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(1)

AÑO H. DOMINGO 16 DE ABRIL DE 1854. NÚM. 51.

DE M

PERIODIJÍ^ DE INTERESES MORALES Y MATERIALES.

REDACTADO POR

CD. ^uÀctô

y. 'TTLx/ttl·, (D. ^voai y- CD. »C&0I1C10 5. ^ctíCc^o.

SE .PUBLICA"DOS VEGES AL .IIHS, Y A CADA NUMERO ACOMPAÑAN IG PAGINAS EN 4.°

! DE OBRAS DE LA CIENCIA.

PRECIOSDE SUSCRICION. '

AtpÉniÓDic'oCONi.AS OBRAS. En Madrid, por un mes, 3 rs., por 1res id. 8; En provincias, por tresid. 10. Ul¬

tramary estrapçero,por nn aflo,

50.

A SOLOEL PERIODICO. En Madrid,porun raes, 2 reales, pór tresid. 5 En provinciasportresid., 7. Ultramar y .estrange^!)., por unano, 30.

GgdaBpáginas de las obras publicadas cuestan á los nuévos suscriioresmedio real.

PUNTOS DE SUSCRICION.

En Madrid; En la Redacción, calle del Desengaño, nu¬

mero 18, cuarto tercero; enla librería de Cuesta ó enla .deBailly-Bailliere , y en la litografia de Mejía, callede Atocha, mim. 62.=Enprovinciasen .casa de los corres-

pyusalesenlos puntos en que los bay, ó girando l.etra sobre cqrreos áfavor del Administrador,.encarta franca PREMIOS AL MERITO ESCOLAR.

-J LaReilaccioade El Eco de la Veterinaria, funda 4»remio3anüalos en

obsequio

de los alumnos

'

distin¬

guidos

de la Escuela superiory de las subalternas.

EstoS premiosqueconsistirán siempreen obras escogidas de laBibliotecaselectay econòmica de Vete¬

rinaria, serán adjudicados del modo siguiente:

üamesantes de terminar cadacurso sereunirán los alumnos dequinto

aíio

en la Escuela superiory

osdetercero enlas

subalternas,

para designar, en

virtud de formalvotación, aquel de entreellos que, -ajuicio delmayor

número,

sea masacreedor alpre¬

mio, bajo eltriple conceptode aprovechamiento,bue¬

naconducta y escasez

de

recursos.

Eldirectorde laEscuela correspondiente ó bien el catediático

respectivo

del último

año,

y, en su defecto sise negaren á verificarlo, unacomisión de los mistSoâ alumnos

participará

elnombre del que

obtenga mayoría

á esta Redacción que, á su VÇZ,lo publicaráen El Eco, y remitirá al agraciado Jaobrade premio. Si estasehallase en publicación

se considerará como suscritor gratuito al alumno

que en cada escuela señalen

losfiufragipsdesus

con¬

discípulos;

y eu ambos casos, se consignará enla portada de dicha obra una

inscripción

honoriffea

para su

propietario,

autorizadaconel sello d" laRe¬

dacción.

El premio destinado alcurso actual es un ejem¬

plar del Diccionario

de medicina veterinaria práctica, advirtiendoque poreste añonotienen

opcíoo

áéllos

alumnos de la Escuèlade

Leoñ,

puesto que no han llegado todavíaal último desu carrera.

Esperamos que, penetrados denuestro

ohjetp,

los diiecloresde lasEscuelas veterinítrias y losca¬

tedráticos delcurso último en cadauna de ellas se¬

cundarán nuestras miras, y tratarán, deformalizar uñamedida benéficapara la enseñanza, que tal vez fueraestéril sinsu concurso.

REORGANIZACION DE LA ENSEÑANZA VETE¬

rinaria.

Hace mucho

tiempo

que la Veterinaria

españoh

exige imperiosamenteuna reforma, yreforma radi¬

cal:este es un hecho

innegable.

Su posición y ran¬

goentrelasdemás profesionesno es el que ser de¬

biera; sus estudiospecan deincompletosydefectuo¬

sos; suejercicio está erizado depenalidadesy sinsa¬

bores, lautoenla prácticamilitarcomo en la civil;

yconcretándonos á esta, desde el veterinario di

prioiera-clasehasta el

simple

albéitar todos lospro¬

fesores consagrados al serviciode sus conciudada¬

nosenelterreno

deJaiadustriapecuaria,

todos, con muj'raras

escepciones,

obtienen, en retribución de

untrabajo asiduoy penoso, loquela

ingratitud

eri¬

gidaenárbitrosupremo de lascompensaciones,de¬

vuelvesiempre á cambio de los favores recibidos.

Porotra parte, la

espinosa

cuestión de atribuciones

tantasvecessuscitadaen elseno de esta desgraciada facultad, esunconstante

origen de

querellas y dis-

(2)

50

;' EL

(

putas que

agrian les ánimos é introducen la discor¬

dia, sin que por eso

puedan prevenirse los abusos

ni cortaresafunesta anarquía qne

solo á

una

ley

terminantees dado destruir.

Admitida, pues, la necesidad de la

reforma,

las circunstancias quedeben concurriren

ella,

son:

Primera. La desustituir á unestado defectuoso otro tan

perfecto

comoserpueda.

Segunda. La dequelamejora actual marche en la línea de las modificaciones ulteriores de que la

cienciaseasusceptible.

Tercera. La de quecada

disposición

seadopteen

su tiempo oportuno.

Sinestas condiciones, lareformase esponeáem¬

peorarla

situación de

la

Veterinaria

total

ó parcial¬

mente, á contrariar su desarrollo progresivo

ó

re¬

tardarle cuandomenos Estosentado,sededuce sin esfuerzo quetoda reorganización de nuestraciencia

debe tender, á colocarla tan cerca como sus medios de mccion actualespermitan de larealización desu objeto tientificoy

social.

Yeámos, pues,

si

el Real decreto de tS de Febrero de 1854 llenaestas circunstancias.

Entre lasdisposiciones del Titulo

primero,

la dema¬

yorimportancia, la mastrascendental eslaque con¬

firmala division de las escuelasensuperiorysubal¬

ternasestablecida por el Real decreto de 19de Agos¬

tode 1847.—'En nuestro concepto esta disposición

esaltamente

perjudicial á la Veterinaria

y

á

la na¬

ción; à laprimeraporque

perpetúa

los males con¬

siguientes á la

diversidad de categorías

en una mis¬

mafacultad, males que

todo

el

mundo

conoce,-á la segundaporquela priva

de servicios

muy

importan¬

tes, autorizando la

creación de profesores incomple

¬ tos.

En efecto= ó unagranparte délos estudios de la

Escuelasuperior son

supéiíluos,

loquenopuede

ad¬

mitirse por razones que

despues

veremos,

ó los

ve- terfnaiios desegunda claseno poseen

los

que

el buen

desem penode la

profesión

exige.

Si

es

útil

el

estudio de

la Zootecnia y Agricultura aplicada-¿por

qué

no han

detenorestos conòfcimientos? Sison indispensables

otros considerados como ausiliares,porquénohan

deestar adornados de ellos también? Y auncircitns- cribieiiiiO la Veterinaria alterreno de la sola medi¬

cina de los animales, como,pretenden

espíritus

re¬

trógrados ¿no es una

anomalí.;

que

al Veterinario

procedente de la

Escuela de Madrid haya de

ense¬

na .de á curartolaclasede anitaales, mientrasque

se cstringenlosestudio.s del de

segunda

clase

á

los

¿emera

Hipiatria?

Cuántas veces

sucederá

que uno deestos haya de establecerseen un

partido

enqueel ganado vacuno, por

ejemplo,

constituya

la principal

riiipeza del

país!

Y eneste caso ¿,no es

consiguien¬

te(|ncserá incapaz de servir á sus

comqratriotas

en la p.írte mas esencial?'

El veterinario debe ser, en donde

quiera

que se h-rfiu, el consegero del

agricultor, él

es

quien hade

prepararla regeneraciónde la

Agricultura pàtria,

ECO

enfin, está llamado áabriruna nueva yrica fuente

depFoducclon

inagotable. Y

esta misión,que esqui¬

zá la masimportante, nopuede llenarla

cumplida¬

mentesinóen tanto que posea

la ciencia

en todasu latitud.

Por estas razonescreemosque

debería

darse la

mismaestensloaá los estudiosde todos los veteri¬

narios

españoles.

Tomando, ahora, por tipo los de ,

la Escuela superior,

señalaremos

un inconveniente

que conrespecto

á ellos

encontramos en su nueva

reorganización.

Desde la

aparición

del Real decreto que nos ocupa, ingresan

las asignaturas

accesorias en

los

cursosde la Escuela, lo cual encontramos muy ra¬

zonable porque, aparte de otras ventajas de menor momento, laaplicación á la Veterinaria deestosco¬

nocimientos será sin duda mas directa y mas

útil

portanto.

Pero hemos visto

con

profundo disgusto

que

queda suprimido el estudio de las Matemáticas,

porque estamos

persuadidos de

que

sin ellas

no es

posible el de la Fisica

y

Química;

y es

sabido

que,

prescindiendo de

su

utilidad propia,

estas

dos cien¬

cias son auxiliares

indispensables

parapenetrar con

ventaja

en

el inmenso.campo de la Historia,natural.

En cuantoá la distribución de lasasignaturas

iosdiferentesaños delacarrera, no nosocuparemos

aquí

de

ella,

pues en caso

de hacerlo daríamos á este

articulounaestension inconveniente.

En el título segundo que trata

de los alumnos»

hallamos que una

de las circunstancias

para ser

ad¬

mitidocomo tal es la desaber herrar á la española.

Esta modificacióntieneparanosotrosuninterésmuy directo, pues creemos que

ejercerá

una influencia

perniciosa sobre la veterinaria.

No dudamos qpe entre

los

herradores de

profe¬

siónhabrá hombres instruidos, porque existen en todas las clases de la Sociedad. Péronadiepodrádes¬

conocerque la inmensa

mayoría

de los alumnosque

ingresarán

en

adelante

en

las escuelas veterinarias

ha de ser por

precision ignorante,

pues es

pócó

co¬

mún que el

hombre dedicado á

un

ejercicio mecáni¬

co y penoso

durante los primeros años de

su

juven¬

tud,

haya deseado, ni podido cultivar

su

inteligencia.

De esta verdad que no

desconocen

en su

interior lo»

mas obcecadosadmiradores del nniica bienponde¬

rado arte

científico, de

esta

verdad coiftpróbáda pdi:

la ley

fisiológica de

que

el ejercicio muscular escesivo

es

incompatible

con

el Cerebral,

¡/

oice-versa, de

estaver¬

dad,

repétimos, deducíttfos

que

la-Veterinaria há

re¬

trocedido larúentableraente con el establecirtiiento de el herradoprevio.

' Conefecto, el hombrequé

ha llegado á la edad de

17 años sin cultivar suinteligencia rara

Vez sé "de¬

cide á ganarel tiempo'perdido, y es

de

suponer que continúe todasu vida careciendo de ciertos conoci¬

mientos

indispensables

én

sociedad

y queiio

pued e adquirir

enla

Escuela. Péró el

menor

mal

que

de

aquí

puede resultar

es

el de

que, una vez

profesor,

(3)

DE LA VETERINARIA. 51

hará unapapelpoco satisfactorioentre¡los hombres científicos; lo peor es que miraràcon tedio el estu¬

dio, queeste se le hará tantomas penosocuantome¬

noshabituado estéáél, y despues de

haber

aprendi¬

do poco á costadegrantrabajo enla Escuela, lejosde ensanchar la esfera desusconocimientos, los olvida¬

rá, sehará empírico,se

refugiará

en elherrado que considerará como su elemento, y será, al fin, sea

cualquierasu título, un

simple

herrador. De aquí perjuicios inmensos á los progresosde la ciencia, puestoque no esracional esperarlosen tales circuns"

tandas, y ásu consideración social, toda vezqueni

la instrucción, ni los servicios de la clase la harán acreedora al prestigio de que en otro caso seria digna.

Ahora bien, como á poco que se medite eneste punto y por muy preocupadaquela mente de cier¬

tos sugetos sehalle, esindisputableque ha dellegar

el dia de la separación entre el ejercicio del herrado y el de la

Veterinaria,

queda probado quela

dispo¬

sición que nos ocupa, como todo lo quetienda á ale~

jarese

dia

de regeneración, es un pasode retroceso para nuestra

pobre facultad.

Porotra parte,

hay

unidas á la práctica del her¬

rado ciertascostumbres yatradicionalesqueel alum¬

no llevaráconsigo á suentrada en la Escuelay ro¬

bustecerá Con el

ejemplo de

sus

condiscípulos.

Y

cornoquieraque la falta de instrucción le haráno ver mal alguno en estas costumbres, como quiera que

estarán

en

armonía

con

la

condición social á que aspira, como los hábitos adquiridos en la ni¬

ñezno seabandonan por lo común, seráen vano que se trate de

inculcarle

sanos

principios

de Morai veterinaria, cuya

utilidad

no comprenderá: las faltas de delicadeza y decoro

facultativos

se perpetuarán

desgraciadamente,

y no

será

este

el

menor de losma¬

les que pesen

sobre la Veterinaria española.

Repetimos

que

¡habrá

sus

escepciones;

pero la

masa general

presentará

seguramente el tristecua- drtf que

dejamos trazado,

y

ella

es

la

quedecidesiem¬

pre

de la

suerte y

posición de la clase.

Si laVeterinaria es unaciencia, si los veterina¬

rios han de ser hombres científicos, noera, no, en la segunda

mitad del siglo i9

cuando debia esperar¬

seda

adopción de

una

medida

quetan funesta presión

ha deejercer

sobre ella.-Ya

que se ha

incorporado

el estudio de la Física,

Química

é Historia natural á lbscursos de lacarrera ¿por

qué

no se ha de ha¬

ber exigidoel estudió

prévio de

las Matemáticasen

vea'del aprendizage del herrado? No estaría ésto

ñiás;eíi anhonía con el

objeto

y tendencias de la Ve¬

terinaria?Ñoaumentaría sus medios de acción¿No facMtaría,en fin, su

desarrpllo?

¡ concluirá.)

i ''i .:Ii.

ESTATUTOSDE LA SOCIEDAD DE MEDICINA VETERI-

naru deEspaña.

TITULO!.

/ '

Disposiciones generales.

Artículo 1.® Seconstituye, paralos dominios espa¬

ñoles, una asociación de todos losprofesores dedicados i la curación de los animales domésticos, bajo la denomi¬

nación. de Sociedad de MedicinaArt. 2.® veterinaria deEspaña.

La residenciade la Sociedad está estahle- cidaenMadrid.

Art. 3. ° Elobjeto deestainstitución es trabajar por los progresos de los diferenti'sramos que se reliereuá la medicina veterinaria; sostenerlos derechos y losinfere-

sesde sus profesores; colocará la una y á los otrosen el lugar que de derecho les corresponde, y consolidar

entre sí, por relaciones mas ínfimas y frecuentes las uniones de confraternidad quedeben siempre existir

e'ntre

' las personas que ejercenla misma profesión.

Art. 4.® La Sociedadse compone de sócios efectivos d titulares; de sócios de honor, y de sócios correspon¬

sales.

Art. 5. ° Es dirigidapor una comisión compuesta de

un número limitado de socios titulares nombrados en Juntageneral por escrutiniosecreto y pormayoría abso¬

luta de votos.

Art.6. ° Guando los fondos de la Sociedad lo permi¬

tan sepropondrán premiosparalas cuestiones queconla debida anticipaciónse anunciarán.

TITULO II.

De los sócios.

Art. 7.° El número de sócios de las tres categorías

esilihiitado.

Art. 8. ® Para seradmitido sócio titular es' indispen¬

sable estar autorizado para ejercer la veterinaria, solo quedan escluidos losmerosherradores y castradores.

Serequiere que unsócio titular haga la propuestapor escrito, ó dirigir al Presidentede la Saciedadla petición

de admisión.

Art.9.® La proposición ó la petición deadmisiónno se decidirá^hasta la sesión inmcdiati dela enque sehaya

dado cuenta. Para seradmitidoesnecesario queel candi¬

dato reúna, cuando menos, las dos'terceras partes de

losvotos presentes.—Cada uno de los votantes escribirá

sunombre en unpapel quehabrá sobre lamesa, antesde echar la bola: el escrutinio será nulo sí el número de bolas no correspondiera al de los nombres escritos. El Presidente publicará el resultado de la votación; se for¬

mará acta, que firmarán los individuosde la comisión administrativa, queden este caso, harón las funciones de escrutadores.

Art. lo. El candidato que no reúna la mitad de los votos nopodrá volverá serpropuesto en lo sucesivo. Sf pasa deeste númeroy no ha obtenido las dos terceras partes, no lo podráser hasta pasados dos anos.

Art. 11. El sócio admitido- no podrá concurrir á las sesiones déla Sociedad, sino despues de obligarse á la observancia de los Estatutos, firmando en un libro que habrá paraesteobjeto. Los ausentes lo harán porescrito, cuyo documentose archivará.

Art. 12. Todo sócio admitido pagará 20 reales de entrada.

Art 15. El título de sócia honorario puede conferirle la

Sociedad

en junta

general;

1.® á

los

profesdres dé cualquier categ;oriacomprendidos enel art. 8 ° que por

su edad avanzada ó enfermedad no puedan lomar una

parte activa en loS

trabajos-áe

la Sociedad; ó á los so¬

cios titulares'qúe abandonen el pais para esfahlecerséen el estranjéro: 2, ® á losiqccpor susescrilos o irabajoS, sedá'éno profesoresOnveterinaria, naciohaleS óestran-' geros, sehayandistinguidoen cualesquiera délos raiúqs'

de la inedicma veterinariaó de la economía rural: 3.-o- los hombres éóairiéirtes

del-pais

cuya ciencia ó po.slciinn socialptieden prestar servicios á la profesión ó á la Só-i

ciedad. - :

(4)

m EL EGO

Art. 14. El título do sociocorresponsalseconcede del

mismo modo á los hombrescientíficos, nacionales ó es¬

trangeres, y entre éstos con preferencia á los veteri¬

narios.

Art. 15. Elnombramiento de sdcios de honor y cor¬

responsalesno se hace sin que unsocio titular haga la propuestapor escrito, indicando de ella las cualidadesy circunstancias especiales delpropuesto: laSociedadnom- Ivauna comisiónespecial de tres socios titulares, la cual examinarálas cualidadesy circunstancias del candidato, dapdocuenta por escritoá la S.iriedad.

Art. 16. El queacepte el títulode sdcio dehonor tí el

corresponsal, no contrae mas obligaciones-con la So-

cjedad

, que hacer donación para su

biblioteca de

un

ejémplar

de lo que hasta entouces

hubiere publicado

tí publicare.en lo sucesivoy evacuar las consultas quepu-- dieranóctirrir.

Art. 17. La Sociedadse reserva el derecho de poder excluir de su seno á todo stíeio que por su conducta se

haga indigno de pertenecería. Los

motivos de esclusion

no se determinan;sedejan al juicio y fallo de la Socie¬

dad. El charlatanismo punible, el usar contra un com¬

profesor , por motivos de interés personal, insinuacio¬

nes calumniosas tfotromedio reprobadopor la probidad, pueden motivar una petición de espul.sion.

Art. 18. Esta proposición motivada se hará por es¬

crito yestará firmada á lomenos por cinco socios titula-

tés tí por la Comisión administrativa, se entregará al Presidente, y este nombrará en el primer caso una co¬

misión especial, debiendo formar parte de ella uno do

los firmantes. De la preposicióny dictámeiisedarácuenta

enjunta generalde socios, yel Presidente, en su caso, pedirá la espulsiondel stíeio. Cuando la

Comisión admi¬

nistrativahaga la propuesta, se decidirá la esclusion sin

nombramiento de comisión.

Art. 19. En la sesión inmediata á la en que-se haya dado cuenta do la petición de espulsion, y despues de

abierta discusión, se procederá á la votación, bastando parala aprobación la simple mayoría de votos.

Aft. '20. Elsocio cuyaespulsion sepide, tiene el de¬

recho de-seroidoen ladiscusión depalabraóporescrito;

péro si estuviere presenté

deberá

retirarse

cuando

se vaya á deliberar. Si el stíeio estuviese ausente sele no¬

ticiará ia petición de espulsion y los motivos para que digaen defensa loquecreyere

conveniente.

Art. 21. El socio espulsado no podrá ser propuésto denuevoliasiapasados cuatro anos.

Art, 22. Cada stíeio pagará anualmente 20 rs. por se¬

mestresanticipados.

TITULO ra.

De la Comisión administrativa.

V

Art. 23. LaComisiónadministrativa se compone: 1.°

deunPresidente; 2."de dos vicepresidentes, primeroy

segundo; 3. °

de

untesorero;

4. de-un secretario

y

5. °

de uri-archiverobibliotecario.

Art. 24. AlPresidente,y en saausenpia áuno de los

■vice-presidentes,

corresponde la obligación de vigilar

por elcumplimiento exactode los

Estatutos,

mantener

el orden

enlas sesiones y en lasdiscusiones. Convoca á

la Comi¬

sión.administrativa y á lasjuntas generales

de la Socie-

dád, firmatodos los impeles correspondientes ála misma y

autoriza

loslibramientospara

los

gastos.

Si

en

votacio¬

neshubiera empate, su voto serádecisivo.

Art 25. El tesorero forma mensualmente el presu¬

puestodo gastospara el

inmediato

y

hace los

pagos por érden delPiesidente.Cada seme-tre presenta la cuenta correspondiente conlos datos

comprobativos, la cual

que¬

dará sobre la mesapara

qfle

la examinenlos

sócios

que gusten, bastala sesión

inmediata,

en

la

que se

discutirá

yaprobará. Verificado esto, se

depositará

en

el archivo

de laSociedad, dandoal tesorero una copia

autorizada

porel Presidente para quele sirva definiquito,

tp,Art. ¿6. isi archiveroestá encargadode conservar

los

libros, periódicos, obras,manuscritos ydemás

papeles

y objetos pertenecientesálaSociedad. Formaráuninventa¬

rioexactodecuantotenga á su cuidado, de cuyoinven¬

taríoel Presidente tendráunacopia, asicomode los

libros

,

ópapeles queentregueácualquier socio. Cuandocese en

sus'fun'ciones haráentregaformal alquelesuceda decuan¬

toexista bajo suresponsabilidad, firmandoambosenel in-

ventiirioyespresandoestar conformes.

Art.27. Elsecretirio redactará elactade cadasesión, llevaránn registro de las resoluciones, yla correspenden-

ciaen,unipndel Presidente y firmaráconeste todos los documentos.

Art. 28. Encasosdeausenciadel secretario hará sus veces elarchivero.

Art. 29. El cargodePresidente durará tres años; no podrá serreelegidomas que unavez, debiendo pasar un trieniopara poderser nombrado denuevo; los demás in¬

dividuos dela Comisión administrativapueden ser reele¬

gidos indefinidamente, debiendohacerse la elección cada

afio,enlosquince primeros dias del último mes del año

social.

TITULO IV.

De las Sesiones.

Art. 30. El 25 deca.laraes, y al siguiente si fuesefes- tivo, habrásesión general. Todos los sócios residentesen Madridseránavisadosá domicilio condos dias lo menos deanticipación. El secretario, al pasaresteaviso, indica¬

losasuntosprincipales quedeban discutirse.

Ai't. 31. Para desempeñar cargo enla Sociedadsu re¬

quieren cuandomenos

ocho asistencias,

yparatener voto

enlas eleccionesseis, siempre quelos stícios residan en Madrid. El socio que falte á dos sesiones seguidas, á no

ser por impedimentofísico ó por ausencia,

satisfará

2rs.

paralosfondos de la sociedad.

Art.32. Siocurriese algunasuntourgente, el Presi¬

dente; poniéndose de acuerdo conel

secretario"

y

demás

individuos de la Comisión administrativa; podrá citar á sesión estraordinaria.Élstíeio que faltare, á no ser por loé iñotivosindicados enel artículo anterior, satisfará 4

rs. devn., paraigual destinoal manifestado en el

mismo

artículo.

Art.33. TodoiS los sóciosescribiránsunombre,enfina listaqueparaeste

efectó' habrá,

antes

entraren

la

se¬

sión, que:empezará lomas

tarde

un cuarto

de hora des¬

pués de la citada.

Art. 34. Abierta la sesión, el Presidente concederá la palátitáal secretariopara

la lectura del

acta

de'la

ante¬

rior; y si ningún stíeio hiciera

rectificaciones, preguntará

sií^eaprueba. En seguidadarácuentade la corresponden¬

cia de laSociedadquehubierehabido desde ia última se¬

sión.

Art. 35. Todo socio tiene derecho deleer ó remitir para su lectura, uu

trabajo tí de

sostener una

tesis;

pero débe comunicarle alPresidenteel estracto con15 dias de anticipación aldéla sesión, para:que

el secretario pueda

incluirlo entrelos asuntosdesignados á la órden del dia.

Art. 36. LaSociedad, sin embargo, puedeconceder el

que sin llenarel

re.iuisito anterior,

se

dé cuenta de

un hecho científico inleresantey hasta discutirle inmediata¬

mente.

Art. 37. Eu los demás casos,se dará lectura del escri¬

toómemoria, óse indicará'la tésis,

nombrando

para

los

trabajos depersonas estrailas

á la Sociedad

una

comisión

de3 5 individuos para quesudictámenen

la

se¬

siónpróxima, enla

cual

se

entrará

en

discusión, á

no ser

quelaSociedad

acuerde aplazarla

para

otra sesión.

Art. 38. Ninguno

puede

usar

de la palabra sin

auese la conceda elPresidente.Elorador lo hará levantado de

su asiento.

Art. 39. Concedida que sea

la palabra á

un

stíeio,

ninguno tiene

derecho

para

interrumpirle, escqpto el Pre¬

sidenteparallamarle ál

orden, si

es que

el'orador

-se se¬

paradel objetoen

cuestión, ó trata deTlevarla á

un

terre¬

nocontrarioá Lisintencionesde la Sociedad.Todo orador

sedirigirá alPresidente ó á

la sociedad. El

que

vertiere

espresionesofensivas

hácia cualquiera de los sócios, será

llamado al orden por el

Presidente,

y

sino obedeciera,

podráretirarle la

palabra.

Art.40. Solo se concederá á unsóciotres veces eluso de lapalabraen unamisma

discusión, inclusas las rectifi¬

caciones; perola Sociedad,

consultada

por

el Presidente,

puededecidir lo contrario.

(5)

DB LÀ VETERNARIA. 55

I Art. 41. Siem))re hiiy el

derecho de interrnmpir

una discusiónpara una mocion de orden,ópara responder

á

unhecho personal, prèvia laautorización

dclPiesidente.

Art. 42. Puede preguntarsesiunasunto está suficien¬

tementediscutido cuando loreclamen tres socios.

Art. 43. Todas.las votacionesse decidenpormayoría absoluta de votos, esceptola admisión de socios titula¬

resy los gastos

estranrdinarios. En

estos

dos últimos

ca¬

sos, se requieren lasdosterceraspartes

de

votos, peroes preciso queel núiiiero devotantessea

lo

meaos

el de doce.

Art. 44. Ningún socio titular presente puede abste

nerse devotar, á no serque los motivosque re lo impi¬

dan, y quedebe manifestar, sean

admitidos

por

la

socie¬ dad.

Art.45. Las memorias, escritos ü observaciones seña¬

ladosá la orden del día,se leenpor el orden de suins¬

cripción.Sin embargo, si lasociedadreconocela utilidad, podrá invertirse el orden.

Art. 46. No senombracomisión quesu dictamen sobrelostrabajos de lossócins, áno ser que ellos

miani-

fiesteneste deseo;mientras quelos presentados ó remiti¬

dosporpersonasestraílas á la

Sociedad

serán examinados

delmodoque determina el

articulo 37.

Art.47. Terminada la lecturadeun trabajo, si es en el dia destinado para sudiscusión,se

procederá primero

á

latotalidad deaquel y

opiniones del

autor

ó de la comi¬

sión si es undictámen.

Art. 48. En la discusión deunaproposición, deundic¬

támen, ó deuntrabajocualquiera, el autor ó el redactor puedenobtenerla palabra cuantasveces creyeren nece¬

sarioparadar lasoportunasesplicaciunes.

Art. 49. Lascomisiones sonnombradas porel Presi¬

dente, lascualesseconstituirán éinstalarán deñnilivamen-

te por SÏ,para elegirsu presidente, secretario yredactor

d^ dictámen

Art. 50. Losdictámenesde lascomisiones seanotarán

en unlibroespecial bajo la dirección del secretario de la Sociedad.

Art. 51. Citando la Sociedad lo crea conveniente, ha¬

brá en el dia que sedesigneuna sesión

pública

y solemne

para dar cuentade los trabajos,de la

Sociedad,

hacer

menciónde algunos sociosqne sehayan

hecho

acreedores

porsusesfuerzos, en biendela ciencia, adjuilicacion de premios, ó proponercuestionesparaelconcursoinmedia¬

to.Estasesión esde asistenciaobligatoria, el socio que faltepagará 20rs. demulta.

Art.52. Lossocios dehonoryloscorresponsalespue¬

denasistir á las sesiones ytomarparte enlasdiscusiones,

pero notienenvoto en las deliberaciones.

TITULOV.

. Art. 53. LaSaciedad publicarásustrabajos enel Bo¬

letín de veterinaria queserásuperiódico oficial coiuo lo

esde la de Socorrosmútuos.

Art.54. Lasmemorias, trabajos, cuestiones científicas, observaciones clínicas ydemásque sesometaal examen j'discusión de la Sociedad,seremitirá áunacomisiónes-

Íiecial llamada de corrección

aredacción del Boletín.'Esto comisión, compuesta

de estilo, antes de pasarlo á

detres individuoselegidosporla Sociedadtodos los años, se li¬

mitaráá corregir loserroresligeros ó faltas de language quehayan podido pasardesapercibidosporel autor.

Art. 55. La comisión de corrección no podrá alterar eV.sentido deningún trabajosometido ásu examen; cuan¬

donoteerroresóaserciones contrarias álos hechos cono¬

cidos enla ciencia, deberá ponerlo en conocimiento del

autorparaqueel mismo losrectifique.Si el autorno ac¬

cediese, podrá suspender la publicación dando cuentaá la Sociedad.

Art. 56. Siendo cadaautorresponsable desutrabajo, la comisión se abstendrá de hacer comentarios, ni

refu¬

taciones deningúngénero. Sin embargo, cada individuo, lo mismo quetodo sdcio, tiene el derecho de critica razo¬

nada, perodeberá leersesurefutación enla Sociedad.

Art. 57. .Elautorde un trabajo, cuyaestensioh sea lo menos de 12páginas del Boletín, tiene derecho átrece ejemplares del mismo, y si quisieramayor número po-

drá hacer la tirádaásu costa,avisando oportunamente.

Art.58. No seincluiránenel Boletín las cuestiones

llamadaspolémicas,' cuando notengan un interés roaí y palpableparala ciencia ó la profesión, ysobre todocuan¬

do seande carácter duro, satíricoy personal.

Art, 59. Todo socio titular contrae la obligación de

leer é remitiriina vez al año un trabajo científico porlo

menos.

TITÜLO VI.

o Art. 60. Labiblioteca se compone de las obras,me¬

morias, manuscritos, periódicos y demásquetratede me¬

dicina veterinariao cienciasquesela refieran,adquiridas

porla Sociedad ó regala las.

Art.61. Todo socio puede pedir paraleer cualquiera délos trabajos y demás que queda citado enel aiticulo

anterior; pero no lo tendí á 'mas de dosmeses, dando al

archivero el competenteresguardo.

Art. 62. Es decuenta delsócio quehaya estraviado ó estropeado untrabajosureposición.

Art. 63. La biblioteca estábajo la inmediatadirección

y responsabilidad del archivero.

TITULO vn.

Art. 64. Ningún sócio titular puede, áno ser por un motivograve, hacer dimisión, mas que enel último

tri¬

mestre del año social. Ladimisión ladirigiráalPresiden-

tepara queeste la ponga en conocimientode la

Sociedad.

Eldimisionarionopodráserpropue.sto hasta pasadoscua¬

tro años, con las formalidades que sefijanenelart,

8.°

Art. 65. No se admite mas escnsaparalas faltas de

asistencia de quehablan los artículos 31, 52y 51 sino

las,

señaladas en losmismos. Guando estasfaltas recaigan en

unindividuo de la Comisión administrativa ó decorrec¬

ción de estilo, cuando sea citada para desempeñar sus funciones, serádoblela multa.

Art. 66. Los presentesEstatutos sufrirán-las

modifi¬

caciones qnela espériencia dé á conocer ser

necesarias.

Lasproposiciones uemodificacióndebenemanar de

la

co¬

misión administrativa ó de diezsocios cuando menos. La discusión y resoluoionno podrá hacersemasque en

junta

general.

{Bololíndej^iierinaria.)

ri

CREAGIOIM DE üiNA NÜEVA ACADEMIA.

Se noáha

asegurado

porpersonas

de

entero

cré¬

dito que va

á establecerse, ó tal

vez

á

estas

horas

se

haya establecido

ya en

Barcelona

una

Academia

ve¬

terinaria

españolé,

cuyas

bases

se

hallan

en un

todo

confortnes cón las indicaciones

publicadas anónimas

en el número "30 (íe El Eco para optar al

premio

sobre el primer teuáa

del

concurso

abierto

por

esta

Redacción.

EstaAcademia parece que

tendrá el carácter de

sucursal, siempre que en

las demás provincias

se determine formar

iguales asociaciones, las cuales,

en tal caso,

habrían de referirse á

una

central

que

se fundase>n

Madrid. Asimismo

se nos

ha infor¬

mado que

la Academia Barcelonesa

se propone no

admitir en susenootros

profesores

que

los Veteri¬

narios deprimera

clase, los

puros y

de segunda,

es-

cluyendo

por

consiguiente á los Albéitares. *

Son muy escasas

las noticias

que

hemos recibi¬

do acerca de la nuevaAcademia, y por

lo mismo

nosabstenemos

boy de darlas publicidad, aplazán¬

dolo para

el número siguiente. Mas entre tanto,

creemos un deber denuestï-aconciencia elrecomen-

(6)

54 EL ECO

dar á los Veterinarios de provincialaimitación

del

paso dado por los de Barcelona, y que tan felices

consecuenciaspuedetraer

á la Veterinaria

española.

Ya lo dijimos enel

numeró

anterior de El Eco;

eí establecimiento de unasola Academia enMadrid

escuando menos insuflciente, podiendo acarrear en cambio graves

daños,

si á ello se prestan lasperso¬

nas quehubiesen de componer su Junta directiva.

Pero estemalposible desaparece, y

desaparecepor

completo, convirtiéndose en¡origen de beneficios

sincuento, desde el instante enquelos veterinarios

deprovincia estén representados por

mismosen

su respectiva ¡Academia, desde elmomento en que

puedan asistir personalmente á las sesiones, y opo¬

ner toda la fuerza moral y científica de su particular

corporación

álas tentativas de monopolio que otra cualquiera pretendiese hacer.

Solo de estemodo la asociación es verdadera y fecunda entitilesresultados; solo así pueden los ve¬

terinarios deprovincias estar segurosde que su re¬

presentación académicaes real yefectiva, no nomi¬

nal, porque se hallan al corriente hasta de las accio¬

nessecretas de la,Sociedad, conocen íntimamente

sus miras,y pueden con su intervención directa au- Siliar éficazmente las buenastendencias

é.impedir

los

efectos de las malas.

Pero lo que nosha sorprendido agradablemente

entre lasdispcsiciones de la proyectada Academia

de Barcelona esla no admisión de los Albéitares.

Estaes una medida que, á la vez que se propone reducir las clases de

profesores

obligando dignamen¬

teá los Albéitares á ingresar en la 2.' clasede ve¬

terinariis, hará distinguir por siempre las,nuevas Academias que se

instalen

de la sociedad de medici¬

naveterinaria de

España

recientementecreadapor los Redactores AelBoletín. A virtud de semejante determinación, no seria absurdosospechar que.an¬

tes de mucho

tiempo,

ó se ha conseguido

incorpo¬

rar entre losVeterinarios de 2.» clase á los Albéi- tarés masinstruidos y masamantes de la ciencia, ó de 16 contrario laAsociaciónplanteada porlosRe¬

dactoresdel Boletínde Veterinariaestará compues¬

tadeAlbéitares apáticos y acaso ignorantes en el mayor

número

desus

individuos;

mientras que la.

Academia deBarcelona, como las demásque sigan

suejemplo, estará constituida por

hombres

de cien¬

cia y entusiastas delos progresos veterinarios.

tJn consejoqueremos dar á los veterinariosde

là'provincia

de

Barcelona,

_autorès delpensamiento

qh'étíoséstá

ocupando, si aun

llegamos

á

tiempo;

en lamáfcha desu proyecto, y es: que

dejen

autoriza¬

dos á losVetérináriósmilitarespara

poder ingresar

êficualquiera de

las.Academias provinciales,ó

cenr

se'é^al&íiétre); siémpré

que ellos lo deseen

á

su's.ÉstatMíoï

el parácterde

píÇ^ohàks,;con publicà' Objetó dp^pinetérlósá la discúsiori,

y abadétóicá

en todos los casos que coh-

Tlèhgà.

■■ ■' ■ « - ■■

No entraremos, porahora, enelanálisis del plan grandioso y regenerador deli Academia barcelone¬

sa, porque al fin es una

aplicación

esplanada

de la

memoria presentadaen bosquejo para optar

á

un

premio del

concurso

abierto

por

El Eco. Pero

nos felicitamos de haber dado márgen áuna

mejora

tan radicalcomo la que se prepara; y

lo repetiremos,

no podemos menosde

recomendar encarecidamente

elejemplo dadoporlos de Barcelona

á los veterina¬

rios deprovincia.

LaBedaccion.

RKIIITIDO.

Sres. Redactoresde El Eco de la Veterinaria.

Muy Sres. mios: usando del

derecho

que

VV. conceden

á sussuscritores, mevalgo de su apreciable periódico,

único medioconque contamospara

emitir

nuestras

ideas,

con objeto de dirigir lassiguientes

líneas al Sr. Ortego

y

Navas que,investido del título

de médico cirujano, nosdis-

pensa no obstante el honorde ingresaren

el número de

alumnosde la E,muela superiorde Veterinaria.

Hace muchotiempoque, tantoyocomo otros

muchos

de miscondiscípulos, habíamos echado

de

ver que

los

libros destinados ánuestraenseñanzano llenaban el ob¬

jetoquetan cumplidamente

seria de desear; peroúncapa-

cesde intentar ni muchomenos llevará efecto crítica al¬

gunarazonada, nos veíamos

reducidos á lamentar esta

falta ensilencio. Guando lié aquíque un diaaparece en El Eco de laVeterinaria(núm. 26) elprimer

artículo del

Sr. Ortego, que nosllenó de júbilo,

haciéndonos concebir

lalisongeraesperanzadevermejorada nuestra

instruc¬

ción, gracias á lastareas quo este

apreciable

sugeto toma¬

ba íobresi.

Alpasarla vistaporaquel e.srrito dijimos con entera

buena fé: hé aquíuntalento quemejorará, áno

dudarlo,

elestadoprecariode laenseñanza

veterinaria;-lo

que nos hace falta sonhombres que seinteresen pornuestra

ilus¬

tración, ytodo puede esperarsedel que,

provisto de los

medios necesarios, acomete laempresa de señalarlosin¬

convenientesdenuestrostrstuales,llevadoúnicamente del nobleamorá la ciencia. Yen efecto, para nosotros que miramoscon entusiasmo todo lo que pmde contribuir á

los progresos de la Veterinaria, era

altamente satisfacto¬

ria la determinacióndel Sr. Ortegocon tanto. mas moti¬

vo cuantoque esperábamos

quedeella surgiriaunadiscu-

sion científica muyinstructiva.

Mas, lodecimoscon sentimiento, todasestasilusiones

sehandesvanecidocomoel humo; Ya desde el principio

nosindicaronalgunos alumnosdetercer

año

que

la deci-;,

sionde sucondiscípulo elSr. Ortego se dehia solamente,

áresentimientos personales, sinque el amor

á la ciencia

entiaraparanada enella. Y si bien

dudamos

por

mucho

tiempo delaexactitud deestas

indicaciones, las estrañas"

peripecias de asunto tanruidoso

han venido á confirmar la

tristeVerdad que encerraban.

Presciiídiendo aquí del 2.® artículo que

apareció

én;

el núm. 27 de El Eco, puestoquèsolo seocupaba

de fal-

'

tas gramaticales

aplazando

para otro

la cuestión eséhcial,

lacuc.stion científica, pasemosal 3.® Cuando séle espera¬

ba con impaciencia; creyendoque habia deser

la

espre-;

sion fiel de luminosas doctrinas, cuando todo el mund'ó''

se

préparábá'á

ver

destrúidds, pulverizados

errores

pêr-,

júdiòiaíes,. Sale^poV lin,

y

¡oh sorpresil está redtiíndo á-

unafriáprotesta, quesi'cbndúcc

á algo

és

á

marcar

flt'o'-

:

' fïiirdaffleriteërcatâcterp'ersônal'de

làôuëstiôn. '

'

Podrácreefse' ávfeúturáiá está proposicioii; péro

para"

dejarjd

demostradano

descenderemos' á largas rellexidiles,,

tíarèmósúñicámentfr notarütía coiticblenciá'mtiy kigriiür' cativá.Eí SriÚhébb'cmprehilióla'crítica

'en 'cue-tibn'¥oftí¡'

por

biëh 'dè

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para

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