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El Neolítico Final (ca. 3200-2000 cal ANE)

Capítulo 2. Materiales y métodos

2.1. Marco temporal

2.1.4. El Neolítico Final (ca. 3200-2000 cal ANE)

A partir del ca. 3300 cal ANE se producirán una serie de transformaciones que marcan el final del Neolítico en el noreste peninsular. El trabajo de Clop (2000) propone tres etapas en las transformaciones del patrón de asentamiento durante este período. En una primera etapa (3050-2500 cal ANE) predominarían los yacimientos en cueva con una progresiva presencia de yacimientos en aire libre. A partir del ca. 2500 cal ANE se documenta una disminución en el uso de las cuevas y un aumento de los asentamientos en aire libre. Finalmente, entre el ca.

2000 cal ANE y ca. 1500 cal ANE, se produciría una reutilización de las cuevas como lugar de habitación.

Una de las características más destacadas es la documentación de enterramientos colectivos en cuevas o en estructuras de carácter megalítico (corredor con cámara trapezoidal/rectangular como en el yacimiento de Mas Bousarenys, en el Empordà, Girona).

Los enterramientos se caracterizan, generalmente, por una inhumación secundaria, con la deposición en la sepultura de las partes del esqueleto más significativas (Subirá, 2010).

Las actividades de subsistencia no presentan diferencias respecto a los períodos precedentes, documentándose la explotación de cultivos de cereales y leguminosas (Buxó, 2008; Antolín, 2016), y la explotación polivalente de Sus domesticus, Capra hircus, Ovis aries y Bos taurus (Saña, 2013; Saña et al., 2015). Sí existen cambios en la industria lítica, con el abandono de los microlitos geométricos y la documentación de piezas de mayor tamaño pulimentadas (Borrell, 2009). Del mismo modo, también se produce una transformación en la cerámica respecto al Neolítico Medio, ahora caracterizada por la influencia francesa a través de la denominada cerámica Veraziense, de paredes lisas y la proliferación de protuberancias (Clop, 2008).

30 2.2. Marco espacial

2.2.1. Yacimientos y conjuntos arqueológicos analizados

Los conjuntos arqueológicos analizados en este trabajo corresponden al Neolítico Inicial y están ubicados en el noreste de la Península Ibérica, distribuidos desde los Pirineos Orientales hasta la costa Mediterránea. Se ha analizado asentamientos en aire libre del área litoral (Reina Amàlia, Caserna de Sant Pau y Serra de Mas Bonet) y del interior (La Draga, Plansallosa), así como asentamientos en cueva situados en áreas más montañosas (Cova del Frare, Can Sadurní, Cova del Vidre) (Figura 2.1 y Tabla 2.2). Se presenta a continuación su localización, cronología y descripción de sus características principales.

Figura 2.1. Localización de los yacimientos estudiados.

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Tabla 2.2. Cronología de los yacimientos estudiados.

2.2.1.1. La Draga (Banyoles, Girona)

La Draga es un asentamiento en aire libre situado en la orilla oriental de l’Estany de Banyoles a 170 msnm. La existencia del yacimiento de La Draga fue documentada en 1990 a partir de las obras efectuadas en el lago para los Juegos Olímpicos. A partir de 1991 y hasta 2005 se realizaron de forma sistemática diversas campañas de excavación arqueológica subvencionadas por el Museu Arqueològic Comarcal de Banyoles (MACB) y dirigido por Josep Tarrús, Júlia Chinchilla y Àngel Bosch. A partir del año 1998 y hasta el 2013 se retoman los trabajos arqueológicos en el marco de los proyectos: “La Draga i les ocupacions lacustres prehistòriques de l’estany de Banyoles dins del context de l’Europa Occidental (2008-2013)”

Yacimiento Localización Nivel 14C yr BP Material 14C yr cal Reina Amàlia Barcelona I-II-III 5670±40 Hueso

animal Can Sadurní Barcelona 10b/11 5540±40 Hueso

animal

Plansallosa Gerona I 6130±60 Carbón

7174-6803 Cova del Vidre Tarragona N.II 6180±90 Carbón

7275-6800

5326-4851 Saña et al., en prensa

Beta- 58934

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subvencionado por la Generalitat de Catalunya; "Ocupaciones lacustres y gestión de recursos en las primeras sociedades agrícola-ganaderas del NE peninsular: Tecnología de las producciones materiales y usos instrumentales” (HAR2009-13494-C02-01); “Estrategias agroforestales y ganaderas” (HAR2009- 13494-C02-02), financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación; “Organización social de las primeras comunidades agrícola-ganaderas a partir del espacio doméstico: Elementos estructurales y áreas de producción y consumo de bienes” (HAR2012-38838-C02-01); “Arquitectura en madera y áreas de procesado y consumo de alimentos” (HAR2012-38838-C02-02), financiados por el Ministerio de Economía y Competitividad. Estos trabajos han sido coordinados por Josep Tarrús y en el que participan Àngel Bosch y Júlia Chinchilla (MACB), Raquel Piqué y Maria Saña (UAB), Xavier Terradas (CSIC-IMF), Ramón Buxó (MAC) y Antoni Palomo (UAB-CSIC-Arqueolític). Los trabajos arqueológicos llevados a cabo entre el 2008 y 2009 se dedicaron a las prospecciones sistemáticas de la orilla de l’Estany de Banyoles con la realización de 100 sondeos con una sonda neumática (Bosch et al., 2011). Durante los dos últimos años del proyecto (2010-2012) se reanudaron los trabajos de excavación del yacimiento. Las excavaciones arqueológicas realizadas a partir del año 2012 y hasta la actualidad se han realizado en el marco de los proyectos de investigación

“Arquitectura en madera y áreas de procesado y consumo de alimentos” (HAR2012-38838-C02-02) financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación; y “La Draga en el procés de neolitització del nord-est peninsular” (2014/100822) financiado por la Generalitat de Catalunya.

Desde el año 1991 hasta la actualidad se han llevado a cabo distintas campañas de excavaciones arqueológicas en distintas zonas del asentamiento (Zona A, terrestre; Zona B y D, freáticas; y Zona C, subacuática) (Bosch et al 2000, 2011) (Figura 2.2). Cabe destacar que gran parte del yacimiento se encuentra en ambiente freático, lo cual ha permitido una excelente conservación de los restos orgánicos (Figura 2.3).

Las dataciones recientes sitúan cronológicamente el poblado entre el 5201-4721 cal ANE (Palomo et al., 2014; Terradas et al., 2015). A partir de los análisis dendrocronológicos realizados se establece la duración del poblado en torno a 100 años. El asentamiento tendría una extensión de unos 8000 m2, del cual solo se ha excavado un área de 800 m2 aproximadamente (Bosch et al., 2011). El asentamiento se caracterizaría por una hilera de construcciones rectangulares elevadas en la zona cercana al lago, y construcciones ovaladas en la zona interior junto a las construcciones denominadas graneros (Bosch et al., 2011).

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Figura 2.2. Localización de los sectores arqueológicos del yacimiento de La Draga.

Figura 2.3. Trabajos de excavación realizados durante el año 2010-2012 en el Sector D del yacimiento de la Draga.

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La zona B y D se caracterizan por la presencia de dos niveles arqueológicos claros. Esta separación se ha llevado a cabo a partir de las estructuras arquitectónicas y no es homogénea en todo el yacimiento estudiado (Bosch et al., 2011). En cambio, en las zonas A y C la separación en dos niveles estaría delimitada por un leve nivel sedimentario. El primer nivel arqueológico (5114-4911 cal ANE) se caracteriza por la construcción de cabañas o graneros de travertinos formando empedrados de forma ovalada o subrectangular. El segundo nivel (5394-5096 cal ANE) estaría caracterizado por la construcción de cabañas rectangulares de madera.

El análisis de polen muestra la existencia de un área de bosque denso alrededor del asentamiento, los bosques de hoja caduca fueron la vegetación predominante, especialmente el roble y el avellano (Pérez-Obiol y Julià, 1994; Burjachs, 2000; Caruso-Fermé y Piqué, 2014;

Revelles et al., 2016).

La economía de subsistencia implicó la explotación de las cuatro principales especies de animales domésticas (Ovis aries, Capra hircus, Sus domesticus y Bos taurus) y de especies animales salvajes, incluyendo mamíferos, peces, aves y moluscos (Saña, 2011, 2013). Se han recuperado y analizado 21.793 restos de fauna en las campañas de 1991 hasta 2014. Se ha documentado la explotación como mínimo de 51 especies animales diferentes, entre ellas 46 salvajes y 5 domésticas, siendo estas últimas las que suministran mayor cantidad de productos animales (Saña, 2011; Navarrete y Saña, 2013). La gestión animal desarrollada en el asentamiento de La Draga se centra de manera prioritaria en la actividad ganadera. Se trata de una ganadería mixta, con un peso económico importante de los cuatro principales taxones domésticos.

Las prácticas agrícolas están confirmadas por los conjuntos macrobotánicos de Hordeum distichum, Triticum durum / turgidum, Triticum aestivum, Triticum dicoccum, Triticum monococcum, Tricticum sp., Vicia faba y Pisum sativum (Buxó, 2007; Antolin & Buxó, 2012;

Antolín et al., 2014). La agricultura y la ganadería fueron las principales actividades económicas, seguida de la caza y recolección de plantas silvestres (Saña, 2013; Antolín et al., 2014).

En la presente tesis doctoral se presenta la continuación de los estudios arqueozoológicos realizados por la Dra. María Saña desde el año 1991 hasta el año 2010 (Saña, 1993, 1998, 2005, 2011). Para este trabajo, se ha llevado a cabo el análisis arqueozoológico de los conjuntos de restos faunísticos procedentes de las excavaciones arqueológicas del Sector D (2010-2012) y

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del Sector A (2013-2014) con un total de 5143 y 982 restos faunísticos analizados, respectivamente (Navarrete y Saña, 2013; Antolín et al., 2014, 2017).

2.2.1.2. Reina Amàlia (Barcelona)

El yacimiento de Reina Amàlia se localiza en Barcelona, en la zona comprendida entre las calles Reina Amàlia, Carretes y Lleialtat, en el barrio del Raval, a 25 msnm. A partir de las obras de remodelación y construcción urbana en un área considerada zona de interés arqueológico se realizaron diversas prospecciones en el año 2003. Estas prospecciones pusieron al descubierto indicios arqueológicos de cronología medieval, de la Edad del Bronce y neolítica, vestigios arqueológicos que justificaron la excavación en extensión durante el 2004 hasta el 2009. Los trabajos arqueológicos se llevaron a cabo por parte de la empresa de arqueología ArqueoCat SL y con la coordinación del Servei d’Arqueologia del Museu d’Història de la Ciutat de Barcelona (MUHBA). En el año 2006 se inicia una colaboración conjunta del MUHBA y el departamento de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Barcelona, en el marco del proyecto de investigación “Neolitización y desarrollo de las sociedades agrícola-ganaderas a la costa central de Cataluña” (HUM2010-18612) financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y dirigido por el Dr. Miquel Molist.

Para los niveles neolíticos, se excavó una superficie total de 200m2 donde se documentó una estructura de habitación de planta pseudo-ovalada (Estructura III). Se trata de una superficie de más de 50 m2 excavada en el subsuelo, con paredes y suelo de morfología irregular (Figura 2.3). Dentro de la estructura se localizaron dos enterramientos infantiles (González et al., 2011), mientras que en el exterior de la Estructura III se hallaron un conjunto de estructuras domésticas distribuidas en torno a la misma: 5 fosas excavadas atribuidas a silos amortizados, 2 estructuras excavadas caracterizadas como indeterminadas/complementarias, y 2 hogares de morfología y dimensiones sencillas de diversa funcionalidad (Figura 2.4) (González et al., 2011).

Se han definido cuatro fases de ocupación a partir de la determinación estructural y tipológica de los niveles de mayor potencia y superficie documentada (secuenciación cronográfica). La primera de las fases (Fase I) corresponde al inicio de la ocupación (4700-4500 cal ANE), constituyendo el relleno más amplio y extenso del fondo. Se han definido estructuras de combustión y dos sepulturas infantiles primarias, individuales, donde los cuerpos se han depositado en pequeñas depresiones de la cresta y se han asociado a los primeros niveles de amortización de la estructura de hábitat (González et al., 2011). La segunda de las fases (Fase

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II) destaca por una gran cantidad de piedras y material arqueológico. En este nivel se documenta un número inferior de decoraciones en cerámica por impresión e incisión (González et al., 2011).

Figura 2.4. Planta general (izquierda) y relación estratigráfica (derecha) del yacimiento de Reina Amàlia.

La tercera de las fases (Fase III) está caracterizado por la abundancia de cerámica sin decoración cardial, pobre de decoraciones con impresiones y caracterizada por nansas de cinta y decoraciones plásticas arqueadas. También se documentan fragmentos de vasos con carena y presencia de nansas tubulares, características del horizonte postcardial con materiales significativos de un momento de transición entre el Neolítico Inicial y Medio (González et al., 2011). Por último, la cuarta de las fases (Fase IV) corresponde al abandono del asentamiento.

En esta fase se localiza, en la parte norte, una estructura de enterramiento de tipo sepulcro de fosa formada por una obertura/pozo pseudoelíptica y un espacio sepulcral ovalado y paralelo al pozo. La fecha de abandono del poblado se sitúa entre el 4530-4360 cal ANE (González et al., 2011).

La gestión animal desarrollada en el asentamiento de Reina Amàlia consiste en una ganadería mixta, con la explotación polivalente de las cuatro principales especies domésticas (Sus domesticus, Ovis aries, Capra hircus y Bos taurus) (Molinas, 2009; Saña y Navarrete, 2016;

Navarrete y Saña, inédito). En este yacimiento ha sido posible evaluar el papel de la actividad ganadera durante un amplio intervalo temporal (4700-4300 cal ANE). Los resultados muestran

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que no existen cambios significativos a nivel diacrónico. Las leves oscilaciones que se documentan en la representación de las diferentes especies animales, básicamente en los ovicaprinos, son resultado del uso efectuado de los diferentes espacios del asentamiento y del cambio en su funcionalidad a lo largo del tiempo más que de modificaciones sustanciales de la estrategia ganadera implementada (Navarrete y Saña, inédito; Saña y Navarrete, 2016). Las prácticas agrícolas están atestiguadas de manera similar por los restos de Hordeum vulgare var. nudum y Triticum aestivum / durum / turgidum y Triticum dicoccum (Antolín, 2016).

Figura 2.5. Estructura III y estructuras exteriores del yacimiento de Reina Amàlia. Fotografía de ArqueoCat.

En la presente tesis doctoral se presenta la continuación de los estudios arqueozoológicos realizados por Roger Molina en el año 2009. Para este trabajo, se ha llevado a cabo el análisis arqueozoológico del conjunto de restos faunísticos procedentes de las excavaciones arqueológicas de los niveles neolíticos realizadas entre los años 2008 y 2009. Se ha analizado un total de 3942 restos faunísticos (Saña y Navarrete, 2016; Navarrete y Saña, inédito).

2.2.1.3. Caserna de Sant Pau del Camp (Barcelona)

El yacimiento de Caserna de Sant Pau del Camp se sitúa en la calle Sant Pau de la ciudad de Barcelona a 25 msnm. Entre el año 1988 y 1992 se realizaron diferentes intervenciones arqueológicas en torno al monasterio de Sant Pau del Camp a partir de las obras de adecuación urbanística de esta zona. Los resultados obtenidos documentaron la ocupación desde época romana hasta ocupaciones de época prehistórica. La excavación fue dirigida por Robert Farré y coordinada desde el Servei d’Arqueologia del Museu d’Història de la Ciutat de Barcelona.

Durante el año 2006 se inicia una colaboración conjunta del MUHBA y el departamento de

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Prehistoria de la Universidad Autónoma de Barcelona, en el marco del proyecto de investigación “Neolitización y desarrollo de las sociedades agrícola-ganaderas a la costa central de Cataluña” (HUM2010-18612) financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y dirigido por el Dr. Miquel Molist.

En total, se excavó una superficie de 800m2. La estratigrafía del yacimiento fue definida como una sucesión de cinco niveles geológicos y arqueológicos producto del empleo sucesivo y del posterior abandono del espacio (Molist et al., 2008). El nivel I está formado por limos y arcillas, y es arqueológicamente estéril; el nivel II está formado por limos y arcillas de color rojizo-gris con restos arqueológicos atribuidos a dos momentos cronológicos, a la Edad del Bronce Inicial y a la Edad del Bronce Final. El nivel III está formado por limos y arcillas, siendo estéril arqueológicamente. En el nivel IV, formado por limos y arcillas de color oscuro, con mucho componente orgánico, es donde se documentan los restos arqueológicos atribuidos al Neolítico Inicial. Finalmente, el nivel V es un nivel geológico muy compacto y carente de restos arqueológicos (Granados et al, 1993). En el nivel IV (5372-5076 cal ANE) se ha localizado un conjunto significativo de estructuras arqueológicas. Destacan, en primer lugar y también en una posición estratigráfica superior, el conjunto de 24 sepulturas. Son estructuras negativas de tipo fosa, la mayor parte de forma ovalada. Los datos disponibles actualmente indican que se trata de un área que funcionó de manera sincrónica como necrópolis (Figura 2.5).

Figura 2.6. Corte estratigráfico del subsuelo del barrio del Raval de Barcelona, de mar (Ronda litoral) a interior (Plaça de la Gardunya) y localización del yacimiento (Lloveras et al., 2014).

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El uso continuado de esta área como lugar de habitación queda evidenciado y bien documentado en el conjunto del espacio, y en la mayor parte de la secuencia estratigráfica, gracias a la existencia de estructuras arqueológicas. Estas estructuras, entre las que destacan por su elevado número las estructuras de combustión, están localizadas por toda la superficie excavada y a diferentes profundidades. Se ha podido discriminar entre dos categorías principales de estructuras: los hogares planos o lenticulares, y los hogares en cubeta. Los hogares en cubeta son el grupo más numeroso (n = 23) y en su mayoría son estructuras de planta circular o subcircular. Un tipo específico de estructuras arqueológicas son las 9 fosas localizadas en la parte inferior del paquete estratigráfico, distribuidas entre la parte central y el lado sureste, excavadas directamente en el suelo virgen (nivel V). Las aberturas son circulares, los perfiles mayoritariamente troncocónicos, y los fondos aplanados o ligeramente cóncavos (Figura 2.6) (Molist et al., 2008; Basch y Molist, 2016).

Figura 2.7. A la izquierda, planta y sección de las estructuras de almacenaje 1,2, 3 y 4.

A la derecha, las estructuras 2, 3 y 9 (Bosch y Molist, 2016).

La subsistencia se caracteriza por la explotación de animales domésticos (Sus domesticus, Ovis aries, Capra hircus y Bos taurus), predominando ovicaprinos, seguidos por bóvidos, suidos y perro. También se documenta la presencia de taxones de origen salvaje, aunque su

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importancia cuantitativa era muy testimonial, como jabalí, cabra montesa, corzo, ciervo, tejón, zorro y conejo. Se ha planteado la posible presencia de uro, aunque no se ha podido diferenciar claramente del bóvido doméstico (Colominas et al., 2008).

En la presente tesis doctoral se presenta la revisión de los estudios arqueozoológicos de los niveles neolíticos realizados por Colominas et al. (2008) (NR = 2404) para la obtención de muestras de restos de fauna potencialmente analizables mediante los análisis biomoleculares.

La elección y descripción de las muestras analizadas se presenta más adelante (apartado 2.2.5).

2.2.1.4. Cova del Frare (Matadepera, Barcelona)

Cova del Frare es una cueva situada en el macizo de Sant Llorenç de Munt a 960 msnm. Las campañas de excavación se iniciaron en 1977 y finalizaron en 1984, documentándose la ocupación de la cueva desde el Neolítico Inicial hasta el Calcolítico. Las campañas de excavación arqueológica sistemática se llevaron a cabo bajo la dirección de Araceli Martín y la colaboración del Servei d’Arqueologia del Departament de Cultura de Barcelona y el ayuntamiento de Matadepera.

La secuencia estratigráfica de la cueva se compone de 6 capas (Martín, 1990, 2000; Martín et al., 1981, 2010) (Figura 2.7). La capa 1 corresponde al sedimento superficial. La capa 2 (2484-1946 cal ANE) se caracteriza por formas cerámicas de jarras panzudas y de fondo plano, y formas carenadas. La industria lítica está representada por lascas en sílex de diversa calidad y fragmentos de hoja con muesca retocada. En la capa 3 se documenta una cerámica lisa con formas tradicionales de perfiles curvos y bordes rectos, entrantes o ligeramente revertidos. Las formas cerámicas se caracterizan por la presencia de cuencos y cazuelas, con carenas suaves y fondos convexos. La prensión se reduce a mamelones simples. Las decoraciones consisten en incisiones e impresiones a peine (incisos, impresos o mixtos). La industria lítica de la Capa 3 se caracteriza por la presencia de lascas y un trapecio rectángulo con retoque abrupto directo, así como una punta de flecha unifacial, pedunculada y con aletas incipientes, todos ellos de sílex.

La Capa 4 se situaría en el horizonte cronológico del Calcolítico y corresponde a un nivel sepulcral colectivo. Las formas cerámicas están representadas por vasos de diversos tamaños de perfiles curvos y sinuosos con fondos convexos y prensión de mamelones simples y superpuestos. La industria lítica se caracteriza por lascas y trapecios con retoque semiabrupto directo. La Capa 5 no posee restos arqueológicos más que en determinados puntos del área

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excavada. Se documenta una estructuración del espacio, con una cubeta natural colmatada de piedras. Aunque en algunos puntos de la cueva las formas cerámicas corresponden al horizonte cronocultural Montboló, en otros puntos de la cueva, la Capa 5 ofrece fragmentos cerámicos con decoración cardial, peinada e incisa. Este nivel es característico del horizonte cronológico Epicardial (Capa 6) (Figura 2.8) (Martín, 1990, 2000).

Figura 2.8. Planta y sección del yacimiento de cova del Frare (por Luis Sant).

Figura 2.9. Ejemplo de corte estratigráfico de los cuadros Z-35 y Y35 (Martín et al., 1981).

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Las prácticas de subsistencia se basan principalmente en la ganadería, con la explotación de las cuatro principales especies domésticas (Sus domesticus, Ovis aries, Capra hircus y Bos Taurus) (Estevez et al., 1981, Navarrete y Saña, inédito). No se realizaron análisis arqueobotánicos en el yacimiento, ya que fue excavado a principios de los años ochenta cuando la toma de muestras para dichos análisis no era una práctica común en el área de estudio. Por último, la cueva se ha interpretado como una vivienda estacional de pastores neolíticos, con contenedores de almacenamiento, basura doméstica y restos de producción de herramientas recuperados en el sitio (Martín et al., 2010).

Las prácticas de subsistencia se basan principalmente en la ganadería, con la explotación de las cuatro principales especies domésticas (Sus domesticus, Ovis aries, Capra hircus y Bos Taurus) (Estevez et al., 1981, Navarrete y Saña, inédito). No se realizaron análisis arqueobotánicos en el yacimiento, ya que fue excavado a principios de los años ochenta cuando la toma de muestras para dichos análisis no era una práctica común en el área de estudio. Por último, la cueva se ha interpretado como una vivienda estacional de pastores neolíticos, con contenedores de almacenamiento, basura doméstica y restos de producción de herramientas recuperados en el sitio (Martín et al., 2010).