Conference Presentation
Reference
Ambulancias para Ell@s: hospitales de campaña, puestos de socorro y sistemas de evacuación durante el Sitio y la Comuna de
París (1870-1)
MARTIN MORUNO, Dolorès
MARTIN MORUNO, Dolorès. Ambulancias para Ell@s: hospitales de campaña, puestos de socorro y sistemas de evacuación durante el Sitio y la Comuna de París (1870-1). In: Hospitals en temps de guerra: tecnologies mediques i agències humanitaries, Instituto de
Historia de la Medicina y de la Ciencia López Piñero Valencia, 4-5 juin 2015, 2015
Available at:
http://archive-ouverte.unige.ch/unige:88967
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Ambulancias para Ellas:
hospitales de campaña, puestos de socorro y sistemas de evacuación durante el Sitio y la Comuna de París
(1870-1)
Dolores Martín Moruno iEH2, Université de Genève
La excéntrica actriz francesa, Sarah Bernhardt explicaba en sus memorias tituladas, Mi doble vida, cómo una vez declarado el estado de sitio en la ciudad de París, a mediados del mes de septiembre de 1870, se puso rápidamente manos a la obra para ayudar en la defensa de la capital contra los ataques del enemigo prusiano.
La defensa, sin embargo, estaba siendo organizada, y decidí utilizar mi fuerza y mi fortaleza en la atención de los heridos. La cuestión era, ¿dónde podría instalar una ambulancia? El teatro de Odéon había cerrado sus puertas pero moví cielo y tierra para obtener un permiso y organizar una ambulancia en este teatro y, gracias a Emile de Girardin y Duquesnel, mi deseo fue cumplido. Fui al Ministerio de la Guerra e hice una declaración y mi petición y mis propuestas fueron aceptadas para crear una ambulancia militar.1
Las palabras de Sarah Bernhardt son especialmente representativas de la movilización que tuvo lugar durante el mes de septiembre de 1870 en la capital francesa, donde se pudo observar una proliferación de ambulancias tan llamativa que el Service de Santé des Armées registró sólo en esta región, alrededor de mil doscientas en activo.2 La ambulancia que Sarah Bernhardt puso en marcha en el Teatro de Odeón no fue en este sentido, una excepción sino una más dentro de la compleja organización de servicios de socorro dirigida por el médico militar Félix
1 Sarah Bernhardt, Ma double vie,
2 Archivos, Val de Grace, Guerre Franco Prussienne C63.
Hyppolyte Larrey (1808-1895), hijo de Jean Dominique Larrey, el famoso médico de Napoleón I y cirujano en jefe de la Grande Armée que introdujo un sistema de ambulancias móviles (ambulances volantes, imagen 2) durante las campañas napoleónicas. Aunque no se trató del primer sistema de ambulancias integrado en un ejército puesto que su existencia se remonta a los tiempos de Isabel la Católica, las ambulancias volantes de Larrey, que consistían en un coche de dos o cuatro carretas tirado por caballos, fueron las primeras en ofrecer primeros auxilios a los heridos en el mismo campo de batalla.
Desde que Larrey padre realizara esta reforma de los servicios sanitarios del ejército francés, el término “ambulancia” (del latín ambulare, que significa andar o moverse de un lugar a otro), se refería a los establecimientos de asistencia hospitalaria de carácter provisional integrados en el ejercito y organizados para ofrecer asistencia a los heridos durante la contienda.3 Es decir, que el término
“ambulancia” incluía en el contexto militar tanto los vehículos para transportar los heridos, como los conductores, los cirujanos, las provisiones y todo el material sanitario utilizado por los servicios médicos designando un espacio sanitario móvil, que acompañaba a las tropas allí donde tuviera lugar la confrontación con el enemigo.4
Este amplio significado del vocablo “ambulancia” perdurará a lo largo del siglo diecinueve hasta llegar a la Guerra Franco-Prusiana cobrando una especial importancia una vez proclamada la III República Francesa tras la derrota de Sedán y más en concreto, durante el sitio de París así como el posterior movimiento insurreccional que tuvo lugar durante la primavera del 1871, más conocido como la Comuna.5 Dada la escasez de personal con la que contaban los servicios médicos
3 John S. Haller, Battlefield Medicine, Isabel la Catolica habia sido la primera a autorizar el uso de ambulancias en el ejercito espannol pero estos equipos de asistencia medica solo accedian al campo de batalla cuando la contienda habia terminado.
4 Thomas Longmore, Encyclopedia Britannica,
5 Les Ambulances de la Presse, annexes du Ministère de la Guerre pendant la Commune p. 221.
del ejercito francés frente a los del enemigo prusiano, las ambulancias civiles aseguraron la asistencia sanitaria tanto a los heridos resultantes de los combates como a la población civil, que no sólo sufrió incesantes bombardeos del ejercito prusiano sino las terribles consecuencias del hambre y del frío en uno de los inviernos más duros registrados en la capital desde hacia veinte annos.
A pesar de que el emblema de la Cruz Roja presidiera cada una de la ambulancias que surgieron en la capital francesa, tal y como había sido acordado en la primera convención de Ginebra aprobada en la conferencia internacional de octubre de 1864, no todas estuvieron financiadas por la Societé de Secours aux Blessés Militaires (el ancestro de la Cruz Roja francesa). La reagrupación de los servicios sanitarios bajo las órdenes de Larrey hijo, comprendía tanto (1) los puestos de primeros auxilios establecidos frente y en las murallas de la ciudad (también llamadas ambulances des remparts situadas en Bicêtre, Montrouge, Arcueil o Cachan), (2) las ambulancias de cercanía o ambulances de proximité (que se situaban entre las murallas y el centro aprovechando edificios como el colegio de Montrouge o el de Belleville como 3) la red de hospitales públicos de la región parisina (L’Assistance Publique como Lariboisière, Necker o la Pitié), de hospitales militares como Val-de-Grâce, Gros-Caillou, Vincennes y Versalles así como de las ambulances centrales de la SSBM, el Comité de la Presse y todas aquellas ambulancias privadas creadas a titulo individual por personalidades comprometidas como la glamurosa actriz, Sarah Bernhardt.
Precisamente, lo que ponía de manifiesto la cita de Bernhardt que leíamos al inicio de esta presentación es que las ambulancias fueron espacios mucho más plurales de lo que podía parecer a primera vista, ya que a pesar de estar aparentemente sometidas a la jerarquía militar, esos lugares cobraron vida gracias a la creatividad de la iniciativa popular que con los escasos recursos disponibles ofrecieron ayuda a los enfermos y los heridos. De hecho, las ambulancias que funcionaron durante el sitio y la Comuna fueron espacios que permitieron canalizar
el patriotismo de un sector de la población al que se le pondría cada vez mas difícil integrar las filas del ejercito francés a lo largo del siglo diecinueve, las mujeres cuya presencia se toleraba en tanto que cantineras o religiosas que ofrecían cuidados a los soldados repartiendo respectivamente, bebidas alcohólicas y plegarias.
Tal y como han puesto de relieve los trabajos del historiador Bertrand Taithe y de Margaret Darrow, la asistencia sanitaria se convirtió en la manera escogida por las mujeres para reafirmarse en tanto que ciudadanas comprometidas primera con el Imperio francés, luego con la nueva republica francesa y mas tarde, con la utopía de la Comuna. Por esto, como intentare demostrar en los minutos que siguen las ambulancias se convirtieron en los espacios iniciativa de las mujeres que participaron como voluntarias; primero, para demostrar su respaldo a la guerra a ultranza proclamada por el general Gambetta y luego, su apoyo incondicional a la causa revolucionaria de la Comuna o a los ideales más reaccionarios representados por el gobierno de defensa nacional establecido provisionalmente en Versalles.
para ellas, esto es lugares que funcionaron gracias a la
El rápido desarrollo del sistema de primeros auxilios se debió en gran parte, a la se introdujeron en la capital nuevos sistemas para luchar contra la insalubridad de los hospitales de campaña, como la así llamada ambulancia americana
Mujeres de un amplio espectro ideológico como la actriz Sarah Bernhardt, la filántropa protestante Sarah Monod, la condesa de Flavigny o la libertaria Louise Michel fueron algunas de las voluntarias que gestionaron el funcionamiento de estas ambulancias improvisadas en teatros, cementerios o coches de caballos durante el Sitio y la Comuna de París.
