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Historia archivística general que afecta al Archivo Municipal de León e Historia archivística específica del Archivo Municipal de León.

Historia archivística general:

Todos los documentos reales, se acumularon y guardaron en el Arca de los Privilegios o del Concejo, cerrada con sus tres llaves e instalada, cuando no existía el edificio del Ayuntamiento en el lugar más protegido que se encontraba.

En la Partida III, Ley IX, Título XIX de Alfonso X el Sabio, se establece que los escribanos de los concejos serán los encargados de mantener ordenados y de registrar los documentos municipales.

Durante toda la Edad Media se emitieron normas para el cuidado del patrimonio municipal.

Los Reyes Católicos emitieron dos Reales Pragmáticas sobre la organización de los Archivos Municipales de la Corona de Castilla:

la Real Pragmática de 1500, “la obligación de los Corregidores de hacer Arca en que se custodien los privilegios y escrituras y los libros de Leyes del Reino”, y la Pragmática de 1501,”los libros en los que los pueblos deben asentar sus ordenanzas, privilegios y escrituras”.

Estos textos fueron repetidos por Real Cédula de Carlos V, Valladolid, 24 de julio de 1530 y Real Cédula de Felipe II, Valladolid, 1 de septiembre de 1548.

Los Austrias siguientes confirmaron las normas anteriores y prohibieron sacar documentos de los archivos.

Durante los dos siglos siguientes XVII y XVIII, no varía la legislación sobre los archivos. Siguen en vigor las disposiciones de los Reyes Católicos y de Carlos V y Felipe II, aunque en la práctica no se cumplían con rigor.

En la Edad Contemporánea, el cambio que se produce en el siglo XIX es mínimo. Se establece que el responsable máximo del archivo será el Secretario, pero con las mismas funciones establecidas por los Reyes Católicos para los escribanos.

(Instrucción económico-política para el Gobierno de la Provincia de 3 de febrero de 1823 y Real Decreto de 23 de julio de 1835).

A finales del siglo XIX y en el siglo XX, ni la Ley Orgánica Municipal y Provincial de 2 de octubre de 1877, ni el Estatuto de 8 de marzo de 1924, ni la Nueva Ley Municipal de 31 de octubre de 1935 establecen innovación de ningún tipo. Igualmente ocurre con las Leyes de Régimen Local de 1955 y 1985.

Aunque no existe una ley específica para Archivos Municipales, si

se han elaborado leyes que regulan a los archivos y al patrimonio documental. Principalmente hay que señalar la Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985, y en particular la Ley 6/1991 sobre Archivos y Patrimonio Documental de Castilla y León y la Ley 12/2002 sobre Patrimonio Histórico de la Comunidad de Castilla y León.

Historia archivística específica:

En la Edad Media, el Concejo de León no tenía edificio propio. Se reunía en el entorno de la Iglesia de San Marcelo. El concepto de archivo iba unido al “arca del concejo”, donde se guardaban todos los documentos de la ciudad.

Con el Ordenamiento de Alcalá de Alfonso XI en 1345, se sustituye el concejo abierto, por un grupo reducido de hombres buenos que decidían sobre los asuntos de la comunidad “en poridad”, o ayuntamiento cerrado.

Por lo tanto se necesitaba un local cerrado para adoptar los acuerdos municipales. En 1365, un acta notarial hace alusión a la celebración del ayuntamiento en la “Casa de Sant Marçiel”. A sigue identificando con el de contenedor o arca de los privilegios, no con un edificio o local, como así se acredita con un documento dirigido al Regimiento de León: el ordenamiento de Juan I de 1390, que establece que su carta se registre y se guarde en el arca de los privilegios. A comienzos de la Edad Moderna, ya se le identifica con un local: en una real provisión de Felipe II de 1565,

se ordena que sea guardarla en el archivo.

En la Edad Moderna, se produce la primera organización del archivo promovida por el Corregidor Zapata en 1561 denominado

"Ynbentario e memoria de las escrituras del archibo desta çibdad.

començado a façer por el muy magnífico señor don Juan Çapata de Cárdenas, corregidor desta çiudad, e Bernardo Ramírez, regidor della”. Se trata de un libro de gran tamaño (36,5 x 25 cm.) en el que las dos terceras partes se encuentran en blanco. Los folios escritos son el reflejo de dos actividades de tipo archivístico claramente diferenciadas: la primera es la descripción de los documentos y la segunda el control de las salidas de los documentos para salvaguardar el patrimonio documental

En las primeras hojas escritas figura el Inventario propiamente dicho: una relación formada por extractos de documentos comprendiendo los 33 primeros folios. Comienza este inventario con el acuerdo adoptado en regimiento, por iniciativa del Corregidor Juan Zapata de Cárdenas, el día 3 de septiembre de 1561 en el sentido que se hiciese inventario y memoria de todas las escrituras, libros e privilegios que esta dicha ciudad tiene en su archivo. El primer documento que se anota esta datado el día 23 de agosto de 1245. Se relacionan un total de 413 documentos.

Cada documento tiene su ordenación archivística, formada por un número romano y su correspondiente número arábigo. Este número de orden, se puede apreciar, hoy día, en muchos de los documentos más antiguos. Finaliza esta primera parte del libro con otro acuerdo municipal de 1588, en el que se expresa que "se visitaron los papeles y se pusieron en una arca grande de nogal de tres llaves y así metidos juntamente con este libro de inventario",habiéndose sacado primero memorial como se saco primero de algunos papeles y escrituras que se habían sacado del archivo para pleytos y negocios tocantes a la dicha ciudad, los cuales papeles mando que que luego se recojan y traigan a la arca del dicho archivo.

La segunda parte comienza a partir de la página 34. Se utiliza para un instrumento de control archivístico: un registro de entrada y salida de los documentos en el que aparecen reflejados estos movimientos desde finales del siglo XVI, hasta el año 1832.

En la sesión del día 4 de febrero de 1603, se reflejan tres temas importantes. Primero que el archivo ocupa un local o lugar propio:

“distinto y apartado” “de piedra y bóbeda con puerta de yerro y dentro de un arca con tres llaves”. El segundo asunto que se pone de manifiesto es que la conservación de los documentos no era la adecuada: “una arca bieja echa pedazos...” y por último la desorganización y falta de control de los documentos: “los papeles no están por la orden que debían”. En vista de este estado del archivo, se aprobó la compra de cajones para guardar ordenadamente los papeles y el Alcalde Mayor ordenó la realización de un nuevo inventario y todo lo necesario para la organización del archivo. Sin embargo éste y otros proyectos en las décadas siguientes no se llevan a cabo.

A finales del siglo XVII, por orden del regidor Cabeza de Vaca, Marqués de Fonteoyuelo, se lleva a cabo la reorganización más completa de la Edad Moderna: conservación y recuperación de fondos dispersos fuera del Archivo, restauración de documentos y elaboración de instrumentos de descripción. En la obra del Marqués de Fonteoyuelo “Políticas Ceremonias”, se dedica el capítulo XXIII “Cómo se gobierna el Archivo”, a detallar como se deben conservar, custodiar, organizar, describir y controlar los documentos del archivo. Se señalan toda una serie de medidas que se deben adoptar concernientes a mantener la integridad y seguridad en el caso de que se solicite la salida del archivo de los

“privilegios, libros de ayuntamiento y demás papeles”. Se expresan también claramente actividades archivísticas de organización y descripción: que los documentos deben estar en legajos numerados y asentados en un libro para que se hallen con más facilidad.

Recientemente se ha adquirido el Inventario que se elaboró por orden de este regidor. A través de acta de entrega del día 13 de noviembre de 2002, D. Alejandro Valderas Alonso, Concejal de Patrimonio del Ayuntamiento de León, deposita en el Archivo Municipal de León este libro, recuperado mediante antes de que se procediera a su subasta pública en Madrid. El título del libro, formado por tres partes, es literalmente el siguiente:

"Ymbentaryo de todos los prehevilejios, esenciones, livertades, concordias, y otros papeles que logra el archivo de la mui noble, leal, y antiquíssima Ciudad de León.

Hecho por Don Franco. Caveça de Vaca Quiñones y Guzmán, Marqués de Fuente oyuelo, Señor de las Casas de Villaperez, y de las vllas de villarente, Villaquilambre, y Oteruelo, de el Consejo de haçienda de S. M, y correjidor que a sido de las Ciudades de Valladolid, Logroño, Segovia, Burgos y Cordova, Rejidor perpetuo y más antiguo de dicha ciudad de León, syendo Correjydor en ella el Señor D. Pedro de Angulo, Cavallero de el horden de Santiago, y de el Consejo de S. M.

Año de 1693".

En este Inventario los documentos aparecen registrados principalmente en forma de resumen o extracto, organizados por materias, y con su data cronológica y tópica. Aparecen inventariados fundamentalmente los documentos que garantizaban los derechos de la ciudad de León, con un claro valor jurídico. Estos documentos eran considerados como los más importantes y formaban parte del archivo de la ciudad, del común o de los privilegios.

Del Antiguo Régimen solamente se conservan dos inventarios: el ya mencionado del Corregidor Cárdenas y el inventario, hecho por D. Francisco Cabeza de Vaca Quiñones y Guzmán, Marqués de

Fuente Oyuelo, regidor perpetuo de la ciudad de León. Por lo tanto la recuperación de este documento, es un hecho de gran importancia, tanto para conocer la historia del archivo municipal de León por lo que se refiere a los procesos organizativos y descriptivos que se realizaron, como para detectar la existencia de documentos que no han llegado hasta nuestros días. Se trata de un instrumento de descripción del archivo municipal de León que durante el Antiguo Régimen y parte de la Edad Contemporánea ha permitido el acceso y localización de gran parte de los documentos municipales.

Otro instrumento de control que ha llegado hasta nuestros días, es un Libro de Recibos, formado por 49 folios, de los cuales solamente 5 se encuentran escritos. En él figuran las salidas de documentos del archivo del común desde 1780 hasta 1796, con anotaciones que acreditan que se ha devuelto el documento y por lo tanto que se han cumplimentado los recibos o papeletas que se confeccionaron para el préstamo del documento: “se entraron cinco documentos que se expresan en el recibo de la vuelta y se colocaron en sus respectivos legajos”.

Se conserva también, aisladamente, una hoja con una agrupación de diecisiete extractos de “previllejios” y varias relaciones o índices de documentos contenidos en un determinado legajo. De estos extractos no se conoce ni se hace mención sobre el origen administrativo o archivístico de su formación, ni los documentos a los que pertenecían las relaciones o índices.

En 1805, hay constancia de un “método que se presenta para el arreglo de los papeles de el Archivo de esta ciudad”, formado por tres proyectos de reorganización general. El primero se refiere a que el archivo se traslada de la planta de “avajo” a ” un quarto nuevo alto”, hecho que ha quedado constatado en las obras de ampliación del edificio en la década de los años sesenta del siglo XX quedando el archivo relegado a la planta sótano hasta su traslado en el mes de febrero de 2006 a su nuevo emplazamiento en la C/ Julio del Campo, 7. El segundo proyecto es la realización de un “Ynventario, Libro Becerro u compendio”, aunque se

desconoce si realmente se efectuó o que ha sido del inventario. El tercer proyecto denominado “copias que fuese necesario sacar de sus originales”, ha quedado reflejado por un conjunto de numerosas transcripciones de los documentos medievales que se custodian juntamente con su documento original.

En la Edad Contemporánea, se pueden señalar varias etapas en la custodia, organización y descripción del archivo:

A finales del siglo XIX, Ramón Álvarez de la Braña, director de la Biblioteca Pública de León, efectúa por encargo del ayuntamiento una organización del Archivo Municipal. De este trabajo se conservan un total de 580 fichas manuscritas con extractos y transcripciones de documentos reales.

En el año 1913, trabajo en el archivo José López y Pérez Hernández, miembro del Cuerpo Facultativo de Archiveros.

En la década de los años veinte, Ángel Nieto miembro también del Cuerpo Facultativo de Archiveros, realizó una descripción de una parte de los documentos reales, publicando su catálogo en 1927.

Esta formado por 893 documentos, la mayoría documentos reales, del período entre 1219 y 1886. Se conservan 1075 fichas manuscritas elaboradas para la catalogación de los documentos.

Con posterioridad a esta década la plaza de archivero desapareció del Ayuntamiento, hasta que en 1990, después de haberse convocado concurso-oposición, fue nombrada como titular Esperanza Fernández Suárez.

En la década de los años ochenta, ocupó el puesto de encargada del archivo, María Antonia Llamazares Andrés administrativo, y

con anterioridad a esta década el funcionario Miguel Delgado Robles.

También en la década de los ochenta se realizó una importante organización y descripción de los documentos comprendidos entre 1219 y 1900 aproximadamente. Se publicaron en 1982 el Catálogo de los Documentos, elaborado por dos profesores de la Universidad de León, César Álvarez Álvarez y José Antonio Martín Fuertes. En 1986 estos dos profesores publicaron el Inventario de los documentos.

En 1998, uno de estos profesores José Antonio Martín Fuertes publicó La Colección Documental: 1219-1400.

2.4 Datos

Método o modo de ingreso.

Fechas de los ingresos.

Números o códigos de acceso.

Origen inmediato del fondo:

Documentos procedentes de las distintas oficinas u órganos productores del Concejo o Ayuntamiento de León a lo largo de toda su historia institucional.

Método o modo de transferencia:

Antes del año 1981, no existía ningún método de transferencia, simplemente se remitían los documentos al archivo, sin quedar

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