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Reestructuración y modernización para actualizar el show

En julio de 1968 el Board of Trustees del NHM, con la aprobación del Primer Ministro laborista Harold Wilson, nombró a Frank Claringbull nuevo director del museo, en sustitución de Terence Morrison-Scott, próximo a retirarse. Esta fue la primera ocasión en que la elección del director no fue decisión directa de los Trustees, sino el resultado de un concurso público a cargo de la Comisión de Administración Pública.

Esta entidad es la encargada en el Reino Unido de regular la contratación en la administración pública con la finalidad de garantizar que los nombramientos se hagan con base en los méritos personales, después de una competencia justa y abierta. Esta medida sugería una imagen más democrática del museo acorde con el sistema político del país en el que la contratación del personal de las instituciones públicas se hacía sobre esas bases.

Aunque desde 1950 la Comisión de Administración Pública se hacía cargo de la contratación del personal en el NHM, el director era la única excepción hasta 1968 (Stearn,

1981). Pero ese cambio en el modo de elegir al director debe interpretarse también como un mensaje de distanciamiento de las prácticas del pasado y como preámbulo de la modificación estructural que estaba por venir.

La vacante publicada en la sección de empleos de The Times especificaba que los candidatos debían contar con conocimientos avanzados en biología y en alguna de las disciplinas de las que se ocupaba el museo: Zoología, Entomología, Paleontología, Mineralogía y Botánica. Además debían contar con experiencia en la dirección de proyectos de investigación y en el área administrativa. Aunque no se hacía mención alguna sobre las tareas expositivas y educativas, éstas estaban implícitas en el aspecto administrativo. Según señala Stearn (1981), las características que determinaron la selección de Claringbull fueron su gran interés en la educación y las exposiciones, así como su disposición a impulsar los cambios que el museo requería para transformarse.

Hasta entonces, los directores habían sido elegidos más por su reconocida carrera científica y su capacidad para influir favorablemente en la percepción del mundo natural por parte de la sociedad, que por su capacidad de gestión. Esto da una idea de las dos posturas opuestas que dieron lugar al debate sobre la identidad del museo. Por un lado, el modelo tradicional de conservación, con un discurso expositivo más académico, dirigido principalmente a un público especializado; por el otro, el modelo renovador, con un discurso más accesible, comprensible para todo el público. Pero esa transición implicaba una reorganización de las funciones y las estructuras del museo que será explicada en lo que resta del capítulo.

Claringbull estudió en el Queen Mary College de Londres, donde se graduó como Licenciado en Química en 1932 y Doctor en 1935, año en el que se unió al personal del Departamento de Mineralogía del NHM. De 1939 a 1945 se separó del museo y fue a la Universidad de Birmingham para aprender las técnicas de cristalografía de rayos X utilizadas para la determinación de estructuras cristalinas. Allí coincidió con Ernest Gordon Cox (1906-1996), uno de los pioneros en esa técnica experimental y con quien colaboraría durante la Segunda Guerra Mundial en la investigación de explosivos para el

Ministerio de Abastecimiento y el Ministerio de Defensa. Como resultado de esas investigaciones, Claringbull logró formar el cristal más grande, hasta entonces conocido, de Trinitrotolueno (TNT). En 1945 regresó a trabajar al museo y describió hasta siete minerales nuevos, incluyendo la sinhalita, la taaffeita y la kalsilita. Gracias a su trabajo fue nombrado en 1953 jefe del Departamento de Mineralogía, cargo que desempeñaría hasta 1968, año de su nombramiento como director. En ese periodo publicó, junto con Lawrence Bragg, la obra Crystal Structures of Minerals (1965), sobre su amplia investigación mineralógica.

Si bien es cierto que Claringbull contaba con méritos científicos relevantes, la característica que convenció a los Trustees de que se trataba del indicado para el trabajo fue su “receptividad innata” a sus ideas para los próximos años (Stearn, 1981: 348). Es decir, encontraron que se trataba de una persona dispuesta a incorporar cambios administrativos importantes en el NHM y a asumir el “reto de modernizar el museo” dándole un nuevo estilo a las galerías (McKie, 1991). Claringbull aceptó la responsabilidad de actualizar el

‘show’ y así incrementar el número de visitantes (Fortey, 2008), aunque eso implicara descuidar un poco las tareas de investigación.

1.2.1 Estrategias para una nueva imagen del NHM

En el NHM vieron una primera oportunidad para incrementar la financiación y para ofrecer una imagen más atractiva al público en la demanda creciente de publicaciones y souvenirs sobre las exposiciones y la historia natural en general. Las primeras eran una forma de ilustrar los temas que podían estudiarse en las exposiciones, expandiendo poco a poco el alcance del desarrollo educativo de la institución. Pero para Claringbull y los Trustees eran también una estrategia de autofinanciación en respuesta a “las realidades de la vida en un mundo cambiante” y, por esa razón, se multiplicaron las publicaciones de carácter popular (Stearn, 1981: 355).

Figura 1.3 Publicaciones producidas por el Departamento de Publicaciones del NHM a partir de la segunda mitad de la década de 1970. DF702/10/1, DF514/1/1. NHM Archive.

Esas publicaciones incluían libros, guías, folletos con los conceptos e imágenes de las exposiciones, así como referencias sobre el tema, carteles, postales e incluso modelos de algunos especímenes emblemáticos expuestos en las galerías (ver Figura 1.3). En 1976, en vista de que el monto de los beneficios obtenidos aún no era suficiente para cubrir las expectativas iniciales, fue contratado Robert Cross, un responsable de las publicaciones con una amplia experiencia en el ámbito comercial. Su función consistía en coordinar la impresión de los materiales y desarrollar oportunidades de mercado para incrementar los ingresos.

Los modelos a escala proporcionaron al museo otra oportunidad para generar recursos y darse a conocer ante el gran público. En febrero de 1974 el Board of Trustees del museo aprobó firmar un contrato con la empresa Invicta Plastics Ltd para que ésta fabricara y distribuyera los modelos de animales prehistóricos diseñados por el NHM6 (ver Figura 1.4).

A cambio, el museo recibiría el 5% de las ganancias y el fabricante debía incluir el nombre del museo en los modelos (Trustees NHM, 1974a). En conjunto, hasta 1993, se produjeron 23 modelos diferentes y durante los primeros años fueron distribuidos ampliamente, incluso fuera de Gran Bretaña.

Figura 1.4 En la década de 1970, en asociación con el NHM, la empresa Invicta Plastics Ltd, produjo una serie de figuras de dinosaurios a escala. Las figuras siguieron fabricándose y comercializándose hasta la década de 1990

(High Quality Museum Lines: Invicta, s.f.; JurassicCollectables, 2012).

Además, como parte de esas modificaciones para hacer el museo más atractivo para el público, se hicieron adaptaciones en sus instalaciones para evitar la aglomeración de visitantes. Entre otros ejemplos se construyeron espacios para que los niños pudieran comer, aulas para que tomaran alguna lección y se aumentó el número de lavabos (Trustees NHM, 1973).

1.2.2 Ruptura del orden establecido en el NHM

Al mismo tiempo que en el NHM existía una preocupación por los recortes a la financiación, sus Trustees sentían la necesidad de adecuar a corto plazo la institución a lo que ellos consideraban qué debería ser y en qué debería consistir un museo de historia natural contemporáneo. Desde su punto de vista, el público percibía las galerías del museo como anticuadas, aburridas y demasiado técnicas, y hacia finales de 1969, solicitaron a Claringbull que buscara la manera de renovarlas.

Para esas fechas el avance de los medios audiovisuales, con su lenguaje total, era ya significativo. Y el NHM no podía sustraerse a la penetración de esos medios, en especial la televisión, en los sectores populares. En septiembre de 1970, Christopher Lafontaine produjo para BBC Television un episodio sobre el NHM. Formaba parte de la serie de

documentales de divulgación científica Horizon. El episodio se tituló Noah's Ark in Kensington y tanto los Trustees como el director del museo lo aprovecharon para exponer su punto de vista sobre el pasado y el presente del mismo. Se dejaba caer, para ello, una que otra pista sobre sus planes a corto plazo para renovar las galerías del museo con la intención de convertirlas en una herramienta didáctica (Lafontaine, 1970).

En el documental, Claringbull reconocía la importante labor que el museo había venido realizando siempre en la recolección, conservación e investigación de las colecciones. No obstante, sostenía que ésta era una tarea que se llevaba a cabo únicamente en los sótanos del museo. La mayor parte de las colecciones estaban disponibles para todos los especialistas del mundo, pero permanecían ocultas al público. Señalaba que su intención, y la del Board of Trustees, era continuar con esa labor de investigación, pero transformar también la política expositiva, dándole una mayor participación al personal encargado de la función pedagógica y limitando la injerencia de los conservadores en el diseño y la interpretación de las exposiciones.

De modo que para Claringbull habría que modificar el papel que debían jugar a partir de ese momento los conservadores y científicos del museo en las exposiciones. De ahí que una de sus primeras medidas como director fue quitar el control de las galerías a los conservadores de los departamentos y hacerse cargo él directamente, como un primer paso para establecer una política unificada de exposición (Miles, 2008). La razón de semejante decisión, que suponía un duro golpe a la erudición y a los valores tradicionales del museo, se hallaba no sólo en las nuevas tendencias de gestión que Claringbull deseaba introducir en el NHM. Con esa medida fijaba también su posición en el debate en torno al lugar que debían ocupar las colecciones en el plano expositivo y las funciones que debían desempeñar los expertos en las nuevas exposiciones, como apoyo a otros profesionales del museo encargados del desarrollo expositivo.

El énfasis del documental arriba mencionado recaía, por lo tanto, en las labores educativas del museo y en las nuevas formas expositivas. Mostraba la opinión de los responsables sobre la manera en que hasta entonces se desarrollaban ambas funciones, pero

ante todo articulaba un discurso sobre el compromiso de ampliar y mejorar la función educativa; de repensar y expandir la labor expositiva y de realizar cambios importantes en la relación entre el público y el museo. Esa ruptura al orden establecido no sería una sustitución sencilla y sin problemas de la concepción y las prácticas anteriores.

A lo largo de este trabajo quedará de manifiesto cómo muchos de los cambios introducidos en los años posteriores generaron acalorados debates que traspasaron el ámbito privado del museo y saltaron a la esfera pública. Se trataba de cambios estructurales que plantearon nuevos retos e interrogantes como el papel de los museos en la sociedad, el lugar de las colecciones en relación con las funciones expositivas y de investigación, además de las tareas de los profesionales del museo en todo ese proceso.

1.2.3 Concepción del nuevo esquema de exposiciones (NES)

El reto de Claringbull era construir una nueva concepción del NHM acorde con la nueva identidad que comenzaban a adquirir los museos de ciencia e historia natural no sólo en Gran Bretaña, sino también en otros países. Como resultado de entender el museo como un espacio de divulgación, a la par de su labor de investigación, resultaba necesario modificar sus tendencias expositivas y prioridades para poder hacer frente a la competencia que le suponían la televisión y el resto de los nuevos medios de comunicación científica.

Para que esta nueva concepción del museo prosperara era imprescindible también potenciar la idea de que las exposiciones, bajo el modelo tradicional, respondían a una concepción obsoleta, de la identidad del museo y sus funciones. Crear una cultura hacia la innovación, significaba así, cambiar ciertas formas de pensar, cambiar algunas representaciones por otras, basadas en nuevos principios, expectativas e intereses considerados más acordes con la situación del momento. El registro taxonómico de la biodiversidad, donde los especímenes del museo eran presentados de una manera organizada y estéticamente agradable, dieron paso abruptamente a los principios abstractos

de las ciencias de la vida, al método experimental y a temas científicos familiares para la sociedad.

Los cambios que Claringbull anunció en el episodio de Horizon comenzaron a materializarse poco tiempo después. Entre 1970 y 1971 el NHM realizó una serie de encuestas entre el público para averiguar cuáles eran las necesidades del programa escolar y los intereses de los visitantes en lo que se refiere a historia natural (Stearn, 1981: 367).

Estas encuestas fueron utilizadas ante la Standing Commission on Museums and Galleries como prueba de que el museo necesitaba una mayor financiación y más personal para llevar a cabo sus tareas expositivas y educativas7.

A partir de estas encuestas, los directivos del museo argumentaron que las exposiciones eran pensadas por científicos para científicos y eran adecuadas únicamente para una minoría del público que contaba con una sólida base científica. Sostenían por el contrario, que las exposiciones planificadas dentro del nuevo modelo que Claringbull buscaba desarrollar debían ser pensadas para un público más representativo del conjunto de la población, en su mayoría sin ningún conocimiento de biología. Las nuevas exposiciones debían ser más didácticas para un visitante modelo con un nivel de escolaridad de no más de 15 años, y estarían vinculadas con imágenes y situaciones familiares. Por una parte, ése era el nivel de escolarización promedio del público que visitaba el NHM, y por otra, esto era coherente con el deseo de los Trustees de que el museo dejara de ser sólo una fuente de información y se convirtiera además en un centro recreativo y de entretenimiento, con los niños como foco de atención8. Más adelante se abundará sobre la forma en que los creadores del nuevo discurso expositivo definieron el perfil del público potencial al que irían dirigidas las exposiciones.

Paralelamente, en 1970 el NHM formó el Departamento de Educación, que nació como una escisión del Departamento de Exposiciones, entonces dirigido por Michael George Belcher (1942-1993). Belcher se quedó con 17 personas a su cargo y el nuevo departamento fue compuesto inicialmente por dos guías y tres profesores, todos bajo la supervisión de Frank H. Brightman (1921-1996), primer jefe del Departamento de

Educación. La tarea principal de este nuevo departamento era estructurar las exposiciones en torno a las tecnologías educativas.

Claringbull determinó que los cambios debían concentrarse en las actividades de exposición y comunicación. El museo debía planificar y materializar dos nuevas misiones:

la pedagógica, como complemento de la educación formal de las aulas y la comunicativa para transmitir la biología al público con pocos conocimientos. Con esa finalidad, en noviembre de 1971 formó y presidió un panel de estudio encargado de establecer las bases para la reestructuración de las galerías del museo. Además de Claringbull, el panel estaba compuesto por once miembros del personal científico del museo y el ya mencionado Frank H. Brightman. Entre los científicos destacaban Roger Steele Miles, entonces Senior Scientific Officer del Departamento de Paleontología y que era el secretario del panel, John Francis Michael Cannon (1930-2008), Principal Scientific Officer del Departamento de Botánica y Laurence A. Mound (1934-), Senior Scientific Officer del Departamento de Entomología.

El grupo elaboró un documento, titulado A proposal for a new approach to the visiting public (British Museum (Natural History), 1972), que Claringbull presentó a los Trustees el 23 de febrero de 1972. El texto definía de manera muy general el enfoque científico de las exposiciones para las siguientes dos o tres décadas (Miles, 2008). A partir de ese momento comenzó el desarrollo del New Exhibition Scheme (NES) del NHM, un nuevo modelo expositivo pensado para proporcionar información y entretenimiento a los visitantes. Se determinó que éste giraría en torno a cuatro ejes temáticos: ‘Ser humano’, ‘Ecología’,

‘Procesos vitales y comportamiento’ y, finalmente, ‘Evolución y diversidad’.

Los acontecimientos posteriores continuaron desarrollándose bastante rápido. Tres grupos de trabajo diferentes, formados por miembros del personal científico, concluyeron las propuestas para el contenido de los tres primeros ejes temáticos. El cuarto eje,

‘Evolución y diversidad’, no se desarrolló en esta primera etapa ya que Claringbull consideró que era el único tema en el que el personal científico del museo contaba con suficiente experiencia. Los grupos de trabajo para ‘Ecología’ y ‘Procesos vitales y

comportamiento’ fueron presididos por los ya mencionados John Francis Michael Cannon y Roger Miles, respectivamente. Arthur C. Bishop, (1930-), que en ese momento era Principal Scientific Officer del Departamento de Mineralogía, estuvo a cargo del eje temático ‘Ser humano’. Las tres propuestas fueron presentadas, con su respectivo informe, al Board of Trustees en noviembre de 1972 (Anónimo, 1972a; Anónimo, 1972b; Anónimo, 1972c).

Al mismo tiempo, un nuevo grupo de trabajo, coordinado por Colin Patterson (1933-1998), Principal Scientific Officer del Departamento de Paleontología, preparaba el informe del tema ‘Evolución y diversidad’, el cual fue concluido en octubre de 1973 (Anónimo, 1973). Ese mismo año, Claringbull seleccionó a Miles, paleontólogo especializado en paleoictiología, pero con gran interés en la educación informal en los museos, para coordinar la planificación y el desarrollo del NES y éste fue trasladado del Departamento de Paleontología a la Dirección9. Sería el responsable de tomar las decisiones necesarias para garantizar el éxito del proyecto.

Un año después, el primero de enero de 1975, se formó el Departamento de Servicios Públicos, encabezado por Roger Miles, con la finalidad de fusionar y centralizar las actividades de educación y exposición del museo. El nuevo departamento se encargaría de la planificación y materialización de las futuras exposiciones con el fin de concentrar el trabajo del equipo de diseño, los servicios educativos y los responsables de evaluar tales exposiciones (Stearn, 1981; Natural History Museum, s. f.c). Este departamento se formó a partir de la fusión del ya existente Departamento de Exposiciones con el nuevo personal contratado para desarrollar el NES y seis meses después se incorporó también el Departamento de Educación.

Para cuando Frank Claringbull se retiró de la dirección, en mayo de 1976, el discurso expositivo del museo ya estaba tomando un nuevo curso con el desarrollo de un plan a mediano plazo para ampliar las galerías y modificar sus contenidos. Su sucesor fue Ronald Henderson Hedley (1928-2006), que entró en funciones como nuevo director en junio de 1976. Desde 1971 Hedley se desempeñaba como director adjunto del NHM, cosa que sin

duda lo hacía un buen candidato para el puesto de director. Desde esa posición estaba enterado de primera mano sobre los cambios que se estaban gestando al interior del museo para modificar las actividades educativas que el museo debía ofrecer. Bajo su dirección, Roger Miles continúo siendo el hombre fuerte del NES.

El personal a cargo del NES decía buscar un cambio en el sentido y el mensaje del museo, acorde a los avances de la historia natural. El nuevo esquema debía partir de las cuestiones más actuales de la denominada ‘biología moderna’ expresada en una forma comprensible para todo el público (Miles, 1979a: 8). Pero ¿qué entendía Miles y su personal por ‘biología moderna’ y en qué se diferenciaba ésta de lo que hasta entonces ofrecían las galerías del museo?

El NHM se encontraba dividido en cinco departamentos Zoología, Entomología, Paleontología, Mineralogía y Botánica y para Roger Miles dicha división reflejaba un enfoque bastante fragmentado de la naturaleza10. Consideraba que los nuevos temas debían borrar cualquier rastro de esa división tradicional por departamentos y, en su lugar, mostrar

El NHM se encontraba dividido en cinco departamentos Zoología, Entomología, Paleontología, Mineralogía y Botánica y para Roger Miles dicha división reflejaba un enfoque bastante fragmentado de la naturaleza10. Consideraba que los nuevos temas debían borrar cualquier rastro de esa división tradicional por departamentos y, en su lugar, mostrar