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LA RELACIÓN ENTRE LAS VERSIONES CATALANA Y LATINA Y EL PROCESO DE CORRECCIÓN

Dans le document RAMON LLULL (Page 47-53)

El estudio filológico del LNAR nos obliga a tener en cuenta dos consideraciones previas. La primera de ellas es el marco general de la lengua latina medieval, que exhibe cierta laxitud en la observancia de sus normas (en relación al latín clásico) y adquiere nuevas construcciones y nuevo vocabulario, respondiendo a distintas realidades y cosmovisiones1. La segunda consideración es la existencia de una tradición bilingüe (latina y catalana) de la obra, hecho que recupera la discusión en torno a la lengua de redacción de las obras lulianas y el consecuente problema de su edición2. Friedrich Stegmüller ya señaló la compleja transmisión de gran parte de las obras de Llull que, casi desde su gestación, barajaban una tradición plurilingüe3, latina, catalana e incluso árabe4. En ocasiones su autor –a través del explicit, por ejemplo– informaba sobre su intención de realizar la obra en tal lengua, o de encargar la traducción de su texto5, aunque en un gran número de obras lulianas la genealogía lingüística del texto debe ser reconstruida. En el caso del LNAR, la relación entre ambas versiones ha

1 Esta evolución implica, en cuanto a la sintaxis, una considerable dosis de incertidumbre gramatical, si bien, “les écrivains cultivés, et dans la mesure où ils etaient cultivés, ont su maintenir, même au Moyen Age, une tradition: c’est alors une syntaxe augustinienne, sinon cicéronienne.” (Albert BLAISE, Manuel du latin chrétien, Turnhout: Brepols, 1986, p. 73).

2 Cf. Salvador BOVÉ, “Ramón Llull y la llengua llatina”, Boletín de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona 8 (1915) 65-88; Alexander FIDORA, “Noch einmal Arbor scientiae oder Arbre de sciencia. Zum Verhältnis von lateinischer und katalanischer Fassung der llullschen Enzyklopädie”, Faventia 25 (2003) 67-73; Elena PISTOLESI,

“Tradizione e traduzione nel corpus lulliano”, SL 49 (2009) 3-50; etc.

3 Friedrich STEGMÜLLER, en “Lullus latinus. Zur kritischen Gesamtedition der lateinischen Werke des Raimundus Lullus”, EL 1 (1957) 91-95, trata sobre la edición de este tipo de textos.

4 Que escribía en árabe se postula a partir de sus propias palabras puesto que no consta ningún manuscrito en esta lengua. Cf. por ejemplo, el Llibre de contemplació en Déu, ORL VIII, p. 456: “On, com açò sia enaixí, Sényer, doncs per ço car lo vostre servidor per gràcia vostra sia romançador d’aquesta obra d’aràbic en romanç (...)”; Liber de fine, ROL IX, p.

256, 176: “In pluribus libris meis in lingua Arabica et Latina (...)”. Sin embargo, ni siquiera de estas palabras es seguro deducir que compusiera obras en árabe, habida cuenta de que no hay evidencias de una redacción árabe de ninguna obra luliana ni se han apreciado rasgos lingüísticos que permitan considerar una primera redacción árabe de alguna de las conservadas.

5 Elena PISTOLESI, en “Tradizione e traduzione...”, pp. 11-27, realiza una estadística de las tradiciones lingüísticas de las obras en función de su lugar de composición y da cuenta de las obras en las que Llull informa sobre la lengua de su composición y/o traducción.

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podido establecerse fundamentalmente a través del cotejo lingüístico propiciado por el ejercicio de la edición. Esta labor apoya la hipótesis de Alexander Fidora de la dependencia por parte del texto latino de la versión catalana6 gracias a la presencia de varios errores de traducción que expresan una única posible direccionalidad.

A falta de más datos, la datación y las circunstancias que rodearon esta traducción latina nos quedan indeterminadas, siendo el Electorium (E), elaborado hacia 1325, el testimonio más antiguo que se conserva de la tradición latina; así, al ver en el testimonio antiquior la intervención del discípulo de Ramon Llull Tomás Le Myésier, es probable que la traducción encargada por el mismo autor, como lo fue el Llibre dels articles de fe, obra del mismo año en cuyo original catalán puede leerse:

Per que yo, Ramon, indigne, he fet aquest libre e e·ll fet posar en latí, emperó no letra a letra, mas sen a sen, per ço que cascun ne romanga en sa virtut e en sa rectoricha; e aquell qui es en latí e presentat al senyor Papa e als senyors cardenals soplican que·l trameten als infeels per homens entenents e qui sapien los lenguatges d’aquells7.

El hecho de que las dos obras aparezcan juntas en varios manuscritos podría señalar un mismo contexto de gestación en vulgar y su inmediata traducción al latín, como apunta Elena Pistolesi en su artículo8.

De los estudios que hemos realizado se deduce que la versión latina es resultado de una traducción de la catalana, como decimos. La comparación entre el texto catalán y latino permite apreciar una gran cercanía entre ambos, sin apenas modificaciones; las variaciones más importantes que se han detectado han sido las que precisamente nos han permitido establecer una genealogía segura entre la versión latina y la catalana, reconociendo la dependencia del latín en relación al catalán. Hay que tener en cuenta que la presencia de latinismos en el texto catalán como eviternalitat, nunc, spècies

6 Alexander FIDORA, “La doble tradició de les obres lul·lianes i el problema de les edicions i traduccions modernes”, 2n Col·loqui Europeu d’Estudis Catalans. La recepció de la literatura catalana medieval a Europa, eds. Alexander Fidora y Eliseu Trenc, Péronnas:

Editions de la Tour Gile, 2007, pp. 5-15, aquí pp. 6-12.

7 Llibre dels articles de fe, NEORL III, p. 70, 10-15.

8 Elena PISTOLESI,“Tradizione e traduzione....”.

ANÁLISIS FILOLÓGICO Y TRADICIÓN TEXTUAL XLV ignates, etc., no justifica la consideración de una traducción en sentido inverso sino que remite a un uso técnico del léxico y del desarrollo de la redacción y, por lo tanto, no contradice nuestra tesis ni tiene fuerza probatoria9; sí la tienen, como decimos, los errores de traducción que han sido transmitidos a través de un grupo reducido de manuscritos del subarquetipo α (L1, L2,S, A1, L4). Estos errores son los siguientes:

1 – “Pirum” (lat.) < cat. “pera”. En catalán clásico se da la doble posibilidad semántica de la palabra “pera”, como ‘fruta’ y como ‘piedra’10. El traductor ha traducido “pera” como “pirum”11 cuando la palabra acertada es “lapis”, más adecuada en el contexto textual:

“Experimento scimus quod corporales substantiae sunt, quia ipsas sentimus per uidere, tangere et per alios sensus, sicut pirum lapis, qui est uisibilis et tangibilis, et sic de aliis substantiis” (LNAR, I.I.2,36-38).

“Corpus elementatum potest destrui per tangere, uelut pirum lapis per ictum et planta per scindere, et corpus animalis per uulnerare et famescere” (LNAR, I.III.8,50-51).

La palabra, sin embargo, vuelve a aparecer posteriormente traducida de manera correcta (en VI.I.q1 y VI.I.q2).

2 – “Corporis” (lat.) < “*cos” (cat.) < “hos” (cat.). Desde el catalán “hos” se explica “corporis”, si se considera hipotéticamente un estadio intermedio de corrupción de la grafia original de la palabra catalana:

“elementa, quae sunt in continua quantitate plantae uel corporis ossium equi uel suarum carnium uel flammae ignis seu aquae compositae” (LNAR, II.IV.q4,100-101).

* Estadio deducido, no testimoniado por el manuscrito catalán.

4 – “Retinet” (lat.) < “ret” (cat.). “Ret” pertenece al verbo “retre”, que significa ‘devolver, restituir’:

“et est memoriae, quae retinet reddit intellectui species quas multiplicat” (LNAR, III.II.q8,115-116).

9 Cf. Josep Enric RUBIO, “Introducción”, en Ars demostratiua, ROL XXXII, pp. LX-LXI.

10 Cf. Lola Badia en NEORL V, p. 32.

11 En ROL XXXI, p. 431, se comenta otro caso con el mismo error, que la editora, Asunción Sánchez Manzano, decide editar tal cual a falta de algún testimonio latino.

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5 – “Intellectus” (lat.) < “enteniment” (cat.) < “esteniment” (cat.). Desde el catalán “esteniment” se explica “intellectus”, si se considera hipotéticamente un estadio intermedio de corrupción de la letra “s” por “n”:

“Intellectus Extensitas simplicis quantitatis, quomodo potest esse absque superficie substantiae?” (LNAR, V.I.q7,117-118).

“Et ipsa anima comprehendit corpus et determinat cum suis principiis, sicut uoluntas, quae comprehendit in suo amare intellectum extensitatem ad hoc quod desiderat” (LNAR, VIII.II.7,39-41).

6 – “Igne” (lat.) < “*foch” (cat.) < “loch” (cat.). Como en los otros casos, desde el catalán “foch” se explica “ignis”, si se considera hipotéticamente un estadio intermedio de corrupción de la grafia original de la palabra catalana:

“Nulla substantia spiritualis est collocata in igne loco corporali per contactum” (LNAR, VIII.I.q8,113).

Como hemos dicho, sólo un grupo limitado de manuscritos transmiten íntegramente todos los errores de traducción, aunque no siempre son detectados todos por el resto de manuscritos. Así, el primer error de traducción, “pera” traducido como “pirum”, pasa inadvertido para casi toda la tradición manuscrita: sólo E (y el manuscrito L2, corregido tardíamente) lo corrige12. De la misma manera, únicamente E corrige “corporis”, mala traducción del “hos” original. En relación con los dos errores de

“intellectus” por “esteniment”, sólo el primero de ellos es detectado, tanto por E como por el subarquetipo β13. Los demás errores quedan subsanados por la mayor parte de la tradición.

Como en otros casos, la transmisión manuscrita del LNAR permite apreciar la complejidad que acompaña el proceso de recepción y copia de obras lulianas traducidas14. Los errores de una traducción defectuosa se ven

12 Por tanto, la lectura final en el fragmento I.I.2, “lapis per ictum”, ha sido reconstruida por nosotros. E propone “lapis potest destrui per percussionem”, mientras que el resto de testimonios mantiene “pirum per ictum” (L4 “pomerium per ignem”), como decimos.

13 El manuscrito L5, moderno, es el único que detecta la inconveniencia de la traducción del segundo error, proponiendo la variante “corpus”. El manuscrito catalán que se conserva (München, Bayerische Staatsbibliothek, Hisp. 52 (596)) también tiene “enteniment”. Es probable que la confusión fuese muy temprana en la tradición catalana y por ello ya estaba presente en los manuscritos catalanes que sirvieron para corregir E y el subarquetipo β.

14 Como ejemplo de transmisión compleja está el caso de la Tabula generalis, obra en la que, además de producirse la traducción del catalán al latín y darse una versión revisada, también hay un proceso inverso de traducción a partir del texto del latín, revisado, hacia

ANÁLISIS FILOLÓGICO Y TRADICIÓN TEXTUAL XLVII corregidos gradualmente por la tradición a través del cotejo con la versión original (en este caso catalana) u otros manuscritos, en un proceso muy común dentro de la transmisión de obras lulianas y no lulianas15, de revisión, corrección y mejora del texto.

En líneas esquemáticas podemos apuntar a los siguientes estadios de la tradición manuscrita del LNAR:

a) Los manuscritos de la Biblioteca de Palma de Mallorca 1007 (L1), 1012 (L2) y 1081 (L4), junto con el manuscrito II.238 (S) de la Stadtbibliothek de Maguncia y el manuscrito Inf. de la Biblioteca Ambrosiana de Milán A 208 (A1) transmiten un primer estadio, con los problemas de traducción anteriormente señalados. Es posible que sean manifestación de un foco de copia mallorquín durante el siglo XV.

b) El propio manuscrito del Electorium (E), aunque es el más antiguo conservado, constituye el primer testimonio de ejercicio correctivo. Es a la vez el testimonio más reelaborado, puesto que corrige tanto los errores de traducción como el plano estilístico (véase apartado propio, pp. LIII-LVIII).

Se puede afirmar, pues, que el testimonio E se comporta como un editor del texto, en tanto que corrige el original e interviene libremente sobre el mismo (presentando, pues, una recensio con características propias), en el mismo sentido que el concepto de “editor” se aplica a las obras impresas, como ocurre sin ir más lejos con la edición maguntina (testimonio m).

c) El resto de la tradición manuscrita parte de un mismo modelo corregido.

En líneas generales, sin embargo, el texto no varía esencialmente del que proporciona los manuscritos del primer apartado, por lo que no se puede

otra versión catalana. (Cf. la introducción de Viola TENGE-WOLF a la obra en ROL XXVII, pp. 78*-93*).

15 “All too often, the Catalan line of transmission, which is comparatively homogeneous and of great use in correcting the Latin versions, contaminates this far more voluminous tradition [es decir, la latina].” Fernando DOMÍNGUEZ,“Works”, en Raimundus Lullus, An Introduction..., p. 128. La historia de las grandes traducciones en la edad media, véanse por ejemplo las traducciones de obra aristotélica, se nutre de este proceso de revisión y mejora del texto a partir de la versión en lengua original; cf. Jozef BRAMS, La riscoperta di Aristotele, Milano: Jaca Book, 2003.

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hablar de otra versión16. Dentro de este grupo, se reconocen varios estadios con mayor número de correcciones de carácter estilístico.

d) Por último, queremos señalar el grupo heterogéneo que constituyen los testimonios tardíos (del siglo XVI al XVIII), incluidas las ediciones de Alcalá y de Maguncia, y algunos manuscritos que se muestran relacionados con la factura de estas ediciones (A2, M3 y L5). Estos testimonios no son meramente copistas sino que corrigen por intervención propia, con otros manuscritos latinos o a través del propio manuscrito catalán que conservamos, el manuscrito de la Bayerische Staatsbibliothek de Múnich, Hisp. 52 (596), que fue utilizado en la edición maguntina.

16 Este es el caso de la Tabula generalis, obra en la que la versión corregida ofrece una nueva redacción mejorada del texto (Cf. ROL XXVII, pp. 84*-86*) o el caso más extremo, el de la Doctrina pueril, que ha llevado a su editor, Jaume Medina, a dar por separado las distintas redacciones. (Cf. ROL XXXIII, pp. 38, 47).

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