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Motivos y situación de salida de los recursos residenciales

En referencia a los motivos de salida de los jóvenes, se puede diferenciar este momento en función de quién toma la decisión. Por un lado, cuando la decisión es tomada por los profesionales, puede ser más o menos consensuada con el joven; llevando a cabo tanto salidas programadas como expulsiones en un plazo de tiempo razonable. Es decir, las salidas decididas por el profesional pueden suceder o bien por considerar que el joven ha logrado los objetivos por los cuales estaba en el piso o bien por situaciones límite en las que considera que el joven no debe estar en el recurso.

Las expulsiones están condicionadas, principalmente, a la falta de predisposición y el incumplimiento reiterado de la normativa del recurso mediante faltas leves; aspecto que conlleva un mal comportamiento del joven, distorsión en la convivencia con los compañeros y faltas graves, las cuales son consideradas como expulsiones directas, como por ejemplo agresiones, robos en el recurso o cometer algún delito. Un aspecto interesante sobre las faltas leves es la reflexión que hacen varias entidades sobre las exigencias a los jóvenes que se encuentran en el sistema de protección y las exigencias a los jóvenes que están fuera de él, considerando una seria desventaja para los primeros.

[…] la tercera vez que se llama la atención porque han encontrado a gente en el piso, porque hemos encontrado bebidas alcohólicas o porque no se va a la escuela, se le echa a la calle. Con eso quizá si somos demasiado estrictos y quizá por eso tenemos el piso vacío, no lo sé. Pero te lo cuestionas, ¿eh? Porque yo tengo hijos y a mis hijos les perdono muchas más cosas en la vida. En este sentido te lo digo. Claro que son mis hijos y estos no, pero… entiendes, ¿no? (Entidad núm. 11)

No hay como tener un hijo adolescente (risas), pero a mí me sirve, ¿eh? Es curioso ver qué le pides a uno y que le pides a las otras. A veces te ves diciéndoles cosas a las chicas que no se las diría a mi hijo y es triste a veces, pero tienen que crecer rápido y con unas necesidades y es chungo. (Entidad núm. 12)

[…] les estamos pidiendo todo un proceso de autonomía con 18 o 19 años y tenemos a nuestros jóvenes que con 30 años están en casa. Se les pide mucho más y tampoco son tan maduros con esa edad como para distinguir según qué cosas. (Entidad núm. 13)

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Hay que considerar que los jóvenes que han logrado sus objetivos puede ser decidido por ambas partes (educador/joven) o solamente por una de ellas. Dentro del logro de los objetivos se considera tener unas condiciones mínimas para poder vivir, aspecto que incluye principalmente tener una estabilidad económica, ofrecida por un empleo o bien por el cobro de una prestación, pero también sentirse preparados y tener las herramientas necesarias para saberse desenvolver en la sociedad.

Fuente: Elaboración propia

Por otro lado, cuando la decisión es tomada por el joven, viene condicionada, según las entidades, por la falta de predisposición de aguantar un control educativo y que les digan lo que deben y no deben hacer, por haber estado demasiado tiempo dentro del sistema de

JOVEN

EDUCADOR EXPULSIONES

Falta de predisposición hacia la normativa del recurso.

o Mal comportamiento.

o Reiteración de faltas.

o Distorsiones en la convivencia o Faltas graves

No aprovechamiento del recurso.

Delitos

LOGRO DE LOS OBJETIVOS

Tener cierta estabilidad o Económica o Laboral

Sentirse preparados para emanciparse DECISIÓN PROPIA

Exceso de tiempo en el sistema de protección.

Falta de predisposición para soportar el control educativo.

El recurso deja de cumplir sus expectativas

Voluntad de retornar con la familia.

Ilustración 6: Motivo de salida de los jóvenes según los profesionales

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protección, porque el recurso deja de cumplir sus expectativas o bien, en menor grado, el retorno con la familia o irse a vivir en pareja.

Una percepción bastante generalizada de los profesionales que contradice los datos presentados por la Administración, es que hay que “empujar” a los jóvenes a su salida, ya que estos, frecuentemente se acomodan en el recurso o bien sienten miedo por la incertidumbre de su vida fuera de él.

Pues porque yo les digo “oye, id buscando algo, que ya llevas aquí dos años” […] Es que ellos no se irían nunca. (Entidad núm. 8)

Normalmente no dicen me voy muy frecuentemente. Ya es dentro del proceso donde marcas unos plazos y se va perfilando. […] yo lo que me he encontrado es que ha sido necesario marcar unos plazos. Hay que animarlos un poco a salir. (Entidad núm. 15)

[…] las hay que tenemos que empujarlas un poco más, porque el miedo de qué pasará a los 21 años no se les ha pasado. (Entidad núm. 16)

Sí, les has de dar un ultimátum, decir “bueno, te tienes que ir”. (Entidad núm. 25)

En cuanto al destino de salida, la mayoría de las entidades coinciden en que los jóvenes, una vez finalizada su estancia en el recurso, o bien van a vivir a pisos compartidos o alquilan habitaciones. Sobre los primeros, los jóvenes buscan compartir piso con amigos, generalmente de la misma cultura, o bien con compañeros de trabajo o de estudios. En algunas ocasiones también con jóvenes compañeros del recurso. El alquiler de habitaciones se produce por tener ya a un amigo viviendo en el mismo piso o bien por información captada en los locutorios, aunque esta modalidad también se da en familias conocidas por los jóvenes, principalmente en la población subsahariana.

Una salida también frecuente para los jóvenes autóctonos es el retorno con la familia y la salida con la pareja principalmente en las chicas o bien con la familia de la pareja. Tres entidades ponen de manifiesto que, en ocasiones puntuales, los jóvenes pueden salir hacia otro piso asistido o pisos de alquiler social para jóvenes extutelados. En el caso de la población inmigrante, el regreso a su país de origen no es una opción contemplada por

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los jóvenes ya que se contempla como un fracaso en su proceso migratorio. Una sola entidad comenta el regreso a su país de un joven como caso anecdótico.

Respecto a la situación de salida de los jóvenes, se distinguen cuatro ámbitos diferentes:

• Laboral: la mayor parte de las entidades manifiesta que los jóvenes salen sin trabajo o a lo sumo, con trabajos esporádicos o con malas condiciones laborales.

No obstante, también son frecuentes las entidades que declaran lo contrario y que sus jóvenes han salido con trabajo, aun siendo estos principalmente en empresas de inserción. Donde todas las entidades coinciden es en el cambio económico producido y en la dificultad actual de encontrar un empleo creando un sistema de dependencia en los jóvenes a las prestaciones económicas.

Que le den trabajo a esta gente, porque esto es indigno. Que se tengan que ir a buscar la comida al banco de alimentos o que el educador le tenga que llevar la comida al pobre niño, es indigno.

[…] Por lo tanto nosotros, los que tenemos un poco de responsabilidad, pequeña, pero la tenemos, debemos intentar hacerles tener ese orgullo que se tiene que tener para decir: “no quiero que me des nada” que a mi edad, la mayoría de gente la tiene. No sé por qué narices lo tenemos, pero es muy común el

“no, me lo tengo que ganar yo”. Ese orgullo que yo veo como sano, es el que creo que les tenemos que transmitir. “No pongas la mano, ¡curratelo!” Dar alguna cosa a cambio. (Entidad núm.11)

• Formativa: Una consecuencia de la situación laboral es el aumento de jóvenes que se dedican a estudiar. La mayor parte de jóvenes salen de los recursos habiendo estudiado CFGM o PQPI.

• Económica: Sobre el ámbito económico, los jóvenes salen de los recursos principalmente cobrando la prestación no contributiva de la RMI y habiendo cobrado, durante su estancia en el recurso, las ayudas ofrecidas por el ASJTET.

También existe un cambio de concepción respecto a la RMI, dado que las entidades, inicialmente, no querían acogerse a esta prestación. No obstante, debido a las pocas posibilidades económicas que tienen estos jóvenes en el