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Actualmente en Barcelona, ¿existen estas casas o familias? ¿Queda algo de esa tradición?

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Entrevista a Estrella Xtravaganza

4. Actualmente en Barcelona, ¿existen estas casas o familias? ¿Queda algo de esa tradición?

Actualmente, que conozca, existe una casa en Barcelona, Anna UBetta de la casa de UBetta es la madre representativa de su casa en España. Vino desde Italia para extender su casa y creo que está consiguiendo bastante.

Personalmente, pensaba que no seguía mucho hacia delante de esta cultura, pero todo lo contrario, aunque suene increíble, siguen haciéndose Balls en todas partes del mundo y la gente se mueve para ir.

O sea, por ponerte un ejemplo hace 8 meses o así hubo una en Berlín bastante importante y Anna y algunas de sus alumnas fueron, gente de NY también vino a hacer de jurado… O sea, es algo que está bastante vivo, aunque claro, como toda subcultura imagino que tienes que vivirla muy de cerca para saberlo.

De ser afirmativo, ¿fue tu caso cuando empezaste en el Drag?

En mi caso cuando empecé no fue para nada relacionado con el mundo del voguing, fue algo muy diferente y curioso.

Cuando llegué a Barcelona no conocía a nadie, así que hice amigos a través de Badoo (WTF), y me invitaron a salir con ellos de fiesta. Yo en ese momento aún me estaba conociendo a mí mismo, había salido del cascarón y era, real, la primera vez que salía de fiesta.

A pesar de eso, ya me fui dando cuenta que ellos era muy muy buenas personas, pero demasiado ‘straight acting’ para quien yo era. O sea, salíamos juntos, pero ellos hablaban de historia y deportes y, repito, son unos chicos geniales, me alegra mucho cuando me los encuentro porque me hicieron un hueco, pero yo era más marica, más rosa, más reivindicativa, más amanerada, y aquel no era mi sitio.

En uno de esos días que salíamos de fiesta ellos se iban como a las 3 o 4 am y yo, que no había salido nunca de fiesta, que acababa de llegar de Jerez, que es una ciudad, pero pequeña (un pueblo para mi), quería cerrar la discoteca así que me quedé allí solo bailando. Aburrido me lie con un chico que insistía en que me fuese a dormir a su casa, intenté escaquearme, pero salí de la discoteca y venía detrás mío

pidiéndomelo y entonces vi que aparecían 3 drags y dije: ESTA ES LA MÍA PARA ESCAPARME.

Así que las llamé, estuvimos hablando durante al menos 2 horas e hicimos buenas migas. En aquel entonces se hacía ‘Que trabaje Rita’ y les dije que no tenía nadie con quien ir y me invitaron, y allá que fui. En una de las noches que salía con este nuevo grupo de amigas les dije: maquilladme. Y sentí algo fuerte dentro. Era un cuadro, pero ni los tacones me dolían, me sentía en la cima del mundo. De hecho, en aquella época era mucho más atrevida que ahora. Ahora me he mudado a un sitio en el que estoy muy cerca de mi trabajo y si tengo que trasladarme uso taxi.

En aquella época ni se me ocurría, siempre iba en metro, fuese la hora que fuese y…

me ha pasado de todo. Nos han insultado y nos hemos defendido o hemos tenido que salir corriendo. Yo no puedo callarme, siento la necesidad de contestar y más de una vez Carmen, una amiga drag, me ha dicho: “Estrellita, o te callas o nos pegan, vámonos” y he tenido que irme. En una ocasión tuve que hacer corriendo el transbordo de Verdaguer, de la azul a la amarilla, y finalmente, en vez de bajar al metro, salir a la calle y esconderme porque me seguía un grupo de cuatro niñatos a los que les contesté por insultarme.

Me he enrollado demasiado, pero el caso es que, al principio, cuando llegué, sin conocer nada de esta cultura, yo iba con ellas por la calle e incluso intentaba guardar un poco la distancia. Yo, recién llegado de Jerez, me avergonzaba ir por la calle con ellas, me daba vergüenza que niños y gente pudieran verlas y pensar mal sobre ellas y, por ende, sobre mí. He cambiado mucho desde entonces -ríe-.

5. Instagram se ha convertido en el imprescindible para dar visibilidad, sobre todo estos días. Sin embargo, también deja al descubierto la precariedad en el mundo de la cultura. ¿Cómo estás viviendo estos días con la Covid?

Mi tía siempre dice que tengo una flor en el culo porque tengo mucha suerte, y es verdad. Yo hace 6 meses trabajaba como periodista digital en una empresa de comunicación y marketing online. Llevaba trabajando allí hace al menos 4 años y me tenían mucho cariño, porque empecé siendo el único becario cuando eran 25 personas y éramos una familia, y me fui cuando eran casi 200 y con tres sedes más.

El caso es que hace 1 año y medio me propusieron trabajar un único día, los jueves por la noche, en Believe y dentro de mí no podía rechazarlo. Hablé con mi jefa y acordamos que trabajaría todas las guardias de los viernes por la tarde a cambio de entrar los viernes a las 11:30 y así poder descansar bien tras hacer el show de los jueves noche.

Durante 1 año entero estuve haciendo eso, mientras todo lo que ganaba de noche me lo gastaba en vestuario. Literalmente todo. Mi plan era estar así un año, hacerme todo un armario de ropa de actuación y así, pasado el tiempo, poder dejar la consultoría y dedicarme al drag para que, aunque me diera poco, no tener gastos extra.

Durante ese tiempo me salían más ofertas, nuevos días de trabajo, pero no podía coger la mayoría por respeto a esa “familia” del trabajo de día en la consultoría, no podía ir muerto de sueño y no ofrecer todo de mí.

Llegado el día en que vi que ya no podía más con el trabajo de día, porque me resultaba exhaustivo, hablé con mis jefes, pero me dijeron que no podían arreglarme los papeles del paro, así que me tendría que quedar con el único ingreso del drag y eso me daba un poco de miedo.

Justo en esa semana me llamó el chico que me cose ropa, Adrián Rubio, un sol, y me dijo que estaban montando un outlet de perfumería y que necesitaba gente, que si sabía de alguien, y como iba por ETT, las ETT están obligadas a arreglarte los papeles del paro.

Así que me lancé de cabeza, estuve un mes trabajando en ese outlet, que era lo que necesitaban, y al acabar me arreglaron los papeles del paro.

El jefe de noche, Xavi, que también se ha portado muy bien conmigo, quería hacerme un contrato de 40 horas como drag, un sueño, algo que creo que no tiene nadie más en Barcelona. Un contrato, como drag y a 40 horas, un sueño para mí.

Pero llegó el COVID y eso quedó en stand by, por suerte me quedó ese paro, que no es mucho, pero me da hasta volver a la realidad más cercana.

Una amigas, Coco Roo y Wayúu Queen, hicieron un crowdfunding para recoger dinero y dárselo a las drags que actualmente por la situación no pueda recibir dinero. Me preguntaron que si quería ser beneficiaria, pero con el paro ya me da, sin embargo,

es cierto que con este proyecto hemos podido ayudar a 6 drags que durante este tiempo no han tenido ingresos. En ese sentido es bonito como la comunidad se apoya.

6. Tienes un grupo con Miguélez, Lolita Express. Cuéntanos cómo surge la

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