato
digestivo
no está inflamado óirritado;
comenzarpor pequeñas
dosis,
repetidascada hora ó cada dos, pero habiendo tenido al enfermo por doce horas á una semidieta de gacliuelas muycla¬
ras ó agua en
blancoy
un pocodepaja;
observarel mismorégimen
durante toda la medicación ; pros¬cribir absolutamente el
empleo
de henos ó forra¬jes cualesquiera
, para evitar que susprincipios astringentes descompongan
el medicamentoeneles¬tómago
óen el intestinodelgado.
Conformándome con estas
reglas
,fundadas
en laesperiencia al parqueen el conocimiento de laspropiedades
delemético, le
he administrado dees¬temodo:
después
de persuadirme que no habla contraindicación por^arte del tubo d'g,f's[ivn
y.deen estado deprocurarque'este se
hallara,'
si eraposible, vacuidad, propinaba
porprimera
to¬ma media dracma de la
sal,
disuelta en cosa de media azumbre deagua de rio ; á la media hora repetia ladosis,
yluego
laelevaba á unadracma,
que
daba
alenfermo en la misma cantidad deagua cada dos horas ó cada una, según la urgencia; te¬niendo en cuenta que
la
toleranciasuele estable¬cersecontanta mas facilidad cuanto mayor es
la gravedad
del caso. Seaporque el medicamento es¬cite la sed
ó,
loque es mas probable , porque los animales tenganmacha ácausadelmal, ó
porque,en
fin,
su instinto lesimpela
áello, casi siempre
los he vistocon beber la disolución coa
placer
ybasta avidez,
en razón de la violencia de la enfer medad. Lahipostenia
aparecía muy pronto, se¬gún
dejo dicho,
y conella un aliviopalpabley
rá¬pido:
muchas veces ha sido suficiente un dia de medicación; otras ha habidoqueprolongarla
cua¬rentay
ocho horas,
yalgunas,
muy raras, sos¬tenerla hasta tres diás.
Suspendíala
cuando la se¬daciónera bastante pronunciaday
cuando
las fun¬cionesse aproximaban á su ritmo normal : obte¬
nido este
resultado,
quecomo seve se hacia espe¬rar bien poco
,tenia ya
los
enfermos en convale¬cencia
decidida;
pero en unaconvalecencia fácil y pronta,durante
lacual, todos
los cuidadosse re-ducian á un
régimen adecuado,
y alempleo de
bebidas amiláceas nitradas si creia couveniente fa-^vorecer elefecto diurético de la sal estibiada.
Conduciéndome
de este modo y auxiliando el tratamiento por los mediosusuales,
á vecei, beconseguido
la triunfar decasosgravísimo?
y me cabjB satisfacción de poder asegurarque noheperdr-
do un solo enfermo do pulmonía ó
bronquitis
franca y reciente. Diré mas: á los ocho diai de contraída lavoreciese la dolencia y aun
antes, á
poeo quefa¬
estación,
podían los animales volver á sutrabajo.
Es casi escusado añadir que
jamás
he tenido que lamentar accidentes ocasionados,por la medt- cacioD. Sineméticominase lapropinado embargo,
paracomoun finpodria sucederterapéutico,
quedeter¬el intoxicación, no me parece fuera de ,propósito
transcribir loque, respecto á sussínto¬
mas, antídotosy tratamiento ,
dice
M, Tabourin. ,"Los efectos tóxicós del emético están caracte¬
rizados por los fenómenos
siguientes
: vómitosco¬piosos
yrepetidos
en los animales pequeños; eva¬cuacionesanales frecuentes y
cada
vez mas flui¬das;
salivación;
tristezaprofunda, abatimiento completo;
ciertabloresyvacilante;
estaciónmovimientospocoprolongada, automáticos,
marcha in¬tem¬musculares;
sobresaltos y espasmos tetáni¬cos; balanceamiento continuode la
cabeza,
apo¬yode laen el
pesebre;
cólicosviolentos;
enfriamientosuperficie
del cuerpo yde
las partes estre¬mas; postración de
fuerzas,
adinamiaprofunda,
^á veces parálisis del tercio
posterior;
caidaal sue-lo_y
muerterápida,
generalmeate sin convul¬siones. -
»El
químico
Bertholletaconsejó
elempleo
de lamocinaquina
laynuezsauce,y dede agalla, etc.,
las materias ricasparalas cortezasneutralizarendetanino, roble,
los malosen¬co¬ 'efectos del emético, y
este sabio precepto
fha
sido plenamente confirmado por la esperiencia. Sinembargo,
como el tannato depotasa y de anti¬
moniono esenteramente
insoluble,
sepodria
reem¬plazar
las materias curtientes por el sulfuro de hierrohidratado,
quedescompondría
del todo el emético.podría administrarse Además,
si la purgaciónbrebajes
yfueselavativasalarmante, opiá¬
ceas;precisoy
si
recurrir álos
intestinosunestántratamientomuyirritados, antiflo9Í8tico
seriacompleto, sangrías,
nosas,dieta brebajes
ylavativas mucilagi-
severa, etc. Por
liltimo,
si el asodemasiado
prolongado
del emético desarrolla unestado tifoideo de la sangre , habría que insistir
en él uso de la
quina,
combinar ios aromáticos y los amargos,dar alguna
preparación diurética paraespuisar
poco á poco de la intimidad del or¬ganismo
el.resto del tártaroestibiado,
etc.»Para darfiná este
artículo,
solo me resta aña¬dir,
porque esuu título degloria
de laProfesión,
que
De ía
Bére-Blaiueaconsejó
ya el émeticoá al¬tas dosis como
antiflogístico
directoen1803,
esde¬cir,
unos 20años antesqueRazoridieseáconocer ladoctrinadelcontraeslimulismo. yJ. TELLEZ VlCEN.
110
VARIEDADES.
sociedad veterinaria de socorros mütdos en francia.
{Conclusion.)
Capitulo IV.—Condiciones de admisión.
Paraseradmitidoen la asociación se
requiere
queel aspirante
acompañe á susolicitud alpresi¬
dente;
1.* Un certificado del alcalde del
pueble,
firmado pordos
veterinarios al menos, asociados siesposible
,atestiguando
que posee una clientela bastante paraatender
á susnecesidades,
y que ob¬serva buenas
costumbres;
2." El título deveterinario obtenido en las es¬
cuelas de
Lyon, Alfortó
Tolosa.Capifulo V.—Condiciones de esclusion.
Todo socio será de derecho escluidode la aso¬
ciación, cualquiera
que sea eltiempo
durante el cual hayaformado
parte de ella , en los casos si¬guientes:
1Sinoha
pagado
oportunamente las cotiza¬ciones
anuales;
2,° Si,
medianteindagación
ydeliberación
del cuerpoadmifírstratiVo,
se demostrase que nose conduceeu elejercicio de la
profesiónconla hon¬radez mas
irreprochable,
ó si le fueseimpuesta alguna
pena correccional, aflictiva ó infamante.Sin
embargo, paralas
penassimplemente
cor¬reccionales,
el cuerpoadministrativo
se reserva el sobreseer laaplicación de
esta medidadespues de
informarse.Capitulo VI —Administración.
Una comisión centraladministrará todocuanto se refiera á la
asociación,
ypodrá
crear subcomi¬siones siloestima necesario.
La comisión
central, elegida
pormayoría ab¬
soluta devotos
, secompondrá de un
presidente,
un
vice-presidente,
un secretario, unvice-secre-tario,
un tesorero, un tesorero auxiliar y dosase¬sores,
Lassubcomisiones constarán de los mismosin¬
dividuos, esceptuando
los asesores.El
papel
de lacomisión centralesapreciar
las demandasdeingreso,
recibirlosfondos, imponer¬
los, repartir
los socorros, decidir si halugar
áacejítar los legados ó donaciones;
conocer yjuzgar,
por
fin,
entodas lasdisposiciones
del presente re¬glamento
y asegurarsuejecución.
El
presidente
yel
tesoreroquedarán
encar¬gados, bajo
suresponsabilidad, déla gestion de
los fondos.La misión de las sucursales consistirá
princi¬
palmente
en suministrar álacomisión central los datos de toda especie que aseguren la masjusta aplicación
de lasdisposiciones reglamentarias.
La comisión central se reunirá regularmente
el
primer
dia de cada mes. Podrá celebrar no obs¬tante, reuniones
estraordinarias,
á convocación es¬pontánea del
presidente
ó ápetición de alguno
desus individuos.
La comisión debedarcuenta de todas sus ope¬
racionesen una memoria anual, que será presen¬
tadaenla
primera
reunion deenero,la
cual, porescepcion, tendrá lugar el
dia2 de este mes.Todos les socios tienen derecho á asistir á esta reunion y á presentar cuantas observeciones
juz¬
guen útiles á
jla
asociación.Habrá, además,
una asamblea generalquinquenal,
en laépoca-que
la Comisión determine , y enella
se examinará las modificaciones quelos
socios propongan introdu¬cir en el
reglamento.—Las
decisiones seránadop¬
tadas á
mayoría absoluta
de votos ymediante
es¬crutinio secreto.
En caso deque
los
socios presentes no consti¬tuyan
la
cuarta parte, á lo menos, de los inscritosen la
lista,
las decisiones no serán validas hastadespues de dos publicaciones
enlosperiódicos
ve- teriuarios yde
un voto escrito ,aprobativo
pormayoría absoluta.
La mesasereunirá á laconvqcjciou del presi¬
dente para
proceïïer aTescrutinio
de los votos así emitidos; teniendotodos los socios el derecho de asistir á esta sesión yde
examinar lasoperaciones
de la mesa.
Toda
proposición
quetenga
porobjeto la diso¬
lución no será valedera si no reúne los
sufragios
de tres cuartas partes, cuando menos,
de
los aso¬ciados,
segúnlos
modos de votación arriba esta¬blecidos.
Para el
primer
períodoquinquenal
sefija
en Tolosa la residencia de la comisión central ; cu¬yos miembros serán
elegidos
entre los catedráticos de la escuelaveterinaria,
ó entre los veterinarios residentes en dicha ciudad.Una comisión
provisional
compuesta de cate¬dráticos y ayudautes de la
escuela,
á la cual se reservaelderechode constituirse, estáencargada
de reunir y
hacer
el escrutinio de los votos emi¬tidos por
los
socios ausentes ó presentes, para lacomposición
de la definitiva. Al escrutinio asisti¬rán tres veterinarios de la ciudad en calidad de escrutadores.
Un
reglamento posterior, elaborado
porla
co¬misión
central, determinará
elmejor
modo de poner enejecución
losprincipios
establecidos enlos presentes estatutos.
Eiconcio F.
Oalleg-o.
IHWiGIi
de las niaícpías
contenidas
enla coieceion '^de ISS'Í' de Eli ECO
ydé
EA
VETERIAIARIA ESPAl^OEA (Ij.
Sección académica.
Sesiones de la Academia central.
7, 13, 37,55, 77, 101
,109, 117, 125 E.
;2, 45
,53
,73, 93
V. esp.
Sesiones de la Academiabarcelonesa. 69 ,
77
E. ;
37 V.
esp.Sesiones de la sociedad del
partido de Belchi¬
te. 9, 46 V. esp.
Creación de unaSociedad académicaenelpar¬
tido de Illescas. 46 V.esp.
Documentos académicos.
Sobre la cuestión demonta.
10, 13, 19, 25, 31, 100, 109 E.
Discusión sobre el
significado de las
voces raza y casta.56 E.
Sobre el
Proyecto de reglamento de la Veterina
ria civil. 117 ,
125'E.; 57
,73
,81
,85, 102 V.
esp.
Sleccion científica.
Clínica, Patología
yCirüjia.
Heridas articulares penetrantes. 4,
8, Ï4E.
Efectos de las aguas
termales acídulo-alcalino- uitrogenadas,
en un casode
muermo crónico. 21,27 E.
Influencia de la
posición declive
enla inflama¬
ción y en
las
heridas. 39 E.(1) Los númerosespresan las páginas ; con este signo E.selB4icaque pertenecen al
Eco;
y con este V. qne á la VeterinariaEspailola.
Estudios
teórico-prácticos sobre la
papera.64, 82, 95, 112 E.
Exitodéla enterotomíaen loscólicos. 91.
B.f
5,
20, 43 V.
esp.Lobado
seguido de fístula esofágica. 97 E.
,Reinversion y
prolapso de la matriz.-9,8
E. ' Sobre elvendaje inamovible de Lafontayne.
4V. esp. .
Absceso
enquistado
enel
corazón.Apoplegíà pulmonar
consecutiva. 12 V. esp.Influencia del aire en la cicatrización de las heridas
(Traducción). 26, 47 V.
esp.Caso de
indigestion
estomacalcomplicada
con.desórdenes inflamatorios delcorazón. 29 V. esp.
Tenotomía.
39, 47 V.
esp.Breves consideraciones sobre la
autopsia cada¬
vérica. 49 V. esp.
Fractura delasvértebras cervicalescon disla-, ceracion de los
ligamentos. 69 V.
esp.Roturade los cordones testiculares en la cas¬
tracióná
pulgar. 83 V.
esp.Tétano esencial. 96 V. esp.
Caso de
indigestion intestinal
con rotura delestómago. 97 V.
esp.Farmacología y Terapéutica.
Fórmula contra la hematuria del
ganado
va-icano. 22 V. esp.
Descripción
y usosdel
aparato para baños yfumigaciones al ganado
mayor.53 V.
esp.Del tártaro emético como contra estimulaute.
78, 94, 106 V.
esp.Policía Sanitaria.
Noticias sobre la última
epizootia variolosa
y resultados déla inoculación.32, 42 ,48, 51, 66,
105E.; 25
V.
esp.LMMHrpiWwwrw w-i
Estudios sobre la
viruela
enel ganado lanar
delavilla de Pina de
Ebro
en1850
y1851. 37,
03,72, 80, 87, 93, 102, 110, 118, 127 E.
Desarrollo del
carbunco
en unhombre, per
inoculación de la sangrede
una vacaatacada de
fcac^a. 86 E.
Noticias y
observaciones relativas á la inocu¬
lación
de la viruela
,por un método mas breve
y
espeditoy
nomenos eficaz que el usual. 32, 41
V,
esjp.
^ ,Higiene y Zootecnia..
Cuatro
palabras sobre el estado actual de la
industriarural y
medios de fomento de la cria ca¬
ballar enla
provincia de Teruel. 16, 22, 29,
34 E.
Investigaciones esperimentales sobre la alimen¬
tación y
la respiración de los animales (traduc-
eíon). 43, 75, 89, 103, 120, 130, 137 E.
,
Los sistemas de monta según el Real Consejo
de Agricultura,
industria
ycomercio. 62 E.
Reflexiones sobre las,
ventajas del estudio y práctica de la praticultura y zootenia. 122 E.
El Gobierno
puede
,sin aumentar el presu- [lués'to de gastos del ramo, regenerar brevemente
los caballos
españoles. 128, 1.34 E.j 3, 10 V. esp.
Mediosde aumentarla
producción animal. 19
V.esp.
' Envenenamiento de
muchos corderos
porel
nitro.21
V-esp.
( ■ . '
Anatomía y Fisiología.
Diferencias entre la carne
de buey
yla de ter¬
nera,
78 E.
Sobre la teoría de las
pulsaciones del
corazón.(Traducción). 91 V. esp.
I
Rcvísia Estnanjera.
De las
inyecciones iodadas
enel tratamiento de
los tumores sinoviales y
de las bolsas
mucosas.13,
33 V. esp.
Rotura del lendon estensor anterior de los fa¬
langes
en un potro.23 V.
esp.Mamitis
sobreaguda terminada
por gangrena.Cúracioh. 50 V. esp.
Herida transversaldel esófago.
Curación. 55
V.esp.
Deluso delheno y
déla
avena nueva yde los forrajes de prado artificial. 23 V.
esp.Actosoficiales.
^ Provision de'dos
plazas de agregados
enla
es¬cuela
superior, 42 E.
Sobrela
epizootia
variolosa enlaprovincia de
Soria 48 E.
Programa
para proveerlas plazas
deingreso
en el
Cuerpo de
Veterinariamilitar.
49 E.Sobreinspecciones
de
carnes enelPrincipado
de Cataluña. 85 E.
Sobreciertas enfermedades
contagiosas (dicta¬
men del
Consejode sanidad). 133 E.
Reglamento
provisional parala enseñanza de
la Veterinaria. 60 V. esp.
Asuntos
pporesionales
y otros.Los hombresy
las
esperanzasde i?/.Eco.
1 E.Sociedad veterinaria de socorros mutuos.
2.3 E.
Veterinaria militar. Guardia civil. Remon¬
tas. 40 E.
Porvenir de los veterinariosen
España. 45 E.
Reclamación
justa. 47 E.
Estado actual de los intereses
profesionales
(Remitido). 53 E.
- ■'
Reconciliación. 67 E.
Rectificación. 68 E.
Consulta. 75 E.
Servicios de veterinarios. 87 E.
^0[TOSíCttm'c's~-para la praviSTon dgla^pTwzas
del Ejército. 166 E.
Sobre la
esposicion de Agricultura. 114 E.,- 44, 51 V.
esp.Intervenciónindebida de un médico en atri¬
buciones veterinarias.
115, 138 E.
Cesación de El Eco y
creación de La Veterina¬
ria Española. 1
V.
esp.Cuestión inconveniente.
6, 15, 28 V.
esp.Nueva dirección de Jos asuntos
profe.sionales
17 V. esp.
Progresos
de la Veterinaria, males
quela aquejan
yremedios
quedeben aplicarse. 18 V.
esp.Un socorroá la
desgracia.—Gracias á La Dis¬
cusión.—Banquete. 70 V.
esp.El
Reglamento provisional
parala enseñanza
delaVeterinaria y
el Proyecto de Reglamento
or¬gánico de la Veterinaria civil. 89 V.
esp.Sociedad veterinaria de socorros mutuos cii Francia.
100, 110 V.
esp.Editor
responsable
,Josk Quiboga.
MADRID: 1857.—Imprenl·ideíoVeterinaria J^spaHoIa,
ácargode J. Castillo, calle de san uoque ,