AÍÍO II.
'Il
SABADO 5 DE AGOSTO DE 1854. NÚM.
39.
EL DE U
PERIODICO DE INTERESES MOIALES Y MATERIALES.
REDACTADO POR
O. Tîïi/^fuoE ^i/îUx-à y- nXccttí, (J)i ^elíw ^ (D. Jueoacw S.
SE PUBLICA TRES VECES AL MES.
PRECIOS DE SUSCRICION.—En Madriil, por un mes, 5 rs.. por 1resid. 8. Enprovincias, portresid. 10. Ul¬
tramary estrangero, por unaño, 50.—PUNTOS DE SUSCRICION.—En Madrid: En la Redacción, Plazuela de San Ildefonso,número 1,cuartocuarto; enla librería de Cuestaó en la de Bully-Bailliere, y en la litograSa de Mejía,
calle de Atocha, niim. 62.^Enprovinciasen casa de loscorresponsales cu los puntos en que los hay, ó girando
etra sobre correos á favor del Administrador, D. L.P. Gallego, encarta franca.
ADVERTENCIAS.
1.*
J[iOS
acontecimientosfolíticos
por queacabamos de
pasarhan hecho imposi¬
ble la
publicación del número de El Eco
cor¬respondiente al dia 23 de julio anterior. A
sudebido
tiempo indemnizaremos d nuestros
suscritores de esta
falta.,
que noha estado
en nosotros evitar.
1
2." Aun cuando en la nota
primera de
la
página 139 de este periódico dejamos ad¬
vertido el verdadero
lugar
quecorresporAe
a/ESTADO ocupa
la página 140,
noserá
inoportuno
quehagamos hoy la siguien¬
te aclaración:El referido ESTADO debió co¬
locarse
después del párrafo
quetermina
:«medio es de 1840 litros de lechepor aaos.»
RELACIONES BÈ LA VETERINARIA CON LA LIBERTAD NACIONAL.
Amamantadosnosotros conlas mas puras ideas liberales, entusiastaspor convicción de las institu¬
ciones salvadoras del
pueblo,
amantes fervorososdel progreso, de la
dignidad
yde
la honradez;séa-nos
hoy permitido
entregarnos dulcemente á ,Iacontemplácion
de esta era feliz que se inaugura,en que la moralidad y
los derechos
del hombre empiezanáserrespetados
en nuestra adorada pa¬tria. ¿Yá quéotros sentimientos
pudiera
habernosconducido,
prescindiendo denuestra educación in¬fantil, el estudio de una ciencia que, como la Ve¬
terinaria, está ligada íntimamente con la fortuna del
pobre,
conla agricultura,base capital
de la ri¬quezadeun estado? En la prosperidad, en elsupre¬
mo prestigio deque gocen las ciencias físicas, pue¬
de, sin duda, conocerse la situación floreciente de las naciones: donde
preponderen
las ciencias co»-vencionales, las impropiamente RpjHpidas ciencias,
las que no tienensus raicesen la naturaleza misma, ni admitendemostraciones, ni discusión, ni exámen, ni tienen unautilidad práctica, física, inmediata y reconocida, donde semejantes ciencias
imperan, desgraciado
pais!Desatendidasen
España
portantosaños
las exi¬gencias masesenciales, únicamente quedaba al tris¬
telabrador, alproductorpor escelencia, unmalpe¬
dazo de pan con que acallar el hambre de su
hijos;
mientras onerosos impuestos le hadan sucumbir mártir de sus afanosos
trabajos.
Y como una con¬secuencia forzosa de tan crueles males , langui- docia la industria, el comercio era
insignificante,
y lasprofesiones
queprestan sus servicios, no áunoscuantos magnatesen
particular, sino á la
gran masa de losciudadanos, teniendo á su vez que sub.sistirá espensasdel
pueblo exhausto, perecían
en un con¬flictoaterrador; y la
desesperada abyección,
la con¬fusion, la inmoralidad, el escándalo eran inevita¬
blesenmedio de la
general
angustia.Lasclases médicas, por
ejemplo,
han hecho es¬fuerzos inauditos hastaconseguirun
arreglo
de par¬tidos, que ha
mejorado
un tanto, muy poco, sudesgraciada existencia. Mas
quéresulta?Ya
los pue¬blosprorrumpen en lastimosas
quejas
contra ese mismo arreglo,que solo es para ellos un nuevogravámon,
no obstante el cuidado sumo quehan
EL ECO
pnesto en atenuarsu
influencia. El médico pide re¬
compensapor su
trabajo, por sus estudios, por su
capital malgastado,
queno -podrá recuperar, por su
juventud empleada
enadquirirse una vejez próxima
indigente...y
los pueblos, en la estenuacion terri-
iffeen que seencuentran, se ven
precisados á ne¬
gar
todo auxilio á
esabenemérita clase, que los con¬
suelaen sus
padecimientos físicos,
quelos sustrae á
tas garras
de
unamuerte cierta, que tantas pruebas
da, enñn, de suamor
á la humanidad!
*Clamamos también nosotros por
el arreglo de partidos
enVeterinaria; pues que, colocados en
circunstanciasidénticas
á las dedos médicos, nada
masjusto que
el
queno senos deje en el desamparo
masodioso,
abandonados á los increíbles abusos de
queestamos
siendo objeto y cuñimente engañados
.por
los
que noshicieron concebir una parte de la
compensación
quemerecíamos. Clamamos con jus¬
ticia el arreglopara
el ejercicio civil de la profe¬
sión, sí; pero es seguro que
la respuesta unánime
delos
pueblos-es la de
negarnosel pan como á los
médicos, popque sos
pequeños caudales han sido
ya
muchas
.vecesconsumidos para satisfacer otra
-serie de necesidades
estrañasicompletamente á las
isnyas
verdaderas.- Y
entan deplorable órden de co-
-9as, el
veterinario, el
que masinmediatamente vela
•por
los intereses: del pobre, el amigo ,y consejero
.qpe
debe
serdel agricultor, el vigilante mas cerca-
(#o.de< lariqueza
.pública, ha maldecido
susuerte y
.pace
obscurecido, calumniado en la po.sesion de sus
conocimientos,,escarnecido en
la
recompensade
sus .desvelos,ydefraudado de
unamanerainicua
yver-
,gonzosa en sulegítimas esperanzas. Y los;pueblo^
^rociKtores,
losdque mas debieran reclamar.sus an-
xilios, susamigos netos, se
hallan
enla fuecesidad
de
repudiarle de
su seno,de marchar á ciegas en
sns
prácticas agrícolas, de
noutilizar ninguno de
los maravillosos recursos que ofrece
la "Zootecnia^
de acogerse, por
último, á
esegrupo de hombres
.que, con
el nombre de albéitares, solo pueden, en :^or, herrarles
susanimales con algún acierto,
salvasmuyescasas
escepciones!
Bien sedeja
ver,.cómo las finstituciones libera¬
les, lasque
protejan ála agricultura, la industria ,y
^d-comercio,. las
querebajen los impuestos, las que
ríavorezcaná las ciencias físicas, auxiliares injpres- -ijindibles de la,produccion, las que promuevan, en
.una
palabra, la riqueza nacional, están en una rela-
.qjon
estrecha inseparable
conlos intereses de la
Veterinaria, con sus
adelantos cienfíflcos,
conel
bienestar desus
{profesores
enla práctica civil. Y
.$ivenimos
ahoraá la Veterinaria militar, no podre¬
mos menqsdereconoceren
los gobiernos libres
sea-,)jmientps de defereiicia, llenos de dignidad y sensa- _^z, Júáqi^las profeiBiones. Gíentíficas: no. podremos
,.inenos
,die coáltar
en quelos sinceros amantes de
,ta,
justicia concederán á los veterinarios militares
,toda
|lá protección, á que son acreedores. Así
.lo
hemos
esperado varias
vecesde la rectitud del
ge¬neralConcha; así lo
esperábamos, hace
muy poco, de una honrosa determinación delgeneral Dulce;yasi lo esperamos
hoy de los liberales á quienes
incumba dictar resoluciotannoble como generosa• Luego todo
veterinario,
que seahombre de bien
es necesariamente
liberal;
supatriotismo
,su amor
ásus conciudadanos, su
porvenir
yel de
sufamilia,
hacensuponerle
adicto á la santa revolución opera¬
daen el régimen
social de nuestra España.
Ahorabien: nosotros que,
desde la fundación d®
El Eco, venimos
defendiendo los legítimos derechos
deuna clase de la
sociedad, tiranizada, abyecta,
relegada
á la inconsideración mas injustificable, es¬
carnecida en lo
general de la opinion pública
yal
mismo/tiempo tan
meritoria; nosotros
que,con bas¬
tante fundamento,
pudiéramos apellidarnos los
mártiresde ¿a
independencia
ydignidad de la Veteri~
naria
española, hagamos este dia una breve digresión
ennuestrasordinariastareas,y
concédasenos
que,al prescindir de personalidades y matices políticos,
dejemos
consignada nuestra felicitación á todos los
hombres que
han llev.^tdo á cabo el gloriosísimo al¬
zamiento nacional. Pagúese
siquiera este corto tri_
buloá laveneranda
niemoxla
yheróicos hechos de
nuestros bravos
hermanos!/!
La Redacción.
ACTOS OFICIALES,
Sres. redactoresde\El\Eco de la
Keterinaria.
Burgode
Osma
yjulio 14 de 1854.
Mis
apreciables compañeros; Cuando el pueblo
vió elreglamento
sobre el arreglo de partidos mé¬
dicos,algunos
iveterinarios creyeron perjudicados
susderechos por
lo contenido en.el tít. 3.°, art. 25,
pár.
2;°:
yo pormi parte puedo decir, no abrigué
semejante
idea,
perodesde luego eonocí<qae dicho
arlicuio fascinaria la
inteligencia de hombres
.pro¬fanos á la ciencia de curar.
Esta persuasion se'ha
-realizádo por un
hecho
muyreciente.
El cargo
de inspector de carnes
enesta villa, es desempeñado
porel
quesuscribe; y á pesar de que
ningúnmédico ha pensado en apropiarse nuestros
derechos, no hafaltado
quien
porcosas que no sonde espresar en este
escrito, ha dado una mala in¬
terpretación,
ymotivado
queel ayuntamiento pro¬
pusiera
al gobernador la suspensión de este cargo,
puesto que
comprendían que era deber y obliga¬
ción de los médicos.
Afortunadamente, queridos compañeros,
estaprovincia posee un gobernador
protector
de la justicia, quien detenidamente oyó
mis Observaciones y
dictó la órden comuaicada
4 la
eorporacion municipal, de la tque adjunta'«es
copia.
Meha.
parecido oportu;io remitirla á esa redao7
cion,con el
laudabje objeto de que sirva de apoyo
4 nuestros
compañeros
en casosanálogós, yque
el mundo veterinario ocooozca
louón afortiinado
-es IUB'
.profesor
eoimedio
:de lospiaf»r|janiosvC\i|3B.-
doreconocepor
jefe
unprotector,de ,,las eienpias
y
de la ley.
DE LA VETERNARIA. 145
Sin mas, ruegoàVds. su
publicación, de lo
queÍuedará agradecido
B. S. M.,su atento compañero y S. S.
Lucio Escribano Roldan.
«Gobiernode
provincia.—Soria.—Enterado del
oficio deV. fecha 20 de
junio próximo pasado,
en que meparticipahaber acordado
eseayuntamiento
que desde 1.° del actual cesedon Lucio
Escribano
Roldan en el cargo
de
inspector decarnes de esa villa, en vista de loque dispone el real decretode 5
de abrilúltimo, sobre arreglo de partidos
médicos,
debo manifestar á V. he vistocon estrañeza la vio¬
lenta
interpretación
queha
dado esamunicipalidad
á los párrafos 1.° y
2.°
delart. 25 del citadoreal
decreto; pues envirtud de estos solo vienen obli¬
gados
los médicos áinspeccionar
dos veces alaño,
cuando el alcalde lojuzgue conveniente,el estado de
salubridad de los cementerios, mataderos, escuelas ydemás locales, comofocos
posibles
deinfección,
paraver si cada uno de ellos rciine las condiciones que sunaturaleza exige y reclama la
higiene
pú¬blica; por lo tanto no ha debido ocultarse á ese
ayuntamientoque á los
profesores
de,•veterinariapor su
práctica
y estudiosespeciales corresponde
hacer losreconocimientosenlosmataderos, no pa¬
rainspeccionar su policía sanitaria, sino
principal¬
mentepara que examinen comoverdaderos
peritog (lo
que no sonlos médicos)
si lascarnesmuertasen los mismos y destinadas al abasto público puedenperjudicar ó
noá la salud
del vecindario.=En su consecuencia, he tenido á bien anular el ácuerdo de eseayuntamiento,
y prevenir áy.
que el men¬cionado veterinario continúe comohasta aquí en el
desempeño
desu cometido, con la retribuciónque tieneasignada
en el presupuestomunicipal.
Diosguarde áV. muchos años. Soria
9de
julio de 1854.—JuanHerrer.—Señoralcalde constitucional deEl Burgo
de
Osma.»Hechos deesta n.'turalezaserecomieadan suficiente¬
mente porsí solosy la Veterinaria patria debo estar muy agradecida.á la honrns.i laboriosidad del seQor Escribano yálas benéficas disposicionesemanadas, repetidas veces, delseíiorgobernador de Soria.—Jefes tan dignos como estey subdelegados tmicelososcomoel comunicante me¬
recentodanuestra adhesion y cordial afecto. Ahora, y puesto quehahabido.un ayuntamiento tan solícito en dar torcida interprétai ion al «rrej/o de partidos médicos,es
Obligación precisa de cuantos veterinarios españoles ha¬
yadienteestablecidos elestudiar á fondo este pequeño espe¬
que hoy publicamos; sien algo estimansusinte- réses y honor facultativo, para hacerfrenteá tentativas sátiles infundadas y perniciosas á la salud pública,
comola queha hecho el sefloralcalde delBurgo de Os»
ma.—^L.R.
M-s « e-
MEMORIA
SOBRE EL ESTADO ACTUAL DE LOS CABALLOS DE MUESTRO
EJÉRCITO, T HEDIOSDE MEJORARLOS.
{Continuación.)
iPodremos obtener en
España
caballos según re¬clamat} las necesidadesdel
ejército?
Ya es
tiempo
de que entremos en las vias deprogreso, y quedejemos antiguasytradicionalesru¬
tinas: valgámonos del ejemplo de las naciones que poseencaballos de todas clases, inclusos losdelejér¬
cito, sobre todo laInglaterra; deestemodo y con el auxilio delaciencia resolveremos esta interesante cuestión. Tressonlos
principales
ypoderosos me¬dios de quedispone el hombre paraformar caballos ásugustoy son, el clima, el alimento y el cruza¬
miento, sin queporeso deseche los demás recursos
higionómicosycuantoayude á mejorarlos yperfec¬
cionarlos; tampoco consideraremos aisladala acción de cadaunode losmodificadores, sinoobrandosimul¬
táneamente.
Influencia del
clima.Daremos el nombre de clima al conjunto de agentes esterioresen relación con la
máquina
ani¬mal, no solo la temperaturadetermina el clima,aun¬
que con respeto alcalor
hay
mucho que estudiarparaconocerlo tanto en su mayor ó menor grado deintensidad, como enlasalteraciones quesufreen supresentacióny
duración,
pues variasegúnlases¬taciones, meses y aun dias, y difierede un año á otro, por lo que averiguaremos el calor
medio,
que es
lo
que con mas constancia lo caracte¬riza. No es la temperatura la que únicamente
reclama de nosotros un atento y serio estudio, sino el conjunto de meteoros que ocurranen ua dado lugar en combinación cofi aquella y obran¬
do en la máquina animal: estas e.scitaciones im¬
primen
en losórganos modificaciones,
yde aquí aptitudesynecesidades,
y por consiguientecaracte¬resparticulares provenientes de la acción detodos losagentes referidos. Elcaballo no seexime de esta
ley, por esoexisten tantas razas desu especie. La
mismatemperaturaejercerá efectos muy desemo- jantes, sise unenàella la sequedadó humedad. En¬
tre laorganizaciónanimaly el medioen que exis¬
te hayun recíproco consentimiento, un equilibrio
desuexistenciaconel universo,
despues
que aque¬lla adquiera la modificación que la enlaza. Por ésto
secomprenderá que los
climas,
atendiendo á susdi¬ferentes influenciasenlos animales, sonmuy varia¬
dos, y se han de admitirtantas como provincias y mejorcomo distritosy
lugares.
Regiones queestán
bajo una misma latitud ofrecen climas desiguales:la elevación, la situación, esposicion, naturaleza del suelo,
jecindad de las
aguas,bosques,
cadena de montanas, la direccióny aunconfiguración
deestasconotras muchas condiciones físicas cambian los climas hasta loinfinito. Todos estos actuando sobre los animalesles varíansuscaracteresentantogrado,
quellegan á las veces á diferenciar los de dospuntos deuna mismaprovinciay aunentre lugares inme¬
diatos. Este es un hecho, del que se deduce que existen milrazas en el globo, en unamisma nación, y aun en las provincias. Cuándoy
cómo principia¬
ron y
la
manera conque se han sostenido sin masalteraciones, estosolosepuede
esplicar
por la con¬tinuación de las mismas causas. Lo cierto es que
con la
palabra caballo
andaluz, mal comprenderq-mostodos los que existenen el reino deAudalucíá,
ni llamándole
español designaremos
con unasolarazalos queexisten entodas lasprovinciasde la Pe¬
ninsula. Losdel nortedeestano sonlos del centrp, ni estas dos se parecen á los caballos andaluces.
Cada unotiene su fisionomia particular, debida in- dubablemente al conjunto de losagentes físicosy naturales que
los
rodea. Los de Córdoba no sonsemejantes
á losdeJaén,
ni los de estaá las de Gra¬nada, ni lostresdeestosparages
i
los de Sevilla y144 EL EGO.
Serranía de Ronda. Todos
difieren
entresi,
ysi
fuéramos recorriendo lugar por
lugar de España,
hallariamos entre ellos
tales diferencias dignas de
Uamar laatención y que nos
darian
unaclara idea
de queestas no
podian provenir sino de lo que lla¬
mamosclima:soloconuna
descripción
exactatanto
desu parte
física
comoinstintiva
ymoral podría¬
mos
practicar
conconocimiento las mezclas y ac¬
ciones que
intentáramos entre ellos,
ycolocar bajo
lainfluencia de las
mismas
causasla prole
quesalie¬
ra; solo asi
podrían
serconstantes
yduraderas las
modificacionesque
buscáramos. Luego tenemos
que cadapais poseesu razaparticular, sin
quesepamos
el modo conque
la naturaleza las ha formado, ni
hayamosprocurado averiguar las influencias nume¬
rosas que
ha habido
enla constitución de los ani¬
males , y en
particular
enlos caballos
,deri¬
vadas
¿de la acción simultánea de una porción de
agentes
de
queaquellos
sevieron rodeados. Ellas
han ¡do
imprimiendo modificaciones
en suorganis¬
moy
modo de
ser,las
quecontinuando en las gene¬
raciones sucesivashan
llegado á constituir las
ra¬zas queno conocemos
ni sabemos distinguir; nilas
qne intentemos crear
artificialmente se sostendrán,
por
desconocer bajo qué clima ó condiciones físicas
"handevivir para perpetuarse.
Nos falta profundizar
la relajion que
hay
entreel animal
yoí mundo
es- terior. Por lageneración alcanzamos variedades
cuyoscaracteres son
tan íugaces que desaparecen
conelindividuo.
A
esto nosconducen los medios
que
actualmente se emplean en la mejora de los
caballos. En
comprobación de la influencia de los
climas veamos loqneacontece
al (hombre;
unanda¬
luzsedistingue
de
ungallego
yeste de un
arago¬nés y
castellano:
unfrancés se diferencia de un
inglés y estedé
unaieman y los tres de un ruso, así
comoelafricano
del
europeo,los dos del asiático
yamericano, y estos
eutí'e sí.
Se dice que
el cabillo
escosmopolita como el
hombre, ambos son
oriundos de los países
masde¬
liciosos delAsia, y
conforme
sehan esparcido
porelglobo,
han ido sufriendo modificaciones en su or¬
ganización originando las castas, y cuando se les sa¬
ca de las
circuiitancias climatéricas
en quese crea¬
ron. vuelven otta vez
á tener cambios, tanto mas
notables,cuanto mas
distantes
sehallan de su pais
natal. Esverdadque
hay
enla Siberia caballos pola¬
cosy en
el Cabo de Buena Esperanza se venintiicn-
sasllanurascubiertas
de ios descendientes
delos
corredoresde la Persia: queen
el Gunudá viven
ca¬ballos franceses, y queen
los
pamposdel Paragtiay,
Peru, Mégicoy Santo
Domingo
endoade antes de
laconquista no
hábia, existen
enel día en tanta
abandanciacual no se
advierte
enninguna
partedelmundo; pero aun queen
todos
seles reconoce
eltipo
originat io de
queproceden; con relacionà
losviagères,los
últimos han perdido su primitiva
belleza y
gallardía,
porhallarse bajo sustancias
climatéricasmuy
diferentes de las
quegozaron sus padres. Esto mismo sucede cuando el hombre no
neutralizaconelartelaacción
dei clima. Solo
porestepoderse
esplica la existencia continuada de los
caballos deuupaisen
regiones distantes en las que
se lesva habituando poco
á
pocoá la
nuevaacción
de los agentes
físicos
ynaturales. De aquí la necesi¬
dad de la aclimatación cuando
los caballos
soulleva¬
dosdaun
pais á otto diferente; pues de lo contrario
seespolien
á cambios manifiestos de su organiza¬
tion. La clase dehabitaciónque no es mas que un clima circunscrito, el aire
confinado, obra por
su temperatura, por susalteraciones
ypor el modo ó
grado
de
su renovación; de lashabitaciones dispon»
drá elhombrepara los animales, comoel
jardinero
de lasestufas para sus plantas exóticas. Hay
cir¬
cunstancias que
favorecen
enlos animales la aclima¬
tación: el temperamento
nervioso
comoel
quedis¬
frutan todos los caballas de Medio dia, seprestasin¬
gularmente, y con
la misma facilidad
sedespoja del
habito adquirido y toma otro en
diverso pais. los
linfáticos que se complacenen estar
uniformes
y re¬gulares, y á quienes la
inercia de
susórganos de
locomocion les inclina á hábitos pasivos de
calma,
seaclimatan mal. y de aquí
la
mortadadconsidera¬
ble de losque setraen à
espacio
delas regiones del
Norte. La infancia y
la
adolencia son lasépocas
masfavorables para adquirir
cambios;
asi comoá la
edad viril se consolidan y no
dan entrada á otros
nuevos, y lavegezrechaza
toda innovación. Luego
trasladados los caballos de un pais
á
otro paracrear ó
perfeccionar
una raza, secolocarán
encir¬
cunstancias análogas á
aquellas
en quevivieron,
bien seannaturales ó artificiales. Por ejemplo: un caballo del medio día llevado áun climacálido yse¬
co, de alimentos nutritivosyde jugos
bien elabo¬
rados: un caballo inglés
podrá vivir
enpaíses tem¬
pladosnotansecos y
de buenos
yabundantes ferra¬
ges y granos.
Uno del Norte corpulento
yelevado
podrá vivir
enlas llanuras de nuestras provincias
septentrionales,
endonde
conpastos
ci'asosy abun¬
dante
podrán
conservar ytransmitir
porla genera¬
ción los caracteresderaza.
(Se continuará.)
PATOLOGIA
Y TERAPEÜTICA.
Estudio.'!
prácticos, investigaciones
ydiscusiones
sobre la castración de' lasvacas, por M. Pierre Charlier,medico veterinarioen
Reims (Francia).
(Traducción (leD.Domingo Ruiz
Gonzalez, veterinario de
1.*ciase).
(Continuación).
Habiendo adquirido uu poco mas
conocimiento
en la compra de
las
vacas,las he elegido
mejores;son buenaslecherasyhan sido operadasen untiem¬
po mas
próximo al parto.
Hé aquí los
hechos.
'Primerhecho. —Vaca, de siete á ocho años, raza del pais,
de carácter dulce, talla pequeñ
a, compra¬darecien parida por
205 francos á M. Tierrg Mon-
fcuillardcomerciante en Aumonencour-le-Petit, á
1.° de agosto de
1849,
yoperada el 17 de setiem¬
bresiguiente, en
presencia
deMr. Rendu, posadero
enReiras,yMr.
Sorette, cultivador
enStcy.
Antes de la operación
daba de 11 á 12 litros de
leche; y
desde el 25, ocho dias despue-S, producía 10
litros, cantidad que no ha
variado
porespacio de
quince ádiez
yseis
meses.Desde esta
epeca, some¬tidaesclusivamente al régimen de invierno
(1)
y comiendounapequeña cantidad
desalvado
yraices,
no
proporciona
mas que8 ó 9 litros. Su producto
(1) El
re'gimen
deestío
seha prolongado este alio
en im pequciía granja, casi hasta los
primeros dias de
enero,pues como no hahelado,
he podido dar hasta esta
época mostazablanca, tallos de chirivías, hojas do coles
ynavos.
DE LA VETERINARIA. 145
anual, en su
primer año de
lactación, ha sido de 5,650 litros; su estadoes de lo mas satisfactorio, pueslia aumentado
envolumen
y en grasa.2.° Otra de ochoaños, peso de 225 kilógramos
decarne á lo mas carácter vivo, impetuoso; tem¬
peramento
nervioso-sanguíneo. Comprada
redenparida
el 11 desetiembre de 1849 á M. Lelaurain,
comerciante de vacas en Gernay-les-Reims, por 230francos, y
operada el 29 de octubre siguiente.
Antes de la castración segregó hasta 15 litros de leche, inmediatamente despues dela operación no daba mas de12, y en los primeros días siguientes
descendió hasta 5 litros,por haber sufrido unavio¬
lentaperitonitis con
derrame sanguíneo
considera¬bleen el abdómen; pet o desde el 5 de noviembrese aumentó la secreción, y hácia el 9 volvió á lacan¬
tidad de 10litros, que no ha variado hasta el findel verde, y desde estaépocase haconservado en 8 li¬
tros, á pesar de la obesidad queadquierelares de
una manera notable.
Desde el parto al
fin
de suaño,
elproductoes de:
Treinta dias á 15 litros. . 450 litros.
Diez y ochodias á 12 litros. 216
Diez dias ú5litros. ... 50 Trescientos siete dias á 10
litros.. ... 3,070
Total 3,78G litros. ^
3.° Vaca do diez á onceaños, talla mediana, se
compró preñada
tambiénáM. Lelaurain el mismo dia que laanterior[lor255 francos; parió felizmen*teel18 del mismo mes, fué castradael 15 de febre¬
ro, tan tarde.á causa del accidente hemorrágico
acaecido á la precedente, y que me habla inspirado
sérias inquietudes.
Muy buena lechera para nuestro pais. e.stavaca
medió- durante las seis primetas semanas 16 litros de leche por lomenos,al día; al cabo de estetiem¬
po disminuyó gradualmente, y cuando la operé
no daba sino de11á 12 litros. Habiendo salido bien la Operación, volvió á proporcionar algunos dias despucs 11 litros, no obstanteel rigor del invierno, manteniéndoseen esta cifra hasta el fin de las yer- vas; entonces disminuyó en razón del cambio de alimento y de estación.
Hoy adquiere gordura la vaca y me dá todavía
• itros de leche,
lla proporcionado en el piimer año de lac- cion:
Cuarenta dias á 16 litros. • 640 litros.
Noventa dias á 13 y medio litros(términomedioentre
11 y
16).
... 1,352 Doscientos setenta dias á 11litros 2,970
Total. . . . 4,962 litros.
Si la Operación hubiera sido hecha en tiempo oportuno, indud.iblemente que esta vaca hubiera producido aunmas.
4.° Otra vaca, comprada igualmente á M, Le¬
laurain el 6 de noviembre de 1848, por260 fran¬
cos. Parió á las ocho de la noche, y dió un término medio do .2 litros de leche al dia hasta el 6 de fe¬
breroen que se castró. Hrcha esta operación por arrancamiento de los ovarios; fué seguida de he¬
morragia de lasarteriasoválicas,con derrame ma¬
nifiesto enel abdómen; pero la
practiqué
encuatro diasotrastantasgrandes sangrias,y lasometí á una dietasevera. La secreción lácteadisminuyó
en dosótres litros, ydesde eloctavo dia volvió ápropor¬
cionar 11 litros, cantidad igual á la que daba en el
momento do la operación, y que conservó hasta el fin de lasyerbas, enque secumplió su añode lacta¬
ción. El rendimiento de su leche haesperimentado
las mismas variaciones quelas precitadas y se en¬
grasabien.
Cien dias á 12 litros por dia. 1.200 litros.
Doscientos veinticinco dias á 11 litros. ... 2,805
Total. . . . 4,005 litros.
5.° Vaca de cinco años, comprada laclando el 16 da mayode 1850 por 220francos á M.Lelaurain.
fué operadapor incision vaginal el 20 de julio si¬
guiente, sin ningún contratiempo. En el momento que se
compró
segregaba 10 litros de leche, y lamisma cantidad cuando se
operó
en presencia de M. Perin; áfinesde octubre seengrasó tan rápida¬mente
que^ descendió á 8 litros,
yboy
noproducemas de 3 á 4 desde el régimen seco; está enbuen estado paramandarla á la carniceríay me propon¬
goreemidazarla dentrode poco.
Apesar de todo, su renta en diez meses de lac¬
taciónesde;
Ciento ochenta dias á 10 li¬
tros. - . 1,800 litros.
Sesenta dias á 8 litros . . . 480 Sesenta dias á 5 y medio li¬
tros. . 300
Total. . . . 2,580 litros.
Hay
que notarquehabiendo comprado esta va¬ca enleche, nohe tenidocertidumbre de queestuvie¬
se recien parida; además sujuventudy sobre lodo
su aptitud al engrasamiento, han impedido se pro¬
longue la secreción láctea. Tuvo también muchas
veces calores genitales, aunque de poca duración:
asíesque,
ordeñándola
por la tarde ó al mediodía proporcionaba lo que daba de menosporlamañana,
yla leche nunca sealteró porla ebullición; sin em¬
bargo, esta reaparición del celo ha podido influir
para no dilatarse la lactancia.
Sea de, esto lo que quiera, estas cincovacashan producido untérmino mediode3,727 litros por ca¬
beza y por
año;
y estqresultado no es ia primeravezquele
obtengo,
àpesar deestar mis vacas poco alimentadas, mal cuidadas muchas veces, tratadascondupereza yrigor, porqueestoy
obligado
áaban¬donarlasen manosestrañas.
Hé aquipor lodemás algunos otros hechos ob¬
tenidosen otra parteé iguales álos míos.
6." Enjuliode1845, castré en casade M. Bos- siaux, cultivadoren
Cernay-los-Reims,
una vaca pe¬queña
afectaila do un [irolapso de la vagina, y demuy flaca que era, llegóá ponerse muy gorda sin
cambio niaumentode alimento.
De 12 ymedio litros de lecheque daba algunos
diasdespues del parto, descendió á 9 litros en el momento de ia operación á causa de sus dolores y del tratamiento antiflogísticoá que estaba sometida, y que no hizo masque jialiar ia enfermedad: laope¬
ración bizo mas,la curó. Despucs de la castración volvió á darsus 12 y medio litros por espacto de quince mesesconsecutivos,y como amenazaserea- pareeer el prolapso, fué v ndida ventajosamente
áuncarnicero de
\yity-les-Reims,
quien la conser¬vó un mes. no decidiéndose á matar una vacaque daba tanta leche.
Produjo pues 4,560 litrosen un
año,
y 6,660 en 16meses quesiguieroná la operación:146 EL ECO
7.° Vaca de bastante talla, seis años, pertcne-
«iente á M. Henri Lamy,
cerbecero
enAubenton
<Aisne), castrada el 14 de
agostode 1849
en pre¬sencia de M. Dénis, mi
comprofesor veterinário
en Brunhamel. Producía H litrospordia dësde el
par■ tohasta laoperación, hacontinuado
porespacio de
«n año dando la mismacantidad,y
hoy, á
los diezy nneye mfeses de
la operación, adquiere
grasa perfectamente,dando sin embargo de 7
ymedio
a 8 litros pbr
dia, á
pes ardel alimento
seco que recibe.Asi,pueSi en su
primer
añoha dado 4,015 litros,
y
el
segundo, sinembargo de irse engrasando sin
aumento ni cambio en la tdimentacion, su rendi¬
miento diario
equivale todavía á 2,825 litros
pbr año. M. Lamy está muysatisfecho de
esteresultado,
y no quiere aun
deshacerse de
su vaca, aunquesabe
que
bien
vale paralacarniceria á franco el kilogra¬
mo, precios muy
buenos, atendiendo á
quela
carne ha disminuidodevaloj. (1)
8. ® Vaca
pequeña, 6 años, castrada al diá si¬
guientequela anterior, en casa
de M. DendHifaont
propietarioenBrognon(Ardenas) frontera de Bél¬
gica. Antes de ser castrada, dabaesta vaca
10 litros
de leche pordia; despues de la
operación
ycuando
estuvorestablecida,
prbdujo 12
durante cuatro me¬ses, y 10 litros por
espacio de los ocho siguientes,
lo quehace desde la
operación:
Por cuatromeses12 litros por dia. 1,440 litros y por los ocho meses à
10 litros
por día
2,400
Total 3,840 litros
Actualmente, estavaca, vuelta
de
nuevoal
pasto ysometida desde elprincipio del invierno al régi¬
men seco,no producemas que
5 litros
ymedio de
leche por dia; pero como
sucede
entodas las
vacas castradas,á medida quela leche disminuye la grásá
y
el
peso aumentan.Antes de laoperación 16
litros de leche
no pro¬ducían masque527 gramos
de
manteca, yhoy
pro¬ducenun kilógramo,
lo cual proporciona precisa¬
mente la misma cantidad de manteca pordia al ca¬
bode 19mesesdel parto.
También M. Dcndrimont
está tansatisfecho comoM. Lamy, y muy dispuesto
á quecastre otrasvacas,
si la distancia
que nos se¬para no.
lo impide.
9. ® El 20 de mayode
1850, castré,
en presen¬cia de mi comprofesor
Débaux, de Crecy-Tur-Ser-
re, en casade M. Marin,
cultivador en^Monceaux-
les-Leups(Aisne),
una vacade
onceaños
,huena
lechera, que,
á
pesarde
unagrande hemorragia de
lasarteriasováricás, con derramesataguineo en el abdomen, dos buenassangrias, y lassevera
dieta á
que
la sometía
porunadecena de dias, á
pesarde
todo esto
repito,
nosufrió
porla operación,
ysolo disminuyó
en2 ó 3 litros la seórecion lactea hasta 7
de
junio siguiente
en quevolvió á dar
sucantidad
ordinaria. Quince dias
despues produjo 16 litros,
«antidad que no
varió hasta fin de las yerbas;
peroenel mes de noviembre, tubo un
accidente, enfla quedó
ydisminuyó la leche: hoy está en buen esta-
(1) Unanuevacarta
de M. Lamy, fecha del 11 de ju¬
liode i83(, medice quedesde las yerbas, suvaca, cas¬
trada 23 méseshá, aumentó 2litros en lechepor dia, al
Mismotiempo que continúa su
engrasamiento: muchos
earniceios,dice U solicitan al precio de50 céntimos el
medio kilógramo; pero quierellevar el
espeiimento hasta
el fin.Elrendimiento eu leche del segando año puede llegar á la cifra de 3,098 litros.
do, y aunque no come mas que
heno
ypaja, dáv
no obstante, 8 litros de lechepor dia, cantidad á que descendiódesde el accidente. M. Marin esperadé
masenla primavera.
Comoquiera que sea, tenemos3,840 litros de
le¬
che
proporcionados
en diez mesesymedio
quehan
trascurrido desde laoperación
(1).
Vasta yade
hechos,
porque seria tansuperflue
comoenojoso
citar
otros parailustrar
este punto;pero si sedesea aun mas,
podria citar muchos de
otrasvacas que,
habiendo conservado
su lechede
unoá dosañosy mas, han dado,en término
medio,
8 litros de leche pordia hasta el momentode entre¬
garlas en la
carneceria;
lo cualhace
unacantidad
de2,920 litros obtenidos al año, devacas que según i su clasey suórden, no hubieran
producido criando
masque1,650 litros.
La castraciónindudablemente noproduce siem¬
pre y en
todo
los casoslos mismos resulta¬
dos,
jamás he dicho
queesto seaasí;
perosi hay
vacascastradas quedan poca
leche
yenflaquecen,
espreciso
atribuirlo á las diversas condiciones
en que se encuentran,y noá la operación;
este esel
juicio que mehe formado cada
vez quehe visto reproducirse
semejantes casos.Así
es quehe
ope¬rado vacas tísicas ó afectadas de
pleuroneumonia
crónica, muy
flacas,
queprodujeron
pocaleche
yjamás
se engrasaron.He operado
otras que, consu¬midas qordeseos
eróticos
tomaron pocagordura
despues de la castraciónyrelativamente al produc¬
toenleche dejaron poco
satisfecho al própietario.
Operé
en micasa una vacaque noparecía enfer¬
ma: desde elprincipio
dió mediana cantidad de le¬
che,
despues disminuyó sensiblemente,
pero no se engrasó en medio de las otras La puse aparte,la hice dar grano
cocido
ademasde
sualimento
or¬dinario,y nose engrasómas por eso; en
fin lavendi
al carnicero en medianas carnes, la examiné des¬
pees demuerta, y
vi
elhígado lleno de depósitos
tuberculosos. Pie hubiera sucedido lo mismo á bue¬
yescolocadosensemejantes
condiciones?
La salud de I3res, su conformación, su tempe¬
ramento, susalud, sus cualidades lactíferas, ó su aptitud á engrasarse, los buenos
ó malos tratamien¬
tos quereciba, el local donde
habita,
la naturaleza,calidad ycantidad del alimento que sela dé, elagua del abrevado, lasfatigas, sitrabaja; las intemperies átmósféricas, si vaal pasto; la manerade ordeñar¬
la. la estacionenque seha
operado, el tiempo
trans¬currido entre el partoy la castración;en
fin
la ha¬bilidad del
operador
y la mayoró
menorlimpieza
conque sehaga la operación, son otras tantascau¬
sasqueinfluyen evidentemente en
ios
resultados dela castración y con
la
quehay
que contar para apre¬ciarlaen su
justo valor.
Tambiénhay veces que,
despues de ¡mas
o me¬nos tiempo do operadas, contraenpor
contagio la peripneumonia
epizoótica,, ypasando
alestado
crónico
perjudica á la lactaciou
yal engrasamiento.
La vaca de M. Runiart, de Brimon, por
ejemplo,
en la que sehaapoyado
el profesorM. Gunbaux,
para desacreditaresta operación, se encuentra en estecaso, y
M. Runiart
losabe perfectamente,
pues qae á las noticias quele pedí sobre
esta vaca, me respon¬dió porescrito «que no
podia servir de buen tipo,»
Sinembargo
produjo
ensuprimeraño de lactación.
(1) Se dice, por una carta de M.Marin,
haberte
rea>litado su esperanza, y que
la
vacaha segregado dos li¬
trosmhsde leche pot
oía,
desdeque está de nuevo soMe-tida ai verde.