ECO D
ORSARO OFICIAL DE LA ASOCIACION OENEDAL DE GANADEDOS.
Publicado baja la iniucdiala inspección del Excino, Sr. SSarqucs de Pera
Kxcmo. Sr. Marquésde Perales.
Eicmo. Sr. D. Andrés dedeagricullura. Arango, vocal del consejo"
Sr. D.Manuel.María deGaldo, catedráticode historia natural de launiversidadcentral.
Sr. D. GabrielGarrido, inspector vicepresidente del cuerpodeveterinaria militar.
Sr. ü. Miguel Lopez Martinez,secretario de laAso¬
ciacióngeneral de ganaderos.
Sr. D, Pedro Bidones,- profesor mayor,primer vocal de tajunta facultativade veterinaria militar.
Sr. D. Santiago Arcos (deBuenos-Aires).
E-vcmo. Sr. D. Alejandro Olivan,senadory autor de la Cartilla de ApHcM/lwra,señalada oficialmente para testoen las escuelas.
E.tcrno. Sr. D. Mauricio Cáelos deJDnis,senadordel reino ypropietario.
Sr. D.Alvaro Reinoso, catedráticode la universidad dela Habana.
Sr. D.JoséMuñoz, profesor de la escuela de veteri¬
naria.
Sr.de laD. PedroCubillo, profesormayor,segundovocal junta facultativade veterinaria militar;
_ Sr. D. JoséSese(de Cbile).
*Sr. D. LeandroRubio,consultor de la Asociaciónge¬
neral deganaderos.
Kl Eco ««la Ganadería sepublicacuatroveces al mes, consisUonilo elcuartonumeroen unaentrega de 16páginas en-i." menor. Et precio esiffrs.ai año y20 por semestre. Se tiace ia suscricion dirigiéndose al Administrador'delEco de la íranarfena,callede lasHuertas, nümero 30,incluyendosuimporteenletrasósellos de correos.—.\o se admite suscricion por menos de medio año.
RESUMEN.elgobiernoá los¿Es justaganaderosyconveniente lapor laconcesión deprotecciónla salotorgadade gra¬por
cia?—Apuntes para la formación de un proyectode reformade la agricultura,industria y comercio de laprovinciadeCiudad- Real.—Junta deagriculturadeCiudad-Real.—Cria caballar.—
Agramadora.—•Molinos harineros deBouchon.—Variedades.—
Revista comercial.—Anuncios.
¿ESJUSTA Y CONVEiMENTE LA PROTECCION OTORGADA
pon EL GOBIERNOA LOS GANADEROS PORLA CONCESION DE LA SAL DE
GRACIA?
Habiendo manifestado ennuestro ntímeroanierior del Eco la conveniencia de la concesión de la sal de graciaá iosgaNia- deros que la
demanden.l)ara
el consumodesusganados, cree¬mos que nuéstros suscritores ieercín con gusto el siguiente concienzudo articulo, debido á unode nuestrosmas eminen¬
tesescritores,
dejando
para otro dia la continuación de ia ta¬reaque nos liemos
impuesto
de poner de manifiesto lo quenuestra
legislación
determina sobreeste punto, y los vicios de queadolecen losreglamentos
óinstruccionespublicados
por laadministración,
ósea por la dirección general de estanca¬das, para larealización de las
(jisposiciones
de laley.
tCualquiera
quee.xamine" y refle.xione la colocación topo¬gráfica de
Espaiña,
las producciones espontáneas vegetalesqueen su suelo crecen con tanta
abundancia,
la regularidad de lasestaciones, las alternativas de agua, calor, vientos, nieves y trios; las llanuras inmensas que se encuentran en muchas [troviiiciascortadas por montañasy'puertos,
yel.encontrarenaquellos yerba fresca y abundante en todas las épocas del año,según el clima que los domina, no podrá menos deco¬
nocer que está esclusivamente destinada por
la
naturalezapara seragrícola y pecuaria. Deaquí el que estas dos indus- 'rias, que jamás debencaminar separadas, sino unidas, ber- inanadas por el auxilio mutuo que se prestan, han sido, son yserán las únicascapaces de prometer y prosperar,
siempre
que se eviten los obstáculos que para
lograrlo
se opongan, ysiempre
que los emprendedoresencuentren el apoyo que"ecesitaii.
El que la agricultura, y sobre todo la ganadería, ha sido
unade las mayores
riquezas
deEspaña,
no necesita de da¬tosque así lo demuestren ;basta solorecorreria historia para
convencerse deesta verdad, que en el dia
llegan
pocos ádes¬conocer. Desde lainvasion de los
godos
se establecieronleyes
pecuarias, enrazón dequeconsideraban a laganadería comosu esclusiva
riqueza;
pero engañadosen susprincipios,
senta¬ron el fatal sistema de aislarla, que
desgraciadamente
sear¬raigócon la costumbrehasta nuestros días, haciéndonospar¬
ticipes
de las consecuencias necesarias. La esperiencia y ia observación constante han corroboradoesta verdad, dando áconocer el quebranto que sufrd un artículo que debía perte¬
necemos casi esclusivamente porque asi lo exigen las venta¬
jas locales
de la península, la variedad declimasen susdife¬rentes provincias, los pastos asombrosos que en ellas abun¬
dan, apesar de tantasy tan perjudiciales roturaciones como
indebidamente se han lieclio, y otras circunstanciasnaturales que nos brindan árivalizar con las demás naciones.
Sin
embargo,
para esto es preciso,indispensable,
de abso¬luta necesidad, que losganaderos no encuentren obstáculos para la realizacióndesusplanes, que iio tropiecen con trabas que les
impulan
practicarlos, y que demodoalguno lesllegueá ser demasiado costoso el sostenimiento,
multiplicación
ymejora
de una industria que tantos beneficios puede repor¬tar á todos los
habitantes,
que tantollegarla
á aumentar lari-■
queza nacional yde la quetan ópimos frutosrecogerla el go¬
bierno, si este no fuera el que, sin pensarlo tal vez, se opone á su fomento , anonadando totalmente á losganadei'os, ha¬
ciendo que
desaparezcan
ios planes que pata ello llegaran á formarse,obligando
á que demasiadosabandonen este géne¬ro de industria por nopoder soportar las cargas que sobre ellos pesan, y masespeciatinentô jior aumentar el gobierno los sacrificios que de toda clase
llegan
á luicer, teniendoque pagarescesivamenle caroslos artículosindispensables
para la'
conservación de los ganados, y con mas particularidad la sal,
como demostraremosmas adelante.
lumitaiiUoiios por ahora al ganado lanar, que por losaños
2 ECO DE LA GANADERIA.
d364 á 136S y en los quo procrearon
los escelentes
carneros que don Pedro el Cruelhizo conducir de Berbería,
selogró
el que
las
lanasespañolas
gozaran unajusta preferencia du¬
rante
algunos
años,contribuyendo posteriormente á la mejora
de lasrazas, de un modo
palpable
yconocido, los merinos
que trasportaronde Marruecos las
tropasespañolas
yque conser¬van hasta el dia el nombre desu
pais nativo. Nuestros descui¬
dos por una parte,
el
pocoestimulo
por otra, yel abandono
casi general de
quien
mas quenadie debiera haber favoreci¬
do,
originó
el que laAlemania, la Francia
yla Inglaterra
po¬seyeran lo que
escliisivamente
nospertenecía;
quehicieran
todogénero de
sacrificios
paraconservarlo
ymejorarlo, dan¬
do por
resultado el
quecontemplemos
conasombro
menos¬preciadas
nuestraslanas
enlos mercados estranjeros,
ylas
veamos marcadas con el indeleble carácter de bastas ú ordi- Tnrrias7 cuando se tenían por las mas
finas
yapreciadas;
pero esto no es tan rigorosoexaminándolo
como esdebido,'sino
que
procede de
otras causas queá
sutiempo analizaremos.
Inútiles han sidoy son
las quejas, los clamores continuos,
las reiteradas súplicasy
reclamaciones
que endiferentes épo¬
cas han hecho los ganaderos para
remediar los males
quecon sentimiento
esperimentaban; desatendidas han quedado
las insinuacionesque
la
prensa,los particulares, los diputados
dentro y
fuera del Congreso han hecho demasiadas
veces;de
nada ha servido el
ejemplo
delas demás
nacionesparalograr
lo que entre nosotros se
iba perdiendo;
conla
mayorindife¬
rencia se ha mirado ymira el que en aquellos 'países
el
go¬bierno
dispensa
cuantoestá de
sumano paraalentar el fomen¬
toy
mejora de la ganadería, dando la preferencia á la lanar,
sabe
perder
en suorigen
paraduplicar despues las ganancias,
no
perdonando
cuanto conocepuede contribuir á lograr los
grandiososresultados
quele sirven de base
constante para consolidarsuprosperidad
yrivalizar
contodos los
quellevan
las mismas miras.
Una de lascosasque mas
perjudican
á nuestros ganaderoses el escesivo
precio
á quetienen
que comprar la sal, cuyo uso esde absoluta necesidad si losganados'han de conservarsu salud, si se han de obtener las
mejoras
que se ansian,si
íu lana ha de conservar las
propiedades
quela distinguen
yse han de
mejorar,
ysobre todo, si
estaindustria
no ha deacarrear la ruina de los que
la
emprendan y sostengan.Demasiado sabido eslo indispensable que esla sal para la
conservación de lasalud, y
bien
conocido también el que en todos lospaises
se prodiga esteproducto á los ganadosmuchomás que en España,
lo
que nodeja
decooperar parala
exce¬lencia de sus razas y
mejor calidad
de losproductos;
no de¬jando de
serbien público
ynotorio el
que nuestrosganaderos
se abstienen de dar lasuficiente ásus rebaños por lo oneroso
queies
es,teniendo
queesperiráentar
losperjuicios
que esto lesirroga.»
(Se concluirá.)
Leandro Rubio.
APUNTES PARA LA FORMACION DE UN PROYECTO DE
reforma de la agricultura, industriay comercio de la pro¬
vincia de ciudad-real.
Consideraciones
generales.
Al
contemplar los innumerables
éimperecederos dones
con queel Supremo Hacedor
dotóá la variada yfértil
naturalezade
España: al
meditar sobre suventajosa posición, viéndola
colocada en medio de lostresgrandes mares que
bañan
el Africa y elAsia, el Norte
y Sur de laEuropa,
laAmérica Sep¬
tentrional y la América Meridional; al recorrer con la vista su
limpio y
dilatado horizonte;
al examinarsus defensas natura¬les, no
podemos
menosde
esclamar: ¿Cómo enuiipais tan in¬mejorablemente situado,
con un suelo feraz yproductivo, que porsísolo
reúne ensu vasto recinto el término medio entre todas lasvariedades de los opuestos climas del mundo cono¬cido, existen inmensosterrenos sin cultivar, dilatados espacios
despoblados,
yson tan escasos losmedios^ de subsistencia
deuna gran parle
de
sushabitantes,
que apenaspueden cubrirlas primeras necesidades
de
la vida? ¿Cómo comprender los estragos de la miseria en nuestra nación, que es por la natu¬raleza el primer
pais
del mundo, en el cual la felicidad se en¬cuentra á flor detierra, y el aura vivificante que portodas partes circula, anima y ayuda al parco sostenimiento de su
población, que puede con holgura mantener á tres veces mas número de individuos del que hoy escasamentesustenta?¿Có¬
mo no reparan sus pobladores que
al
emigrar de una á otra provincia, pasando porcima de
esosdilatados
terrenos eria¬les, huellan con sus
propios piés la inmensa
riqueza que yacedespreciada
ysin
esplolar, porla falta
de brazoslaboriosos
que la hagan
producir?
Si paramosla atención en
las
causas que hanmotivado el
atraso y
decadencia
que,generalmente hablando, ha esperi-
mentado en diferentesépocas
la riqueza pública de España,
veremos con dolor que tanto estemal como otros
infinitos
que por
desgracia afligen á
estanación, consisten
ytienen
su asientoespecialmente
ennuestrainnata indolencia.
Originada esta
del defecto de celo, del inconsiderado des¬
preciocon que se
miran
yhan mirado
entodos tiempos las
fuentes inagotables
de
nuestraprosperidad
ygrandeza,
yde
la carencia absolutade protecciónque
han tenido todos
aque¬llos que,
tal
vez condemasiado entusiasmo
,han dedicado
constantementesus vigilias al penoso
cultivo de
lasartes,cien¬
cias y
manufacturas,
noha podido
menosde suceder
que todo el cúmulo deestos gravísimosmales,
naturalmente em¬peorados
porel tiempo,
noshaya ido
pocoá
pococonducien¬
do áun estado tan lamentable. Y si àestas anteriores desgra¬
cias añadimosla no menossensible de la falta que senota en¬
tre nosotros de un buen sistema de educación
general,
que esmerándose muyparticularmente
conla destinada
parains¬
trucción de las masas, tuviese .entre los
objetos propios à là especial enseñanza
quereclama
estaclase de la sociedad el de
dulcificar suscostumbres, naturalmente rudas, tendremos
sin
querer
demasiadamente bosquejado el cuadro de nuestra tris¬
tísima situación.
Al ocuparnos
séria
ydetenidamente del proyecto
queá su
tiempotendremos la honra de presentar á la aprobación del
trono, del
gobierno,
yde la provincia
que esobjeto de nues¬
tras
investigaciones,
no se nospuede ocultar
que,siendo
enla generalidad ios mismos ó casi idénticos males los
queagobian
á nuestra nación, y
dependiendo también de iguales causas,
lasdiferenciastan solo consisten enlas cualidades espresas
de
localidad, las
cuales, imprimiendo
susello característico en
donde
quiera
que se encuentren,precisamente
poresta cir¬
cunstancia hande hacer masó menos
apremiantes estas ó las
otrasnecesidades, según
los diferentes
puntos que sevayan a
¡examinar.
Hé
aquí la
razón porlacual sepuede demostrarquesi bien
no es nuestro ánimo hacer estenslva la reforma á todaslas
provincias de España,
porque para ellocarecemos de los da¬tos suficientes y del conocimiento peculiar del terreno, sin embargo, el planquehemos
adoptado
para desenvolver el delade Ciudad-Real,no solopermite el
poderse
aplicar à aque¬lla la forma y generalidades del
sistema,
sino quedel
mismo modo, ysinsepararnosdenuestropropósito,hemos tratado de hermanaren lo posible las medidas de generalaplicación, de¬teniéndonosen ellas lo suficiente para que
pudiéndose
com¬parar desde
luego
seapliquen
dondeconvengan, con lasre¬formas que se consideren acertadaspara
lograr
la mas pronta realizaciónde la mejora.Al elegir como
objeto de
nuestra reforma la vasta provinciadeCiudad-Real, que en otras épocas ha tenido diferentes de¬
marcaciones, nos ha
impulsado
á esta preferencia la multitud de diversascircunstancias que la constituyen, originadasesen¬cialmente de su estension, situación, configuración, clima y calidad de terrenos, el infundado epíteto de estromada- mcnteárida con que sela ha
denominado,
y porúltimo, hasta las condicionesespeciales de sus moradores, las cuales sirvengeneralmente
para la calificación de la índolepeculiar
ydis¬
tintivade los
manchegos.
Efectivamente,
si nosdetenemosáobservar conalguna
de¬tenciónestascualidades tan encontradas, queá primera vista
parece
imposibilitar
de todo punto unplan
vasto,uniformé, y beneficioso para si y paratodo elresto de la península, desdeluego
comprenderemos nuestro engaño y nos será fácil reco¬nocerque estas
propiedades,
al parecerdiversas, no son masqueconsecuencias necesarias de su dilatada estension, del agrupamiento de la
propiedad,
de la falta de remuneración altrabajo, dela trasformaciori que haesperimentado
el clima de estaprovincia, yde
losmedios insuficientesdesubsistenciacon que forzosamente se ve
obligada
á vivir lamayoría de supoblación. Siendo muysensible ademas vercompletamente abandonados losinnumerableselementosprimordiales que,.fi- sica,química ymoralmente considerados, constituyen la fácil posibilidadde hacer de ella, si estos seaprovechasen,una de nuestrasprimeras provincias agricolo-industriales.
De
aquí
podemos fácilmente deducir:que atendiendowáesta misma abundancia dé beneficios que existen sinaprovecha¬
miento ni
aplicación,
reducidos ágérmenes en potencia, s¡bien
siempre dispuestos
á entrar en acción almenor movi¬miento de losagentes
impulsivos,
estosnos están claramente demostrando que con la misma facilidadconque se presentan á losojos
del observador estos descuidados males, con'la mismase manifiestan sencillamente los diferentes mediosdesacarinmenso
partido
de tales circunstanciasal parecer en¬contradas, para
esterminar
los cánceres que corroen lenta pero constantemente elprincipio
social.Y por lotanto, apesar deque
imposibilitan
al presente el verdadero progreso ybienestar
de sushabitantes,
pueden,sin
embargo,
con facilidad,reformándose,
asegurar parasiem¬preáestosunavida laboriosa é instructivaqueies proporcione
en su mayor parte atender
desahogadamente
á la subsisten¬cia, educacióny
empleo de
susfamilias, propagándosedeeste modo, conasiduidadyconstancia,de generaciónengeneración losbienes,
de la misma maneraque eltiempo
y elcompleto ohandono
han idoacumulandohasta, la actualidad los niales.También esmuy conveniente no olvidar que, para mayor aprovechamientodelosinfinitos beneficios
que puede recibir
estaprovincia, el remedio que
ha
de emplearse á fin de des¬alojar
tales padrastros de lasociedad, obrará indudablemente deuna manera pronta yeficaz, produciendo la tan deseada reforma radical en el clima, costumbres, estado dedespobla¬
ción y miseria en que
hoy
se encuentrasumida, trasformán- dolaen untodo, haciendo que suscosechas seantan variadascomo abundantes, que la clase proletaria encuentre
siempre
Ocupación,ycomunicando á dicha provincia la vida y movi¬miento
propiamente
esclusivos de la industria y del comer¬cio, teniendo laseguridad de podercambiar radicalmentecon el
tiempo
ladesagradable
faz do este miserablepais.
Con elobjeto de hacernuestras ideasmas comprensibles, y manifestar á lavezla sencillez yfacilidadde llevar ácabo esta
mejora, dilucidaremos los puntos mas
principales
de la Cues¬tión y entraremos de lleno en el conocimiento éinvestigación
de las causas de suactual estado, á fin de que una vez cono¬
cidos sus males, podamos con mas seguridad aplicar los re¬
medios;
dejando
para mas adelante y para su debidolugar la manifestaciónde losdiferentesmedios quepueden ponerse enejecución
a fin de desarrollary llevar al terreno de los hechos nuestro actual proyectode reforma.MelitÓn Atieivzay Sibvent.
JUNTA DE AGRICm.TURA DE LA PROVINCIA DE Glü-
Programa de premios.
Deseandoesta junta promover porcuantos medios estén á
su alcance el fomentoy
mejora
de la agricultura, industria yganadería de la provincia, no halla otro medio mejor que el estimulo; y para conseguirlo, ha acordado secelebre enesta
capital
el dia 21 de setiembrepróximo una esposicionpública
de los productos agrícolasé industrialespropios del país, bajo
las basessiguientes:,
1.* Dicha esposicion
quedará abierta
desde el dia 21 de setiembre hasta30del mismo, en quequedará
terminada.2." Todos los que áella concurran con sus productosó ganados, los presentarán á los alcaldes de sus
respectivos
pueblos, los quedespues
dehaberlos
recibido marcarán el bulto,cajón
ó paquete que los contenga, reseñando igual¬mente la ganadería, devolviéndolos en seguida ásus respec¬
tivosdueños con un certificado queespreseel puntoen que fueron recólectados, fabricados ó criados, el nombre del productor, criador ó fabricante, y el preciode cada articulo ó individuo alpié de almacén,fábrica ó casa. Los alcaldesno
exigirán
retribuciónalguna
porestasdiligencias.
3.' Antes del dia 19 de setiembre, los interesados entre¬
garánen la secretaria deesta
junta
ó en el puntodonde
lamisma determine, los bultos destinadosá la
esposicion,
acom¬pañados delcertificadoque espresa el articulo anterior. Desu
entrega sedarápor el secretario ó personaencargada el cor¬
respondiente recibo- , .
4.' Aun
despues del dia
21 se admitirán los efectosque se destinen á laesposicion;
pero notendrán derecho ápremio,
y;^ sí solo ápublicar
sunombro enel Bolelinoficial de la provin¬
cia, caso que por su calidad mereciese tal distinción.
5.' El
ganado
se pt'esenlarápor sudueño
ódependiente
i ECO DE LA GANADERIA.
el dia.24 del mismo setiembrey en
el local
quedesigne el
se–or gobernador paraello.
. 6,* Los alcaldes remitirán al señor
gobernador copia
de loscertificados de que
habla la
disposición5.%
yal verili-
carlo lo. harán con lasobservaciones que estimen oportunas, relativas á las tierras,
productoras,
su calidad,método de ela¬
boración, clase de máquinas y consumo
dentro
yfuera del
distrito
municipal
yla provincia.
7.® Las copias de que
habla la disposición anterior, las
remitirá el señorgobernador á la
junta calificadora, á fin de
tenerlas presentes al hacer la clasificación
de los premios.
8.' Cada
espositor
acompañará á su producto óproductos
unanota .que esprese su nombre y
apellido,
puntode
pro¬duccióny valor deeste en su establecimiento.
9.? Cada paquete ó bulto destinadoá la
esposicion, debe¬
rá contener las muestras ó
ejemplares
puramenteprecisos
para
dar
exactaidea de la clase.
Encuantoá ganado,
sead¬
mitirán los que
los espositores
presenten consujeciónal
pro¬grama.
10.'' Para calificar ios productosy
determinar la clase de premios
quecorresponde adjudicar, habrá
unajunta califica¬
dora, compuesta delseñor gobernador, presidente; de
un-di¬
putado provincial, vicepresidente; del
señorcomisario regio
deagricultura, del
delegado de
la cria caballar, delsubdele¬
gado de veterinaria,
yde
cuatrovocales de la junta sacados á
la suerte. Hará de secretario de la misma el de esta cor¬
poración.
; ■ . • . .< : : : . 11.° Lospremios
queofrece' la
junta consistirán:• • ; (Una parael
mejor produc-
1.° En medallas deoro
2| to agrícola,
yotra
para( el
mejorsemental.
2." Enmedallas de
plata...
50 3-°; Ei\ medallas de bronce. 60 4.°" En menciones'honoríficas.12.° ■ Las medallas llevaránenélanverso ehbusto de S. M.
lareina, y alrededor el lema de<Junta de
agricultura de Ciu¬
dad-Real,» y en
el
reverso unaalegoría,
yalrededor:'«Al mé¬
rito;^Esposicion
de
1859.» .13.° Un mismo espositor
podrá obtener
dos ó' ríiás pre¬mios delospfrecidos, según lo mereciese la diferencia y
cali¬
dad de sus
productos.
14:° Los nombres de todos lospremiados se'insertarán en
la Gaceta deMadñdY en
eï
Boletín oficial delaprovincia.'
- 1.3.° La junta
pondrá
en conocimiento' del gobierno deS. M. los nombres de los
premiados,
á los finésqué éstírne
este oportunos.
16.° Podrán Usarse estos
premios
porRosqué los obten¬
gan, ó como distintivos ó
diploma
de sus productos; estam¬pándolosen las facturas, contratos y
demás docurnentos
co¬merciales. : ' : . - : :
17.® La
adjudicación
de lospremios tendrá lugar
con todasolemnidaden el salon deactos del instituto
provincial
el dia10 de octubre
próximo,
cumpleañosdel
natalicio de S. M. la reina,quebajo
su augusto nombre seránréj)aftidos
por elseñor
gobernador
ante la junta deagricultura, diputación,'
consejo, ayuntamiento ydemás
corporacionesdel Estado,
científicas yliterarias.
■18.' Remitirá la
junta
unejemplar de
este programaá los
alcaldesdelos
pueblos de
laprovincia
para quéle publiquen
y
fijen á la
puertade las
casas consistoriales.OBJETOS QUE'ABRAZA LA ESPOSICIOn.
PRIMERA SERIE.
Comprende loS cereales
ylegumbres de todas clases culti¬
vados en el pais.
Se
afljudicarán los
premios siguientes;Primero, tres medallas de
plata.^
Segundo, seis medallasde bronce.
Y tercero, siete menciones honoríficas.
SEGUNDA SERIE.
Raices carnosas y
tubérculos.
En esta sériese distribuirán:
Primero;una medalla de
plata.
Segundo, dos medallas de bronce.
"Ytercero, tres menciones honoríficas.
TERCERA SERIE. '
Plantasindustriales, económicas y
forrajeras.
Se proponen
los mismos premios
quela anterior série,
con solo aumentar uno mas de plata.CUARTA SERIE.
Vinos tintosy
claros, aguardientes, licores, vinagres
ydemás
yroduclosde la vid.
Premios que se
adjudicarán:
Primero, tresmedallas
de:plata.
Segundo, ocho
medallas de
bronce.Ytercero, diez mencioneshonorificas.
QUINTA SERIE.
Frutos
frescos
ysecos: iLos
premios
que seconcedan
son:Primero, unamedalladeplata,
Segundp,
trestñedallas de bronce.
Y tercero, seis menciones honoríficas.
SESTA SERIE.
Aceites, Se
adjudicarán:
. Primero, tres medallas de
plata.
Segundo, ocho medallas de bronce.
. .Y tercero,
diez menciones honorificas.
SETIMA SERIE.
Al inventorde un arado dereconocida utilidad y puestoen
práctica
enla provincia:
Primer
premio,
unamedalla de plata.
Y
ségundo,,una medalla de bronce.,
,OCTAVA SERIE.'
Al
espositor ó. criador
quepresente las mejores muestras
dela cria delgusano
de seda
y susproductos:
Premio
primero,
unamedalla de plata.
Segundo,, dos medallas de bronce.
Y tercero, tres mencioneshonoríficas.
NOVENASERIE.
Alquepresente
mejores muestras del cultivo de la morera,
con
espíesion de la clase á
quepertenece, medalla de plata
el
primer premio.
Segundo, dos medallas de bronce.
Tercero, 1resmenciones
honoríficas.
,DECIMA SERIE.
Conservas.—Mieles.—Cera.
Premiosque se
adjudicarán:
Dosmedallas de plata.
Tres debronce. •
Cuatro menciones honoríficas.
UNDECIMA SERIE.
Ganadería y susproducios.
Premios que se distribuirán;
Cuatro medallasdeplata.
Diez de bronce.
Doce menciones honorificas.
CONDICIONES.
1." Ha de ser caballo padrede raza española ó estranjera,
que
haya
servido de semental en casa de parada abierta alpúblico
con la competenteautorización,
que no tenga menos de cinco años ni esceda de diez, yesté ónodestinadoásilla.2." Caballo padre que
bajo
las condicionesespresadas esté destinado á tiro de lujo ó pesado.5.' A la mejor punta de yeguas de cria que
hayan
sidobeneficiadas al natural en el
depósito
del gobierno ócasadeparada
pública competentemente autorizada, que nobajen
de cuatro años ni escedan de ocho.
4." Al mejor óá la mejor punta de potros
de
dos á tres años, nacidos y criadosen la provincia.5.' Al mejor garañón que no
bajando
de cuatro años, ni escediendo dediez,haya
servido de semental en el presente año en casa de paradade la provincia, autorizada competen¬temente.
6." A la
mejor
puntade, muletas
de dos átres años.7.® Al
mejor
toro de raza mansa, que nobajando
de tres años, ni escediendo de diez, sehalle destinado á sementalenpiara
de concejo ó de particular.8.' A la mejor punta de vacas de cria, sean estasdesti¬
nadasá las faenas de laagricultura, ó criadas para carnes y
leches,
nobajando
de tres años, ni escediendode diez.9.' A lamejorpunta de moruecos, que no
bajen
dedos.ni escedan de cinco, y sean de la clase del ganado del paisy es¬téndestinadosá semental.
10." Ala
mejor
punta de corderosnacidosy criadosenel paisenel presente año.11." A la mejor punta
de
machos cabrios que estén desti¬nadosá semental,con las mismascircunstanciasquelos ante¬
riores.
12." A la
mejor
casta de cerdos por sudisposición
para engordar.DUODECIMA SERIE.
Enseñanza agrícola.
Al maestro de
primeras
letras ó particular que escriba el mejortratado elementalagrícola propio
para losniños de pri¬meraenseñanza.
Primer premio, medalla de
plata.
Segundo,
medallade bronce.La
junta
remitirá algobierno
de S. HI., á los efectos que este tuviese por conveniente, y siáelloaccediesenlos intere¬sados,
los originales premiadosenesta série.DECIMA TERCERA SERIE.
Artes liberales y mecánicas en todassus diversas
aplicacio-
lesá las necesidades y usosde la vida humana.
Premios
: cinco medallas deplata,
docemedallas de bron- yquince menciones honoríficas.La
junta
se reservael derecho de conceder mayornúmero
de premios de los del presente programa, si á ello hubiere motivo por los productos presentados.
Ciudad-Real 13 de mayo de 1859.—El gobernador, presi¬
dente,
Enrique
do'Cisneros.—El secretario, Raimundo de Ganeucia y Castellanos.CRIA CABALLAR.
El Monitorde la Veterinariaen su número 2.°, correspon¬
diente al lodel actual, en la sección de variedades, y en un suelto
bajo
el epígrafe de cambio de negociado en cria caba¬llar, se ocupa del proyecto de traslación al ministerio de la Guerra dela dirección de cria caballar que
hoy
radicaen el de Fomento.Acostumbrados á respetar las opiniones todas, en todas materias y en lodos terrenos, prescindimos por
hoy de
las cuestionables apreciaciones quehace
el Monitor, én gracia alpoco fondoque ha dado á un asunto de tantaimportancia; y muy especialmentede las que tienden á hacer calificaciones
masómenos relativas; pero comoel Eco de la Ganaderíase
ha ocupado ya estensaménte de la cuestión de criacaballar, curnple á nuestro propósito manifestar que
admitimos
yde¬
seamos una
amplia,
concienzudayleal
discusión sobre un ra¬mode zootechnia queabraza inmensos intereses
públicos, bajo
el punto de vista comercial, de
poder
y aun de decoro na¬cional.
Paraello, consideramos conveniente
principie
el Monitorpor
cóntraargumentar
los artículos insertos en elEco en susnúmeros 1.° del5de enero, 10 del 1.°de abril, 13 del 1.° dé mayo, y el que
publicó
LaAsamWea
délEjército
eii su nú¬mero25, que ha reproducidoel Eco de la Ganadería en los suyos,
18, 19
y20. Entonces,
queserán conocidas lasopiniones
respectivas y razones en que seapoyan,ofrécemos
entraren tanimportante
cuestión connumerososantecedéntesinéditos que tenemosála
vista.Hasta que en
público
yrazonado debate evidencie loquemas convienealos intereses del Estado, lió pueden tener de¬
terminadovalor lasdesnudasapreciaciones del Monitor de la
Veterinaria,
y por esoprescindimos^
dé ellasporhoy.
Gabriel Garrido.
AGRAMADORA.
El señor don Antonio Casasnos ha remitido elsiguiente co¬
municado, que en prueba denuestra
imparcialidad
insertamos ácontinuacion, esperando la réplica delseñorMalingre,
para manifestar nuestraopinion
con la lealtad yfranqueza
que noses característica. Héaquí lo que nos dice elautor de la agra¬
madora:
Señor director del Ecode la Ganadería.
Muy
señormío
yde
mi mayor respeto:Un amigo de mi
mayor
intimidad
me há remitidohoy dé
provincias unacopia
literal del artículo suscrito pordon Estanislao
Malingre é
in¬serto en el número 21 de su apreciable periódico, referente
á la
máquina agramadora;
yconsiguiente á
làlegal
ofertaque tiene Vd. la bondad de hacerme al encabezar el mencionado articulo, me prometode
suimparciálidad
que enel inmediato
6 ECO DE LA GANADERIA.
númerodarácabida á las
siguientes lineas
que creonecesario
esponer
al público,
y porcuyoobsequio vivirá á Vd. reco¬
nocidosu muy
afectísimo
y seguroservidor Q. B. S. M.
Antoniode Casas y Moral.
Al leer el artículo de don EstanislaoMalingre,
juzgamos
á primeravista
y con granasombro
que,cuando descansába¬
mos en la
tranquila
ypuracreencia de
quehabiamos
conse¬guido dar
un pasotrascendental
enbeneficio del pais conci¬
lladocon el nuestro, y de que
habiamos logrado
comenzarla
realización de ese beneficio con un
desinterés sin ejemplo, padecíamos gravísimas equivocaciones,
puesestábamos tan
distantes de haber
operado
unamejora importante
yde proporcionar
conella los indicados beneficios, estábamos tan
engañadosynuestrailusión de tal modo podia engañar
y per¬judicar los intereses del público,
que uncompatriota nuestro,
soloconducido porsu
patriotismo, había creído
casode
con¬cienciamatar nuestrailusión y
librar á
esepúblico de las fa¬
talesconsecuencias à que
ella le esponia.
Ycomo personasque se
jactan de proceder
con unabuena
fé y un
desinterés absolutos,
nos apresuramosá buscar la
persona
del autor del articulo,
yá pedirle las esplicaciones
que
debían quitar la yenda de nuestra vista,
yasi, sabiendo
la verdad, acatarla y
reglar
porella
nuestrosintereses. Y de¬
cimos que con
asombro hicimos
esasdeducciones,
porque realmente habia de causarnos mucha estrañeza eso de que hubiera muchas ymejores máquinas agramadoras
y su uso estuvierageneralizado, cuando
condatos
muyrespetables
te¬níamos
aprendido
que, aunqueporipuchos mecánicos
sehan ensayado varios sistemas de aparatos
para agramará máqui¬
na, y
alguno algo análogo al nuestro,
enverdad
sehabia ade¬
lantado muy poco en
el estranjero, comparado
con nuestrosistema.
Pero si con harta estrañezaformamos ese
juicio
desagra¬dable, mayor aun
la tuvimos cuando
enla tardé de hoy, des¬
pués
de interrogar
cortesmenteá Mr. Malingre á presencia
de otra personaque nos
acompañaba,
nosmanifestó dicho
señor,queparece ser
mecánico francés,
y enespañol
pocointeligible, qúe tenia idea de
otrasmáquinas
en uso enel
es¬tranjero, sin saber ó sin recordar el nombre del inventor ni
los resultados que
daba,
pero queentendía constaban
esos datosen un libroquecontiene la biblioteca del
Excmo. señor duquede Osuna,
quecreia le proporcionarían,
y quedespues
de verlo
podria decirlo. Ademas,
nosindicó
queal hablar de máquinas
masperfectas aludía á
quela
nuestratiene defectos
materiales deconstrucción y quesi los reformase daria muy buenos resultados, y
también
quelo
quehabia encontrado
muy
erróneo
eranlos datos estadísticos
ycálculos
que con¬tieneel prospecto para
la esplotacion del invento
enel
es¬tranjero.
- Nos hemos propuesto
referir asi simplemente los
hechos,dejando
ála consideración pública
quejuzgue
esearticulo
en que con tantaligereza
y tansin fundamento
seasientan
como hechos reales losqueó
seimaginan ó
se oyen,sin aprenderel créditoquemerezca;
la
pocaparsimonia
yhasta
justicia,prudencia
ylealtad
quepudiera atribuirse á
unaafirmación
grave,
á
una vozde alarma
queenvuelve
unasemi-acusacjon,
cuandono se tienen fundamentos en
que^apoyarla,
ysi
esóno
reprensible
queconla apariencia' de ilustrar
yevitar
gene¬rosamente que se
incurra
en erroresde trascendencia,
sevenga á lanzar una
atrevida
voz, quesin
causarbeneficio al¬
guno,
lastime intereses
y esperanzasde buena ley.
Esperamosque
Mr. Malingre cumpla
suoferta
y nossumi¬
nistre dalos
respetables
quejustifiquen
susaserciones. Si asi
lo cumple,
esté
segurode
queencontrará
ennosotros
una lealtad absolutapara reconocer cuantoacredite
yserlos pri¬
meros en
.proclamarlo;
pero enotro caso,también
tenemosderecho á esperar que
rectifique
suspalabras
yapreciaciones.
No debemos concluir sin indicarque
el espresado
señorno necesita molestarse para probarquela máquina
essuscepti¬
ble de
mejoras mecánicas,
pues comoverdadero invento,
no hapodido
nacerperfecto;
yla segunda máquina aventaja
mu¬cho á la
primera, las
queestán
enconstrucción serán
aun mejores, y estamos segurosde conseguir bastante
masperfeccionamiento,
tanto enlas condiciones del mecanismo
cuanto en su
ejecución material. Tampoco necesita probar
que son mas
ó
menosinexactos los datos
ycálculos del
pros¬pecto
á
quéalude,
pues reconocemos quehay
erroreshijos de
la falta de datosestadísticos
fidedignos
yde apreciaciones
siempreaventuradas, siendo
muydueño cada cual de casti¬
gar
aquellos cálculos
según susdatos
y sujuicio.
A. DE Casas y Moral.
MOLINOS HARINEROS DE BOUCHON.
Señoresredactores del Ecode la Ganadería.
Muy
señoresmíos:
enlos números de 30 de junio
y20 de
julio último,
seha ocupado
suapreciable periódico de los mo¬
linosde Mr. Bouchon,
especialmente construidos
parasatis¬
facerlas necesidades de la
agricultura;
yal aconsejar el
em¬pleo de
estasescelenles máquinas, han reproducido ustedes
la relación que
Mr. Duffié ha presentado tres meses há á la
sociedad de
agricultura de Méaux,
enla cual
sedice que con
estosaparatos
puede moler
unhombre una media arroba por
hora, poco mas
de
unafanega
pordia; pero no se ha hecho
mención que
lo anterior
sereferia al modelo mas pequeño
que yo
llamaba número 1, y que Mr. Bouchon construye
otrosmayores,
dispuestos
parafuncionar, bien con uno ó dos
hombres, ó bien con uno
ó dos caballos. Creo, por consi¬
guiente,
queel público agrícola debe ilustrarse sobre este
particular, porque sin en algunas circunstancias el número i
puede hacer buenos servicios, hay otras muchas en que es in¬
suficiente; ademas, como
la fuerza del hombre
esmucho mas
caraque
la de los animales, hay casi siempre ventaja en em¬
plear esta última, principalmente para los cultivadores que
tienen caballosá su
disposición.
l'araevitar
cualquier confusion, del mismo modo que he
llamado número1 al
modelo
maspequeño, llamaré número 2
al mas
grande cuando esté dispuesto para funcionar .con dos
hombres; número
3, cuando esté construido para funcionar
con unsolo animal; y número
4, cuando lo esté
parados.
Mr. Bouchon construye,
sin embargo, aparatos mucho mayo¬
res;perono me ocupo
de ellos, porque en mi concepto esce¬
den para
las necesidades de una casa de labor y son mas
apropiados
parapequeñas tahonas.
Hé
aquí ahora el trabajo
queejecutan estos molinos : ties
hombrescon el número2,
pueden moler fácilmente una ar¬
robapor