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Panorama histórico de la agricultura en el Ecuador

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Academic year: 2021

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(1)

GEOGRAFIA BASICA DEL ECUADOR TOMO V GEOGRAFIAAGRARIA Volumen 2

PAISAJES AGRARIOS DEL ECUADOR

Charles Hu ttel Claude Zebrowski Pierre Gondard

IRD (exORSTOM) IPGH

IFEA IGM PUCE

Institut de Recherche pour le Développement (Instituto de Investigaci6n para el Desarrollo)

Instituto Panamericano de Geografia e Historia (Seccién Nacional deI Ecuador) Instituto Francés de Estudios Andinos

Instituto Geogrâfico Militar

(2)

GEOGRAFIA BASrCA DEL ECUADOR TOMO V GEOGRAFIAAGRARIA

Volumen2

PAISA

J ES

AGRARIOS DEL ECUADOR

Cha rles Huttel Cla u de Zebrowski PierreGondard con la cola bor aci6n de:

JeanBourliau d PierreGas s elin Patrick Le Goulven Andrés Struve

Instituto de Investigaci6n

par a el Desarrollo InstiGtutoeografia ePanamHier icanostoria de

Institut Français

d'EtudesAndines

InstitutoFrancésde

EstudiosAndinos InstitutoGeograficoMilitar

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Publicaci6n realizada en el marco deI acuerdo de Cooperaci6n Cientifica entre el Instituto Paname-ricano de Geografia e Historia -IPGH-, secci6n Nacional deI Ecuador,y el Institut de Recherche pour le Développement -!RD (ex üRSTüM)-, con el auspicio deI Institut Français d'Études Andines -IFEA-, el Instituto Geogrâfico Militar -IGM-y la Pontificia Universidad Cat6lica deI Ecuador -PUCE-.

Comité:Editorial de la PUCE para la revisi6n cientifica y literaria de "Los paisajes agrarios deI Ecuador":

Dr. Hernân Andrade, Rector

Lic. Emilio Cerezo, Decano de Ciencias Humanas

Lic. Jesus Aguinaga Z., Director deI Centro de Publicaciones Dr. Nelson Gomez, Director deI Departamento de Geografia

Revisi6n de textos: IFEA, Anne-Marie Brougère. Imagen de la portada: Fausto Joaquim, 1995. Impreso en los talleres deI IGM, 1999.

IRD Institut de Recherche pour le Développement, 75480 Paris Cedex 10, Francia

IPGH Instituto Panamericano de Geografia e Historia, Calle Seniergues y General Pazmiiio, Apartado 3898, Quito, Ecuador

IFEA Institut Français d'Études Andines, Contralmirante Montero J..41, Casilla 18-1217, Lima 18, Pero

IGM Instituto Geogrâtico Militar, Calle Seniergues y General Pazmiiio,Apartado 3898, Quito, Ecuador

PUCEPontificia Universidad Cat6lica deI Ecuador, Avenida 12 de octubre y Carri6n, Apartado 17-01-2184,Quito, Ecuador

4.

© 1999 Derechos de la primera edici6n : IFEA, IGM-IPGH, IRD YPUCE

Este libro corresponde al Tomo 119 de la serie "Travaux de l'Institut Français d'Études Andines".

(ISSN 0768-424X) Il

ISBN 9978-92-163-X

(4)

Introducci6n G

..

Indice general

Indice general G Presentaci6n K Agradecimientos M

A Condiciones generales de la agricultura en Ecuador 1

l Factores climaticos 1 1 Pisos altitudinales 1 2 Zonas de humedad 1 3 Otros factores 6 4 Variabilidad interanual 7 II Factores morfoedafo16gicos 8 1 Suelos 8 2 Pendientes 10

III Manejo deI agua 14

1 Inundaciones 14

2 Riego 14

IV Panorama hist6rico de la agricultura en el Ecuador 21

1 Los cazadores-recolectores 21

2 Los inicios de la agricultura 23

3 El sistema de cultivo manual 23

4 El sistema de hacienda 25

5 Ocaso de la gran hacienda 27

V Poblaci6nyocupaci6n deI espacio 31

1 El crecimiento de la poblaci6n total 31

2 La evoluci6n de la poblaci6n ruralyurbana 31

3 Las densidades rurales 32

4 Las migraciones rurales 34

5 La evoluci6n de la poblaci6n rural por regiones 35

VI Tenencia de la tierra 37

1 Tamaiio de las propiedades rurales 37

2 La Reforma Agrariayla Colonizaci6n 41

VII Mano de obra agricola 45

1 Las explotaciones con mana de obra familiar 45

2 Disponibilidad de mana de obra 46

3 Mano de oba permanente0 estacional 46

4 Cantidad de mana de obra 46

5 Mano de obraymecanizaci6n 46

6 Calificaci6n de la mana de obra 47

VIII Acceso al crédito 49

1 Necesidad deI crédito 49

2 Fuentes de crédito 49

..

3 Evoluci6n reciente deI crédito 55

IX Exportaciones deI sector agrario 58

1 Valor totalydestinatarios 58

2 Los productos agricolas en las exportaciones ecuatorianas 58

3 Productos de crianza-pescayproductos forestales 59

4 Destino de los productos exportados 60

5 Perspectivas 60

X Los grandes tipos de uso actual deI suelo 62

1 Localizaci6n 62

(5)

H

B Componentes deI paisaje Introducci6n

l Bosques, arboles y recolecci6n 1 Explotaci6n forestal

2 Plantaciones forestales 3 Arboles aislados

4 Las cercas 5 Recolecci6n

II Pastos, ganaderia bovina y cria de otros animales 1 Las condiciones de la ganaderia

2 El ganado

3 La alimentaci6n deI ganado

4 La producci6n animal 5 Perspectivas

6 Otras crias para carne III Cultivos principales

1 Cultivos nativos y especies introducidas 2 Abaca 3 Algod6n 4 Arroz 5 Banano 6 Cacao 7 Café 8 Cana de azucar 9 Caucho 10 Cebada I l Maiz 12 Palma africana 13 Papa 14 Soya 15 Té 16 Trigo 17 Yuca IV Cultivos secundarios 1 Cultivos altoandinos

2 Hortalizas (principalmente de la zona fria)

3 Flores .

4 Frutales de la Sierra 5 Frutales de la zona calida 6 Otros cultivos secundarios

V Superficies de los cultivos principales

CLos paisajesylos sistemas de producci6n

l Paisajes poco0nada antropizados

1 Paisajes a dominante mineraI 2 Paisajes vegetales de la Sierra 3 Paisajes vegetales deI pise bajo

II Paisajes antropizados de los pisos de altura 1 Piso frio

2 Piso templado

3 Los sistemas de los pisos frio y calido y sus dinamicas III Paisajes antropizados deI piso calido

1 Vegetaci6n natural y sistemas indigenas 2 Mosaicos vegetaci6n natural-cultivos

Paisajes Agrarios deI Ecuador

67 67 68 68 72 76 76 77 81 83 89 91 99 102 103 105 105 107 110 114 120 128 133 139 143 146 151 158 163 170 174 177 183 186 186 189 191 199 204 207 210 211 213 214 220 228 240 241 244 253 257 258 260 1:

(6)

Introduccion 3 Pastizales

4 Cultivos de ciclo corto 5 Plantaciones perennes

6 Los sistemas deI piso câIidoysus dinâmicas

Conclusion general Anexos Fuentes indice de cuadros indice de figuras indice de autores 263 265 269 278 283 1 XIV XVI XIX 1

(7)

Anexos; indice de autores

INDICE DE AUTORES

XIX • .

.

A CONDICIONES GENERALES

1 Factores climaticos Huttel

II Factores morfo-edafoI6gicos Zebrowski

III Control deI agua

1 Inundaciones Zebrowski

2 Riego Huttel, Le Goulven

IV Panorama hist6rico Gondard, Gasselin

y Poblaci6n... Gondard, Zebrowski

VI Tenencia... Gondard, Zebrowski

VII Mano de obra agricola Huttel

VIIIAcceso al crédito Huttel, Gondard, Bourliaud

IX Exportaciones... Gondard, Huttel

X Los tipos mayores de uso Huttel

B COMPONENTES DEL PAISAJE

1 El bosque, los arboles y la recolecci6n... Huttel II Pastos y ganaderia bovina... Huttel III Cultivos principales

1 Cultivos indigenas y especies introducidas... Huttel

2 Abaca... Zebrowski 3 Algod6n... Zebrowski, Huttel 4 Arroz... Zebrowski

5 Banano... Huttel, Zebrowski

6 Cacao... Huttel, Zebrowski 7 Café... Zebrowski, Huttel

8 Cafta de azuca... Zebrowski, Huttel

9 Cauchu... Huttel

10 Cebada... Gondard

I l Maiz Zebrowski, Gondard

12 Palma africana Huttel

13 Papa... Gondard 14 Soya Zebrowski 15 Té... Zebrowski 16 Trigo Gondard 17 yuca Zebrowski IV Cultivos secundarios

1 Cultivos andinos.. Huttel

2 Hortalizas, sobretodo de la zona templada... Huttel

3 Flores... Gasselin, Struve

4 Frutales de la zona fria... Huttel 5 Frutales de la zona calida... Huttel

6 Otros cultivos secundarios... Huttel

V Superfices de los cultivos principales... Huttel CLOS PAISAJES y LOS SISTEMAS DE PRODUCCI6N

1 Paisajes poco0no antropizados Huttel

II Paisajes antropizados de los pisos serranos... Gondard, Zebrowski,

III Paisajes antropizados deI piso calido... Huttel, Zebrowski

CONCLUSI6N GENERAL Gondard, Huttel

(8)

ànotre ami Claude

Claude Zebrowski particip6 en la realizaci6n de este volumen desde el principio. Su tenacidady sus estimulos nos han permitido llevar a cabo esta redacci6n. El queria que esta publicaci6n sea una justa retribuci6n para con los agricultores

(9)

Condiciones de la Agricultura IV Panorama hist6rico

IV PANORAMA HISTORICO DE LA AGRICULTURA EN EL ECUADOR

21

..

."

Aqui se presentan los grandes periodos de funcionamiento agrario homogéneo asi coma las rupturas que marcan el final de un modo de explotaci6n deI medio, la recomposici6n de los paisajes y de la sociedad, al igual que la consecuente evoluci6n territorial a nivel nacional.

Este analisis cronol6gico se fundamenta en la noci6n de sistema agrario definido coma «un modo de explotaci6n deI medio constituido hist6ricamente y durable, adaptado a las condiciones bioclimaticas de un espacio dado, resultantes de la combinaci6n de los factores naturales, sociocul-turales, econ6micos y técnicos, y que responden a las condiciones y necesidades sociales deI momento» (Mazoyer, 1995-96). Para cada una de las etapas deI desarrollo deI agro, resumidas en la figura A12, se esboza una descripci6n de la organizaci6n, deI funcionamiento y de la renovaci6n de los ecosistemas cultivados, asi coma deI sistema social productivo.

..

1 Los cazadores-recolectores (hace 10 000 aiios)

1.1 La llegada deI hombre

El poblamiento deI continente americano es tardio: se efectu6 durante las glaciaciones deI Pleistoceno, a partir de migraciones, a través deI estrecho de Behring, de poblaciones deI noreste asiatico. La hip6tesis de un acceso directo a Sudamérica por una navegaci6n transpacifica no ha sido confirmada (Salazar, 1988). Las modalidades y la velocidad deI avance deI hombre en el continente no se han aclarado por completo pero, hoy en dia, se reconoce que cazadores-recolectores estaban presentes en Sudamérica a partir de los -11 000 (Wünsch y Piqué, 1995).

Se admite que el poblamiento deI actual territorio deI Ecuador se efectu6 esencialmente por el callej6n interandino, habiendo podido producirse migraciones menores por la regi6n costera 0 por la Amazonia (Salazar, 1996). El

reducido numero de estudios que tratan de los cazadores-recolectores en el Ecuador no da sino una imagen fragmentada e incierta de esas sociedades. Desde ese punta de vista, la Ama-zonia sigue siendo una tierra casi virgen (tra-bajos de P. Porras, 1980, 1987). .

1.2 El poblamiento deI periodo «arcaico»

En las tres regiones deI pais se han encon-trado huellas de poblamiento humano antiguo: herramientas de piedra tallada, puntas de

flecha, raspadores, etc... Los materiales utili-zados eran piedras duras existentes en ellugar (obsidiana, andesita, basalto, riolita). La obsi-diana fue objeto de intercambios a grandes distancias entre el Norte y el Sur deI pais (Asaro et al., 1981). Los yacimientos correspon-dientes han sido datados de hace 8000 a 10000 aiios. Esta época corresponde a un calenta-miento deI clima, un retroceso de los glaciares andinos y la declinaci6n de la megafauna deI Pleistoceno. La caza se dirigia a mamiferos (conejos, ciervos, tapires), la recolecci6n de los productos vegetales era completada, en la regi6n litoral, por la recolecci6n de productos marinos (conchas).

El poblamiento de la regi6n amaz6nica es mal conocido, debido a los pocos trabajos arqueol6gicos realizados (esencialmente en el sitio de Jondachi). En las otras dos regiones, los sitios son mas numerosos y han sido mejor estudiados -volcan Ila16 cerca de Quito en el casa de la regi6n andina (Salazar, 1980), los yacimientos de la peninsula de Santa Elena en la regi6n costera-. La poblaci6n vivi a en grupos semi-n6mados -familia ampliada- de 30 a 100 individuos (Steward, 1955, citado por Salazar, 1988), las densidades eran bajas (0,1 habitante por km2 seglin Dollfus, 1981). Las

importantes diferencias de los ecosistemas entre la zona montaiiosa y la zona costera se refiejaban ya en las técnicas y las culturas de las poblaciones de ambas regiones.

Este periodo termina hacia fines de -4 000 con la aparici6n de la piedra pulida, de la

(10)

cera-Figura A12: Resumen historico de la agricultura en Ecuador i alrededor de 30000 1

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1 1 1 1J 1 -+----Aumento de lapoblacion';"';~--l 1 1 .... , 1 1Disminucion

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1 POBLACI6N DEL PAis

1 Millon

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TÉCNICAS AGRiCOLAS Caza-recolecci6n zonasbajas sierra

Agricultura de roza y quema

zonasbajas sierra 1 1 1 1 1 ~.l~~_+_-!-!

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Agricultura manual I

l 11I1 Agricultura con tracci6n animal

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Despegue de la regi6n Iitoral FASES NOTABLES Ocupaci6n inca Encomiendas 2000 1 +-+_~

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(11)

Condiciones de la Agricultura IV Panorama hist6rico 23 mica y de la agricultura. La transici6n se oper6

mas temprano en la regi6n costera que en la

montaftosa, coma 10 han demostrado las

exca-vaciones de los sitios de Valdivia.

2 Los inicios de la agricultura 2.1 Protocultivo y domesticaci6n

La agricultura es la resptiesta al enrareci-miento de los recursos naturales; corresponde a la aplicaci6n de técnicas conocidas anterior-mente pero cuya practica no era sino marginal, pues el medio natural proporcionaba suficien-tes recursos (Harlan, 1972). El paso a la agri-cultura requiere una cierta sedentarizaçi6n y una fase preliminar de protocultivo y proto-ganaderia. Esta fase de selecci6n y de domesti-caci6n precede a la agricultura propiamente dicha y se desarro1l6 por varios siglos durante el periodo de caza-recolecci6n. Las primeras siembras habrian estado localizadas en playas y vegas de rios tropicales (Marcos, 1983).

Se considera generalmente que en América existieron tres centros de domesticaci6n, la regi6n mesoamericana (México, Centroamé-rica), el Caribe (costa caribe y zona forestal norte) y los Andes centrales (deI Peru y de

Bolivia).·~

Ciertas plantas pueden haber sido selec-cionadas simultâneamente en mas de un centro (capuli, fréjol...), al igual que una

li

otra puede haber sido domesticada fuera de ellos -coca, jicama, naranjilla (piedemonte oriental colom-biano y ecuatoriano), pallar (Andes orientales), algod6n (costa deI Peru)-. Se estima que los amerindios cultivaban alrededor de 150 plan-tas diferentes (Salazar, 1988), de las cuales muchas se encuentran en el Ecuador bajo la forma de restos calcinados 0 representados en

piezas de ceramica (Marcos, 1983).

La alimentaci6n a base de carne provenia aun en buena parte de la caza (en las excava-ciones, se encuentran numerosas osamentas de cérvidos), aunque también de la cria de cuyes y llamas.

Ademas de la adquisici6n de nuevas técnicas (ceramica, piedra pulida), aparecen nuevas herramientas: cuchillo, maja, metate, recipien-tes. Se construyen también viviendas con mate-riales vegetales y los primeros pueblos albergan mas alla del grupo centrado en la familia ampliada. El algod6n, cultivado en la regi6n

costera, es tejido e intercambiado entre los dife-rentes grupos.

2.2 La agricultura itinerante (de 2000 A.C. a 600 D.C. y hasta hoy en dia)

El sistema de roza y quema y de barbecho

después deI agotamiento deI suelo $ muy

conocido en las zonas forestales. ,En iodo el

mundo, es aun ampliamente practicado en los tr6picos humedos de baja densidad poblacional. En el Ecuador, ciertos grupos amerindios de la Amazonia utilizan este sistema para sus .. cultivos. Aparte deI uso de la coa no hay trabajo deI suelo. Los huertos familiares podian ser ellugar de un cultivo mas permanente. La caza, la pesca y accesoriamente la recolecci6n proporcionan los complementos alimentarios.

En la regi6n montaftosa, los cultivos mas importantes son el maiz y, por encima de los 3200 m.s.n.m., la papa. Los cultivos secunda-rios son el fréjol, la oca, la quinoa, el melloco, la zanahoria blanca y el aji. La cabuya propor-ciona su savia, fibras de multiples usos en artesania y el tallo de su inflorescencia para la construcci6n. Los pisos extremos, los valles secos por debajo de los 2100 m.s.n.m. y las praderas de altura (paramos) no eran culti-vados. El habitat se localiza preferentemente en la orilla de los lagos.

En las zonas calidas, el maiz es también importante, seguido por la yuca, el camote y el fréjol. Numel'osos cultivos conocidos sobre todo por los objetos de ceramica (Jambeli, Guangala, Bahia, Jama-Coaque, La Tolita) se encuentran principalmente en la franja litoral, a10 largo de los cursos inferiores de los rios y cerca de las fuentes de agua en las partes mas secas.

Varios autores resaltan la importancia de intercambios entre las regiones -sal, algod6n, ajies provenientes de las tierras calidas (Obe-rem, 1978 - Salomon, 1980 - Ram6n, 1990)-, incluso la existencia de mercados (Hartmann, 1978 - Salomon, 1980).

3 El sistema agrario de cultivo manual (600 - fines deI siglo XVI)

La progresiva perpetuaci6n de las parcelas de cultivo, el empleo de herramientas manua-les y la intensidad de los intercambios entre las zonas de producci6n diversa, marcan esta etapa cronol6gica. El incremento demografico ha llevado localmente a densidades comparables a

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24

las actuales. La sociedad se estructura en seiiorios sin que se pueda hablar de verdaderos reinos (Salazar, 1996; Ayala, 1997). La produc-ci6n de un excedente alimentario permite la emergencia de nuevas clases sociales. Hasta el establecimiento de los espaiioles, la gama de plantas cultivadas se mantiene invariable. 3.1 La organizaci6n preincaica (hasta finales

deI siglo XV)

Las herramientas son de piedra, de madera ode cobre. En la regi6n montaiiosa, las necesi-dades de tierras agricolas llevaron a la aplica-ci6n de nuevas técnicas: construcaplica-ci6n de terra-zas, drenaje de las zonas pantanosas -came-llones (Batchelor, 1980)- y construcci6n de redes de riego. En: la regi6n costera, se encon-traron camellones en las zonas inundables y albarradas en las zonas secas, pero ningun indice de red de riego propiamente dicha. La poblaci6n ocupa la costa y el interior de las tierras. Las huellas de ello son numerosas a 10 largo de los rios mayores (cultura Milagro-Quevedo).

3.2 La ocupaci6n inca (hasta 1534)

Afect6 sobre todo a la Sierra, con un gra-diente de intensidad y de duraci6n decreciente desde el Sur, territorios' de los Paltas y los Caiiaris (capital Tomebamba), hacia el Norte, rebelde por mucho tiempo. El sur de la actual Colombia fue sometido antes de la completa dominaci6n deI territorio Cara (Gondard y Lopez, 1983).

La conquista inca acarre6 perturbaciones demograficas, numerosas migraciones forzadas de los mitimaes que venian deI actual Peru 0

eran deportados hacia el centro deI imperio, huida de quienes temian la represi6n (migra-ci6n hacia ûyacachi), exterminio de los grupos hostiles (episodio de Yaguarcocha -lago de sangre-) que sella el final de la conquista inca. De ello result6 una disminuci6n de la densidad de poblaci6n en el norie de la regi6n montaiiosa y una colonizaci6n agraria parcial deI piedemonte oriental de los Andes. Las incursiones incas en la regi6n amaz6nica y la region litoral no tuvieron futuro, con la notable excepcion de la isla Puna que servia de relevo mercantil y de la peninsula de Santa Elena.

Aunque integradas al nuévo orden general deI imperio, las estructuras locales de base se mantienen, al igual que los jefes que no se opusieron al ingreso de los nuevos amos. El

Paisajes Agrarios deI Ecuador territorio es dividido en tierras deI Sol, tierras deI Inca y lotes individuales. Estos ultimos sirven al sustento familiar mientras que las demas tierras, trabajadas por toda la comu-nidad, cubren las necesidades deI ejército y de las clases dirigentes. Los excedentes son alma-cenados en los graneros colectivos, redistri-buidos a los necesitados de la comunidad 0

transferidos a otras regiones.

Los desplazamientos de poblaci6n, de tropas o de productos a largas distancias requieren la creaci6n de una notable red de caminos con tambos y aposentos, coma otras tantas etapas y puntos de control entre las ciudades; toda esa infraestructura es mantenida con el trabajo obligatorio de todos.

Las técnicas agricolas no recibieron practi-camente la influencia de la colonizaci6n inca. La aculturaci6n solo empezaba (lengua que-chua para las solas élites, vestuario de las mujeres de la nobleza, influencia en el arte de la ceramica, queros, etc.) cuando los espaiioles irrumpieron en escena.

3.3 El sistema colonial de encomienda (de la conguista hasta inicio deI siglo XVIII) Los nuevos conquistadores aprovecharon la infraestructura y la organizaci6n incaicas de control deI espacio y de la poblaci6n.

En cuanto termin6 la conquista, la corona espaiiola deiego a los conquistadores el manejo de la poblaci6n indigena. Estos estaban encar-gados de «proteger a los indios», de catequizar-los y de recibir tributo bajo la forma de produc-tos agricolas, de trabajo 0 de dinero (Ram6n,

1987 - Espinosa Soriano, 1988). Los colonizado-res no se apropian de la tierra, sino que utili-zan las estructuras sociales existentes. Si bien la mita espaiiola diferia de la mita incaica, el trabajo obligatorio de los 18 a los 50 aiios de edad aporta la fuerza laboral necesaria para la economia colonial. El sistema de la encomienda se aplic6 sobre todo a la regi6n montaiiosa. La regi6n litoral se convirti6 en una zona de paso, con raras encomiendas encargadas de reco-lectar algod6n, azucar y frutas tropicales desti-nadas a la Sierra y a abastecer a los barcos.

La regi6n amaz6nica, rica en placeres auri-feros en el piedemonte, fue el lugar de una intensa pero efimera explotaci6n minera. Ésta sangr6 a la poblaci6n en el marco de la mita y disminuy6 la fuerza de trabajo global de la Real Audiencia en detrimento de la agricultura. En

(13)

Condiciones de la Agricultura IV Panorama hist6rico 25

..

30 aftos, el numero de tributarios de las circuns-cripciones de Cuenca y Zamora disminuy6 en un 82 y 89%respectivamente, y en 40 aftos, el de Quijos en un 90 %. La gran rebeli6n de los jibaros, quienes destruyen Sevilla de Oro en 1599, acaba con la presencia espaftola efectiva y pone término al espejismo amaz6nico deI siglo XVI (Deler, 1981). Las dificultades reales de las implantaciones amaz6nicas, la baja deI rendimiento de los placeres y el descubrimiento de minas mas rentables en Peru y Bolivia (Potosi) y en Colombia (Popayan y Antioquia) orientaron la especializaci6n manufacturera de la Real Audiencia.

La producci6n en los obrajes se inicia alrede-dor de 1560. Se extiende durante toda esa mitad de siglo pero es en el siglo XVII cuando la cantidad y la densidad de obrajes, el numero de indigenas implicados y la producci6n son los mas elevados. Contando los obrajes, Tyrer (citado por Mifto Grijalva, 1983) habla de 56 hacia 1600 y de 174 hacia 1700. Los solos paramos de Riobamba alimentan, a fines deI siglo XVI, 800 000 ovejas (Deler, 1981).

En el caso de la agricultura, los aportes de los espaftoles son herramientas nuevas, la laya, la hoz, la azada, el arado y sobre todo una amplia gama de plantas y animales provenien-tes de Europa (ver parte B III1). El ganado ovino, en continuo desplazamiento, al igual que el aumento deI numero de otros animales domésticos, permiten un inicio de estercoladura de los suelos.

El sistema de encomienda, pretexto de muchos abusos -desviaci6n deI impuesto, escla-vitud de la mano de obra-, pierde importancia hasta su supresi6n oficial en 1718. FW1cion6 al mismo tiempo que el sistema de hacienda para el cual no signific6 sino una etapa de transici6n.

4 El sistema de hacienda (fin deI siglo XVI - primera mitad deI siglo XX)

Se basa en ganaderia y agricultura con trac-ci6n animal en los Andes, productos tropicales de renta en la Costa y en los valles andinos. 4.1 La tenencia de la tierra

Desde 1534, el Estado colonial se apropia de la tierras deI Sol y deI Inca y mas tarde de todas las tierras yermas por razones de regresi6n demografica. Las dona 0 las vende a familias

espaftolas acomodadas y a las congregaciones

religiosas. Las comunidades pueden igualmente vender sus tierras para poder pagar el tributo y mecanismos legales permiten avalar los despo-jos (Borchart De Moreno, 1981 y 1983; Ram6n, 1987). Las primeras propiedades asi adquiridas seguian siendo de tamafto modesto -178 ha en la regi6n de Tabacundo (Cliche, 1995)-. Sin embargo, la concentraci6n de la propiedad en pocas manos puede conducir rapidamente a las 12 000 ha de la hacienda Guachala a finales deI siglo XVIII (Bonifaz Andrade, 1995) 0 a las 111

haciendas pertenecientes a los jesuitas en el momento de su expulsi6n (Gonzalez Suarez citado por Mills, 1983).

En la Costa, la apropiaci6n de la tierra fue aun mas espectacular en el siglo XIX, con el desarrollo de las haciendas cacaoteras: denun-cia de tierras baldias y despojo a los pequeftos campesinos establecidos sin un titulo legal. Las compras de tierra no se tomaran significativas sino a finales deI siglo. «En 1920, 4 explotacio-nes reunian un 13,5 % de las plantaciones de cacao» (Deler, 1981).

Si bien el sistema de hacienda marc6 una época e incluso hoy en dia los paisajes, nunca ha sido el modelo exclusivo de utilizaci6n de las tierras, habiendo subsistido gran numero de pequeftas propiedades tanto en la regi6n montaftosa como en la Costa. A nivel macro es sin embargo el fen6meno predominante, tanto por las superficies ocupadas como por los volu-menes comercializados. Con Ayala (1997), se puede hablar de «Estado Oligarquico Terrate-niente» hasta entrado el siglo XX.

4.2 Las nuevas técnicas

Las plantas cultivadas se enriquecen con pocas especies nuevas con relaci6n al periodo anterior (cafta de azucar), pero el cultivo de productos destinados a la exportaci6n ocupa poco a poco superficies hasta entonces nunca alcanzadas. Las herramientas manuales siguen siendo similares a las deI periodo anterior pero en la regi6n montaftosa, las mayores propie-dades pasan a la tracci6n animal deI arado. Los tiempos de barbecho se reducen y la genera-lizaci6n de la ganaderia favorece un mejor estercolamiento deI suelo. El riego se genera-liza y permite estabigenera-lizar la producci6n en las zonas climaticas marginales.

4.3 El manejo de la mano de obra

Ademas deI tributo que podia pagarse en jomadas de trabajo y de la mita heredada deI

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26 Paisajes Agrarios deI Ecuador siglo anteriory de uso generalizado, el sistema

de hacienda gener6 formas particulares de rela-ci6n con la mana de obra indigena. Por el meca-nismo deI concertaje, el terrateniente, deseoso de mantener una fuerza de trabajo estable, establece un contrato con un indigena que debe reembolsar una "deuda hereditaria". En el siglo XVIII, se generaliza el sistema de huasipungo donde, a cambio deI usufructo de una parcela situada en las tierras de la hacienda y un bajo salario, un indio y los miembros de su familia entregan de 3 a 6 dias de trabajo por semana al propietario (Fauroux, 1988). El obrero agricola o «apegado» recibe un salario superior pero ningun préstamo de tierras. A su vez, el «huasi-punguero» puede contratar un «arrimado» que cultive la parcela prestada pagandole con una parte de la cosecha, y que pueda eventual-mente trabajar en la hacienda.

En la Costa, los contratos de redenci6n garantizaban a la vez el control de la mana de obra y el acceso a la tierra: el sembrador des-montaba el bosque e implantaba el cacaotal que quedaba en propiedad de la hacienda al cabo de algunos anos. Una vez saldadas sus deudas en el almacén de la explotaci6n, no le quedaba sino recibir un magro peculio, mante-nerse coma obrero agricola de su patr6n0

reini-ciar un contrato de redenci6n en otra lugar. Los esclavos utilizaban también el contrato de redenci6n coma forma de pago deI precio de su

libertad. En cambio, el mantenimiento de las plantaciones estaba cargo de trabajadores asalariados que contimiaban atados a la explo-taci6n por las deudas contraidas en el almacén (Deler, 1981).

La trata de negros que se desarro1l6 en los siglos XVII y XVIII fue otra fuente apreciable de fuerza de trabajo. Los esc1avos estaban empleados sobre todo en las haciendas de los valles calidos de los Andes y en la regi6n cos-tera. Negros libres y esclavos representaban, en 1808, el 8 % de la poblaci6n de la Presiden-cia de Quito (Mills, 1983).

Esta «reserva cautiva de trabajadores» (Haubert, 1994), indigenas 0 esclavos, es

dirigida por un reducido equipo de asalariados mestizos. En cuanto al propietario, casi siem-pre esta ausente, siendo rentero, emsiem-presario, religioso 0 banquero. Dispone, para mantener

este sistema de semi-servidumbre, de nume-rosos medios de represi6n: administrativo, polîtico, policial, militar, religioso, ideo16gico. 4.4 Los ciclos agrarios de las tierras bajas

La economia de la Real Audiencia, que habia sido impulsada desde finales deI siglo XVI y durante todo el siglo XVII por la comer-cializaci6n de telas, sufre numerosos reveses en el siglo XVIII: la disminuci6n de las minas deI

Figura A13: Ciclos econ6micos en la Costa

elaborado seglin Collin Delavaud A., 1979

1900 1920 1940 1960 1980 Camarones Oleaginosas Banano Cavendish Muy importante Importancia mediana Poca0 ninguna importancia Importante Importancia dei cultivo

D

~~ 1990 1970 1950 1930 1910 Arroz

Banano Gros Michel Café

Flores

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Condiciones de la Agricultura IV Panorama historico 27 Peru y de Bolivia, las concesiones comerciales

establecidas por las reformas borbonicas a los ingleses y franceses y el contrabando contri-buyen a disminuir la demanda externa de tejidos locales (Saint-Geours,1980). '

El cacao toma entonces el relevo coma motor economico principal. Asegura a la vez 10 esen-cial de los ingresos monetarios y un cambio sustancial en la organizaci6n deI territorio. Hasta alli fundamentalmente andino, el pais adquiere otra base regional que no dejara de desarrollarse. Es la liberaci6n deI comercio de la «pepa de oro» -disminucion deI impuesto en

Acapulco (1774) y reforma borb6nica

(1789)-que provoca el vasto movimiento de coloniza-cion de las nuevas tierras y la explosi6n de las exportaciones (Gondard, 1989).Estas se

cuadri-plican entre 1765 y 1809 (Collin Delavaud,

1979). Asimismo, la independencia de Guaya-quil en 1820libera definitivamenteal comercio de la obligacion de transito por Lima-Callao 0 Espaiia. De 5 000 toneladas en 1855, los

volu-menes exportados pasan a 20 000 toneladas en

1900y47000 en 1914.El Ecuador es el primer exportador de cacao y abastece a una cuarta parte deI mercado mundial. La caida sera seve-ra con la disminuci6n de las compseve-ras duseve-rante la Primera Guerra Mundial, la extensi6n de las plantaciones en las colonias europeas y la consecuente sobreproduccion. En1920el precio deI quintal baja de 26 a 12 d61ares, mientras

que el sucre se devalua de 2,1 a 4,8 por un

d61ar.

La cafta de azucar que, en los valles calidos de los Andes, habia suplantado a la coca desde el siglo XVIII y se ubicaba al lado deI algod6n, se extiende también a la Costa a inicios deI siglo XX. Grandes ingenios azucareros poseen las tierras y se ocupan tanto de la produccion coma de la transformacion. Las exportaciones nunca fueron muy importantes.

Desde los aiios 1940, el banano toma el

relevo deI cacao para impulsar a la economia

(ver figura A13). La explosion es brutal. Se

trata primeramente de un mercado de susti-tuci6n para responder a la demanda de las grandes compaiiias norteamericanas que sufren muchos sinsabores en Centroamérica. Se debe también responder a la expansion deI comercio internacional, después de la Segunda Guerra Mundial. El consumo aumenta en un

168%en Europa, entre 1945y 1949,mientras

que se inician las compras japonesas. El precio deI racimo pasa de 4 a 18 d61ares (Collin Dela-vaud, 1979). El frente pionero bananero que se

extiende entonces (ver parte A VI) amplifica a su vez el desmonte de los bosques y la integra-cion de la region costera al espacio naintegra-cional «util». La poblacion de la region de Quevedo aumenta en un140%entre1950y1962(Deler, 1981).

Los pequeiios productores son numerosos: el 45%de las plantaciones tienen menos de25ha, pero su produccion no es mas que un comple-mento de las entregas de las grandes

propie-dades. Las explotaciones de mas de 100 ha

representan el 15 % de las propiedades yel

46%de la superficie (Larrea et al,1988). Por muy famosos que fueran los ,demas productos de exportaci6n, nunca ocuparon un lugar tan importante coma el cacao 0 el banano. En el primer cuarto deI siglo XX, la tagua (marfil vegetal, producto de recolecci6n) repre-senta el 10%deI valor de las exportaciones, el 'café el 7%(explotaciones familiares de Manabi y deI suroeste andino) y la cascarilla 0 quin-quina 1 %, frente al 72 %en el casa deI cacao (Deler, 1981). La paja toquilla, recogida en la region costera, es trenzada para confeccionar sombreros en Jipijapa (Manabi) y en toda la provincia deI Azuay, donde esta artesania procura un ingreso complementario impor-tante.

5 Ocaso de la gran hacienda e ÏIitegraci6n territorial (siglo XX)

El primer volumen de Geografia Agraria (1988)esta enteramente dedicado a mostrar las transformaciones recientes deI agro. Por 10 tanto, no se trata de retomar esos temas ni resumirlos. Se abordaran nuevamente solo en la medida en que permitan avanzar en 10 que es el prop6sito de este capitulo, una vision conjunta de las modificaciones de los sistemas agrarios y de la organizacion deI espacio a largo plazo.

5.1De la hacienda tradicional a la explotacion agricola moderna

El ciclo deI banano nos llevo ya bastante lejos en el siglo XX costero. Las transforma-ciones en la regi6n montaiiosa son menos espectaculares pero los cambios en curso son muy profundos. «Desde inicios deI siglo XX, unos grandes propietarios comenzaron a invertir sus ingresos en la modernizaci6n: desarrollo deI riego, plantaciones de eucaliptos, importaci6n de ganado y de semillas

(16)

seleccio-28

nadas, aplicaci6n de nuevas practicas de cultivo, introduccion de maquinaria agricola, etc... El sur de Quito y el norte de Latacunga constituyeron la sede de modernizaci6n agricola mas dinamica de la Sierra, con la implantacion de una economia lechera notable. Estas transformaciones iban de la mana con profundas modificaciones de las relaciones sociales: desaparicion de las tenencias preca-rias y aparicion, alrededor de las haciendas modernizadas, de pequeiias explotaciones, zona de reserva de mana de obra asalariada .... Inversamente, en las zonas periféricas de las cuencas alejadas de los mercados 0 sin buenas condiciones de acceso, las haciendas mantenian las técnicas productivas y las relaciones socia-les tradicionasocia-les» (Deler, 1981). Es en esos dos aspectos donde la Reforma Agraria pretendera actuar al menos tanto coma en la «distribuci6n desigual» de las tierras (ver parte A VI).

Estos propietarios novadores, salidos de la regi6n andina -hay que subrayarlo- antici-pan el cambio. Percibieron que la demanda interna comenzaba a cambiar (ver parte A V)Y que las formas de producci6n precapitalistas, basadas en arcaicas formas de movilizaci6n de la mano de obra, eran ya una grave desventaja.

El Estado aporta todo su peso a esta

transformaci6n que va a ser institucionalizada por los gobiernos militares. Estos promulgaran no menos de tres leyes de Reforma Agraria y Colonizaci6n e implantaran0reforzarân

nume-rosas instituciones publicas de apoyo a la agri-cultura (IERAC, Banco de Fomento, INERHI, etc.). El financiamiento proviene de la «bonanza petrolera» de los aiios 1970. «Los gastos destinados al desarrollo deI sector agropecuario crecieron de un 2 % deI presu-puesto deI Estado en 1972 al 10 % 1975, para después estabilizarse alrededor deI 6 %» (Vos, 1988).

Ademas de las inversiones que permiten el desarrollo de sectores productivos no agricolas y de una infraestructura de comunicaci6n, los ingresos deI petr61eo cambian directa e indi-rectamente la posicion de la agricultura en la economia nacional. Ya no es el motor principal deI desarrollo. En 1950, la parte de la produc-ci6n agricola representaba el 39 % deI PIE y s610 13 % en 1983 (Vos, 1988; igualmente parte A IX de esta obra).

La influencia de la hacienda no supera mas los limites de la propiedad, la cual que por cierto, en la mayoria de los casos, ha

dismi-Paisajes Agrarios deI Ecuador nuido considerablemente en superficie (ver parte A VI). «Todo acontece coma si el antiguo atractivo ejercido por la hacienda fuera, al menos parcialmente, ejercido por la atracci6n de la ciudad mas cercana 0 por las grandes

metr6polis de Quito 0 Guayaquil» (Fauroux,

1988).

5.2 Las infraestructuras de comunicaci6n

El establecimiento de un equilibrio entre el

peso de la regi6n costera y el de la Sierra, asi coma el abastecimiento de las ciudades y deI mercado interno, van a acarrear la implan-tacion de infraestructuras de comunicacion que iran a su vez en el sentido de la integracion territorial nacional.

La actividad cacaotera se beneficiaba con los importantes rios de la cuenca deI Guayas. La gran obra de finales deI siglo XIX es la cons-trucci6n de la via férrea que suplanta a los

caminos de herradura de Bolivar 0 a la

repu-blicana Via Flores. Es en el eje de la via férrea donde se instalan los grandes ingenios azuca-reros de la Costa, es alrededor de él donde se producen las primeras manifestaciones de evoluci6n técnica de las haciendas lecheras deI Cotopaxi, es a través de él donde los guayaqui-leiios reciben las hortalizas deI piso templado, mientras que las primeras producciones de banano y otras frutas tropicales remontan sin problema hasta las ciudades de la montaiia. La necesidad de traslado de las mercancias desde las balsas deI rio a las recuas de mulas, que fue durante mucho tiempo la fortuna de Babahoyo, es evitada. Otras vias férreas unen los puertos secundarios con las tierras deI interior, por

ejemplo Manta con Portoviejo y Santa Ana 0

Machala con Santa Rosa (figura A14). En 1950, el viejo sueiio colonial de establecer una comunicaci6n permanente hacia el Pacifico, al norte de Quito, esta en ejecuci6n con la linea Ibarra-San Lorenzo.

Sin embargo, las vias férreas comienzan a ser suplantadas por las carreteras, de utili-zaci6n mas flexible y menos sensibles al obsta-culo de los Andes. Los tres principales ejes son los de Quito-Santo Domingo, Cuenca-El Triunfo y Latacunga-Quevedo. Este ultimo sera la primera carretera transandina pavimentada en el Ecuador. Esos itinerarios son los que mas drenan la poblaci6n andina hacia las tierras bajas.

Las carreteras marcan los flujos mas impor-tantes y en ocasiones los preceden, coma se

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Condiciones de la Agricultura IV Panorama histârico 29 800 W

-

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Figura A14: Mapa de infraestructura de comunicaciân en la regiân costera (1950) Fuente: Mapa vial deI Ecuador, IGM, 1950

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30

vera mas adelante (parte A VI). La nueva frontera esta ahora, ya no al Oeste sino al Este. Es la integracion deI piedemonte amaz6nico «abandonado» desde el siglo XVI la que marca este fin de siglo.

5.3 Los nuevos productos

Las fichas de cultivo (ver parte BIll) permi-tiran precisar la importancia de varios nuevos productos. Sera posible remitirse al articulo de M. Cuvi yR.Urriola (1988), «Oleaginosas, cerea-les y agroindustria en la Costa ecuatoriana», en el volumen 1 de la Geografia Agraria. A titulo de indicacion, citaremos solamente entonces la soya y la palma africana.

Paisajes Agrarios deI Ecuador En la Sierra, mientras que las plantaciones de piretro y de guantug fueron abandonadas, se debe evocar el éxito de la agroindustria lechera y de los nuevos cultivos como las fresas, los esparragos y, sobre todo, las flores (parte B IV3). La mano de obra es exc1usivamente asalariada, a menudo periurbana. El capital invertido es importante. Las técnicas de producci6n son avanzadas: el desarrollo· de las plantas puede ser programado en funci6n de los picos de demanda, y las irÎ:rraestructuras de comunica-ci6n deben aliar la gran distancia y la rapidez de expedici6n. El puerto maritimo habia permitido la exportaci6n deI cacao y deI banano pero la comercializaci6n de productos frescos requiere una infraestructura aeropuertuaria adecuada.

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Figura A13: Ciclos econ6micos en la Costa
Figura A14: Mapa de infraestructura de comunicaciân en la regiân costera (1950) Fuente: Mapa vial deI Ecuador, IGM, 1950

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