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Identificando al cocoliztli: etiologías propuestas

Otro aspecto que ha sido tradicionalmente abordado por aquellos que han estudiado al cocoliztli, es el de su etiología, establecida por lo general a partir del diagnóstico retrospectivo. Si bien el método ha sido fuertemente criticado por considerar que las leyes de la biología y de la medicina son estáticas, éste ha seguido siendo utilizado por quienes defienden que este proceder permite conocer las enfermedades ocurridas en la historia de México.

Los investigadores que se han dedicado al estudio del cocoliztli de 1545 a 1548 en la Nueva España han tenido que sortear un problema mayúsculo: la escasez de fuentes históricas que narren el evento. Ante dicho problema, la solución que han empleado para conocer tanto los factores de dispersión, como número de población afectada, o para proponer la etiología de la enfermedad, ha sido recurrir a las fuentes que narran la segunda epidemia de cocoliztli, ocurrida entre 1576 y 1578, así como de epidemias posteriores en las que el nombre de la enfermedad cambió por el de matlazahuatl. Siguiendo esta metodología, los que han propuesto una etiología para cocoliztli han sido Malvido y Viesca (1985), Acuña-Soto y su equipo (2000, 2002, 2005, 2008), Mark y Kiracofe (2000), Cordero (2001), y Guevara (2011).

Malvido y Viesca (1985) ya habían propuesto una etiología para el cocoliztli de 1576, que trasladaron a la enfermedad de 1545, la cual fue considerar al cocoliztli como peste. Sin embargo, años después, Viesca (conversación personal 2010) rectificó su postura al señalar que la epidemia de 1576 se debió a fiebres hemorrágicas. Este cambio de idea se debe a las similitudes observadas por el investigador entre las fiebres hemorrágicas presentes en la guerra

de Vietnam, y el cocoliztli. Con este giro a su investigación, Viesca invitó a la realización de un estudio sobre el cocoliztli de 1545 sin llevar a cabo comparaciones con la epidemia de 1576, debido a que, en su opinión, las enfermedades no guardaban relación alguna.

Acuña-Soto et al (2000, 2002, 2005, 2008) proponen una etiología para los cocoliztli de 1545 y 1576 al estudiar cambios climáticos contemporáneos. Su estudio observó que durante los años de 1993 y 1994, virus pertenecientes al grupo de las fiebres hemorrágicas, principalmente Bynyaviridae y/o Hantavirus, causaron estragos en la población de Estados Unidos. Para el equipo de investigadores, los síntomas por fiebres hemorrágicas concordaban con los descritos por el protomédico Francisco Hernández para la epidemia de 1576, los cuales les permitió proponer la etiología de cocoliztli como perteneciente al grupo de fiebres hemorrágicas3.

Marr y Kiracofe (2000) parecen compartir la etiología propuesta por Acuña-Soto y su equipo, quizá porque analizaron la misma fuente histórica: el documento redactado por Francisco Hernández derivado de su experiencia directa en la epidemia de 1576, desde el cual extrapolan conclusiones para el cocoliztli de 1545. En su artículo, el huey cocoliztli (gran enfermedad) mantiene similitudes precisas con las fiebres hemorrágicas. Aunado a la etiología propuesta, los autores presentan a detalle cifras para la mortalidad indígena que recuperaron gracias a su extensa revisión historiográfica para las epidemias de 1545 y 1576.

Cordero (2001) había ya considerado que la epidemia de 1545 se debió a tifo exantemático, enfermedad no conocida por europeos e indígenas. Incluso hace mención de que el brote de 1545 inicio en la Nueva Galicia (Jalisco), y se propagó a la capital de la Nueva España. El investigador basa su propuesta en la descripción de Bernardino de Sahagún, en la que se señala el inicio de la enfermedad como “aparecer con unas pintas como de cardenillo” (Sahagún, 1987 en Cordero, 2001: 606), y que asimila con el exantema del tifo. Como comentario diremos que a lo largo de la obra de Sahagún, titulada Historia general de las cosas de Nueva España, no se haya referencia alguna a dicho síntoma, incluso en la edición consultada por Cordero.

3Acuña-Soto et al. (2008:189; 2005: 406), tomaron de Hernández y su obra De la enfermedad de la Nueva España del año 1576 llamada por los indios cocoliztli (1576) los síntomas, los cuales reescribieron acorde a la nosología médica actual de la siguiente forma: “empieza con fiebre alta, dolor de cabeza severo, sed insaciable, pulso débil, e ictericia. Posterior al inicio, los pacientes se tornaban dementes y sin descanso. Nódulos duros y dolorosos aparecían detrás de una o ambas orejas; algunas veces tan largos que ocupaban todo el cuello y mitad de la cara.

Esto se acompañaba de intenso dolor de pecho y abdomen, y disentería. La sangre emanaba de la nariz, ano, vagina, boca y orejas. Las recaídas eran comunes y los pocos sobrevivientes quedaban demacrados y extremamente débiles. Las autopsias revelaron agrandamiento y endurecimiento de hígado. Se encontró también esplenomegalia y hemorragias pulmonares”.

Hace unos años, en nuestra tesis de licenciatura (Guevara, 2011) consideramos que matlazahutl, conocido en el siglo XVI como cocoliztli, fue en realidad tifo exantemático. Nuestro estudio remarcaba la erupción cutánea a la que incluso se hace referencia en el término de matlazahuatl (del náhuatl “erupción cutánea de color azul violeta en forma de red”). En aquella investigación se compararon los síntomas médicos de cada epidemia de matlazahuatl y cocoliztli durante los siglos XVI al XIX, con lo que se pudo observar similitudes entre matlazahuatl y tifo exantemático, dengue hemorrágico y leptospirosis. Sin embargo, ya entonces concluíamos que las condiciones ambientales y los vectores para las dos ultimas enfermedades no se encontraban presentes durante los tres siglos que duró la época virreinal. Al finalizar aquella investigación, invitábamos a una revisión de la primera epidemia de este grupo ocurrida en 1545, para conocer realmente el agente causal, aunado a las condiciones sociales, ambientales, culturales, y ecológicas de la época. Un propósito que es el que nos ha acabado conduciendo hasta la tesis que aquí presentamos.

En el año 2017, investigadores alemanes y mexicanos, en base al análisis genético de restos óseos procedentes de un cementerio en el actual estado de Oaxaca, propusieron que el cocoliztli se debió a una epidemia de salmonella4. El estudio es admirable pues cuenta con una técnica genética de ultima generación que les permitió secuenciar el ADN de la bacteria Salmonella entérica. Pero, pese al procedimiento empleado, el estudio se basa en documentos históricos que no refieren al cocoliztli de 1545, como fueron códices oaxaqueños que narran los cuidados de indios enfermos para un evento ocurrido en la década de 1550, además de basarse en los síntomas descritos por Francisco Hernández en 1576, los que, como ya hemos venido señalando, no pueden trasladarse al evento que estudiamos. Otros puntos que deben considerarse en lo que se refiere a esta investigación son los síntomas que produce la salmonella, que son las afecciones en intestino y que no se han encontrado ni en la descripción de Francisco Hernández ni en ningún otro documento que haga referencia al cocoliztli de 1545.

Por último, señalemos que los autores pasaron por alto que en la zona de Oaxaca, la salmonella es endémica, y se cuenta con registros prehispánicos que describen los síntomas propios de una infección por salmonelosis.

4 El estudio al que referimos es el siguiente: Vagene, Ashild J.; Campana, Michael G.; Robles García, Nelly, M.;

Warinner, Christina; Spyrou, Maria; Andrades Valtueña, Aida; Huson, Daniel; Tuross, Noreen; Herbig, Alexander;

Bos, Kirsten I., y Johannes Krause (2017). “Salmonella entérica genomes recovered from victims of a major 16th century epidemic in Mexico”. bioRxiv 106740; doi: http://doi.org/10.1101/106740

En las páginas anteriores se presentaron los estudios que han tenido como objetivo el conocer al cocoliztli de 1545 en la Nueva España. Pese a los grandes esfuerzos realizados, los investigadores no han podido conocer a la enfermedad en su totalidad, como tampoco se han aproximado al grupo que diagnosticó al cocoliztli ni a la sociedad que se estaba formando pocos años después de la conquista de México-Tenochtitlan. Esto se debe a que los investigadores se han enfocado en conocer el cocoliztli desde una visión biomédica, dejando a un lado la mentalidad de las personas que conceptualizaron el evento biológico. Para poder aproximarse a la parte social de las enfermedades, hemos de necesitar un marco teórico que provea los elementos necesarios para entender a las enfermedades como constructos socioculturales.