Hablan en ella:
Andronio4 Lícida
Diodoro5 Lidamia
Levinio Venus
Clorinto6 Diana
Bernio Servia
Vejete Ninfas de ambas
Júpiter Dos sirenas
Dos negros
Dos hombres y música. [f.131]
Mutación7 de mar, viéndose a un lado una rústica casa con tres ventanas y en traje indio salen bailando hombres y mujeres, detrás Clorinto, anciano, y de las manos Bernio y Servia.
MÚSICA: Las bodas felices de Bernio y de Servia concurran alegres
4 Su nombre deriva de Andros: “en griego significa varón, macho, hombre.”
5 Fue un célebre historiador griego, vivía hacia el año 20 antes de J. C.”
6 Se parece mucho al nombre de la ciudad “Corinto”, situada en Grecia. (Dicc. Aut.).
7 Mutaciones: “En las comedias se llaman las diversas perspectivas que se forman corriendo los bastidores para que queden descubiertos los que antes estaban ocultos, y juntos representen los sitios en que se supone la representación, apareciendo unas veces un salón Real, otras un bosque, otras una marina etc. Lat. Scenica mutaciones.” (Dicc. Aut.). Cfr. Torres Villarroel, Visiones y visitas de Torres con Don Francisco de Quevedo por la corte: “Y guiábalo hacia la plazuela de la Cebada para que viese los barberos de viejo y las tiendecillas de hierro, que son las mutaciones en aquel teatro.” (Ed. de Russell P. Sebold, Madrid, Espasa-Calpe, 1991, pág. 299).
en júbilos y fiestas como constitución de los cuerpos, es decir, la tierra, el agua, el aire y el fuego (Dicc. RAE).
9 Terrero: “El sitio o paraje desde donde cortejaban en palacio a las damas. Lat. Pulatii área.” (Dicc. Aut) Aquí por extensión significa “alcahuete”. Cfr. Zayas y Sotomayor, Desengaños amorosos. Parte segunda del Sarao y Entretenimiento honesto: “Y ya se atrevía, cuando la veía, a decirle sentimientos de amor ya a vestir de sus colores, y ya a darla músicas en el terrero, con lo cual la santa reina andaba tan desabrida y triste, que en ninguna cosa hallaba alivio y sólo le tuviera en la venida del rey.” (Ed. de Agustín G. de Amezúa, Madrid, Real Academia Española, 1950, pág. 350).
10 Enjugar: “Enjugar alguna cosa, pasando un lienzo por encima de ella para embeber la humedad. Lat.
Abstérgere, térgere” (Dicc. Aut.). Cfr. Castillo Solórzano, Aventuras del Bachiller Trapaza: “Menos mal, pues esta hacienda la ayudaron a enjugar las lágrimas de la pérdida del viejo, con esperanza de hallar otro.” (Ed. de Jacques Joset, Madrid, Cátedra, 1986, pág. 277).
11 Ajar: “Abatir la vanidad o altivez de alguno con palabras de desprecio o con razones convenientes.” (Dicc.
Aut.). Cfr. Montengón, Eusebio: “Había procurado Hardyl que el cesto que trabajó Eusebio fuese de varios colores, de los cuales se paga más la vista, y quiso darle otros dos de los suyos más sencillos, antes para ajar su vanidad, que por necesidad del cotejo.” (Ed. de Fernando García Lara, Madrid, Cátedra, 1998, pág. 115).
sus tributos y en tal llama uno embravecido brama y otro sus plantas desgaja,
puede el júbilo seguir, 25
puede el aplauso alcanzar que sol, tierra, viento y mar lleguen hoy a concurrir.
ÉL Y MÚSICA: Con luces, con plumas, [f.132]
con flores, con perlas 30
a las bodas felices de Bernio y de Servia.
BERNIO: Pues solo al sol, a la mar, al viento y la tierra espero
agradecer placentero, 35
lleguen hoy a celebrar mis bodas porque prudentes nos alegran sin comer, lo que no saben hacer
los amigos y parientes. 40
SERVIA: Antes son tales, que si esto les falta, sin que se aguarde, el más fino llega tarde y suele salir más presto.
BERNIO: Bueno es por tener esposa, 45
que al darle la mano asusta y si quince días gusta,
luego es piedra fastidiosa y tan piedra que hasta el verla
es difícil de aguantarla 50
[f.132v] y a quien le pesa mirarla puede aplastar mantenerla.
Que aplaudan con alegrías mi mal; y a mi costa para
que no logre en su algazara12 55 siquiera los quince días.
CLORINTO: No sé ya lo que te diga de tu baja extravagancia si no es que con tu ignorancia
a mí el cielo me castiga. 60
Pues cuando con tal piedad los cielos nos han colmado de bienes, te han dominado la avaricia y la ruindad.
La distinción que logramos 65
nunca podemos pagar aunque lleguemos a dar todo el caudal que gozamos.
Pues nuestros antecesores
aquí su ser acabaron 70
12 Algazara: “Común y vulgarmente se toma hoy por ruido de muchas voces juntas; pero festivo y alegro;
aunque también se usa para significar alboroto y tumulto. Lat. Vociferatio. Conclamatio absona. Inconditus clamor” (Dicc. Aut). Cfr. Rojas Villadrando, El viaje entretenido: “Recíbenle en la ciudad/con grita, con algazara,/chirimías, añafiles,/clarines, pífanos, cajas,/con sacabuches, trompetas,/con fiestas, bailes y danzas.”
(Ed. de Jacques Joset, Madrid, Espasa-Calpe, 1977, pág. 188).
cuando aquí los arrojaron [f.133] del viento y mar los rigores.
Pues prófugos ya del centro infestado de Fenicia13
sin esperar la malicia 75
volver a pisarlo: encuentro que darnos aquel honor, siendo iguales pobladores, son excesivos favores
que esclavizan nuestro amor. 80
Pero ya advierto (¡ay de mí!) que es esto irte alejando de aquel principio, faltando hasta la memoria en ti.
Porque tierra sin labor 85
es fuerza que en bosque quede y aquí labrarse no puede, Bernio, la tierra mejor.
Pero yo te he de enseñar
a corregir tu locura 90
y mira que si te dura, sin caudal has de quedar.
[f.133v] Y así esfuérzate a estimar a servir y a agradecer
13 Fenicia: “Phenicia, parte de la Siria en Asia. Lat. Phœnicia” (Dicc. Sobrino Francisco, 1705). Cfr. Rojas Villadrando, El viaje entretenido: “Echó de casa a sus tres hijos: Fénix, que fundó a Fenicia; Cilix, que fundó a Cicilia, y Cadmo, el cual siguió por el oráculo una becerra, que en su término se llama Tebas” (Ed. de Jacques Joset, Madrid, Espasa-Calpe, 1977, pág. 223).
a cuantos llegas a ver 95 y nos han venido a honrar.
BERNIO: ¿Honrar es comer? Se allana mi discurso ya sin pena.
Hónrenme hoy enhorabuena,
yo los honraré mañana. 100
Que no se quejen intento ya de alguna grosería,
pues porque me honren un día, tengo yo de honrarlos ciento.
LIDAMIA: ¡Con qué pereza (¡ay de mí!) 105
voy el aplauso siguiendo!
Pero qué mucho, sabiendo que no está Diodoro aquí.
CLORINTO: Ya, Bernio, estás advertido,
obrar y callar intento 110
y así prosiga el acento y baile.
BERNIO: Quedo advertido.
MÚSICA: A las bodas, etc.
Bailan.
Descúbrese Andronio en el mar en una tabla en traje griego.
ANDRONIO: Al imperio de mi ciencia, [f.134]
salobre14 monstruo de plata, 115
14 Salobre: “adj. Lo que por naturaleza tiene sabor de sal. Lat. Salsus. Amarus.” (Dicc. Aut). Cfr. Fernández, Belianís de Grecia: “andaba tan brava que muchas veces las crecidas olas le cubrían haciéndole gustar, aunque
la soberbia espalda verde con que en corcovos15 batallas para ser tumba espumosa16
CLORINTO: Pendiente de tal asombro 130
no sé, cielos, lo que haga, si a su inspección me encamine o si de él huyendo vaya.
ANDRONIO: Labradores de estos prados,
contra su voluntad, algún tanto de aquella salobre agua estando muchas veces en punto de ser arrebatado”
(Ed. de Lilia E.F. de Orduna, Kassel, Reichenberger, 1997, pág. 114).
15 Corcovo: “Movimiento que se hace encorvando el cuerpo, saltando, o andando violenta o apresuradamente.
Lat. Incurvatio” (Dicc. Aut). Cfr. Mira de Amescua, El hombre de mayor fama: “Es dél la mano de un lobo,/todo el campo atemoriza,/con uno y otro corcovo/el pelo y carnes eriza/cuando lleva asido el robo.” (Ed. de Manuel Fernández Ladrada, Granada, Universidad de Granada, 2001, pág. 313).
16 Metáfora gongorina que hace referencia a Sor Juana de la Cruz en Obra Selecta: “De la deidad que adora poderosa / Océano, del Sol tumba espumosa.” (Sor Juana Inés de la Cruz, Margot Glantz, Obra Selecta, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1994, pág. 286).
17 Enjuta: “Seco, magro, flaco, algo aspero” (Dicc. Aut). Cfr. Torres Villarroel, Visiones y visitas de Torres con Don Francisco de Quevedo por la corte: “Ya habíamos bajado a la calle del Carmen, cuando deteniendo la humanidad sobre un palo, vimos a un hombre enjuto y chupado como canilla de cementerio; tan pilongo y sucio, que su cara parecía escarpín sudado.” (Ed. de Russell P. Sebold, Madrid, Espasa-Calpe, 1991, pág. 235).
vecinos de estas campañas, 135 no la admiración de verme
[f.134v] con tal dominio en el agua sea origen de que pierda la venturosa esperanza
de vivir entre vosotros 140
quien ya no cabe en su patria.
Un hombre como vosotros soy, no más, y si os espanta ver que la mar me obedezca,
es mi ciencia quien lo alcanza. 145 Pero con toda mi ciencia,
siendo labradores tanta que todos cuatro elementos obedecen mis palabras:
más infeliz que vosotros 150
lloro tan fieras desgracias que con el mar desdichado hoy mi fortuna trocara.18 CLORINTO: No tanto, gallardo joven,
me admira ciencia tan rara, 155
que nunca creí que fuese capaz un hombre de usarla,
18 Trocar: “Trocar una o muchas veces una cosa, cambiarla, mudarla. Lat. Mutare, permutare saepius.” Cfr.
Cabrera de Córdoba, Relación de las cosas sucedidas en la corte de España desde 1599 hasta 1614: “Habíase introducido de algunos años á esta parte, tener en las plazas y lugares de mas concurso de gente, tablas con moneda de vellon para trocar reales, que llamaban trueca-reales, y llevaban de precio acá á cinco y seis por ciento” (Imprenta de J.Martín Alegría, Madrid, 1857, pág. 290).
como ver que la fortuna lo sea de dominarla
y porque con más aliento 160
puedas fundar la esperanza [f.135] de tener entre nosotros
tu persona asegurada,
sabe que, aunque en tan remoto
clima nos ves, aun realza 165
nuestras potencias la noble heroica piedad humana,
que no ha consumido el tiempo ni podrá consumir hasta
borrar de nuestra memoria 170
las especies estimadas de nuestro origen, impresas muy al vivo en nuestras almas.
Pues huyendo de Fenicia
nuestros padres, ya pasadas 175
del gran Hércules Alceo19 las columnas veneradas:
el mar en montes y el viento en huracanes batallan
de tal suerte, que la nave 180
fue juguete de su saña20
19 Hércules: “Semidiós, hijo de Júpiter y Alcumena.” (Dicc. Pagés, 1914).
y de ambos monstruos horrendos;
20 Aparece también en la novela El Rodrigo de Pedro de Montengón: “Hacía juguete de su saña toda la inmensa armada del Califa.” (Pedro de Montengón, El Rodrigo, romance épico, Madrid, En casa de Sancha, 1793, pág.
283).
21 Ignoto: “Cosa no sabida o no conocida. Lat. Ignotus.” (Dicc. Aut.). Cfr. Alemán, Primera parte de Guzmán de Alfarache: “Y un médico, luego que visita, sólo de tomar el pulso conoce la enfermedad ignota y remota de su entendimiento, y aplica remedios que son más verdaderamente medios para el sepulcro.” (Ed. de José María Micó, Madrid, Cátedra, 1992, pág. 298).
22 Cacique: “Por semejanza se entiende el primero de un Pueblo o República, que tiene más mando y poder, y quiere por su soberbia hacerse temer y obedecer de todos los inferiores. Lat. Primarius, imperiosus civis.” (Dicc.
Aut). Cfr. Cervantes Saavedra, Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha: “Estoy yo ahora reventando de pena por ver mi sayo verde roto, y vienen a pedirme que me azote de mi voluntad, estando ella tan ajena dello como de volverme cacique. / - Pues en verdad, amigo Sancho -dijo el duque-, que si
es Levinio, en quien veneran
ANDRONIO: A las superiores obras ceden todas las humanas.
BERNIO: Desde que vino este brujo
el pelo se me levanta. 215 no os ablandáis más que una breva madura, que no habéis de empuñar el gobierno.” (Ed. de Francisco Rico, Barcelona, Instituto Cervantes-Crítica, 1998, pág. 926).
23 Ribazo: “Porción de tierra con alguna elevación y declivio. Lat. Clivus”.(Dicc. Aut). Cfr. Barrionuevo, Avisos.
Tomos I, II, III y IV.: “En el ribazo de un collado hay una cueva que llaman de la Judía, donde nadie jamás se ha atrevido á entrar, por las ilusiones y fantasmas que se le oponen luego.” (Ed. de Antonio Paz y Melia, Madrid, Imprenta de M. Tello, 1892 – 1893, pág. 493).
24 Se parece mucho al principio de la obra de Calderón de la Barca, La vida es sueño: “Sale en lo alto de un monte Rosaura en abito de hombre de camino, y en representando los primeros versos va bajando.” (Pedro Calderón de la Barca, La vida es sueño, Madrid, Akal, Ed. de Torrejón Ardoz, 1999, pág. 36).
CLORINTO: ¿Qué trazas?
ANDRONIO: Darle desde aquí la vida.
TODOS: ¿Cómo?
Danle un puñal y clávalo en tierra.
ANDRONIO: Así.
LÍCIDA: ¡El cielo me valga!
TODOS: ¡Qué asombro!
BERNIO: Este es el diablo
que aquí pincha y allí mata. 225 CLORINTO: Apenas hirió la tierra
cuando el bruto en sangre baña y sin riesgo la mujer
pone en el suelo las plantas.
LÍCIDA: Si una mujer infeliz 230
[f.136v] que de un bruto arrebataba la que buscó diversión temió trágica desgracia, halla piedad en vosotros,
humildemente postrada 235
imploro vuestro favor;
y porque mis propias ansias y mi ser más os obliguen a una compasión hidalga
de mis ansias y mi ser, 240
escuchad las circunstancias.
En la cumbre de aquel monte
en quien el cielo descansa, pues si no fuera de piedra
su altivez25 agigantada 245
de las estrellas y el sol
25 Altivez: “Soberbia, fiereza, orgullo. Lat. Elatio animi. Arrogantia.” (Dicc. Aut). Cfr. Rojas Villadrando, El viaje entretenido: “y por no desvanecerme con altivez y soberbia, bájeme muy poco a poco, y cuando me vi en la arena, paréme a considerar una locura harto buena.”(Ed. de Jacques Joset, Madrid, Ed. Espasa-Calpe, 1977, pág. 148).
26 Escabroso: “Áspero, difícil. Lat. Asper, a, um.” (Dicc. Aut). Cfr Cervantes Saavedra, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha: “Pero como por aquel lugar inhabitable y escabroso no parecía persona alguna de quien poder informarse, no se curó de más que de pasar adelante, sin llevar otro camino que aquel que Rocinante quería.” (Ed. de Francisco Rico, Barcelona, Instituto Cervantes-Crítica, 1998, pág. 255).
y de todos envidiada. 265 Apenas la luz del juicio
brilló en mí, cuando negada a femeniles influjos,
impropios por lo que dañan
y propios por la costumbre 270
en que nos pone la falsa estimación de los hombres, pues aparentando vana que separarnos del uso
de las letras y las armas, 275
es obsequio y sutilizan [f.137v] lo noble de nuestras almas
dejándonos reducidas al propio estado que alcanza
cualquier delicada flor, 280
porque la más estimada, cuando más aspira al gusto de la mano que la aja:
me entregué tanto a los libros
que como reliquia guarda 285
mi padre de sus abuelos y a lo noble de la casa, que no hubo remoto clima ni hubo tierra que, ignorada
ni segura, mi memoria 290
y mi brazo no alcanzara sin que unas y otras especies un punto se separaran de mi valor y discurso.
Pues que mil veces pensaba 295
o que matando leía o que leyendo mataba.
De esta propia inclinación, con que libremente obraba,
[f.138] resultó en mí tan mortal 300
odio al amor, que a sus aras27 solo tributé baldones28
y a las de la diosa casta fue mi reverente culto
una tarea diaria. 305
Tanto que ofendida una, cuanto la otra obligada, Diana, todo son favores y Venus, todo amenazas.
El peligro de hoy lo diga 310
pues ya es el monte, cansada de seguir aves y fieras
27 Ara: “Altar para hacer sacrificio à Dios. Lat. Ara. Altare, is” (Dicc. Aut). Cfr. Rojas Villadrando, El viaje entretenido: “Los ángeles que crió/son las criaturas primeras;/donde Dios baja es altar/y ara donde se recrea.”
(Ed. de Jacques Joset, Madrid, Espasa-Calpe, 1977, pág. 76).
28 Baldón: “Oprobio, denuesto, injuria, afrenta. Lat. Probrum, dédecus nota, exprobatio” (Dicc. Aut). Cfr.
Justiniano y Arribas, Roger de Flor. Poema Heróico: “"En cada triunfo que el ibero alcanza, Nuevo baldón y afrenta recibimos!... Oprobio es retardar ya la venganza...” (Ed. de José Amador de los Ríos, Madrid, Joaquín Muñoz, 1865, pág. 235).
compitiéndose gallardas mi destreza con mi vista,
porque tan iguales ambas 315
corrieron la tierra y viento, que muchas veces dudaba si con los ojos hería
o con las flechas miraba.
Volví a ocupar de un tostado29 320 alazán30 la dura espalda,
cuando me sale al encuentro un traidor (¡suerte tirana [f.138v] que aún no baste su castigo
a satisfacer mi saña!) 325
de otros dos acompañado, quien me dijo: “Bella ingrata, ya que mi aspecto desprecias y no cabe en él templanza,
lo que robas con desdenes 330
me restituirás robada”.
Iba a decir, mas no pudo, que no permitió mi rabia que antes de acabar su vida,
29 Tostado: “Se dice del color subido y obscuro. Lat. Flavus. Flammeus.” (Dicc. Aut). Cfr.Vargas Machuca, Libro de exercicios de la gineta: “El cauallo alazan tostado, es fuerte, ligero, pero colerico, y de mala boca, y tanto quanto fuere huyendo de lo tostado, mejorara la boca.” (Ed. de Pedro Madrigal, Madrid, 1600, pág. 117V.).
30 Alazán: “Caballo a quien da el nombre el pelo que tira a rojo y cuya crin es también roja o blanca. Lat. Equus rufus.” (Dicc. Aut.). Cfr. Rodríguez, Romances, en Romancero historiado: “De puro amor abrasado sale un moro de Granada, galán, dispuesto, gracioso, aunque a guisa de batalla, en un caballo alazán bañado con pintas blancas” (Ed. de Agustín Durán, Madrid, Ed. Rivadeneira, 1851, pág. 113).
su intento vil explicara. 335 Pues embrazando yo el arco,
con la punta acicalada31 de una flecha, le detuve en el pecho las palabras.
Del golpe que dio en la tierra 340 tanto el caballo se espanta,
que atropellando a los otros con furia precipitada, a la espuela que le hiere
y a la mano que le manda, 345
perdió el miedo y la obediencia [f.139] y, saltando las más altas
piedras y anchas cortaduras, fue en acciones encontradas
ave que con crines vuela, 350
fiera que corre con alas;
y estampando la herradura en el polvo que levanta, ya respirando huracanes,
ya con las cerdas que arrastra, 355 con el fuego de sus ojos
y con la nieve que exhala
31 Acicalar: “Limpiar, bruñir y afilar las espadas, cuchillos y otras armas de filo y punta. Lat. Polire.” (Dicc. Aut.).
Cfr. Eslava, Noches de invierno: “Echando mano a un acicalado puñal, con soberbia y airada voz le dijo hiciese a Dios confesión de sus graves pecados, porque sólo un cuarto de hora le daba de tiempo y vida para que no se perdiese el alma por el camino de su honra.” (Ed. de Julia Barella Vigal, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1986, pág. 99).
de todos cuatro elementos fue breve animado mapa32.
De esta suerte, a vuestra vista 360 llegué tan sin esperanza
de otro bien, que ya un estribo suelto en el otro, afirmada
32 Se refiere al caballo, quiere decir que se convirtió en un mapa de los cuatro elementos (agua, fuego, aire, tierra) porque con los cuatro tenía que ver. La tierra se representa en un mapa, al que afectan los cuatro elementos.
33 Erizado: “Cubierto de púas o espinas como el espín.” (Dicc. Aut.). Cfr. Cervantes Saavedra, La Galatea: “En el rigor del erizado invierno,/al tronco entero de robusta encina,/de Vulcano abrazada, se calienta.” (Ed. de Florencio Sevilla Arroyo y Antonio Rey Hazas, Alcalá de Henares, Centro de Estudios Cervantinos, 1994, pág.
224).
34 Nieve y grana es una metáfora que se refiere a los colores blanco y rojo que usa también Calderón de la Barca en su soneto en El príncipe constante: “Este matiz que al cielo desafía,/Iris listado de oro, nieve y grana,/será escarmiento de la vida humana:/¡tanto se emprende en término de un día!” (Ed. de Juan Eugenio Hartzenbusch, Comedias de Don Pedro de Calderón de la Barca, Tomo IV, Madrid, 1850, pág. 714).
los ojos no penetraban
si eran sus venas de espuma 380
o sangre lo que sudaba.
Y así, pues sabéis quién soy, aunque el ser mujer me basta a empeñar vuestra piedad,
compadeced mi desgracia 385
y libradme de ella misma conduciéndome a mi casa, donde mis penas se templan, donde se alivien mis ansias
y donde pueda premiar 390
vuestra atención cortesana.
CLORINTO: Bella Lícida, no llores; [f.140]
cobra el aliento, descansa, que estás donde la piedad
nunca a quien la busca falta, 395 y donde el leal afecto
que profesan nuestras almas al gran Levinio, tu padre, harán justicia y no gracia,
que todos te acompañemos 400
al descanso de tu casa;
y en tanto, Lícida, en tanto pues tanta parte te alcanza en los prodigios que ahora
mi admiración arrebatan: 405 como que el puñal que ves
clavado junto a esa mata es el propio que te libra, permíteme que informada
mi confusión, más que de esto 410
de que la mente desgracias, un hombre tan poderoso de igual laberinto salga.
ANDRONIO: Pues para que tus piedades
[f.140v] queden en todo enteradas, 415
[f.140v] queden en todo enteradas, 415