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competencias básicas

EMPLEO CON APOYO (ECA)

3. MARCO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN. DISEÑO Y DESARROLLO

3.3. PROBLEMA E HIPÓTESIS

Investigar supone la aplicación del método científico al estudio de un problema concreto, un interrogante cuya importancia sea tal que justifique su estudio. El planteamiento de un problema debe reflejar la relación entre dos o más variables de forma interrogativa, en forma de pregunta o preguntas claras, sin ambigüedades.

Asimismo, la respuesta al interrogante planteado debe ser factible. Es decir, es preciso convertir un problema en un problema investigable (Hernández Sampieri et al., 2006;

Ruiz Olabuénaga et al., 2002). Una manera de hacerlo consiste en razonar el problema en términos de población y de variables (Ary, Jacobs & Razavieh, 1990).

La definición del problema también plantea tener en cuenta la naturaleza metodológica del estudio o investigación. Resulta evidente pensar que la formulación del problema, en un estudio cuantitativo, presenta diferencias respecto a la formulación del problema en un estudio cualitativo. Por ejemplo, los estudios cuantitativos piden delimitar, acotar el campo de estudio o relacionar variables, mientras que los estudios cualitativos demandan orientar, no delimitar o acotar el campo de estudio, o identificar variables y no necesariamente relacionarlas. Pero ¿qué pasa si el enfoque de la investigación es mixto?, ¿cómo debe ser planteado el problema?

En este caso, la simbiosis de ambos enfoques metodológicos dará como resultado el planteamiento de un problema que deberá responder equilibradamente a los requerimientos de cada uno de ellos, como sucede en el caso de esta investigación. El problema planteado (como se verá más adelante), responde a aspectos tanto cuantitativos como cualitativos (Hernández Sampieri et al., 2006):

Está planteado en forma de pregunta clara y unívoca.

Delimita el campo de estudio, pero conservando la suficiente flexibilidad para adaptarse a las demandas de los sujetos y de los contextos de análisis, inicialmente no contempladas.

Expresa la relación entre dos o más variables.

De entrada, no reduce los datos a valores estrictamente numéricos, pero permite la posibilidad de transformar esos datos en valores numéricos para su análisis.

Extrae los significados de los participantes en la investigación y se conduce en los contextos de los propios participantes.

De la formulación del problema surge la definición de las hipótesis de estudio, las cuales deben ser siempre coherentes con el mismo. Las hipótesis son una respuesta provisional al problema planteado, indicativas de lo que se está buscando a través del proceso de investigación, al mismo tiempo que guían la investigación en el proceso de indagación para su veracidad; las hipótesis son siempre tentativas y susceptibles de ser verdaderas o falsas (Albert, 2007; Hernández Sampieri et al., 2006; Tamayo, 2006).

Siguiendo a autores como Ary, Jacobs y Razavieh (1990), la formulación de una o de varias hipótesis de investigación va a permitir determinar de qué manera van a reunirse e interpretarse los datos, qué procedimiento se va a seguir y qué tipo de datos se deberán recoger. Estas premisas son las que conducen los objetivos de toda hipótesis de investigación que son:

Proporcionar la explicación de un fenómeno y permitir ampliar el conocimiento de un área de estudio determinada.

Suministrar una formulación racional comprobable, directamente, en un estudio de investigación.

Dar dirección a una investigación.

Ofrecer una estructura para presentar un informe sobre las conclusiones del estudio.

Es preciso incidir en el grado de aceptabilidad de las hipótesis que se formulen. Para que una hipótesis sea aceptable deberá responder a las siguientes características:

debe ser por si misma una explicación probable del problema de investigación planteado, debe señalar la relación que se espera entre las variables de estudio, debe ser comprobable o verificable de forma que permita extraer de ella deducciones, conclusiones e inferencias, debe ser compatible con los conocimientos actuales

166 Patricia Olmos Rueda

(exigirá de una revisión completa de la literatura para formular hipótesis sobre la base de informes de investigaciones precedentes) y debe ser sencilla, clara y concisa.

Asimismo, como ya se planteaba para el problema de investigación, la naturaleza y alcance metodológico del estudio también determinará la formulación de hipótesis y el tipo de hipótesis. La naturaleza mixta de esta investigación permite definir unas hipótesis de partida (como se verá más adelante), respondiendo a su enfoque cuantitativo, pero planteadas de manera suficientemente flexible para generar y formular hipótesis que, inicialmente, no se habían planteado y que surgen a medida que se avanza en la investigación, se recaban los datos y se analizan, respondiendo así a su naturaleza cualitativa.

En cuanto al tipo de hipótesis de investigación, el presente trabajo permite identificar la siguiente tipología (Hernández Sampieri et al., 2006; Ruiz Olabuénaga et al., 2002):

hipótesis descriptivas (actúan como elementos predictores del cómo se va a manifestar una variable) e hipótesis relacionales (expresan relación de dependencia entre dos o más variables, en la que una variable provoca o explica el comportamiento de otra segunda variable).

A continuación se procede a la definición del problema y de las hipótesis de esta investigación.

3.3.1. Definición del problema de estudio

El problema que se plantea en este trabajo de investigación se formula en los siguientes términos:

¿Los jóvenes de 16 a 21 años que se encuentran en situación de vulnerabilidad social, educativa y laboral, mejoran su empleabilidad y posibilidades de (re)inserción laboral y/o educativa una vez han finalizado un programa de formación para el trabajo?

Con relación al problema planteado, se articulan y concretan otras preguntas de investigación:

¿La situación de riesgo de exclusión sociolaboral en la que estos jóvenes se encuentran actualmente, las dificultades que tienen para acceder al mundo educativo y al mercado de trabajo, vienen condicionadas por un perfil personal, familiar, formativo y laboral determinado?

¿Qué autopercepción tienen los jóvenes de 16 a 21 años considerados social, educativa y laboralmente vulnerables respecto al nivel de dominio de sus competencias básicas?

¿La percepción que estos jóvenes tienen del dominio de sus competencias básicas coincide con la percepción que otros (tutores y agentes empresariales) tienen al respecto?

El problema y las preguntas de investigación formuladas delimitan el campo de estudio de este trabajo y guían el proceso de investigación a seguir. Se observa como se concretan tres campos de estudio:

1. La descripción del colectivo de jóvenes de referencia.

2. La autopercepción y percepción del perfil competencial básico de estos jóvenes (empleabilidad).

3. La contribución de los programas de formación para el trabajo a la mejora de la empleabilidad de estos jóvenes y a las posibilidades de (re)inserción laboral y/o educativa.

3.3.2. Definición de las hipótesis del estudio

Definido el problema de estudio, el siguiente paso es formular las hipótesis de investigación. Como ya se ha apuntado, las hipótesis responden al carácter descriptivo y correlacional del estudio, articulándose en torno a los tres campos de trabajo definidos: el colectivo de jóvenes, la percepción del dominio que estos jóvenes tienen de las competencias básicas y los programas de formación para el trabajo.

Para abordar el campo de estudio relacionado con el colectivo de jóvenes sujetos de este estudio se formula la siguiente hipótesi de trabajo:

1. Los jóvenes de 16 a 21 en situación de vulnerabilidad (social, educativa y/o laboral) tienen un perfil laboral y formativo poco cualificado y un perfil socioeconómico con tendencia a ser bajo.

Para abordar el campo de estudio relacionado con la autopercepción y percepción del perfil competencial básico de estos jóvenes (perfil de empleabilidad), se formulan las siguientes hipótesis de trabajo:

2. La situación de vulnerabilidad de los jóvenes determina la percepción sobre las competencias básicas que éstos poseen.

168 Patricia Olmos Rueda

3. La situación de vulnerabilidad de los jóvenes determina la percepción que tutores y empresas tienen sobre el dominio de las competencias que disponen los jóvenes.

4. Una experiencia formativa y/o laboral previa negativa determina la percepción que estos jóvenes tienen sobre el dominio de sus competencias.

5. La intensidad de relación que se establece entre las competencias depende de la dimensión competencial a la que pertenecen.

Para abordar el campo de estudio relacionada con los programas de formación para el trabajo y su contribución a la mejora de la empleabilidad de estos jóvenes y de las posibilidades de (re)inserción educativa y laboral, se formulan las siguientes hipótesis descriptivas de trabajo:

6. Los jóvenes en situación de vulnerabilidad que se están formando en un oficio concreto, poseen un interés o expectativa laboral coincidente con esa especialidad profesional.

7. Los jóvenes en situación de vulnerabilidad que participan en un programa de formación para el trabajo mejoran su autoconcepto, su autoestima, su motivación, su responsabilidad, su implicación y por tanto, su proceso de (re)inserción laboral y/o educativa.

Es objetivo de esta investigación aceptar o rechazar las hipótesis planteadas en torno al problema de investigación definido.