jÍTÍo II. 30 de Abril de 1890, Núm. 12
GUÍA
DEL VETERINARIO PRÁCTICO
Sr. Director de la Guíadel Veterinario Práctico.
Muy Sr.míoyestimadocompañero;La discusión entodas
las cienciasproduce loables beneficios; así es, que al ver en
las columnas desu ilustrada publicaciónun artículo concer¬
niente á el tratamiento de la nefritis y sus causas empleado
por miy rebatido pornuestro comprofesor Sr. Castellanos,
me produjo un bien inesplicable. Pues de esta manera es
como se suelen dominar las cuestiones más importantes, y losproblemas más difíciles suélense resolvercon mayor fa¬
cilidad.
Le anticipa las gracias suafectísimo s. q.b.s. m.
FelixG. de laFuente.
Pina deCampos, Abril de 1890.
En
unpnnto dos ideas.
Cuatro mal pergeñadas palabras pondré en contestación ámi comprofesor D. Joaquín CastellanosGarcía, respecto á
suarticulo inserto enelnúmero 8 deesta Eevista.
Cuando las ciencias no son exactas; cuandoestánllenas de •
errores y de horrores; cuando no tienen unabase sólida y segura, y en vez deteorías, estánllenas de hipótesis,nosotros tenemos que seguir el mismo derrotero. Y que esto es una verdadá todas luces no hay á que negarlo. Hó ahípor que haydiferencia y por ende disentimiento de opiniones. Si yo estoyen el error,mis indulgentescompañeros sabrándispen-
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sarme ysacarme de é!. Sabemos pues, que al practicar la
flevotomia encualquier partedel organismo, teniendo lugar
la emisiónsanguínea,quedaunvacío enaquélenrazóndirec¬
ta del líquido extraído. ¿Puesal verificar la emisión conqué objeto lo hacemos? Creo y eslo más prudente, que es con
el fin de abortar una inflamación en primer término. Sinó,
¿qué otro objeto puede
llevar?
ftlas esnecesario saber si la había,yo porraí parte creo que no. De todos modos al prac¬ticarla sangríafué conobjeto de preservarla (caso depresen¬
tarse) por aquello de que más vale prevenir que curar.Así
es, que por másqueel Sr.Castellanos da todo suvalorálas emisiones, yo por el contrariose lo apropio al ioduro potá¬
sico, sinque poresto deje de comprenderque aquellas coad¬
yuvaronal trabajo de éste. ¿Qué efectos pudo poner en arte la sangríapara que la Litiásis terminaratan felizmente? El
hacerse eltorrente circulatorio másacuoso,elponerse en me¬
jores condiciones para poder licuar las arenillasque hubiese
f n el crisol de la economía conmayorfacilidad. Puedecreer¬
se esto, y en elloestoy; mas; ¿qué sería de una máquinamo¬
vida al vapor, ó que en vez de movida de esta manera fuera impulsada porel agua? Que si en aquella faltarayá esta no
llegaranopodría funcionar; estopues, sucedía en aquél; falto
el individuo de los materiales necesarios ásu nutrición, no habíaactosde asimilación ni desasimilación, ni materialalgu¬
no que pudiera llegar al sitio donde radicaba la afección.
¿Qué habíamos dehacer? suministrarleagua; con esto acaso fuerasuficiente; pero quise además propinarleenéstevehícu¬
lo el ioduro potásico porlo que me habían explicado y leído
en la ciencia durante mi corta práctica.
El ioduro potásico, comotodos sabemos, es una sal aló¬
gena y pertenece á uno de los grupos de los alterantes ó fundentes aperitivos de los antiguos: como de aquellos se
hacen cuatro grupos cadauno echamano del que mejor le place. Al Sr. Castellanos leparecenmejor los alcalinos,á mí
me parecenmucho mejor el de loscompuestosiódícos. listos puedentener dos acciones, unatópicayotrageneral. Aquella
para conocer si tiene que ser de una maneracontinua y por
tiempo limitado, esta porel contrario se produce desde el
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instante que penetra en la economía seaporel método que
quiera, peroel mejor de todos (ámijuicio) es por ingestión gástrica;ylopruebaque una vezadministradopor esta vía,es eliminado por lasecreción urinaria, pues sehan dado casos,
según experimentos, que á los dos minutosde ingerido en¬
contrarseya, nosóloen la orina sino aúnenla leche. Habien¬
do dado á una perra quelactava el ioduro potásico se encon¬
tró al poco tiempo en la orina desus hijuelos,y al mismo tiempo sabido es de todos,que no sólopor estas vías seeli¬
mina, sino quelo hace portodas las mucosas, ya sea la epi¬
dérmica yala nasal etc.
l'ues bien, una prueba de que puede favorecerla elimi¬
nación, esla rapidez con que es eliminada de la organiza¬
ción individual, que apenas se detiene en los fascículos de las masas musculares y demás tejidos; y como una de las propiedades es la de avivar los movimientos de los capilares, de ahí que haya aceleración en el torrente circulatorio, y como esto es precisamente lo que se desea paraqqe haya más acúmulo de líquidosála parteeliminado¬
ra, puesto que estos sonlosquepueden disolver las arenillas quepudiera haber yafueraenlos conductos de Bellini ya en la pélvis renal ó ya en el bacinete. Sabido es que al pasarel líquidoagua puededisolveryllegarádisgregar losprincipios calcáreos de que estuvieran constituidas aquellas, y no que¬
dabaotracosa queel mocodonde se ha formado el principio lísico;y como el carbonato de potasa tienela propiedad de disolverlo, de ahí que desapareciera la afección. Preguntará
el Sr. Castellanos, ¿cómo me habla el Sr. Gutiérrez de car¬
bonato de potasa, cuando la causa de la discusión es el ioduro potásico? Muy sencillo: todos los cuerpos tienen sus
afines,así esque puestos los unos en presencia de losotros
sedescomponeny formannuevos compuestos.Esto ocurrió precisamente enmi caso. Administrado el ioduro potásico
é ingerido en el aparato gástrico, se descomponen porlos
ácidos que enélpuedahaber; si en estenolosencuentra más allá existe otro líquido,que esinfaliblesupresencia,lasangre;
enestaseverifica unfenómeno químico con cadauno de los componentes del citado ioduro. En la sangrehay ácidocar-
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bónico, hay albúmina; pues bien, en presencia de
ella
el io-durose desune, sedescompone porla acción de aquellos y
seformannuevos compuestos; el iodo, al principio albumi¬
noso, representa un albuminio iódico y deestemodo no al¬
teraennada el organismo, pues si fueraácido carbónico, se
une ála potasa y formaun carbonato depotasa.Una vez en este estado, ya he dicho que los capilares se activany por lo tanto nodan lugar á que los tejidos absorban los princi¬
pios asimilables y no puede haber descomposición; asi es quenohay desasimilación, luego se
había de producir
urea, oxalates y carbonates, etc., y otros compuestos que favo¬recieran la Litiasis, y como no hay tiempo para ello tiene
que tender á la disgregacióny no ála
acumulación,
por cuan¬to el líquido que vaá expulsarsepor el aparato
renal
carece de aquellas substancias. Esta es mi opinión,y de ahi el por qué me pareció mucho mejoradministrar el ioduro potásico
envezde los alcalinos, y por qué le doy á él tanto valor, creyendo fué la curación hija de él, máxime cuando vemos que enelcírculo sanguíneo seforma lo queel
Sr. Castellanos
apreciaba, (Los alcalinos). Hay más, y por esodaba valor
ála emisiónsanguinea: cuando se verifica el vacío en lacam¬
panade la máquina neumática y no se hace por
completo,
los gases vuelvenádilatarse y llenar aquel vacio ó
espacio;
pero cuando son líquidos no
sucede lo propio,
por no ser espansibles como aquellos, y siempre queda el vacío. Parallenar éste hayque apropiar líquidos, mas. como
el individuo
de que se tratalos tenia á sudisposición y adicionadosá otra
baseigual ála anterior, venía árobustecer el
principio
quehe
indicado. Para terminar diré;que la discusión (y no es que tengarecelo) para que se sepa sies específicaóno la enfer¬
medad á que aludo (mal de sangre), yo por mi parte poco puedo decir deello, pero puesto que su padre
de V.
hacet.mtosaños quela vieneobservando,y ahora V. lomásnatural
esque tenga datos recogidos en supráctica, de desear sería
queilustrase álos demás sobre ella y nos sacara de la
obs¬
curidad. Si así hiciera, selo agradeceríamos y obtendría un
aplauso de la ciencia.
- I8i —
Compañeros:
Habiendo sido invitado por el dignp Di¬rector de la Güíadel Veterinario Práctico para colabo¬
rar en dichapublicación,y no abrigandomás idea que la del verdadero'progreso de nuestra muy querida ciencia la Me¬
dicina Veterinaria, condeno toda tendencia que se dirija á
sostener ó fomentar las cuestiones personales ysólo admito
como principio verdaderamente regenerador de nuestra cla¬
se, hondo conocimiento de una sólida instrucción que rompa deuna vez los eslavones de la odiosa cadena rutinaria. Más,
como veo quela marchaseguida hastahoy por tan ilustrada revista está dentre del programa que conmigo creo desearán seguir todoslos Veterinarios españoles, no he tenido incon¬
veniente (ápesarde mi reconocidainutilidad) en aceptar el leal ofrecimiento que se meha hecho, y desde luego reanu¬
daré mis tareas periodísticas, ofreciéndoos hoy sólo, y por vía de saludo y pasatiempo, un pequeño y mal redactado escrito que nadaos enseñará, pero que tampoco creo habéis de desdeñarsu lectura. Aceptadlo, pues, y si es digno de
vuestra consideración, continuará emborronandopapel vues¬
tro compañeroque os quiere
Joaquín Ferrer Gisvert.
Zoología.
Todos sabéis, queridos compañeros, que el estudio de la HistoriaNatural, es el que más ocupa la imaginación de los hombres pensadores, y el que resuelve porsi solo los más intrincados problemas sociales; y, tantoes asi,que no será hombrede estado ni podrá por tantogobernar bien una na¬
ción, todo aquelque ignore cualquiera de los puntos que la Historia Natural abraza. Esto,'que parecerá para algunos
una afirmación demasiado absoluta, nos encargaremos de irlo demostrando poco ápoco en artículos sucesivos, para
nomolestar porhoy demasiado la atención de los lectores de esta revista.
- 182 —
LaZoología,queserá á laque nos
dedicaremos
conprefe¬
rencia, porestarmás enarmoníacon nuestra
ciencia,
porsi
sola afirma laopinión queacabamos de
emitir.
Lostrabajos de comercio de
las diferentes naciones, casi
todos tienen por base principal la
abundancia
ó escasezde
losproductos animales, para que
dichos tratados
sehagan
deun modo más ó menos favorables á los intereses de cada nación.
La industria,pecuaria es el verdadero
regulador.
La nación que tenga más
animales
y sepaexplotar mejor
susproductos, será laque siempre
llevará ventaja
enlos tra¬
tados de comercio.
¿Dedóndesaca
el industrial los principales productos
pa¬ra dedicarse ásuparticular industria,
salvo
muy rarasexcep¬ciones? Del reino animal. ¿De
dónde el aristócrata
susprin¬
cipalesobjetosdelujoyde
recreo? Del reino animal también.
¿De dónde sus lujosos
trajes las aristocráticas damas de
nuestraspoblaciones más
populosas? También del reino ani¬
mal. ¿Con quéprepara
el culinario los suculentos platos
quetantodesean los gastrónomos
modernos? Con productos del
reino animal. Pues si todo, absolutamentetodo lo más im¬
portante (hasta ésas distracciones que
asustan
porlo
con¬curridas), son productosdel mismo
animal,
comolo prueban
loshipódromosy las corridas de toros,
dicho
seestá
quelos
hombres de Estadocomo hemos dicho antes, deben poseer conocimientos profundos de
Zoologia,
parapoder defender
mejor los intereses de sunación en
los tratados de
comer,cío. Diga sino Inglaterra á qué
debe
sufloreciente estado.
Nuestra humilde opinión seguramente se
perderá
enel
espacio sinque llegue á herir
la delicada membrana timpá¬
nicade las personas influyentes; pero nuestro
deber
esel
excitar el ánimo de las querigen los
destinos de la pobre
España,para quedirijan siquiera seauna
insignificante mi¬
rada á la ciencia VeterinariaZootécnica, la más importante
ymás desatendida de todas, pero
también la más ignorada
pornuestros hombres de gobierno.
Queridoscolegas, hay que hacer un gran esfuerzo para que lleguen á
conocerla;
para queadmiran
suimportancia;
- 183 -
para que vean quehaneomelido una grave falta desprecian¬
do á la honrada clase Médico-Veterinaría-zootéenica.Si con;
seguimos hacernos oir enlos centros oficiales, España esta¬
rá deenhorabuena,yla clase Veterinaria habrá cumplido el más sagrado desus deberes. Nuestra nación se salvará del estado crítico en que hace tiempovive.
Las naciones, asi como los pueblos y como las familias,
están sujetas áevoluciones más ó menos favorables según
su grado de instrucción, y asi loestán también las diferen¬
tesclases de la sociedad y sus individuos. La Veterinaria Es¬
pañola haatravesado unaépoca calamitosa, yhoyselevanta
conorgullo diciendoásunación: Vo tengo elcetrode tu prós¬
pero reinado ¿quieres ayudarme?... Tengo medios para ser feliz,yhacerte poderosa.
J. F. G.
Del esfuerzo de la hahilla,
GUASSKTDE LOSFRANCESES, EN LOS GRANDESRUMIANTES.
(Cov.tinunción)
La frecuencia deestaenfermedaden micomarca me preo¬
cupabatanto máscuanto que después de numerosos ensayos infructuososdetratamiento, me vi en elcaso de renunciar á
nuevas tentativas de curación yhacerque despacharan como antestodos los animalesálabajacarnicería, desde laaparición
de losprimeros síntomas. Se sacrificaban4 ó 5 animales por año, ósea un término medio de 5 porcantón, 150 por año para el departamento de Lot et Garonne ety. contando un minimum de 60 por departamento, era para toda Francia,
untotal deunos 500 animales bovinos que representan un valor de 150,000 francos. Este cálculo, quetodavía está por
debajo
del verdadero, me preocupó. Había en él una doble cuestión muy importante de interés público y consideración profesional.Mepuse, pues, resueltamente denuevoála obravpersiguiendo eonmucho más atención la curación
de todos
los animales quepresentaban esta clasede afección.
La persistencia de la cojera después de la desaparición
de los síntomas inflamatorios depende del acumulo
sinovial.
Preciso era, pues, encontrar un remedio quehiciera desapa¬
recer este.
Un dia,en 1875,enla alquería de M. li... en Tuque, te¬
nia entratamiento, hacía más de dosmeses, una vaca coja de la rodilla. Tenia quehabérmelas con una inflamaciónar¬
ticular de esta región, seguida de dilatación
sinovial. Des¬
puésde haber aplicado, sin
resultado los
másactivos medi¬
camentosibaáaconsejar laventaparala vajaearniceria,cuan¬
do, buscandoentrelas substancias activas de la farmacología,
los que eranlos más susceptibles de
producir
unefecto á la
vez resolutivo de la artritis ysinovitis, me fijé en elbicromato de
potasa. Mandéunabuena fricción conla
pomada
compuestaconestasubstancia.El efectoproducido fuéconsiderableyma¬
ravilloso ála vez.Sobrevino abundante derrame de materias
serosas,y álos cinco días la cojera
había desaparecido
com¬pletamente.
Apartirdeesto momento el remedio
del esfuerzo del
gras-set(babilla)estaba encontrado, pues,
desde
entoncesempleo
con un suceso constante, en el tratamiento de la sinovitis fémoro-tibial, el bicromato de potasa, sinelqueesta enferme¬
dadsemostrarla todavíacon su c.iracterde incurabilidad.
Pero el bicromato depotasa exigeen su empleo una pru¬
denciaexcesiva, sin la cual losaccidentes másgravespueden
manifestarse. Más adelante hablaremos de estos.
ni
En 1875, al día siguiente de la aplicación de 4 gramos
de-
bicromato de potasa bajo la formà de pomada, en un caso de artritis y sinovitis fémoro-tidial, esta
substancia
no me pareció haber producido sino un efecto insuficiente.Me de¬
cidíáhaceruna nueva aplicación de lapomada
conteniendo'
6 gramosde bicromato de potasa; estuvemuy
mal inspirado,
■ pues algunos instantes después se mostraron síntomasde-
intoxicación y murió la vaca al cabo
de algunos días. La
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autopsia mereveló alteraciones muyconsiderables que rela¬
taré másadelante. Este accidente me asustó hasta el punto quetoméla resolución denohacer másuso del bicromato de potasa.
Algún tiempo después, fui llamado para cuidar una nue¬
va sinovitis fémoro-tibial en unautrera de 2 años ymedio.
Quise producir un efecto derivativo considerable con otra substancia, áfin de llegar áobtener el mismo resultado qué
conel bicromato depotasa. Empleé con este fin la compo
.sición siguiente:
Ungüento vejigatorio.. 30gramos.
Bi ioduro de mercurio. 2 »
Emético 3 »
Axungia(manteca). . 12 »
Una escara de lomenos un centímetro de espesor se for¬
móyla cojera quince días despuésnohabía disminuido sen¬
siblemente. En lugar de librar el animal al matadéro en unprecio bajo valíamáscorrerlas aventuras deunacuración volviendo alempleo del bicromato de potasa. Una fricción
con4 gramos de éste sobre la parte interna de la regiónenfer¬
madonde la pomada precedente no se había aplicado, pro¬
dujo el efecto deseado. La cojera desapareció rápidamente
ylacuración fué completa.
Deestefeliz resultadoproducidopor un medicamento, mal
conocido ymucho menosactivo que la primera pomada em¬
pleada, deduge: que las propiedades curativas del bicroma¬
tode potasano dependen de losefectos derivativos que pro¬
duce, puesto que efectos mucho más considerables son in¬
fructuosos en las mismas circunstancias, sino más bien á
unapropiedad particular de esta substancia que se tratade determinar. Volveré sobreeste puntoen un artículo espe¬
cial quepublicaréá continuación de la presente relación.
Desde esteúltimo resultado he continuado el empleo del
bicromatodepotasa con un éxito constante.
Mi excelenteamigo Mr. Lassarrade, Veterinario en Aigúi- llón, quedesde mi comunicación á la Sociedad Veterinaria deLot-et-Garonhe, ha empleado el bicromoto de potasa,ha
referido haberobtenido conélunbuen resultado en un caso
- 186 —
dé sinovitisfémoro-tibial en un caballo,con 3 gramoft sola¬
mentedeestasal. Aunque estadósis fué mínima
produjo
en el sitio aplicado una cicatriz disforme.Este medicamento le ha procuradounéxito perfecto en un
casodeesperabanen una yeguade granvolúmen.
IV
La enfermedad queproduce estaclaudición, que se mues¬
trageneralmente incurable, y quetiene su sitio en la región
rotuliana ¿es unaartritisóuna sinovitis? Tal esla cuestión
que á menudose me ha propuesto.
A mi parecer es una yotra, perola que dominamás ame- nudo esla sinovitis. Es imposible que encircunstancias se¬
mejantes donde la causa essiempre tanviolenta, las superfi¬
cies articulares no estén más ó menos interesadas. La en¬
fermedad resulta de la presión considerable que se produce
unextremo óseocon el otro, encontrándose la clápsula sino-
vialaplastada entre estas superficies, quizá evidentemente
muy atacadas. Sucedeaún,quela causahabiendo sido menos fuerte, lassuperficies articulares no estánsensiblemente afec¬
tadas y que no secomprueba entoncesninguna señal de ar¬
tritis. Por otra parte, esto, salvo las circunstancias excep¬
cionalesen que es muyintensa, desaparece fácilmente bajo
la acción de ligeros resolutivos que recomiendo al principio.
La inflamación de la cápsula sinovial, desaparecetambién al
mismotiempo,pero quedaunaipersecreción de sinovia que dilata la bolsa, produce la claudicación, provoca el deterioro
lento y la muerteal cabo de algunosmesessino se recurre al bicromato depotasa.
{Secontinuará.) J. Guittard.
Las Inspecciones de carnes.
La importanciay necesidad de las inspecciones de carnes
enlos mataderospúblicos, fué reconocidapor todos los paí¬
ses civilizados desde el momento en qae el hombre se de¬
dicóal estudio de los animales domésticos y sus
enfermeda-
~ 1S7 —
des,y suùtilidâd ha sido demostradaen todos lóstiempos
por unsin númerodehechosinnegables, echos que en muh
tilud de casos han librado de fatales consecuenòias á laso¬
ciedad en que vivimos. Probar esta verdad, demostrar de
una manera evidente yclara loqueestáen la conciencia de todo el mundo, nolo creemos del caso, pués sabido es que las cienciasmédicas, humanayVeterinaria, son las encarga¬
das de velar porla salud pública, ocupando siempre el hon¬
roso puesto decentinelas avanzados de ella; pero poner de manifíestü losinconvenientes, los peligros á que se expone lapráctica actual decargos tan importantes,es unsagrado
deber que como profesores y ciudadanos estamosobligados
ácumplir; no en defensa de intereses determinados de una
clase, sino endefensa de los respetables intereses de la sa¬
lud, que es la principal riqueza, el inapreciable tesoro base
fundamental del bienestarde lospueblos.
Todo cuanto al hombre rodea lees conveniente, necesario, le es indispensable,y sin embargo todo esto tiende á des¬
truir su existencia; los principales elementos, los más im¬
portantes agentes para el ejercicioarmónico desu organismo,
sonlos queacabanporextingirsuvida, son losqueterminan
con la organización de laobra más perfecta de ese sérque dió el ser á todo lo creado; cierto es que nada hayeterno, quetodo loque tiene principiotiene fin, ley invariable de la naturaleza, pero el hombreprocura prolongar en lo posible
suexistencia yde aquísuafan al estudio delas ciencias mé¬
dicasprocurando promulgar leyes, consejosy observaciones
por medio de esa ciencia bienhechora llamada Higiene.
Uno de lospuntos más importantes de estaramade lame¬
dicina,eselque se ocupa de la alimentación, porque por ella puede el hombre adquirir padecimientos que le arrebanten prematuramentela vida, de aquí lo importante de las inspec¬
ciones de carnes por ser este unode los alimentos deprime¬
ranecesidad, y de aquí el peligro constante de comprometer
subienestar, sinose ejerceunaactiva, competente y celosa- vigilanciasobre lasreses quediariamentese destinan alcon¬
sumo público.
La mayorpartede las enfermedadesgeneralesque padeeefí
- IBS -
los animalès domésticos, soncapaces de producirtrastornos
enel hombre yprobocar segúnsu estado, edad, predisposi¬
ciónetc. alteraciones más ó menos importantesen su organi¬
zación; la ciencia Veterinaria que por la índole de sus espe¬
ciales estudios es la encargada y la legalmente autorizada para vigilaren losMataderos ymercados públicos, el estado
desuscarnes yproductos,tiene sobre sí una delas más im¬
portantes ysagradasmisiones que cumplir; pero la sociedad
enque actualmente vivimosno ha comprendido aún lares¬
ponsabilidad moral quele cabe al profesor en tan delicado
cargo, y nohaconcedido la importancia realque debiera á
unade las más importantesramas del saber humano,aunque
sea unade lasmás modestasen susdiversas manifestaciones.
Si empezamos por examinar, cuales son los deberes que
cumplirtiene unprofesor encargado de una inspeccióny el tiempo que este le ocupa, y vemos enseguida la remunera¬
ción que disfruta, comprenderemos perfectamente cual es el concepto que se tiene formado de esta clase de cargos; sin
extenderme á otras poblacionesenlas que supongo ocurrirá
lo mismo que en esta, quisiera me dijeran quécelo, qué es¬
timulo puede tenerun profesor enel desempeño de su des¬
tino si leobliganápermanecerenel matadero de 6 y 1[2
á
11 de la mañana, reconocerunnúmero de reses considerable quevaría segúnlasépocas,y disfrute de un sueldo anual tan mezquino allí dondesehalla rodeado de un sin númerode compromisos, yallíde donde dependeen unagran parte su reputación profesional. Los Ayuntamientos amparados enunadisposición desonrosa para nuestra clase, pero vigente)
no señalanmáshonorariosálosprofesoresquelos enella es¬
tablecidos sin tenerencuentaque tampoco debieran imponer
más obligaciones, porque la citada R. O. dice bien clara¬
mente la formaenque debedesempeñardicho cargo, y á qué
causas obedece el procedimiento señalado; estoes en lo que respecto á poblaciones de la índoley la importancia de Bil¬
bao, pero sifijamos nuestra atención en lo que ocurre en
pueblos pequeños, hay necesidad de tomarse unagran can¬
tidad detila,y una dósis respetable de calma y paciencia para vercon impasibilidad esos anunciosen los que
textual-
- 189 -
mentesedice. «Se halla vacantela plaza de inspector de
carnesde dotadacon el haber anual de 10 pesetas», y no
es lo peor que se anunéien sino que por desgracia hay quienes las solicitan
¿Quiere decírsenosquéresponsabilidad puede exigirseáun funcionario público de tal manera retribuido? Tendría nada
de particular, nada de extraño que el hombre que se halle
al frente de unainspección asi,la tubiera abandonada, ó en ocasiones abusara de su destinoen perjuiciode losintereses
do la salud pública? Los municipios debieran tener muy presentes estas consideraciones,y otras del mismo órden
que se pudieran citar, procurando estimular el celo yla aplicación del profesorado,por medio delas consideraciones
morales ymaterialesá que esacreedoraunaclaseque puede prestar servicios muy importantes, á cambio de insignifi¬
cantes sacrificios.
Nos encontramos dentro de un período, en el cualse mira
con gran indiferencia todo lo que se relaciona con ciertas ciencias,yhayque confesarque nuestra profesión se halla
en un estado tal de decadencia, que sin un gran esfuerzo,
sin una gran voluntad y una abnegación grande, nuestra ruinaessegura y no es posible pronosticar cual es el fin
queel destinonos tiene reservado, rodeados completamente
de enemigos que nos van paulatinamente usurpando nues¬
tros más sagrados derechos, y amparados por tarifas y
leyes que nos desprestigian porque nacieron ruines de manos del legislador, no nos queda mas recurso quesufrir con la
calma propia de nuestro carácter este triste periodo de
transición por que estamos atravesando.
Alver elprestigio, la consideración y la importancia que
S3concede álos hombres dedicados á laadministración, al considerar lossueldos que disfrutan enlas diferentes corpo¬
raciones simples y rutinarios pendolistas en los que sead¬
miraunabuena forma de letra, una correcta ortografía óla
redacción deunasimple comunicación ú oficio, pienso mil
veces en la horaen que sacrifiqué mi juventudy mi dinero
en seguiruna carrera, paraluegoestar á, merced del último
mozo dé cuadra ódesempeñando un cargo oficial
adquirido
á fuerza de recomendaciories ydeempeños, con menor suel¬
do aún del que disfrutaun pobrepeon óun encargado de la limpieza pnblica;amarga verdad; pero verdad al fin irrevo¬
cable. {Continuará).
Isidoro Leon.
CRÓNICA
VETERINARIA ALEMANAPOR 3VE. O-seXl,
Veterinario en Mondouhleau (Loir-et-cher.)
Tratamiento de la
sarnadel
carneropor la creolina. (1)
Se sabe que numerosos agentes han sido preconizados
con másó menos éxito, contra la sarna de los animales do¬
mésticos, afecciónparasitaria de la piel causada por animál¬
culos microscópicos llamadosacarus. K1 problema terapéu¬
tico consiste, pues, en matarestos parásitos, así como sus
huevo?, los cuales ofrecen unagran resistencia vital á los medicamentos antiparasitarios. Luego el mejor de todos
estos agentes es el quedestruye rápida y seguramente los
acarus, y cuyoempleono presenta, al mismotiempo, ningún peligro para los animales.
Resulta denumerosos experimentos de Feser(2) profesor
en la escuela veterinaria de Berlin, que la creolina es el mejor agente paraciticidacontra la sarna del perro ydelcar¬
nero,contra la miseria de todos los animales, y, engeneral,
contratodos los microbios.
Fn vista de la censura de la eficacia del compuesto quí¬
mico, descubierto en 1875 porel inglés Jeyes, es como el
veterinario del círculo Ibellerpensó emplear la creolinapara (1) Esta substanciamedicinal,ahoraeu vog«, esunlíquidoespeso,decolor pardo amarillentode 1.04Ü densidad, de olor á breade hulla muy pronun¬
ciado,insolubleen aguaformando emulsión lechosa,ysoluble enalcohol;
contieneentresusprincipiosácidofónicoencortacantidad, naftalinayotros carburos dehidrógeno y sosa,hallándoseconstituido principalmente por aceite de brea de hullaylascombinacionesquelos principiosdeésteforman
conla sosa,lo cualpermite emulsionarseconel agua,propiedadque notiene ei aceite de brea de hulU por si sola. Seempleacomo antisépticoyancipa*
rasitário. N.delT.
(2) Archf. wisscuoch,u, P. Thierh1887n.®U.
- 191 -
combatir lasarna que se habla declarado en ei dominio de Wukro, en un rebaño de ovejas, compuestade dos morue¬
cos, 32 ovejas y49 corderos. La mayor parte de estos oví¬
deos estaban desmedrados, enflaquecidos por un prurito continuo, yla lanafaltaba en muchos sitios; los moruecos y
várias ovejas estaban pordecirlo así sin lana. Sobre el dorso principalmente, la piel estaba expesa cubierta de cortezas provenientes deunainflamaciónyunaexudación epidérmicas>
K1 examen microscópico, que demostró la presencia denu¬
merosos proroptes,confirma el diagnóstico.
K1empleo de la creolina se hizo de la manera siguiente:
Todos los carneros después de haberlos esquilado anticipa¬
damente, fueron friccionadosvigorosamentecon unlinimento compuesto de cresylyde jabónnegro, ana2 partes,yalcohol
adulterado 1 parte. (Jomo encierto número de animales la
sarna estaba generalizada, puede decirse, en toda la su¬
perficie del tegumento cutáneo, ya se sabe que todo el
cuerpo hubo que untarle con el linimento precitado. Ocho
dias después de esta medicación todos loscarneros fueron sumergidos completamente yduranteunos 3 minutos,en un
baño de creolina al 2 por«[o yenseguida bien frotadoscon
unabruza de grama, áfin de limpiar bien la piel.
Este tratamiento tiene porresultado la desaparición casi
inmediata del prurito;mas para mayor seguridad y por pru¬
dencia, se renovó 8 dias más tarde, la loción con agua creo- linada. Asi e.sque, cuandounos2 meses después fué alzado
el decreto de infección, todos los carneros no solamente es¬
taban perfectamente sanos,sino alegresy en regular estado
decarnes. Todas las escamas cayeron y la piel habla vuelto
á tomarsu aspecto normal. No ocurriócaso algunode muer¬
te. Hemos tenido ocasión detrataren estosúltimos tiempos,
másde280ovejassarnosas con unaemulsión jabonosa creo- linada que nos ha procurado su completa curación. Otras ovejas sarnosas tratadas con el baño Tessier,no curaron. He aquícomo hemos procedido.
(por la tradución)
{Contimará)
I. Guerricabeitia.
- 192 —
Noticias.
OTICCT=lOTjCJC5rf/V.
t
EL PROFESOR VETERINARIO
Don José Gomarán y Alclape
(Q.E. P. D)
FallecióenDeusto ol día16de Abril do 1890.
Después de recibir los Santos Sacramentos.
La redacción de esta revistaenvía el más sen¬
tidopésame ála atribuladaesposa D.a Raimunda
de Urtiaga y demás parientes del ilustre finado
portan irreparable pérdiday suplican ásus lec¬
tores sesirvan encomendarle á Dios en sus ora¬
ciones.
Leemos en la prensa política lo que sigue:
IJafallecidoen Canteras (Cartagena)una mujer víctima da
la triquinosis, encontrándose en grave estado, de la propia afección, variosparientes de aquella desgraciada, yregistrán¬
dose diariamente nuevosatacados.
EnPerinsehacomprobado la existencia de una enferma
de lapropia índole, y otraen Cartagena.
En el número próximo daremosmás detalles.
Hemosrecibidoolinimero O, tomoIV deAV Nuturalifita,interesanterevista quincenalilustia-laque sepublicaenGracia (Barcelona), bajo la direcc'óuce D Francisco do A. DarderyLlimona, contcnieudo las materiasygrabados si¬
guientes:
TEXTO: Laapicultura desde lostiempos másremotoshastanuestrosdías.
—El Pointier.—SetterGordon negro yrejo.—Museo Daidcr, Vía Diagonal,
125.Gracia(Barcelona).—La Mmaraña pigmeaylade agua.—requeiiodiccio¬
nario deVeterinaria.—Taxiderraia.—Variedades.—Anuncios.
GRABADOS: £l Pointier.—Musamfia de agua(crossopus) fodiens )—Museo■ Darder.—D. Francisco de A. y Llimona, diiectorpropietariodelMuseo desu nombre.—Ojos de colores para aves.—Ojospara mamíferos.—Pic torneado
paralas aves.—Setter Gordonnegro yrojo.
Dicharevista,cuyasuscripción sólocuesta4 pesetassemestre,esnecesaria
paratodos losveterinarios, ganaderos, criadoresdeavesde corral,aficionados
á lacazayálaequitación.