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JARDINES Y FLORES

Dans le document desarrollo de la agricul¬ (Page 50-53)

PLANTAS DE HABITACION.

LOS CUIDADOS QUE EXIGEN LAS PLANTAS.

El cultivo dé las flores en las ventanas y en las habitaciones no deja de tener sus inconvenientes^ yhay sin duda muchos escollos que vencer; es verdad que tienen la ventaja de no sentir el cam¬

bio de estaciones, puesto que en todas ellas vegetan; pero hay que

reconocer las dificultades que es necesario superar para hacerlas vivir despues de florecer. No se debe en nuestra opinion adoptar

el procedimiento de olvidar lasplantas que florecieron en sitios retirados, dejándolas morir despues de haber recogido sus se¬

millas; muyal contrario,cuidando estasplantastanqueridasy que

nos son acreedoras á los mássolícitos afanes dejándolas florecery crecer, sin cesar de atenderlas constantemente, ellas parecerán aún más bellas al año siguiente, volverán á alcanzar unsitio de honory recibirán los homenajesde cuantaspersonas las vean.

La flor tienecon nosotros una especie de íntima analogía; ana¬

logía que percibe el delicado instinto de la mujer, que no querría separarlasjamás de su vista ni desu olfato. La mujer buena, sen¬

sible, de carácter dulcey afectos moderados, ama seguramente elcultivo de las flores, al paso quela mujer impaciente, volunta¬

riosa, de sentimientosdesordenados,no encuentraen ellasgusto ni

recreo; esto está probado observándola?con detenimiento. Las flo¬

res para sus apasionadasson como hijas queridas ybellas, á quie¬

nes su mano ha hecho nacer; un sér vivo y sensibleinclinado al bien, en quien su dueña confiay de quien espera dulcísimas re¬

compensas á sus continuos afanes. Cuando llega la edad en que

JARDINES Y FLORES 207 florecen, nuestras miradas entusiastas les dan el parabién, ellas representan

la dificultad

vencida, y su aspecto, sus perfumes nos dan una purísima alegría.

En esta época, mientras la planta no necesita más que agua y sol, su cuidado no exige sacrificios, superan los recreos á los tra¬

bajos; todo va bien.

Pero llega el frió, desaparecen sucesivamente las hojas últimas que se conservaron hasta el otoño; las largas y heladas noches abruman á la pobre plantadesnuda de sus galanas hojas. Esta es la época en que á pesarde los cuidados, de los abrigos que su dueñale proporciona, pierde su importancia y su valor. Ya en el

mes de Octubre, cuando empieza ádibujarse el otoño, necesitan algunos cuidados las plantas encerradasen nuestrashabitaciones;

lomismo las que se cultiven en tiestos, en cestas ó en jardineras,

detodos modos el ambiente mástemplado que el del mes anterior

es muyfavorable á la salud de los vegetales encerrados, porque se reduce la acción intensa de los rayos del sol. No solamente se de¬

ben continuar los riegos moderados, quetienen porobjeto mante¬

nersiempre fresca la tierra y nunca húmeda, sinoque da felices resultados la limpiezay lavado de las hojas; pues de esto depende

la buena conservación deestos órganos tan necesariosá la vida de las plantas.

Hay que tener en cuenta que la mayor parte de las plantas de habitación son delos vegetales que tienen un follaje más elegante

y que por consecuencia se cuidan más por las hojas que por las

floresylos frutos, siendo enéstaselfollaje abundante,mucho más importante que en cualquiera otra planta. Podemos decir que los cuidados de limpieza y de lavado ejercen sobre estas plantas una

influencia mucho más decidida que sobre aquellasen quelashojas

nocomponen un papel tanprincipal.

En el mes de Setiembre pueden hacerse algunas plantaciones

de bulbos de flores, eligiendo sitio adecuado para que se des¬

envuelvan dui'ante el invierno, y se muestren temprano en la si¬

guiente primavera: tales son los narcisos dorados 6 de Constantino-pla, los girasoles y

gigantillas',

los jacmtos 6 breiañas, los tulipanes,

elazufran napolitano y otros.

Para esto se puede hacer uso de unajardinera pequeña, cuya capacidad interior pueda contener agua, que filtrando á la tierra

2o8 gaceta agrícola del ministerio de fomento

exterior mantenga las plantas eon eierta humedad ó frescura; en estos recipientes se pueden tener musgos, donde se colocan los bulbos de jacintosy narcisos, que brotan mejor en tales condicio¬

nes yofrecen sus matizadas flores, destacándose admirablemente

del verde tapizque les sirve de brillante alfombra, produciendo un efecto encantador.

Cuando, pasadaya laprimera quincena de Octubre, empiezaá

mostrarse este tiempo nebuloso yhúmedo, frió á ocasiones,for¬

mandolos melancólicos preliminares de la estación invernal, es necesario pensar que la mayorparte de las plantas de habitación

no pueden sufrir la temperatura nocturna, no solamentepor su es¬

tructura sumamente delicadacausa del encierro en que selas cria), sino porque las heladas, que perjudican á todas las plantas,

les hacen tantomás daño, cuanto más impresionables son. Des¬

pués, mientras dura el invierno, es necesario preservarlas

asidua-mente, tanto del frió como del aire, pues de este cuidado depende

la salud de las plantas.

La luzes (comoya hemos dicho), con el airey el agua, es ele¬

mento indispensableparala vida de los vegetales; poresto es nece¬

sario colocar las plantas de modo que reciban toda la luz posible.

Acerca del riego, es necesario advertir que áun en la épocaen que comienza el invierno en nuestros climas, los riegos se deben

hacer con agua aireaday á la temperatura de la habitación; pues

cualquier cambio brusco de calor, de aire ó de agua, es muy

per-judieial á todas las plantasymucho más á estos vegetalestan be¬

llos eomo delicados. Lasregaderas de pico largo (figura 19) ylas geringuillas de jardin (figura>20) son en todo easo auxiliares pre¬

ciosos para estos cuidados de cultivo.

Llegado este tiempo, léjos de nosotros el negará nuestras lec¬

toras que las dificultades aumentan y que es necesario redoblar

los esfuerzos para conservar estas lindas cuanto queridas plantas

de habitación: pues de su cuidado pende el desenlace más 6 ménos

favorable.

Nos parece sumamente injusto dejar secar á la planta, que aun¬

que actualmente desnuda de flores, ha pasado largos mesescubier¬

tade ellas al lado desu dueña, adornando la habitación con sus hechizos ybrillantes colores, y evitando con sus perfumes las

emanaciones desagradables que le pudieran sermolestas.

JARDINES Y FLORES 20g Porel contrario, debemos un vivo reconocimiento á estos pobres vegetalesque nos

han estado dando

su belleza, superfume,suvida

entera, que alientanentre nosotros, en el seno delafamilia,y que

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