CULTIVO DEL MANZANO.
I.
Aunque en
algunas
comarcasde España se cultiva el manzano
en gran
escala,
conel fin de aprovechar la mayor parte del fruto
en la fabricación de la
sidra,
esteúltimo vegetal debia hallarse
extendido por otras zonas que
le
sonpropicias, y no estaria
demás tampoco quese
le cuidase
conmayor esmero, puesto que puede
serorigen de rendimientos respetables, siempre que se
aprovechen las lecciones de la esperiencia, y que sin aventurarse
de un modo demasiado atrevido en
las innovaciones,
seabandone
con
prudencia la ciega rutina,
que estan frecuente éntrela inmensa
mayoría de los agricultores^ los cuales suelen rechazar instintiva¬
mente cuanto se sale de la
práctica sancionada
por unaprolon¬
gada costumbre.
En
algunas de
nuestrasprovincias dedícanse estensos terrenos
al cultivo del manzano, y se
da bastante importancia á la fabri¬
cación de la sidra; pero
ni
estecaldo ha podido hasta ahora con¬
servarse durante
algunos años
conel fin de aumentar
suvalor en
los
mercados, ni
seha estudiado convenientemente todavía la
manera de
trasportarlo de
un puntoá
otro para quesea objeto de
una
exportación
en vastaescala. Sin embargo,
enAstúrias, en
donde la cosecha es más considerable que en otros puntos y
la
la sidra de
mejor calidad, desde hace algunos años ha aumen¬
tado de valor de un modo
notable,
ya porel
mayorconsumo quese hace en el
país,
yatambién
porlo
que seextrae
parala isla de
156 GACETA AGRÍCOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO
Cuba y
Filipinas,
endonde,
aunque nollega
enlas mejores
con¬diciones,
es bastanteapreciada,
conespecialidad
porlos
numero¬sos
inmigrantes
queprocedentes
de la provincia de Oviedo resi¬den en la reina de las Antillas y en
el archipiélago filipino.
Cuando la sidra se consumia toda en
Asturias, vendiéndose
por lo tanto á muybajo precio,
sobré todo en los años en quelas
co¬sechas eran
abundantes,
nopodia exigirse
de losagricultores de aquel país, ni
el aumento del cultivo del manzano,ni
lamejora
en el cuidado de esté vegetaly en
las manipulaciones referentes
ála fabricación de la
sidra;
perohoy,
que áunprescindiendo de
la exportación á la isla de Cuba y
Filipinas,
se ha desarrolladosobremanera el consumo en el
país,
alcanza ya bastanteestima¬
ción el
producto de
quehablamos,
para quepueda
serobjeto de
un esmerado cultivo el árbol que
la produce
y sepractiquen las operaciones de
la extracción de la sidra con mayorcuidado
y solicitud.Con el
designio de
propagar enlo posible
el cultivo del man¬zano, puesto que
la
mayor partede
las comarcas deEspaña le
son
favorables,
y no es demasiadoexigente
en cuantoatañe
á las condiciones,del terreno, vamos á ocuparnos conalgun deteni¬
miento de esta
materia,
teniendopresenteslosprocedimientos
quese
emplean generalmente
enAstúrias,
losdatos
que nosha sumi¬
nistrado una
larga
experiencia ylas mejoras introducidas
en otros-países,
enlos
cuales la fabricación de la sidra ofrece considerables rendimientos.De los 85
departamentos
en que sehalla dividido el territorio de
la
Francia, cultívase
el manzano parael objeto referido
en 36, y el producto en venta de la cosecha asciende en cada año portér¬
mino medio á la
respetable
cantidad de 62.85o.823francos,
valordélos
8.582.476 hectolitros
desidra,
que segúnlos cálculos
másaproximados,
sefabrican
durante elperíodo de tiempo referido.
Estos
datos, de
cuyaexactitud podemos responder, demuestran
que
el vegetal de
que hablamos y quedebe
serobjeto de
este mo¬desto
estudio, puede
serbase yfundamento de
unalucrativa indus¬
tria, mucho
más, cuanto quelas condiciones
de nuestroclima
son adecuadas á lapropagación del
manzano, queasí
como prospera y se conservabien
en elevadaslatitudes,
pruebaperfectamente:
en las comarcas meridionales.
CULTIVO DEL MANZANO 15/
Pertenece el manzano á la familia de las rosdceas, tribu de las
pomáceas
compuestade
14especies originarias del hemisferio
bo¬real, y cuyas
variedades
son tandistintas
que no esposible
hacerde ellas una clasificación
completa,
porqueasí
como en cada loca¬lidad recibenun nombre
diferente,
en relaciónáveces conlas cua¬lidades del fruto, otras á causa de su diversa
procedencia,
yalgu¬
nas también según
el capricho de
loscultivadores,
apenas existealguno dedicado
ála plantación de
estaespecie,
que nohaya ob¬
tenido nuevas clases, ya con
motivo del
esmeroempleado
en lasdiversas
operaciones
queexige el cultivo del
manzano,ya'tambien
por
las
condiciones de los terrenos en que sedesarrolla.
Las
hojas del
manzano son alternas,simples, de forma elíptica
y
dentadas;
sucolor
es verde claro ylustroso; la
parteinferior
cubierta de vello y con nervios bastante
pronunciados,
yla
supe¬rior
algo
ásperaal
tacto.El ingerto modifica
sobremanerala for¬ma delárbol, y poresta razón no
debemos
extrañar quecada
cla¬se ostente una
configuración
yforma diferentes,
eso sin contarcon que
la poda le imprime también
un carácterdistinto,
segúnsean las circunstancias en que
haya de desarrollarse
yel diverso objeto
á que sele destina,
puesasí
como parael cultivo
de lashuertas y
jardines
seemplean árboles
enanos quepueden
fructi¬ficar hasta en macetas,
los hay también
que secultivan
enespal¬
dera sencilla ó doble, otros que se someten á las más
caprichosas figuras
pormedio de la
poda yla estudiada
dirección delas ramas nuevas, y otros, enfin,
que seplantan formando pomaradas
ó en los linderos de lasheredades,
en donde suelenadquirir
tan consi¬derabledesarrollo yuna
producción
tanfabulosa,
que sehan dadocasos de que un
sólo
manzanohaya suministrado
frutoparala fa¬
bricación deuna
pipa de sidra de
32 cántaros.Según hemos indicado
másarriba,
aunqueel
manzano pruebabastante bien en toda clase de terrenos, debemos exceptuar,
sin embargo, los húmedos
ylos de
subsueloimpermeable,
pueslas
aguas
encharcadas pudren
lasraíces
yocasionan la
muerte delve¬getal. Cuando haya precision de emplear
paraesta clase decultivosemejantes
terrenos yhaya sospechas de
que en ellos existanaguasdetenidas,
lo cual se conoce fácilmenteporla producción
espon¬tánea de los mismos, será circunstancia
indispensable, si
se hande recoger
los frutos de los
afanes ydel capital invertido,
sanear*
I58 GACETA AGRÍCOLA DÉL MINISTERIO DE FOMENTO
préviamente el
terrenopormedio de la operación llamada drena-
ge, tan
usada
enlos países extranjeros,
y conla cual
seconsigue
habilitar para
el cultivo
con pocos gastosgrandes porciones de
tierras ántes casi
improductivas.
Prefiere el manzano átodos el terreno calizo
fuerte, de
bas¬tante
fondo,
yligeramente inclinado
conexposición al Sudoeste,
al Sur ó al
Sudeste,
puessemejante situación ofrece siempre
una temperatura másdulce,
mayornúmero de
momentosfavorables á
la
vegetación
ycoloca á los árboles al abrigo de los vientos del
Norte,Nordeste
yEste,
que sonperjudiciales
álos
manzanos quese hallan en floró
próximos
á florecer.En el caso en que
la exposición del
terrenode
quepodamos disponer
parael plantío
que proyectamos seacontraria á lo
quedejamos indicado, preferiremos las especies tardías
queflorecen
ya
cuando
no sonde
temerlas heladas ni el efecto de los vientos
del Norte. Tarnbien
pueden
tomarse en este caso otrasprecaucio¬
nes que
contribuirán eficazmente
á protegerel plantío,
como, porejemplo,
lacolocación de
una espesafila de perales
porla
parte del Norte ydel Este. Este árbol,
quegeneralmente
seeleva más
que
el
manzano,florece más tarde
y secubre más
prontode ho¬
jas, ofrecerá
ála pomarada
unabrigo
nodespreciable
contrael empuje de los fuertes vientos del Norte
yEste.
Tampoco estará
demás,
enel
casode
queahora
nos ocupamos, que secoloquen al Norte las especies
queadquieren
mayordes¬
arrollo y
las más tardías,
ydespues sucesivamente hácia el Medio¬
día las más
pequeñas
y tempranas, porqueal propio tiempo
que-semejante distribución ofrece
unagradable
aspectoála vista,
con¬tribuirá
poderosamente
ála
máscompleta madurez de los frutos.
Para que se
comprenda la importancia
quetiene la exposición
por
lo
que respectaal
manzano,daremos
cuentade varias
expe¬riencias curiosas hechas por Mr.
Freliset, entendido agricultor
francés. Observó éste que en
algunas pumaradas
queformó
conplantones procedentes del mismo semillero
y enigualdad de cir¬
cunstancias,
unosindividuos
sedesarrollaban perfectamente,
otrosvegetaban
con escasovigor, algunos al cabo de
pocotiempo
pere-cian,
ylos más tiernos
yjóvenes
seretorcian. En la fisiología
ve¬getal encontró Mr. Freliset la explicación de
estosfenómenos. En-
efecto,
enlas obras de Mirbel
yDutrochét,
sehallan consignados
CULTIVO DEL MANZANO 169
lushechos
siguientes:
que elcalor yla luz ejerce-n
unaacción im¬portante y muy
directa
sobre los árboles yespecialmente
sobre el manzano; quesi
se hace unasección horizontal del tronco deesteárbol, se nota unaacumulación
gradual
detejidos
en el liber yla albura,
cuyacantidad
es grande en el punto que mira al Medio¬día,
menor hácia el Este yOeste,
ymuchísimg
ménos pronun¬ciado hácia el Norte.
Aleccionado por estas
observaciones,
el mencionado agricultorbuscó parala colocación de sus pumaradas uii terreno que sien¬
do conveniente para el cultivo estuviese expuesto al
Mediodía,
ofreciendo además una dulce
pendient»,
para que todos los árbo¬les pudiesen recibir la favorable influencia de los rayos solares.
Observando también Mr.
Freliset,
que essiempre
conveniente altrasplantar
los manzanos, colocarlos en la mismaexposición
que tenian en elvivero, seguía
estesistema,
yasimismo,
al verificar elingerto,
colocaba las púas ógarfios de
manera que las yemas sehallasen en la misma dirección que tenian en el árbol de su pro¬
cedencia.
Semejantes precauciones,
por más que áprimera
vistaparezcan
nimias,
pueriles yhasta inútiles
á la inmensamayoría
de nuestros
agricultores,
acostumbrados ámenospreciar
tan deli¬cados
afanes,
son en el fondo de granimportancia,
habiéndoseobtenidocon ellas resultados notables.
Como el manzano se
puede
considerar dividido en general endos
clases,
unadestinada
á las huertasyjardines,
y otra á las pu¬maradas,
produciendo
laprimera
lamanzanade mesa, yla
otra laque se
dedica
á la fabricación de lasidra, exigiendo
cada una de ellas diversosprocedimientos,
trataremos ántes de cuanto se re¬fiereal cuidadodela
primera,
reservando paradespues
lo que ata–e al cultivo en gran
escala,
relativo á los productos que son ob¬jeto de
una lucrativa industria.El que se
destina
parahuertas,
y, porconsiguiente,
á la pro¬ducción de clases delicadaspara
la
mesa, seingerta siempre
toman¬do las púas,
escudetes,
etc.,de
lasmejores variedades,
como son lareineta,
camuesa, calvilla de verano,de anís, de violeta
yotras, bastante conocidas aunque condistintos
nombres en cada locali¬dad, imprimiendo
á los árboles al verificar laoperación del inger¬
to laforma másadecuada al uso para que se
destina,
puesdiversa
será en los de
espaldera,
que enios
enanos, que enlos
que se co-i6o Gaceta agrícola del ministerio de fomento
locan en las orillas de las calles y paseos.
Gomo tratándose de
es¬tas clases
superiores
quehan de adornar
en sudia hasta las más
suntuosas mesas, se
sacrifica
á la ideade adquirir frutos grandes, limpios
ysabrosos, cualquiera
otraconsideración, claro
es quelos procedimientos
quehabremos de emplear, serán completamente
distintos, yalguq^s
veces opuestos álos
querecomendaremos
pa¬ra obtener
plantones vigorosos
yde larga vida, destinados á
po¬blar las
pomaradas
y áproducir
entiempo
oportunoabundantes
cosechas.
Los árboles de
jardin
yhuerta han de
sercastigados
conla poda
en mucha mayor
escala
quelos reservados
paralas pomaradas,
pues
así
comoá éstos
no seles ha de forzar
nuncaá
queproduz¬
can prematuramente,
sino hasta
quehan adquirido el conveniente desarrollo, así á los
otros seles obliga á criar frutos de
gran tama¬ño áun á
riesgo de
que no sedesarrollen
porcompleto
y perezcan álos pocosaños de haberse plantado.
Varios son los
procedimientos
que seemplean
para aumentar notablemente el tamañode losfrutos,
y unode los más principa¬
leses la
repetición de los ingertos mejorando siempre las clases,
con lo cual si el árbol no alcanza larga
vida, ni adquiere mucha
robustez,
proporciona
encambio productos de
granvalor á los
mercados.
Entodo árbol
ingerto
seestablece
unaverdadera lucha
entreel
patron y
el
vástago que seha ingertado,
yasí
comosi predomina
el
primero, roba
grancantidad de sávia al segundo,
que esel desti¬
nado álos
frutos, así sobreponiéndose el segundo,
sonéstos de mejor calidad
yadquieren
mayorvolúmen. Tanto
esto esasí,
que siingertamos,
porejemplo,
ungarfio de peral
en un patronde
membrillero ó de
espino, los frutos
queobtendremos serán más crecidos,
lo cual reconoce unaexplicación fácil
ynatural.
Los frutos tienen la
propiedad de
atraerla sávia de las raíces, del
mismo modo que
lo hacen las hojas,
paratrasformarla
enlo
quese llama cambium ó ñuido
organizador. Si el
troncosobre
quesé ha hecho el
ingerto
esvigoroso,
sedesarrollarán
enél grandes
y numerosos
brotes
queatraerán la
mayorcantidad de sávia
con detrimento de los frutos qüe apenas sedesarrollarán. Por
este mo¬tivo, muchas
veces seráconveniente ingertar buenas clases sobre el
manzano llamado del
paraíso ó de
camuesa, envez^de empleat'
CULTIVO DEL MiNZANO l6l
plantones
robustos yvigorosos
de clases másfuertes,
para que pre¬valezca el
ingerto
sobre el patron en donde hasidocolocado.La
poda hecha
con esmero es también uno de los medios de au¬mentar eltamaño de los
frutos,
yclaro
ès quehan
de ser diversos los procedimientos quehan
de practicarseenesta^operacion,
según el resultado quedeseemos
obtener. Cuando lapoda
se ha verifica¬do con
inteligencia,
y conespecialidad
en el caso dequeahoraha¬blamos,
debe tener porprincipal objeto privar
al árbol de una gran partede
sus ramas á fin deque lasávia que éstas hablan de absorber para su nutrición se emplee en el desarrollodelosfrutos.Así,
vemos que en circunstanciasiguales
losproductos
de los ár¬boles bien
podados
sonsiempre
más grandes que los de aquellosque se
dejan
abandonados á sípropios.
En muchasocasiones,
cuando
despues
de habercuajado
el fruto se notaque se desarro¬llan con demasiado
vigor
y en gran número nuevos brotes ó ye¬mas, deberá procederse á su
estirpacion
para no distraer con sucrecimiento la acción de la sáviaque ha de nutrir la fruta.
Con este mismo
objeto deberá adoptarse
unmétodo depoda tal,
que las ramas del fruto resultenmuy cortas, y se
hallen
en lo po¬sible
ligadas
al tronco delárbol,
porquede
esta manera los frutos reciben más directamentela sávia y crecen más y con mayorrapi¬
dez. Nótase en efecto que los productos que nacen
algunas
vecesen el mismo tallo
principal,
sonsiempre
muchomásvoluminosos quelos
colocados en laextremidad de las ramaslargas
ydelgadas.
Como la cantidad de sávia de que un árbol
puede disponer
noaumenta enrelación con los frutos que
produce,
cuando éstos sondemasiado
abundantes,
será convenientesuprimir
muchos áfin de que los restantesadquieran
mayorvolúmen.
Paraproceder
á estaOperación ha de esperarse á quelos frutos se
hayan formado
porcompleto.
La sávia de lasraíces penetra en los frutospor
los
vasos que re¬corren el
pedúnculo
yse esparcen ramificándose hasta el infinito por toda la masa celular. Como losfrutos demasiado voluminososadquieren
muy pronto un peso relativamente considerable que es¬tira demasiado el
pedúnculo
comprimiendo unas contra otras las fibras leñosas ylos tubos
pordonde
circula lasávia,
éstanopuede llegar
con facilidadá nutrir elfruto,
que noadquiere
por lo tanto las debidas dimensiones. Cuando éstos se hallan colocados en ra-Tomo vi ii
162 GACETA AGRÍCOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO
mas'verticales, determinan
por supropio
peso una curvaturadel pedúnculo,
ysi al mismo tiempo
sucrecimiento
no esigual
entoda
su circunferencia, resulta una
torsion
queembaraza también la
circulaciónde la sávia, lo
cual
seevitará si
setiene cuidado de
co¬locar
debajo de los frutos
unsustentáculo
queimpida los citados
inconvenientes, procedimiento
que nosaconsejará la observación,
puesto que
cuando accidentalmente alguno de los frutos
seapoyasobrelas ramas del árbol ó sobre las
espalderas, resulta siempre
más
grande
quelos demás.
La incision anular y
el ingerto
poraproximación
que sepractica
fácilmente buscando un renuevo
vigoroso
que sehalla
cercadel
fruto que
deseamos favorecer
en sucrecimiento
yadaptándole al
pedúnculo si éste
eslargo ó la
rama qüele sostiene si
escorto,
pro¬ducirán elresultado
apetecido,
pues en este casoel vástago ingerto
serácomo una nodriza del
fruto,
querecibirá
mayorcantidad de
sávia.
Con
ventaja han ensayado algunos cultivadores el empleo del
sulfato de hierro
(caparrosa verde)
paraexcitar la vegetación
y au¬mentar el tamaño normal de las frutas. En efecto,
si
sehalla el
medio deestimular la
energía vital de éstas, absorberán
mayor cantidad desáviay.sedesarrollarán más,
porconsiguiente. Prime¬
ramente senotó que una
disolución de sulfato de hierro aplicada á
las
hojas tenia la propiedad de
aumentarsusfunciones de absor¬
ción, excitando el tejido celular,
ycomo eralógico,
sepensó que
el mismo
procedimiento produciria iguales resultados aplicado á
los frutos. Las observaciones qúese
han hecho han demostrado
se¬mejantes presunciones. La operación
es muysencilla
yfácil de
practicar. Disuélvese
encada litro de
agua gramo ymedio de sul¬
fato de
hierro,
y con estelíquido
sebañan los frutos cuando se ha¬
llan ya
completamente formados; debemos advertir
quees oportu¬
no verificarla
operación
porla tarde
paraevitar la rápida evapora¬
ción que
ocasionarian los
rayosdel sol durante el dia. De quince
en
quince dias ha de repetirse el baño de
quehablamos; pero te¬
niendo cuidado de aumentar
algo la cantidad de sulfato de hierro
despues de las
tresprimeras operaciones. De
estasuerte han obte¬
nido
algunos.cultivadores frutos
cuyaclase
eradifícil reconocer á
primera vista á
causade
sudesmesurado volúmen.
E)e todas maneras todos estos
procedimientos,
comootros de
CULTIVO DEL MANZANO 163 que no
hacemos mención
por noprolongardemasiado
esteescrito,
no
pueden emplearse sino
cuando losproductos
que se obtienenadquieren
gran valor en losmercados;
yhoy
queel
consumo au¬menta
diariamente,
con especialidad en los grandescentros de po¬blación,
no creemos de todo puntoi'nútiles
losconsejos
que aca¬bamos de exponer, pues
si
representan una gran sumadetrabajo
y de cuidado,pueden
no ser uno y otroestériles, sino
más bien ám-pliamente recompensados si
se tienen presentes las condiciones delocalidad y
las exigencias de
cada unade ellas.Debemos ahora volver á nuestro
principal objeto,
que es cuan¬to se refiere al cultivo del manzano en vasta
escala,
con el fin de utilizar susproductos
enla fabricación
de la sidra.Aunque
el
manzano se propaga por medio desemillas,
acodos y estacas,sin
embargo, elprimer medio siempre
serápreferible
y el
único
conveniente para obtener árboles robustos yvigorosos,
de
larga vida
yde raíces
abundantes. Por esta razón, si enalgu¬
nos casos puede emplearse paralos individuos que
han de
vegetaren las huertas y
jardines,
y que no sedestinan
á un gran desarro¬llo los acodos y estacas,
jamás aconsejaremos
estos procedimien¬tos para
los
quehayan de constituir
una pumarada, ó servirtam¬bién para
la fabricación de
lasidra,
plantados en los linderos de las heredades. Podria parecer áprimera vista
queel acodo
yla
estaca tienen sús
ventajas,
yasí
es enefecto,
puesto que poreste medio se obtienen árboles que no es
necesario ingertàr
yde
más
rápido desarrollo
enlos primeros años;
perolos inconvenien¬tes son mucho mayores, porque
ni las clases dejan de degenerar algun
tanto, ni sonsusceptibles de
granvigor,
pues susraíces, siempre
másdébiles
quelas
queresultan de las semillas, ni
pue¬den nutrir el árbol
suficientemente, ni darle
la necesaria solidez jíara resistir elimpulso de los vientos fuertes.
Antes de entrar en los detalles y pormenores que
exige la
formation de un buenvivero, explicaremos
el sistema de quese ha valido con gran resultado un
entendido cultivador,
con cuya amistad nos hemoshonrado,
paraformar
unapumarada
en las
mejores
condicionesposibles
y conel designio de
que la vida de los árboles quela hablan de poblar sobrepujase
ála
queen
general
tienen los demás.Elegida
con esmero laporción de
terrenodestinado
alplantío,
164 GACETA
AGRÍCOLA
DEL MINISTERIO DEFOMENTO
dióle en el mes de Febrero una labor
honda hastg donde
selo permitió el arado de
quedisponía. Allanada bien la superficie de
la tierra con la
grada, trazó las calles
y puntos endonde debían
colocarse los árboles, cuya
distancia
entresí
y entodas direccio¬
nes no debe
bajar de 3o piés» Abrió
enseguida las pozas de un
metro cúbico de hueco,
echando
enel fondo
un pocode estiércol
de vaca mezclado con tierra de cunetas de carretera.
Rellenas de
nuevo las pozas,
sembró
encada
unade ellas á
muypoca profun¬
didad dos ó tres
pepitas escogidas de buena
manzana y enper¬
fecta madurez,
las cuales al cabo del primer
mes yamostraban su planta fuera de la superficie. Continuó dando labores de escarda
necesarias á las nuevas
plantas,
y enDiciembre,
que yapodia
juzgarse del desarrollo respectivo, sólo dejó una en cada poza, trasplantando las restantes á
unvivero para llenar los huecos si
fuera
preciso
porcualquier accidente imprevisto.
Durante los años
siguientes destinó
nuestroamigo el terreno al
cultivo de
algunos cereales, cuidando al propio tiempo con el ma¬
yor esmero
de los
nuevosárboles, que á los tres años estaban ya
en estado de recibir el
ingerto
yvivir de asiento
enel mismo
punto en
donde habian nacido
ysin experimentar las consecuen¬
ciasdel
trasplante, siempre algo perjudiciales ó que por lo mé-
nos detienen por
algun tiempo el desarrollo del árbol. Hace poco
hemos tenido ocasión de visitaresta
finca, encontrando la
puma- rada en condiciones de buenaproducción
y con unarbolado
sano y
vigoroso
queofrecia grandes probabilidades de larga
existencia.
Ignoramos si
estemétodo
sehabrá seguido en alguna otra
parte; pero no
estaria demás
que enlos establecimientos que tiene
el
Estado,
sehiciesen experiencias
eneste sentido, pues nosotros
creemos
preferible, siempre
que sepueda, la siembra ya de asien¬
to; porque
si bien
esverdad
que paracriar una pumarada se ne¬
cesitará más
tiempo
queadquiriendo los plantones de los- vive¬
ros casi en estado de recibir el ingerto,
los trasplantes
quehan
debido
experimentar ántes de llegar á
sudefinitivo asiento en
muchas ocasiones
perjudican al vegetal,
que no sedesarrolla con
tanto
vigor
yenergía.
Cuando se trate de establecer un buen
vivero de
manzanos,habrá que
proceder
parala elección de la semilla de distinta ma-
CULTIVO DEL MANZANO i65 ñera, según
las proporciones
quehaya de darse á la siembra. En pequeña escala siempre será mejor obtener las semillas sacándolas
directamente del fruto que no
emplear el orujo
que restade la
fabricación de la sidra. En el
primer
caso se escogen enlos mis¬
mos árboles los frutos
mejores
yde las clases más estimadas
enla
época
de la completa madurez
y selos
conservahasta
quecomien¬
cen á
pudrirse. Entonces
seles quitan las pepitas,
que sesiembran
en
seguida si
se escoge para estaoperación la época del otoño, ó
seconservan entre arena fresca si se
prefiere la siembra de pri¬
mavera.
Como este
procedimiento, sin embargo, resultaria
muylento
ydispendioso, si
se tratasede formar
unvivero
en granescala,
empléase
porlo general
parala siembra el orujo de la sidra,
quese toma fresco, se expone
al aire ó al sol,
yluego de bien
seco se sacude para quesuelte las pepitas
quecontiene, las cuales
sedepo¬
sitan en un
paraje fresco hasta el tiempo de la siembra,
que porlo
regular se
verifica
enFebrero ó Marzo. Cuando hay proporción de
obtener el
orujo fresco
en estaépoca, debe preferirse
sacarde él
por el método indicado laspepitas necesarias
parala siembra,
enlugar
de
emplear las conservadas,
quepudieron
muybien haber perdido
parte desus
cualidades germinativas. De todas
maneras,ha de
te¬nerse cuidado en
escojer
lasemilla, separando la
quehaya sido aplastada
porla presión
quesufren las
manzanasal estraerles la si¬
dra, si bien
aunque sepierda algunas pepitas,
comola siembra
se hacealgo
espesa,el inconveniente indicado
no esde consideración.
Sobre todo lo que
ha de evitarse
concuidado
es queel orujo de
dondese tomen las semillas
haya fermentado,
porqueestoperjudi¬
carla en gran manera á
aquéllas.
Para la elección del terreno que
haya de destinarse á vivero han
detenerse en cuenta
algunas circunstancias. Si bien
enel de
me¬jor
calidadadquirirán los plantones
mayordesarrollo, si despues
han de ser trasladados á otro que sea
inferior,
noprosperarán
criándose
siempre débiles
yenfermizos, al
paso quelos árboles
sembrados en una tierra de mediana calidad
probarán
entodas
partes.
Escogido
yael
terreno,teniendo cuidado
que sea enparaje
seco y
abrigado,
sele dará
unalabor á la profundidad
quealcance
la
pala, operación
quedeberá verificarse durante el
mesde Di-
166 GACETA AGRÍCOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO
ciembre. Sielsitio en dondesetratedecolocar elsemillero está cu¬
bierto de maleza, como brezo,
aliaga,
retamas, etc., etc.,será muyconveniente
pelarlo de
antemano,quemando
lasplantas
quehayan
resultadode la
limpia
yesparciendo las cenizas
porla superficie.
Ochoó diez dias ántes de la
siembra,
que como yahemos dicho,
debe verificarse en Febrero ó
Marzo,
seecharásobreel terreno una capa demantillo,
compuestade deírííMí vegetales, lo
cual esprefe¬
rible á todo abono
animal,
yúnicamente
en el caso de absoluta, necesidadpodrá apelarse
alestiércol
devaca y noá
otro,emplean- dolo, sin
embargo, con muchaeconomía,
pueslos
abonos anima¬les suelen ocasionar al manzano una enfermedad cancerosa que le
produce algunas
veces la muerte. Alpracticarla segunda labor
que
ha de llevar el
terrenodestinado
ásemillero,
se enterrará elmantillo ó abono
^indicado
y sedesmenuzarán
con esmero losterrones hasta que
la superficie quede completamente plana.
Entón-ces seesparce
la semilla, procurando
hacerlo con la mayorigual¬
dad
posible,
para que noresulten claros
ni puntosdemasiado
cu¬biertos,
en loscuales
nopodrían desarrollarse
lasplantas,
moles¬tándose unas á otras. Las
pepitas
secubrirán
con unaligera
capa de buena tierra ó demantillo,
yá falta de éste, de
polvorecogido
en las orillas de loscaminos, y
mejor aún de
lascarreteras.Con el
objeto de evitar
quelas
avesdesentierren
laspepitas
para
comerlas, debe
cubrirse el semillero conalgunos espinos ó ramaje sin hoja,
y paraimpedir
que las ratas devoren lasemilla,
lo cual suelen hacer abriendo
galerías
subterráneas,algunos agri
cultores clavan estacas de sanco en varios puntos
del
vivero como á mediopié de profundidad,
áñn de
queel mal olor ahuyente
átan
perjudiciales roedores. La siembra
severificaría
con másigualdad
haciendo con unrastrillo de madera de dientesseparados
entre sí por
el espacio próximamente de
cuatropulgadas
unossurcos poco
profundos
paradepositar
enellos la
semilla que se cubredespues
con el mismoinstrumento;
pero estoofrece
elin¬
conveniente de que
las
ratasdestruyen más semilla si llegan
áentrar en el
sembrado,
porquesiguen la dirección de
los surcos:Cuando en vezde un semillero en vasta escala se trata de for¬
mar uno con
pepitas cogidas
á mano, áfin de obtener variedades
nuevas, será
preciso mejorar
sobre manera el terreno,convirtién¬
dolo casi en verdadero
mantillo;
perosiempre evitando
en lo po-cultivo del manzano
167
sible el uso del
estiércol,
nosiendo el de ganado
vacuno en pe¬queña cantidad,
yá falta del
queresulta de los despojos vegetales.
Adoptadas todas
estasprecauciones
ycontando
con untiempo favorable, al
messobre
pocomás ó ménos comenzarán á
nacer las tiernasplantas
queexigen,
como esnatural, algunos cuidados;
De ellos y
de
cuanto serefiere al cultivo del útil vegetal de
quehablamos, así
comodel aprovechamiento de
sufruto,
nos ocupa¬remos en los
siguientes artículos.
Manuel G. Llana.
NUESTROS FOSFATOS MINERALES.
«Sr. D.
Miguel Lope:{ Martine^.
I estimado
amigo
ycompañero:
Apetición
dealgunos
que
lo
son deámbos,
remito á Vd. estas cuartillas por si lasconceptúa Vd. dignas
de aparecer en la GacetaAgrícola,
ya que tan útilísima publicaciónllega
á to¬dos los centros en donde mis observaciones
pudieran producir
efecto útil.
Son elextracto de un dictámen dado por
mí
en una de lassec-cioces de un alto cuerpo, que pareeió á mis
dignos compañeros
demasiado valiente y que yo
modifiqué
accediendo gustoso á las.prudentes
indicaciones de los másexperimentados.
Tratábase de recomendar la última Memoria
publicada
porla
Comisión del mapa
geológico,
cuyos autores son los ilustradosingenieros
Sres.Egozcue
yMallada,
y comoquiera
que en este notable libro se tratepreferentemente
de los fosfatos minerales de laprovincia
deCàceres, creí
la ocasión oportuna parallamar
la atención del Gobierno sobre uno de los problemas más vitales, parael
porvenir de nuestraagricultura. Por
sobra de entusiasmoópor
falta de mundología,
melancé á exponer laverdad,
sin mu¬tilarla por
nada
ni pornadie,
ya que se trataba nada ménos que de la salud yde la
existencia de lapatria.
Estofué, sin duda,
loque
dio
ámi pobre
prosa una entonación hartoviril, "y
esto lo queha movido
á nuestrosamigos
ádesear
quemis
observa-NUESTROS FOSFATOS MINERALES l6g ciones no vayan á
dormir el sueño
de los müertos (encompañía
de millares de
trabajas muchísimo
másnotables) bajo
el polvoinviolable de nuestrosmudos archivos.
La Memoriaen cuestión es un tomo en
4.° de
36ipáginas,
en el cual los señoresingenieros,
Egozcue yMallada, despues de
ladescripción geográfica de
laprovincia de
Càceres examinando suorografía
éhidrografía, despues de
ladescripción geológica
queconstituye la
partesegunda de
suMemdria,
entran á hacer en laterceray
última la descripción minera,
y enella
se detienen pre¬ferentemente en los criaderos de
fosforita,
de los cuales presentanun estudio
especial
yá todas luces valioso.
Ocupa
esteestudio
120páginas, desde
la i8xhasta
la3oo,
ytras breves, pero nobaldías consideraciones preliminares,
enumeransus autoreslos diferentes criaderos de
fosforita,
agrupándolos entressecciones, según que armen en el
granito,
que cortenlas pi¬
zarras cambrianas ó que se encuentren
intercalados
en calizas.Aquí,
y conayuda de cinco láminas ejecutadas
con notable clari¬dad y que
acompañan al
texto, encuéntranse reunidos yordena¬
dos todos los datos científicos y
técnicos
queofrecen los trabajos
hechos por
los mineros
yespeculadores, únicos
mediante los cua¬les el hombre de ciencia
puede formar idea de
laimportancia de aquella riqueza
ypresumir
sucuantía. Completan
el exámen delos hechos una
exposición de los
caractèresde
la cal fosfatada yuna clasificación de la llamada
fosforita; observaciones
sobre laasociación de éstacon otras
sustancias,
y un exámende
las altera¬ciones de las rocas en contacto con las fosforitas. Discútese en se¬
guida la teoría del
origen de
tanpreciosas sustancias (que los
auto¬res
califican,
muyacertadamente,
en nuestraopinion, de geiseria-
no) y seofrecen
algunosdatos industriales
que son comola síntesis
•práctica de los
trabajos, observaciones
yestudios realizados.
La Memoria
concluye
con un exámenligero de los criaderos
metalíferos de la
provincia de Càceres
ydos apéndices de muchí¬
simo
interés,
puesel primero
serefiere al método de
ensayode
las
fosforitas,
yel segundo
esel catálogo de
rocas yminerales de
aquellaprovincia extremeña.
Basta este breve resúmen delas materias tratadas enla Memo¬
ria para
comprender toda
suinytortancia,
ybasta saber
que unaterceraparte
de
suspáginas
sededican al estudio de las fosforitas.
170 gaceta agrícola del ministerio de fomento
para persuadirse de que
entraña
altísimo interés y quepuede
y debecalificarsesu lectura de muyútil
paratodo
elque se preocupa del porvenir de nuestraagricultura,
A finde
probarlo,
rogamos álos
lectores de la Gaceta Agrícola quelean
conbenevolencia
lassiguientes
reflexiones.No sólo
depende la
densidad de lapoblación de
laabundancia
y
bondad de las subsistencias, sino
quehay tal eslabonamiento
en todos los fenómenos
sociales,
ápartir de
la humilde perocapi¬
tal necesidad de
alimentarnos,
quede la cantidad
ycalidad de los
alimentos
producidos
por unanación, dependerán siempre
suriqueza,
sucultura,
sumoralidad,
laseguridad
en sus campos yciudades,
y porconsiguiente,
susinstituciones políticas. Allí
donde los campos
esquilmados
por uncultivo codicioso
ó porun abandono
criminal,
sedesnudaron
de los árboles yarbustos
y
perdieron
áseguida
su sustanciabajo
la acciónde
las aguas tor¬renciales ;
allí donde la aridez, producto de semejante denudación, ahogó
losgérmenes
robustos yexuberantes, la población rural desaparece
y conla problacion
rural el cariño alterruño,
la pro¬ducción barata y
abundante,
lafacilidad
de cambiarcosas éideas,
para que
arraigue
en los yermos ydespoblados la inseguridad, impere
lacarestía,
se extienda laparálisis
y amenacencontinuos riesgos
á las personas yá la propiedad.
Entónces la cultura seráimposible
yla libertad
unmito.
Ahora bien:
¿püede haber algun estudio
másinteresante
yvital
que
el
detodas las
materiaspropias
áreconstituir
el suelo de estaEspaña, despoblada
enlos
cuatroquintos de
suterritorio,
y cuyaantigua
yrenombrada fertilidad
seha reducido
pocoá pocoá una aridez tanmenguada
quetal
vez nohaya nación
queproduzca
ménos
trigo
porhectárea
ylo produzca
más caro?Todo cuanto aumente la fertilidad de nuestras tierras debe buscarse con
ardor; todo
cuanto tienda á mermarla deberla pro¬ducir un
pánico general,
unareprobación enérgica.
Porque fuerza
esrepetirlo
una vez más: ladecadencia española
se debe
principalmente
á eseesquilmo continuado de la tierra,
sin
ninguna restitución
deprincipios fertilizantes;
áesatisis
inci¬piente de
nuestramadre
común,pregonada,
enlo físico,
por unabaja aterradora
enel
número de sushabitantes,
unadisminución
en la talla de
éstos,
un acortamiento en su vidamedia,
y unaNUESTROS FOSFATOS MINERALES I7I mortalidad
superior
ála de los demás países;
enlo
moral por esarelajación de la
disciplina social
y esosbochornosos
secuestrosde
personas,
imposibles donde la población rural halla medios
páraexistir sobré el campo; en
ciencia
y enindustria,
porla distancia
á que nos
hallamos rezagados, gracias á la falta de capitales;
y enotras manifestaciones de la vida de los
pueblos
por eseindeferen-
tismo
escéptico del
queha perdido
amor yfé
enla próbida bon¬
dad de una naturaleza
bella, seductora
y generosa.Y
yani la historia, ni la ciencia, ni
laobservación
nosdejan lugar
áduda;
cuando los
pobladores de
una comarcasienten
queel cariño
en¬trañable hácia el campo que
cultivan
ylos séres
quele pueblan'
se va trocando en hastío y temory
sobresalto; cuando
sehabita
la finca por
la dura ley de la necesidad
ysemira
sucultivo
como el esclavo mira al dueñodesapiadado
ycaprichoso de quien
recibe tasada la
pitanza
ácambio del sudor
yde la
sangre,los
lazos más fuertes de la sociedad están á punto
de
romperse ylos
vientos de la adversidad amenazan
dispersar aquella
raza ála
ventura.
Para que nuestros
lectores
sepersuadan de los gravísimos
pro¬blemas evocados en la mente del pensador amante
de
supaís,
por la lectura de los datos atesorados en la memoria de los señores Egozcué yMallada, molestaremos
suatención
con uncálculo
tan sencillo como convincente.
A pesar
de las prudentes
reservas con quelos ingenieros
auto¬res de la Memoria
proceden
alcalcular la
cantidad defosforita
existente en la
provincia de Càceres; á
pesarde
susfundadas .du¬
das acercade la
riqueza efectiva de la
mayor partede aquellos distritos;
á pesarde
sus temoressobre la irregularidad de los filones,
susintermitencias
yquebrantos,
suestrechamiento á
pro¬fundidad y sus
desventajas
paraestablecer
enellos
unlaboreo remuneratorio, todavía afirman
quehay hoy
enel Calerizo,
enLogrosán
y enZarza la Mayor
unaexistencia de fosforita de
diversas clases que no
baja de
2.200.000toneladas. El término
medio de la
riqueza de
estascales fosfatadas
enfosfato-cálcico
tribásico
(deducida de los
29análisis
quecitan) resulta
serde 78
por 100,
lo cual equivale
ádecir
quela industria humana puede
obtener fácilmente 1.600.000 toneladas de
fosfato, conteniendo 46
por