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El proceso de adaptación

Dans le document Treball de fi de grau (Page 31-36)

A la hora de llevar una historia a la gran pantalla se tiende a adaptar una novela o unos sucesos de manera que el espectador se sienta a gusto. Ese es el principal objetivo de las ficciones de hoy: entretener al cliente elaborando un producto artístico y atractivo, dejando la cuestión de la fidelidad al texto o acontecimiento original en un segundo plano. En nuestro caso, nos referiremos a la adaptación de textos y sucesos, puesto que las películas basadas en hechos reales pueden crearse a partir de un suceso que previamente ha sido adaptado en un texto (novelas, noticias, películas), o por otro lado, hacerlo de manera directa a partir de un hecho que no tiene porqué haberse adaptado, y, por tanto se representa por primera vez con la ayuda de testimonios involucrados en el hecho y de documentos que den prueba de ello.

Frédéric Subouraud, en su obra La Adaptación: El cine necesita historias71, evidencia el liderazgo de los intereses económicos a la hora de elaborar el proceso de adaptación a la gran pantalla, poniendo como ejemplo la película La Comunidad del Anillo72, ya que la extensa descripción que se hace en el libro sobre el universo de los hobbits, en la película “se reduce a un prólogo tan placentero como efímero, hasta el punto de que lo olvidamos rápidamente, arrastrados por el agotador encadenamiento de secuencias de acción” (Subouraud, F, 2010: 56)73. El mismo director, Peter Jackson, aseguró que el film reproduce fielmente, a través de un sinfín de efectos especiales, los libros de Tolkien. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de El Hobbit74, el libro pequeño del autor (en el sentido de que es un libro corto y está destinado a un público más infantil), del que se hicieron tres películas y el director dio

71 Subouraud, F. (2010). La adaptación. El cine necesita historias. Ed. Paidós.

72 (The Lord of the Rings: The Felowship of the Ring, 2001).

73 Subouraud, F. (2010). La adaptación. El cine necesita historias. Ed. Paidós. p. 56.

74 (The Hobbit: An unexpected journey, 2012).

29 rienda suelta a la imaginación e inventó la mayor parte de las peripecias de Bilbo y sus amigos.

Este último ejemplo responde perfectamente al método de adaptación que señala Subouraud, caracterizado por “uniformar el relato, siguiendo parámetros convencionales, para provocar en el espectador una estimulación regular. Si bien ésta no se reconoce como universal, su eficacia está universalmente probada por su manera de relanzar la intriga cada diez minutos con una escena épica de acción. De esta forma, las obras literarias estarían sometidas, como ocurría en los tiempos de los teatros ambulantes o en el cine de guionistas, a una lógica narrativa, un paradigma de blockbuster que impone un ritmo de relato enfático, sin correspondencia alguna con la obra inicial” (Subouraud, F, 2010: 57)75. Esto quiere decir que el director de la película actúa con total libertad a la hora de adaptar el texto o suceso original, elaborando su filme según le convenga, siguiendo un “motivo técnico-estético”. Asimismo, apunta que

“ahora es la legibilidad del plano la que impone su ley, y sobre todo el tiempo que necesita nuestro ojo para descubrir que esos miles de luchadores que creía haber reconocido no son en realidad más que unas masas informes en las que la vista pronto percibe los defectos de fábrica y los contornos borrosos” (Subouraud, F, 2010:

58)76, algo que, según Suboraud responde a que todos los planos, en las escenas de acción, duren prácticamente lo mismo.

El mismo autor defiende la manera de proceder de Tim Burton, el director de Sleepy Hollow77, ya que, para esta película, “emprendió un vasto movimiento de reconstrucción y no lo hizo, como otros, mediante un dialogo solitario con la obra adaptada, sino mediante una mezcla de múltiples influencias tan habituales en él, que otorga a sus personajes y a sus películas esa sensación extraña y paradójica de estar constituidos por múltiples préstamos yuxtapuestos e identificables y al mismo tiempo proponiendo una representación totalmente personal y singular” (Subouraud, F, 2010:

60)78. De esta manera, el director es fiel a la obra original, pero, a su película, le añade un toque característico que hace que tenga elementos diferenciales respecto a la primera y no se convierta en una copia más. “El reparto es una perfecta ilustración de esa manera que tiene Burton de situarse a una distancia única tanto de la obra

75 Subouraud, F. (2010). La adaptación. El cine necesita historias. Ed. Paidós. p. 57.

76 Subouraud, F. (2010). La adaptación. El cine necesita historias. Ed. Paidós. p. 58.

77 (Sleepy Hollow, 1999).

78 Subouraud, F. (2010). La adaptación. El cine necesita historias. Ed. Paidós. p. 60.

30 adaptada como de los géneros de los que se nutre, o de la presión de los estudios”

(Subouraud, F, 2010: 60)79.

Por otro lado, recoge los tres tipos de adaptación que planteó André Bazin para medir el grado de fidelidad con la obra en la que se basan. Por un lado, existen películas que se basan en un texto más bien pobre, y en este caso lo interpretan hasta el punto de mejorarlo. El autor pone como ejemplos Psicosis80, de Alfred Hitchcock, y Sleepy Hollow81, de Tim Burton. También hay películas que alargan una novela (como la ya mencionada El Hobbit), y otras que adaptan el libro de una manera “paródica y desfasada”, como O’Brother82 de los hermanos Coen. De esta manera encontramos adaptaciones libres, menos fieles al libro, y otras que, en vez de querer reemplazar al texto quieren diferenciarse y convivir.

79 Subouraud, F. (2010). La adaptación. El cine necesita historias. Ed. Paidós. p. 60.

80 (Psycho, 1960).

81 (Sleepy Hollow, 1999).

82 (O’Brother, 2000).

31 4. Trabajo empírico

4.1. Metodología

La metodología escogida para justificar este trabajo y sus objetivos es, aparte de una consulta y revisión de diferentes textos sobre movimientos cinematográficos que, de alguna manera, han relacionado cine y realidad (o cine y periodismo).

Después de haber desarrollado un marco teórico redactado a partir de la consulta de diferentes fuentes bibliográficas, procederemos a elaborar un apartado empírico en el que se planteará una metodología cualitativa de carácter exploratorio, dado que su principal objetivo es abordar un objeto de estudio poco estudiado. Para ello, se ha tratado este trabajo de campo desde diferentes perspectivas con tal de obtener un punto de vista que nos permita entender el objeto de estudio de manera eficaz.

De esta manera, hemos compuesto este análisis a partir de tres partes: el estudio de una base de datos sobre ficciones basadas en hechos reales, el análisis de un cuestionario para conocer la opinión de los espectadores sobre este tipo de películas y la síntesis de una serie de entrevistas a expertos en el tema (un director de cine, el decano de la facultad de ciencias de la comunicación de la UAB y un documentalista).

Estas tres metodologías corresponderían al clásico esquema de la comunicación:

mensaje, receptor y emisor, respectivamente.

En primer lugar, para conocer si el concepto de basado en hechos reales se usa para clasificar las producciones cinematográficas y observar las temáticas más frecuentes dentro de ellas, se ha elaborado un listado de ficciones (películas y series) basadas en hechos reales a partir de la base de datos on-line con más prestigio en el ámbito del cine: Filmaffinity. Para ello se ha hecho una selección de las obras comprendidas entre 1896, año en el que se produjo la primera, y 2000, de la que ha resultado un corpus de 720 películas y series.

Emisor

(Entrevistas a expertos)

Receptor

(Cuestionario espectadores)

Mensaje

(Base de Datos)

32 La segunda aproximación al objeto de estudio se centra en la percepción de los consumidores entorno a este tipo de ficciones cinematográficas. Por ello se ha elaborado un cuestionario formado por 13 preguntas test que tienen como finalidad conocer informaciones como el tipo de películas que prefieren los consumidores y qué piensan de las que están basadas en hechos reales, entre otras. Dicho cuestionario es un primer test que, en un futuro proyecto, debería ser más concreto e incidir en aspectos que en este no abordamos. Este formulario se ha pasado a una muestra no probabilística, en concreto una muestra de conveniencia (Vallejo, 2012: 2-3)83, formada por estudiantes de periodismo y comunicación audiovisual y por personas que ya han acabado su formación y han tenido ya contacto con el mundo laboral. Dado que la voluntad no es conocer el comportamiento de esta población, sino aproximarse a esta categoría de películas, esta muestra, disponible y de fácil acceso, se ha considerado apropiada. Valles justifica este método, al que se refiere como de observación participante, citando las palabras de Jorgensen (Jorgensen, 1989: 12):

“La observación participante resulta especialmente apropiada cuando se sabe poco de los fenómenos que hay que estudiar, hay grandes diferencias entre los puntos de vista de los miembros y el de los ajenos (…) y el fenómeno se oculta a la luz pública”

(Valles, M, 1999: 160)84. Asimismo, el autor asegura que esta metodología es apropiada, aún más, “para aquellos estudios exploratorios, descriptivos y aquellos orientados a la generación de interpretaciones teóricas” (Valles, M, 1999: 161)85. De esta manera, y como el nuestro es un trabajo exploratorio que busca esgrimir características e informaciones teóricas dentro de esta rama del audiovisual, se confirma que esta metodología es adecuada para la presente investigación.

Finalmente, y para complementar nuestro análisis, se ha propuesto un panel de expertos, es decir especialistas en el área o afines, a los que se les hará una entrevista sobre nuestro objeto de estudio. Las entrevistas se adjuntarán de manera íntegra en el apartado de anexos. Para justificar el uso de la entrevista como metodología adecuada para este trabajo, Valles señala la tipología de Lewis Anthony Dexter, conocida como entrevista especializada y a las elites. Se trata de un tipo de entrevista que, según justifica, “no se trata de entrevistas hechas únicamente a gente

83 Vallejo, P. (2012). Tamaño necesario de la muestra: ¿Cuántos sujetos necesitamos?. Universidad Pontificia Comillas. p. 2-3.

84 Valles, M. (1999). Técnicas cualitativas de investigación social. Reflexión metodológica y práctica profesional. Madrid: editorial Síntesis. p. 160.

85 Valles, M. (1999). Técnicas cualitativas de investigación social. Reflexión metodológica y práctica profesional. Madrid: editorial Síntesis. p. 161.

33 muy importante (…). Se trata, más bien, de un estilo o tratamiento de entrevista que recomienda utilizar siempre que los objetivos del estudio así lo requieran, y se esté ante un entrevistado “experto” o “bien informado”” (Valles, M, 1999: 189)86. Asimismo, del concepto de Dexter destaca que hay que darle “un tratamiento especial y no estandarizado”, dejando que el entrevistado participe activamente en la estructura de la entrevista y aporte sus conocimientos y opiniones sobre el tema. Se trataría, pues, de un tipo de conversación más abierta y no tan pautada.

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