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(1)

Ai!o 1. MIÉRCOLES 16 DE FEBRERO DE

1855.

NÜM 5.

ECO

^ DE

U

PERIODICO

VETBBIIUBIA.

i

E INTERESES MORALES Y MATERIALES.

Sale á luz cada i|uince dia<.

En Muirido i s.al mesy 12en provincias por Irimeslre rcmilieii(li) MI impoílesnbreci n eosen caria Iranca á la orden del adminislrador.

Los señores suscritores de Madridque no

hayan recibido el segundo número del perió¬

dico, se servirán pasar

d

casa

del Adminis¬

trador, de

nuevey

media

d once y

media de

la mañana y

de tres

á

cinco de \la tarde,

para

recogerlo

y

rectificar las

señas

de

su

habitación.

^O ^

¿QUE ES LA VETERINARIA?

{Continuación.)

«La Veterinari»ennuestros dias no comprende solo la medicina de los animales; esalgomas,es un ramo

importante

deproducción, es ciencia de ri¬

queza.»

Asi seespresa eldigno catedráticodeAgricultura

y

Zoonomología

de la Escuelasuperiorde Veterina¬

ria, D. José

Echegaray,

en su discurso

inaugural

de 1850, y nosotrosvamosá demostrar la exactitud de estejuicio.

Mientras que nuestros caballos, tancelebrados antes, degeneran y

disminuyen

en número; mien¬

trasquenuestralana, tan codiciada enotro

tiempo,

seclasifica

hoy

como de tercera calidad; mientras quenuestros animalestodos y susproductosse pos¬

terganenla actualidad á los deotrospaises; en es¬

tos aumentan ymejoran cada dia. Y sin

embargo, España

reúnetodas las condiciones àpropósitojiara el progreso de la industria pecuaria, alpaso quelos cstranjeros, que mas nos han aventajado, tienenque luchar conlos inconvenientesdeun climaingratoy nebuloso. ¿Cuáles, pues, lacausa denuestra enor¬

me inferioridad relativa? La

ignorancia

de lasven¬

tajas que nosreportaríael dedicarnosconasiduidad á lacria de losanimales; la ignoranciadelos medios que paraello debemos emplear. Así continuamos vejetando en nuestro sistema antiguo, sin tratarde remediarlos vicios radicales de que adolece. Entre

tanto casitodas las nacionesde

Europa

selanzanen la via de la

prosperidad, empleando

con sus anima¬

les los cuidados mas

esquisitos

y

minuciosos,

que

Stí suscribe,enMiidriden CH.sa del administrador D. Ga¬

briel Marlorell, calle delArco de Sania María, número30,

diario principal de ladirecba, y en la.s librerías de Bai ly Baillicre, calle del Principe, y en la de Luesla, ralle Mayor.

una

inteligente

observación regula, y á que sirven

debase principiosaltamente filosóficos. Estos

prin¬

cipios

y los ingeniosos procedimientos que de ellos

emanan,

constituyen

una ciencia, que, aunque na¬

cienteennuestrosdias, ha rendido ya

opimos fru¬

tosá cuantos la han cultivado.

Puesbien, estaciencia, llamada

Zoonomología,

Zootecnia,

Zoopedia,

etc., y que

tiene

por

objeto

la

multiplicación

ymejora de los animales

domésticos,

no es otracosa que una nueva

ampliación de los

co¬

nocimientosveterinarios, que, limitadosen su ob¬

jeto por mucho

tiempo

á la conservación de aque¬

llosseres, al constituirse en dicha cienciano han hecho masqueperfeccionar, engrandecer sus mi¬

ras, dilatar el campode sus

aplicaciones.

Lo que acabamosde decirquedará completamen¬

teevidenciado, si

probamos

quela Zootecniareco¬

noce las mismas bases que la Medicina veterinaria,

y que no puede prescindir de sus auxilios.

Con efecto: consistiendo la mejorade los anima¬

les enmodificacionesmasó menosprofundasopera¬

das en su economía,esindudableque para llegar

à

obtenerla, se necesita conocer la

organización

y funcionesde los mismosanimales; y

hé aqui

como la Zootecnia tienepor apoyosfundamentales la Ana¬

tomía y

Fisiología

veterinarias. La

Patología

la es

gualmente necesaria, porque,

siendo la

generación

ycruzamiento unmediode mejora, quizáelmas po¬

deroso, deben elegirseparaestefin individuosexen¬

tosde

cnfermedadesyhasta desimples predisposicio¬

nes, si sehan deconseguir productossanos y

robus

tos. Estambién

indispensable

á la Zootecnia el co¬

nocimientodel Estetior de los animales domésticos, porque su conformación debe decidir del destino que seles

señale.

Toda la Medicina veterinaria es, porotra parte, una ramaesencialé

integrante

de la Zootecnia, porque para

mejorar

y

multiplicar loa anímalea,

esnecesario conservarlos, es decit, pre¬

servaries de lasenfermedadesy

curarlos

cuando las contraigan. Ypor

último

la

Zootecnia

no esmasque

unacontinuación de laHigiene, pues que sevale en sus

procedimientos

de los mismos agentes queesta,

(2)

KL ECO

si bientiene que

utilizarlos

en una

escala mas es.

tensa, y

recurrir á otros medios que están esclusi-

vamente bajosu

dominio: asi

es que

algunos auto¬

res ladenominan

Ilùjionoinia éHigiene aplicaría.

De todo loquedejamos

espuesto podemos con¬

cluir que

la Veterinaria tiene por objeto, ailemás de

la conservación, la

multiplicación

y

mejora de los

animalesdomésticos.

Bosquejemos

ahora

su

importancia, considerán¬

dolabajo este punto

de vista.

Ya dijimosque

el interés de las ciencias físicas

sedetermina porla mayor suma

de utilidades con¬

siguientes

á

su

aplicación.

No

pretendemos nosotros postergar á la Veteri¬

naria, laFísica,

la Química, ni la Historia natural

por

ejemplo. Seria absurdo negar que cada adelanto

de estas ciencias marca un

grado de

progreso en

la

civilizacióndélas

naciones:

que

de

su seno

han

sur¬

gidoy

surgirán eternamente los verdaderos filósofos:

quesu

incesante perfeccionamiento es, por decirlo

asi, la

guadaña

que

siega las preocupaciones del gé¬

nero humano: que

la Industria, la Agricultura, la

Veterinaria misma

reciben de ellas inmensos bene¬

ficios. Pero tampoco

ignoramos

que

las necesidades

apremiantes

por

escclencia, universales, que prefe¬

rentemente exigen la

diligencia, la atención toda del

hombre, sonlas

de

procurarse

alimento y vestido,

y que

la ciencia

cuyo

inmediato objeto sea satisfa¬

cerlas, es la mas

noble

y

la

mas

indispensable, re¬

presentando al mismo tiempo el colosal edificio de

lariqueza

nacional á

cuya

formación concurren con

sus progresos

todas las demás ciencias físicas.

Yno

podía

menos

de

ser

así: la conservación del

individuoy

la propagación de la especie son los dos

preceptos

impuestos al género humano por el autor

de lanaturaleza; y sin asegurar

sobre la tierra la

abundancia ycon

ella la

paz y

la dicha, ni uno ni

otro

pueden

ser

observados dignamente. Hay pues,

dos leyes

capitales

que

rigen al hombre, y ambas

descansanen la ciencia de la

producción,

que es

la

ciencia universal.

Laindustria y el

comercio

no

representan otra

cosa quela

aplicación de los producto.sá las comodi¬

dades, y elmutuo

cambio

que

establece el eqiliu-

brio entrelaexuberancia deunos

bienes

y

la

caren¬

cia de otros. Son ciertamente

el molde donde toman

forma las

primeras materias, y el regulador, el dis¬

tribuidornormalde

las satisfacciones

que

la riqueza

crea. Mas ¿de

dónde parten

,

de qué dependen in¬

mediata,

esencialmente estas dos ramas tan estensas

de laactividad

humana?—Indudablemente que de la

producción.

«Concedido que

la producción

es

el objeto pri¬

mordial de las

tendencias del Jíombre,

se

nos obje¬

tará; pero

la Veterinaria,

aua

comprendiendq en sí

á laZootecnia,no asegura

sino la produccio|n ani-

: mal: los vegetales son

del dominio de la Agricul¬

tura.» . I-' . ■

Es

positivo

que

entre los productos naturales.

los

orgánicos

son

los

que mas

inmediatamente in¬

teresan; y que

sería

una

calamidad despreciar el

cultivo de las plantas para

dedicarse

con

esclusion

á lamultiplicación y

mejora de los animales.

Pero téngase presenteque

los alimentos suminis¬

trados por el

reino animal contienen en general

mayorcantidad

de materias nutritivas que los que

estraemosdelos vegetales: queconsus

productos

abrigamos mejor

la desnudez

; y que

los animales

domésticos nos prestan

servicios inmensos : sus

fuerzas, su lealtad,su valor, su

ligereza,

su

inteli¬

gencia, sus

instintos, todo,

enuna

palabra, cuanto

deellos emananos interesa mas

directamente. Aun

cuandosu

multiplicación

en un

pais llegue á parecer

escesiva, no por eso sus

habitantes han de sérmenos

dichosos: el comercio de las

animales

es

siempre

lucrativo para

el propietario

que

los posee con

buenas cualidades, y sus productos

contribuyen

poderosamente

á sostener la riqueza industrial.

Y si esto es asi ¿quién

podrá

negar que

la mul-

tiplicacioe

y

mejora de los animales debe ser una de

lasatenciones

preferentes de

un

estado? ¿Quién po¬

drásostener con fundamento que

la Veterinaria

no

esdigna deoc:jparotro rango en

nuestra patria.^

Además, laSabia

Providencia, al relacionar unas

conotras las necesidades

del hombre

,

ligó también

estrechamenteá las

ciencias

que

de ellas

se ocupan

entre sí; y de

aquí

que

la Veterinaria sea de todo

punto

inseparable de la Agricultura.

De intento hemos dejado para este

lugar cuanto

anteshubiéramosponido

decir

acerca

de la influen¬

cia de la Veterinaria en

la Agricultura

,

porque

deseamos quese

fije mucho la atención en este punto,

tanto masinteresante cuanto que en

nuestra nación

se sigueuna

práctica puramente rutinaria y en en¬

tera

oposición

con

lo

que

prescriben los adelantos

de laciencia

agrícola.

Nosotros vamos à

prescindir completamente en

estasconsideraciones

de los servicios

que

los anima¬

lesprestan

al cultivo de las plantas, en todo lo que

hacerelacionàsu

trabajo mecánico; únicamente nos

ocuparemos

de las utilidades que rimlen sus des¬

pojos.

[Se

continuará.)

RSPLORACIONDo L\S

IIIAÜDICACIO.NES ENC.S.N'ERAL,

[Conclusion)

Dijiinos en

el núaiero anterior

que

para (lelcnninar el

niieiiibro queelaudica

debe rxaininirseal aiiiiiiale«marc/irt

y enlaestación,y sentamos

algunas regias para eondu. ir¬

nos en el primer caso; á

continuación

vatno.s

ú ocuparnos

del segundo.'

Examendelanimalenla

estación. Cuanilo los animales

.se ven ostigados dui ante

el

reposo, se

apoyan enérgica¬

mente enel terreno, y, teniendo que

desplegar grande»

fuerzas musculares paracolocar.se e.nuna

estación forzada

suelen nindiasveces uianifi'Slar el

dolor

que

espcrimentan,

dándonos á conocer por

consiguiente la estremidad

que padece.

Enla estaciónlibre,la actitud de

cada miembro sumi'

(3)

DE LA VETIîaiSAlUA.

niitra tanibii'ii inibciusimportantes. En general, el inieiii- Itro enrerinose separa ilei centro de gravedad ¡lara reiniiir

ilosdemás elpeso que lecorresponde suportar y eximirse

de las presionesque sobre él se ejercen; las eslremidaibs

sanas,porel contrario,seaproxiiuuiá dichoreiilro.Cuando

jissiifiiinienlos residen en los talones ó lendone.s, el aiii- niel apoyael pié porlaslumbres, luienlras(|ue otras veces,

comoI nla iiiT'Snra, solo se apoya en la parte posterior

delcasco. Por ¿Itimo, si el dolores muy intenso, el animal tieneconstantemente levantada U eslremidad;pero cuando

es innyieve,esnecesario idtservar ton detenimiento sobre quémiembros se apoya depreferencia para sus|>ecbar con alguna probabilidad encual de ellos existe la causa de la

claudicación.

Tales son las principales basesque han de guiarnos en ladesignación del miembro que claudica. Una vezdeter¬

minada,aun cuando de ello no nos quepa una ent.ra se¬

guridad, debemos pasará Ajar el

Sitioy naturaleza de laafección. Como (|uieraque el

casco, |)orla [iráclica de la licrradnra, por la vaseularidad

ysensibilidadcstremasde los tejidos cpie encierra, por su continuochoquecon elterreno, por el enorme peso que gravitasobre él, etc., es con tanta frecnoiicia el sitio de afecciones que, si se descuidan, pueden ocasionargraves daCos; debe empezarse porsu e.xúmen esterior la esplora-

clon directa de las claudicaciones, pasando despue, à las regiones superiores de ios miembros. En estasinvestigacio¬

nes,apreciaremos por la vista loscambios sobrevenitlos en la forma, vidúmeny nireccinii de las partes; así comosus soluciones de conlinui lad: por el laclo, conoceremoslas

mndilicaciones de forma,consistencia movilidad, sensibili¬

dad, calor, etc.; porel nido,se percibirán los ruidosanor¬

males, talescomolacrepitación del enfuema, de tumores sanguíneos, de huesosfracturados o lujados.

En elcasen^

observaremos si la herradura

no

está

cu perfecta relación con él, delo cual puede depender cu mii- cboscasos laclaudicación: si existe el palmitieso , honiii guillo, gabarro,estrechamiento detalones, cuartos, razas, galápagos;sihay calor aumentado úotrjs indicios de cual¬

quieralesion.

Si nada se ñolaenelcasco,continuaremos la esplora-

cioii liácia los radiossuperiores, buscando sucesivameiite

losexostosis, sübietendoiies, hidrartros, heridas, artritis;

lujaciones, fracturas, y, por último, cuantas afecciones pueden tenerasientoenlosdllerenles tejidos quej;oncur- rená la formación delas eslrcmitlades. Este examen debe hacerse comparando las diversaspartesdel niieinbr.i afecto

Con las correspondientes del sano, y ejecutando en cada articulación los movimientos que normalmente la son pro¬

pios; pero con el cuidadode practicarlos en el inisni;'sen¬

tido y estension , pues de lo contrario podríamos creer procedentes de lina enfermedad los dolores que iiosolios mismos produjéramos en la esploiacion. Tanipocj debe perdersede vistaquela liinilacion de los movimientos del

miembro eii su totalidad, estanto mayor cuanto que ia afección artríticaésta mas proiima ai tronco.

Si despues de haber empleado todosestos medios n.ida hallamos que nos indique lánaturalezaysitiode la claudica¬

ción, sedeshieiraal animal, serebaja elcasco y secompri¬

me c lU las boe.isdelastenazasdeherrar toda la estensi.11

del borde inferior dela muralla en su union conla paniia,

empleándose t.imliien la percusión con el martillo, conoh jetodo apreciar el ibdort si existe, y la desigualdad de

resistncia ó de sonido que pueda haber.

Cuando han sido inútiles todas estas investigaciones,

secoloca pnr mdnrcion el sitio de la cojera 011 las regiones superiores de los miemlirus, en donde el espisor de las

masas mnsciiiaresse oponeá uiiaespluracinnminuciosa.

Eii todos los casos, el profesor delio tener presente,

como no principio esencialpara eldiaguó.-.tico delasclau¬

dicaciones, «que ha de llallar.se lina relación exacta entre la intensidadae lus efectos manifíestos y la sutiuieiicia de ia

Causaá que se les atribuye.»

TRANSFUSION DE LA SANGRE.

DeEl Heraldo Médico, cstractamoslo quesigue:

•En unnúmero de los Anali Universali di Medicina de

íiibin, se refieren seis esperinienlos praclicados por el

doctor Giovanni Polli sobre la Iran.sfusio.i de la sangre.

Primeresperimenln. Pidli abrió laarteria crural de

iin perro, ydejó salirsangre basta que se produjo el des¬

mayo. Elperro hizo.algunos moviini'iitos con suscstremi- dadis, vaciló ycayó en tierra comouna masa muerta. Po¬

lli desfibritiü l.isangredel mismoperro, la filtróy laiiivcc- después pormedio deuna jeringuilla enla vena viignlar:

lk?gó á perderel calor bast.a0° ó G"centígrados: lormina- da la inyección,elperrose levantó: la respiración volvió ásnritmonormd; losojos, ya casiopacos, se le reanima¬

ron, y elanimalempezóá amlarporlasala.

Segundo espcrimenlo. Sepracticóen unperro gran¬

dederaza inglesa; el animal cayó en tierracomo ouierto;

larespiración era impercepiililc. Polli iiiyecló, como en el primercaso, lasarigri deslibiiiiada y filtrada. Al cabo de algunosminutos, elperro pareció resucitar; por fin á los cinco dias recuperó todas sos fuerzas y fué reservado para el

Terceresperimenfo. Este mi.<!mo perro fuédesangra¬

dohasta que 110dió la menor señal de vida. La inyección

déla sangrofuéInútil; elanimal estaba muerto.

Cuarto espcrimenlo. Se practicó en una yegua do ochoaños de edad, de raz.ihúngara, disecandoy aislando la yugular izquierda hasta dos pulgadas. Se abrió la vena, ycuandosalieron veinte libras de sangre, la yegua empe¬

á vacilar basta caer como muerta, pálidas las mucosas aparanles,los ojos hundidos y cerrados y sus miembros completamente relajados. Polli calentó la sangre hasta bis 40"centígrados, li.lbiendopermanecido el animal en tierra veinte minutos duranteesta Operación. Se Iilzo lainyección

con lina jeringa grande, lardando meda h.r.a en Inyectar

diez libras. Euipezó á movérsela yegua, y al cabo de nn.i hora sela ayudó .á Ivvantir. A losveinte miniilos se soste¬

nia porsí misma ; pero volvió i raer como dnsfallecida,

con(tobares que man festaballevándose la caiiczi báriael vientre, bastaquemurió entre convulsiones. La autopsia (leraoslró que suestómago éinlestinos estaban muy iníl.i-

inados yllenos deun humorgelatinoso.

Quinto espcrimenlo. El autorse valió de nli raliallo

(le 14años,de r.izahúngara, muy demacrad1 y ciego, al cual estrajo de la yugular cinco bbr.isdesangre, cuya tciii-- peraluraera ¡le 35" y su peso específico de 1,020: antesde

estaoperación daba 45 pulsaciones por minuto y haciaseis respiraciones; después de la sangría, las pulsacioneseran 48 yl.is respiraciones 15 por minuto. Guando el anioial cayó en tierra, se le inyecto ;(1 instante en la vena viigniar

derecha la sangredeslibrinadayfiltrada, bienal bahía sido estraida media hora antesde otro caballo. El calor de la sangre inyectada era deo.ñ" centígradosy el pi s.» específi¬

co de1,023. En elespaciode veinte minutos sesle inyecta¬

rondos libras y media desangre: se ligó 1,1 vena porenci¬

may pordebajo de la incision, se reunió la herida esterior

y se abandonó el caballo á la suerte Al pocotiempo dcl.i tra-fiision, estuvo muy iminleto y desazón,ido: sn pulso daba 50 latidos, intermitentes unas veces y otfas bispil-

sanies; lasrespiracioneseran 44 porminiilc; pero cslciti- rosas: el impulso tónico ibdcorazón muy desor.lcna.lo.Al cabo de unalioia la respiración y el pulso se inoi'craron

uuiclio: á las (los horas se lovaiHó el caballo, bebió agua

con nnicba ansiedadycomió forraje. Al diá siguiente esln

voalegro: comió muybien,-el pulso latía 72 ve os y tenia

(4)

TliÉS RS. AL nres.

ni·Iio respiracionesporminuto. Se

restableció

enteramente

cianimal.

Soslo esperimento. Al cabo de nna semana, enque

cl

mismo caballo estaba perfectamente

restablecido

,

fué ob

jetodeesteesperimento; so le sacaron cuatro

libras de

sangre y sele inyectaron tres. El

caballo cayó

en

tierra:

se inquietó; pero á muy pocas

horas

se

levantó, comió

y

be¬

bió. y porúltimose

restableció

como antes.

Estos csperimentos demuestran que

los animales á los

cualesseles lia sacadounagrancantidad desangre,

pueden

volver al ejercicio desus funciones

transfundiéndoles

una

ciertacantidaddesangre privada defibrina ; yque

la

san¬

gre inyectada putde proceder

de

otro

animal de la misma

I.vpecieyestraiday

preparada de

antemano.

31. Rosaba practicado basta 119

csperimentos sobre la

iransftision (lela sangre, j sus resultados

couOrman los

iditenidos por el doctorPolli:un

animal desfallecido

ya por

la perdida de muchasangre,

puede restituirse á la vida,

transfundiéndole unaciertacantidadde sangre arterial de-

o'.roanimal.»

Los espeiiinentos que acabamos

de citar han recaído

directamentesobre animalesdomésticos; á los Veterinarios

pues, yá las Escuelasde

Veterinaria

,

sobre todo,

toca re¬

petirlos yjmblicarconentera

exactitud los resultados

que obtengan.

Latransfusion de la sangre era yaconocida de los

anti¬

guos, y seba

empleado .sin

suceso en

el hombre

y en

los

animales, porloqueestaba

abandonada. El éxito particular¬

mentebu fracasado cuandose operaba la transfusion con sangre deunanimal deespecio diferente; y

hay

quetener siempre mucho cuidadoeti que no se

introduzca aii

e en

la

venaabierta. Pero enestasrecientes obsei vacionesde Polo

y Rosa, desfibrinan lo la sangre,

hacen

esperarque

tal

vez llegueun direnqnela Terapcnlica posea

el preciusocuanlo

fácilrecurso dedevolver la vida á unanimal ¡áunhombrel próximo áservictima de una

hemorragia

,

de

un

estado

anémicoengeneral. ¿Y quién sabe si de

aquí resultaría

un midió directo de combatir algunas enferinedades consi¬

guientes á lahidridiernia,en

fuerza de ensayos?—Nosotros

no nosatn vemos ni aun á suponerlo con confianza; pero

creemosque dvbe trabajarse

muclio sobre

este punto.

Tenemos ála vistael prospecto deun nuevo

periódico.

El Aíbcitar,cienlilico ydefensor de los intereses

morales

y materialesdelos

profesores de albeileiía.

Nos ha parecidoinmejnrablo i-i

pansamienlo,

y estamos plenamente convencidos tieqne

lo

será

tambieu el dcsem-

peúo. Sobre lodo, es por

mil títulos laudable la delcrmina-

cioii que sus redactores han

adoptado de publicar las bio-

graCas antiguasy modernas de

todos

susautores-, pero nos seria muy grato que inaugurasen

la colección

con

la del

íMífarde lasiguiente certificación, cuyo

original obra

en

nuestro poder;

■Certifico yo Maestro de

Herrador

y

Albeitar de

Comoabiendo asestid unamula de qne latrajoel alú¬

danledel atode lasCabras Con nn Lobado Agudo y estan- dida asistiendo Cuarenta oras Con la maior £sactitud de

medicamentos deloqnenosepudo Consegir

el aliblo murió

l'orbeuirla Gangrena mniCunpliadn del

bolumen de Cuatro

panesdeCandeal ysubiendo la ynílamacion Como

Espuma

ICiinostico que di a sucriado de que alas

btinte

y

Cuatro

oras moría y silatrataria por mcludu que durase

Algunas

orasmas.

misdererbos los debotia y otros gastos treinta y 1res Reales."

Cmcuerila exactamente con el original,esceplo en las panículas queypor (cuandoestán

separadas) lasjcuaU-s

se escribi-ron enabreviatura.

Donde, haypuntos suspensivosse han

omitido los

nom¬

bres propios.

Segon leemos enel Bolelin de

Veterinaria,

«parece que

la inslani la quehicieron al Eiemo. Sr.

ministro de la Go¬

bernación liis veterinarios de primera clase residentes en Barcelonaá nombre de lodossus compafterns, lu pasado

alConsejode Sanidad del Reinopara(|ne

informe lo

que se

leofrezca yparezca; y dado casodeser conforme á

la Ir-

gislacion vigente leque los reciiirentes

suplican, forme el

correspondiente proyectode reglamento para

el

i

jercicio

civil dela Veterinaria.»

Sluyenbreveempezaremosá ocuparnos

de

tan

impor¬

tante asunto; recordando iniretanto á nuestrossuscrilores

qne tienenà sudisposieion las columnas deEl

Eco de la

Veterinaria, y que seinsertarán gratiscuantas

indieacio-

nesjuzguen oportunas'.

ADVERTENCIAS.

1.* Desde1.° dejulio próximosedestina para socorros

el 25por 100 de las

utilidades

que

dije la snscrielon, coD-

tando para esta feeba con

la mitad del 50

por,

100 de las

qnehaya baliido enlosmeses

de abril,

mayo y

junio. El

25 por100 r.stantp

quedará

para

premiar

meiiiorias

sobre

trabajosque se designarán;

las utilidades de

enero,

febre¬

roymarzo, sereservan

¡olegras,

como s'

dijo

en

el pros¬

pecto, para

fondos del periódico.

L"Ssuscriloresque deseenser agrac

ados lo solicitarán

de la Redacción, csponieiidososméritos y

necesidades; la

Redacción lomará secretamente los informes

suficientes

de quien juzgue oportuno, y

justificado

que sea

ciiaiito

alega el capónente,

procederá

à surecompensa,

exigiendo

rieibo formal de este, y publicándolo en

el periódico. Si

concurriesen casosigualesentre varios

necesitados,

se

ha¬

unalepartieion eqiiitaliva

ó

so

sorteará,

según

lo deseen

lisinteresados.Perose advierte que cu igualdad

de

nece¬

sidades, laReilacciiins-idecidirá sin

vacilar

por

el

queme jorcoiidncta

moral

y

cienlifica baya observado.

Todoelque¡lara eldia cuque

solicite

socorro lio

l

ere

tres mesesdesuscrilor, notiene d reclio á aiisilio alguno;

para los dciiiuscasos,

también

se

tomará

en

consideración

el tiempo que cuenten

de abono al periódico los solici-

tantis.

Alas,como que nuestro

objeto

es

hacer todo el bien

po¬

sible,atenderemosenjusticiacuantas

observaciones

se nos llagan, á lin deproiederenesta

medida

con

el mejor acier¬

to yequidad.

I." Hemos eredo oportuno presentar en cada

número

del pcriü-dieola corrección

de las

erratas mas

importantes

cometidas enel anterior; y noob-taiite que en cada tomo

dela obracorregiremosigualmente

las

que

corresponda, lo

liaremos lauibiciieii elperiódico desdeboy.

PERIODICO NUM. 1.*

Pág. Colum.

Un. Dice.

2 id.

3

Pdg.

1

9 id.

12 2.*

id.

1.*

5 7 28

Lin.

conferar

aprobadle

estas

OBRA.

Dice.

Léase.

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Léase.

14 Albert 18 neumoioilis 26 parda

25 alguna análoga

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Imprentade A. Martínez, calledelaColegiala, niím.11.

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