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(1)

ASO II. JÜEVES

16

DE FEBRERO DE

1854.

NÜM. 27.

EL DE U

PERIODICO DE INTERESES MORALES Y MATERIALES.

REDACTADO POR

^ 'OTLx/tfcl·, (3). '^H/Ccil· '^e·ííc/z;, ^ CD. oCeoucw) 5.

E*>

SE PÜBLÍCA DOS VECES AL MES., Y A CADA

NÜ.MERO ACOMPAÑAN

16 PAGINAS EN 4.°

DE OBRAS DE LA CIENCIA.

PRECIOS DESÜSCRIGION.

' ALpÉníóDícb cós í.Á'áoBftAS. En Madrid, por un mes, 3 rs.,por1res id. 8. En

provincias,

por

tres id. 10. Ul¬

tramary estrançero, porunaflo,

50.

A SOLO EL PERIODICO. En Madrid,pornn mes, 2

reales,

por tresid. 5 En

provincias

portres

id., 7. Ultramar y

.estrangero, por unaño,

36..

-

ciada

8 páginas de las obras

publicadas cuestan á los

nudvos suscritorcs medio rëal.

PUNTOS DE SUSCRICION.

EnMadrid: En la Redacción, calledelDesengaño, nú¬

mero 18, cuartoterctro ; enla librería de Cuesta ó ehla deBáilly-Bailliere, yenla litográfla do

Méjía

, calle de Atocha, num. 62.=En provinciasen casa de loscorres¬

ponsalesenlos puntosenque los hayi á girando letra sobre correos á favor Jo! Administrador, encatta frafttiá:

ADVERTENCIA.

Rofj/aníós ri ¿os señorés suscritóres que re¬

novaron su abono con

arreglo á lás antiguas bases,

se

sirvan disponer del esceso que que¬

da dsu

favor

según

el prospecto de este año.

AGTQS OFICIALES.

intrüsione&.=medidas adoptadas.

digno

Subdelegado del partido' de El Bilrgo de Ósina;

llegado de on

ardiente celoj

que

le hofira, por

el bien de la ci'éncia que

profesa,

y

acatando,-

como

esjusto,las leyes

existentes,

nos

remite pára su pu¬

blicación los documentossiguientes, que^ no

dejan

la menorduda sobre el exacto desempeño

de

sus funciones y los

deseos

que

le animan.

1.°—Gobierno.doprovincia.

Soria,=(lirftccion general

de Beneficenciay

Sanidad.—Negociado 5. °—Enterado de

Comunicación dé'V. feciiá? delactual, participándome

habersido,condcnátioMateoTutor,

enjuicio do faltas

an- fe'élAldaliíe de Valdanzo, al pagoentre otros,de 9

duros

demúltay comointrusoen lafacnltad do

Veterinaria, he

aconlàdo semanifieste á V.Iosatisfecho queha quedado

esteGobierno deprovincia, del celocon que

ha desempe.-

fiado su cometido; asi mismoquepor su

reintegro do

los

gastosocasionadosenlas

diligencias practicadas, réclarhe

á Vj del referido

Alcal·lela?

,uos

lerderas pàries de ta iú-

dicâdà mulla, segúnprevie'üe,el art.

27j

cap.

4. ° .'dèl

re- glátnehto dé

Subdeíégados' de Sanidad del Reino.=4)ios

guardeáV. muchosantis; SoHa 14de'Enero de

1854.=

Joaqtiin Alpnsd.'=Sr. Subdelegado

de ^Veterinaria d el Bur¬

go-de Osmà: '

-L-,..;., . ^

t ' 91 -mp lis

2.°=GumpIiendo conel deberque meimpone'el re-

•glaraento de Sanidad iutorior del Reino, de24 dé Jtrtio de 1848ásu art. 7. °, obligación segunila, nopuedo

lAÉàòS

dé molestar la atenciónde V. S. haciéailoló- Ver, qué en este parlidoseouinetca intrusionesen la ciencia á que

mehnnio.pertenecer, conperjuicio do las facultadescon¬

cedidas porreales órdenes á los Veterinarios.=Los al- béitarestienen limitadas susatribuciònes dondehayvete¬

rinarios, ála curación deenfermedadesiiocontagiosas ni enjwólica's delós.solípedO'syal herrado;pero como están acostnnibrádos

â'cjferoer

la ciencia eii toda su esteásion

porfalta de veterinarios, ahorase

resisten

á coácrétarfee

ásus atribuciones.=Porlo tanto,suplicoy esperode la

ilustración y rectitud de V. S., se digne raaiidar por cir¬

culareilebBoletin oficial de la-provincia,que en las pof-

blaciones.dpi^e haya

,

veterinarios

se

Concreten

en su

ejer¬

cicio álo q.ue'^u

titulo les faculta

y que ya

he hecho á

V. S". refereíléia;basadotodoen lo quç dispone la exea-:

dion cuarfá.dc'las réales órdenes de 28 de Setiembre de 1800 y 4 dff Mayo de 1802, asi coranlos arts. 17y

^0 del

rfcal decrfeto delO de Agostode 1847 =Dios guarde á V;SV

muchos años.

El-Burgode Osma

y

diciembre 3 de 1833.=

El Subdelegado, LucioEscribano

Roldan.=Er- Goberna-^

dorcivilde laprovincia deSoria. '

, 3'. ° =Gobiernodeprovincia.

Soria.=Sanidad.=En vier¬

ta decuantoinaniñestaV. en suoficio 3 doDiciembre úl¬

timo, con estàfecha he resueltoinsertar una

circular

en él Boletiii oficial haciendo lasoportunas

prevenciones

para evitar toda clase de intrusion enla facultad de Veterina¬

ria por Ins

albtíitares-herradores.=Lo

que

participo á

V.para su

conociiniento,

y

áfin dç que por su parto

vigile l.-i observanciadé

aquella disposición, dando

parte

inmediatamente de cualquicrarfalta ó

contravención

que ocurriesei.=Dios guarde á,V.

muchos

años.

Soria .13 de

Enéto de l854.:=Joàqum

Alonso.—Sr. Subdelegado de

VeterinariadelBurgo de Osma.

., 4.°=Boletiri oficialde la provincia, num. 7 del 16 de

Enero de 1854.=Circulàr núm. 14.

Con élñn de'evitarlas'reclamiiciones que cdntinuamCÚI

te dirigcñ á esteGobierno'.'de

provincia

acerca

de ios

abusop que

seicooietén

por los

albéitares-herradores, iup

trusándoseenla.facultnd deVeterinariasinhallarse para èil'oáiifofizadds'!'héVesúelto

qiie

los

Subdelegados

del

. : . ■. ' [IJ-: , .

iiu. ni---.-; . k: ;

(2)

ramovigilen bajo sumas estrecha responsabilidad la es¬

tricta observanciade las dil'erenles

disposiciones acorda¬

das sobreelparticular, dando cuenta inmediatamente do cualquiera contravención para proceder conarreglo á la ley contra el inl'ractor.=Soria 13 de Enero de 1854.=

Joaquin Alonso.

5. °=Cumplíendo conel deber que meimpone, como Subdelegado de Veterinaria, la circular núra. 14 espedida porel Sr. Gobernador de laprovincia con fecha 13 del eorrienle, inserta en el Boletin oficial núm. 7, dellGúlti¬

mo; haparecido oportunoá estasubdelegacion hacer sa«

ber pormedio de los alcaldes de los distritos del partido,

álosprofesoresque ejerzanenel mismo,para que ennin¬

gún tiempo aleguenignorancia, cuáles son susatribucio¬

nes con relación á sustítulossegúnlo dispopenlas reales ófcdenes^de28 de Setiembre de 18UÜ y4 de Mayo de1802,

què'hoy

constituyen la ley5.', tít. 14, libro 8. ° do la Nov. Reeop., yel real decreto de 19 de Agosto de 1847;

las cuales están reducidas á lo siguiente:=Veterinariosde 1." clase: ejercer la ciencia en toda suostensión, y con preferencia á los demásprofesi)res«=Albéitares-herradu-

res: están limitadassus atribuciones ála curación deen¬

fermedades nocontagiosas ni euzooticas del géneroEquus,

ó seadel caballo, mulo yasno, y al herrado; prohibién¬

doseleslos reconocimientos de Sanidad ylas demáspar¬

tes de laciencia, siemprequehaya veterinario de quien

■disponèr.=Ycomoquiera queeuel pariidono hay mas queestasdos clases deprofesores,entrelos cualessepro¬

ducen altercados disputando sus facultades, omite esta Subdelegacion hacer relación de bis atribuciones de las demásclases, advirtiendo á dichos profesores albéitares- liorradoresque enel caso deno concretarseá susatribu- qiones; estasubdelegacion nopodrá menosde perseguir¬

los deintrusion,ydar cuenta al Sr. Gobernadordela pro¬

vincia, segúnlo previene la circular citaday el reglamen¬

tode Sanidad interior del reino.

Diosguarde á V. muchosaños. El Burgo de üsma yEne- ro20 de 1834.=E1

Subdelegado,

Lucio EscribanoRoldan.

=Sres. Alcaldes de los distritos municipales del partido.

ElSi'.Escribano y Roldan nos acompaña tam- Men otrosdados que talvez leha impulsadoápro¬

cedercomo lo hahecho, y queprueban mas que su¬

ficientementeque algún albéitar de aquel fartido de¬

bía estar inhabilitado hastapara ser

albéitar;

pero no los damos

publicidad

porque

.bastante

habla el

silencio.

Por lo demás nosotros que aplaudimos, como no

podemos menos de hacerlo, cuantas medidas tien¬

dan á contener á los albéitares en general enlos lí¬

mites legales de sus atribuciones, lamentamos al mismo tiempo los perjuicios quepuedan irrogarse á algunos de ellos, dignos entodos conceptos de ocu¬

parotra

posición

enla Sociedad.En

obsequio,

pues, deestecortonúmero de profesores, retenidos por lascircunstancias en un círculo

impropio

de sumé¬

rito, y parairatar de vencer hasta donde nos sea dado, ios males anejos á la prácticacivil de la Ve¬

terinaria,

publicaremos

tan pronto como podamos,

plan que creemos

bastante

conducenteal

objeto.

SECCION ORGÁNICA.

Sres. Redactores de Et Eco de la Vêterinaru.

Muy Sres, mios : en vista del

ofrecimiento

que

con tantodesinterésy amorá la ciencia hacen

Vds.,

abriendo un concurso para la

presentación de dos

memorias sobre los temas que en su

aprecia-

ble periódico número 19 manifiestan,

señalando

el premio de 400rs. ó un

equivalente

en

obras de

la facultad é instrumentos de

cirujía,

à

elección,

para

el

autor

de la

mejor memoria , sobre cadauno

dedos puntos queen él se mencionan; no puedo

menosdehacer á Vds. presente , que á pesar del largo plazo que se

señala

para la presentación de estos trabajos,me parece que todos los profeso¬

res quepretendan escribir acerca del primertema,

no deben esperar para

obtener

dicho premio , á aquella fecha; pues además deser

el

plazo bastante largo,se hace precisoque este punto se dilucide, si ser

puede

cuanto antes, supuestose sabe quede

un dia paraotro se va á publicar el nuevo arreglo

de lasciencias médicas; en cuyo caso seria muy conveniente, quetodos los que ejercemos la Vete¬

rinaria estuviéramosacordes acerca de los medios que se deberían emprender, según fuera el conte¬

nido del mismo ; asícomo enlas medidasmas con¬

ducentes para que los

Veterinarios podamos

aten¬

der ymejorarnuestrasituación. A este fin, y si lo

creen oportuno,espero se servirán insertar en su

apreciable

periódico el adjuntoescrito,enelque es¬

pongo

mi débil

pero

sincero

votoenbeneficio de la ciencia, no animándomeotrodeseo en su

publici¬

dad, mas que el adelanto de ella, por si se puede conseguir quetodos losque la cultivamosnos una¬

mos, olvidando todo género de oposición , y tra¬

bajemos

de mancomún, procurando seconceda á cadaunolo que de derecho le corresponda.

Ñopor esto es mi intento deje de darse el premio

ofrecido á la mejormemoria, que

sobre

el

propio

temasepresente , en atención á que no trato mas quede manifestarel estado en que se encuentra la facultad, y alguna de las medidas, que según

mi

opinion,

podrian

tomarse para obtener el fin que Vds. sehanpropuesto-

Queda de Vds. su mas atento y seguro servi¬

dor Q. S. M.B.

José Revascall.

Gracia 21 de enerod&-l854.

PÜEDEÑ LOS VETERINARIOS POR SI MISMO

MEJORAR SU SITUACION Y ATENDER AL

ENGRANDECIMIENTO DE SU CIENCIA? QUE

MEDIDAS SERAN MAS CONDUCENTES AL

EFECTO?

Si el

origen

de la medicina estan antiguo que se

pierdeen

la noche

de

los tiempos

;

si desde

la mas

remota antigüedad se sabe, que ios hombres han

procurado siempre buscar los medios

mas

adecua¬

dos para

aliviar

sus

dolencias

:

si

para este íin se ha llegado

á formar

un

estudio especial

y

determi¬

nado : si los

gobiernos

, en

todas épocas, han

pro¬

curado, lio solo auxiliar por

medio

de

ciertas

re¬

muneraciones la

aplicación

en

el estudio de

es¬

te ramo del saber humano ; sinó que

también le

hanpuestoal abrigo de

la ignorancia

y

de la intriga,

obligando

á

los que quieran

ejercerle á reglas

y preceptos

determinados, sin los cuales

no

les

es per¬

mitido

desempeñarle,

aunque no se

le ha dispen¬

sado, hasta la presente,

todo el auxilio

que esnece¬

sario y se

requiere

para que

salga del

caos

de ignorancia

y atrasoen que se

ha visto ¿pueden

los

profesores

que

ejercen la facultad Vetèri-

naria por

si solos, mejorar la situación

preca¬

ria en que se ven

sumidos,

y

también ir ade-

(3)

DE LA VETERINARIA. 19

lantando ó perfeccionando gradualmente el esta¬

do actual de la ciencia? Punto es este que aunque sqmaraente dificily delicado de determinar de un modo afirmativo., me parece seconseguiria

disipar

toda duda, si los

profesores

mancoinunadamen-

te y con voluntad decidida, se determinasen á cpoperar.cada uno por su parte, y prestar su au¬

xilio áeste fin. ij

El ciïmo estopodría conseguir.se y qué medi¬

das serian conducentes al efecto,será elobjetoque

mepropongo

analizar,

para en

seguida

consul- Jar.|á todos los comprofesores su parecer, á fin de quepodamoS: escoger las que sean mas razo¬

nables y

útiles

al adelanto de la cienciay délosque lapractican.

Llegada

es ya la

época

en que, tantola

facultad de Veterinaria comolos que llevanel hon¬

roso.títulode Veterinarios , salgan del estado de abyección y

olvido

en que hasta ahora se ha vistosumida aquella, y despreciados estos. Para alcanz,arlo es

preciso,

que

dejando á

un lado y

como olvidados ya, los odios, envidias y rencores en, que pordesgracia noshallamos envueltos, nos pongamos todos de acperdo ,y

establezcamos

las

principales bases

para la discusión de los medios

mas adecuados al logro de tan

importante

fin;

El quetiene la honra de manifestarestos deseos,

persuadido

que poreste mediosepodria conseguir que la.

Veterinaria

por.sísolamarchase deun modo

mas

rápido á

su engrandecimiento,no titubea en esponer su humilde parecer, á fin de que, sus

comprofesores , tanto si locreen útil y aceptable,

como no, imiten porlo menos suejemplo, y cada

uno manifiestelo que creadebe

añadir,

quitar ó va-

riac, pormedio de los,

periódicos

científicos que defiienden los intereses de la misma, y de que sus.redactoreSi, no tan soloj lo inserten en las co¬

lumnas de aquellos, sinoque,librey desinteresada¬

mente emitansuparecer. Tambiénsoy de opinion

que se constituyanjuntasconsultivas,, compuestas- de un número indeterminado deprofesores, en cada capital de provincia y una generalen la capital del

Reino,siendoestala que, despues dehaber recibi¬

do el parecer de cadauna ele delaSprovincia,deter¬

minase y propusiera el plan quedeberíaestablecer¬

se., para conseguir los adelantos dela ciencia por medio de los mismosveterinaros, y los queseria

necesarioimpetrar del gobierno de S. M.

Ahora bien : establecidos estos precedentes que

sonla base

principal

de mipensamiento, pasaréá esponer del modo masclaro que me sea

posible

y hasta donde alcancen mis débilesfuerzas, el modo

como la,.Veterinaria podría encaminarse á sn en- cubramiento , asícomo los quela profesan, obte¬

ner dela sociedad los honores yprerogativas que lescompetan, segunsu clase, ylas consideracio¬

nesqueá cada uno puedan corresponderle según

sus méritos y servicios; pero antesharé un ligero'

bosquejo

del modocomo lafacultad demedicina hu¬

mana ha conseguido ponerse casi

la altura que

merece, para aplicarlo

despues

á lá Veterina¬

ria; En efecto, si volvemos la vista hácia los pri¬

merosañosdel presente siglo,veremosquo esta fa¬

cultad,nosolo sevela-separada ó divididaen varias partes, sino que tambieuel modo de ejercerla era pocohonroso: si fuésemosáestudiar las causas, ve¬

ríamos también que

dependian

tanto de lamanera cómo se

adquiria,

comode la de practicarla. Tan luego como

desapareció

esta division, uniéndose la medicinayla

cirugía

yseparando deestareunion las partes

mecánicas,

cualeseran lasdesangrar,

afeitar,

aplicar sanguijuelas, etc. etc., sela vióremontarse

magestuosamente, aun que conalguna dificultad (1),

á unaaltura que no podemosmenosde ambicionar los que dedicados á los mismos estudios, solonos

diferenciamos en suaplicación. ¿Nopuede la facul¬

tad deVeterinariaseguir el mismo rumbo, separan¬

do también desu rama

principal

las partes mecá¬

nicas, como son el herradoen lo general de lana¬

ción ylaconstrucciónde carruages y demás instru¬

mentosdelabranza, enalgunas provinciasen parti¬

cular?¿Esta sola medidano seríasuficiente para que la facilitadVeterinariafuese apreciadaen lo que se merece,

penettandj)

en

ciertas clases

que hasta el dia la

ban

desdemido por su rango ó

estirpe,

á

causa de ir.

acompañada

en supráctica, deactos que pueden desmerecer á la clase de la sociedad á que pertenecen? ¿Cuántosjóvenes al

tiempo

de escogí-

taruna carreracientífica habrán abandonado la de

Veterinaria,solo:

por esta causal Si se fuese á anali¬

zarel origen de losquela han abrazado ¿no encon- trariamos que la mayoría la emprendieron solopor

ser hijosdeVeterinarios, Albéitares, ó

herradores,

ó que ío hanhechosirviendoenel ejércitotanto por librarse del servicio ordinario, como poradquirir

sinningún gasto pecuniario, una ciencia quede lo contrario les hubiera sido imposible conseguir? Y

¿qué conocimientos preliminares sehan exigido al emprenderla hasta la presente? Porotra parte¿cuán-

tos no han conseguido la autorización para ejer- xeria, sin los conocimientos mas precisos, yalgu¬

noshasta sin saber leer yescribir?¿Qué educación

engeneral podrían haber recibido estes-individuos, para obtenerde la sociedad losrespetos, atenciones,.

miramientos ódeferencias queconrrespondená los que

deserapeflan

tan vastacomo útil ciencia?

¿Naba

sidoprobablemente estoun

obstáculo¡ante

el cualse habrán o.strellado cuantosesfuerzos sehayaábécho 'paraemancipar la facultad , noisolo úel estado id©:

ignorancia.y

atraso en que

ba

permanecidopor mu¬

cho tiempo^sino del abandonay olvido en que se encuentransus-profesores? ¿Cuántas otras refleiio-

nes yideducionespodría saear deeste solo punto, sino temiese molestar la atención del lector y que

no creo preciso enumerar! No por esto

hay

que

juígar que la Veterinaria no ha teiiidp en suse¬

no hombres

distingnidos

por su saber y por su cuna, y epie todos han descendido de las reduci¬

das clases que llevo enumeradas; peronadieduda-- rá de laexactitud de aquella preposiciónen general.

Fuera deesto¿habráalguno quedesconozca, que según el comportamiento, instrucción y modo de ejerceruuafacultad, así deben de^er las atenciones,' retribuciones yconsideración que-se merecen los- profesores? y de qué modose ha practicado la Ve¬

terinaria hasta hace poco, generalmente hablan¬

do? ¿Qué iüstruccion hap i'ecibído la mayoría

de los quehan .abrazado esta facultad,, si escep- tuamos los que han hecho los estudios en laes¬

cuela do Madrid, y un-reducido número- de Albéitares? Y aun:estos¿de qué medios so han te-, nido que valer, hasta losmasinstruidosparapoder,

ganar su subsistencia? ¿No han tenido que redu¬

cirse áobedecer las diferentas órdenes, por node¬

cir caprichos, dp todos los geíes de un cuerpo de caballeriaó artillería,; con unsueldo mezquino; ó sujetarse civilmente al producto del herrado, y en

algunospuntos además al de laconstrucción de car¬

ruajes éinstrumentos de labranza? Siestoestan cier-.

to, y no creo quenadiese atreva aponerlo en duda

(1.) Véanse lasRealesórdenes que al efecto espidióel

ReyD. Fernando VII.

(4)

¿cómo

será posible

que

podamos librarnos de las

consecuencias áqneeste

estado

nos

conduce? ¿Habrá

algun

facultativo

que

estime

en

algo

su

ciencia,

que

noponga desuparte cuantos

medios estén á

su

al¬

cance para

librarse de

una

condición

que,

física¬

mente, desmereceel brillode la

facultad,

y

moral-

mente, le

imposibilita de seguir adelantando, 'per¬

feccionando ó ejercitando, como

corresponde, la

cienciade curar?No me detendré á enumerar los dequese

han valido, hasta el dia, aquellos

que

lo

han podido lograr, porser

dependientes de

causas variadas, pero

sí de

losque

pueden

ponerse en

eje¬

cución en casi todas las

poblaciones de España.

Suponiendo

que se

lleve á cumplido efecto el pensamiento principal

que se prupuso

el Gobierno

al aprobar el

reglamento

para

la enseñanza

ve¬

terinaria y su ejercicio,

estableciendo dos cla¬

ses, asícomo lasatribucionesque á cada una cor¬

responden, según marca

la real orden de 19 de

agos¬

todelaño de 1847 ¿no dice allí que,

además de

po¬

der ejercer la

ciencia

en

toda

su

estension,

no

solo

para la

curación, cria, propagación

y

mejora de to¬

dos los animales domésticos é intervención enlos

casosdeenfermedades contagiosas,

policía sanitaria

y

reconocimiento de

pastos,

solo

se

proveerían

en

profesores de primera clase, las plazas de veterina¬

riosmilitares, las devisitadores inspectores, peritos

y

titulares de los pueblos? Suponiendo

qne

á falta

deestossean colocados los de segunda, ¿no es esto suficiente,siempre que se

lleve á debido efecto,

para que

la ciencia llegue á la altura

que

le

compe¬

te, ylos quela

profesan ó

una

posición

mas

segura?

Aun cuandono

pudieran,

por

ahora, llevarse á cabo

todasestas

proposiciones, sancionadas

por

S. M.

(Q. D.

G.),

con una

de ellas sola, seria suficiente

para conseguir,

el fin

que

dejo indicado (esto

es,

la

separación del arte

de herrar del ejercicio de la cien¬

cia), siendoesta la de

Inspectores de

carnes.

En efecto: con alcanzar solamente que en todas

las poblaciones en

donde haya casa-matadero

sea nombrado un inspector

veterinario,

no se

veria la

clase en la dura precision de ir

mendigando favo¬

res, al tiempo de

establecerse alguno de

sus

indivi¬

duos,cometiendobajezas,

abandonando la facultad é

intrigando contra sus

propios hermanos á fin de ob¬

tenertansolo delproducto

del

herrado, lo maspre¬

ciso para su

subsistencia. Me

parece, que con po¬

cas

escepciones,

esesto

lo

que se

observa

,en

casi lo

general

de

la

nación. Como mi objeto

no es

el

ma¬

nifestar lascausasquepuedan

haber ocasionado

este resultado tan triste áque seve

reducida la prolesion,

sinóel debuscar elremedio, pasaré por alto tam¬

bién lomucho que

pue^e decirse sobre el particular,

-reduciéndome soloá proponer,

si el principal

origen de su degradación puede

haber sido el hallársele

agregado elarte de

herrar.

Esta es, á mi modode ver, la,causa maspotente por

la

que se

ha rebajado el mérito

y

predilección

delaciencia, y me atrevo á

afirmar

que

mientras

estearteno sea separadodesu práctica, jamásla fa¬

cultad ni losprofesores

podrán salir

de

la posiciod

eu quepoco mas o menos se Iesve, esto os, de la últimagrada, por decirlo asi, de la sociedad. Para prueba de loque acabo deesponer, bastará soloque recuerde, que como veterinarios, no solo no tene¬

mos derecho para

poder

representar ante la nación

pormedio de una

diputación, á la clase, sino

que tauipucosomos merecedores dealcanzar el derecho . de prestarun humildevoto, para el nombramiento

deaquella. Aun hay mas: mientras queun

ciruja¬

no romancista, un comerciante, un tendero, un

projdetario,

unzapatero enfin,contalque paguen

decontribución una cantidadseñalada por la ley, tienen, además del derecho de poder emitirsuvoto para

el nombramiento de

un

diputado á Cortes, 6 de

un concejal para una

municipalidad, el de poder

ser elegidos; á los

veterinarios, á

causa

de

que

las

cuo¬

tasque satisfacenno alcanzan, en

general, á aquella

cantidad, ni la ley les concede escepcion

alguna

ter-

minantecomofacultativos, nipuedenser

elegidos ni

elegibles? No esestobastante

triste

ypoco

satisfac¬

torio para todos los individuos que,

reuniendo los

conocimientos necesarios, ejercen la

facultad del

mejor modo

queies

es

dable

y que

ansian

sea

ésta

mejor

considerada,

como es

justo? No

es este mo¬

tivosuficiente para que

todojóveri, al tiempo de

querer

empreuder

una carrera

literaria, elimine de

entre ellas á lamalhadada Veterinaria? Y pregunto yo ¿no es

ella merecedora de

esta

eliminación? La

plumaseme conmueve y no me

permite la

mano

'continuar, al intentarsalir ála defensa de

la

facul¬

tad,

probando lo contrario:

no

dudo

que

tendría

razonespara

ello;

pero

al propio tiempo

se me ocur¬

renciertasobjecionesque

harian dudar de mi triun¬

fo, por cuyo

motivo,

me

limito á

esperar que

otra

mas segura que

la mia, emprenda

tan

noble de¬

fensa. Para estoapelo á

todos los comprofesores

que, deseando arrancar del

profundo abismo

en que

des¬

graciadamenteyace

abandonada la ciencia de

curar los animales domésticos , hagan en su

obsequio

cuantos esfuerzos estén desuparte. Los

medios

por los cualesse puede llegar

al resultado apetecido han

de ser labase de nuestras

primeras discusiones,

para en

seguida determinar

y poner en

ejecución los

mas-acertados y

útiles

al

logro de

nuestraempresa.

Siserecorrela historia delaVeterinaria, seve¬

rá que los

gobiernos de

su

parte han hecho

mas

que se

merecían los

que se

dedicaban á ella,

supues¬

toquetodas sus

disposiciones

en

beneficio de la cla¬

se, han ido degenerando y caducando

paulatina¬

mente hastallegar al olvido. De lo

contrario ¿cómo

se hubiera consentido, por

ejemplo,

que

llegara

el caso de que

los albéitares pretendiesen equipa¬

rarse con los

profesores veterinarios, si

estos no hubiesendescuidado el conservarintactas las

dispo¬

siciones y reales

órdenes vigentes,

que marcan

las

atribuciones deunosy otrosy que tan

esencialmen¬

te losdiferencia entre sí? Nopuede decirse departe de

quien está la culpa? Pues bien: presciudiéndo de

lo que

pudieran valer las reclamaciones

y

suplicas

deaquellos que por su

saber, posición

y

proximi¬

dad al gobierno,

pudieran contribuir á

que se cum¬

plimentasen

las disposiciones gubernativas-

¿no son

culpables

por su

silencio

y

apatía todos los veterina¬

riosengeneral?

Cuando todos velan

que

faltaba

una verdaderacorporaciónque

pudiera^representar á to-

dalaclase,y quetampoco

desempeñaba

este cargo

la

única que

indirectamente podía hacerlo,

por ser

la

que se

hallaba encargada de estender

y

aumentar las

luces de laciencia¿por

qué la generalidad de los

[iro-

fesoresno han acudidoalgobierno, ya

fuese indivi

dualaienteó

constituyendo corporaciones espontá¬

neas,

haciéndole

presente

el estado de la, ciencia

y

suplicándo la

justa

{observancia de^lo mandado

en diferente épocas?

Solo

una

pequeña escepcion

debo hacer, pues

todavía existen algunos indi¬

viduos que

celosos

por

la facultad,

se

propusie¬

roniconstituifuna junta ó reunion

de profesores

en MadridenlosañosdeÍ839y40, en la que

reinaba

eldeseounáninie de

emplear

cuantos

medios

estu¬

vieraná su alcance para

impetrar del gobierno

y lás Cortes una.

jniraía

de

compasión hácia

su facultad, y

poder rúerecér de sü sabiduría,

se pu¬

siera en

práctica lo mandado, así

como

algu-

(5)

DE LA VETERINARIA. 21

nas gracias en

beneficio de ella

; pero

bien fue¬

se porlas

circunstancias

tan azarosas queen

aque¬

lla épaca mediaban,

ó

por otras causas,

lo cierto

esque nada se pudo

conseguir

por

entonces. Sin

embargo,con motivo deestos

esfuerzos

y

de los que

posteriormente

emplearían algunos

en

particular,

tanto enla clasemilitarcomo en la

civil,

y

gracias á

laprotección queha

dispensado la Junta de catedrá¬

ticos deMadrid, hemos

visto

que

asi á los

unos como

á los otros, elgobierno

les ha concedido

nuevas pre- rogativas,como son

la formación de

un

reglamento

militar,para aquellos,con

algunas otras disposicio¬

nesfavorablesálamismaclase; yun nuevo

arreglo

enel estudio de la ciencia, asi como un plan

general

parael modo de

ejercerla

,

á

estos,

Pero ¿cuáles han

sido los resultados de tantas

y tan considerables

gracias concedidas por parte

del gobierno? El queel

reglamento de Veterina¬

ria militar se halle estancado é

imposibilitado de

poder proporcionar

ningún ausilio favorable á la

clase militar. Y

quién

tiene

la, culpa de tan funesto

resultado? No quiero ser

quien lo

ponga

de mani¬

fiesto, ysolo lo

recomiendo á cuantos les interesa.

Encuanto al reglamento

civil, á

no

haber sido por

un número reducido de profesores, que

al observar

la mismaapatíay

silencio

porparte

de los demás en

general, yque

nadie manifestaba deseos de salir á su

defensa para que se

pusiera

en

observancia lo que

en élse dispone,

dirigieron

una

atenta

y

sentida es- posicion

al

gobierno deS. M., haciendo

ver

las difi¬

cultades que se

opondrían al planteamiento del

nue¬

voarreglo, con

todo lo démasqué

creyeron

útil,

pa¬

raque se lleve

á cumplido efecto cuanto

en

él

se

dispone; sin

dudaque

..abria tenido, el mismo

re¬

sultado que las anteriores

disposiones.

Las consecuencias que do tan

laudable

como

de¬

sinteresadaesposiciou han

sobrevenido

,

díganlo el

Boletín y El Eco de

la Veterinaria

:

ellos han sido el

espejo donde se han

reflejado los resultados de

aquella, asícomo las deducciones y

modo de obrar

de los que, saliendo á

la defensa de

una

clase de¬

terminada y que por creerse

perjudicada

con

solo

estepaso, pusieron

el giito'en el cielo

,

acriminan¬

do, vituperandoy

atacando directa é indirectamente

á la ciencia y á sus

verdaderos representantes,

es- ceptuando

esclusivamenteá los de

su

especie,

como

ios únicosmerecedores y

dignos del

mayor

elogio,

porparte

del director

y

redactores de

un

periódico

que en mqla hora,para

todos

en

general, salió á luz.

Y,porqué? Tan solo porqueaquel

reducido número

deprolesores reclamaba la

observancia del regla¬

mento ya citado: y como

la

mayor

parte de

sus

disposicionessonin

in\alidadas,por casi todos los

Albeitáres, de aquí el que, por

defender

sus

in¬

fracciones, hanechado en caraà diestroy

siniestro

lo que es y no es,

aplicando á los demás

sus pro¬

pias faltas. Sin embargo, estos

mismos individuos

que tanto han vociferado encontra

de los

pro¬

fesores de la hornada del 47, como

ellos dicen,

así como déla clase engeneral, se los

enel dia, con la mayor

humildad suplicar

se

les

tenga en consideracióny se

les auxilie,

para po¬

derconseguir parte de los

beneficios

que

á la cla¬

sede Veterinariase concedeenel citadoreglamen¬

to,

persuadidos

deque p'or este

medio podrán

con¬

seguirloque nohan

podido

con

gritos

y amenazas.

Si bien e^

verdad

que

la ley

no

les concede puedan

disfrutar de

ninguna de aquellas prerogativas,

pues quetácitamente escluye

del ejercicio déla

Veterina¬

ria á todos los que nohan

sido revalidados dé 2." cla¬

se; nosotrosdeseamos sin

embargo,

que

mientras

existan Albéitares,

puedan

estos,

á falta de aquellos,

ya sean

de 1.a 6 2.» clase, ocupar y desempeñar

enclase deinterinos, cuantos

destinos correspondan

á estos; asícomo que

puedan continuar ejerciendo

la facultad en todas

circustancias, hasta donde

les conceden las leyes,

esto

es,

la curación

de las enfemedades del

caballo

y sus

especies,

y

el herrado. ¿Puede concedérseles alguna co¬

samas?Yo creo que esto es cuanto, en

beneficio

deellos, puede

hacerse. Sin embargo, como no du¬

damos que el

Gobierno

en su

alta sabiduría habrá

comprendido mejor

que

nosotros, lo que de dere¬

cho les corresponde, esperamos su

publicidad, ma¬

yormente

cuando

se cree

que muy en breve se vá á

publicar

el

nuevo

arreglo de las ciencias médicas en

general. Por consiguiente, suspendamos basta en¬

tonces, nuestras

buenas ó malas observaciones.

{Se concluirá,)

DESPEDIDA.

Mi contestacioriála réplicadel Sr, Cubells,

sobre el

ce¬

bamiento del cerdo, por mas que estabaya

llenado parte

de los números 19, 20 y21 deEl Albéitar,por

precision

tiene quesercorta, ya porquelas columnas

de El Eco

no

estándestinadas para escritosmus

personales

que

cientí-

flcos, yatambiénporque enlugar

de impugnar,

no

solo

dichoseñor cedeen loesencial de mis proposiciones,sino

queentraendetallesen apoyo

de ellas,

que

si

son

supér-

fluos paralosveterinarios, sedan con

el intento de adqui¬

rir realceentrelos albéitares.

AsivemosqueD.Blas

concede el

que

hayaautores

que

handado el nombredebayaal frutodel Lentisco,y que

el

Cactus opuntiadeLineo se

llama

en

español

tuna

vulgar.

Igualmenteseconforma y

prueba

que

el azúcar impuro-

es nutritivo, y quelas sustanciasno

azoadas

son,noíos-

tenes de lavida, porqueLiebignoha

dicho tal

cosa,

sino

que contribuyenal

mantenimiento de ella

como

sostene¬

dores delcalor animal: quela

acetificación necesita algo

mas quefermentoyalcohol,los cuales

ni

aun son

indis¬

pensablemente necesarios.

Del

mismo

modo repite

conres¬

pectoá los vegetales, lo dichopor

mí,

«que

carbonizán¬

dolos yrecogi'ndolos

productos

que seevaporan

en¬

cuentraentreellosácidoacético.» Siporelmomento!).

Blas

no se determina á concederigual privilegio á las.sustan¬

cias animales, cuando dicho señoresté mas

enterado de la

químicaorgánica,

reconocerá

que no

tan solo de los cuer¬

posorganizados sino

también de materiales fósiles se pue¬

de obtenerdicho ácidopor medio de la

destilación ígnea.

D. Blaspodrá no

comprender lo

que es

la caseína ve¬

getal, auncuando se encuentraen

los frutos leguminosos

que entrancomo parte

del past,

y que

el almidón, qu#

tanto abundaenél, sehacesolubleó gomoso

transformán¬

doseendestrina, siemprequesele

sujete á la cocción, tor¬

refacción, diástase, germinación,

maduración, insaliva¬

ción y digestion,

proporcionando

con

este cambio mole¬

cular, y noelemental, un

pioducto útil á las artes, á las

ciencias yálosanimales; pero

de ello nadie tiene lacnlpa.

Veo que actualmente no

conviene el Sr. Cubells en que

los residuos delos gr.mosharinosos

contengan partes

azu¬

caradas, déspues de haber

pasado

por

lermentaciones,

germinación y

cocción. Conozco, D.Blas, que en los casos

apurados, porno tiucr razones

á la mano, vale tanto ne¬

garlorotundamente.

Del mismo modo afirma que un ani¬

mal deOrganización

complicada podrá vivir sujetándole es-

cliisivamenteá unasola yúnica

sustancia ó

grano; ycon todo, restiltaprobado

todo lo contrario

por

los esperimen-

tosque sehan

emprendido sobre ello, y la sana razón bas¬

taparaconocerque'cs

imposible qiie

una

sola sustancia ó

únicogranoabastezca

á la economía

en su

incesante mu¬

tación detodoslos elementosparael

mantenimiento de

laspartes

del

cnerpo.

-•Sobre algunos otros-puntos

diferimos,

mas

bien

por contradicciónsistemática, que científica,puntos que no tocarépor no serfastidioso y que

prefiero dejar á la

con¬

sideración del lector; yasivoyáterminar

recordando á

D. Blas queha

repetido

con

mucha amabilidad, haber

yo

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