U ffiBRIlIllA fflffiil'iíffli
REVISTA
CIENTÍFICA
PROFESIONAL.T -
Año I. Madrid 15 de Septieirbre de 1890. Nüm. 15
i>7
PROFESIONAL Y GIENTÍFIGO. 0M ! ^
/ I
LA CEEACIÓNDE UNA ESCUELA DE
VETERINAfelÀ ■^/
\.-y
O ./
EN BARCELONA. < -• . .
Hace ya
bastante tiempo
quesurgió la idea,
uosabe¬
mos eu la meute de
quién, de
crear enBarcelona
un nue¬vo establecimiento de enseñanza veterinaria. Se discutió el
proyecto,
seadujeron
razones en pro y encontra,
se hicierongestiones
enaquel sentido,
y aun sedijo
queel
Gobierno que por
aquel entonces teníamos había aceptado
la idea y
concedido la fundación de
unaEscuela provin¬
cial. También se
dijo
que sehabía consultado á los
cuerposdocentes de todas las escuelas
actuales,
menos al queforma
la de
Madrid,
que noha recibido consulta alguna Y después
pasaronalgunos
mesessin hablar nadie de
talcosa,
hasta
quehace
unosdías ha vuelto á insistir
JElNa-turalisla, periódico de Barcelona, considerando el projmcto,
aumentado j
corregido
conla traslación de la Escuela
de Córdoba á Sevilla ysupresión de las de León, Santiago
yZaragoza (sinos han dado buenos informes)
comoel
me¬dio de salvar la clase.
Ahora bien; como conrazón ó sin ellasehace
depender
la salvación de la clase de la realización de tal
proyecto,
creemos
llegado el
casode
quetodos los periódicos profe¬
sionales emitan su
opinión respecto de este asunto,
yníq^
xime cuando á determinadas personas
ó corporaciones
<&e han atribuidojuicios, propósitos ó intenciones
quepujliô-
226 La Veterinaria Contemporánea.
ran ser diametralmente
opuestos á los
quetienen. Invita¬
mos, pues
(con la deferencia
ycortesía que hemos guarda¬
do desde nuestro
origen
y que sonpropias de toda publicación
cuyosredactores
nopadezcan frecuentes cólicos
biliosos óse crean semidioses
superiores á los
que son, aun cuando les pese, susiguales) á todos los periódicos de Ve¬
terinaria, á
que contoda la franqueza y lealtad de que siempre dan ^Jruebas, digan
supensamiento respecto al
particular, comenzando nosotros por exponer sencillamente
el nuestro.
* 5|Í *-
La idea en
cuestión, puede considerarse bajo tres pun¬
tos de
vista; á saber:
en susrelaciones
conla ciencia
engeneral;
enlo
queafecta á la regeneración de la Veterina¬
ria
Española;
y enlo
queatañe á los intereses regionales
ó
provinciales.
Si sólo se mira la cuestión
bajo el punto de vista que
liemos enumerado en
primer término, esto
es,de los inte¬
reses de la ciencia en
general, ó circunscribiendo más el
asunto,
de la perfección
enla enseñanza
queboy se da en
nuestras Escuelas á los
alumnos,
creemos contoda since¬
ridad que
la creación de
unaescuela más
noproporcionaría
ninguna ventaja.
Pero entiéndase
bien,
que nosreferimos á la fundación
de otra
escuela, sin suprimir ninguna de las actuales; pues
suponemos que
nadie osará afirmar, que la de Barcelona,
por ser
de Barcelona, baria más que ninguna de las actua¬
les:
prueba, el tan cacareado instituto ó cosa así que dirige
el Dr.
Eerrán,
ydel cual escribe
cosastan peregrinas el
doctísimo catedráticoy
sabio histólogo Sr. Eamón
yCajal,
cuyo
laudable desinterés
yprofundos conocimientos sólo
pondrá
enduda quien
noconozca su vida.
Si á la creación de una Escuela
Veterinaria
enBarce¬
lona va unida la
supresión,
nosólo de las de Zaragoza,
León y
Santiago, si
quetambién la
queexiste en Córdoba,
creemos que se
daría
un gran paso enel camino del pro¬
greso
científico,
ysebaria
uninmenso favor á la enseñanza
La. Veterinaria Contemporánea. 227
de Veterinaria.
Mas,
para queasí fuera, habían de
cum¬plirse las condiciones siguientes:
1.°'
Que
no sedisminuyera
en unsolo céntimo el
pre¬supuesto consignado
enla actualidad
paralas escuelas
quehoy existen, repartiéndose proporcionalmente entre las
dos que
quedaran,
queserían las de Madrid
yBarcelona.
2."'
Que
seaumentara
enellas el número de catedrá¬
ticos,
ental proporción
que no se gravaraal presupuesto
actual,
pero quetampoco quedara excedente ninguno de
los que
hoy existen. Es decir,
quehubiera
encada
unade
las dos escuelas 12 catedráticos auxiliares y
G ayudantes
de clases
prácticas,
conel sueldo re.spectivo de 4000
pese¬tas,
2250
y1500
enMadrid;
y3500, 2000
y1500
en Barcelona.(Y aún quedaban á beneficio del Grobierno, lo
que
economizara de conserjes, bedeles, palafreneros
y per¬sonal de
oficina.)
B.''
Que el producto de la venta de los edificios
quehoy
ocupanlas escuelas
que sesuprimieran,
seinvirtiera
nn
mejorar los de las dos restantes ó
enmaterial científico
para
las mismas.
4."
Que iodas las plazas
quehubieran de cubrirse
en Madrid yBarcelona
paracompletar los claustros
necesa¬rios en la nueva
organización,
sedieran á los catedráticos
que
resultaran excedentes
porsupresión de las otras
escue¬las; si aún faltase alguna
porcubrir,
se proveyera, como todas las vacantessucesivas,joor rigurosa oposición.
6.°'
Que las plazas de auxiliares
yayudantes, también
se prove^mran
todas
conlos actuales;
ysi aún
noresultaba
número
suficiente,
poroposición.
¿Están conformes
conestas bases los redactores del
Naturalista y
todos los veterinarios barceloneses? ¿Están dispuestos á pedir
connosotros
quetodas, absolutamente
todas las
plazas
queresulten vacantes
seotorguen
por opo¬sición?
¿Están dispuestos á sostener
quela Escuela de Bar¬
celona
tenga siempre independencia
y noesté supeditada
á
caprichos de
uncacique, ni á exigencias regionalistas ó
jirovinciales? Pues
en casoafirmativo, votamos en
prodel
proyecto
ylo
apoyaremos contodas nuestras fuerzas. Pero
228 La Vetehinaria Contemporánea.
si, cual
nopodemos ni
aunsospechar, no es así; si se pre¬
tende crear
antagonismos; si
sequiere proveer gratuita¬
mente ciertas
plazas, dadas
pororden gubernath'a <5 pro¬
vincial; si
sedesea fomentar el regionalismo ó aproximarse
á Francia
separándose de España,
que nose cuente con
nuestro apoyo; porque amamos
en primer lugar á la cien¬
cia, después á la Veterinaria;
ycomo ya desde niños hemos
dedicado en nuestro
corazón
unaltar á la patria,
somos,ante todo y
sobre todo, españoles, y no manchegos, ni an¬
daluces,
ni valencianos, ni catalanes.
Así,
pues,defenderemos el proyecto porque lo creemos
útil á la ciencia en
general
yá la mejor enseñanza veteri¬
naria, toda
vez queá nadie
sele puede ocultar que aumen¬
tando el número de
profesores
sefacilita la división del trabajo,
quetambién resulta más fácil y productivo con multiplicar el material de demostración y experimenta¬
ción. Sin contar con que
estamos fírmemente convencidos
de que
la culta
ypundonorosa Barcelona sabrá auxiliar
con eficacia á la nueva
escuela,
que notendría allí la vida
anémica,
débil, raquítica
quetienen las de Zaragoza, Cór¬
doba, León
ySantiago, atenidas sólo á la exigua dotación
que
les concede el Estado, y con la cual es imposible de todo
punto practicar ensayos microbiológicos, disecciones, vivi¬
secciones, tener
clínicas
yprácticas agrícolas, etc., etc., como
exige una
buena enseñanza.
Esta es la
verdad,
yel
que nola
ve esporque se pone
voluntariamente unavenda
enlos ojos. (8e concluirá.)
■ fflqoooqoot ■'
LAS CALSAS lADlVIDllALES EN EL CÓLERA
E IMPORTANCIA DE LOS
ESTUDIOS COMPARADOS
PARA PODER APRECIARLAS.
(continuación.)
Y vamos
á
pasará la segunda cuestión que en este
mal redactado
artículo
nos proponemostratar; las causas
eficientes de que, en
general,
yparticularmente en nues-
La Veterinaria Contemporánea. 229
tra
nación,
seabandone tanto el estudio de las condicio¬
nes
individuales,
enel desarrollo de
unaenfermedad.
La causa en
sí,
essencillísima,
puesqueda reducida á
la dificultad ó
imposibilidad á
veces con que setropieza
al querer
hacerlo. Pero ¿de qué depende esta dificultad?
Delo
defectuosísimo
que esnuestro sistema de enseñanza, principalmente.
Fijemos nuestra atención,
conefecto, en la carrera de
medicina.
¿Qué
seestudia
enella? Anatomía humana. Fi¬
siología humana. Patología humana, etc., etc.; es decir, al
hombre,
conindependencia de todos los demás
seresde las
escalas zoolósricaO v
botánica. Y tal
vezdebido á esto mis-
mo,
los médicos
seacostumbran á mirar
condesdén los
estudios que se
refieren á los demás seres,
y aundios que
á ellos nos dedicamos-,
de donde resulta,
queni establecen
relaciones entre los fenómenos
vitales, normales ó morbo¬
sos del hombre y
de los animales más afines, ni atienden
las observaciones que
les hacemos los
quetenemos por
nuestros estudiosnecesidad de saber estas relaciones.
Y bien: estosestudios
comparativos tienen
unatal im¬
portancia,
quesin ellos no hay progreso posible en las
ciencias médicas.
¿Cómo
sequiere hacer aplicaciones al
hombre de un
hecho, natural ó producido experimental-
mente,
observado
en unanimal, si
sedesconocen las rela¬
ciones
orgánico-vitales
queentre
uno yotro existen? Lo
lógico
es que se saquendeducciones falsas y tal vez peli¬
grosísimas
parala salud de la especie humana. (Algo de
estoha
pasado
enlas experiencias sobre el cólera.)
Es más: ¿se
quieren investigar las condiciones indivi¬
duales que son
favorables ó contrarias al desarrollo de una
enfermedad? Pues véase en
qué especie animal
sepresenta
y en
qué otras
nola tal enfermedad, y véanse las condi¬
ciones individuales de
los
seres enellas comprendidos.
Pero para
esto
senecesita haber hecho
unestudio profun¬
do de la
organización, vida
ypatología, etc., de esos seres.
Y
luego, si
setrata de determinar las condiciones apeteci¬
das en el
hombre, también
sonnecesarios estudios
com¬parados; puesto
queesto
no sepuede hacer de una mane-
230 La Veterinaria Contemporánea.
ra
brusca, sino gradualmente, buscando primero la especie
más afin con
él, desjiués otra
yasí sucesivamente.
En
algunas naciones adelantadas conocen perfecta¬
mente esta necesidad
imprescindible de los estudios
com¬parados,
y en suconsecuencia
susUniversidades tienen
cátedras á ellos destinadas y
servidas
porveterinarios.
Díganlo si
no enFrancia, donde el eminente Bouley solo
veterinario
(actual presidente de la Academia de ciencias),
está
encargado de
unacátedra de Patología comparada;
dígalo Pasteur,
quetiene
porcolaborador á Mr. Nocard,
veterinario,
ytuvo al desgraciado Tubillier, muerto en
Egipto estudiando el cólera; díganlo tantas
ytantas cáte¬
dras de
Anatomía, Fisiología
yPatología comparadas
como existen
Por eso
allí,
como enAlemania
y como enInglaterra,
se atiende y
considera á los veterinarios, se aprecian sus
estudios en lo que
valen,
se recompensansus méritos, se
atienden sus
consejos
y seles facilita la entrada en las
Universidades y
Escuelas de Medicina, creando cátedras
de
asignaturas comparadas Y
por eso endichas nacio¬
nes,
donde los médicos
no sedesdeñan de considerar á los
veterinarios como sus
iguales
que son, peseá quien
pese, yviven
enfraternal armonía científica, tienen todos los
conocimientos
precisos
para serbuenos experimentadores
y aun
buenos prácticos
No queremos con
esto dirigir
unainculpación á nues¬
tros
médicos, ni tildarlos de ignorantes;
porque,sobre comprender
quetoda la culpa la tiene lo mal reglamentada
que
está la enseñanza, sólo
queremosdecir,
porlo que hace
á lailustración de la clase médica
(que
noscomplacemos
en reconocer es
grande
y muysuperior á lo
quedebía presumirse, dados los
escasosmedios de aprender con que cuentan),
quesi la adquieren
esá costa de ímprobos tra¬
bajos
ypenalidades,
que noserían necesarios si el plan de
enseñanza de su carrera fuera bueno.
A nuestros ministros de Fomento toca poner
el
reme¬dio.
¡Dios haga
queel actual. Sr. Pidal,
sehaga
cargode
nuestras humildes
observaciones,
yestudiando á fondo la
Lâ. Veterinaria Contemporánea. 231 cuestión introduzca en su
plan de enseñanza las modifica¬
ciones tan
urgentes
queexigen las carreras de Medicina y
Veterinaria.
Y para
dar á nuestros lectores otra prueba más evi¬
dente
aún, si cabe,
quelas expuestas de lo importantes
queson
los estudios comparados para la medicina liurna-
na, vamos
á pretender resolver, sólo
consu auxilio, el pro¬
blema
planteado
enla primera parte de este artículo, esto
es:
«¿Cuál
esla condición individual á que se debe que el
cólerano
ataque
porigual á todas las clases sociales, ni á
todos los individuos?» Si
examinamos los animales domés¬
ticos en sus relaciones con
el cólera morbo, notaremos
que, de entreellos, pueden padecerlo
ylo padecen en épocas
de
epidemia, las gallináceas, los grandes y pequeños ru¬
miantes y
los solípedos (caballo, mula y asno); con mnclia
rareza se
presenta
enel cerdo,
y nosabemos que se baya
observado
ningún
casotípico
enlos carnívoros (perro y gato). Sabemos
que mu}^recientemente se lia sostenido
que
los solípedos
sonrefractarios al cólera; pero si el autor
de esa afirmación
fuera veterinario ó estuviera familiari¬
zado con los estudios que
á la organización
yvida de los
animales domésticos se
refieren,
nohubiera sentado tan
rotunda afirmación: nosotros tenemos
pruebas de todo lo
contrario.
Si del cólera pasamos
á otras enfermedades que ten¬
gancon
él íntimo parentesco, como el tifus, por ejemplo,
veremos que,
á imitación de lo
quecon aquél sucede, se presenta
congran intensidad y frecuencia en la oveja y cabra, algo
menos enel ganado vacuno, menos en los so¬
lípedos,
enquienes aún es bastante frecuente y temible;
en el cerdo es
mucho más
raro, ymucho más
enlos car¬
nívoros.
En ambas enfermedades se nota
otro hecho curioso é interesante,
y es quelos pequeños animales pertenecien¬
tes á las
especies
quemás las padecen
yen quienes revis¬
ten mayor
gravedad,
nola sufren durarite la época de la
lactancia.
(Se
continuará.)
232 La Veterinaria Contemporánea.
PATOLOGÍA GENERAL.
DOS
SOBRE LA
siGMFiCAcié mmiim
de lacoagülacé
de lasangre
Y DE SUS EENÓBIENOS ÍNTIMOS Y APAEENTES,
por
D.
JOSÉ
M. ALVERO.(continuacion.)
III.
PAPEL, FISIOLÓGICO DE LA SANGRE.
El liumor que nos ocupa,
tiene
quedesempeñar
una misión de alta trascendencia en elorganismo. Lo impor¬
tante y
complejo de
sucomposición,
noshace
yasospechar
que su
cometido ha de
serde primer orden;
susestados patógenos de extraordinario interés,
yel cambio de
suscaracteres normales de
importancia
suma,bajo cualquier punto de vista
que selos examine. Entretengámonos
un momento en estudiar losprimeros
yfijemos nuestra aten¬
ción en los
últimos, puesto
queellos han de darnos la
ex¬plicación de los estados morbosos,
cuyodiagnóstico
seha
de calcar en los caracteres sintomáticos que nos
ocuparán posteriormente.
Tal es el interés que para
nuestro objeto ofrece el
es¬tudio
fisiológico de la
sangre, que enél debiéramos de
en¬tretenernos
grandemente,
ya que nohacer
un examen com¬pleto;
perola índole de esta publicación, el decidido
em¬peño
quetenemos
endarles á estos artículos
uncarácter de
inmediata
aplicación práctica,
noslo impiden; así,
pues, yLa Veteeinakia Contempobánea. 233
á nuestro pesar,
sólo
vamosá dar
unaidea sucinta del
pa¬pel fisiológico del humor intravascular.
Todos los seres
necesitan,
parapoder existir,
un me¬dio con el cual estén en relación directa.
Los
seresrudi¬
mentarios, los monocelulares, hallan este medio
enla
masalíquida
en quede ordinario viven. Cuando el organismo es
ya
más complejo, cuando la diferenciación de partes ha
alcanzado un
grado más, el
sertiene
unplasma,
unblas-
temo, un
medio,
enfin,
conquien directamente
serelacio¬
nan los elementos
anatómicos,
yquepodemos llamar medio
interno, y que
está
enrelación constante
conel que deno¬
minaremos medio externo por
hallarse fuera del individuo.
En los
organismos superiores,
enlos
queel grado de
diferenciación ha
llegado al máximun actual, el hecho tiene lugar, mal
que peseá las doctrinas de Eobin, de
una ma¬nera
completamente distinta; el medio interno, el medio
en que
viven los elementos anatómicos,
no sehalla
en re¬lación directa con el externo,
existe
unintermedio, algo
que,
tomando los principios del exterior, los conduce al
verdadero medio
interno, al plasma extravasado, á los
blastemos que
rodean
yalimentan á los elementos anató¬
micos que
constituyen el
ser.Ese
algo intermedio,
eseactivo portador de sustancias
desde el exterior á los blastemos y
desde éstos al medio
ambiente,
esel humor general
queestudiamos, la
sangre,signo característico de la diferenciación
yperfección
or¬gánica.
Esto
sentado,
vamosá examinar la
sangre,bajo dos puntos de vista principales: 1.°
porcuanto concierne á
sufisiologíaprojña; 2.°
porlo
que serefiere dhpapel
quedes¬
empeña
enel organismo.
Fisiología especial de la sangre.—La
sangretiene
un color más ó menosrojo,
que,según dijimos
enla parte anatómica, lo debe á la presencia de los glóbulos del mis¬
mo nombre. La color-ación de estehumoresvariable
según
que
la examinemos
enlas arterias ó
enlas
venas: enlas
primeras,
porregla general,
vala
sangremás cargada de
oxígeno,
quede ningún otro
gas;éste, combinado
conla
234 La Veteeinaeia Contempoeánea.
hemoglobina, da
esacoloración de rojo escarlata
que ca¬racteriza la sangre
arterial; la segunda ó
venosa esde
co¬lor menos
vivo,
yesta modificación la debe á
quelleva
menos cantidad de
oxígeno, ó quizá más á la
mayor can¬tidad del ácido carbónico que
contiene. Este cambio de color,
queindica desde luego el aumento ó disminución de
uno de los gases meu
clonados, tiene
un granvalor sinto¬
mático en ciertas
afecciones;
pero parapoderlo apreciar debidamente,
sehace preciso reconocerlo ó tenerlo estu¬
diado de antemano en el animal sano.
El peso
específico déla
sangre,varía según las circuns¬
tancias que en
ella
concurran; portérmino medio puede calcularse,
enlos animales domésticos, de 1045 á
lüGO.La sangre
tiene
unolor siá generis
y unsabor salado:
dos
particularidades
quedebemos
conocer; puestal
es suimportancia práctica,
queha habido autores
quehan
re¬conocido, sólo
porlas diferencias de estos caracteres, la presencia de afecciones ó estados morbosos de
granimpor¬
tancia. Con la
temperatura,
queoscila entre 86 á 42
gra¬dos del
centígrado, sucede lo mismo.
La reacción
química
queda la
sangre,podemos
ase¬gurar que es
siempre alcalina;
puessi bien
esverdad
queen los carnívoros esta alcalinidad es escasa, no
lo
estanto
quepodamos decir
que esneutra ó ácida;
conlo cual
que¬da manifestado que
la reacción alcalina de la
sangre no esigualmente intensa
entodos los
seres: vaá la cabeza la de
los
herbívoros, sigue la de los omnívoros
yestá
enúltimo
término la de los carnívoros.
Estos diferentes
grados de alcalinidad,
sondebidos á
las
proporciones
en quelos
serestoman las diversas
sus¬tancias que
les sirven de alimento,
yá todos los estados
que
aumenten ó disminuyan la proporción de
esosmismos principios
enla
sangre:así tenemos
quela abundancia de
bicarbonatos y
fosfatos básicos de
sosa, y acasotambién los
de
potasa, determinan
ungrado
mayorde alcalinidad,
yviceversa,
unanotable disminución puede
acarrearel esta¬
do neutro de humor
sanguíneo. Son estos hechos,
porotra
parte, de trascendental importancia
enpatología; ellos de
La Veteeinaeia Contbmpoeánea. 235
por
sí
sonsuficientes á imprimir un carácter maligno á un
estado
morboso, á
provocar untrastorno
enla marclia
normal de un proceso,
á desempeñar
unpapel de primer
orden en la cuestión
etiológica,
yquizá modificar grande¬
mente la acción
terapéutica de las sustancias medicamen¬
tosas; razones por
las
queconceptuamos útilísimo el es¬
tudio clínico de esta
particularidad fisiológica.
M. Alvero. . '■■w·-
fSe continuará.)
OBSTETRICIA.
PARAPLEGIA SOBREVENIDA EN UNA VAGA
\ . EN EL AíOMENTO DEL PARTO.
Sr. D. Jesús Alcolea;
Muy Sr. mío
yquerido maestro: Remito á Vd. la
adjunta historia clínica,
porsi la cree digna de ser publi¬
cada en su científica
Revista, previas las correcciones que
estime necesarias. Si asílo hace, le doy gracias anticipa¬
das y
le reitero la
granestima
ycariño que le profesa su antiguo discípulo
yS. S. Q'. B. S. M.
H. F.
P. D. Le ruego
encarecidamente
que noaparezca mi
nombre, á
no ser queVd. lo
creyerade todo punto indis¬
pensable.
* Sí *
Uno de mis
clientes, R. S.,
posee una vacaportuguesa
de seis
años, buena conformación, robusta
ysin anteceden¬
tes
patológicos,
cuyavaca está en su poder hace cuatro
años,
en cuyotiempo ha tenido
unparto
yun aborto.
No asistí á
ninguno de ellos,
porqueR. S. estaba en
lasépocas respectivas igualado con otro veterinario; pero
se me ha dicho que
el aborto fué provocado
porlas coces
que
dió á la
vaca una yeguanormanda, sin tener ulterio-
236 La Veteeinaeia Contempoeánea.
res
consecuencias;
y queel parto fué
muylaborioso, ha¬
ciendo
precisa la intervención del profesor.
A la
sazón, estaba cubierta
por untoro gallego de
mucha más
corpulencia
queella,
y enlos últimos días de gestación. Esta había sido feliz
portodo extremo, sin
que el animalpresentara durante toda ella la más leve indis¬
posición;
ysólo
enlos últimos días
sehabía notado algo
de debilidad en el tercio
posterior
ydificultad
enla
mar¬cha. Más el
dueño, temiendo algo análogo á los
casos an¬teriores, mandó llamarme
en el momento de notar losprimeros síntomas de parto.
Cuando la
vi,
nopresentaba ningún fenómeno
anor¬mal que
pudiera inspirar recelo,
ysí todos los síntomas
precursores
de
unparto feliz. Había efectuado
yaalgunos
esfuerzos
expulsivos, lo cual determinó
unaaceleración respiratoria, pulso lleno, duro
yveloz, temperatura eleva¬
da, expresión facial característica é indicando sufrimiento.
En el momento de intentar un reconocimiento en los
órganos genitales, la
vacafué
presade
un nuevodolor,
fuerte y
sostenido,
quedeterminó, después de
unviolento esfuerzo, la aparición
enla vulva de
unaespecie de tumor piriforme, blando, fluctuante,
que no eraotra
cosasino
una
parte de la bolsa de las
a(/uas\bolsa
que serompió
al poco
tiempo, dejando
escapar yverterse al exterior el líquido
quecontenía.
A
partir de este momento, los dolores
semultiplica¬
ron haciéndose más
violentos,
ylos esfuerzos expulsivos
se sucedían casi sin
interrupción. El reconocimiento
prac¬ticado me
permitió adquirir la certeza de
queel feto
sepresentaba de cabeza,
queal
pocotiempo noté encajada
en el estrecho
pelviano; la posición del feto
eranormal, á
lo que
pude notar,
ycreí
queel parto terminaría pronto
y con
felicidad.
Ho fué
así,
pordesgracia. A
unúltimo
ydesesperado esfuerzo,
que notuvo resultado alguno, siguió
unacalma
de
algunos minutos,
nosé si 4 ó O,
porque enla creencia
de que
sería corta
nomiré el reloj;
yde pronto, la
vacacayó al suelo
por sutercio posterior, intentó sostenerse
La Veteeinaeia Contempoeánea 237
con las manos,
luchó
unmomento
ycayó
endecúbito la¬
teral, quedando tranquila al parecer.
Me
figuré
poralgunos momentos que el decúbito ha¬
bía sido
natural,
y quetanto éste
comola calma se debían
al cansancio del
animal después de tan reiterados esfuer¬
zos; pero
á los
pocosinstantes, vi que la vaca bacía deses¬
perados esfuerzos
paralevantarse, sin poderlo conseguir,
y
noté
quelas extremidades posteriores estaban comple¬
tamente
paralizadas. Un reconocimiento detenido me hizo
ver, con gran sorpresa, que
á más de parálisis existía in¬
sensibilidad absoluta y
notable disminución de tempera¬
tura, con
ausencia completa del pulso
enlas extremidades
afectas.
Reflexionando sobre las causas que
pudieran provocar
tan curiosos cuanto extrañosfenómenos,
se meocurrió <al principio la idea de
unacompresión ejercida por el feto
sobre
algún cordón nervioso; idea que rechacé muy luego,
en vista de coincidir la falta
de motilidad voluntaria
conla anestesia y
ambas
conla ausencia del pulso. Entonces
recordé los efectos que se
producen
enlos animales por la
ligadura de la aorta posterior, efectos que había tenido
ocasión de ver en la cátedra de
Fisiología cuando mi pro¬
fesor el Sr. Alcolea
practicaba la citada vivisección, y creí
firmemente que se
trataba de
unacompresión vascular de
tal índole que
impedía el riego sanguíneo de las extremi¬
dades abdominales y
tal
vezde algunas visceras pel¬
vianas.
En vista de esto y
previendo las consecuencias que pudieran ocasionarse si
seprolongaba mucho tal estado,
creí que
debía acelerar á todo trance la expulsión del feto.
Al
efecto, administré á la parturiente 35 gramos de
cornezuelo de centeno en
infusión,
conobjeto de
provocar las contracciones uterinas que sehallaban suspendidas y
que
reaparecieron á los 24 ó 20 minutos de administrar
el
brevaje. Ordené
quetres ayudantes colocaran y sostu¬
vieran á la vaca en la
posición más favorable;
ycuando,
merced á las contracciones uterinas y nuevos
esfuerzos
expulsivos el feto avanzó
untanto, pude yo auxiliar su
238
salida verificando tracciones moderadas que
coincidían
conlos esfuerzos de la madre.
Efectuado el
parto, mi primer cuidado fué el de
res¬tablecer la
circulación, á
cuyofin mandé
sedieran friegas
con
aguardiente
enlas extremidades,
yadministré á la
vaca una infusión de canela. La circulación no tardó en
restablecerse,
perola sensibilidad
ymotricidad voluntaría
de las
piernas continuaron alteradas durante algún tiempo.
En este estado las cosas,
la
vaca comenzó á bacermu¬chos esfuerzos
expulsivos. Eeconocí el aparato genital,
ypude
convencermede
queexistía otro feto,
cuyaexpulsión exigió
penosasmanipulaciones
que nodescribo
por nofa¬
tigar á mis lectores, viéndome obligado
porúltimo á
prac¬ticar la fetotomía.
Mas,
noobstante
esto,la parálisis é
insensibilidad no volvieron á
^Dresentarse.
Tratada
después la
vaca conlos cuidados
quehacía
necesario su
estado,
no tuvo novedadalguna.
Ahora bien:
suponiendo
queel accidente fuera debido,
cual yo supongo,
á
unacompresión vascular,
mequeda
la duda de si ésta fué determinada por
el primer feto
ex¬pulsado ó
porel
quepermanecía
enel útero,
auncuando
me inclino á creer lo
primero.
> I
MISCELANEA.
Los ensaj'os
llevados á cabo
porla electricidad
parala ejecución de la última
pena,han sido utilizados
enlos
mataderos
públicos
parasacrificar los animales destinados
al abasto
público. La operación
essencillísima: el animal llega montado
en un carroad hoc,
confondo
buen conduc¬tor;
un cable electriza al animalnegativamente, mientras
que un
chico, armado de
unaespecie de excitador,
conve¬nientemente
aislado, acaricia la
frente delpobre animal,
el cual cae muerto en el carricoche instantáneamente y
al
parecer
sin sufrimiento de ninguna especie. La
sangredel
animal,
muerto en estascondiciones,
no secoagula
y seLaVeteeinàeia Contemporánea. 239 extrae de los vasos
después de la muerte; la carne, que queda blanca,
seconserva mejor.
*
« *
Se trata de obtener perros
de alzada descomunal: como
un
caballo,
porejemplo. El sistema consiste en la selección
zootécnica convenientemente
dirigida,
ylos primeros
en¬sayos
han comenzado con un hermoso perro, cuyo ejem¬
plar ha costado 4.000 duros y mide unos 85 centímetros
de alzada.
¡4.000 duros! ¡20.000 pesetas....! ¡á mil reales ó cerca
el centímetro de
perro....!
ganasdan de ponerse á criar
perros
si los pagaran á ese precio, pues con media docena
que se
criaran cada año
El Liberal
del
6del actual, llama la atención sohre la
tardanza en proveer
ciertas plazas vacantes en las Escue¬
las de
Veterinaria.
La verdad es, que no
sabemos á qué obedece tal
demora.
En vista de que
el huésped del Ganges se muestra compasivo
y notoma proporciones alarmantes en Madrid,
han abierto sus
puertas los centros de enseñanza de esta capital: los estudiantes de Veterinaria pueden solicitar sus
matrículas desde
el
15del
mesactual.
* ' «
Ha sido constituido definitivamente y
ha visto la luz piihlica
enla Gaceta Oficial, el tribunal que ha de juzgar
en las
próximas oposiciones á Patología.
*
* *
Con motivo de la reforma
hecha
enlas matrículas,
es creenciageneral
quedisminuirá el número de alumnos
que
diariamente
concurrená nuestras aulas. Así sea, sobre¬
todo
siempre
que ganemos encalidad.
%
% ^
240 La Veteeinabia Contempoeánea.
Entre los concurrentes para
las
vacantesde
la Escuela de Veterinaria deCuba, sólo figura
uncatedrático
de laPenínsula;
los demás todos sonayudantes ó auxiliares.
Esto no
obsta,
para que,según
senos asegura,queden
pro¬vistas las
plazas sin
necesidad deoposición.
íí'r-
En Puerto
Pico,
ysegún
unarevista científica, está llamando
la atención un nuevo ser queviene á competir
con el gusano
de seda. Este desconocido animal,
quevive
en un árbol muy
abundante
enlas
cordilleras de San Sal¬vador,' produce capullos hasta de dos pies de largos,
com¬puestos de fibras
quecompiten
conla seda.
Para combatir el mildeio de la vidse
aconseja:
Sulfato de cobre 1
gramos.
Sulfato de amoniaco 2 »
Carbonato
de sosa 3 »Se disuelveen agua y se
rocía la planta.
sf '«-
Habiendo ya
regresado de
susexcursiones veraniegas,
el Sr.
Alcolea, liaráse
cargode la dirección de
estarevista,
desde el número
próximo.—M. Alyero.
TRASPASO.
Se
traspasa
unestablecimiento de Veterinaria
conbuena clientela en
Valdepeñas, (Ciudad Eeal.) Para más detalles, pueden dirigirse á I). Antonio Pubio
endicho pueblo,
y enMadrid á D. Maximino Viveros,
paseode las
Delicias 16.
Impkenta de José Ckuzado, DivinoPastor, número U.