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Las importaciones de vacuno lechero

4. VACAS, VARIEDADES Y RENDIMIENTO: ESTIMACIÓN DE

4.1.3. Las importaciones de vacuno lechero

Durante las décadas de 1870 y 1880, se constata un aumento notable de las importaciones de vacuno (Gráfico 4.2.). La mayor parte de aquellas importaciones se destinaban al matadero, y procedían de Argelia y Marruecos.47 Pero entre aquellas importaciones también se encontraban variedades destinadas a la producción lechera y a mejorar la aptitud para el cebo.

La importación de ganado vacuno experimentó un auge entre 1870 y 1885, cuando se pasó de poco más de 6.000 cabezas anuales a más de 25.000.

Durante la última década del siglo XIX, el ritmo de las importaciones se moderó, hasta situarse en una media de 15.000 cabezas anuales. En torno a 1900, las importaciones de vacuno superaron el nivel alcanzado en 1885. Durante la primera década del siglo XX el ritmo de las importaciones de vacuno se moderó nuevamente, y quedó situado en las quince mil cabezas anuales. La Primera Guerra Mundial redujo las importaciones españolas de vacuno de forma tan acusada, que se volvió a los niveles de 1870. Durante la posguerra, las importaciones de vacuno recuperaron los niveles de las primeras décadas del siglo. Finalmente, la crisis de 1929 volvió a reducir las importaciones de vacuno durante los años treinta, y éstas se acabaron situando en menos de 2.000 cabezas anuales.48

Las importaciones de vacuno aportan poca información con respecto a la clase de ganado importado. Es por esta razón que resulta especialmente útil la información del país de origen de las importaciones. A partir de esta información podemos diferenciar diferentes tendencias durante el periodo 1870-1935.

46 MUJAL I CORTINAS (1998), pp. 2-8.

47 Entre 1883 y 1891 entraron 40.000 cabezas de vacuno procedentes de Marruecos y 7.500 de Argelia, ECE (1883-1891).

48 CARMONA y DE LA PUENTE (1988) y ESTADÍSTICA DE COMERCIO EXTERIOR DE ESPAÑA (1870-1935).

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Gráfico 4.2. Importación española de vacuno, 1870-1935 (medias quinquenales).

0 5 10 15 20 25 30

1870/75 1880/84 1885/89 1890/94 1895/99 1900/04 1905/09 1910/14 1915/19 1920/24 1925/29 1930/34

Nº Cabezas (miles)

Fuente: Estadísticas del Comercio Exterior de España.

Durante el primer periodo de expansión de las importaciones, que va de 1870 a 1890, cerca de la mitad de las cabezas importadas eran originarias de Francia (Gráfico 4.3.). A continuación, a partir de 1895, Portugal pasó a ser el principal país de origen. Es difícil determinar el destino del vacuno llegado de este país durante aquel periodo. Las variedades portuguesas, como las españolas, no tenían un gran rendimiento lechero, por lo que podemos concluir que la importación de vacuno portugués era ganado de carne. ¿Podría tratarse de reexportaciones originarias de Suiza y Holanda? El Avance sobre la riqueza pecuaria en 1891 señalaba en el caso de Sevilla que existía un pequeño número de vacas lecheras, “llamadas vulgarmente portuguesas, pero que son de origen holandés o suizo, recriadas en el vecino reino.”49 A parte de esta referencia aislada, sin embargo, no se encuentran otras evidencias cuantitativas o cualitativas que señalen a las importaciones de vacuno desde Portugal como una posible vía de entrada de vacas lecheras entre 1895 y 1910.

49 D. GRAL. AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO (1892) Vol. 1, p. 44. Como he podido contrastar en las estadísticas de comercio exterior, algunos países, aparentemente secundarios, tuvieron un gran peso sobre el total de cabezas de vacuno importadas por España en alguno de los años del período 1870-1935. Destacaron los dominios franceses de Marruecos y Argelia, pero por el tipo de vacuno que exportaban, bueyes y terneros, se trataba mayoritariamente de ganado para el matadero. Más concretamente, en el caso de las colonias francesas era ganado de carne para el mercado mediterráneo español, unos mercados dónde la ganadería del norte de la península tenía dificultades para llegar a finales del siglo XIX y principios del XX.

Gráfico 4.3. Importación de vacuno según país de origen. Porcentaje sobre el total de cabezas importadas de las medias quinquenales.

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80 1880/841885/891890/941895/991900/041905/091910/141915/191920/241925/291930/34

% FRANCIAPORTUGALHOLANDASUIZAOTROS

Fuente: Estadísticas del Comercio Exterior de España.

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Gráfico 4.4. Importación de vacas y vacas lecheras en España, 1892-1935 ( cabezas al año).

Fuente: Estadística de Comercio Exterior de España (1895-1935).

Gráfico 4.5. Importación de terneras y terneros en España según país de

Fuente: Estadística de Comercio Exterior de España (1870-1935).

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De hecho, parece más factible que existiera un flujo importante de cabezas entre Portugal y las provincias fronterizas españolas que contribuyó a engrosar el número total de cabezas de vacuno importadas de Portugal. Carmona y De La Puente han explicado que los terneros de las provincias de Pontevedra y Orense cruzaban la frontera para ser recriados en el país vecino, y que posteriormente eran retornados a las tierras gallegas de dónde eran originarios.50

Entre 1892 y 1906, la importación de vacas de todas las clases aumentó en más de 10.000 cabezas anuales entre 1900 y 1905. A partir de 1906, la Estadística del Comercio Exterior diferenció la computación de vacas lecheras.

Así, podemos observar que si entre 1906 y 1910, la importación de vacas lecheras fue de 4.000 cabezas anuales, entre 1911 y 1914 aquella cifra aumentó hasta 5.000. Tras la reducción de las importaciones como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, durante la década de 1920 la importación de vacas lecheras en España fue mucho menor. Finalmente, el ritmo de las importaciones se redujo tras la crisis de1929 y se acabó situando por debajo de las 300 cabezas anuales.

¿Fue aquella entrada de vacas lecheras suficiente para establecer las bases de la transformación de la cabaña de vacuno española? A falta de datos más precisos y a juzgar por el número de vacas lecheras importadas, es razonable pensar que la transformación del vacuno en España, especialmente en lo que respecta a su orientación lechera, también fue resultado de la importación de sementales de aquellas mismas variedades y, de forma aún más importante, de la importación de vacuno joven procedente de Francia, Holanda y Suiza (Gráfico 4.5.). La importación de sementales favorecía especialmente los cruzamientos con las variedades autóctonas de vacuno, y garantizaba así el mantenimiento de los caracteres genéticos de las vacas frisonas y suizas. La importación de animales jóvenes era atractiva parar los criadores de ganado lechero por su menor coste, ya que su fin era recriar las terneras hasta el primer parto y después venderlas a los vaqueros de las ciudades.

En resumen, junto con la importación de vacas lecheras, la mejora de la cabaña de vacuno también se apoyó en la introducción de sementales51 y ganado joven. Los diferentes tipos de vacuno lechero importados respondían a las diferentes necesidades de ganaderos y vaqueros/lecheros. Los primeros precisaban invertir en sangre nueva para producir vacas lecheras y su inversión se dirigía por tanto hacia la adquisición de sementales y terneras, que

50 CARMONA y DE LA PUENTE (1988) pp. 190-192.

51 Para el caso de Valencia, ver: CALATAYUD (2010), pp. 12-15.

garantizaran la producción y la recría a un menor coste. Por su parte, los vaqueros invertían en vacas frisonas y suizas de mayor precio, para maximizar su rendimiento lechero. Es decir, vacas de al menos dos años de edad.

4.1.4. Los resultados de la asimilación del vacuno