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1.3. MANIFESTACIONES CLÍNICAS EN FM

1.3.11. Otros trastornos

-Alteraciones orales, bucales y oftalmológicas: La boca seca es un síntoma frecuente en la FM con una prevalencia entre el 18% y el 71%. Este síntoma podría proceder de los efectos secundarios de los antidepresivos tricíclicos, infección por hepatitis C o la disautonomía80. Otros estudios de Ostuni et al. 81 demuestran que no hay asociación entre la FM y el síndrome de Sjögren.

Bohrmann y Bonafede 82 estudiaron que el diagnóstico de Síndrome de Sjögren, demostrado por biopsia, solo se encontró en el 7% de pacientes con FM. Cabe destacar que es frecuente la visión borrosa y no mejora con la corrección de gafas.

-Disfunción sexual y genito-urinarios: En 2009, Orellana et al. 83 mostraron que la disfunción sexual era más frecuente entre las pacientes con FM (97%) y los individuos con AR (84%) que en los controles. Los resultados pusieron de manifiesto que hubo una correlación importante entre la disfunción sexual y la intensidad de la depresión en estos pacientes. En referencia a la vulvodinia, las pacientes con FM tienen una razón de probabilidades (odds ratio) de 3,84 de padecer este problema62. También es frecuente el síndrome de dolor pélvico84.

42 -Cefaleas: La prevalencia del diagnóstico en cefaleas, en un estudio en sujetos con FM realizado por la Internacional Headache Society fueron los siguientes: 20% migraña sin aura;

23% migraña con aura; 24% cefalea tensional aislada; 22% cefalea tensional combinada y migraña; 5% postraumática; 8% síndrome de probable abuso de analgésicos aislado. Se observó que los individuos con FM y migraña tienen cefaleas más incapacitantes y tienen mayores concentraciones de glutamato en el líquido cefalorraquídeo que los que tienen migraña aislada. La migraña, la cefalea crónica diaria y la fibromialgia son expresiones de un proceso doloroso anormal85.

-Trastornos psicológicos: Un síntoma frecuente asociado en los pacientes con FM es la depresión. Actualmente, existe consenso al afirmar que la depresión, los trastornos de ansiedad y el trastorno de estrés postraumático (TEPT) aparecen con cierta frecuencia en pacientes con FM. En 2010, Arnold 62 estudió que la razón de probabilidades para diagnósticos psiquiátricos en individuos con FM en comparación con individuos con AR era la siguiente: 1,53 para el trastorno bipolar; 2,7 trastorno depresivo mayor; 6,7 trastorno de ansiedad; 2,4 trastorno de alimentación; 3,3 trastorno de abuso de sustancias.

En relación a los trastornos de personalidad, Thieme et al.86 hallaron una prevalencia del 8,7%, en cambio, Fietta et al. 87 encontraron una prevalencia del 7%. La existencia de ansiedad y depresión con FM tiene una influencia negativa sobre los síntomas clínicos y sobre la capacidad funcional, aunque puede ser muy variable88. También presentan trastornos digestivos asociados al colon irritable.

1.4. LA NEUROPLASTICIDAD EN FM

La neuroanatomía y la neurofisiología en la percepción del dolor, se sitúa en el sistema nervioso periférico y en la médula espinal. El dolor se siente periféricamente, sin embargo, la sensación del dolor la interpreta el cerebro, por tanto, es importante destacar el papel fundamental del SNC en la modulación del dolor. Las neuronas del SNC tienen la propiedad de adaptarse a los cambios; esto se conoce como “neuroplasticidad”. Las imágenes obtenidas mediante PET (Tomografía por emisión de positrones) del cerebro de una persona torturada, muestran cómo la visión de un instrumento usado anteriormente en una tortura, puede activar áreas que inducen a la persona a sentir directamente dolor. Estas personas guardan en sus estructuras cerebrales el recuerdo del dolor, sufrido anteriormente y que está

43 ligado a aspectos afectivos y que puede activarse ante estímulos que normalmente no producen dolor (por ejemplo, una fotografía).

El Sistema Límbico está compuesto por un conjunto de estructuras, tales como: amígdala, tálamo, hipotálamo, hipófisis, hipocampo, área septal (fornix, cuerpo calloso y fibras de asociación), corteza orbitofrontal y la circunvalación del cíngulo. Estos componentes están relacionados principalmente con las respuestas emocionales, con el aprendizaje y con la memoria. El Sistema Límbico establece conexiones con casi todas las estructuras cerebrales.

Las vías neuronales que se relacionan con la corteza cerebral, forman el sistema corticolímbico y muestra gran sensibilidad a los fenómenos neuroplásticos, llamada sensibilidad corticolímbica.

La mayoría de los pacientes afectados por FM, presentan una secuencia de síntomas específica llamada “proceso en cascada”, formada por los diferentes fenómenos que se presentan a continuación: hiperalgesia, hiperpatía, alodinia polimodal, expansión neuroanatómica, espontaneidad (dolor sin estímulo), sensibilidad central y sensibilidad cruzada.

Hay una estrecha relación entre el hipocampo y la amígdala y se activan simultáneamente frente a estímulos diversos; por ejemplo, emociones intensas y una sensación muy dolorosa, ya sea térmica o mecánica, motivada por ciertos olores.

La neuroplasticidad relacionada con FM, se manifiesta según tres aspectos que tiene gran interés fisiopatogénico para los facultativos: La sensibilización corticolímbica, el incendio cerebral o kindling, la sumación temporal o wind up.

El fenómeno kindling (significa incendio cerebral) fue descubierto por Goddard et al.89 que demostró como una secuencia de descargas sensibilizaba a las neuronas y posteriormente, hacía que respondieran con una gran excitabilidad ante estímulos mínimos (por debajo del umbral) y de forma aislada, no producían ningún efecto. Este fenómeno provoca alteraciones de la memoria, del aprendizaje y disfunciones emocionales.

Anteriormente, Mendell y Wall 90 describieron el fenómeno de la sumación temporal o

“wind-up”, es decir, cuando la respuesta de las neuronas ante estímulos repetitivos presenta una amplitud superior, que la respuesta a cada uno de ellos de forma individual. Estos

44 procesos de amplificación neuronal producen una sensibilización que inicialmente suele estar localizada en un área dolorosa concreta y que más tarde, se transmite a otras zonas próximas del cerebro, lo cual da lugar a una respuesta diversa frente a otros estímulos diferentes, por ejemplo, la luz o el ruido. Esto se llama sensibilidad cruzada.