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El "Cantar de mio Cid" y la "Crónica de Castilla". Emergencia y valoración de los ‘nuevos linajes' en la historiografía neoalfonsí

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El ”Cantar de mio Cid” y la ”Crónica de Castilla”.

Emergencia y valoración de los ‘nuevos linajes’ en la

historiografía neoalfonsí

Patricia Rochwert-Zuili

To cite this version:

Patricia Rochwert-Zuili. El ”Cantar de mio Cid” y la ”Crónica de Castilla”. Emergencia y valoración

de los ‘nuevos linajes’ en la historiografía neoalfonsí. El ”Cantar de mio Cid” y la ”Crónica de Castilla”.

Emergencia y valoración de los ‘nuevos linajes’ en la historiografía neoalfonsí, 1999, Alcalá de Henares,

España. p. 269-283. �halshs-00129755�

(2)

El Cantar de Mio Cid y la Crónica de Castilla.

Emergencia y valoración de los ‘nuevos linajes’ en la historiografía neoalfonsí

Compuesta bajo el reinado de Fernando IV (1295-1312)

1

, la Crónica de Castilla se

distingue de las crónicas anteriores por dar amplia acogida a la gesta cidiana. El relato empieza por

la accesión al trono leonés de Fernando I

2

bajo cuyo reinado se cuentan las hazañas del Cid joven

inspiradas en un Cantar, el Poema de las Mocedades de Rodrigo, cuya elaboración se remontaría al

primer tercio del siglo XIV

3

. El Cantar de Mio Cid constituye también la fuente principal del relato

del reinado de Alfonso VI. ¿Cómo explicar esta inserción sin precedente de la gesta en la Crónica?

Dicho fenómeno tiene como primera repercusión, claro está, la novelización de la historiografía

4

pero cabe examinar más de cerca los procedimientos que rigen el traslado del discurso épico al

discurso historiográfico para entender su significado. El punto de partida de este trabajo fue el

análisis de los mecanismos de integración del Cantar de Mio Cid (en adelanteCMC) en todas las

versiones de la Estoria de España así como en la Crónica de Castilla

5

. Los resultados revelaron

una importante reconstrucción o reformulación del discurso épico en función del mensaje

sociopolítico de las crónicas. Entre las variaciones más significativas que pude examinar se

destacaron las de la Crónica de Castilla en la que la voz de los destinadores del relato parece

expresarse de manera más precisa y autónoma. Éste es el propósito de este estudio, mostrar cómo la

integración de la materia cidiana en la Crónica permite la emergencia de nuevas voces que valoran, al

1

Como lo demostró Luís Filipe LINDLEY CINTRA, la versión gallegoportuguesa de la Crónica fue elaborada entre 1295 y 1312, L.F. LINDLEY CINTRA, ed., Crónica geral de Espanha de 1344 (Edição crítica do texto português por...), 3t., Lisboa: Academia Portuguesa da História, 1951-1961, pp. CCXXXI y CCCXXIX. Ver también Diego CATALÁN, De Alfonso X al conde de Barcelos. Cuatro estudios sobre el nacimiento de la historiografía romance en

Castilla y Portugal, Madrid: Gredos (Seminario Menéndez Pidal), 1962, p. 354.

2

El relato se cierra con la muerte del padre de Fernando III, Alfonso IX de León, D. CATALÁN, De Alfonso X..., pp. 345-349.

3

Véase Georges MARTIN, Les juges de Castille. Mentalités et discours historique dans l’Espagne médiévale, París:

Annexes des Cahiers de Linguistique Hispanique Médiévale, vol. 6, 1992, p. 471.

4

Cf. D. CATALÁN, « Poesía y novela en la historiografía castellana de los siglos XIII y XIV » in La Estoria de

España de Alfonso X. Creación y evolución, Madrid: Fundación Ramón Menéndez Pidal / Universidad Autónoma de Madrid, 1992, pp. 139-156.

5

Patricia ROCHWERT, Du poème à l’histoire. La geste cidienne dans l’historiographie alphonsine et

néo-alphonsine (XIIIème -XIVème

siècles), Tesis doctoral inédita presentada en la Universidad París 13 el 16 de enero de 1998. Para un examen de los principales procedimientos de prosificación se podrá consultar: P. ROCHWERT, « Recherches sur la mise en prose des poèmes héroïques dans l’Histoire d’Espagne. Le Cantar primero du Poème du

(3)

lado de la ideología monárquica, su propia ideología

6

. Con este fin, identificaré primero a los nuevos

actores sociales que aparecen en el relato, y examinaré luego los desplazamientos geográficos de

unos episodios hacia unas tierras de donde proceden precisamente esos hombres nuevos.

1. Los actores sociales

Caballeros y escuderos fijos dalgo

La aparición de unos personajes nuevos es una de las principales modificaciones que sufre

la materia cidiana en la Crónica. Al relacionar los elementos entre sí, podemos identificar con

bastante precisión a los actores sociales que se valoran en el texto. El principio del relato nos da ya

una serie de indicios. Al relatar las condiciones del destierro del Cid, la Crónica cuenta las

circunstancias de una afrenta simbólica entre Vivar y Burgos durante la cual el héroe llama la

atención del monarca sobre « el derecho de los fijos dalgo » en semejante situación:

« Et quando llego enbio dezir al çid sabia- mente e bien commo era mesclado Et enbiole dezir que se queria ver con -el entre burgos e biuar Et el rey salio de burgos e llego açerca de biuar Et el çid quisole besar la mano mas el rey non gela quiso dar Et dixole sannuda- mente Ruy diaz salid de -mi tierra Et estonçes dio el çid de -las espuelas a -vn mulo en -que estaua e salto en vna tierra que era su heredat Et dixo Sennor non esto en -la vuestra tierra mas antes me esto en -la mia Et dixo el rey estonçes muy sannuda- mente Salidme de todos mis regnos sin otro alongamiento ninguno Et dixo estonçes el çid dad- me plazo de treynta dias commo es derecho de fijos dalgo Et el rey dixo que lo non faria mas que dende a nueue dias que se fuesse dende sinon que lo yria el catar et desto plogo mucho a -los condes mas [peso] mucho a -los de -la tierra comunal- mente Et alli se partio el rey del çid » (fol. 30v°b l. 15-38)

6

Para este trabajo, utilizo la edición paleográfica del Cantar realizada por Ramón MENÉNDEZ PIDAL, Cantar de

mio Cid. Texto, Gramática y Vocabulario, 5a

ed., Madrid: Espasa Calpe S.A, 1980. La Crónica de Castilla es una obra inédita. Sólo existe una edición que se limita a los reinados de Fernando I a Alfonso VI así como una edición de su traducción gallega [respectivamente, Juan VELORADO, Crónica del famoso cauallero Cid Ruy Diez Campeador, Burgos, 1512 (facsímil de A. HUNTINGTON, New York: De Vinne Press, 1903; reproducida por V.A. HUBER, Marburg, 1844); Ramón LORENZO, La traducción gallega de la « Crónica general » y de la « Crónica de

Castilla », edición crítica anotada, con introducción, índice onomástico y glosario, Orense: Instituto de Estudios

Orensianos « Padre Feijóo », 1975]. Utilizo una edición de uno de los 19 manuscritos que la componen, el manuscrito Esp. 12 (ms. P, finales del XIV, CMC: fols. 31r°a-104r°b) de la Biblioteca Nacional de París que realicé para mi tesina en 1992. Este manuscrito es el único en conservar, además, el Poema de las Mocedades de Rodrigo. Para las variantes más significativas, se hará referencia a los manuscritos G y B que, como el manuscrito P, forman parte de la primera familia de manuscritos de la Crónica de Castilla (respectivamente, ms. X-I-11, Biblioteca del Escorial, s. XV, CMC: fols. 155v°a-210r°b; ms. Esp. 326, Biblioteca Nacional de París, s. XV, CMC: fols. 33r°a-76v°a).

(4)

Este episodio introduce una palabra esencial para entender el significado sociopolítico de las

transformaciones. En los siglos XIII y XIV, el término fijo dalgo designa a una categoría sociológica

amplia que reúne a todos los aristócratas, cualquiera que sea su posición jerárquica, bajo un criterio

común: el estado natural

7

. Esta acepción fundamental es la que parecen explotar los compiladores

de la Crónica de Castilla con el empleo adjetivo de la lexía fijo dalgo

8

asociada a cauallero o

escudero

. Esta calificación se aplica, por ejemplo, a los hombres que acompañan al Cid desterrado:

« e leuaua consigo dozientos caualleros fijos dalgo E otra gente de cauallo e escuderos e gente de pie muchos » (fol. 37r°a l. 40-43)

También se emplea para designar a los hombres que se quedan en Valencia para guardar la

ciudad durante las cortes de Toledo y los que escoltan al Cid:

« Et dexo y con -ellos quinientos caualleros fijos dalgo » (fol. 92v°b l. 15-16) « Et leuaua quinientos escuderos de pie fijos dalgo » (fol. 93r°a l. 9-10)

Otras ocurrencias del término remiten a los que han sido encargados de colocar el escaño del

Cid en medio de la asamblea de las cortes. Es el caso de un nuevo personaje llamado Ferrand

Alfonso del que volveré a hablar más adelante y de los que van con él:

« Et mando llamar a vn escudero mançebillo que era o m n e fijo dalgo e su criado de quien fiaua mucho Et [el] qual avia nombre Ferrand alfonso » (fol. 93v°a l. 18-22)

« diole çient escuderos fijos dalgo que fuesse con -el » (fol. 93v°a l. 30-31)

7

Sobre el significado del término fijo dalgo y su evolución a lo largo de los siglos XIII y XIV, ver G. MARTIN,

Les juges de Castille..., pp. 363-364; María del Carmen CARLÉ, « Infanzones e hidalgos », Cuadernos de Historia

de España., 33-34, 1961, pp. 58-100; Luis GARCÍA DE VALDEAVELLANO, Curso de Historia de las

Instituciones españolas, Madrid: Revista de Occidente (1a

ed., 1968), 4a

ed., 1975, p. 321.

8

En el CMC, se cuentan siete ocurrencias de la lexía fijo dalgo, empleada exclusivamente como sustantivo. Las dos primeras aparecen en el Primer Cantar. Se aplican respectivamente a Jimena (v. 210) y a los dos hombres que el Cid libera junto con el conde de Barcelona (v. 1035). Las demás ocurrencias se sitúan en el Segundo Cantar. Dos de ellas designan a la familia del Cid (vv. 1565; 2232), las otras tres a los cortesanos (vv. 1832; 2252) y a los que rodean al Cid (v. 2264). En la Crónica de veinte reyes, dos empleos adjetivos del término remiten a las hijas del Cid (fol. 155d p. 145 l. 5; fol. 157d p. 148 l.1; Brian POWELL (ed.), Epic and Chronicle. « The « Poema de mio Cid » and the

« Crónica de veinte reyes », Londres: The Modern Humanities Research Association, 1983). Aparece también el

calificativo « de linaje », aplicado a los caballeros que vuelven de Castilla con Minaya (Primer Cantar, fol. 120a p. 129 l. 40 / p. 130 l. 1). Éste, lo encontramos también en la Primera Crónica General (cap. 859 p. 532a l. 17-18; Ramón MENÉNDEZ PIDAL, ed., Primera Crónica General de España, 2 vol., Madrid: Gredos, 1955). Pero el empleo adjetivo de fijo dalgo se generaliza sobre todo en la Crónica de Castilla.

(5)

Hay que decir que la asociación no es nada nueva. En la Segunda Partida, se establece un

lazo directo entre caballería e hidalguía como lo testimonia la ley II del título XXI, que indica

« cómo deuen ser escogidos los caualleros »:

« Ca mucho touieron [los sabios antiguos] que era mejor el ome flaco e sofridor que el fuerte ligero para fuyr. E por esto sobre todas las cosas cataron que fuessen omes de buen linaje, por que se guardassen de fazer cosa porque podiessen caer en verguença E por que estos fueron escogidos de buenos logares, e con algo que quiere tanto dezir en lenguaje de Espanna como bien por esso los llamaron fijos dalgo que muestra tanto como fijos de bien (...) E porende fijos dalgo deuen ser escogidos que vengan de derecho linaje de padre e de abuelo fasta en el quarto grado aque llaman bisabuelos E esto touieron por bien los antiguos por que de aquel tiempo adelante mas de luenne vienen de buen linaje tanto mas crescen en su honrra e en su fidalguia »9

Otro empleo confirma este tipo de valoración: el del calificativo de buen lugar que se aplica a

los hombres del Cid en el relato de la batalla contra los dos reyes moros Fáriz y Galve. Aparece en

el discurso de Minaya que se dirige a los combatientes:

« E commo quier que somos pocos somos todos de buen lugar » (fols. 34r°b l. 40-41 / 34v°a l. 1)

Por fin, este fenómeno culmina en la evocación del nacimiento del propio héroe durante las

cortes toledanas. Alfonso contesta a los infantes de Carrión:

« e a -lo que dezides que vos que sodes fijos dalgo mas que el çid en esto vos digo yo que sodes engannados Et non lo aprendistes bien ca el çid ruy diez es fijo de diego laynez Et nieto de layn caluo que fue vno de -los juezes que fueron escogidos para juzgar Et mantener a -castilla Et el otro fue nunno rrasura que fue padre de ssu avuela donna eluira nunnez que fue muger de layn caluo su avuelo Et deste nunno rasura venimos los reyes de castilla Et assy somos de vn lynaje de parte de ssu padre que fue fijo de donna eluira nunnez pues ssu padre diego laynez fue casado con su madre donna teresa nunnez que fue fija del conde don nunno aluares de amaya Et asi viene de -la mas alta sangre de castilla » (fols. 97v°b l. 34-40 / 98r°a l. 1-18)

9

Las Siete Partidas del Rey don Alfonso el Sabio cotejadas con varios códices antiguos por la Real Academia de la

(6)

El fragmento se inspira en la genealogía y elección de los jueces de Castilla que encontramos

al principio de la mismaCrónica de Castilla

10

. El recordar la pertenencia del Cid a la caballería de

sangre hace del personaje el representante y jefe de una nobleza caballeresca que goza de un estatuto

genéticamente hereditario. Entonces, ésta sería la función primordial del empleo repetitivo del

término fijo dalgo : promover el estado natural del grupo formado por el héroe y sus hombres. Este

criterio es tanto más importante cuanto que viene acompañado de la evocación de unos parentescos

que refuerzan la unidad del grupo.

Parientes

La creación de unos parentescos entre el Cid y los hombres que lo acompañan es otra

característica propia de la modelización sociopolítica del discurso. Por ejemplo, en la enumeración de

los participantes en la batalla contra los dos reyes moros Fáriz y Galve se menciona a Muño

Gustios como sobrino

11

del Cid:

« E nunno Gustioz sobrino del çid » (fol. 35v°b l. 5-6)

Al igual que en el Poema de las Mocedades de Rodrigo, Álvar Fáñez aparece como primo

del héroe

12

:

« e entonçes fablo don aluar fannez su primo cormano » (fol. 31r°a l. 14-16)

Es más, Martín Antolínez, el primero en ayudar al Cid desterrado, está presentado como su

sobrino, hijo de su hermano Fernando Díaz:

« e entonçe llamo el çid a martin antolinez su sobrino fijo de Fernando diaz su hermano » (fol. 31r°b l. 1-4)

10

Fol. 2r°a l. 22-34: « Vos sabed que quando murio el rey don pelayo en monte sion finco castilla sin sennor fizieron dos alcaldes el vno ouo por nonbre munno rasuera et el otro layn caluo et de munno rasuera veno el enperador et de layn caluo este Rodrigo de biuar Et diremos por qual razon caso layn caluo con eluira fija de munno rasuera et ouo en ella quatro fijos » y l. 28-32: « Et despues que diego laynes se abraço con la villana caso con donna teresa nunnes fija del conde nunno aluares amaya Et ouo en ella a -este Rodrigo ».

11

En el CMC, los sobrinos del Cid son Pedro Bermúdez (v. 2351) y Félez Muñoz (v. 741). También se dice que las hijas del Cid son primas de Álvar Fáñez (vv. 2858; 3438).

12

Fol. 191v°a l. 8-12: « El ynfante laynez era cassa- / do con fija del conde don aluaro de feuza / Et fizo en -ella vn fijo que dixi- / eron aluar fannez ».

(7)

Este añadido encuentra su origen en el principio de la Crónica de Castilla donde se trata de

la genealogía de los jueces de Castilla, y se cuenta cómo Diego Laynez, el hijo menor de Laín Calvo

tuvo un hijo llamado Fernando Díaz con una villana:

« Et queremos que sepades por qual razon diego leynes seyendo por casar caualgo el dia de santiago que cae en -el mes de junio e entrosse con vna villana que leuaua de comer a su marido al era e trauo della e yogo con ella por fuerça e enprennosse luego de vn fijo e fuesse luego para su marido e trauo della e yogo con ella e enprennosse de otro fijo pero dixo ella a -su marido lo que -le acaesçiera con el cauallero Et quando veno al tiempo de encaeçer nasçio el fijo del cauallero e bautizaronlo e pusieronle nonbre fernando dias Et los que non saben la estoria dizian que este era mio çid mas en -esto lo erraron despues d-esto caso este fernando dias con fija de anton antolines de burgos e ouo en ella fijos a -mari13

antolines e a -melen fernandes e a [ferrant]-alffonsso14

Et a ordonno el menor Et estos fueron los sobrinos de mio çid » (fol. 2r°b l. 2-26)

¿Cuál sería la función de estos parentescos? Quizás la de reforzar la homogeneidad del

grupo construyendo en el texto la imagen de una « cofradía » de sangre.

Sin embargo, con el último ejemplo, esto es, la ascendencia bastarda de Martín Antolínez,

vislumbramos algunas discriminaciones internas que afectan la cohesión del grupo. De modo que

vamos a ver cómo, entre estos caballeros y escuderos fijos dalgo, se distinguen unos segundones y

bastardos que desempeñan en el relato un papel determinante.

Segundones y bastardos

Al igual que en el Poema de las Mocedades de Rodrigo, en la Crónica de Castilla se afirma

claramente que el propio héroe es hijo de Diego Laínez, el hijo menor de Laín Calvo:

« Et de munno15

laynes el menor viene este rodrigo de -biuar » (fols. 2r°a l. 42 / 2r°b l. 1-2)

Poema de las Mocedades de Rodrigo:

« ... el menor de layn caluo / quel dixieron diego » (fol. 191r°a l. 22-23)

« diego laynez se ovo cassado / con donna theressa nunnez / fija del conde ramon aluarez / de amaya e nieta del rrey de leon / Et fizo en -ella vn fijo quel / dixieron el buen guerreador / ruy diaz » (fol. 191v°a l. 15-21)

13

Ms. G: « martin ».

14

(8)

Martín Antolínez, acabamos de verlo, es uno de los hijos de Fernando Díaz, el bastardo. A

ellos se añaden otros dos personajes que desempeñan, además, un papel decisivo en el relato. Se

llaman Ordoño y Ferrand Alfonso. Ambos son hijos de Fernando Díaz, pero el primero, Ordoño, es

además su hijo menor (cfr. supra).

Es quizá el personaje más representativo de las transformaciones que se operan en el

discurso historiográfico. Veamos qué papel desempeña.

En la Crónica no es Pedro Bermúdez el que le salva la vida a uno de los infantes de Carrión

durante la batalla contra Búcar, el rey de Marruecos, sino Ordoño:

« Quenta la estoria que andando en esta priessa que el infante diego gonçales ffue cometer vn moro alarabe que era muy grande de cuerpo e muy valyente Et el moro otrosi fue muy denodada- mente contra el Et diego gonçales quando lo vio venir contra ssy boluio las espaldas a -foyr Et en todo esto non lo vio ninguno ssy non ordonno sobrino del çid que era escudero Et enderesço contra el moro la lança sobre el braço e diole tal lançada por los pechos que el pendon con -el asta ssalio por las espaldas Et dio con el moro en tierra Et tomo ordonno el cauallo por la rienda e començo a -llamar al infante diego gonçales Et quando vio que -lo llamaua su cunnado ordonno tornose contra el e atendiolo Et ordonno començo de dezir don diego gonçales tomad este cauallo e vos dezid que matastes el moro ca por mi nunca lo sabra ombre en toda mi vida si me non fizieredes por que » (fol. 85r°b l. 1-34)

Además, el infante a quien salva la vida no es Ferrand González sino Diego, que en el texto

no es sino el hijo mayor del conde de Carrión:

« Et diego gonçales el mayor non ovo vergunna ninguna del çid nin de quantos y estauan Et fuesse meter so el escanno del çid » (fol. 82v°b l. 16-20; episodio del león)

Detengámonos en estas transformaciones del relato. La sustitución de Pedro Bermúdez por

Ordoño, hijo menor de Fernando Díaz el bastardo, así como la cobardía de Diego González, hijo

mayor del conde de Carrión significa la superioridad de un segundón de ascendencia bastarda sobre

un noble de linaje e hijo mayor. Ésta es una de las novedades más importantes de la Crónica de

Castilla.

Se inscribe precisamente en un contexto en el que los hijos naturales y los menores van

perdiendo sus derechos de herencia. Recordemos que en 1285, una adición de Sancho IV al fuero

de Cuenca les quita a los hijos naturales su paridad frente a los hijos legítimos ante la herencia.

15

Ms. B: « Vermud » corregido « diego » en algunos manuscritos de las otras familias así como en la versión gallegoportuguesa de la Crónica de Castilla.

(9)

También Fernando IV rectifica, en este sentido, el fuero de Plasencia

16

. Asimismo, desde la segunda

mitad del siglo XIII, aparecen en Castilla los elementos de un modelo de transmisión de una

herencia indivisa a los hijos mayores

17

.

Volvemos a encontrar a Ordoño en las cortes de Toledo, desafiando a los infantes de Carrión

tras haber sido armado caballero por el Cid en San Serván:

« Quenta la estoria que ordonno sobrino del çid e cormano de pero Vermudez que era cauallero nouel ca esse dia lo fiziera el cauallero Et este sabia muy bien todo el fecho de -la dessonrra que -los infantes fizieran a -las fijas del çid Et quando oyo estas palabras desaguisadas que -los infantes dezian contra el pesole mucho e non -lo pudo sofrir Et sobraço el manto de vna arfolla que tenia al con que lo fizieran cauallero Et dexose yr contra los infantes Et dixo calla diego gonçales ca en -la tu boca nunca dios puso verdad ninguna de- mas eres grande e couarde e malo ca non has coraçon Et por que entiendan los que aqui estan que digo verdad mienbre- te quando en -la lid del quarto me dexiste tu por la tu boca que te querias ensayar con vn moro que y andaua Et el quando te vio venir contra si atendiote commo bueno Et tu non osaste yr contra el e el moro endereço contra ty Et tu non lo osaste esperar e boluiste las espaldas a -foyr Et desque esto vi pesome de coraçon por la tu maldad e fuy ferir al moro de -la mi lança en tal manera que di con -el muerto en tierra Et tome el cauallo e fuy en pos de ty e llamete que yuas fuyendo Et dite el cauallo e dixe al çid que tu mataras el moro Et sabe dios verdat que desde esa hora que nunca jamas lo dixe a omne del mundo nin lo cuydaua dezir mas la grant maldat que en ty ha Et el grant desconosçimiento que fazes contra el çid me faze dezir la grant couardia que en ty ay ante nuestro sennor el rey Et pues omne tan malo e tan couarde commo puede dezir que era mal casado de -la fija del mio çid Et otrosi sabes lo que feziste en valençia quando se solto el leon que te metiste so el escanno del çid Et con -el grant miedo que oviste de te meter rompiste el manto e la saya en -las espaldas Et tu hermano Ferrand gonçales que y estauan tan grande ouo el miedo aquel dia del leon que salyo del palaçio fuyendo e cayo en vn lugar muy lixoso Et quando ende salio nin el nin sus pannos olian a -musgo Et vos que tan esforçados estades e a -tan brauos aqui ante nuestro sennor el rey menester ovierades aquel dia deste esfuerço Et onde lo mostrastes en -los robredos de torres onde feristes dos duennas que teniades en vuestro poder que se vos non podian anparar Et por ende vos mostrates por viles que non ha en vos prez de caualleria Et por ende rriepto- vos por aleuosos » (fols. 98r°a l. 31 / 98v°a l. 35)

De este discurso se destacan unos elementos significativos que precisan las orientaciones

sociopolíticas del discurso. Primero, cabe notar que aparece otro sobrino del Cid de ascendencia

16

Véase G. MARTIN, Les juges..., pp. 552-556, y más precisamente p. 555.

17

(10)

bastarda ya que a Pedro Bermúdez se le designa como hermano de Ordoño

18

.

Se produce además

una división entre el caballero y el infante mediante la valoración del esfuerço (cf. palabras en

negrita). También la cobardía de los infantes de Carrión está acentuada por el empleo de la

expresión « non ha en vos prez de caualleria » que cierra el discurso haciendo de Ferrand y Diego

las antítesis del caballero ejemplar. De hecho, es el mérito del segundón de ascendencia bastarda lo

que le hace superior a los infantes.

El papel que desempeña Ferrand Alfonso en el relato, secundario en comparación con el de

Ordoño no por ello es menos determinante. Ha sido encargado por el Cid de colocar su escaño en

medio de la asamblea de las cortes. Como lo hemos visto anteriormente, el texto le atribuye el

calificativo de fijo dalgo

19

. Al igual que Ordoño, desafía a un representante de la nobleza alta, el

conde Suero González, quien acaba de decir que no le corresponde al Cid sentarse en un escaño que

es, a su parecer, digno de un rey.

« conde mala rrazon dezides Et mal vos rrazonades de aquel por- que non avedes por que -lo dezir que el que se ha de asentar en -el escanno mas vale que vos nin que todo v uestro lynaje que fasta el dia de oy varon paresçio a todos sus enemygos que non duenna asi commo vos dezides Et si dezides de non yo vos porne y las manos vos lo fare conosçer ante mi sennor el rey don alfonso que aqui esta ca de tal lugar sso que non me podedes dessechar de vuestro par Et la meatad de -las armas vos dare de aventaja » (fol. 94r°a l. 5-13)

Mediante la evocación de la valentía del Cid (« fasta el día de oy varon paresçio a todos sus

enemygos »), Ferrand Alfonso, al igual que Ordoño, presenta el mérito como un medio para

competir con los nobles de más alto rango.

Así, explotando el criterio de natura al que remite el término fijo dalgo aplicado al Cid y su

mesnada, el texto reagrupa a unos personajes de orígenes distintos cuyo valor depende de los actos.

En estas condiciones, la función de los parentescos creados es la de unir a los individuos del grupo

a pesar de las discriminaciones internas que padece. La valoración del hijo menor frente al hijo

18

Este parentesco se encuentra en el Poema de las Mocedades de Rodrigo donde el personaje es el único sobrino al que se menciona: « Et [Rodrigo] boluio los ojos en alto vio estar vn su sobrino fijo de su hermano quel dizen pero mudo A el fue llegado ven aca mi sobrino fijo eres de mi hermano el que fizo mi hermano en vna labradora quando andaua cazando » (fols. 198v°a l. 40-43 / 198v°b l. 1-6).

19

Según el Fuero viejo de Castilla basta con que el padre sea fijo dalgo para que el hijo natural sea ennoblecido: « Que si un fijodalgo a fijos de barragana, puedelos facer fijosdalgo », For vieux de Castille, ed. Ignacio JORDÁN DE ASSO Y DEL RÍO et Miguel de MANUEL Y RODRÍGUEZ, El fuero viejo de Castilla, sacado y comprobado

con el exemplar de la misma obra, que existe en la Real Biblioteca de esta Corte, y con otros mss, Publícanlo con notas históricas y legales los doctores..., Madrid: Joachín Ibarra, 1771, (5, 6, 1), p. 138. Recordemos que el padre de Fernando Díaz no es sino Diego Laínez, uno de los hijos de Laín Calvo (Crónica de Castilla: fol. 2r°a l. 30-35;

(11)

mayor por medio del mérito traduce también el deseo de promoción social del grupo. Esta noción se

manifiesta a otro nivel ya que alrededor del rey se refuerza el papel de unos hombres que ocupan en

la corte unos cargos administrativos o jurídicos de importancia. Son los oficiales.

Oficiales

Al igual que en el Cantar aparece el portero

20

encargado de escoltar a la mujer y las hijas del

Cid hasta Valencia. No obstante, su misión está reforzada mediante la referencia a la carta que lleva:

« Et dioles vn portero con su carta que les diessen quanto oviesen menester mientra fuessen por sus reynos » (fol. 75r°a l. 30-33)

Un personaje nuevo, llamado Benito Pérez, encarna al repostero mayor, gran oficial de la casa

del rey y encargado de su intendencia:

« Quenta la estoria que el rey mando yr adobar los palaçios de galyana a -benito peres su rrepostero para otro dia que sse avia de començar la corte » (fols. 93r°b l. 34-39 / 93v°a l. 1)

Se menciona también, al final de los duelos, al mayordomo del rey:

« Et mando a -su mayordomo que tomase los cauallos e las armas dellos » (fol. 103v°b l. 34-36)

Pero el pasaje más significativo es sin duda alguna la enumeración de los alcaldes que

presiden las cortes. Con ella aparece una categoría superior de la nobleza; los condes.

Condes

Veamos el ejemplo:

« dio el rrey por alcaldes al conde don rremondo de tolosa e de sant gil de prouença e este conde don remondo era yerno del rey don alfonso Et este fue padre del enperador de castilla don alfonso Et yaze en toledo enterrado Et este poblo a -salamanca por mandado del rey don alfonso Et el segundo alcalde fue el conde don vela ssennor de -la costia21

Et el terçero ffue el conde don suero de castro22

20

CMC, vv. 1380-1382: « Leuedes vn portero, tengo que uos aura pro; / Si leuaredes las dueñas, siruan las asu sabor, / Fata dentro en Medina denles quanto huebos les fuer, ».

21

Ms. G: « senor de cocoya ».

22

(12)

Et el quarto el conde don ossorio23

Et el quinto fue el conde don rodrigo que poblo a valladolid e deste conde vienen los girones Et el sexto fue el conde don nunno de lara » (fols. 95r°a l. 37-40 / 95r°b l. 1-17)

El primer alcalde, el conde don Remondo, padre del emperador, está mencionado en el

Cantar de Mio Cid

:

« Alcaldes sean desto el conde don Anrrich e el conde don Remond » (CMC: v. 3135) « Aqueste fue padre del buen enperador; » (CMC: v. 3003)

 

El segundo, don Vela, podría ser el conde don Fruela del Cantar que va con el rey a las

cortes de Toledo:

« El conde don Fruella24

e el conde don Beltran. » (CMC: v. 3004)

Los demás son todos personajes añadidos.

El tercer alcalde, don Suero de Castro, o de Caso, es un personaje ficticio que aparece en el

episodio de la muerte de Fernando en Cabezón desarrollado en la Crónica de veinte reyes

25

y en el

Poema de las Mocedades de Rodrigo

:

« E remaneçio / la tierra sin sennor quando / moryo el rre-/ y pelayo / Este rrey pelayo avia / vna fija de / ganancia E fue cassada con -el / conde don suero de casso » (fol. 188r°a l. 1-10)

Con los otros tres se evocan cuatro linajes.

El más antiguo e ilustre es el de los Lara representado por el conde don Nuño de Lara, el

último alcalde. Éste podría ser Nuño González designado como el magnate más poderoso de

Castilla que participa en la reunión de los conjurados de Lerma organizada en 1271 contra Alfonso

23

Ms. G: « don osorio de canpos de quien vienen los de villalobos e los osorio ».

24

Algunos editores leen « Vella ».

25

Cito por la edición del Ayuntamiento de Burgos (Crónica de veinte reyes, Excelentísimo Ayuntamiento de Burgos, 1991): « Este don Ferrando, quando supo quel rrey don Ferrando, su padre, yazía maldoliente, allegó grandes conpañas de omnes buenos, a como dizen quinze arçobispos e el conde don Suero de Castro e el conde don Pedro de Aguilar de Canpo... », Libro VIII, cap. 14, p. 173a; « Entonçes prometió don Sancho a Nuño Ferrandes allí delante el rrey don Ferrando, su padre, e ante Rruy Días Çid e el conde don Suero de Castro e otros muchos altos omnes quel daría el rreyno de Nauarra ... El rrey don Ferrando, en todo esto, yual mucho cuytando el dolor e dixo contra sus vasallos: ‘Amigos, partirme quiero ya de vos e rriégouos que me soterredes en Sant Ysidrio de León’. E l conde don Suero de Caso le prometió entonçes por sy e por quantos ally eran que asy lo farían. », Libro VIII, cap. 18, p. 177a.

(13)

X

26

. Tras un período de exilio en Granada, el rey sabio lo nombra Adelantado Mayor de la Frontera.

De hecho, este personaje ilustra a la vez la oposición a la monarquía y la alianza con ella, fenómeno

que caracteriza al linaje de los Lara a lo largo de los siglos XIII y XIV.

Frente a los Lara, se destacan otros linajes que también pertenecen a la alta nobleza

castellana. Del conde don Osorio

27

, el cuarto alcalde, descienden los Osorio y los Villalobos (según

nos dice el manuscrito G, cf. nota 23). El quinto alcalde se llama Rodrigo y está designado como el

primero del linaje de los Girones. Podría ser una referencia a Rodrigo Gutiérez, llamado Rodrigo

Girón

28

, cuyo lugar de procedencia nos indica el texto: Valladolid. También se dice del conde don

Osorio ( nota 23) que es oriundo de la tierra de Campos

29

.

¿Qué nos sugiere esta enumeración? Asociar los Villalobos, Osorio y Girones, esto es,

linajes ‘secundarios’ de la vieja nobleza castellana, a los Lara - incluso podríamos decir a los Castro

- traduce el deseo de mostrar que los tres primeros son tan importantes como el cuarto. Este proceso

de valoración anuncia lo se producirá a finales del XIV. En efecto, al contrario de los linajes más

destacados de la nobleza castellana (Lara, Castro, Haro), estas tres familias lograrán preservar su

linaje y conocerán su apogeo bajo la dinastía de los Trastámara

30

. Por lo tanto, al lado del rey se

destacan los representantes de unos linajes de la nobleza castellana antigua, con unos cargos

importantes en la corte, y que representarán a los hombres « nuevos » del XIV. Se trata de una

aristocracia poderosa que se distingue por su nacimiento pero sobre todo por su competencia que

dedica al servicio del rey. Notemos también que los alcaldes son todos nobles, detalle que confirma

la evolución del propósito historiográfico y marca una victoria: la de la nobleza sobre la realeza.

26

Ver Salvador de MOXÓ, « De la nobleza vieja a la nobleza nueva. La transformación nobiliaria castellana en la baja edad media », Cuadernos de Historia (Anexos de la revista Hispania), 3, 1969, pp. 1-210, p. 37.

27

El primero del linaje era el conde Osorio Martínez, ibid. p. 158: « Estirpe [linaje de Osorio] de indudable interés por su antiguëdad, vicisitudes y preponderancia final es la de los Osorez u Osorio, cuyos miembros adoptaron el anterior patronímico por expresión del linaje, como descendientes del conde Osorio Martínez, que vivió en la primera mitad del siglo XII... ».

28

Julio GONZÁLEZ, « Siglos de reconquista », in: Historia de Palencia, 2 t., Palencia: Excelentísima Diputación Provincial, 1984, 1, pp. 155-215, p. 190: « El heredero de la casa fue ese superviviente, don Rodrigo Gutiérez, llamado a veces sólo Rodrigo Girón y en la corte Rodrigo Gutiérez de Campos. Se documenta en los privilegios reales desde 1162 hasta 1193. ». El Livro de linhagens menciona a un tal Rodrigo, primero del linaje: « Do linhagem dos Girões que começa em dom Rodrigo Gonçalvez Girom... », José MATTOSO, ed., Livro de linhagens

do Conde D. Pedro, 2 t., 2 (1-2), in: Portugaliae Monumenta Historica, Lisbonne: Academia das Ciências, 1980, título XV, p. 184.

29

La implantación de los Osorio y sobre todo de los Villalobos en la tierra de Campos se confirma en el Libro de las

behetrías (Gonzalo MARTÍNEZ DÍEZ, ed., Libro Becerro de las Behetrías, estudio y texto crítico, 3 t., León: Centro de Estudios e Investigación « San Isidoro » (Fuentes y Estudios de Historia leonesa, 24-26), 1981). Por ejemplo, para los Villalobos, son numerosas las referencias a la merindad de Aguilar de Campoo (t. I, n° 24, pp. 417-543). Véase también el Libro de linhagens que sitúa al primero del linaje de los Villalobos en Palencia: « Do linhagem dos de Vilalobos, primeiramente do conde dom Pedro de Palença, de que se mais longe pode saber », título XVIII, p. 198.

30

Salvador de MOXÓ, « De la nobleza vieja a la nobleza nueva...  ». Entre los antiguos linajes convertidos en nuevas casas trastamaristas, Moxó cita a los Girones (por enlace de heredera hembra con un representante de la nobleza nueva) y los Villalobos (por fusión con colaterales trastamaristas). En cuanto a los Osorio se integran de plena pujanza en el cuadro nobiliario de los Trastámara.

(14)

Para resumir estos fenómenos de valoración veamos este último ejemplo en el que aparecen

otros personajes nuevos. Se trata de la enumeración de los hombres que acompañan al Cid a las

cortes de Toledo:

« Quenta la estoria que despues desto el çid campeador guissose para yr a -las cortes de toledo Et dexo en valençia por cabdillo al obispo don jeronimo Et a martin pelaez el asturiano Et dexo y con -ellos quinientos caualleros fijos dalgo Et desy fablo con sus fijas e mandoles e rogoles quel dixiesen la verdat de todo el fecho en commo pasar Et que -le non dixiesen mentira Et ellas fizieron lo asi que le non menguaron ende nada Et desi mouio el çid de valençia Et con el don aluar fannez minaya con dozientos caualleros Et pero Vermudez con çiento e martin antolynez con çinquenta e martin ferrandes con otros çinquenta Et feliz ferruz e ouieto sanches31

con çinquenta Et estos eran quinientos caualleros martin garçia e martin saluadores con çinquenta Et pero gonçales e martin munnoz32

con çinquenta caualleros (ms. G: diego sanches de arlança con cinquenta caualleros) Et don nunno el que poblo a alcobilla e aluar Vermudez33

el que poblo a osma con quarenta caualleros (mss. G, B: con çinquenta caualleros gonçalo nunnes de orlanga - ms. B: gonçalo munnos de orbaneja - Et nunno Rauia Et yuannes cornejo con sesenta caualleros) Et nunno ferrandes el que poblo pampligua con sesenta caualleros (mss. G, B: con setenta caualleros don garçia de rroa e el serraçin su hermano sennores de açaçon - ms. B: aça - con çinquenta caualleros)Et antilyn sanches de soria entre fijos e parientes leuaua quarenta caualleros Et asi sse cumplyo el cuento de nueue çientos caualleros Et leuaua quinientos escuderos de pie fijos dalgo ssyn los otros de criazon de su cassa Et syn otra gente de pie que era mucha » (fols. 92v°b l. 7-38 / 93r°a l. 1-13)

Reunidos bajo la denominación de caualleros - sin duda podríamos entender caualleros de

linaje

o fijos dalgo - y asociados a los escuderos fijos dalgo, los personajes aquí enumerados

remiten a varias categorías. Los tres primeros son parientes del Cid. Pero Martín Antolínez y Pedro

Bermúdez son, recordémoslo, de ascendencia bastarda.

Entre los demás, podemos distinguir a Martín Muñoz o Núñez que aparece también en el

Cantar

(v. 3068). Es el yerno de Sisnando de Coimbra a quien sucede a la cabeza del condado en

1094. Reemplazado el mismo año por el conde Raimundo de Borgoña, yerno de Alfonso VI, se

opuso sin duda al rey como lo atestigua su desaparición de los documentos reales a partir de la

fecha de su expulsión. Vuelve a aparecer en 1111 al lado del rey de Aragón combatiendo a Urraca,

hija de Alfonso VI y viuda de Raimundo de Coimbra

34

.

31

Ms. G: « ouieto sancho »; ms. B: « benito sanches ».

32

Ms. G: « martin nunnez ».

33

Ms. B: « aluar mudes ».

34

Ramón MENÉNDEZ PIDAL, La España del Cid, 2 vol., Madrid: Espasa Calpe (1a

ed., 1929), 7a

ed., 1969, p. 542.

(15)

Es de notar que algunos personajes remiten, otra vez, al episodio de los conjurados de

Lerma. Es el caso del señor de Aza, hermano de García de Roa

35

.

Entre los conjurados de Lerma

se encuentra precisamente a un hombre llamado Gil Gómez, señor de Aza e Iscar, yerno de

González de Lara. Del mismo modo, Gonzalo Núñez de Orbaneja es el hermano menor de Nuño

González de Lara

36

.

En cuanto a Martín Ferrández, podría remitir al reinado de Fernando IV, bajo el cual se

distingue como privado del rey un personaje que lleva el mismo nombre y que ocupa también, bajo

el reinado de Alfonso XI, unos cargos administrativos de importancia

37

.

Por fin, en la enumeración aparecen varios personajes llamados Sánchez

38

. Podrían hacer

referencia a una familia poderosa de Ávila

39

, que pertenecía a la nobleza urbana, los Sánchez de

Velasco, la cual se había distinguido en el siglo XIII al animar la repoblación de los territorios

situados al sur de la ciudad y que para ello, había entrojado donativos y privilegios reales y

municipales a lo largo de los reinados de Alfonso X, Sancho IV y Fernando IV.

Aquí están representados los grupos poderosos que se destacan en el relato. La

denominación de caballeros permite poner en el mismo plano tanto a los bastardos como a los

miembros de la nobleza urbana o los representantes de los linajes más altos de Castilla. Todos

aparecen unidos, en diversos momentos de la historia, por una reforma de la realeza. Casi todos

hacen coincidir el tiempo del enunciado con el de la enunciación y apuntan al contexto social de

finales del XIII, principios del XIV. A esto se añade un hecho singular pero que se vincula

estrechamente con los fenómenos que acabo de evidenciar: algunas referencias geográficas parecen

indicar un desplazamiento de los acontecimientos hacia la tierra de Campos, lugar de donde

proceden los Villalobos, Osorio y Girones pero también donde, en esta época, unos hombres nuevos

asientan su poder.

35

MOXÓ, art. cit., p. 79.

36

Joseph F. O’CALLAGHAN, El rey sabio. El reinado de Alfonso X de Castilla, trad. de Manuel GONZÁLEZ JIMÉNEZ, Universidad de Sevilla, 1996, p. 104.

37

Salvador de MOXÓ, « La sociedad política castellana en la época de Alfonso XI », Cuadernos de Historia (Anexos

de la revista Hispania), 6, 1975, pp. 187-327.

38

A éstos se añade Pero Sanchéz que aparece en el episodio de la afrenta de Corpes, entre los hombres que escoltan a las hijas del Cid y los infantes de Carrión: « Et dioles çient caualleros bien guissados de que yua por caudillo martin pelaez el asturiano Et otro cauallero que dezian pero sanches » (fol. 87r°a l. 28-32).

39

Quizá lo confirme la presencia de un personaje llamado Nuño - o Muño - Rauia. Éste último encabeza a los de Ávila y Salamanca en la batalla contra el rey Fernando II de León: « Et uenoles a coraçon a essos de Salamanca de mouer contienda contral rey don Fernando que lo fazie, et demandaron ayuda a los de Auila, et ellos prometierongela et uinieron a ello, et ayuntaronse todos en un logar que dizien Val de Muça, et ouieron por cabdiello a uno que llamauan Munno Rauia et fueron lidiar con el rey don Fernando. » (Primera Crónica General, cap. 993, p. 673a l. 24-32).

(16)

2. Los espacios

Entre las referencias geográficas añadidas en la Crónica, se destacan dos ciudades que se

sitúan precisamente en la tierra de Campos: Valladolid y Palencia

40

.

El lugar donde se produce la primera entrevista de Álvar Fáñez con el rey después del

destierro del Cid no es sino Valladolid:

« Qventa la estoria que llego don aluar fannez a castilla al rey don alfonso e fallolo en valladolid » (fol. 36v°a l. 1-7)

Es también el lugar donde el rey decide convocar las cortes

41

:

« Et ellos fueron se para el rey don alfonso e fallaron lo en valladolid » (fol. 90v°a l. 26-28)

Por otra parte, la segunda embajada de los hombres del Cid se produce en Palencia

42

:

« Quenta la estoria que mouieron de valençia don aluar fannez Et martin antolinnez Et andudieron por sus jornadas e llegaron al rey de castilla a -la çibdat de palençia » (fol. 74v°b l. 15-21)

Palencia es también el lugar donde los hombres del Cid encuentran al rey para comunicarle

la noticia de la afrenta cometida por los infantes de Carrión en Corpes:

«

 Et desque vieron que eran ydos fueron se para el rey don alfonso e llegaron a el a palençia » (fol. 89r°b l. 35-38)

40

Sobre Valladolid y Palencia en los siglos XIII y XIV: Marie-Claude GERBET, L’Espagne au Moyen Âge. VIIIème -X Vème

siècle, Paris: Armand Colin, 1992 y Les Noblesses espagnoles au Moyen Âge XIème -XVème

siècle, Paris: Armand Colin, 1994; César GONZÁLEZ MÍNGUEZ, Fernando IV (1295-1312). La guerra civil y el predominio de

la nobleza, Vitoria: Colegio Universitario de Alava, 1976; Gonzalo MARTÍNEZ DÍEZ, « Años de crisis (1252-1369), in Historia de Palencia, 2t., Palencia: Excelentísima Diputación Provincial, 1984, 1, pp. 245-272; Francisco SIMÓN Y NIETO, Una página del reinado de Fernando IV, Valladolid: Imprenta del Colegio Santiago, 1912. Sobre Palencia, ver también G. MARTIN, Les juges de Castilles..., pp. 467-470; sobre Valladolid, Salvador de MOXÓ, « El auge de la nobleza urbana de Castilla y su proyección en el ámbito administrativo y rural a comienzos de la baja edad media (1270-1370) », Boletín de la Real Academia de la Historia, 178 (3), sept.-dic. 1981, pp. 407-509.

41

En el Cantar y en la Crónica de veinte reyes, se hace referencia a Sahagún (v. 2922; fol. 159a p. 149 l. 36-37, B. POWELL, ed. cit.).

42

(17)

Así pues, se citan las dos ciudades de la tierra de Campos en momentos clave del

relato.Valladolid y Palencia son los lugares simbólicos donde el Cid rinde servicio al rey pero

también, recíprocamente, los lugares donde se solicitan los deberes del rey para con sus súbditos.

¿Qué significa la valoración de estos dos sitios en el contexto histórico al que apunta el

texto?

Situada en el centro de Castilla la Vieja, en medio de una red de comunicaciones terrestres y

fluviales, Valladolid suele acoger al rey y la corte a lo largo de la Edad Media. Pero la ciudad es

sobre todo uno de los centros más importantes de la caballería villana. En ella se reúnen varias cortes

para otorgar toda clase de privilegios y fueros reales a los ciudadanos. En 1258, por ejemplo, las

cortes de Valladolid conceden a los caballeros villanos la exención de la mayoría de los impuestos

directos, facilitando así el proceso de fusión entre caballeros villanos y fijos dalgo. En 1293, un

privilegio real los asemeja a los nobles, confirmando definitivamente la fusión entre ambos grupos.

Valladolid es también la ciudad donde se organizan los bandos linajes, aquellas agrupaciones

electorales que aspiran al repartimiento de los cargos municipales al que pueden acceder también los

caballeros villanos. En 1299, las cortes se reúnen para multiplicar el número de alcaldes y notarios

en las ciudades y en 1307, otorgan a las ciudades la libertad de nombrar a los notarios y otros

cargos municipales de importancia. En 1312, la justicia y administración reales están globalmente

reorganizadas. En definitiva, todas las reformas refuerzan la presencia y el poder de los villanos.

Valladolid es pues el lugar simbólico de una ascensión social. Pero es también el lugar donde se

ejerce el poder real.

Palencia es un sitio de reivindicaciones importantes a lo largo de los siglos XIII y XIV. Es

allí donde, en los años 1296-1300, se enfrentan los bandos nobiliarios encabezados por los infantes

Juan y Alfonso de la Cerda que disputan la corona a Fernando IV. Y precisamente gracias a la

resistencia de un grupo de caballeros y omnes buenos encabezados por Alfonso Martínez

43

, el rey

puede conservar el apoyo de la ciudad

44

. Así, la referencia a Palencia ocupa la misma función

semántica que la de Valladolid. Sitúa el anclaje geográfico del texto en la tierra de Campos, lugar

donde se organiza la ascensión social de esas elites urbanas.

43

Según dice un testamento apócrifo, imitado sin duda en el siglo XV, este ciudadano de Palencia era comendador de la Orden de Santiago en tierra leonesa y sobre todo, descendía, por su abuela paterna, de « Juan Rodríguez, hijo de Diego Rodríguez », el hijo del Cid que murió durante la batalla de Consuegra. Informaciones falsas pero algo sorprendentes que confirmarían la valoración, en la materia cidiana de finales del XIII, principios del XIV, de esos

caballeros fijos dalgo. (Sobre el testamento de Alfonso Martínez: Francisco SIMÓN Y NIETO, Una página del

reinado de Fernando IV, Valladolid: Imprenta del Colegio Santiago, 1912, pp. 55-58).

44

Cf. Crónica de Fernando IV, Cayetano ROSELL, ed., Crónica del rey don Fernando cuarto, in: Crónicas de los

reyes de Castilla, 3 vol., Madrid: B.A.E. (66, 68, 70), 1 (t. 66), pp. 91-170, y para estos acontecimientos, pp. 97-98 y César GONZÁLEZ MÍNGUEZ, Fernando IV de Castilla (1295-1312)..., pp. 47-48.

(18)

Concluyamos. La emergencia, en el relato, de unos nuevos personajes así como el

desplazamiento geográfico de unos episodios clave permiten identificar a los grupos sociales que

participarían de la modelización sociopolítica del discurso. El epíteto fijo dalgo empleado para

calificar a los caballeros y escuderos disimula los orígenes infames de ciertos miembros del grupo.

Así prevalecen los actos, y la competencia aparece como un medio de promoción social. Ello permite

conferir un papel narrativo de suma importancia a los segundones - ¿No es el propio héroe, el

representante de la rama menor del linaje de Laín Calvo? - y bastardos. Nada más significativo

tratándose de un texto escrito a finales del siglo XIII, cuando en la práctica, los fueros marcan la

reducción o supresión del derecho de los hijos naturales y de los segundones ante la herencia. Las

transformaciones del discurso épico nos llevan también a los acontecimientos que se producen bajo

la minoría de Fernando IV, cuando la regenta María de Molina consigue hacer frente a la hostilidad

de la nobleza gracias a la ayuda del « patriciado caballeresco » que ha asentado su poder en las

ciudades, y más precisamente en la tierra de Campos. Esta misma tierra de Campos de donde

proceden esos linajes de la nobleza castellana antigua como los Villalobos, Osorio y Girones, y con

quienes sueñan aliarse los caballeros villanos y esos caballeros fijos dalgo afectados de alguna

infamia natural. Por lo tanto, al lado del rey, se valora en la Crónica la voz de una aristocracia

caballeresca y una caballería municipal que presentan las armas y la administración como dos

medios privilegiados para ascender por la jerarquía de los estados y competir con los nobles de más

alto rango. Aquí están representadas las fuerzas nuevas con las que el rey tiene que componerse y

que constituyen al mismo tiempo, el mejor apoyo del poder real. Es más, esos hombres son

precisamente aquellos quienes formarán, en el último tercio del siglo XIV, lo que llamamos

comúnmente la « nueva nobleza trastamarista »

45

.

Patricia ROCHWERT

Séminaire d’Études Médiévales Hispaniques

Universidad París 13

45

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