AÑO II. MIERCOLES
5
DE JDL·IO DE1854.
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Hi D1 u nimli;
PERIODIGO ÜE INTERESES MORALES Y MATERIALES.
REDACTADOPOR
Q. yi iUcctK
,(3). e« ^i/om ^ CD, J^u£U} S. J^adíe^Ot
... ■
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"!■SE PUBLICA TRES
VEÇES AL SplS.
.PRECIOS DE SÜSCRICION.—En Madrid ,ipor nn:mes, 5 rs., por tresid. 8. Enprovincias, por tresid. 10..ÜI-'
tramary.estrangero, por.un año, 50.—PUNTOS DE
SÜSCRICION.—En Madrid:
En la Redacción, .Plazuela de San:Ildefonso, númeno 1,cuartocuarto; .enla libreríade Cuestaó enla de Bailly-Bailliere, y en la litografia de Mejíav
calle deAtocha, num. 62Í.—Enprovinciasen cása de loé corresponsales mnlospuntosen que los hay, ó girandO' letra sobre correos áfavor del Administrador, D. L. F. Gallego, encarta franca. i-.
VETERINARIA MILITAR—ARREGLO DE PARTIDOS.
No queremosprivar á nuestroslectores
del
con¬tenido
tjUe ettcièrran los dos artículos de entrada
del num.270del Boletín relativos áestos Irnpôrtan- tes.asuntos.
Hé(os áqjií.
•VETERINARIA MILITAR. ; ! '
f.jj . !. '. ,•.!^: «t .. .. . í Ir
Ya seencuentraenpoder
del
Gobierno el espediente parael reglamento deveterinariosmilitares;
yasehan ven¬cido losqueparecían insuperables
obstáeuío.s
pata árrán.- carle de dondetantotiempóha estado arrinconado;yapot finse ha ctínsegüido eltan ansiado informe, sin el que nadapodia hácOrse; yyael señorministro de la Guerra,quetanpropicio seha
mánifestado
siempreque sele hahabladoparael tan indispensable arreglo, podrá tomar,
dando cuentaá S. M., unaresolución deShitiv.i. Tiempo
eraya quela benemérita clase
de veterinarios
militaresestuviera reglamentada; quesupieran deuna manerafija
y,terminante
cuáiés
son susobligaciones, responsabilidad,
conSideracióties yporvenir; que sefijaránydeslindarán
sus deberes como facultativosy como deben mirarlosy considerarlos susgefes militaresmasinmediatos; q;iérer-.
compensa tendránsusservicios enel ejército,y qué será
deellos ó desusfamilias cuando ya no puedan servir ó fallezcan; áquien han deacudiren queja cuando tengan necesidad; quién los ha dejiizgarsi algunavez
dieren
lu- garáello,yquién los ha de vigilarydirigirenel ejercicio de su ciencia para,que constensiempre sus serviciosy reciban la debida recompensa"el dia queia pidanyrecla¬men.Todo 'Sé ha vencido, y no podemosmenosde con¬
signar a'qUi las graciasmaséinceras á laspersonas que
noshan auxiliado paráel buen resultado de la esposicion queúltimamente elevamos al señcr ministro de la Guerra, quealgunos veterinarios militares saben porquela leye¬
ron, les constael cursoque sele dióy el efectoquepro¬
dujo; á pesarde quéno pertenecemosá su clase ni la"re¬
presentamos, peroerapreciso fuéramosconsecuentescon
loque dijimos y pedimos EN 3 DE JULIO DE 18A9,que siguiéramos el cursó de aquella esposicion (I)ydela úl-.
tima que sepresentó.
Dos mediospuedetomarel señor ministrode la Guer<
(I) Véase el Buíeíí», núm. 1OR, correspondiente al13
dejulio de dicho año, pág. 195ysiguentes.
raal déspdtíhaí cOn S. M. el Ceglarnento de '
veterinaria,
militar,siesqueno proponesiíápróbacion definitiva, co¬
mo es muyregniarynatural sucedaporlo-,quede si ar¬
roja el espediente:
l.'p^sar^o
enconplta. a^
çueypode
áknidad'inilitár. áfin de qué sépongá 'enarmonía "conm que rige para su clasey que tal vez quedeit tatflbifaA' agregados á ella, nombrando eneste caso unoó.;dosyp-i;cales veterinarioscomoinspectores: 2.° nombraruna. co¬
misiónespecial facultativa qiie dé stfinforme,'tédieUdo presente para ello el reglamento vigentq de-irnedicind'
militar.' ^
■'A'ünque el SoñorministrOpase con lacorteál real sitio deSanIldefonso;.noporeS0'qHedaràabàndo4ià90''el-éspé:·"*
diente, pues nofaltaránpersonas .celosísimas.iipr 9u,pJase^i
que le activen,cómo hasta ahoralohan estado liaciendo.
Dé loíjue pudiera ocurriréstárémos á la mira'ylopoU- dremosen conocimiento denuestros lectores, ..si- es que;
conviniere.—N. C.
DonNiéolâs Gasas manifiesta despues
A
ULTI-á-MAHORAlo siguiente:
Al darcuentaalseflorministro de laGnerra del espe-' diente relativo á la veterinariamilitar,:y queindlcamoseni el articulo deentrada de este número,ha acaecido un in-.
cidenteinesperailoque no podemos ni debemos hacer pú-"
blico, ysuplicamos á los quele sepan quele reseéeen, guarden elmayor sigilo, porque asi convienet^^para su éxito y marcha sucesiva.—N. C.'.
VETERINARIA CIVIL.
Elarreglo de partidosyel deslinde de las prerogativas concedidas desde muyantiguo á los veterinarios quehu¬
bieranhecliosus estudioscompletosen la e.scuelade Ma¬
drid, hoy de I.' clase; se encuentra ya ;eniconsulta :deí Consejo de Sanidad del reino. Cuantas esposiciones han
hecho los albéitaresen queja y.la de D. Serapio Marincon el informe dadopor lajunta de catedráticos de la Escuela Superior,-coinotrosantecedentes, forman-.pariH dele&pe-
'
diente, al que se agregará la últimamenteelevaday quq
se ha reclamado. Solose trató en Consejo pleno de un, modogeneral, antes
de decidir
pasaraá unacomisión es-"pecial, y según opinion casi
unániióe
rió fiuedarári'uiuyairosos iosverdaderosalbéitares, triunfando' Tos que lle¬
vanelhonrosodictado de veterinarios. • ■ Al poner en conocimientó de nuestrosleètores io-quer- acabamos de espresar, no podemos menosdo acia;armn.
erroren queestan los albéitares recurrentes y cotí
epos
otros muchosdesuclase, queha originadosus ésposicior
126 BL SCO
nésy quedemuestraá la
faz del mundo lü
pocoenterados
que estan de las leyes
relativas al ejercicio de la
veteri¬naria, y porlomismo ser en una
falsedad
enlo
que se apoyan. Dicenque porelartículo 17 del Real decreto de
19 de agostode
1847,
y el16 del 15, de febrero de
esto año, selesprivadefacultadesqueantesteniany que am¬bas soberanasresoluciones tienen un efecto retroacti¬
vo,etc., etc., etc.Deciresto, es atribuir á losque infor¬
maron,consultarony á quienaprobó el Decreto del 47una
cosaquehaciamuchísimosafios, mas
de medio siglo,
es¬tabalegalmente mandada, puesto queclarayterminante¬
menteseencuentraasí consignadoen la,ley 3.*, título 14, libro 8.° déla Novísima Recopilación, cuya ley debieran haber tenido presento antes de recurrir enqueja y tal
vez producir, por'decirlo asi, una especie desorpresa, que porfortuna.no hadado.el
resultado
queeeprometíanyles ofrecieron, porqué todo se trasluce. Siantes nada decián, hadan ni pedían los veterinarios para que se les cumplieran las prcrogativasque sustítulos les conferiany
queen ellos tenian consignadas, consistia en que eran pocos y estaban demasiado diseminados; ^ero en el
dia
que son muchosy por do quierase les eiícuentra, recur¬
renyconsobrada razón para que secumpla lo mandado;
ylas autoridades haciéndosecargo de la justicia con que
Íñden, mandan
ey yrecordado'se
porobserve
ios citados Realeslo dispuesto
decretos. Luego loen la mencionada
mandadonoes.deahora,luego las prerogativasy supe-.
rioridad de los veterinarios sobre los albéitares no proce¬
des del Decreto delaño47, sino deunaleydel Reino dada ápocode lainauguración de.la escuelaveterinaria deMa¬
drid, yde consiguiente iosrecursos de los
albéitares
se han apoyado en un error, que cualquieracalificaría
deyérdadera falsedad.^N. C.
Probablemente mas
tranquilo
nuestroánimo
que
el del articulista del Boletín, solo daremes
un consejoá
losveterinarios
yharemos
unapequeña
aclaración.
Los
profesores
dela veterinaria militar ni deben
ilusionarse nidesconfiar:
hay
personas quepositi¬
vamente velan por ellos,
sin haber declarado
sunom¬bre, ni mucho menos
apropiddose sin
razónlos
pasos queenbeneficio de
estaclase
sehayan dado. Nosotros
nohemostenido la
gloria de
ser esas personasbe¬
neméritas.
La
esposicion presentada
porla Redacción de El
Eco
pasó inmediatamente á inforiùe del Consejo de
sanidad.Los
profesores civiles están defendidos
por laleypublicada
comoSUPLEMENTO AL NUM. 5
DE ESTEPERIODICO,que es la quesirve de base
álas discusiones.
Hacemucho tiempo que tenemos
noticia
delo
que
el Boletfn participa,
y...esperábamos
ensi¬
lencio, porque
asi conviene;
nohemos querido
co¬meter unaindiscreción.
MEMORIA
SOBRE EE ESTADO ACTUAL DE LOS CABALLOS DE NUESTRO EJÉRCITO, Y MEDIOS DE MEJORARLOS
(d).
ElGobierno, en cuyas manos se
halla la adminis¬
tración
pública, cumplirla mal
con susdeberes si
dejara
abandonados algunos de los vastos ramos que aquellos comprende
y queestán confiados á su cui¬
dado. No daríamuy
buena idea de
suinteligencia
y celo, si nosupiera transmitir
suinflujo
ydirección
á cuantos intereses
generales abarca la sociedad
en(1)
No estamosautorizados
parípublicar el nombre
delautordeesteescelentetrabajo. L.R.
sus
multiplicadas^ diversas atenciones. Al Gobierno
le corresponde
la inspección
yvigilancia
enel mejor
empleoydistribución dé los caudales del tesoro del
Estado para que,
examinando
suinversion,
cortelos abusos en donde ios hayaé introduzca á la vez reformas que, siendomas
beneficiosas, traigan abor«
rosy
economías compatibles
conel mejor servicio.
Siendounode losramosdela administración pú¬
blica, atender á la formacióny
equipo del ejército,
nosoloincorporando
soldados, sino proporcionando
losagentes
indispensables,
nodebe ignorar
que por buenos que seanlosprimero.s, llenarían imperfecta¬
mentesusfunciones si faltaran los segundos ó no go¬
zarande todas lasdebidas condiciones.Enesteúltimo
caso sehallanuestracaballería, elementoindispensa¬
ble de
seguridad é independencia de la nación,
puessu situación no puedeser mas
deplorable
;triste
es decirlo,pero es unhecho
quesalta à los ojos de to¬
dos. No sepasa una
revista,
no sevé
unescuadrón
sin quealmirarios
caballos
norecordémoslas bellas
formas ypreciosas
cualidades
quelos nuestros tenian
antes, y la poca
consonancia
queguarda ahora
su organización conlos varios trabajos
que seles exige
enlamilicia. Talestadotrae,además de grandesper¬
juicios, incalculables
gastos que no sonsuficientes
áestinguir el mal
cuando
seignoran las
causas.A nadiees desconocida la
importancia de la
ca¬balleríaen elservicio militar, y
principalmente
enel actual sistema de guerra;
ella
esunaparte inte¬
grantedenuestros
ejércitos,
y entodas las naciones
han
desplegado los gobiernos el
mayorinterés
ensu
brillante organización.
¡Desgraciada la
quesi hay
un rompimiento carezcade caballos
capacesde sobre¬
llevarlas
fatigas mílitarias, ó
nolos tenga ni buenos
nimalos yvaya
á comprarlos al estranjero! En
am¬boscasos no
podrán
susejércitos rivalizar
conlos
delenemigo, y seesponen
á
unacatástrofe inevita¬
ble por
faltarles ei podereso agente
quetanto influye
enla parte
de las batallas. Si esto
esunaverdad, no
loes menosque no
hay
enEspaña caballos
enbas¬
tantenúmeropara
elegir, ni los
que se agreganá los regimientos
reúnenni
conservanlas mejores condi¬
ciones.Nuestros caballosnotienen
el vigor
yrobus¬
tez queen
los tiempos antiguos
,ni
seha tralatado
de ponercon
inteligencia remedio á tan
gravemal.
Aquella caballería
tancelebrada, terror del enemigo,
aparece
ahora
como unesqueleto ambulante: la que
en tiempo
de
paz nocumple
conlo que se la exige
sinoá costa deinmensos gastos, en guerra menos sufrirla los trabajos y
privaciones de
unalarga
yporfiada contienda. iJna arma que en todos los pue¬
blos es elmedio fnas seguro
de triunfo,
sehalla
en¬tre nosotros casi en la
nulidad,
ylo
peor es quecuesta muchomantenerla, y
cada dia
sohace
mas gravosa porel pronto deterioro
ydesmejoramiento
delos caballos. Al soldado do
infantería, cuando le
faltan lasmunicionesle
queda la bayoneta
parade¬
fenderse; pero
si al gineté le ílaquea el caballo, no
solo es
aquel inútil, sino
quesirve de estorbo. La¬
mentablees el estado dela
caballería,
notanto por, falta de animalescomopor suendeblez
ydecaimien¬
to, causa de lagran
pérdida
queanualmente obser¬
vamos.
Hé
aquí lo
queprincipalmente ha llamado la
atención del que
escribe
estaMemoria, ó mas bièn
del que
hace
estasbreves reflexiones sObre el esta¬
doactualde loscaballos del
ejército
ymedio de me¬
jorarlos. Todo buen español está en la obligación de
secundar tan elevadas miras, y para
ello
nostoca
señalarlos errores y
preocupaciones
quereinan en
tanimportanteramo.
No
sepuedo decir que se ig¬
nora loque pasa, aunque
puedan desconocerse las
DE LA VETERINARIA. 127
causas; lo cierto es que
cada dia
son mayoreslas pérdidas de
nuestroscaballos-; à
pesarde los inaudi¬
tos esfuerzosdel Gobierno. Se calcula que
anual¬
mente muerenla
sesta|parte
yalgunos la hacen subir
á laquinta:
lo
queequivale á
reç^oner aun entiem¬
pos
normales cada cinco ó seis años toda la caballe¬
ría: siendo asíque en
las demás naciones
selamen¬
tande que esto
suceda cada diez años, si
sequieren
conservardecontinuo losregimientos
completos. ¿A
quépodrá atribuirse tan enorme pérdida? No á los
qu í
están al frente de la administración, sino á los
errores y
procedimientos rutinarios
quehace tiem¬
povienen
rigiendo
eneste
ramotan difícil de cono¬
ceryde
dirigir, sobre todo
enel dia
que seroza conuna gran suma
de conocimientos científicos. La
es-f)osicion
os mediosde las
Jecombatirloscausas de' tanta
eselpérdida de
objeto delcaballos
presentey
escrito. Lo sensible esque
haya acometido tal
em¬presael menos apto para
llevarla á cabo, habiendo
tantos que con mas
saber
yacierto podrian resol¬
verestacuestión; pero
á la vista de mi atrevimiento
nodejarán
de
aparecer personas masinstruidas y
Erácticas
ago mas queque sepan bosquejar. completar No faltará el cuadro á quien que
parezcayo no
ridículomepresente
espontáneamente sin
represen¬tación ni autoridad á dar mi pobre
dictámen sobre
una cuestióndetantatrascendencia elque luego
ha
desersometido á la crítica de inteligentes; pero no
se necesita mas que
la
razón ylos hechos
que se ofrecená lavistaparadiscurrir
conjuicio
ydiscer¬
nimiento sobre lo que es
susceptible de mejora
y perfección.Todo enel dia se aclaray
simplifica à favor de
laantorcha: de: lasciencias;estas van
haciendo
mas fáciles y menoscostosos los procedimientos de las
artesaun delasmas mecánicas,yno
podían
menos de intervenir en lasprácticas higiénicas
que sesi¬
guen en lá
multiplicación de los caballos, las
que en verdad no están muyconformesconlos principios
científicos;
procedimientos
seemplean
que aunque canonizados por:el tiempo
yla rutina deben
serreemplazados
conprovecho de los intereses
genera¬les y
particulares
por otrosderrivados de la ley del
progreso.
Gada época tiene
su.ciencia favorita,
en¬tre losantiguos
brilló la literatura
entanto grado,
que aun
admiran los modernos; las ciencias
me¬tafísicas hantenido sus siglos
dé esplendor,
yel si¬
glo 19se marcapor un
rumbo bien distinto,
que esháciaelaumento de losinteresesmateriales, debido al estudio de las cienciasexactas, físicasy natura¬
les, noseguidaspor recreo y
pasatiempo, sino
con aplicacióná las
cosasde
masnecesidad
parael
hombreenparticular y para
la sociedad
en gene¬ral;ysiesta
ba
decontinuar
enla marcha
progre»-siva desu civilización, no hay otro
medio
queel
camino queletrazan
las denominadas ciencias. Con
estas llegaremos á
esplicar el decaimiento
yla bre
vey miserable vida
de
nuestroscaballos de ejército,
asicorno hallaremos los recursospara
mejorarlos
y conservarlos.Hacesiglosnos estamos
lamentando
nosolo de
la faltade caballos,,sino de su
degeneración
pero mientras tanto pocoó nada hemos hecho
para sa¬carlos de esteestado, niaunhemos imitado
el
ejem¬plo de naciones que, hallándose en peor
situación
que nosotros,han
obtenido
sinembargo con,el
.arte, y,
la cultura
nosolo caballos
paratodos los
usos, sinoigualar ysobrepujar á los pueblos
masnota¬
blespor subrillante caballería: Ló mas
particular
es, que aunque los
tuviéramos
en gran número, y losmas apropósitoparael
artemilitar, agregados
á los regimientos llegarían al
abatimiento é inepti¬
tudenquelas vemos, porque
las
causasde
sude¬
teriorono están solo en los métodosdesurepro¬
ducción ydesarrollo, sino
también
enlos erróneos
medios de la conservación.
Es un axioma científico que
los caballos deben
elegirseapropiados
paratodos los
usos.Los de ejér¬
citodeben presentar una
conformación adecuada
á los servicios que
han dé
prestar, ysiendo estos
distintos en los de caballería
lijera ó de línea, di¬
versoshan de sertambién loscaracteres de suor¬
ganización; ahora
insignificante
esla diferencia
ijueseadvierte entre
ambos, á
no serla talla. Los
caballos detropa, despues
de la
estructuraparticu¬
lar quehan de tenersegún
los dos destinos citados,
debenreunir la fuerza, el valory la
rusticidad,
to¬mada esta
palabra
entoda
sulatitud;
esdecir,
que los caballos deben criarseenlaposibilidad de
sa¬tisfacer todas las
exigencias
que seles pidan, y
siendo enel ejercito tan
variado
ati generode vida,
necesitan
indispensablemente reunir las tres
nom¬bradas condiciones,queel
hombre puede dárselas.
Busquemos
analogías
enla especie humana: los
que por suoficio están habituados á las fatigas, trabajos
penosos y
privaciones de toda clase,
sonfuertes y
vigorosos, no conocenla ociosidad
yson
muybue¬
nossoldados. Nuestros caballos,
ó bien
secompren directamente de los criadores sin disposiciónde
servir, ó
jóvenes
pararecriarlos
enlos depósitos
deremonta, en ningún caso se
les somete al régi¬
menanálogo al
género de vida
quedespues han
de observar,lo que
probaremos
enel
cursode esta
Memoria.
[Seconíimará.)
^ ItEilIXIBO.-
Sres.Redactores del Ecodblí Vbterinahu.
Muyseñoresmios:
el viaje
queacabo de verificará esta
ciudad paraencargarme
de la dirección
ycátedra de ter¬
cerano de laEscuela deVeterinariaestablecida enesta, y
concuyoscargos seha
dignado agraciarme S. M. la Reina
Q D. G.)nomehan
permitido hasta el dia leer el artículo
inserto en su apreciable
periódico de 1. ° del presente,
bajo elepígrafenomáramienío,
y enel cual
nosolo se
trataderidiculizarmipersona, sino
también la soberana
determinacióndeS.M. ydel Gobierno.
Habíapensado,como
mejormedio de manifestar mi des¬
precio al
artículo,
nocontestarlo, mayormente cuando su
autordice: «apenas conocemos
al agraciado (aludiendo á
mi
insignificante:persona)
.mas quede vista,
y noestamos
«nelcasode.prejuzgarsu
mérito»
peroal
verotro artíf
culoquesobrelo
mismo
seinserta
enel núm. 35 de! re¬
feridoperiódico,no
puedo
menosde tomar la pluma con
elobjeto de contestar
á ambos; lo cual haré con mucha
brevedad,yúnicamente en
la parte que á mi se dirige,
á finde hacerveral articulistayá
todos los demás
queleansu contenidoynome conozcan, que
al nombrarme
S. M.paraeste
destirio, sin duda tuvo presente que soy
profesor de
primera clase, con 25 años de carrera, y mas
de estos de servicio cmnff
veterinario militar
y conlas
mejores notas;
habiendo llegado al cargo de mariscal ma¬
yor de la
sub-direccion de Remontas que desempeñaba
últimamente; quemi
hoja de servicios
espresa conbas¬
tante claridad los que
he prestado
enmi
carrera, yel
buenconcepto quesiempre
he tenido
entodos los desti¬
nosporque
he pasado;
quehe merecido diferentes veces
que
el Gobierno de S. M.
menombre juez de oposiciones
álascátedrasde lasde CórdobayZaragoza;que me pro-
128 £L EGO.
senté comoopositoráladeprimerañodeestamisma Es- cuela,.yqueenvista demis ejercicios, fui propuesto por eltriiïMnalensegundo lugar;^uesicomoen las anterio¬
res,oposiciones hubiesen sido dos las vacantes,es claro que hubiera Obtenido unadeellas, como se verificóen lasrefe'ridasi En Tista deío hienciánado, yáque conmi nombramiento de catedrático,no séhan perjudicado de¬
rechosadquiridos, creo se convencerán dé que en ello
noresulta la menorinjusticia. ;
, .Encimutoalcargo de director'quesemeha
conferido^
respetando los grandes conocimientos y servicios que
pueda haber prestado el que lo era interina, solo diré que el gobierno de Si M., al conferírmelo, habrá teñido presentés losmios,y queestabavacante aquel cargo,'co- iii'lohaestado entódáfelàSdemás escuélás basta tanto
^lie éi gòbiernó
haelégido
conpresencia de todo' al de suinaypr agrado,nosiendo inhereñtela propiedadporesta yausa, á.losquela desempeñaron interinamente.
.-. Concluyo manifestando que si el autor óautoresdelos enumerados escritos, y que tanto, se han fijadoen mi nombramiento, hubieran repasado bien-la historia de la Veterinaria, indudablemente se faábrian convencido de
qué nó faltan ejemplos dè'csta clase,yque-no camina¬
rían bajo la suposición
de qué
sehan lastimado intereses y futuras esperanzas.Al folletín ridículo ysin gracia
^ue
inserté el nüm. 34 deljueves 1.''delactual, creerlamal empleado el tiempo quededidará á conteátarle;pues convencido de quetodoslosquelo han leido, lehan salúdaloconlosaplausos qiie
selededicanen unteatro alautor de esos saínetes frios malcoordinados ypeorrepresentados, creerladeprimirme si lo hicieraporescrito.
Sin mas, señores redactores, espero séservirán Vds.
dar cabida en suapreciable periódico á estafranca eon-
testacion,primeray.líltimaqueescribiré sobreelparticu¬
lar.puesnadaadelantarlaendistraer el tiempo quemi de¬
bery lo atrasadaqueestaescuelase hallaencuanto á su
creación reclaman; sintiendo además el poco favonque dichas relacioneshacená quien las escribe, á la claseen¬
terayhasta al periódico quelo reproduce.
Su afectísimo amigo y S. S. Q..B. S. M.r—Bosipacio
be viedma. * . - ■
Leon27 dejunio de 1854.
C Primeroque antemurarseelSr,-.D; Bonifacio de Viednia, llamándonos laatención conla* muy nota¬
ble circunstancia de que su nombramiento precede de unaresolución soberana; priíneroqueinferirnos
un
desprecio manifiesto
porel contenido del articn- lo que apareció en El Eco,bajo et epígrafe
nombra¬miento; primeroque esppner susescelentes servi¬
cioscomo profesor, parafundaren ellos lo acerta¬
do de laBealdeterminación;
pritnero.que invocar
la historia de laVeterinaria para autorizar hechos queporordinarios que sean,son
siempr,©
anómalosantelos hombresjustos;antes.que todoesto; ha de¬
bido el Sr. Viedma colocarseen una posición fran¬
ca, nodefendida
pori el respeto'forzoso'que la ley
ylas.superiores
órdenesÍfilp'óttdn,
ydcstruirona
porunalas
proposiciones'SeUtada^^efi el ártíctíltí dó
queí-s queja. ' " . " " ' -
Nosotrosno osamos movernuestros labios para
censurarabiertamente nada de lo que se prevenga
ein unaRealórden,pues, ámasdequesabemosmuy bien las consecuenciasquesemejante procedertrae¬
ría, con esas espresionesque vierte el Sr.
Viedma
en,el
pritner párrafo
desuremitido,apareceríamos doblemente temerarios si nosatreviésemos árepli¬car todavía. Nosapartamos, pues, de cuanto pueda hacer sospechar
qué impugnaríamos,
ni mucho me¬nos tratábamos de poner enridículouna
disposición
que emanade S. M. la Reina
(cuya
voluntad acata¬mos tanto como el Sr.
Viedma);
yhecha esta salve¬dad, vengamos solo al terreno de la duda. ¡No ha
deserartículo de féel fundamento
múltiple alegado
por el
Sr.
Viedma paraprobar
la justicia desu nom¬bramiento'.
I
Tenemos á la-, vista el artículo
publicado„en
elnúm. 34 de El Eco, y á que
empieza
refiriéndoseel Sr. comunicante:Veamos, Sr. Viedma.-
,
Dícese
que el nombramiento de Vd. constituía,en nuestro sentir, unanueva
desgracia
para,la clase;y nos
apoyábamos
despuesen que sehabiacometidouna infracciónen la observancia del reglamento vi¬
gente, asícomo enla opinion que,tenemos de lane¬
cesidad de un
público
y esmerado concurso cuándo quieresaberse la altura .científica áque raya un in¬dividuo.—Decíamos también, condistintaspalabras,
que yaningún profesor ni alumno sabríanáqueate¬
nerseen su aplicación al estudioen sus
aspiraciones
hácia el porvenir: porque lo ciertoes. Sr.
Viedma,
que el Real decreto de 15 de febreroconsigna pre¬
mios al mérito probado*en una oposición, y quela Real órden
que>á
Vd.hsi favorecido, destrujye el
pre¬mio eneste caso.
Oigamos ,sinó
como se espresael mencionado decreto," articulo 10: «Lasplazas vacan¬tes de catedráticos enlas escuelas se darán por ri¬
gorosa
oposición
hechaenMadrid; las de ayudante y agregadosserán
de fealnombramiento,
,previa
propuesta en terna dela
junta de'catedráticosde la escuelasuperior.»—Y
Vd.j Sr. Viedma,ni ha hechooporicion, ni ha idoqiropuesto
en terna porla júnta de.catedráticos, ni, porconsiguiente,, ha pasado
si-.quiera
porel tamiz de la elección
que pasa un ayu¬dante óun agregado. Es ciertoque
Vd. hizo, oposi¬
ción enotro casoy cieito tambiénque
fué
propues- fó en segundoIdgai";
masno perdamos de vista qiiela
oposición
deVd. versó
sobréasignaturas
delpri¬
mer
año,
y quelacátedra
obtenida es de tercero;que el mérito de Vd. fué
{festergado
en ellaal del
'SrV
Cátnárérój
y qúé,.^or el feontrario, la Real ór¬
denprefiere
parà director de la Escuela ál
quela
conciencia,de un tribunal no
aceptó
como cate¬drático.' 1 • : •
Hemos
dichó, Sk V^édpïa, qùe eícatedráticó
maimoderno ypor.,gracia pasa
á
sergefe. del catedrático
mas
antiguo
y poroposición).¡sí,:
yahora
avanzamos'máfc
consignamos
comonn'hecho quenecesita
es-DE LA VBTEEiNARIA.
129
plicaciones sólidas,,
que elcaUdrátieo postergado
en elconcurso eselgefe
actual delcatedrático vencedor
enla
oposición, del catedrático benémerito
quetantisi-
maspruebas dio desu
instrucciónrara...\ Sr. Viedma^
efxaininemos las cosas con serenidad, y
quedaretaos
entonces convencidosde los trastornos que
prácti¬
casdeesta naturalezapueden
ocasionar.
Poseemosademás datos exactos delos adelantos conseguidos por
él Sr. Camarero
enla Escuela; da¬
tos cuyapublicación nohacemos,
respetando la
sus¬ceptibilidady
delicadeza de dicho sèîior;
pero que ponen en relievetodo
elpremio
que susesfuerzos
ysusprofundos estudios merecen,
á
pesarde qiie
;unaReal órden lehaya desposeído
de la dirección
-delColegio, colocandoen el primer
lugar al
que an¬tesocupó elsegundo.
Nohemos negado,
antes
porelcontrario
conce¬demos demuy buen grado,
todas las consideraciones
á queel Sr. Viedrn:» se haya
hecho acreedor
porsu®
:servicios, por los destinos queha
desempeñado,
pOf■'áósconocimientos científicos, etc;;mas
tampocó pó
Ufemosmeños 'de niirárCornoindestruçtibles las ra¬zones espuestas: si ventajosas
circunstancias
con¬curren en el Sr.Viedma, probado estáque
el Sr. Ca¬
marerole ha vencidoen un concurso
público,
ytodo
cuanto seaduzca enfavordeaquel hace resaltarmas ,ymas la manera irregular como ha conseguido la .cátedra.
Concluyamos
también nosotros, Sr.Viediila.
Cumdo se lariza á la prensa unescrito para
rebatir
lasasercionessentadas en otro artículo, y se. dejantodas en pié con la misma fuerza que
tenían;
en talcaso. Sr. Viedma, el queimpugna(mucho
menossiendo unapersona
recomendable
porsuilustración
y su buen
criterio)>
no.tiene derecho
paradecir
quedesprecia aquello que no
puede combatir. Tampoco
debé escudarse conel
simple hecho de
queasí
seha
ndandado de Realórdén,
particularmente cuando
es linaReal órden queviolenta
enpartoá
un reai, de¬creto: ni apelar
debe á la Historia de los abusos
•para
legitimar
actoscomoel
que nossirve de objeto:
-ni, porfin, dejar
consignado
que nohablará
masso¬bre lacuestión; porque
cuando nada
seha probado,
esto,significa eludir,1a
polémica,
yel
que seevade
•del terreno de la discusión . no habría de estrañar los'medios
empleados
paraguiarle hácia la
conce-"sïòrn(ïe lo' que
tal
vez noquisiera hacer
constdr.PATOmeiA Y
TERAPÈUTICA.
"Estudiós
prúclicos
;invésUgaciones
ydiSciiswnes
sóbre la castración de las-vacds; por 'M. Pierre
■ 'Chattier, medico OetermarioenReims
{Francia})-.
.(Traducción (leD'Domingo
Rúiz,Gonzalez,
veterinario de.
. . -l.'clasg). ,
■
. , CONSIDERACIONES GENERALES.
A medida quela
población
aumentay sesienten
nuevas nece,sidades, se reconoce la
precision de
multiplicar
ymejorar los productos dó láTierÍáj^s
que
sobretodo sirven parala álimentacion delhóm-
bre y que son deuna
necesidad inmediata parala
conservación desusalud, de susfuerzas,
fijan ál
masalto puntoennuestro
siglo la atención de los gobier¬
nos y de
lodos lós verdâdeïos amigos de la htíma-
nidad.
,, , . .
' '
Por lomismo,hoy lacastración
de la's
vacasque,
como diceel profesorH.
Boulfey,
creaun'a
nuevata--
za, estéril parà
la especie,
perofecunda
ypreciosá pu-
ra.láproducóion
de
la leche ycáriie vendible, oéa-
pá sériamehté
á
losagrónomos
masémi'néritbáae
nuestraépoca.
Lacastración de lasvacas, en
cierto' períüdo de
su- vida, ofrece en çfecto, inmensas
ventájús á la
agricultura
yál
consünio;aumentando mtíéhmla
producción de
la leche;
yla
carne,sin aurnéMo -de
gastos;-
oponiéndose á
unamultitud dé enfernié-
dades y
péídidas,
quedeterminan los calórés exa¬
gerados y frecuentemente
repetidos
enlás. vacas
muy alimentadas que fio se
quiéré ó
nosé puede
píjineélas
enestado de gestación.',
;Así,
pues,hace mucho tiempo, y especialmente
désde quèel
célebre Bourgelat créó las escuelas ve¬
terinarias,que sus
discípulos,
enFrancia cDnio^ én
elestrangero, no han
cesadó de
ocuparsede esta
Operación, para
hacerla práctica
yremediar ael
mismo modo un mal existenteque
elfá sola püçde
destruir. ' .
, > ,
Los ensayos
intentados
enépocas diferëntès
ydesgraciados la' mayor parte, no
podián servijj
parapropagarla;
estabapordecirlo así abandonada cuan¬
do M; Lévrát,
veterinario distinguido de Lansám
(Suiza),
publicando sus(esperimentos
conesté obje¬
tóy
erprocedimiento opèratòïio'íjiifí hàbíà â'fiôptà-
do, hizoconocerlos
buenos resultados
queHliRia 81)-
ténido de esta
operation Thomás' Win
enAmerica,
deSpues él
mismo
enSuiza, bajo el cónceptp dé ,la producción de la leche
ydepengjrasamíentor ■■
Desde entonces, otros
yéteríhários ífánceséS
^y 'estranjeros'lapracticaron,
y poralgunos résultádos
queobtuvieron, se
pudo colocárla" enfre'laá Qpétá-
ciones masútiles de la Velerirfaria.
Sin embargo, no tuvo esto lugar,
porqué.^ esfós
primeros escesos siguieronnurnérosas pérdidas
y fué denuevo abandonada y aünrecházada.
'Para hacerla
aplicable,
eranecesario aiíté( todo simplificar el procedimiento'operatorío,
erapreciso
hacer la operación menos
peligro.sá
parael ániriial
quela
sufría. '
'' "
Estoes 10 que
traté de hacer, comprtíhdiendo
quenada se
adelantaba
conoliteiier"de ciertas vácss
mas leche y-carne, si
era'ilécesario
perder otrasen un númeromas ó menos considerable.
' '
Introduje
desdê4ùego
grandesmodificaciones
en elprocedimiento descrito
porM. Levrat; operé,por
torsion
limitijpa hast'á la
rotura,de los
vasosovári-
eos, en" vez le arrancar simplemente
las glándulas
como élindica; evité muchas vecès
la hemorràgia
que
había sido
una causade muerte,
pero,'falto dé
instrumentos, este efectorio era constantey
despues
iaherida delijar, queerauna
verdadera eventrácion'.,
una
Operación cesariaria, pfopi"áinehte tál, quedaba
contodossuspeligros,contodas
feus complicaciones.
Resolví éntoóces
buscáir
losovarios,porlasvis?
Datübal'és;
yá'en'otra ocasión los Ijabia tocado ( esi- ploéando
urnavaca'par'a'saFeú si está preñaüa,
y cormb báblaobservado éníni
fi'ràètièà
dosdésgarrádu-r
ras
completas de la pared superior de la vagina, qiié
sehablan curado
pròritarnebt'e
porsí
mistnas, pensé quesucedéría lo ihisníio
por unasimple inpisipú;
pe-130 EL ECO
rola dificultad de ir á incidir un
órgano
al interior, movible, elástico, provisto enciertos sitios de mu¬chos ygruesos vasos, rodeado deotrosórganosmuy
importantesque eranecesario respetar, y la falta de instrumentos á
propósito
me habian hechoretro¬ceder.
Noobstante,desppes de los accidentes que me habían sucedidoenVersalles
especialmente,
que po¬dían, en verdad, reconocer upa, causa particular,
pero que no por eso
impresionaron
menos funesta¬mente el espíritu
público,
me eranecesario, óaban¬donar laOperación, como misantecesores, ó inten¬
tarla poreste medio.
Así lo hice;y despuesdeinmensosestudios, vi¬
gilias,ensayos enlos mataderos y en
mis propias
vacas, tentativas de todos géneros, sacrificios, ins¬
trumentos
imaginados
ydespues
abandonados,lle¬
gué
porfin
áhacer
lacastración de la hemhra va¬cuna,
simple,,
fácil, no dolorosa parael
animal, y constantemente seguida de buenos resultados, es-ceptuando un estado enfermodel individuo ó de los
órganos,
ó bien un caso fortuito, comolopruebanmasdedoscientas operaciones hechas sin accidente alguno.
He tenido el honor de someterá la Academia de ciencias, el resultado de este
descubrimiento,
unidosá lasnumerosas observaciones inéditashe¬
chassobre este objeto desde mis primeras
publica¬
ciones que forman la base de estenuevo
trabajo.
Se divideentrespartes
principales:
En laprimeratratocon detenimiento la cuestión de
fisiologia
yeconomía
agrícola, en sus relaciopescon laOperación; pruebo:
ç«e/a¡castración
aumenta elrendimientoanual deleche,
y quefavorece el
engra¬samiento.
En la segunda, demuestrasuutilidadbajo lare¬
laciónde la salud de las.vacaa.lecheras, que están muygeneralmentesometidas á condicionespropias
para desarrollar enellasel gérmende numerosasy graves enfermedades, y hablo desus ventajas con respecto á la higiene
pública.
En la tercera,
doy
áconocer elprocedimiento
operatorio empleado por mis. antecesores.con las modificacionesqnehabja
crèido describir. Describo detalladamente el que he sustituido,, concediendo algunas páginas al procedimiento porligadura,
quenohe empleado sino á título de ensayo.
Indico
los cuidados que deben tomarse antes y despues de la Operación; cito los accidentespróximos y remotos que puedencomplic,irla,
y, señalo las causas,ylosmedios de remediarlas.
Termino, enfin,poralgunas reflexiones sobrela castración.
CAPITULO PRIMERO.
Ventajas de la casfraciuh de las vacas conrelación á la economia
agrícola
é industrial.Rajo
este puntode
vista, surgen dos cuestionesprincipales:
Esta
Operación
aumenta la producción de la leche?Favoreceel engrasamieiíto?
Veamos¡desdeluego lo quepasa en la alimenta¬
ción y
régimen
de las vacaslecheras en poder de loscriadores, cultivadores y todosaquellos
que se dedican áia producciónde la leche, s^ para ven¬derlaenuiatúraleza, óparalá fabricación demante¬
caó queso.
Dos métodos siguenpara ello:
Consisteel
primero
en conservar las vacas du¬rante muchos años y hacerlascriar todosellos;
"El
segundo
en conservarlas nada mas que etieiupo
queduradalactación,
sin destinarlas á làreproducción.
El, método de hacer criar á lasvacas; cada
año,
esclusivamente en uso en otro
tiempo,
está lioy en gran parteabandonado,
en razón de los inconve¬nientes con que
está
ligado y de las pérdidas que ocasiona.La vaca que se echa al toro, en efecto, queda frecuentementemuchosmeses sin leche ó damuy pocacantidaden losúltimos mesesde la
gestación.
Deaquí estavariación en el rendimientode le¬
che, esta
inferioridad
en laventa anual, y la necesi¬dad de emplear la tercera parte ó
la mitad
en mas vacasparacubrir
eldefecto
y satisfacer laspracti¬
cas á que selasdedica.
De
aquí
estaprivación
queá
menudosienten los
cultivadoresen pequeñoy los-
viñeros,
que, no te¬niendo masque una ó dos vacas en su establo, es
tan muchos meses sin leche, sin manteca y sin
queso,
Siguiendo
estemétodo, es necesario,por poco re¬ducido que seael número devacas que se posean, tenery alimentar en suestablo un.toro, que no
da
otro aprovechamientoque el estiércol que se
vende siempre
conpérdida
cuando sequiere desacerse de
.él; este gastoesde consideración,
así
es que muchosprocuran evitarle.
Perocuando no seposee eltoro,noestá siempre
á mano, muchas veces aun estámuylejos; y mien¬
trasel
período
delcelo,
no esposible algunasveces condiícir las vacas donde él se encuentra, ya por¬que
haga
mal tiémpo,escarchas
porejemplo,
ya porque no hayabastante
gent,e de quedisponer.
Tambiénvariasveces se deja pasar, los calores
sin
satisfacera lavaca, y es muy
frecuente entonces el
que no conciba, ápesar
de
que sientan thasquenuri-
ca losdeseos del coito.
Además, lasvacasenceloque notienencostum¬
bre desalir, sehacen indóciles; muchas veces rom¬
pen susataduras, seescapan, se
hieren, hieren
yaun mataná las personas que
las conducen ó á las
que seencuentran ásualcance.
Guando elpropietariono tienetoro, sucedetam¬
bién queeste, habiendosaltadoya
dos ó
tres vecesno quieresaltar mas; ó lo hace sin resultado. En
estecaso,escita elapetito venéreoen vez
de
calmar¬le, lo que acontece también cuando es mal repro¬
ductor.
Eltoro puede
también
ser muycrecido
ydañará
la vaca., ó
producir
un ternero muyvoluminoso
que
haga
elpartodifícil.
Puede del mismo modo no estar
perfectamente
sana,haber cohabitadoconvacasafectadas depleuro-
neumoníacontagiosa ó haberlas saltadoy
comunicar
así la enlecmedad- Muchas veces he hecho constar
casosde este
género. Sé perfectamente
que se pue¬den obviar la mayorparte de estos
inconvenientes,
asícomo estoymuy lejos de decirque
siempre exis¬
ten;pero como enla,mayoríade los casos no se
los
preve, surgen
frecuentemente
en el momento quemenos se los espera.
Lavacaque
recibe al
toro no essiempre fecun¬
dada, hevisto y
todos
los dias seobserva,
que se hacesaltar diez,quince,
veinte,treinta
veces yaunmassinningún
resultado.
De queprocedeesto?
De que seretarda todo lo
posible hacer saltar á
vacas, porque sesabe que desde que
están fecunda¬
das, la secreción láctea
disminuye siempre
masó
menos.
Consiste enque, con