inofensivo, pues se
ha administrado interiormente hasta un gramo
ÁCIDO SALICÍLICO 101 por día sin que las funciones
del
cuerpohayan tenido la más ligera
perturbación.El ácido salicilico, por su acción sobre los fermentos, si bien en determinadas proporciones suspende y evita las
fermentaciones
alcohólicas en menor cantidadque lanecesariapara eseresultado,
actúa con más energía sobre las lácticas, butíricas, etc.,
anulando
porcompletosusgérmenes; lo cual
permite adicionarlo á los
mostosen tal proporción que sin interrumpir la
fermentación tumultuosa,
evite ó impidalas secundarias que perjudicarían á la
conservación
ulterior del producto.
El ácido salicilico, .mezclado con la sangre venosa, se tras-forma en salicilatos alcalinos, los cuales, aunquetengan también propiedades antifermentescibles, es en
proporción
sumamentemenor.
Se había creído que anularía la acción de la pepsina, en cuyo
caso peijudicaría á las digestiones; pero sólo
la retarda
unpoco y nada más, y senecesitaríauna cantidadrelativamentegrande
paraque se hiciese apreciable tal retardo en las
funciones digestivas.
Por último, ycomo una prueba de que si porde pronto no per¬
judica no puede perjudicartampoco
después, diremos
que,según
experiencias personales de Mr.Lajouk, el ácido salicilico tomado
al interior bajo cualquier forma que sea, se eliminaporlos ríñones
con más rapidez que lo que se creía; supresenciaenla orina
puede
reconocersemedia hora después de su absorción, y la eliminación completa se realiza á las veinticuatro
horas.
Manuel Vázquez de la Morena.
(Concluirá.)
VARIEDADES
Asociación deAgricultores de España.—El día 29 del ac¬
tual ha tenido efecto la Junta general de dicha Asociación, con el objeto de leerla Memòria anual, importante trabajo de su socio secretario D. Zoilo Espejo, y de hacer la elección reglamentaria
para la renovación de cargos vacantes en el Consejo de Adminis¬
tración de la sociedad. Los individuos del Consejo recientemente elegidos son los siguientes:
Presidente.—D. José de Cárdenas.
Vicepresidente 4.°—D. Pedro M. de Acuña,
ídem 5."—Sr. Duque deVeragua, ídem 6.°—D. Cipriano Rivas.
Secretario general.^—D. Zoilo Espejo.
Secretario 4.°—D. Manuel R. Ayuso.
ídem 5."—D. Celedonio Rodrigáñez.
ídem 6.°—D. Miguel Ortíz Cañabate.
Contador.—D. Miguel López Martínez.
Vocal 12.-^D. José M. Alonso de Beraza.
ídem 13.—D. Andrés Pérez Moreno, ídem 14.—D. Jacinto Orellana.
ídem i5.—D. Francisco deAsís.-Pacheco,
ídem 16.—D.
Casilijo
Azcárate.ídem 17.—D. PabloManzanera.
ídem 18.—Sr. Marqués de Benalúa.
ídem 19.—D. David Parsons,
ídem 20.—D. Eugenio Corcuera.
ídem 21.—D. MiguelBarrón.
ídem 22.—Sr. Marqués Navarro, ídem 23.—D. Vicente Morales Diez.
Felicitamos á todos los agraciados con los sufragios de sus con¬
socios y que con razón merecen las confianza que han depositado
en su ilustración y amorpor las mejoras agrícolas.
variedades 1
Direccióndel Instituto agrícola de Alfonso XII.—Casi todoslos periódicos han dado cuenta de la dimisión presentada
por el director dedicho establecimiento, Sr. Muñozy Rubio. Des¬
graciadamente el hecho parece confirmarse, influyendono poco en dicha determinación del Sr. Muñoz su delicado estado de salud, según nos aseguran. Se indican varias personas para reemplazar
al director dimitente; pero no sabemos que haya todavía nada de¬
terminadoen el asunto, y acaso se consigaque el Sr. Muñoz" haga
un esfuerzo para seguir dirigiendo el importante establecimiento
confiado á su ilustración.
*
Comisarios de Agricultura, Industria y Comercio.—Tam¬
bién ha presentado su dimisión de este cargo el Sr. D. Bonifacio
Ruiz de Velasco, que venía ejerciéndolo en laprovincia de Ma¬
drid, donde presidíasu Junta provincial de Agricultura. Para esta corporación ha de ser enextremosensible que se separe desulado
el ilustrado y activo presidente que durante muchos años la ha dirigido. En reemplazo del comisario dimitente, ha sido nombra¬
do el dignísimo vocal de la misma Junta D. Florencio Santibáñez,
y como comisario de mayor edad, pasaá ocupar la pYesidencia de
la Junta el respetable y conocido publicista D. Balbino Cortés y
Morales, que tan distinguidos servicios ha prestado á la misma corporación.
iff if: d:
Plantación de olivos.—El departamento de Agricultura de
la Confederación Argentina hapropuesto al Ministerio del Interior
un proyectosobre premios á losque introduzcan y cultiven el oli¬
vo en la República.
Se ofrece premio porlas estacas con raíces que se introduzcan
al País, por las estacas puestas en vivero, por las plantas
ingerta-das introduciingerta-das y por las plantas de un año ymedio, cuando me¬
nos, de puestas de asiento.
*
* *
Sobre la inmunidad de la vacunacarbuncosa.—Se nos ocur¬
re una pregunta, y antes la ha hecho ya el benémérito inventor
de la inoculación carbuncosa, Luis Pasteur :
¿Cuánto tiempo durará la inmunidad adquirida? Esto no podría
saberse sino porla experiencia directa. Hasta ahora se ha
demos-104 GACETA AGRÍCOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO
tradeque lainmunidad dura siete años. El poco tiempo trascur¬
rido desde las primeras inoculaciones noha permitido hacer otras observaciones, las que nos dirán cuánto podrá durar más.
El Sr. Cosson ha traído un elemento á lasolución del problema,
y es el referente al hombre. Un cultivador que en 1854
contrajo el
carbunco, ha sidorecientementeatacado denuevode la misma en¬fermedad, y la punción se ha practicado en el dorso de la mano.
Las diversas fases delaenfermedadsedesenvolvieron brevemente, yel caso se presentaba grave, cuando de repente, y contra
toda
previsión, los síntomasmorbososdesaparecieron, yel enfermo, pre¬servado por unasaturación precedente, equivalente á una vacuna¬
ción, salió incólume de tan arriesgada prueba. Hé aquíuna inmu¬
nidad que data de hace diez y ocho años, lo cualhacecreer quela
vacuna preserve bastante tiempo.
La observación del Sr. Cosson, dice Pasteur, es bastante intere¬
sante. Pero aun no estamosen el caso de asegurar que en el car¬
nero, que generalmente no vive más de diez años, la
inmunidad
por lavacuna dure muchos años. Se puede suponer que
la dura¬
ción de la inmunidad seaproporcional á la duración
media de la
vida en una especie dada. El hecho arriba, citado es el
solo
que permite apreciar lapersistencia de los efectos de lavacunacarbun¬
cosa en la especie humana.
Un veterinario francés—cuenta la Semana Agrícola—ha queri¬
do inocularse el carbunco, yha tenido el valor de
practicar sobre
sí mismo las dos primeras vacunas, las que dan la
inmunidad á
los animales domésticos.
«En esto, dice Pasteur, ha obrado
prudentemente,
estoyde ello
convencido. Y comprendo que su familia
haya impedido
que sesometaá la verdadera inoculación del virus, que debíajustificar de
un modo absoluto la cualidad refractaria, aunqueestoypersuadido
de que no habría corrido peligro alguno.»
Por aquí, á
no ser una circunstancia accidental, no podremos llegar áconocerladuración
de lainmunidad en el hombre.
*
* "S