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Finalidades y estrategias de intervención educativa

1. LOS RECURSOS RESIDENCIALES DIRIGIDOS A JÓVENES EXTUTELADOS EXTUTELADOS

1.5. Finalidades y estrategias de intervención educativa

Al preguntar a las entidades sobre la finalidad de sus recursos residenciales, todas coincidieron en hacer referencia a la adquisición de autonomía por parte de los jóvenes como forma de abordar la emancipación y a las funciones de los recursos residenciales como figuras de acompañamiento y apoyo a este proceso. La diferencia más importante detectada fue al ser preguntados por lo que entendían por autonomía. La mayor parte de entidades hicieron referencia al concepto de autonomía como un proceso global en el que los jóvenes deben dejar atrás sus dependencias, principalmente institucionales, y saber gestionar su vida por sí mismos. Este concepto lo relacionan fuertemente con tener un trabajo que les proporcione cierta estabilidad económica.

Que vayan adquiriendo una formación para su incorporación laboral y autonomía a todos los niveles: incorporación al mundo laboral, saber gestionar la economía en su vida, poder tener unas relaciones más satisfactorias y estables con el entorno y en los diferentes ámbitos donde se muevan. Esos son principalmente. Y una plena autogestión: que no dependan de más educadores, de más servicios sociales, ni de recursos… un poco decirle “oye, que eres capaz. Camina”. (Entidad núm. 10)

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De esta forma, en el trabajo de autonomía, cobra especialmente importancia la inserción laboral de los jóvenes, ligada inevitablemente al factor económico, y, en su defecto, debido a la coyuntura actual del mercado laboral, gana relevancia la formación como oportunidad para una futura inserción. En este sentido, las entidades plantean la inserción laboral como algo poco alcanzable y centran sus esfuerzos en la formación y en que los jóvenes dispongan de los recursos suficientes para poderse enfrentar a su situación en el momento de la salida; hecho que se considera también como desproporcionado para la edad de estos jóvenes.

[…] no es que los chicos salgan de aquí con trabajo y con piso…no, no, porque no se pueden llevar a cabo esos objetivos, son muy difíciles de llegar. Los objetivos son que los chicos tengan las herramientas necesarias para vivir solos, que sean capaces para enfrentarse a una entrevista de trabajo, que sean capaces en cierta forma de competir por un puesto de trabajo, ¿no? y sepan, además, convivir en un espacio donde no hay educadores y puedan vivir solos.

(Entidad núm. 9)

¿Autonomía?, pues aprender a vivir solas. Pues lo que no le pedirías a tu hijo:

que con 19 años viviera solo, supiese administrar su dinero, saber espabilarse si tienen problemas o saber buscar la ayuda si tienes unos problemas y no tirar por lo derecho. O sea, saber buscar a los profesionales o los recursos que hay a tu alrededor cuando tienes una dificultad y no simplemente pasar de todo.

[…] Entonces este tiempo sirve para aprender todo esto. (Entidad núm. 12).

Yo creo que autonomía quiere decir eso; esos elementos que hacen que nosotros nos podamos mover por nuestra sociedad y más o menos sobrevivir, cada uno a su manera, pues que ellos también puedan sobrevivir. (Entidad núm. 14)

Otro aspecto que destacar es el apoyo emocional en general, donde los jóvenes sepan que pueden contar con una figura adulta de referencia que les pueda ayudar y les aporte seguridad ante las dudas y más concretamente el trabajo emocional principalmente en los recursos donde residen chicas. En estos recursos se habla sobre la necesidad de que las chicas sean autónomas también a nivel afectivo y no dependan de una pareja para desenvolverse en la sociedad.

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Que sean capaces de vivir solas, sacarse las castañas del fuego, tener su red de amistades y que no necesariamente la amistad pase por la relación sexual o por la relación de pareja. Que ellas se puedan sostener medianamente en la vida, que puedan tirar hacia adelante con su vida. Creando una red de amigos que han sido significativos y que la cuiden pero que no tengan que depender de alguien, tanto afectivamente como económicamente. En la mujer creo que sobretodo es la autonomía de no ser más por estar con un hombre o con una mujer. (Entidad núm. 18)

Aunque la mayoría de las entidades lo deja implícito en su mensaje, tres entidades insisten especialmente en que la adquisición de autonomía por parte de los jóvenes se trabaja mediante un proyecto que debe surgir del joven y no ser impuesto. Por el contrario, dos entidades hacen más hincapié en que los jóvenes sigan las indicaciones de los profesionales.

El itinerario lo tiene que marcar él (joven) pero muchas veces les falta las herramientas. Entonces la faena que se puede hacer desde los pisos es acompañar este proceso, evidentemente no imponerlo, lo tiene que hacer él y creérselo él, pero sí que, como educador, le tienes que poder dar esas herramientas e instrumentos para que él también pueda decidir. (Entidad núm.

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Pues que, si yo le digo que vaya a algún sitio, que lo haga y si le digo que haga un curso de castellano que vaya; que no tenga que estar yo pendiente de si se tiene que levantar a una hora u otra. (Entidad núm. 8)

Sobre las estrategias de intervención planteadas por las entidades, predomina principalmente la realización de un Plan de Trabajo Individualizado (PTI). El PTI es un documento requerido por el ASJTET, donde se indican los objetivos que el joven ha de cumplir y se elabora un proceso para conseguir estos objetivos. Estos documentos se elaboran cada 6 meses y es necesaria la participación del joven en su elaboración, dado que se requiere la implicación de éste como forma de asumir sus responsabilidades.

Otras estrategias utilizadas son las tutorías individuales y las asambleas grupales como forma de abordar aspectos personales, en las primeras y aspectos relacionados con la

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convivencia y asuntos de grupo, en la segunda. Sobre las tutorías, el educador se amolda al horario y necesidades del joven por lo que respecta a horarios.

Por último, mencionar las reuniones de equipo y las reuniones de coordinación, las cuales permiten que cualquier educador sea consciente y participe del proceso de cualquier joven, aunque no sea directamente su tutor.

Al preguntar sobre la participación de la familia como forma de abordar los diferentes proyectos planteados con los jóvenes, la mayoría de las entidades manifiestan no tener relación con estas. En este sentido hay diferentes aspectos que son oportunos mencionar:

• En el caso de la población inmigrante, se destaca que los jóvenes normalmente no tienen una mala relación con la familia y que la distancia produce menos interferencias en el trabajo educativo que el recurso lleva a cabo con ellos. No obstante, estos jóvenes sufren más presión económica por parte de las familias, las cuales, llegado el momento, les exigen ingresos regulares.

• En el caso de la población autóctona, los jóvenes sufren una mayor interferencia por parte de las familias, frecuentemente cuando éstos empiezan a cobrar una prestación económica. Por otro lado, las relaciones familiares suelen estar más deterioradas.

• Los recursos se centran en trabajar principalmente la independencia de los jóvenes en todos los sentidos, incluso la independencia familiar; quedando abierto el grado de relación que éstos mantengan con la familia como una elección propia y haciendo hincapié especialmente en aquellos casos donde la familia suponga una interferencia al proyecto del joven.

2. CARACTERÍSTICAS DE LOS PROFESIONALES DE REFERENCIA EN