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Características de la intervención de Hartmann

MATERIAL Y MÉTODOS

5.2. Características de la intervención de Hartmann

En la tabla 5 se muestran las características relacionadas con la intervención de Hartmann y en función de si posteriormente se realizó la reconstrucción intestinal.

La estancia media hospitalaria en relación con esta intervención fue de 18,4 días (Rango: 1-180; Rango intercuartílico: 9-24). Los pacientes a los que se restauró el tránsito intestinal presentaron estancias similares a los que no se reconstruyeron (16,5 vs 19,0; p=0,313).

El tiempo operatorio fue de 186 minutos de media (Rango: 35-600;

Rango intercuartílico: 135-225). La frecuencia de restauración del tránsito no varió en función de la duración de la intervención de Hartmann (Medias: 181 vs 187; p=0,783).

Durante la intervención de Hartmann no se evidenció peritonitis en algo más de la mitad de los pacientes (53,3%) y en los casos en los que estuvo presente, se manifestó en similares proporciones como purulenta localizada (12,0%), purulenta difusa (18,4%) o fecaloidea (16,3%). Se hallaron diferencias significativas en la reconstrucción colorrectal posterior, la cual se realizó de forma más frecuente en aquellos casos que presentaron algún grado de peritonitis (72,7%).

Tabla 5. Características de la intervención de Hartmann según la reconstrucción de la

El riesgo de dehiscencia anastomótica (70,9%) fue la indicación quirúrgica más frecuente que llevó al cirujano a optar por una intervención de Hartmann en lugar de una resección con anastomosis primaria. En la restauración del tránsito intestinal predominaron significativamente los casos cuya intervención de Hartmann se realizó por riesgo de dehiscencia anastomótica (77,3%) frente a los que tuvieron indicaciones diferentes (Figura 6).

Figura 6. Indicaciones por las que se realizó la intervención de Hartmann.

Los valores numéricos representan el porcentaje de pacientes intervenidos.

No se realizó transfusión sanguínea perioperatoria en la mayoría de los pacientes (68,7%), siendo este grupo al que de forma significativa se le restauró la continuidad intestinal con más frecuencia (84,5%). Los pacientes con reconstrucción intestinal recibieron una media de 0,5 concentrados de hematíes perioperatoriamente, mientras que los que no se reconstruyeron recibieron una media de 1,2 (p<0,001).

0 10 20 30 40 50 60 70 80

Riesgo de dehiscencia Riesgo de recidiva local Dehiscencia anastomótica Carcinomatosis Incontinencia Dificultad técnica

La mayoría de pacientes no requirió una transfusión postoperatoria (62,3%), siendo éstos más prevalentes de forma significativa entre el grupo que se reconstruyó el tránsito intestinal (76,4%). Los pacientes a los que se revirtió la intervención de Hartmann recibieron significativamente menos transfusiones en el postoperatorio que aquellos que no se revirtieron (Media: 1,2 vs 1,9;

p=0,002).

En relación con el procedimiento quirúrgico realizado, al 68,9% de los pacientes se les realizó una resección de sigma, al 21,6% una resección anterior de recto, al 8,7% una colectomía izquierda y al 0,8% una resección segmentaria de colon. El porcentaje de restauración del tránsito intestinal fue significativamente mayor en los casos a los que se había realizado una resección de sigma (84,5%), siendo infrecuente en la resección anterior de recto (5,5%).

La cirugía se realizó de forma urgente en la mayoría de los casos (68,1%), siendo ésta también más predominante cuando se optó por la reconstrucción intestinal posterior (90,0%).

La proporción de intervenciones de Hartmann realizadas por cirujanos generales o colorrectales fue similar (47,5% vs 52,5%). Sin embargo, la reconstrucción de la continuidad intestinal es más frecuente cuando la intervención inicial la realizó un cirujano general (64,5%). Además, cuando un cirujano colorrectal realiza la intervención de Hartmann, el porcentaje de no reconstrucción posterior es significativamente superior (57,0%).

En la mayoría de los casos se realizó la sección distal del colon a la altura del promontorio (73,9%), siendo esta localización la que más prevalentemente se reconstruyó posteriormente (89,1%).

De los pacientes intervenidos, el 25,5% no presentó ninguna complicación postoperatoria, el 25,2% padeció complicaciones tipo I ó II según la clasificación de Clavien-Dindo, el 13,7% mostró complicaciones tipo III, el 14,6% tipo IV y el 21,0% tuvo complicaciones tipo V. Se llevó a cabo la reconstrucción intestinal de forma más prevalente en aquellos pacientes que no tuvieron ninguna complicación en la primera intervención (35,4%) y en los que presentaron complicaciones leves tipo I y II (33,6%). El 12,2% de los pacientes tuvo que reingresar tras ser dados de alta, sin embargo no se hallaron diferencias en el porcentaje de reconstrucción en función del reingreso.

Analizando más detalladamente las complicaciones derivadas de la intervención de Hartmann, en relación con la infección del sitio quirúrgico hubo un 16,9% de casos con infección de herida quirúrgica y un 9,6% con absceso intraabdominal. El 4,1% de los pacientes presentó una evisceración. Hubo un 6,8% de complicaciones relacionadas con el estoma. El 4,3% de los pacientes presentaron un íleo paralítico.

En cuanto a las complicaciones cardio-respiratorias, sucedieron en el 34,3% de los pacientes, las complicaciones urinarias en el 10,1%. El 4,3% de los casos presentaron una complicación hemorrágica y el 6,6% otras complicaciones (Figura 7).

Desde la intervención de Hartmann hasta el momento del análisis de los datos, han fallecido el 67,5% de los pacientes intervenidos. Una vez analizadas las causas de éxitus, observamos que del total de pacientes fallecidos, el 29,0%

murieron en el postoperatorio inmediato (30 días) y el 3,1% en el postoperatorio tardío (>30 días), el 32,5% falleció por progresión de enfermedad maligna y en cambio, el 35,4% de los pacientes fallecieron por causas no relacionadas con el proceso.

Cuando analizamos las causas de éxitus en el postoperatorio inmediato, la más frecuente fue el shock séptico (56,5%), seguido por las complicaciones médicas (21,8%), las complicaciones quirúrgicas (13,9%) y el agravamiento de comorbilidades del paciente (7,8%).

Figura 7. Complicaciones derivadas de la intervención de Hartmann.

Los valores numéricos representan el porcentaje de complicaciones.

0 5 10 15 20 25 30 35 40

Cardio-respiratoria Infección de herida Urinaria Absceso intraabdominal Estoma Otras Sangrado Ileo paralítico Evisceración