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3. METODOLOGÍA

3.4. UNA BASE DE DATOS ARQUEOLÓGICOS Y RADIOCARBÓNICOS

3.2.1. Recopilación de los datos: criterios y procedimientos

La recopilación de los datos procede de dos vías: por un lado, de la búsqueda bibliográfica de los datos radiocarbónicos y arqueológicos publicados con anterioridad a nuestro trabajo y, por el otro, de la realización de una nueva batería de dataciones en el marco del ya mencionado proyecto “(HAR2011-23149) Aproximación a las primeras comunidades neolíticas del NE peninsular a través de sus prácticas funerarias” dirigido por el Dr. Juan F. Gibaja.

La mayor dificultad con la que nos hemos encontrado al realizar la recopilación bibliográfica de los datos, ha sido que la información, a menudo, no solo se encuentra publicada de forma fragmentada, sino que en ocasiones es confusa. Así, una parte importante del trabajo ha consistido en el rastreo bibliográfico y en la caracterización de toda la información disponible en las publicaciones que hemos revisado.

A este respecto, debemos mencionar que para la valoración de información radiométrica ha sido indispensable evaluar los trabajos publicados sobre los análisis osteológicos y tafonómicos (Allièse 2016), sobre los ornamentos encontrados en los enterramientos (Oliva 2015), y su tipología, sobre los restos antropológicos y las asociaciones de los diferentes elementos de ajuar en función del sexo y la edad de los individuos (Duboscq 2017) y sobre la industria lítica y los artefactos pulidos y biselados (Gibaja 2003; Masclans 2017; Masclans et al. 2016).

La confección de un paquete de dataciones inéditas también ha sido una importante tarea en el marco del proyecto en el que se inscribe esta tesis. De forma previa a nuestro programa de dataciones (teniendo como referencia el año 2014, cuando se inició esta tesis), tan solo se habían fechado 40 contextos funerarios de los aproximadamente 650 enterramientos documentados y caracterizados como “Sepulcros de Fosa” en el NE de la península ibérica (Tabla 4). De estos 40, sólo 6 procedían de enterramientos en cista16, frente a 34 de sepulcros en fosa (uno de ellos, concretamente, en el interior de una mina).

16 Esto es debido, en parte, al hecho de que el boom de la construcción de la década de 1990 e inicios de los 2000 se concentró en las áreas cercanas a la costa donde son habituales los enterramientos en fosa, y no en las zonas pirenaicas y áreas del interior en que las cistas son el tipo de sepultura más común.

Esta clara descompensación en relación al número de dataciones radiocarbónicas disponibles para los diferentes tipos de estructuras funerarias nos impedía establecer comparaciones cronológicas rigurosas entre ella

7 humano

Cista I Cista Castany 1991

UBAR209 4860 90 Hueso

humano MC 3930-3375 Costa dels Garrics Caballol de

Cista II Cista Castany 1991

UBAR891 5345 45 Hueso

Mallols E114 Fosa Mestres 2007 UBAR100 5100 100 Hueso

humano MC 4225-3660 Garrofers Torrent del

UBAR1178 4945 40 Hueso

Tabla 4. Dataciones publicadas con anterioridad al inicio del proyecto de investigación

“(HAR2011-23149) Aproximación a las primeras comunidades neolíticas del NE peninsular a través de sus prácticas funerarias” dirigido por el Dr. Juan F. Gibaja tomando como referencia el año 2014 (cuando se inició esta tesis).

Por otro lado, las muestras de estas dataciones no solían proceder directamente de los inhumados, sino que eran semillas o carbones supuestamente asociados al enterramiento, sin tener la certeza de que quizá también podían proceder del sedimento de colmatación de la sepultura. Además, la mayor parte de ellas habían sido realizadas por método convencional y tenían desviaciones estándar superiores a ±80, por lo que se enmarcaban en intervalos temporales demasiado amplios para precisar y comparar su cronología.

Esta situación empujó la nueva batería de dataciones radiocarbónicas. Los criterios de selección de las muestras a fechar han sido los siguientes: en ningún caso procedían de depósitos secundarios, sino de estructuras bien preservadas y perfectamente reconocibles, no reutilizadas y con inhumaciones primarias en conexión anatómica y buen estado de conservación.

En todos los casos se ha optado por fechar restos antropológicos, ya que ofrecen dos ventajas: por un lado, se trata de muestras de vida corta, que evitan el denominado efecto madera vieja y, por el otro, se trata del tipo de material más representativo de la práctica ritual y del evento deposicional de la sepultura. Siempre que ha sido posible se han seleccionado huesos largos, no planos y sin estructura esponjosa (fémures, tibias, clavículas), ya que, tal y como hemos comentado en la primera parte de este capítulo, son los que presentan un mayor nivel de colágeno para ser fechados.

Todas las fechas han sido realizadas en el Centro Nacional de Aceleradores (CNA) de Sevilla y en el Centre de Datation par le Radiocarbone del Centre National de la

Recherche Scientifique (CNRS) y la Universidad de Lyon. Las muestras procedían de huesos compactos sin alteraciones diagenéticas ni consolidantes o sustancias adhesivas.

Estas muestras sobre hueso en primer lugar se han tratado en el laboratorio Unitat d'Antropologia Biològica de la Universidad Autónoma de Barcelona, con el fin de limpiar los restos de sedimento y de otras sustancias adheridas. Posteriormente, se realizaron diversos procedimientos químicos para desmineralizar, extraer y purificar el colágeno del hueso, ya que la parte mineral está más sujeta a la contaminación por la interacción con el entorno (Brock et al. 2007; Hajdas et al. 2010; Strydonck et al. 2016).

A continuación, se ha neutralizado la gelatina y se ha añadido una solución de NaOH 0,1 M a temperatura ambiente durante 15 minutos, con el fin de eliminar posibles contaminantes húmicos. La gelatina se ha neutralizado y solubilizado en HCl a pH = 3 durante una noche a 80ºC. La solución se ha secado para obtener el colágeno final, que se ha transformado en grafito para la medición AMS utilizando un equipo AGE (Wacker et al. 2010a & 2010b). Todas las muestras se han tratado mediante la técnica del AMS, siendo el proceso muy similar en ambos laboratorios: las muestras de grafito se han pulverizado con un haz de cesio para obtener un haz de iones negativos de la muestra, utilizando varios filtros cinemáticos para eliminar los componentes no deseados del haz. Para lograr la sensibilidad necesaria, las moléculas se han roto en el tubo de extracción en una terminal de alta tensión.

Además, este paquete de nuevas dataciones también fue acompañado por análisis de isótopos estables de δ13C y δ15N, con el objetivo de determinar la dieta de estas poblaciones y averiguar si existió un consumo de recursos de origen marino o de aguas continentales que pudiese afectar al proceso de calibración por el efecto reservorio (Fontanals 2015; Fontanals et al. 2015 & 2017).

Asimismo, se han recopilado las dataciones procedentes de enterramientos asociados al Neolítico Antiguo y al Neolítico Final-Calcolítico del NE de la Península Ibérica. Tal y como recomiendan numerosas publicaciones (Griffiths 2011; Whittle et al. 2011; Bayliss 2015), la utilización de dataciones radiocarbónicas pertenecientes a contextos inmediatamente más antiguos y más recientes a los que se desea analizar, no solo aportan robustez a los límites temporales sugeridos por los modelos, sino que también son de gran ayuda al evaluar las periodizaciones y calcular transiciones entre fenómenos que pueden

ser de enorme interés. Concretamente, estos datos nos han sido útiles para evaluar los cambios entre las distintas prácticas rituales, así como en relación a la presencia y ausencia de los materiales confiados en los ajuares.

Finalmente, la base de datos también cuenta con dataciones radiocarbónicas procedentes de enterramientos (ver hoja 2 del Annexe_1_Radiocarbon_Database) neolíticos similares documentados en zonas vecinas o que parecen tener elementos de influencia o contacto. Es el caso de los hallados en Francia el horizonte “Chasséen” cerca de los Pirineos y el actual Languedoc, el horizonte “Pre-chasséen” de Auvernia, el contexto cultural de “Chambon” en el norte francés y, en Suiza, el horizonte de “Chamblandes”

(Moinat & Chambon 2007; Vaquer 2007 & 2014; Vaquer et al. 2007 & 2012; Zemour 2013; Schmitt 2015). Tal y como hemos apuntado en los objetivos del trabajo, estos datos han sido recogidos con la idea de evaluar de manera comparativa la temporalidad de estas prácticas funerarias tan similares entre las distintas regiones.

Sin embargo, en este caso no se ha registrado la presencia o ausencia de las materias primas exógenas halladas en los ajuares por dos motivos: el primero, porque en muchos casos esta información no es precisa y se encuentra dispersa en publicaciones y memorias de excavación de acceso difícil. El segundo, y el más relevante, porque en la mayoría de los casos no es posible determinar la procedencia de las materias primas confinadas en los ajuares, ya que a menudo no se han realizado o no se han publicado los análisis de caracterización petrológica que confirmen su origen. Así pues, a pesar de que al principio de este trabajo se inició el vaciado documental de este tipo de información procedente de estos contextos europeos, el trabajó resultó ser tan dificultoso y los datos extraídos tan inciertos, que finalmente se decidió acotar el análisis de procedencia de las materias primas al horizonte de los “Sepulcres de Fossa”, que sí era posible controlar y contrastar con rigor, gracias al trabajo en equipo realizado en el marco del proyecto.