ALIMENTACION DE LOS VEGETALES
maneraexacta, no solamente los elementos minerales que existían en las plantas, sino las íntimas relaciones quetenían estosfactores entre sí
con el suelo y con la vida vegetal.
Lainmensidad de hechosexperimentales querecogió, y que á mino
me es posible detallar aquí, le hicieron aprender que los trabajos de Sprengel nopodían dar ningún resultado práctico,porquehabiendo limi¬
tado estequímicosu estudio á un númeromuy corto de plantas,supuso quetodas lasdemás tenían la misma composición,y además suponía que todos losfactores que enéstas encontró, eran elementos indispensables,
sin entrarpara nada nienel papelque cada elemento desempeñaba en lavidavegetal, ysincontarparanada tampococonla acciónqueel suelo ejerce sobreestos mismos elementos. La influencia poderosísima de la
cal y del ácido fosfórico,tan importante este último en loscompuestos cuaternarios comoel primero en la celulosa,son hechos de altaimpor¬
tancia,y aunque estudiados por Saussure, es la verdad quefueron am¬
pliados por Liebig, yvinieron á determinarestebello conjunto de lateo¬
ría mineral.
La basefundamental establecidaporLiebiges quelas plantas viviendo
ydesarrollándose únicamente á espensas de elementos minerales,esin¬
dispensabledevolver al suelotodosaquellos que se trasportan de él bajo
la formade cosechas.
Este granprincipio fué deducido por dos distintos procedimientos, que inversos en susfundamentos, vinieron áconvergerenlos resultados. Pre¬
parado unsueloespecial que únicamente teniapor misión servir de base
desustentación á las plantas, y porlo tanto desprovistoenabsoluto de
todootroelemento asimilativomás que la sílice, se añadieron los diver¬
sos factoresqueel estudio de lacomposición de las cenizas de ciertas y determinadasespecies vegetales hablan dado porresultado,y pudoverse,
no solamente quelos vegetales cultivados enestascondiciones ofrecían resultados distintos, sinoquelavegetación habla sido completay normal
enlaexperiencia en que se hallaban reunidos absolutamente todos los elementosquedeterminan el complemento ó conjunto de la vidavegeta¬
tiva; las experienciasen que se habla prescindido de uno sólo de estos
factores,dieron porresultado la muerte de la planta, y vinieron á de¬
mostrar,nosolamente que no hay elementoque huelgue, sinoquetodos
sontan indispensablescomo los eslabonesen unacadena. Estaesla base, señores, de la teoría complementaria comprobada por Seorge Ville y otrosinfinitos.
Las experiencias inversas áqueme referia hace breves instantes, y que dan unafuerza incontrastable á ladoctrina mineral,sonlasque se refie¬
ren á laacción ófunción de la materia orgánica, y entiéndase bien, no álos elementos que algunos califican como orgánicos, pues sabido es que esta division no existe para los elementos, ysí únicamenteparalos principios,yllegado este momento, yo no he de insistiren demostrar lo
quecontanta extension yde una maneratan práctica dejó demostrado
214 GACETA
AGRÍCOLA
DEL MINISTERIO DE FOMENTOaquímismo mi compañero y amigo el Sr. Utor, desde el punto devista
del mismo Liebig. El suelo artificial dequeestequímicosevalió, y enel
cual pusoprincipios orgánicos, no realizó ninguna, absolutamente nin¬
guna de las funciones que en la antigua escuela se les atribula, hasta
quedescompuestos en sus elementos componentes, dejaron de merecer el nombre de tales pjincipiosy adquirieron el de elementos todos inor¬
gánicos.
Desde estegran momento que realmentees y merecellamarse históri¬
co, sepuede decir quenació la verdadera doctrina mineral,que tantaglo¬
ria ha dado á su autor, y por cierto bien sazonada deamarguras; pero
¿quégranprincipio no las ha tenido?
Liebig, cuyostrabajos hasta aquí habían sidopuramenteespeculativos,
óseanpor la cienciay para la ciencia, creyóque el período de la realiza¬
ción de sus ilusiones habla llegado, y procede á la preparación deun compuestoque llamaremos abono, queforzosamente hemos de calificar
de mineral. Abono minéral^ quedesdesu modestacunaen Giessenhabla algun dia de extenderseportoda la Europa cultay colmar ásu autorde
nobleorgullo, y de inmensa gloria, gloria bien envidiable, porque en
este producto están encerrados la mayor riqueza de los pueblos,y sus másimportantes elementos de su vida orgánica ysocial.
La composición del abono mineral de Liebig no fué desde el primer
momento secreto paranadie; estabaen armonía cOn los factoresqueha¬
bla deducido desusanálisis, sobre las cenizas de los vegetales más im¬
portantes, yde los trabajos de asimilación que dejo referidos, y asíes, que como ácidos, hizo intervenir el ácido sulfúrico, el fosfórico y el silí¬
cico, y porórden desu importancia, el fosfórico,el silícicoyel sulfúrico;
como bases, la cal, magnesia, potasa,sosa, hierro, manganeso y algun
otro elementodepoco interés.
Inglaterra, país quesiemprese ha distinguidopor la granimportancia'
que hadado á la agricultura, y donde sin duda alguna hablan deencon¬
trarse como enninguna otra parte capital é inteligencia, fué el que es¬
cogióparalas primeras experienciascon carácter técnico. A la Sociedad
Real deAgriculturase dirigió Liebig, quedando encargados de losensa¬
yos que podremosyallamar técnicos, los miembros de la misma, seño¬
resLawe yGilbert, que se prestaron no con toda la imparcialidadque hubiera sido dedesearen hombres de ciertarespetabilidad, respetabili¬
dad, señores,quequedó, porcierto,tanmenguada al terminar la campaña queentóncesse iniciaba, comoha quedado la de todoscuantoshan queri¬
do oponerseáeste granprincipio que cada diaaparecemás concluyente.
Realizadoslos primerosensayos en Inglaterra, bien pronto seechó de
verel error enquepuede decirse que intencionalmente habla incurrido Liebig; suponíaesteprofesorquelos factores del abono debían estarbajo
laforma insoluble, paraevitar el quelas lluvias, al encontrarlos enesta¬
dosoluble, los arrastraranálascapas inferiores, óseaal subsuelo, sepa¬
rándolosdelazonaócapavegetal donde debían realizarsufuncióncomo
ALIMENTACION DE LOS VEGETALES 2i5 alimentos. Suponía él quelamodificaciónque
á la larga sufren los prin¬
cipios orgánicos que son
factores
constantes enla tierra
ensumovi¬
miento molecular detrasformacion, hablan de ejercerestaacción
disol¬
ventesobre los componentes del abono; pero esta