Señores:
El objeto de la conferencia de hoyes el exámen de la institución co¬
nocida conel nombre de catastro en sus relaciones con laagricultura.
La cuestión es-de las más importantes que se puedentrataren estesitio,
yyOsientonohallarme á la altura de tan importante cuestión y de la ilustración del digno auditorio que me honra con su atención. Contan¬
do, pues, con vuestra indulgencia acreditada, procuraré exponer los principios de esta importante institución quetodos conocemosmás ó ménos profundamente, perotal vezsin los detalles que ponen en evi¬
dencia la necesidad que ámi juicio existe de que en los países cultosy cuyaagricultura reclama perfección ymejoramiento, yespecialmenteen
nuestropaís, selleve á cabountrabajotan interesantecomo el catastro.
El catastro esel inventario de la riqueza territorial, y en esta defini¬
ción se comprenden las diferentes operacionesque han deconstituirle.
Porconsiguiente, encaminándose átener como fin el inventario de tal riqueza, conviene, á mi propósito decircuatropalabras acercado lapro¬
piedad territorialen general y de la de nuestro país enparticular, y
como se combateporalgunas escuelas la constitución actual de la pro¬
piedad, me parece que noestá fuera deeste lugar indicar algoen contra
deunasteoríastan desprovistas de fundamento. Cuando el linage huma¬
no se habia extendido porlasuperficie de la tierra, siendo la población
escasa conrelación al terreno, los pueblos teníanuna existencia nóma¬
da,setrasladaban de unaparteáotrabuscando la fertilidaddel suelo, ha¬
ciendoen untodo la vidapastoril. Cuando la multiplicación de la espe¬
cie humana hizo necesaria laapropiación delterreno,fué necesariotam¬
bién.que el hombreregasela tierra conel sudor de su frente,que la la¬
braseconstituyendo así la propiedadterritorialsobre la base indestruc¬
tibleysantadel derechoque seadquiere ála apropiación de las riquezas
naturalespormedio del trabajo.
La iconíradicoion á este principio de algunas escuelaseconomistasse
(i) Conferencia agrícola del domingo 29 de Diciembre de 1878, pro nunciadaporel Sr. D. Manuel del Busto,Ingeniero agrónomo.
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fundaen que segúnellas la propiedad territorial es un privilegio, por¬
que la tierra dá unproducto sin necesidad de trabajo, que es la llamada
renta natural del terreno. Esto es un absurdo. Seria un contrasentido suponerqueel queemplea lafuerza del vaporpara mover sus locomóvi¬
les, queel que se apropia de la fuerza del viento para mover sus moli¬
nos, en unapalabra, que todo aquel que se aprovecha de losagentes na¬
turales,goza de unprivilegio. No lo es, por tanto, el aprovecharse de la fuerza natural delatierra, como suponen las escuelas que combato. Si todalasuperficie de la tierraestuvieraapropiada, tendrian algun viso de fundamentotales objeciones;perocOmo hay grandesterrenossin mora¬
dores, pueden acudir á ellos los que carezcande lo que se llama privile¬
gio. La tierra, fecundada porel capital y el trabajo, ha sido mejorada; de modoqueseria injustoque trasde largos siglos y muchas generaciones
que ácostade grandes esfuerzos han llegado á colocarla tierra en bue¬
nas condiciones, sedistribuyera éstaen proporción al número de habi¬
tantes, segúnquieren algunosysegún se trató de hacer en tiempo de la Convención francesa.
Admitidala propiedad dela tierra, es menestergarantizarla de una ma¬
neraestable y segura yespecialmente hoy que sesuscitanestáscuestiones llamadas sociales. La propiedadque estálegitimadaporel trabajo, lapro¬
piedad territorial, que esla más legítima de las propiedades, sien esto caben grados, estámuy expuestaá la rapacidady á la avaricia de aque¬
llos que creen que no esel trabajo la única fuentede lapropiedad, y por
consiguiente es necesario ponerlaal abrigo de todosesos ataques.
La manerade garantizar la propiedadesseñalarlaenel terreno de un
modo fijo, de talsuerte queel que seaosado ámoverlas señales sea cas¬
tigadoseveramente.Todas las leyes han castigado al que mueve los hitos ómojones que separan unatierra deotra. En el Deuteronomioseimpone
la penade maldición á aquélque mude los hitos de unsitio á otro. Los
romanos sefijaron tambiénmuyespecialmenteenestacuestión,y recuer¬
dolasPandectasde Justiniano yla ley de las doce tablas, enlas cuales se
consignan deuna manera minuciosa las condiciones de loscotos que han
desepararlas tierras ylos castigos impuestos á losque conintención da¬
ñadalosmovieran. Solondictótambiénreglas minuciosas sobreesteparti¬
cular.Papiniano, Ulpianoyotrosjurisconsultosromanos,también dieron reglas bastante detalladas acercadel deslinde de laspropiedades;yvinien¬
doátiempos más modernos,en el código Napoltonseestablece quecual¬
quier propietario que quiera deslindarsusposesiones tiene derecho á obligar á los demás á hacerel deslinde.
Este deslindedelapropiedad ruralescompletamente necesario,y espe¬
cialmenteen nuestro país en que, porla índole de lapropiedadylos ac¬
cidentes del terreno, las lindes tienen poca fijeza. Sin remontarnos á tiempos remotos, veamoslas diversas vicisitudes por que ha pasado la propiedad en España.
Enposesión tranquilalos romanos denuestroterritorio, fué invadido
EL CATASTRO Y LA AGRICULTURA 54/
ésteporlosgodos,conservando parasílas dosterceras partes delterreno
cultivadoy dejando una tercera parteá los romanos, quedando sin re¬
partirgranparte delterreno, comolas dehesas, los prados, etc., siendo
necesario deslindar entónces las propiedades. Posteriormente desapare¬
cieron lasleyes de raza, se permitió el matrimonio entre godos y ro¬
manosyVino á constituirseuna razaúnica;pero despues dela invasion
delos árabes se varió aquella manerade serde lapropiedad,y cuando
severificó lareconquista seconcedió á muchos capitanes, como premio
desus hazañas,parte de las tierras conquistadas;demostrando estas vi¬
cisitudesqueenEspaña la propiedad hatenido una granmovilidad, de
la cualaún se resiente, porque una acción no puede ejercerse durante
muchossiglos sin dejartrasde sírastros indelebles.
Es,pues, necesario deslindar la propiedad deunamanera definitivay
con relación al derecho y nO al hecho de la posesión; pero comola
cuestión de derechoes difícil y complicada, muchosautoresopinan que
es convenientedeslindarla bajo elpunto devista del hecho, el cual des¬
pués, porlaprescripción, se convertirá enderecho;y comoel hecho ha
deinscribirseenlos libros dela propiedad, al cabo deun cierto número
de años,por haberse convertido el hechoenderecho, sehabrá
obtenido
el deslinde bajo este último puntode vista, que esel ideal áque ha
de
aspirarse enlaformación del catastro.
Examinada la cuestión bajo el aspecto que hasta ahora lo hemos
hecho, vamos á verel estado en que seencuentranuestropaís enestos
momentos conrelación al objetoque nos ocupa.
Unade las condiciones más esenciales queha de satisfacer el catastro
es la de conseguirsepormediode él la reparticiónequitativa de losim¬
puestos, si bienno esestalaúnica condición quedebesatisfacer, puesto
que el catastro no debe ser únicamentefiscal, no debe tenerpor
exclu¬
sivo objeto la reparticiónexactade lascontribuciones: podiendo decirse
que esto es un accidente,pero es enrealidad el estímuloen
virtud del
cual los Gobiernosse interesan por la formación del catastro, porque deben procurar que la propiedad contribuya de la manera másjustay equitativaque sea posible. Elcatastrotienecomomisión importantísima
la garantia de lapropiedad,y comoconsecuencia deesto se desarrolla á
su sombrauna pOrcion de establecimientos de crédito, que comolos
Bancos agrícolas,tantos beneficiosproducen.
Bajo el punto de vistade los impuestos, España se encuentra desgra¬
ciadamente en un estado deplorable,, y me expreso así porque tengo
datos para probar miafirmación. Voyá leer algunos de los que obtuvo
la dirección general de Estadística cuando se hacia el catastro
de la
provincia deMadrid:
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Alcobendas : 3.006 530' 613 4.149 2.388 283 624 3.295 854 > 20 Aiavaca 861 19' 48 034 808 15 84 ,901 21 » I 8 Brunete i 3.6M 219 402 1.,^ 75; 183 2.088 * .51 Casarrubaelos ^ 488 » 26' 514 409 9 ,10 .413 m » 18 Dagauzode Arriba...; (1) » » 3.593 ■ 1 4.535 942 9 BarajasyRejas ; > 9 • 3.164' . 1 ■ 5.409 1.644 '
Claroes que unasOcDltaciones,tqndiferentesson, no sóIo,un desórden parala administración, sino un gran perjuicio para los pueblos, puesto
que si laocultación fuera uniforme, el perjuicio seriasólo para laadmi- j nistracion; pero como no lo es, según acabamos dever, eset^idente que t
esta diferencia tan extraordinaria en las ocultaciones no pup^e ménos
j
de pesardeuna manera penosísima sobre la contribución territorial. El 1 labradorcuenta la contribución como uno delos gastospara la determi¬
nación de su renta,y comoel precio de los productos notiene más reme¬
dio quevenir á serel resultado de estamisma contribución, epçlaro que si de dos labradores uno.tiene 3 por 190 de recargo yel otro 5 por 1O9, el segundo resulta mucho más recargadq queel primero,y porlo tanto tiene que vender los productos más caros y tendrá,nménos salida; de
modoqueseencuentra en condicipnes económicasmuyinforipres,alque ' tiene el 3 por 190solamente de recargo. Observamos, .pues, bajo este |
punto de vista quela desigualdaddel recargo es unaqondiçion desfavo¬
rableparala contribución. Y esto que vemos enlaprovincia deMadrid,
sucede tambiénenotras, comoyampsáverahora. (Leyó.) ,
PROVINCIA DE .CÓRDOBA.
Superficie segúnlos amillaramientos 901.223
» según el Instituto geográfico 1.372.662
Ocultación 471.439
ósea33 por100.
i
(i) No consignamos el detalle de este términoyel siguienteporno
tenercompleta seguridad más que en las cifras de
los
totales que se ex¬presan.