atenciónun ruido estridente y como de
hierro
contrahierro, preguntó
cuál erala causa queloproducía, contestándole
el director
conla sonrisa
en los lábios y conla compasión enel
semblante. Ese ruido,
que yola¬
mento no seamásfuerte,esel quellenala cajade la
fábrica de dinero,
puesto que cuanto mayor es, tantomás.cyanuro se
obtiene.
Averigua-2i6 GACETA AGRÍCOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO
doel caso,resultóquelo determinaban las grandes palas de hierro con¬
quese revolvia lamasacontenidaengrandes calderas del mismo metal,
que al rascar sus fondos las palas destacaban partículas metálicas que entraban á combinarse cOn el compuestoy formar el cyanuro doble de potasio y hierro. La sonrisayaire compasivo del director de la fábricase trasladaronal semblantedelprofesor aleman, quien en pocas palabras le
demostró que un resultado mucho más completo ysintanto desgaste de
los útiles y sobre todo sin tanto ruido, se conseguiria instantáneamente añadiendo uno ódospuñados de batidura ó limaduras de hierro.
Deestehecho sacaLiebig partidoparacalificar de bajo el nivel intelec¬
tual de losindustriales ingleses, yjuzgando del mismo modo á los agri¬
cultores, lamentauna vezmás haberlos escogidopara la práctica de sus
experiencias, dirigiendo unajusta y oportunísima filípica á los señores
Lawe y Gilbert porque, lejos de ayudarleen el esclarecimientodelcom¬
plejo problemaque se estudiaba, desviaron la opinion haciendo la polémi¬
caúnicayexclusivamente personal y no científica, reposada y tranquila
comode esperar eraentre gentessérias.
Estaseveralección sirvióánuestrogran maestroparareformar radical¬
mentela forma química de los abonos, haciendosolubles todossus fac¬
tores, con loque lesdió lagranrazonde ser quehoy tienen.
El ácido fosfórico lo tomó de loshuesos, pero como en éstos existe bajo la forma de fosfato tricálcico, los convirtió en fosfato monocálcico pormedio del ácido sulfúrico, con lo queconsiguió hacer asimilable no
sólo el ácido fosfórico, sino la cal, p.or pasaral estado soluble. De la misma
manera agregó los demás factores,como la magnesia, lapotasa, que em¬
pleó bajo la forma de sulfatos, satisfaciendopor tantola exigencia de las plantas. Esta nueva forma exigianuevos ensayos, y para que éstosse rea¬
lizaran ásu inmediata inspección los practicó en un terreno que tomó
en Munich, teniendo bien prontola satisfacción de vercoronadas lasilu¬
siones de todasu vida yel objetivo de todos sustrabajos.
Este producto, ó más bien, señores, este abono, esel quehoy vemos extendido por toda la Europaagrícola, y, cosa notable, Inglaterra, que tanmal lo recibiera, esel país quehoy dedica más fuertessumasá su fa¬
bricaciónyaplicación,debiéndose ásus efectos la granproducción agríco¬
la del suelo inglés ylasenormescifrasque España recibe porla ventade
susfosfatos deExtremadura, basefundamental deestos abonos. Alemania
y Francia despues, han seguido las huellas de Inglaterra, y de esperar
esque aquí, donde la Providencia hapuestolos fosfatos, veamosalgun
dia claro ysigamos el mismo rumbo.
Por más que, segúnacabo de consignar, Inglaterra aceptó los abonos minerales, queda aún enaquel país unhechoenpiey del que aquí se haocupadoen la anterior conferencia el Sr. Utor, que es el elemento
ázoe ó nitrógeno, elemento cuya acción no sóloreconoce y consigna Liebig, sino que en casos especialeshasta aconseja añadirle bajo for¬
ma propia, habiendo eífo servido de fundamento para calificar de
in-alimentacion de los vegetales
217 completa su teoría yá él de
inconsecuente,
puesseha ido hastacalificar al nitrógeno como elemento orgánico. La cuestión^ comose vé, esha"ladídespues de todo, porque nadie puede hoy en sério calificar unos elementos de orgánicos y otrosde
inorgánicos,
ya Liebig hable del ni¬trógeno como factor de sus abonosen determinados casos, ya prescin¬
dadeél; la verdadesque no sólo no resulta contradicción, sino, por el contrario,armoníaperfecta.
Recuerdo un dato del mismo libro. Leyesnaturales de laAgricultura,
en que deun modo terminante dice que no habria agricultura posible si
ellabrador tuviera necesidadde ocuparse del factor ázoe ó nitrógeno, y esto esóbvio. No hoymásque fijarse enlosorígenes artificiales de este
factor, y se verá cuán limitados sony cuán costosos; por el contrario, í'quiénno ha reflexionado un poco sobre la composición de la atmós¬
fera, sobre la acción del oxígeno ysobre la acción completamente neu¬
tradel
nitrógeno,
que no se haya preguntado la misión que está reser¬vada á cada uno de estos elementos constitutivos del aire que nos ro¬
dea? Lacontestación queenestecasoseda uno es bien terminante. Indu¬
dablemente,
si el Creador de todas lascosasno hubiera dado la impor¬tancia que,á mi juicio, tiene el nitrógeno del aire ante la producción agrícola, no tendría razón de ser, ni sepodria explicar su mezcla con eloxígeno: oxígenoque no seconcibe haya tenido el mismo Creador la intención de hacermás fácilmente respirable diluyéndole, porque en su mano estaba elhaber dado al oxígeno otras propiedades ó el de haber modificado nuestroaparatorespiratorio.
Elelemento nitrógeno, quetiene unamisión más alta que cumplir, y muy altay muy completa es la que llena,como elemento fisiológico, tiene á mi sentirademás la de contribuir á esegran movimientode con¬
densación quesenecesitaque estos factores tomen para convertirse en
elementos asimilablesy para que esta asimilación se realice en todos, absolutamente en todos los eslabones dela cadena que constituye el movimientode lamateria y conélla gran funciónquele está reservada.
Dentro de estemismo criterio, las esperiencias de Schonbein ya citadas aquí hanvenido á darluzen éste por todo extremo interesante proble¬
maquímico-agrícola. ¡Con cuánta satisfacciónycuánta alegría bendice
Liebig
el momentoenque los trabajos deestequímico quehe citado hace brevesinstantes,
llegaron á su noticia demostrando la formación del nitrito-amónico eninfinidad de circunstancias ycondiciones! j,Noolvido, señores, que eltemaque he elegidoes la Alimentación mi¬
neral,y noentiendo olvidar que no solamente constituyen el contin
-gente asimilativo mineral, los elementosde que me he ocupado hasta aquí, sino otros de no menor importancia que son el oxígeno, hidró¬
geno,carbono, ácido silícico, etc., pero están tan de acuerdo todos los que deestamateriase han ocupado respecto á la influencia que ejer¬
cen, tanto enlavidavegetal como enla animal, como en la forma y modoenque realizan su asimilación, que creo inútil dedicar un sólo
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