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METODOLOGÍA Y CORPUS

Dans le document EN EL LÉXICO DEL CUERPO HUMANO (Page 171-200)

2.1.OBJETIVOS

El objetivo principal de esta investigación es la caracterización completa del campo léxico-semántico del cuerpo humano a partir del examen de los materiales que ofrecen algunos de los atlas lingüísticos de las variedades románicas. El punto de partida para llevar a cabo este trabajo, descrito en los apartados anteriores, es la importancia que las principales disciplinas cognitivas otorgan al cuerpo en cualquiera de las acciones humanas desarrolladas cotidianamente y, entre las cuales, destacan el lenguaje y la comunicación. La lingüística cognitiva, el experiencialismo y la teoría del embodiment cognitivo y lingüístico son los principales argumentos para suponer que el cuerpo humano es una de las principales, sino la primera (§ 1.2.2.5.), vía de categorización de la realidad. En el apartado § 1.2. del capítulo anterior, se ha recopilado un nada desdeñable número de ejemplos lingüísticos que son prueba de la constante corporal en la cognición humana.

Para lograr el objetivo principal de esta investigación, es necesario formular una serie de objetivos secundarios:

(I) En primer lugar, es imprescindible dirigir la investigación hacia la realización de un análisis léxico-conceptual tanto de tipo onomasiológico como semasiológico, puesto que, igual que algunos investigadores han afirmado para otros campos léxico-semánticos (Alinei 2005 en el ámbito de los animales), es imposible estudiar de un modo adecuado los nombres de las partes del cuerpo sin tomar en consideración, al mismo tiempo, su uso como nombres para referirse a realidades ajenas al cuerpo humano. Con objeto de conseguir una buena y completa caracterización del dominio del cuerpo humano, por tanto, deben examinarse tanto las denominaciones de las partes del cuerpo, y los procesos que las generan, como también las realidades que se denominan mediante los nombres que forman parte de este dominio.

(II) Este enfoque permitirá, en definitiva, comprobar las relaciones que existen entre los elementos de la realidad y el cuerpo, y también averiguar cuáles son los procesos con los que se vinculan partiendo de los principales procedimientos de la lingüística cognitiva que han permitido el estudio diacrónico del cambio semántico (§ 1.1.4.5.). Esto se ha logrado para otros campos semánticos, como el de los zoónimos. Para este dominio conceptual, se han llevado a cabo análisis tanto onomasiológicos como semasiológicos en distintos

trabajos que permiten obtener una visión global sobre los procesos de creación de denominaciones de animales y los procesos de creación de nombres de otras realidades a partir de nombres de animales. Alinei (1997a y 2005) y Caprini (2005), entre otros muchos investigadores, analizan la información que ofrece la geografía lingüística110 ―igual que la presente tesis doctoral― para la completa caracterización de este dominio semántico. Así pues, del estudio de un conjunto de denominaciones como, por ejemplo, (it.) balena para el concepto ‘arco iris’ y (it.) barbagianni «tío Juan» para el concepto ‘lechuza’, Alinei (2005: 245-246) extrae conclusiones acerca de los orígenes motivacionales de los nombres de los animales.

(III) Con el estudio de los patrones de motivación, se pretende aportar datos a la teoría de la universalidad de los procesos de creación de nombres de partes del cuerpo (Tagliavini 1949; Brown y Witkowski 1981) con información procedente de distintas variedades románicas; asimismo, el análisis semántico también contribuirá a ejemplificar la teoría del embodiment lingüístico como reflejo del embodiment cognitivo.

(IV) Asimismo, se pretende también averiguar, por un lado, si existe regularidad léxica, es decir, si existe un núcleo de unidades léxicas fijo, entre las partes del cuerpo humano, que sea concepto fuente para la comprensión de otras realidades. Y, por otro lado, comprobar si las partes del cuerpo que se denominan mediante elementos léxicos de otros dominios conceptuales tienen rasgos en común. Esto permitirá demostrar si existe una diferencia léxico-semántica entre los diversos niveles en que se dividen las partes del cuerpo, tal y como ya se ha indicado en algunos estudios sobre partonomía (Brown 1976; Andersen 1978).

(V) Además, la aplicación de la semántica cognitiva al estudio de la creación y al cambio de significado de los nombres de partes del cuerpo, y en especial el estudio de los cambios metafóricos y metonímicos, forma parte de los objetivos planteados que, a su vez, es uno de los principales objetivos que se ha propuesto la semántica desde sus inicios. Según Ullmann (1980 [1962]), desde la aparición de las teorías de Bréal, «la mayor parte de los semanticistas daba por supuesto que su tarea primordial era estudiar los cambios de significado, explorar sus causas, clasificarlas según criterios lógicos, psicológicos y demás, y a ser posible formular las leyes generales y las tendencias subyacentes» (Ullmann 1980 [1962]: 8). Con el fin de desentrañar la estructura, tanto semasiológica como onomasiológica del dominio conceptual del cuerpo humano, se explorarán las causas de los

110 En el apartado § 2.3.1., se detallan los beneficios que ofrecen los atlas lingüísticos tanto para las investigaciones onomasiológicas como semasiológicas de un dominio semántico concreto.

cambios de significado, se clasificarán siguiendo los modelos cognitivos y también se formulará un conjunto de leyes, procesos y tendencias generales en el cambio y en la creación léxica de este dominio semántico.

En esencia, se investigará el dominio conceptual del cuerpo humano a partir de la representación y presencia que tiene el vocabulario del cuerpo para hacer referencia a entidades de otras realidades cognitivas, los zoónimos, y a partir del estudio de los nombres que reciben algunas de las partes del cuerpo según los materiales que recogen los atlas lingüísticos. A continuación, se exponen las características del corpus (§ 2.2.) y la metodología de análisis de la investigación (§ 2.3.).

2.2.EL CORPUS

El corpus de la investigación está compuesto por un total de 694 formas léxicas simples y complejas extraídas de diferentes atlas lingüísticos románicos (véase § 2.2.1.). El conjunto de unidades léxicas estudiadas se reparte de forma desigual en los dos subapartados que conforman el núcleo del trabajo:

(a) El 97% (678) de las unidades lingüísticas estudiadas conforman el § 3.2., destinado al análisis de las distintas variantes denominativas de los dedos de la mano a partir de los materiales que ofrece la geografía lingüística sobre el español, el catalán y el gallego.

(b) El 3% (16) restante se corresponde con el conjunto de formas analizadas en el § 3.3., que se ha consignado al estudio de los distintos nombres de animales que contienen las voces mediante las que se designan los ‘dedos’ y la ‘mano’ en las lenguas románicas de Europa.

Aunque en próximos apartados (§ 2.3.1.) se especifica pormenorizadamente cuáles son las distintas metodologías empleadas para el análisis del corpus, es imprescindible mencionar que el desequilibrio existente entre el número de unidades analizadas en una y otra parte de la investigación se debe a la metodología aplicada al estudio de los datos en cada uno de los apartados mencionados. Mientras en el § 3.2., la adopción del punto de vista onomasiológico ha permitido examinar todas y cada una de las denominaciones de los mapas lingüísticos; en el § 3.3., la perspectiva semasiológica ha restringido el número de unidades analizadas para cada uno de los mapas.

La causa principal de este desajuste numérico de las variantes léxicas analizadas para cada uno de los apartados se debe a que la ordenación de los materiales que atesoran los atlas lingüísticos es de carácter onomasiológico, cada mapa suele representar las distintas denominaciones de un concepto. Así, un mapa de un concepto concreto puede contener un número indeterminado de variantes designativas, con lo cual es posible obtener una importante cantidad de datos para conseguir una visión onomasiológica prácticamente completa de un concepto determinado en las variantes lingüísticas que abarquen los mapas estudiados. En cambio, para obtener una visión semasiológica más o menos plena a partir del examen de los materiales de la geografía lingüística, es necesario analizar un mayor número de mapas aun a sabiendas de que cuantitativamente los datos van a ser inferiores a los obtenidos en el estudio onomasiológico, pues la búsqueda semasiológica consiste en documentar el uso de un lexema de un determinado dominio conceptual en un dominio ajeno. En la presente tesis doctoral, por ejemplo, el análisis semasiológico ha consistido en hallar voces que designan los ‘dedos’ y la ‘mano’ en los mapas del ALiR que recogen designaciones de animales.

A continuación, se enumeran y comentan los conceptos que se han elegido para el análisis onomasiológico y semasiológico del corpus (§ 2.2.1.) y las características principales de las fuentes de información de las que se han extraído los datos (§ 2.2.2.).

2.2.1. Conceptos analizados

Las 694 formas léxicas que han sido objeto de estudio se han extraído de mapas lingüísticos que se corresponden con 10 conceptos distintos. El dominio semántico al que pertenecen los conceptos que se han investigado varía en función de la perspectiva de análisis adoptada en cada uno de los apartados mencionados:

(a) En el análisis onomasiológico (§ 3.2.), los mapas estudiados pertenecen a cinco conceptos del dominio léxico-semántico del cuerpo humano: DEDO PULGAR

3.2.2.1.), DEDO ÍNDICE (§ 3.2.2.2.), DEDO CORAZÓN (§ 3.2.2.3.), DEDO ANULAR

3.2.2.4.)y DEDO MEÑIQUE (§ 3.2.2.5.).

(b) En el análisis semasiológico (§ 3.3.), los mapas examinados se corresponden con cinco conceptos del área léxico-semántica de los animales: MANTIS RELIGIOSA

3.3.3.1.), CIEMPIÉS (§ 3.3.3.2.), LIBÉLULA (§ 3.3.3.3.), TIJERETA (§ 3.3.3.4.)y ORUGA

(§ 3.3.3.5.).

2.2.1.1.Conceptos analizados en el estudio onomasiológico

La elección de los conceptos que se han analizado desde el punto de vista onomasiológico (§ 3.2.) responde a varios factores.

En primer lugar, se creyó necesario crear un corpus de datos coherente desde el punto de vista de la estructura del cuerpo humano; siguiendo el modelo de investigación que se desarrolló en Julià (2007) sobre los nombres de las partes del ojo, se decidió seleccionar una parte concreta del cuerpo. Para la elección de las partes que iban a ser objeto de estudio se tuvo en cuenta que fueran conceptos que aparecieran en un importante número de atlas lingüísticos, con el fin poder obtener una visión bastante completa de las distintas formas de designar los conceptos y poder extraer conclusiones relevantes. Si los conceptos únicamente aparecieran en uno o dos atlas, los resultados del estudio no permitirían proporcionar una visión global del origen y del tipo de formas de referirse a los conceptos en las variedades analizadas. La selección de los distintos conceptos de este tipo se llevó a cabo a partir de los datos que se compilaron en el apéndice de Julià (2007: 421-427). Se trata de una tabla en la que aparecen reunidos todos los conceptos (un total de 138) referidos a partes del cuerpo que se hallan en los atlas lingüísticos de la Península Ibérica sobre el español, el catalán y el gallego y que se elaboró tomando como referencia los índices léxicos de los atlas lingüísticos preparados por Luzón (1987) y completando la información con datos de algunos atlas que no constaban en su trabajo111. La información contenida en esta tabla permitió observar que existía un conjunto de conceptos relativos a una zona del cuerpo concreta, la MANO, que aparecían en todos o en casi todos los atlas que se pretendía estudiar: los nombres de los cinco dedos de la mano. Mientras el pulgar y el meñique se encuentran en los nueve atlas que son objeto de investigación (ALCyL, ALDC, ALEA, ALEANR, ALECant, ALeCMan, ALEICan, ALGa y ALPI), los otros tres dedos se recogen en siete de los nueve atlas (en el ALDC, el ALEA, el ALEANR, el ALECant, el ALeCMan, el ALGa y el ALPI). A este último grupo, al de los conceptos que se hallan en siete atlas, se puede añadir el ALEICan porque, aunque no destina una pregunta de su cuestionario ni al dedo índice, ni al dedo corazón, ni al dedo anular, destaca por recoger un importante número de variantes léxicas para cada uno de ellos en el mapa

111 Los atlas que aparecen en los índices de Luzón (1987) son los nueve siguientes: ALA (Atlas Lingüístic d'Andorra), ALC (Atlas Lingüístic de Catalunya), ALEA (Atlas Lingüístico y Etnográfico de Andalucía), ALEANR (Atlas Lingüístico y Etnográfico de Aragón, Navarra y La Rioja), ALEICan (Atlas Lingüístico y Etnográfico de las Islas Canarias), ALECant (Atlas Lingüístico y Etnográfico de Cantabria) —que aparece citado como ALES (Atlas Lingüístico y Etnográfico de Santander), el nombre que inicialmente se le dio a este atlas—, ALMP (Atlas Lingüístico de los Marineros Peninsulares), ALPI (Atlas Lingüístico de la Península Ibérica) y ALVA (Atlas Lingüístic de la Vall d'Aran).

dedicado al concepto ‘meñique’ (cfr. APÉNDICE II,§ 5.7.: ALEICan II, 501) y que se ha aprovechado para completar la falta de un mapa concreto del ALEICan para esta zona de encuesta.

En segundo lugar, antes de seleccionar estos conceptos para la investigación, también se estudió el grado de variación léxica que recogían los atlas. Además de los dedos de la mano, se examinó la variación de otros conceptos que también tienen presencia en un importante número de atlas (nuca, bíceps, pescuezo, cogote, articulación, ombligo, nuez, muslo, tobillo)113. Una vez realizado el análisis de la variación, se advirtió que los dedos de la mano eran los conceptos para los que más variantes léxicas recogían los mapas, por tanto, este factor se convertía también en un aspecto de valor para considerar los cinco dedos de la mano los conceptos perfectos para llevar a cabo el estudio.

En tercer y último lugar, el destacado valor cognitivo que posee la mano (Sivers 1979 y 1981; Wilson 2002 [1998]; Julià y Paz en prensa) y, por consiguiente, sus componentes, los dedos, ha sido también uno de los principales aspectos que ha motivado la elección de estos conceptos ya que desde un principio resultó muy interesante el poder aplicar las teorías cognitivas al estudio del origen y la creación de los nombres de estas partes del cuerpo. Asimismo, la elección de estas partes del cuerpo facilitaba y permitía poder desarrollar el estudio semasiológico, como se comentará a continuación.

2.2.1.2. Conceptos analizados en el estudio semasiológico

La selección de los conceptos analizados en el § 3.3. resultó algo más compleja que la de los que se examinaron desde la perspectiva onomasiológica porque, antes de la elección, era necesario asegurarse de que era posible encontrar los elementos léxicos que normalmente designan la mano y los dedos en mapas de áreas semánticas diversas al cuerpo humano para designar realidades distintas al cuerpo.

Dado que la búsqueda en los mapas de todas las áreas que aparecen representadas en los atlas lingüísticos de las lenguas románicas de la Península podía resultar interminable, se

112 Esta información, extraída del mapa del dedo meñique del ALEICan, se ha indicado en el subapartado B.1. de los análisis del dedo índice (§ 3.2.2.2.), del dedo corazón (§ 3.2.2.3.) y del dedo anular (§ 3.2.2.4.), sección destinada a recoger los atlas en los que se hallan los conceptos estudiados. Se ha incluido el nombre del atlas, el volumen y el número del mapa precedido de un asterisco (ALEICan II, *501). Este es el formato habitual mediante el que se citan los conceptos cuya información no es suficientemente numerosa como para presentarse en un mapa individual y, por ello, los datos aparecen en un mapa que se destina a otro concepto.

El asterisco es el elemento gráfico que indica que el mapa pertenece a otro concepto. Véanse, por ejemplo, los datos sobre el dedo anular recogidos en el ALEANR (VII, *988) —cuya información principal pertenece al concepto dedo índice— que se encuentra en el §4.2.del APÉNDICE III.

113 Para información sobre los atlas en los que se hallan estos conceptos, véase Julià (2007: 117-128).

decidió que antes de elegir los conceptos que iban a ser objeto de estudio debía verificarse si los nombres referidos a partes del cuerpo se hallaban habitualmente en los mapas lingüísticos de otras realidades. Para ello, se determinó llevar a cabo esta comprobación a partir del estudio del ALiR y, concretamente, del volumen IIa publicado en 2001, que es el que está dedicado a los nombres de los animales relativos a la pequeña fauna salvaje. Los motivos que llevaron a escoger este atlas para llevar a cabo el estudio se hallan resumidos en el § 2.2.2.3.

Gracias a la concesión de una beca predoctoral para estancias en el extranjero114, me fue posible desarrollar el estudio del ALiR en el seno del proyecto que se encarga de la coordinación de la elaboración de este atlas lingüístico, el equipo Systèmes Linguistiques et Dialectologie del Departamento Parole et Cognition de la Université Stendhal Grenoble 3 de Francia y que dirige la Dra. Elisabetta Carpitelli.

Durante la estancia de investigación estudié todos los materiales que contiene el mencionado volumen y que pertenecen a 20 animales y realidades referidas a ellos: la abeja, la araña, la tela de araña, la oruga, el alacrán cebollero, la hormiga, el hormiguero, la rana, el grillo, la mantis religiosa, la libélula, el ciempiés, la mosca, el mosquito, el lución, la tijereta, la chinche, la salamandra, la serpiente y la tortuga. El análisis de los 20 conceptos permitió advertir que, para 6 de ellos (alacrán cebollero, ciempiés, libélula, mantis religiosa, oruga y tijereta), se recogía, en los mapas, alguna designación que era o contenía el nombre de una parte del cuerpo. El resultado de la investigación desarrollada se ha publicado en el número 291-292 de la Revue de Linguistique Romane (Julià 2009b). Así pues, los datos obtenidos de este estudio permitían confirmar la hipótesis inicial y desarrollar la segunda parte de la investigación de la tesis doctoral (§ 3.3.).

Las informaciones que resultaban útiles del trabajo llevado a cabo eran aquellas que estaban vinculadas a las designaciones de animales que contenían voces referidas a los dedos y la mano en cualquiera de las variedades románicas que aparecen representadas en el ALiR (cfr. § 2.2.2.3.). Los animales, cuyas denominaciones poseían estas características, son los cinco que se han mencionado anteriormente: MANTIS RELIGIOSA, CIEMPIÉS,

LIBÉLULA, TIJERETA y ORUGA. El estudio previo y la elección de estos conceptos ha permitido desarrollar el análisis semasiológico inicialmente previsto y otorgar homogeneidad tanto a la estructura de la investigación de la presente tesis doctoral como a

114 La beca fue concedida por la Generalitat de Catalunya, concretamente, por la Agència de Gestió d'Ajuts i Universitaris i de Recerca (AGAUR) por un período de 35 días y se desarrolló entre los meses de septiembre y octubre de 2008 (n.º de referencia: 2008BE-1 00156).

la presentación de los resultados, ya que si no se hubiera partido de los materiales del ALiR habría sido inviable poder obtener las conclusiones que se pretendía en el tiempo previsto.

El análisis de todos los mapas referidos a animales de los atlas regionales de la Península Ibérica hubiera supuesto aumentar considerablemente el tiempo invertido en el vaciado de los mapas. A continuación, se exponen brevemente las características de los atlas lingüísticos elegidos para la investigación.

2.2.2. Fuentes de información

Los atlas lingüísticos que han permitido conformar el corpus de datos para llevar a cabo el análisis pertenecen todos al ámbito de las variedades románicas habladas en Europa. Se ha considerado que los datos que atesoran estos materiales son idóneos para el estudio propuesto y para alcanzar los objetivos de esta investigación por distintas razones:

(a) Contienen una ingente cantidad de datos sobre las diferentes formas de referirse a un mismo concepto, con lo cual, permiten determinar el grado de variedad denominativa de un concepto.

(b) Representan la información en el espacio, lo que permite estudiar no solo la variación denominativa sino la variación diatópica.

(c) La información que acopian en sus mapas procede de la lengua oral, por lo que es

(c) La información que acopian en sus mapas procede de la lengua oral, por lo que es

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