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1.2 Marco teórico

1.2.4 Diagnóstico

Cuando un médico diagnostica una condición humana como padecimiento, él cambia el comportamiento del hombre por diagnóstico; un estado social es añadido al estado biopsicosocial al asignar el significado del padecimiento a la enfermedad. Es en este sentido que el médico crea el padecimiento…y ese padecimiento es…distinto analítica y empíricamente de la mera enfermedad

(Freidson 1970: 233 en Conrad & Barker 2010: 68).

La relación que entabla el practicante con el paciente, en donde el primero toma la narración del segundo, resultará en el diagnóstico de la enfermedad (Harley, 1999: 422). A partir de dicho relato, el proceso terapéutico se construye como una narrativa en el tiempo que incorpora cambios, orden y significado. Con ésta, los médicos emplean la causalidad para conectar casos y principios generadores. De manera concreta, el diagnóstico es el significado que se le da a un evento a partir de la relación entre categorías clasificatorias y las enfermedades que se designan (Good, 1977: 26).

El diagnóstico de las entidades morbosas nos permite apreciar las acciones de los practicantes, y las teorías médicas de su contexto que dan soporte a su sistema médico. El diagnóstico, junto con la relación médico-paciente, son construcciones semióticas, rituales y actos discursivos, los cuales solo son efectivos en relación a circunstancias simbólico-culturales en un tiempo y espacio específicos (Harley, 1999: 433). Por lo tanto, una de las opciones para acercase a la

construcción que los practicantes y médicos realizaron de enfermedades antiguas, será el enfocarse en el diagnóstico (Cunningham 2002: 16).

El acercamiento al diagnóstico puede realizarse de dos formas. La primera corresponde al naturalista-realista y consiste en trasladar los conceptos y teorías de la biomedicina al momento en que sucedió la enfermedad (Wilson, 2000: 276). Pese a que en algunos casos el diagnóstico retrospectivo puede decirnos mucho sobre la historia de las enfermedades, ha sido duramente criticado por anacrónico y por romper las reglas de la medicina y la biología. La segunda forma es plantear un acercamiento histórico-conceptual, el cual comulga con las premisas de la historia social de la medicina y el constructivismo social al enfocarse en como se construyen los conceptos de enfermedad en el tiempo y espacio en que ocurrió (Wilson, 2000).

Al centrarse en los conceptos de la enfermedad, es posible aproximarse a lo que los practicantes observaron y que les sirvió para definir lo que era su medicina, ya que es posible adentrarse a la historia de las ideas, o historia médica distintiva por la preocupación sobre un evento especial.

Habrá de añadirse que el acercamiento llevará al investigador a conectar lo cognitivo con las dimensiones sociales de la medicina debido a que los conceptos enlazan las perspectivas tanto de practicantes como de pacientes, además de señalar la de cada uno (Wilson, 2000: 303-305).

En resumen, el acercamiento histórico-conceptual permite conocer cómo los diagnósticos fueron propuestos en cualquier tiempo y sociedad (Cunningham, 2002: 16).

Ahora bien, para conocer el diagnóstico, deberíamos buscar la narrativa de los que observaron y construyeron el evento o enfermedad (Cunningham, 2002: 16). En el caso de enfermedades pasadas, se recurre a documentos históricos que se leerán como enunciados transparentes, considerando al mismo tiempo el acto y las circunstancias de su enunciado (Todorov, 1991: 60).

Sin embargo, las narraciones presentan un problema de división, ya que se separó el significado de las palabras y las modalidades de su arreglo, y que lo antiguo (semántica) fue subordinado a lo posterior (sintaxis). Es decir, los significados y signos del practicante y paciente no se presentan como la información primordial por parte del escribano, quien se enfocó en narrar una historia desde la terapéutica hacia el diagnóstico, y no viceversa (Wilson, 2000: 279).

Para superar el problema anterior, habrá que enfocarse en los símbolos que se encuentran en los documentos. A través del análisis semántico, se identificaran los símbolos que reúnen su poder y significado, y habrán de compararse con un grupo de símbolos dispares, logrando así un

nexo de asociación simbólica (Good, 1977: 38). En otras palabras, lo que el análisis propone es buscar elementos potenciales en el lenguaje de la interacción social y explorar las palabras asociadas, situaciones y formas de experiencia que conjuntan. El resultado será la entrada al paisaje interno de las personas, una realidad distinta a la médica, que lleva al investigador a las estructuras más significativas de la realidad social, y le permiten conocer la construcción que la sociedad realizó sobre la enfermedad ocurrida (Good, 1977: 39).

Conclusión

El recurrir a la historia social de la medicina y al constructivismo social para estudiar el cocoliztli de 1545 en la Nueva España, se debe a que permitiría que esta investigación se centre en cómo la sociedad que la padeció construyó a la enfermedad. Como bien lo mencionan Good (1977), Harley (1999) y Cunningham (2002), el diagnóstico no es determinar qué causó a la enfermedad en cuanto a una visión biopatológica; sino, el aproximarse a lo que socialmente se pensaba de ésta, conocer las razones o explicaciones que la sociedad y los practicantes que la diagnosticaron tuvieron sobre ella, e identificar cómo se encontraba la sociedad de ese momento histórico y cuál fue la influencia que ejercieron los distintos grupos sociales en la construcción de la enfermedad.

En resumen, al enfocarnos en el diagnóstico, consideramos que se podrá conocer al cocoliztli ocurrido en una sociedad tan heterogénea como la novohispana, si consideramos a la enfermedad como un constructo de individuos forzados a actuar bajo la cultura del conquistador, al mismo tiempo que se esforzaban por mantener su cultura, la cultura del conquistado. Anterior a tratar de reconstruir el diagnóstico de cocoliztli, en el siguiente capítulo presentamos las preguntas que nos guiarán, así como la metodología a desarrollar.

Capítulo 2

Objetivos, metodología y fuentes