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prendida entre 55° y 60°; cuando en el caldo se ha iniciado ya la

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acción de losfermentos, esdecir, que seencuentreenfermo, espre¬

ciso, sinembargo, paraque los efectos

del calor

sean

eficaces,

que

latemperatura seeleve de

65°

á

70°.

(1) véase la pág. 386 del tomoXIV.

ENFERMEDADËS Y DEFECTOS DE LOS VINOS 55 Como debe procurarse á todo trance que el vino experimente

poreste tratamiento las menores modificaciones posibles, es de

todopunto necesarioque ninguna de sus partes se eleve á mayor temperaturadelas indicadas, según los casos, y queestaelevación

ó acción del calorduretansóloalgunos instantes.Porigual motivo,

estambiénindispensableel evitar el contacto del caldo caliente con el aire, pues quede otro modo se oxidaria el primero y adquiriria

un sabor á quemado, modificándose más ó ménos profundamente

6 perdiéndose parte del aroma yotras cualidades importantes del

caldotratado.

Guardando todasestasprecauciones se consigue, según el señor Pasteur: i." queel vino queda másaptopara conservarse, desuerte que con un poco de cuidado se puede guardarsin peligro hastaen

bodegas relativamente calientes,y expedirlo á grandes distancias;

3.° que el mismo vino, aunqueempiezapor enturbiarse, adquiere despues un hermoso color claro y el carácter de añejo; 3.° yúlti¬

mo, que no se pierde nada de la bondad de los vinos, áun cuando éstostengan aroma ó bouquet. Estas afirmaciones nos 'parecen, sin embargo,untanto exageradas, y porlo que nosotros sabemos, no recomendaremos el procedimiento del calentamiento para preser¬

varotros vinos que los comunes, y en ningún caso los finos.

Algunos enólogos han atribuido al calentamiento la propiedad

de convertiren insolubles muchos principios constitutivos del vi¬

no, necesarios á la vida delosfermentos, queproducenlas enferme¬

dades de los mismos; de suerte que éstas no podrán yadesarrollar¬

se en un caldo quehaya sido sometido á dicho calentamiento. Es indudableque algo deestosucede, esdecir, que alguno de los prin¬

cipiosque contiene el vino se vuelvenen mayoró menorparte in¬

solubles, como por ejemplo, las materias albuminosas,que porla

acción del calor se coagulan; pero esto no es tan completo que no

pueda ya viviren elcaldo ningún fermento.

En comprobación de quetodavía pueden vivir estos fermentos

en unvino calentado, podemos citar en primertérmino la observa¬

ción del distinguido enólogo Sr. Nessler, de quelas microscópicas plantasó floresdel vinagresehan presentadoen uno deestosvinos,

y por consiguiente, se ha formado también en élvinagre, merced á losesporosconducidos porel airehasta el caldo. Porotra parte, si

se sometealcalentamiento unvino que todavía nohaya

completa-56 GACETA AGRÍCOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO

do la fermentación, y que, porlo tanto, contiene aún cierta canti¬

dad deazúcar, estafermentaciónqueda realmente paralizada, y el

caldo puede aclararse y permanecer ental estado durante un tiem¬

po más 6ménos largo; pero como las materiasque son necesarias para la alimentación de la levadura no desaparecen por aquel ca¬

lentamiento, puede presentarse otra vez dicha fermentación, en cuanto llegue hasta el caldonueva levadura. En suma, por el ca¬

lentamiento no seprotegen los vinos contra las alteraciones, sino

todo el tiempo que consigamos que no lleguen á su contacto nue¬

vosfermentos, procedentes del aire, de lavasija en que se envasan ó de otro origen cualquiera.

Dedúcese de todo esto: i.°que esnecesarioqueelvinose envase todavía muy caliente al salir del aparato de calentamiento, para que mueran los gérmenes que puedan encontrarse en la vasijare¬

ceptoraó seanconducidos porel aire, ó en otrocaso, que la vasija

esté recien azufrada; 2° elvino se guardará de modoque no llegue

hasta estevino el aire atmosférico, puesde otra suerte, habiéndose

ya enfriadoy en contacto con los fermentos que este aire puede arrastrar, se alteraria de seguro, siquiera no lo hiciese contanta energíapor haber disminuido en el caldo la cantidad de materia nitrogenada, tanindispensableparala alimentaciónydesarrollo de aquellosfermentos. Por lo demás, cuando se introduce el vino to¬

davía caliente en una vasija, es precisoque ésta haya sido lavada

con el mayor cuidado para privarla sobre todo de tártaro, puesto que esta sal se disolverla en el caldo envasado y le comunicarla

un sabor áspero que no desaparece sino lentamente y á baja temperatura.

Expuestas lasnociones queanteceden sobre el calentamiento de

los vinos, vamos á describir elprocedimiento y losaparatos prin¬

cipales empleadosen el dia. Al efecto, empezaremos porel calen¬

tamiento del vino embotellado,que esel caso más sencillo.

Según elSr. Pasteur, el vino se embotella despues que hater¬

minado de darposo ó sedimento, y se cierra la botella con un

buen corcho que se sujeta perfectamente con bramante. Hecho

esto, se ponen las botellas al baño-maría á una temperatura de 60°, colocándolas derechas durante un cuarto de hora próxi¬

mamente.

Es indudableque porlagran dilatación que experimenta el vino

ENFERMEDADES Y DEFECTOS DE LOS VINOS 5y

duranteelcalentamiento, se correrá el riesgo de que se rompan las

botellassi éstas no son bastante fuertes ó no encuentra salida el caldo en excesopor los porosdel corcho. Por este motivo, se acon¬

sejaporalgunosque se deje en el cuello de cada botellaal llenarla y taparlaun espacio vacio de dos á tres centímetros de altura. El Sr. Pasteur, sin embargo, dice que no esnecesariaestaprecaución,

porque el vino al dilatarse encuentra fácil salida por el corcho, gracias á la porosidad de éste; pero comoestaporosidad puede no

ser suficiente para dar salida al exceso del caldo al tiempo de la dilatación, por la gran rapidez con que ésta se verifica, nosotros

creemos no está demás la precaución de dejar el vacio indicado.

Para fundar más nuestra opinion vamos á hacer un sencillo cálculo sobre este particular.

La dilatación aparente de un vino que contenga de 12 á 13 por

100de alcohol, es igual á 0,053 ^ pasar de 0° á 100°. Admitiendo

que latemperatura inicial del liquido sea i5°, y que esta tempera¬

turallegue enel tratamiento á 60", el aumento de volúmen estará representado por

V X 0,000 53 X (60—15) = V X 0,02385.

De suerte que, siendo la cabidade las botellas ordinariasde0,80

de litro, el volúmen del vino aumentará indudablemente en el ca¬

lentamiento 0,01908. Esta dilatación, como se vé, es demasiado considerable para que deje de inspirar recelos respecto á la proba¬

bilidad de que salten los tapones de las botellas duranteel calenta¬

miento, si no encuentra eficazy prontasalida el exceso devino.

Sea como quiera, una vez las botellas retiradas del baño, yasi

que se han enfriado, se introduce el corcho lo suficiente y se afir¬

mabien, lacrándolo si se considera necesario.

La figura 8.®representa unbaño-maria paracalentar el vinoem¬

botelladopor medio del gas de alumbrado; pero se comprende que

puede emplearse cualquier otro combustible. Por medio de un ter¬

mómetro, introducidoen una botella que solo contiene agua, se tiene conocimiento de la temperatura del vino, añadiendo al baño aguafría cuando pasa ésta de los 60°, 6 se aviva el fuego

si no llega á ella. Las botellas se colocan en un porta-botellas con

el doble objeto de poderlas introduciry sacar confacilidaddel baño

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yde evitarque toquen los fondos de las mismasal metal dela cal¬

dera,porque sepodrían romper si esto sucediera.

Cuando el número debotellas á calentar sea considerable, se

puede seguir el método aconsejado porel Sr. Vergnette-Lamotte,

queconsiste en valerse del calor de unaestufa. Compónese éstade

una estancia, dentro de la cual se disponen ordenadamente las bo¬

tellas, una de las cuales debe estarllena de agua y contener un termómetro, colocándola sobre el pavimento. El caldeo se puede

hacerpor medio de un horno de hierrocolocado dentro de la mis¬

ma estufa, ó bien por medio de un hogar exterior. Se enciende el fuegoque se mantiene vivo hasta que el termómetroacuse latem¬

peratura deseada, conseguido lo cual se apaga aquél y se cierra

bien laestufa, que no seabre sino despues de enfriada.

Seráoportuno.tener siempre unas cuantas botellas de vino sin

calentar para poder compararlo despues, trascurrido que sea cierto tiempo, conelque se ha sometido al calentamiento.

El Sr. Pasteur probó también á calentar el vino en barrilitos de

30 litros de cabida, manteniéndolos dentro del agua del baño ca¬

liente durante cinco ó seis horas. El tapón debe ponerse de modo

que quedeun respiradero para dar salida fácil al líquido dilatado,

que se recoge convenientemente para que no se pierda. Cuando el

termómetro introducido en el barril señala 60°, se saca éste del baño, se le aprieta el corcho y se trasporta á la bodega.

Este sistema de caldeo del vino, lo mismo queel queconsisteen calentar el interior de la vasijapormedio de serpentines conve¬

nientemente dispuestos, no produce tan buenos resultados como losaparatos especiales destinados al caldeo en grande de los vinos

destinadosparticularmente á la exportación, y de los cuales vamos

ádar á conocerlos más principales, según hemos ofrecido al prin¬

cipio. En la figurag.® estárepresentado uno de estos aparatos ca¬

lienta-vinos, inventado porlos Sres. Giret y Vinas, destiladores de

Beziers.

Este aparato consta esencialmente de dos órganos; el calefactor

rí y el refrigerante B. El vino, elevado por medio de una bomba

aldepósito superiorR, penetra en laparte baja del refrigerantepor

el tubo t, subepor laenvolventeinterior I hasta lapartealtay pasa porel tuho T ála envolvente interior Kdel calefactor A; la recor¬

re de arriba abajo, pasa por baáenfriarseen la envolvente exterior

ENFERMEDADES Y DEFECTOS DE LOS VINOS 59 del I'efrigerante e en contacto del vino frio, pasando por I, y sale,

enfin, porla Haver. La parteexterior del

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