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El análisis de los signos no verbales: creación de inventarios y estudios comparativos

Capítulo II Marco teórico

II.4. El análisis de los signos no verbales: creación de inventarios y estudios comparativos

Con signos que comunican sustituyendo al lenguaje verbal, regulan la interacción o subsanan deficiencias verbales, es necesario elaborar inventarios de signos no verbales y realizar estudios comparativos interculturales o inter-comunitarios que permitan seleccionar los elementos peculiares de cada cultura (Cestero, 2006).

Según Poyatos (1994a y 1994b) y Cestero (1999a), el procedimiento metodológico para la realización de inventarios de signos no verbales homogéneos, completos y detallados debe de tener en cuenta las siguientes cinco fases:

1) Selección del material

Existen dos tipos de fuentes para la recogida de materiales:

a) Observación directa: que comprende varias modalidades en situaciones interactivas, participando como conversador y observador a la vez; o no interactivas, como participante no axial en el intercambio, es decir, que se limita a observar; o combinando ambas técnicas. Es el método más fiable para recoger materiales.

b) Materiales indirectos, que pueden provenir de diferentes fuentes tal como recoge la tabla 5.

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Tabla 5 - Fuentes para la recogida de materiales

Fuentes Funciones

Infornante Proporcionar material cultural y

subcultural, confirmar el material recogido y detallar su ejecución

Televisión y otros soportes audio-visuales

Ilustración visual o audiovisual de paralenguaje y kinésica en general

Prensa Ilustración visual de paralenguaje y

kinésica en general

Literatura (narrativa, teatro) Proporcionar material cultural e ilustrar el recogido por los otros sistemas; aspectos históricos

Fuente: Poyatos (1994b:219)*

* Levemente modificada por la doctoranda, añadiendo el término ―paralenguaje‖ en la columna ―Funciones‖

de la segunda y la tercera filas.

57 2) Clasificación del material

Es ideológica una clasificación exhaustiva que pueda incluir cualquier situación, es decir, ordenada por temas y situaciones que a su vez se presenten alfabéticamente, incluyendo por ejemplo saludos, bebidas, personas, etc., en diferentes situaciones, además de incorporar un índice en el que se encuentren todos los signos analizados. En este sentido, Cestero (1999a) ha elaborado la siguiente clasificación básica de los contenidos funcionales:

— Signos no verbales con usos sociales: saludar; despedirse; presentar y reaccionar al ser presentado; pedir perdón; dar las gracias; felicitar; pedir y conceder permiso y ofrecer o invitar y reaccionar a ello.

— Signos no verbales con usos estructuradores del discurso: dirigirse a alguien; iniciar o finalizar el discurso; indicar que se toma, se mantiene o se cede el turno de palabra, o instar al interlocutor a que lo haga; conectar elementos o partes del discurso; señalar que no se ha entendido algo de lo emitido y pedir su repetición; pedir que se hable más alto, más bajo o más despacio; comprobar e indicar que se está siguiendo la comunicación;

señalar correcciones, clarificaciones o reformulaciones del discurso propio o del ajeno;

marcar la caracterización de una interrupción y señalar la producción, la necesidad o el deseo de cambio temático.

— Signos no verbales con usos comunicativos: identificar objetos y personas; ubicar objetos, personas, sucesos y lugares; describir estados, personas, animales, lugares, objetos y cosas; referirse a acciones presentes o habituales, pasadas y futuras; opinar;

expresar conocimiento, grado de certeza, sentimientos, sensaciones y deseos; sugerir, recomendar o aconsejar y reaccionar a ello; mandar o pedir a otros que hagan algo; dar instrucciones y prevenir, advertir o animar.

3) La transcripción total del discurso: lenguaje - paralenguaje – kinésica en su contexto interactivo, el cual contiene las siguientes fases, aparte de la escritura fonética lingüística:

a) Transcripción paralingüística, que incluye los siguientes cuatro tipos de fenómenos:

las cualidades primarias (rasgos individualizadores, timbre, volumen, tono, etc.), más los calificadores que pueden ser características permanentes de las personas;

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calificadores, o tipos de voz (áspera, trémula, susurrante, etc.); diferenciadores (risa, llanto, grito, toses y carraspeos, etc.); y alternantes, como clics, titubeos, etc.

b) Transcripción fonética, incluyendo los rasgos entonativos básicos y usando el apéndice de símbolos sugeridos en las páginas 122-127 del volumen I de su trilogía, clasificado en las siguientes zonas: pulmones y bronquios, esófago, laringe, faringe, zona alveolar-palatal, zonas dentales, zonas labiales y carrillos, la lengua, la mandíbula, cavidades nasales y vocales.

Por ejemplo:

Figura 1- Ejemplos de transcripciones fonéticas (Poyatos, 1994a:122)

c) Transcripción kinegráfica y parakinegráfica, usando las kinegrafías de Birdwhistell (1970) o símbolos propios tales como:

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Figura 2 - Ejemplos de transcripciones kinegráficas (Poyatos, 1994a:158)

Aparte, también se pueden usar otros medios para ilustrar los movimientos, tales como dibujos, que se usan para registrar gestos y maneras más elaborados, fases centrales del movimiento, gestos faciales básicos, posturas básicas, etc., con la ayuda de líneas y flechas de dirección, o imágenes múltiples; fotos, para registrar gestos y maneras simples, fases centrales del gesto, gestos faciales básicos, posturas básicas, etc., con la ayuda de líneas y flechas de dirección; y medios audiovisuales, para representar gestos multikinemorfémicos, cualidades, las fases del movimiento, gestos faciales completos, direcciónes del movimiento, pausas kinésicas, movimientos oculares, construcciones verbales–

paralingüísticos–kinésicas, construcciones intrasistémicas, construcciones intersistémicas, etc., usando a la vez el manual de parakinésicas (Poyatos, 1994b:221).

4) Descripción de los datos recogidos

Todos los datos recogidos requieren una descripción verbal completa que comprende: los rasgos parakinésicos pertinentes (campo, velocidad, etc.), la relación proxémica entre interlocutores en ciertos casos, la conducta cronémica (ej. el abrazo español entre hombres

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amigos, a menudo iniciado antes de su ejecución y a cierta distancia), su realización más estándar y cualquier combinación verbal-no verbal, etc.

Por otro lado, deben evitarse: ciertos detalles injustificados, ambigüedad y descripciones incompletas.

5) Comentario cultural

En ciertos casos es preciso añadir algún comentario cultural sobre el origen, nivel social o contexto situacional o carácter de préstamo intercultural de ese dato.

También es conveniente la realización de análisis cualitativos y cuantitativos de los datos antes de terminar, los cuales nos facilitarán la realización de tipologías y clasificaciones, nos ayudarán a comprobar la combinación de marcadores de distintos tipos y nos proporcionarán frecuencias de aparición que nos permitirán generalizar o no.

Una vez realizados los inventarios específicos, como indica Cestero (2006:75), ya se puede comenzar, de forma progresiva, a integrar los elementos de los distintos repertorios en los diseños curriculares, por ejemplo, en la enseñanza de lenguas extranjeras.

II.5. La incorporación de la comunicación no verbal en la enseñanza de lenguas extranjeras

Poyatos (1994b:227) es el primer teórico en proponer la introducción de la enseñanza de elementos no verbales en las aulas de LE como complemento de la didáctica tradicional, en los términos siguientes:

Aunque idealmente (el profesor) está entrenando a sus alumnos para ser 'hablantes', no les está entrenando para ser 'oyentes', mucho menos 'movientes' de esa lengua, ni 'espectadores' o 'descodificadores visuales' de ella. Y, sin embargo, esos alumnos tendrán que enfrentarse luego con hablantes-movientes nativos plenamente equipados que no solo utilizan un vocabulario y una gramática mucho más versátiles, sino todas sus posibles combinaciones con los demás repertorios audibles y visuales.

Y hablando de la comprensión literaria, indica que

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si los componentes implícitos no se interpretan correctamente esa novela ocultará a ese lector infinidad de elementos culturales, desde típicos rasgos paralingüísticos implícitos hasta todo un repertorio kinésico de gestos, maneras y posturas, que el lector nativo – o el que posee verdadera fluidez cultural – sabe apreciar en el texto porque sabe imaginar la estructura triple lenguaje-paralenguaje-kinésica tal como es o como, con un margen mínimo, puede ser, y por tanto revivir a esos personajes (Poyatos, 1994b:228-229).

Este último comentario nos ha resultado especialmente significativo y relevante para guiar nuestras actividades docentes como profesores de chino para traductores, ya que, tal y como hemos mencionado en el apartado sobre la motivación de la investigación, la interpretación incorrecta de los movimientos y lo que estos significan constituye uno de los errores más frecuentes de los estudiantes hispanohablantes de chino.

Poyatos (1994b:229-231) también ha sugerido una metodología básica de cómo realizar la didáctica de la CNV, en la que, resumiendo, ha mencionado los siguientes puntos:

 La distribución del material no verbal

 El orden de presentación de ese material

 La graduación del material no verbal

 la ilustración y descripción del material

 Los ejercicios de clase y de laboratorio

 Pruebas y exámenes

Su enfoque es general pero nos servirá como base para la realización de una propuesta de introducción del CNV en la didáctica del chino.

Después de esta breve introducción teórica a la CNV de Poyatos y Cestero, si volvemos a considerar las características de la enseñanza del chino y nuestras necesidades didácticas analizadas anteriormente, creemos que este marco teórico nos servirá como punto de partida tanto para realizar el análisis contrastivo entre las culturas/lenguas en contacto como para la parte aplicada, que consistirá en proponer actividades concretas de la

enseñanza de la CNV en clase de chino.

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