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La cuantificación antracológica

Estado de la cuestión

Capítulo 3. Metodología del ciclo de investigación antracológica: Identificación,

3.5. Los datos y su procesado para la interpretación paleoecológica, paleoeconómica y de organización social

3.5.2. La cuantificación antracológica

Desde los inicios de la disciplina, la antracología se enfrenta al problema de la cuantificación por la dificultad de determinación del número mínimo de individuos (más allá de la

52 <<El fragmento como unidad de recuento ha sido utilizado por la mayoría de antracólogos/as (…). Las únicas autoras que han investigado sobre la importancia del fragmento como unidad de recuento y su significación han sido Chabal (1982) y Bazile-Robert (1982), que se decantan por el número de fragmentos; y Krauss Marguet (1981) y Thinon (1980), que proponen la sustitución de los porcentajes de número por los porcentajes de masa, como una alternativa de acercamiento a la biomasa. >> (Piqué, 1999:73).

determinación taxonómica) y el alto grado de fragmentación que sufre la muestra (Bazile-Robert, 1982), es decir, la indefinida repetición involuntaria de determinación de la misma cosa.

En general, los estudios antracológicos se centran en la proporcionalidad de representación de los taxones para hablar de mayor Vs. menor cantidad de estos y los distintos o similares usos que se hace de estos en los contextos arqueológicos. Tal y como indica García Martínez (2009:96), la cuantificación de los datos causa <<controversias metodológicas para hallar la unidad de medida que refleja mejor la relación proporcional entre el carbón arqueológico y la madera de origen (…)>>.

La frecuencia y la abundancia de un taxón también responderán a cuestiones de necesidades de volumen del material según el tipo de uso. Según Buxó (1997:71), la frecuencia y la cantidad de los restos arqueobotánicos se pueden leer en dos direcciones: por su regularidad y cantidad, y, por su baja frecuencia y cantidad reducida. Se recogen las lecturas en la siguiente tabla 3.5.:

Análisis

numérico Se presenta en gran cantidad y regularidad Poca cantidad y con presencia irregular

Frecuencia/

Cantidad

- La especie produce una gran cantidad de fragmentos de carbón, durante el proceso combustivo y proceso tafonómico, y aumenta la probabilidad de hallazgo en los distintos niveles identificados.

- Habita en el entorno que es explotado de forma recurrente.

- Esta especie se presenta de forma amplia en el territorio.

- El consumo de esta especie es frecuente.

- Es una especie <<componente raro>> de los lugares de adquisición.

- No suele habitar en lugares donde se realiza principalmente la explotación forestal de los grupos sociales.

- Presenta una mala conservación y su identificación resulta difícil, tal vez, formando parte del grueso Angiosperma dicotiledónea.

- Puede que el interés de esta especie no resida en su madera sino en solo sus frutos u hojas.

Tabla 3.5.: Lectura de los datos numéricos relativos a la frecuencia y la cantidad de los restos arqueobotánicos. Adaptado de Buxó (1997:71) para el análisis y lectura antracológica.

B. Lapi (2008) expone que se confunde, casi siempre, el concepto de cantidad con lasignificación de lo que es la abundanciatanto relativa como absoluta. Realizar una significación a partir de la abundancia o frecuencia se presta a una descripción “a-crítica” (según palabras de Barceló, inédito en Lapi, 2008) y esto precisamente carece de finalidad analítica.

Para Antolín (2013: 128-129) y Popper (1988:60), las 3 técnicas descriptivas de frecuencia relativa, ubicuidad e índice de abundancia relativa, deberían realizarse siempre, para luego, proceder con todas ellas hacia una aproximación más precisa de la importancia paleoeconómica de los taxones que fueron consumidos en el pasado. Pero, se deberá prestar

atención a la cuestión de mínimos para no realizar estas técnicas con aquellos contextos que no contengan 30-35 ítems. De no ser así, VHJ~Q ORV DXWRUHV los resultados pueden verse distorsionados y favorecer taxones que no tienen una representación tan alta.

En relación con todo lo expuesto, se ha estimado oportuno aplicar una metodología de cuantificación diversificada. Previamente a la cuantificación de los resultados taxonómicos se han revisado las cuestiones de fragmentación y procesos tafonómicos de las muestras en las distintas unidades de análisis del yacimiento: sector, ámbito, conjunto y subconjunto (para el significado de las unidades de análisis ver capítulo 4).

Una vez valoradas la fragmentación y la tafonomía se ha procedido a la revisión de los resultados antracológicos. Estos se han cuantificado de diversas formas para poder valorar cada taxón y su representatividad en relación con el total para alcanzar conclusiones de máxima objetividad, dado que todos los métodos de cuantificación plantean problemáticas específicas (Buxó y Piqué, 2008; Martín Seijo, 2013), en la interpretación: paleoecológica, paleoeconómica y de organización social.

La interpretación paleoecológica se ha realizado a partir de la caracterización de los pisos bioclimáticos (tipo de vegetación) y el tipo de porte que presentan (idealmente) los taxones determinados (según su número de restos) en cada fase (fig. 3.6.)

Figura 3.6.: Ejemplo de diagrama para la interpretación paleoecológica del entorno explotado por los habitantes de La Bastida.

La interpretación paleoeconómica ha implicado un estudio más detallado debido a los problemas que puede ocasionar la variación de fragmentación de los taxones, el tipo de uso realizado de estos y los procesos postdeposicionales. De este modo, se han aplicado varios métodos para analizar las distintas unidades de análisis (ámbito) de forma pormenorizada y, en general, para cada fase de estudio. El objetivo es responder al tipo de consumo de los taxones que se da en cada caso. Así, se han realizado estudios de los porcentajes de los fragmentos53

53 <<Las críticas a la utilización de frecuencias absolutas o relativas son diversas; Popper (1988) considera que las frecuencias pueden reflejar el grado de preservación de los restos o ser subsidiarias del muestreo.>> (Buxó y Piqué, 2008:30). A partir del contraste de la presencia-ausencia de los valores relativos y absolutos del número de carbones determinados y su taxonomía en cada contexto de análisis (que se localizan en la unidad ámbito), se presta a realizar la “corrección de ubicuidad” (Euba, 2008: 16;

Moskal, 2011) para poder crear una unidad de medida para todos los fragmentos que se define en la formulación: %U= (%contexto A+%contexto B+%contexto C+%contexto D+…)/ n contextos total.

de un mismo nivel de análisis54 y/o entre diversos niveles, la cuantificación de los datos según la presencia/ausencia55 (tabla 3.6.) de los taxones, el cálculo de la densidad antracológica56 (tabla 3.7.) de los contextos y la densidad taxonómica57 (tabla 3.8.) en los contextos y ámbitos.

Los índices de densidad antracológica permiten evaluar el grado de concentración de los restos. Además, su mayor o menor variabilidad proporciona información fundamental para la interpretación de los contextos. No existe una densidad antracológica única en los contextos de los ámbitos, ya que los índices son marcadores de actividad que complementan la descripción/hipótesis aportada durante la excavación.

Tabla 3.6.: Tabla de ejemplo de la ubicuidad taxonómica en los contextos de los ámbitos.

Tabla 3.7.: Tabla de ejemplo de la densidad antracológica de los contextos.

Tabla 3.8.: Tabla de ejemplo de la densidad de los taxones en los contextos de estudio.

54 En este estudio se han tenido en cuenta los niveles de análisis de: territorio crono-cultural, los microterritorios, los yacimientos arqueológicos, las estructuras determinadas en cada yacimiento arqueológico, los contextos del interior de las estructuras, la materialidad conservada y los taxones determinados.

55 <<El principal problema del análisis de ubicuidad, como apunta Popper (ob.cit) es poder controlar el origen de los datos y el tipo de muestreo. (…) También las diferencias de tamaño entre grupos de muestras pueden dar lugar a lecturas erróneas al sesgar la importancia relativa de los taxones. Otro problema es que puede llevar a sobreestimar o subestimar la importancia de ciertos taxones, ya que sitúa al mismo nivel dos taxones sólo por el hecho de estar presentes, sin tener en cuenta las diferencias en el volumen de residuos, que en algunos casos pueden ser importantes. Dos especies que pueden haber sido utilizadas constantemente, pero en cantidades variables, tienen el mismo peso según el análisis de la presencia/ausencia>> (Buxó y Piqué, 2008:31).

56 Estos índices solo se calculan para aquellos taxones que presentan muestras SLANT. En este caso el cálculo se realiza mediante la división entre el número de litros de sedimento procesados por contexto de flotación y el número de fragmentos recuperados.

57Estos índices solo se calculan para aquellos taxones que presentan muestras SLANT. El cálculo de densidad se realiza mediante la división de los litros de sedimento procesado de la muestra y el número de restos que presenta el taxón en dicha muestra. De todos estos resultados se presentan los valores relativos mínimos (INSLANT-TAX MÍNIMO) y máximos (INSLANT-TAX MÁX) de la densidad de cada taxón.

Los resultados obtenidos se unifican en una tabla de síntesis (tabla 3.9.) en la que se expone en cada celda la ordenación (de 1 en adelante) de la posición obtenida, para diferenciar, por una parte, aquellos taxones con mayor importancia económica (con valor más cercano al 1), y, por otra, aquellos con menor importancia económica (con celda destacada en gris o con las enumeraciones más elevadas).

Tabla 3.9.: Ejemplo de la relación de las posiciones de los taxones según los análisis de las variables valor relativo al número de restos > 1 %, densidad taxonómica y la ubicuidad de los taxones.

La síntesis de los resultados proporciona una relación de taxones (tabla 3.9) que se clasifican según se dé un consumo principal, consumo complementario primario, consumo

complementario secundario, consumo esporádico y consumo marginal de estos.

Los taxones que se definen de consumo principal y complementario (primario y secundario) indican distintas realidades posibles:

- una adquisición conjunta para finalidades concretas, - un consenso en la adquisición de estos taxones,

- una mayor potencialidad en el entorno de estos taxones, - los taxones que se hallan inmediatos al asentamiento,

- La especie produce una gran cantidad de fragmentos de carbón (durante el proceso combustivo y proceso tafonómico) y aumenta la probabilidad de hallazgo en los distintos niveles identificados, etc.

En cambio, los taxones de consumo circunstancial, divididos entre taxones de consumo esporádico y marginal, podrían ser indicadores de:

- Terrenos diferenciados de adquisición,

- Adquisición de maderas de los lugares más alejados del territorio del asentamiento, o incluso más allá, que indicarían movilidad esporádica de las personas para la adquisición de estos taxones,

- Taxones al borde de la extinción local,

- Diferenciación del combustible según la categoría social,

- Relación con los trabajos propios de los individuos o colectivo de cada ámbito,

- Posibilidades instrumentales para la adquisición de recursos forestales diferenciadas (herramientas metálicas Vs. herramientas pétreas).

- Presenta una mala conservación y su identificación resulta difícil (tal vez formando parte del grueso Angiosperma dicotiledónea).

- Puede que el interés de esta especie no resida en su madera sino en solo sus frutos u hojas, etc.

Tabla 3.10.: Ejemplo de la relación ordenación de los taxones en consumos diferenciados según los resultados de clasificación de las variables obtenidas en la tabla anterior (3.9.) según valor relativo del

número de fragmentos, ubicuidad y densidad taxonómica.

La revisión final de síntesis de fase, utilizará los datos generales de la densidad taxonómica máxima y mínima, la ubicuidad de los taxones según los contextos y la ubicuidad según los ámbitos. De este modo, se interpretará el tipo de consumo general para esta fase (tabla 3.11. y 3.12.).

Tabla 3.11.: Ejemplo de relación de resultados brutos de las distintas variables para la síntesis del ámbito.

7DEOD(MHPSORGHUHODFLyQGHODVSRVLFLRQHVGHORVWD[RQHVVHJ~QORVDQiOLVLVGHODVYDULDEOHV GHYDORUUHODWLYRVHJ~QPXHVWUD$176/$17GHQVLGDGWD[RQyPLFD,16/$177$;XELFXLGDGGHORV

WD[RQHVVHJ~Q$17\6/$17HQORVFRQWH[WRV\XELFXLGDGGHOWD[yQHQORViPELWRV

La interpretación paleoeconómica final de cada fase se realiza a partir de la contrastación de los valores (y sus posiciones), obtenidos según las variables de tipo de muestra (ANT y SLANT), la densidad taxonómica (con puntuación superior a 5 58), las ubicuidades taxonómicas según ANT y SLANT y la ubicuidad taxonómica en relación con la totalidad de ámbitos (tabla 2.12., página anterior).

En síntesis, la tabla 3.13., resultante de la tabla anterior (3.12.), presenta una ordenación según la máxima fidelidad que pueden ofrecer los datos antracológicos para la distinción de los taxones según el tipo de consumo realizado para estos en el total de la fase.

Tabla 3.13.: Ejemplo de la relación ordenación de los taxones en consumos diferenciados según los resultados de clasificación de las variables obtenidas en la tabla anterior (3.12.) según valor relativo del

número de fragmentos, ubicuidad y densidad taxonómica de síntesis para la interpretación paleoeconómica de la fase.

En algunos casos, además, se ha hecho un ensayo arquitectónico del cálculo del volumen (m3) de madera necesaria para la construcción de las estructuras de La Bastida. Para esta modelización experimental se ha hecho una hipótesis en proporción a una altura de la construcción a 2 m (por planta construida) y una proyección según el área total construida (m2) documentada en la intervención arqueológica. Se ha realizado una hipótesis de las secciones basadas en los restos arqueológicos y según el sistema constructivo (derrumbes articulados y otros elementos tipo viga/vigueta recuperados individualmente) documentado en La Bastida y otros poblados (ver imágenes 3.2., 3.3., 3.4. y 3.5.).

58 Este valor se estableció según la media entre todas las densidades taxonómicas resultantes (Barceló, 2007; Shennan, 1992).

,PDJHQ)RWRJUDItDGHO(GLILFLR3~EOLFRGH/D%DVWLGDL]T0RGHOL]DFLyQ DUTXLWHFWyQLFDVREUHSODQLPHWUtDGHO(GLILFLR3~EOLFRSDUDHOFiOFXORGHOYROXPHQGHPDGHUD QHFHVDULRSDUDODFRQVWUXFFLyQGHODVHVWUXFWXUDVGH/D%DVWLGDIXHQWHGH$620(8$%FRQ

PRGLILFDFLRQHVGH-3pUH]9LFHQWH

Los modelos realizados59 se han basado en la distribución de una red de soportes (diámetro de 25 cm) sin superar más de 4 m de distancia entre ellos, con luces aproximadas de 3,5-4 m. La distribución se basa en los hoyos de poste existentes y suponiendo los restantes de un modo regular. Las viguetas se consideran rollizos de entre 4-20 cm de diámetro y, para el entrevigado, se ha estimado una distancia de 40 cm. Sobre estos rollizos apoyaría un tablero, que según los restos podrían oscilar entre 2 y 8 cm de diámetro (ver imagen 3.22.).

Una vez finalizada la modelización se ha calculado el volumen (m3) de toda la madera proyectada60 con la longitud estimada de los postes (2 m) y de las vigas, viguetas y tablero según los planos arqueológicos (ver capítulos 5, 7 y 8). En este caso, no se pueden determinar los encuentros o uniones entre estas, dato que, por otra parte, resulta irrelevante para el cálculo del volumen.

Por último, se procede a revisar la aportación de la antracología al análisis de la organización social. Para esto se tratan cuestiones de límites territoriales, formas de explotación forestal y las capacidades, según la instrumentación, de la adquisición de estos recursos maderables y leñosos, con técnicas de análisis multivariante (Shennan, 1992), con análisis de componentes principales y análisis de correspondencias (Piqué y Barceló, 2002;

Rodríguez-Ariza y Esquivel, 1989-1990), para evidenciar diferencias y similitudes en la captación de los recursos forestales entre unidades61.