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Algunas escenas

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La cultura en escena

V. Algunas escenas

Por construcción mediática de la realidad entendemos el proceso de elaboración de mundos posibles, a partir de la interpretación de la realidad conforme a determinados modelos de referencia (Rodrigo, 1989). Esta construcción no responde exclusivamente a la gestión de los medios ya que, como hemos visto, la interacción de las audiencias es un factor primordial para el establecimiento de significados sociales. No obstante, como parte del proceso de producción, circulación y reconocimiento los mensajes de los medios de comunicación constituyen un elemento central en la dinámica de creación de significados sociales.

Los mensajes circulan como producciones concretas destinadas al consumo determinado de un público específico. A la vez,forman parte de un discurso definido por sus características lingüísticas, sus contenidos, el perfil de ese público de referencia o las especificidades ideológicas y técnicas del medio de comunicación en que se inscriben. En las páginas siguientes vamos a centrar nuestra atención en tres mensajes que corresponden a manifestaciones del discurso informativo interpretativo

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del diario El País sobre las nuevas tecnologías de reproducción. Pretendemos observar las líneas de significado que en torno a la representación de la maternidad están implícita o explícitamente trazadas en esos textos con el fin de relacionarlas con la evolución del imaginario social de este tema.

Recurrimos a textos informativos porque constituyen más que ninguna otra manifestación la base del pacto tácito entre el periodismo y el público que garantiza la institucionalización del primero como mediador entre la realidad y su conocimiento. Los principios que rigen esta relación están vinculados con las nociones de credibilidad, confianza y objetividad, aspectos que si bien son susceptibles de importantes críticas como ha demostrado Giró (1999b), continúan formando parte de la imagen pública del periodismo y, por tanto, condicionan el estatus otorgado a sus profesionales. En este sentido, interesa atender más a los relatos informativos que a los textos de opinión que explicitan las valoraciones y el posicionamiento de quien lo escribe —o del medio si hablamos del editorial—, porque a la información se le atribuye una presunta imparcialidad. Según el esquema clásico de los géneros periodísticos (Grijelmo, 1997), los textos de opinión parten de suposiciones y hechos no siempre contrastados en la argumentación en los que se explicitan juicios de valor con la intención expresa de influir en la opinión pública.

Las informaciones, sin embargo, se presentan como una descripción de hechos, contraste de datos y, en el caso de los reportajes interpretativos, como un análisis de situaciones o acontecimientos a partir de la narración explicativa y contextualizadora.

La valoración en estos reportajes responde, según este esquema, a un criterio interpretativo y no a una reflexión personal, con lo que se aleja de la intención manifiesta de influir en la creación de opinión.

No entraremos en la discusión de este esquema aunque sea relevante para comprender la evolución del imaginario social del periodismo189. Coincidimos con Chillón (1998:91) en que “no existe un estilo o lenguaje periodístico inocente ni transparente, especie de herramienta neutra para captar las ‘cosas’, sino muy

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diferentes estilos de comunicación periodística, cada uno de los cuales tiende a construir su propia realidad representada”. En este sentido no podemos situar los textos informativos del lado de la objetividad y la asepsia valorativa. Sin embargo, la retórica basada en el mito de la objetividad y en la separación estricta de información y valoración continúa en la base organizativa de las empresas comunicativas, en el centro de la imagen de la profesión periodística y en la demanda de las audiencias.

Partimos entonces de esta premisa socialmente consensuada para ilustrar las contradicciones del propio discurso periodístico.

Los textos seleccionados pertenecen a El País, un periódico que desde su aparición en 1976 ha constituido un medio de referencia tanto para el periodismo como para la construcción de la opinión pública en el Estado español190. Su libro de estilo (El País, 1990), establece como norma tajante la separación de información y opinión en consonancia con la división tradicional de los géneros periodísticos. Los reportajes que analizaremos, por consiguiente, son productos que El País presenta al público como un “género que combina la información con las descripciones e interpretaciones de estilo literario” (El País, 1990:34). El hecho de preferir el reportaje a otros formatos periodísticos informativos se explica por esta combinación de lenguajes que previamente se consideran distintos: el literario y el periodístico y que remiten respectivamente a la interpretación y a la información. Los reportajes interpretativos contienen un nivel expresivo sugerente desde el punto de vista del análisis y en ellos se detecta mejor la yuxtaposición de imágenes y referentes que condicionan el sentido191 de los textos.

Se presentan tres reportajes publicados en 1996, 1997 y 2000. Los dos primeros, “Parto o muerte” y, “Óvulos de oro”, aparecieron en las páginas del

189 Para un debate en torno a los géneros periodísticos, ver Echevarría (1998).

190 Un estudio exhaustivo sobre la “producción de la realidad” de El País, con planteamientos metodológicos y temáticos diferentes puede consultarse en Imbert y Vidal Beneyto (1986).

191 Según Chillón (1998:76), a diferencia del significado, concebido como un concepto fijo, hipercodificado, abstracto, inmaterial y asensorial, el sentido es mutable, hipocodificado, concreto, material y sensorial: “Los signos tienen significados convencionalmente atribuidos (…) pero los enunciados reales que los hablantes producen y reproducen incesantemente, en cambio, adquieren sentido dialógicamente, en el acto mismo de la comunicación”.

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suplemento Domingo, mientras que el tercero, “Hijos sí, maridos no”, forma parte de la página Mujer, inserta en la sección de Sociedad. Ya hemos argumentado sobre la incidencia de la ubicación de las informaciones en las diferentes secciones y en concreto sobre la existencia de una página o sección específica para el tratamiento de temas relacionados con las mujeres. El País ha optado por reservar un espacio a estas cuestiones y las repercusiones de las nuevas tecnologías reproductivas son aspectos recurrentes. En los tres casos se parte de una situación en la que las NTR aparecen como trasfondo, con mayor o menor protagonismo, pero siempre ligadas a la definición social de la reproducción humana y de la maternidad. Los ejemplos seleccionados son especialmente relevantes ya que en cada uno de ellos destacan los puntos centrales de la configuración simbólica sobre la maternidad.

Para Floch (1993:27) los mensajes publicitarios representan la mínima parte visible de un iceberg de sentido situado en un contexto simbólico determinado. De la misma forma, los mensajes informativos pueden ajustarse a esa imagen si entendemos que lo visible, explícito y reconocido sólo ocupa una pequeña proporción en relación con las posibilidades interpretativas. La perspectiva que adoptamos en los comentarios de los textos responde a la necesidad de atender a esa parte visible, esto es, la puesta en escena de los personajes y la disposición de los temas tratados, y ponerla en relación con lo invisible, es decir, lo que se presupone y lo que implica el texto conforme a las estructuras de nuestro imaginario colectivo.

Este doble enfoque corresponde a una única mirada sobre la representación de una realidad en signos dispuestos para circular como discurso social que será reinterpretado por los sujetos.

Tal y como ocurre en la percepción de cualquier imagen, siempre hay una parte que destaca sobre el fondo, un elemento al que se le da una atención preferente y que se convierte en la figura más fácilmente percibida. Los tres reportajes que se presentan a continuación se perfilan como esas figuras destacadas sobre un fondo con muchos otros elementos informativos que abordan la misma cuestión. El modelo de interpretación que empleamos pretende servir de epílogo argumentativo de los

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aspectos tratados en capítulos anteriores. De ahí que en los textos escogidos se observen los ejes básicos del conflicto que plantean las NTR y las contradicciones de la construcción social de la maternidad. Estas piezas ilustran, en definitiva las tensiones localizadas en la representación mediática ya que forman parte de un proceso de producción social de sentido respecto a la maternidad que da soporte a un determinado discurso simbólico de dimensión cultural y política.

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