aSO u DOMINGO I.® DE MAYO DE Í855. NÚM 8.
EL ECO
DE
u TBTBEIHABU.
PERIODICO DE INTERESES MORALES Y MATERIALES.
Sale à luz caila quince (lias.
j Se
suscribeenMadrid en casadel adminisiradorD. Ga- EnMadrid3rs.al mesy 12enprovinciaspor irinieslre briel Marlorell, calle del Arco de Santa Maria, número30, remitiendoordendel administrador..su importe sobre correosen caria franca à la 1 Bailliere,cuarto principalcalle delde la derecha,Príncipe,y enyla deenlasCuesta,lilireriasralledeMayor,Baiily¿QUE ES LA VETERINARIA?
(Conclusion.)
De muybuengrado hubiéramos estendidolascon¬
sideraciones que para dar á conocer la Veterinaria venimospresentando, y podríamos haber aducido
otrosmuchosdatos á fin de comprobar cuanto lle¬
vamos dicho en sudefensa; pero no desconocemos loslímitesquedebemos
imponernos,
y hemos cir¬cunscritonuestrosrazonamientos ádejar demostra¬
doen globo lo queal
principio
nos habíamos pro¬puesto.
Hemos visto yaáqué alturase ha colocadola Ve¬
terinariaennuestros dias,sobretodo desdeque, por
una magníficayreciente evoluciónde sus conoci-
rnientos, agregó á la medicina de los animalesdo¬
mésticos su
multiplicación
ymejora. Mas cuandose reflexiona sobre elcortísimoespacio detiempo
que lia invertido para asombrar con sus resultados al mundointeligente;
cuandoenel trascurso de poco mas deun siglo hallegado á difundir la riqueza, laopulencia
enalgunasnaciones¿quéno nos espermi¬tido prometernos desusadelantos, desus aplicacio¬
nespara el porvenir?
Si lasaplicaciones de una ciencia facilitasea los medios desubsistencia álosindividuos deun esta¬
do, no solo harían su vidamas cómoda, sustrayén¬
doles deuna alimentación insuficienteydemalaca¬
lidad, sinóque alejarían de la sociedad esas necesi¬
dades apremiantes quetantas veces
exigen
un Ira-bajo ímprobo
parasatisfaceidasde una manera in¬completa, é
impedirían
porconsiguiente la esplota- cion horrible delbombre porel-hombre,
arrancán¬dole así de losrepugnantes brazos del embruteci¬
miento y de todos los vicios que engendra unido á lamiseria.
Y
después
decuanto yabemos
manifestado ¿po¬drá negarse quela Veterinariaes un poderoso ausi- liará lasalubridady moral
pública,
puesto que porsu influencia
desaparecen
lasaflicciones físicas delhombre,
causas determinantes de muchos de sus es-travios morales? LaEconomía
política¿ao
esdeudo¬raá la Veterinariadehechospositivosquecompleta¬
mente handesmostrado la falsedad de la ley econó¬
micade Malthus?
(1).
No dudamos queantelos resultadosque en otro lugar quedan espuestos, habrá cesado en parte la Obstinación dealgunos incrédulos, queno pudieron comprender enla Veterinaria unaciencia tan gran¬
de y salvadora; mas se nos objetará, y con razón
«¿cómoen
España,
existiendola escuela de Madrid y tantos veterinariosque cuentan entre sus conoci¬mientos ios de laZootecnia,noseobservaque vues-
ti'aprofesión
haya
producido el masinsignificante
beneficio á lariqueza
nacional?»Contestaremos á los que tal pregunten: ¿ignoráis
acaso quelosveterinarios
españoles
son todos dees¬casísimafortuna, para que puedan hacer ensayos en la mejora del cultivoy de la ganadería?Talvezdes¬
conocéis que, aun cuando los veterinarios puedaa formarse en sumente una
España
ideal, fértil, rica,próspera, abundante,
les esimposible
operar estas realidadesnocontandocon medios de acción para ello. ¿Qué propietariose ha tomado la molestiado conocerá laVeterinariaparaconfiarlasusintereses,,
que también desconoce? ¿No veis, por ventura, que, loslabradores,
desesperados
con tantas cargas, coa tan pocopróducir, buscanáciegas unremedio ásus males,ydespués
detantos años de estacionaria ru¬tina, empiezanároturar lasdehesas, sin que pro¬
curen sustituir con otro masracionalestemedio de¬
fectuoso de alimentarelganado? ¿Y de qué le sirve alveterinario conocerque su patria va entrando
ahora, por todo adelanto, en el funesto sistema que laFrancia emprendióenel
siglo XVII,
y quetantoha deploradodespues?--De
nada: carecemosdélosme¬dios de acción quela necesidad reclama; ysirecur¬
rimos á los gefes dela ciencia, se nos
desoye;
si á(1) Esta ley desconsoladoray terrible, que sembróla alairaa en el müiidopensador, establerúaquela población,
crece enproporción geomètrica, mientras quela produc- ciori soloaumenta enproporciónaritmética. Basta pasar lavistaporlos dalosque presentamos en elnúmero 7." de El Ecopara convencersede lo contrario.
EL ECO
los
gobiernos,
senosdesprecia; si á los propieta¬
rios,no senoscree.
Ahora sin embargo, es
la ocasion crítica en que la
Veterinaria
podria convertir
enmanantial inagota¬
ble de riquezas ese
mismo mal incipiente, la rotu¬
ración delas dehesas,
introduciendo
unsistema ra¬
zonado decultivoen
sustitución al de barbe che, y
enlazándolecon la
ganadería. De lo contrario, cuan¬
do hayamos
llegado al mismo resultado que llegó la
Francia, nonos
quedará otro recurso que lamentar
laindiferencia con que
miramos los llamamientos de
laciencia; yde este
modo, nuestro vergonzoso atra¬
sosubsistirá siglosy
siglos hasta conducirnos á una perdición completa.
¡Oh
ceguedad! ¡Por cuánto tiempo hemos de cer¬
rarlosojos
á la luz de la razón! ¿Cuándo dejará de
deslumhrarnosese
brillo esterior do los objetos?--
Noparece
sinó
quelas naciones poco avanzadas lle¬
vanimpresoen su
movimiento social un carácter de
adhesion hácia todo lo quees
maravilloso en la apa¬
riencia, por
fútil
quesea; uncarácter de prevención
y de
desprecio hácia todo lo que es de aplicación in¬
mediata,pormas
utilidades
quereporte.
La lentitud couque
España penetra
enel movi¬
miento científico
actual, haciendo
queconservemos
muchas delasideasquenos
legaran nuestros mayo¬
res sobre las ciencias, es
la
causade
esapreferen¬
cia que damos
á todo lo que emana de la imagina¬
ción porla
intuición
yla hipótesis, sobre lo que pro¬
viene delarazón
conducida
porla observación y la
«speriencia. De aquí resulta también el que mire¬
mos consuma
predilección las creaciones del enten¬
dimientohumano
sobre las de la naturaleza. ¿Pero
podrá jamás el hombre concebir algo mas sublime,
mas
poético
quela naturaleza misma? Sus delirios
mas fantásticos, sus mas
portentosos ensueños po¬
drán
jamás igualar
enmagnificencia á la mas peque¬
ña delasobras delSupremo
Ser.
¿Quién pondria
«n parangon, por
ejemplo, las diversas hipótesis
que se
han vertido sobre el cielo y los astros en di¬
ferentesépocas,con
la idea verdadera de millones
de
globos inmensos, girando constantemente en el
espacio
ycon unaregularidady armonía admirables
á virtud de
inmutables
ysencillas leyes? ¿Sería, por
ventura mas
grandioso
uncielo de cristal tachonado
de diamantes?
Indudablemente
queel estudio mas á
propósito
paraengrandecer el ánimo del hombre
pensador
yelevarle á las mas altas concepciones se¬
rásiempre
el de las ciencias físicas.
Si los que
prejuzgan tan desventajosamente á la
Veterinaria se dignasen
examinar á fondo la cues¬
tión,si no
tuvieran la costumbre de mirar las cosas
superficialmente, si vulgares preocupaciones no les
impidieran escuchar el lenguaje de la razón; basta¬
ria seguramentecon
lo dicho
paraque se conven-
«iesen dequeesta
ciencia
quedesconocen y despre¬
cian, estanelevadaen sus
teorías
comoútil en sus aplicaciones, puesto
que estambién una ciencia fí¬
sica, que ásus
conocimientos peculiares agrega los
accesorios deotrasmuchas. «Pero
la Veterinaria
se ocupadeanimales
;»héaquí el anatema que nos lan¬
zan; y no
obstante, esto mismo
quela ridiculiza pa
-raalgunos
constituye el elemento principal de en¬
grandecimiento
en susideas.
Conefecto, si el estudio
de los
seresde la natura¬
lezaen
general
presentaá nuestra inteligencia un
inmenso conjunto
do fenómenos admirables'¿quéno
producirá el conocimiento de esos univ ersos abre¬
viados y
vivientes
quetantas maravillas ofrecen al
naturalista, y en que
juegan armónicamente todas
lasleyesy
fuerzas de la creación?
Ahorabien: porpoco que
sobre este punto se me¬
dite, aun al mas
profano le
esfácil concebir que el
estudio que
la Veterinaria haga de la organización
animaly sus
funciones, ha de ser muy profundo,
todavq^
que por él consigue, no solo apreciar y cor¬
regir los
desórdenes de
esamisma organización, si¬
nó hastamodificarla
ventajosamente,
segúnlas ne¬
cesidadesy
caprichos del hombre. Y si de los estu¬
dios
propios de la Veterinaria pas amos á los ausi-
liares, lahallaremos
adornada de todas las nociones
mas trascendentalesde la
Física, la Química
yla His¬
toria natural. Así, por
ejemplo, la meteorología
aplicada
ála medicina, ála zootecnia y praticultura,
lamecánicaanimal, la
química orgánica, la zoologia
yla
botánica
sonlas ramas que de preferencia cul¬
tiva elveterinario, sinque por eso
descuide las de¬
más.
Ta! eslaVeterinaria.
Nosotroshemos señalado
enbreve
espacio
esamultitud de bienes que promete,
los infinitossinsabores que
ofrece
suejercicio, los
estensos conocimientosque en
si abraza. Estudie¬
mos esta ciencia, tan
fecunda
enresultados, tan
ricaenmaravillas, tan
sembrada de abrojos. Y cuan¬
do, llevados
del santo deber de ser útiles á nuestra
patria, hayamos hecho cuanto esté de nuestra par¬
te,
cuando hayamos contribuido al encumbramien¬
to de nuestra
profesión querida, envanezcámonos
coneldictadode
veterinarios
; quesi la vanidad es
algunavezdisculpable, á nadie como al hombre de
bien
puede
serlícito gloriarse de sus actos. Pero ya
hemosvistocuantotieneque
envidiar la Veterinaria
española á la de las demás naciones; España, pues,
exige
de
nosotrosmucho estudio, mucha laboriosi¬
dad,mucha
despreocupación, mucha constancia; y
entanto que un
gobierno protector dispensa á nues¬
tracienciael merecidoamparo,
esforcémonos uni¬
dospor
arribará dias mas venturosos.
liliajijtf
PERINEUMONIA
EPIZOÓTICA.
{Continuación.)
Ellíquido
exhalado
porlas celdillas del tejido laminoso
deposita sus
principios salinos, y, concretándose las ma¬
teriasfibrino-albuminosas,se
producen seudo membranas,
que contraen
adherencias con las serosas que están en
DE LA VETEBINAEIA.
contactoconélyconlas paredes delas celdillas; yáme¬
dida que elmovimientoorganizador adelanta, se forman
vasosy pasa en cadaceldillaunfenómenomorbosoigual al
quetenemosseñaladoconrespectoá las seudo-membranas delas cavidadespleurales.
Estetrabajo queha parecido característico Jela pleu-
roneumoniaepizoótica, es enel orden desuformación el
primero, aunquetalvez el segundo de todaslas altera¬
cionesqueresultan deestaafección,yel quejante conel que seindicarámastarde, constituyen lostínicosque, sin eseepcion, dejanrastros sea cual fuere laépoca, con re¬
lacióná laenfermedad, enquelanecroscopia haya sido
hecha. Quedepuesconsignadoesteimportantepunto, que
nos serviráparadeterminarla naturaleza de estaafección
pulmonar.
Por lodemás, cuandolaautopsia tienelugar enunaépo¬
ca adelantada de laenfermedad, sonmuynotables los va¬
riados aspectos delas lesiones delpulmón; de modo que pueden distinguirse las diversas fasesque recorre, desde lainfiltración serosa basta laaglomeración confusa delos
tejidos integrantes delos lóbulos pulmonares. Todo esto
proviene dequeia acción morbosa, comenzando por un punto, vainvadiendo conlentitudlorestante del órgano:
de modoquela hidropesíacelular, ó eledema, nollevan¬
dola misma feclia según lospuntos que seexaminan, de¬
jan estampadoslos grados desuevolución; asíes quelos lobulillos, principiandopor un color rosáceo,rojo, amo¬
ratado acaban porel amarilloy blanco, encuyo término
ya no son mas que unamasapesaday confusa de tejidos impermeablesá toda circulación.
Elcolorrojo de estas marmoraciones ha hecho incurrir á algunosenelerror decreerlas como término de unain¬
flamación porhepatizacion, siendoasi que comprimiendo
entrelosdedos unpedazodepulmón pleuroneumónico, se
escurre unhumor seroso, agrisado, rosáceo, perdiendo
^TAu.partede su volúrnenyresultandoniarchito, blandu¬
jo y esponjoso despuesdel estrujamiento: puestoámace¬
rar enagua fria ó bien alcohol,latrama sedecoloray re¬
flejauntinterosácco-pardusco, lo quepruebaquelasman¬
chassondebidasal estasis de la sangreenramificacionesde
uncalibreperceptible,yno enlos mismos capilares, como sucede en lasenfermedadesdetipo inflamatorio.
Seencuentranigualmenteotraslesiones, que seconsi¬
deran comoaccidentales, en lospulmones afectados dela
pleuroneumonia; así pueden hallarsehepatizaciones,de¬
generacionestuberculosas ócalcáreas, adherencias anti¬
guas, quistes, abscesos, vómicas, etc.
Bronquios. Por medio de incisiones numerosas, indis¬
pensablesparala csploracion del árbol bronquial, sevie¬
ne enconocimientode que estos canaleso<stán inundados porla serosidad, yfijando unpocolaatención, seobserva
unhumor espumosoensus delicadas subdivisiones, las cuales, comprimidas porla dilatación del tejidolaminoso infiltrado, se mantienen contraidas, yla mucosa plegada longitudinalmente aparentando lo quesucede en el feto.
Generalmentesumembranase conservablanca, igual, ter¬
sa y,- altravés de susemitrasparencia, seperciben muy bienlos anilloscartilaginosos;en ciertos puntosdela su¬
perficie es masómenosroja,áconsecuencia de la inyec¬
ción sanguínea de sus vasos; yen la estación calurosa,
sila enfermedad ha sidoviolenta, reflejauntinte azulado, queesindicio deun principio de desorganización provo¬
cado tantoporlaenfermedad, comoporlas circunstancias atmosféricas.
La mucosadelos canales aéreos puede encontrarseen
algunosindividuos engrosada, desigual, tumefactaybar¬
nizadado materiasmoco-purulentas,yeltejidomucoso,en¬
durecidoymasespeso, comprimiry estrechar los conduc¬
tosrespiratorios,alpaso quelosanilloscartilaginososcon¬
fundidosporuntejido
fibro-cartilaginoso,
quedesaparece insensiblemente enel sub-mucoso, representa en otros puntos dilatacionesque contrastanbastante conlos estre¬chamientos dichos. Pero todasestaslesiones, es tantomas
probableto quesean debidasáunabronquitiscrónica, cuan¬
queel ganado en quese hanobservadotiene tos fre¬
cuente ysonora,lo quehacecreerquela enfermedadepi¬
zoótica esindependientedeestasalteraciones. Por fin po¬
demos añadir quela tráquea, laringey cavidades nasales,
no sufren cambios morbosos notables,ytodolomas seob¬
servan en suinterior mucosidadesyalgunasmanchasrojas.
Arteria pulmonar. Se han encontrada enlasgrandes divisiones deeste troncoarterialporciones rojas, quere¬
sultan déla inyección délos capilaresque seramificaa
enel tejidocelular subseroso que unela ttínica interna
con lamedia; peroestosrastrosdefltgosisnoexistenja-
m';ssolos, y parecenserdebidosá otraslesiones del mis¬
mo orden encontradosen el corazón.
En ciertos casosseencuentran enla arteria pulmonar coágulos sanguíneos análogos álosquese encuentranen
la venadel mismo nombre, cuyosdetalles vamos áem¬
prender.
Venapulmonar. Siseinciden en todasu eslension ios troneosdeesta vena llegandoá las ramificacionesqueto¬
manorigenenlasparles mas afectadasdelpulmón, seen¬
cuentran constantemente en estas vías circulatorias con¬
creciones flbrino-albiiminosas,que las obstruyenen una est'-nsionvariable. Estoscoáguloscilindróideostíoblongos, simples ó arborizado^segúnla forma, calibreyilisposiciun
del vaso quelos amolda,remedan unainyección incom¬
pleta: su colores rojo, amoratado ó amarillentocon mez¬
cla depintas intermediis; sonde la consistenciade laclara dehuevo estrellado, elásticos, que se cortan ydesgarran fácilmentepresentando superficies lisas,yalguna vezcon estrías laminosas.
Estasproduccionesmorbosas tan notables, sondebidas á la precipitacióndeuno ómaselementos de la sangrear¬
terial solidificados espontáneamenteen los vasos que la contienen, como pasamos á demostrarlo.
Primerosoncoágulos sanguíneoscon supartecolorante y líquida, queluego espi.TimentanJo uu primer trabajo, desaparecela hematisiiia yelsuero,quedandomasóme¬
nos descoloridos: de modo que de rojos pasan á blancos,ó bien mezclándose óinterpolándoseestos dos colores, re¬
presentan marmoraciones. Esto fenómeno pasade lacir- eunferenciaalcentro,pues es liprimera que presentael asp^BCto
blanco.
Regularmente seencuentranestas coagulaciones, enel origen del mil, libros enel interior del vaso, compuestas de materiahomogénea y de coloramarillento. Con todo, examinándolasdetenidamente, se observan hacecillosfibri- nosos, que,cu forma do bridasalislonadas ó de redesfila¬
mentosas, envuelvenestas produccionesylas fijanálas pa¬
redes del vasode unmodo ilébil. En otrascircunstancias
espor metíiodeuna capa celulosamuydistinguible, y en algunoscasos tan íntima,queno puede separarseelcoá¬
gulo de lasparedes delvaso. A medida que esta union es masfija, va disminuyendo y adelgazándose la concreción albuminosa,sí bien en otras partes permanece libre.
(Se continuará.) Geromuo Darder.
Concluye el Reglamentosobre Veterinaria del 19 de agosto de 1847.
Art-8. ® Habráen la escuelasuperiorundirector,que lo será unodeloscatedráticos elegidoporel gobierno,con 20,000rs. de sueldo: otroscinco catedráticos, con16,000
rs. cada uno: dosagregados con8000 rs. Elmasantiguo tendrá á sucargola secretaríaybiblioteca, yelotrocui¬
darádolos hos|títales. Un directoranatómicoyconstruc¬
torde piezas deceracon10,000 rs. ün oficial d; fragua
con 8,0ü0 rs. Un oficialde la secretaria con2,500 rs.
Art. 9.° Enlas escuelassubalternashabrá undirec¬
tor en los propios términos que en la escuela superior
con12,000 rs. de sueldo. Otros tres catedráticos con
10,000 reales cada uno. Un agregado con 6,000 reales,
quecuidará de la secretaríayhospitales, ün oficialdefra¬
guacon6,000rs. Un oficialde lasecretaxia con2,000.
Art. 10. Lasplazas de catedráticossedaránporrigo¬
rosaoposición hechaen Madrid;las deagregados
sor^ de
Real nombramiento,prèviapropuestaenterna de la jnnta de catedráticos de la escuelasuperior. Paraunas y otras
se necesitarátenerel títulodeprofesorveterinario de pri¬
meraclase.
Art.. 11. La administraciónde lasescuelgscorrespon¬
derá aldirector, y habrá además en ellas palafreneros, porteros, mozosydemás empleados que se especifiques
enlosreglamentos.
TRÉsfHS.
ÂL MES.TITULO SEGUNDO.
Delosalumnos.
Art. 12, Paraser
admitido
encualquiera de las escuc'
lasdeTeterinariase
necesita:
Tener 17años
cumplidos.
2. ° Haherestudiadocu
escuela normal todas las ma¬
terias delainstrucción
primaria superior, ó sufrir un exá-
mende ellas antelos maestros
de la escuela normal del
pueblo
donde esté la de veterinaria.
3.° Presentar unatestado
de buena conducta y certi¬
ficaciónde saludyrobustez.
Art. 13. Los que cursen en
la escuela superior pre¬
sentaránademas,al tiempo
de revalidarse certiDcacion de
haberestudiadoeninstituto un ano
de matemáticas, los
elementos defísicaylas
nociones de historia natural.
Art. 14. Habrá dosclases
de alumnos, internos y es¬
temos.Elnúmerodelos
primeros
sefijará para cada es¬
cuelaconarregloála
capacidad de los edificios.
Art. IS. Los alumnos internos
serán pensionistas y pensionados,
nopodiendo unos y otros pasar de 25 años
deedad. Lospensionistas se
mantendrán á sus espensas.
Los pensionados
lo serán
porel gobierno con beca entera
ómedia beca.Sunúmerose
determinará
enlos reglamen¬
tos, optando á estas
plazas
poroposicionlos alumnoe mas
sobresalientes,asiestemos como
pensionistas.
Art. 16. Los estemospagarán
120
rs.porderechos de
matrieula.
TITULO TEBGERO.
Detasdiferentesclases
de veterinarios y de las
reválidas.
Art. 17. Las clases que se
dediquen
enadelante al
ejerciciode las
diferentes partes de la ciencia veterinaria
seránlassiguientes:
Primeraclase.—Pertenecerán á
ella los
quehubieren
hecho susestudioscompletos en
la escuela de Jladrid: sus
facultadesseránejercer lacienciaen
toda
suestension,no
solo para
curación, cria, propagación y mejora de todos
losanimalesdomésticos, sino también para
intervenir
enlos casosdeenfermedades contagiosas,
policía sanitaria
y
reconocimiento de pastos. Pasados cinco años despues
de la publicación
de
estedecreto, solo se proveerán en
profesores
de
estacíaselas plazas de veterinarios militares
y Jasde
visitadores, inspectores, peritos y titulares de los
pueblos.
Depositarán
parael título 1,100 rs.
Segunda
clase.—Comprenderá los alumnos aprobados
enloscolegiossubalternos.
Sus facultades se estenderán
á lacuracióndelcaballo, mulo y asno,
prohibiéndoseles
elejerciciode las
demás partes
quecomprende la veterina¬
ria, menoselherradoylos
reconocimientos de sanidad. En
pueblos cortos
podrán á falla de veterinario de primera
clase, curartodaespecie
de animales domésticos, y ser
nombradostitularespor
el ayuntamiento. Depositarán para
eltítulo1,600rs. Paraser
admitidos á la reválida en estas
dosclases deberánlos aspirantes
acreditar, ademas de sus
estudioshechosen todaregla,
dos
afiosde práctica con
profesoraprobado
antes odespues de dichos estudios ó
simultáneamenteconellos.
Art. 18. Habrá,ademasdelas
clases anteriores, otras
dosqueserán
los castradores
ylos herradores de ganado
vacuno.Los aspirantesáellasse
recibirán mediante exá-
men enlasescuelas,acreditando tener
21
afioscumplidos
yhaber hecho dos
de práctica
conprofesor aprobado. Los
castradoresdepositarán,para
obtener la licencia de ejer¬
cer, 800rs., y 600 los
herradores de bueyes.
Art. 19. Hasta 1.° dooctubrede 1850
podrán reci¬
birsedealbéitares-herradores, mediante
exámen
encual¬
quiera
de las
tresescuelas,
y node otro modo, los que
presentenlos
documentos siguientes: Primero: fé de bau¬
tismo porla queconste
haber cumplido 22 años. Segundo:
certificación deprofesoró profesores
bajo
cuyadirección
hayanestado
estudiando
ypracticando seis afios por lo
menos, yenlacualseespresen
las materias aprendidas,
eltiempoinvertidoen
cada
una, ylos libros que hubieren
servidoparala enseñanza. Tercero: otra
certificación del
alcalde del pueblo ópueblos
donde hubiese hecho la prác¬
tica,acreditandosercierto lo
manifestado
enel anterior
documento. Cuarto: atestadode buenavida y
costumbres.
Eldepósitopara esteexámenserá
de 2,000
rs.Art. 20. Hasta lamismaépoca los actuales
albeítares
óalbeítares-herradores podránrevalidarse
de profesores
de segunda clase, y los
actuales veterinarios de profeso¬
resdeprimera,
presentándose respectivamente en la cor¬
respondienteescuela á ser
examinados de las materias que
el actualarregloexigepara
cada clase. Unos
yotros paga¬
rán500rs. por elnuevo
título, cancelándose el antiguo.
Art. 21. Mientrasno seestablezcan
las escuelas
su¬balternas,losexámenesdeque
hablan los dos artículos
anterioressebaránenlade
Madrid.
Art. 22. Todo exámenporpasantía
cesará desde la in¬
dicadaépocade 1. ° de
octubre de 1830;
yposteriormente
áella soloseadmitirá áiareválidapara
las clases que es¬
tablecen losartículos 17 y18 del
modo
que enlos mismos
seespresa.
Art. 23. Quedandesde luego
suprimidos los exámenes
parasoloherradores,,
pudicndo los que ahora existen reci¬
birsedealbeítares-herradoresen
la forma arriba prescrita,,
perodepositando
únicamente 1,000 reales para el título
Art. 24. Los diplomasde los
veterinarios estranjeros
podránser
revalidados
enEspaña para ejercer en ella la
profesión
presentando
susdueños los documentos que se¬
ñala lareal orden de20 de enero
de 1843,
ydando cum
plimiento áloque en
la misma
sedetermina. La reválida
seharáenlaescuela deMadrid, y
recibirán los interesa¬
dos eltítulo deprimeraó
segunda clase,
segúnlas mate¬
riasque enlos
diplomas
seespresehaber estudiado.
Art. 25. Parala administracióny
gobierno de las es¬
cuelasdeveterinaria, laduración
del
curso,admisión de.
matrículas, exámenes, disciplina,
premios, castigos y de-
maspuntos relativos al
orden escolástico, se observará el
reglamento
general de instrucción pública, siempre que
susdisposicionesnoseopongan
à la índole especial de esta
enseñanza, encuyocaso se
determinará lo que convenga
pormedio dereglamentos
especiales que se formarán in¬
mediatamente.
Dado enPalacioá 19 de agostode
1847.—Está rubrica¬
do de laRealmano.—Elministro
de Comercio, Instrucción
y Obraspúblicas,
Nicomedes Pastor Diaz.
ERRATAS DEL PERIODICONUM.4.
Donde diceDezeimiers, léase
Dezeimeris.
ERRATAS DEL PERIODICO NUM. 6.
Pdg. Colum.
Lin. Dice. Léase.
4 2.' 54 ciencia esencia
5 2." ^ 5
lueron
fueron6 '38
preliminpres
preliminares8 1." 13 baquero vaquero
8 i.* 21 ademas edemas
8 2." 11 vaya valla
6 y 7: siempreqnese
dice «ley 3.
»léase «ley 5.'»
OBRA.
Pdg. Lin. Dice. Léase.
45 3 no nos
ERRATAS DEL PERIODICO NUM.7.
Pdg. Colum. Lin. Dice. Léase.
3 1.' 37 elípticas elípticas
4 1." 8
pateoidgica
patológicaPATOLOGIA DERAINARD.
Pdg. Lin. Dice. Léase.
54 8 retractibilidad retractilidaá
Id 11 inhibición imbibición
65 lo ureta uretra
Id 22 nn
un
.54;donde dice «traamátieas»
léase «traumáticas.»
PATOLOGIA DELAFORE.
6 24 palte
ó
menosparle mas d menos
aaea—M——M—tg,il minminiiaiwwi■w·i·i·iiwmamg)- MADRID:-1853.
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