• Aucun résultat trouvé

Enfoques contemporáneos de la traducción: El enfoque sociocultural y el funcional comunicativo

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2022

Partager "Enfoques contemporáneos de la traducción: El enfoque sociocultural y el funcional comunicativo"

Copied!
8
0
0

Texte intégral

(1)

302

ENFOQUES CONTEMPORÁNEOS DE LA TRADUCCIÓN:

EL ENFOQUE SOCIOCULTURAL Y EL FUNCIONAL COMUNICATIVO

---

CONTEMPORARY APPROACHES TO TRANSLATION:

THE SOCIOCULTURAL APPROACH AND THE FUNCTIONAL COMMUNICATIVE

Nadia BALINE

Universidad Hassan II de Casablanca, Marruecos baline.nadia@gmail.com

Resumen :

La traductología es una disciplina relativamente nueva en el campo de la ciencia, surgió a partir de la segunda mitad del siglo XX, abriendo el paso a múltiples teorías sobre la traducción: Berman, Vinay y Darbelnet, Nida y Taber, Lefevere, Nord, Delisle, Reiss y Vermeer, García Yebra, Hurtado Albir, etc. Nuestro cometido intenta arrojar luz sobre el paso de la traductología del mero hecho de comparar entre dos sistemas a nivel lingüístico (Catford y los teóricos de las Estilísticas Comparadas Vinay y Darbelnet) a analizar la traducción desde un enfoque sociocultural (Nida y Taber) y comunicativo funcional (Reiss Y Vermeer). Nos detenemos ante estos dos enfoques sobre todo por centrarse en los elementos esenciales de la traducción, o sea, lengua, cultura, emisor y receptor.

Palabras clave: traducción; enfoques; contemporáneos; sociocultural; comunicativo.

Abstract:

Translation science is a relatively new discipline in the field of science, it emerged from the second half of the 20th century, opening the way to multiple theories about translation:

Berman, Vinay and Darbelnet, Nida and Taber, Lefevere, Nord, Delisle , Reiss and Vermeer, García Yebra, Hurtado Albir, etc. Our task tries to shed light on the transition of translation studies from the mere fact of comparing between two systems at the linguistic level (Catford and the theorists of Comparative Stylistics Vinay and Darbelnet) to analyzing translation from a sociocultural (Nida and Taber) and communicative approach functional (Reiss and Vermeer).

We stop at these two approaches above all to focus on the essential elements of translation, that is, language, culture, sender and receiver.

Keywords: translation; approaches; contemporaries; sociocultural; communicative.

Introducción

La traducción no es un mero paso de una lengua a otra, no es suficiente ser bilingüe para traducir un texto. Es de suma importancia además ser bicultural e incluso multicultural. Esta ponencia, aunque parezca de carácter teórico, recoge los principales enfoques que determinan la operación traductora. Toda traducción es un acto comunicativo intercultural entre lenguas.

Por lo cual, es necesario partir por subrayar la dimensión sociocultural y funcional comunicativa de la traducción. Después procuraremos estudiar unos ejemplos ilustrativos de la traducción del árabe al español a la luz de los enfoques analizados, centrando nuestro interés en los registros religioso, jurídico y también el literario; con el fin de medir la particularidad traslaticia del componente sociocultural y el carácter intencional-referencial entre el emisor del texto original y el receptor del texto meta.

(2)

303

1.Pinceladas sobre la ciencia de la traducción o la Traductología

La traductología es una disciplina relativamente nueva en el campo de la ciencia, surgió a partir de la segunda mitad del siglo XX, abriendo el paso a múltiples teorías sobre la traducción: Berman, Vinay y Darbelnet, Nida y Taber, Lefevere, Nord, Delisle, Reiss y Vermeer, García Yebra, Hurtado Albir, etc. Según Berman (1989), “La traductología es la reflexión de la traducción sobre sí misma a partir de la naturaleza de su experiencia” (citado por Cagnolati, 2012: 53). Para El-Madkouri:

“La traductología se entiende como el estudio de todo lo relacionado con el fenómeno de la traducción tanto en su fase de proceso como en la de resultado.

Con esta acepción la traductología no sólo opera en el plano teórico sino también en el práctico. Esta disciplina abarca desde la reflexión sobre el oficio del traductor y sus procedimientos hasta la enseñanza del arte de verter en una lengua lo que se ha dicho previamente en otra” (2012: 31).

Podemos afirmar que la traductología es la ciencia que estudia la traducción, analizando los diferentes factores que intervienen en el acto traslativo. La traductología vino a cuestionar, analizar y responder a todas las cuestiones que se plantean acerca de la traducción, tanto proceso como producto o resultado. Estos estudios no dejan a parte el traductor, el agente principal de la operación, sino también se analizan los diferentes mecanismos que pone en marcha a la hora de realizar su labor.

En la primera mitad del siglo XX, la traducción no tenía unos fundamentos teóricos, era una etapa puramente empírica, en la cual la traducción no era más que un trabajo filológico y filosófico. Los inicios de la segunda mitad del siglo XX marcaron la aparición de los estudios teóricos sobre traducción de carácter descriptivo sistemático. En los años sesenta, se inició el estudio de la traducción a nivel de la lengua. En esta etapa apareció el enfoque lingüístico que se ocupó de criticar las traducciones basándose en la comparación de textos, “sin método ni organización, puesto que no existía una teoría propia que aplicar” (Arregui Barragán, 2005: 4).

Estas teorías no analizaban la traducción teniendo en cuenta el lector meta y su contexto histórico-social hasta la propuesta de Nida en 1964, que defendió que la traducción no puede ser estudiada al margen de su contexto sociocultural, de modo que propuso su valiosa propuesta sobre la equivalencia, diferenciando entre equivalencia formal y equivalencia dinámica.

A partir de los años sesenta, podemos hablar de las primeras bases de la teoría de la traducción o los estudios sobre traducción, lo que se denominará luego la Traductología162. Los teóricos empiezan en esta etapa a ocuparse de una noción clave en los estudios sobre traducción:

la equivalencia, y a estudiar la traducción desde una vertiente social y pragmática. Eso sí, antes solo se estudiaba en cuanto a forma, ya que se entendía como transformar las unidades de una lengua por unidades equivalentes de otra.

Los años ochenta marcaron el inicio de una nueva etapa caracterizada por el estudio de la Historia de la traducción y por centrar el debate en la traducción del componente cultural entre dos sistemas diferentes. En esta fase, la traductología se consolidó como disciplina independiente de carácter interdisciplinar, ya que el traductor debe tener varios conocimientos en diferentes disciplinas: la lingüística, la historia, la sociología, la literatura, y en la cultura en general. A partir de los años noventa, los teóricos empiezan a discutir sobre la posición del traductor en todo el proceso traslaticio, en cuanto a su “visibilidad o invisibilidad” (Arregui Barragán, 2005: 5).

162 Hurtado Albir presenta varias denominaciones de la Traductología, refiriéndose a la disciplina que se ocupa de estudiar la traducción como Lingüística aplicada a la traducción, Translémica, Translatología, Ciencia de la traducción, Estudios sobre la traducción, estudios de la traducción (2001: 133).

(3)

304

Basándonos en esto, podemos notar el paso de la traductología del mero hecho de comparar entre dos sistemas a nivel lingüístico en los años sesenta, (sobre todo con el lingüista Catford (1965) que define la traducción como “una substitución de material textual en una lengua por material textual equivalente en otra lengua” (citado por Moya 2004: 37), o los teóricos de las Estilísticas Comparadas Vinay y Darbelnet (1977)), a teorizar y analizar la traducción desde un enfoque sociocultural (Nida y Taber) y comunicativo funcional (Reiss y Vermeer).

2.El enfoque sociocultural de la traducción

Los estudios contemporáneos describen la traducción como proceso y resultado y no dejan de subrayar el carácter intercultural del acto traslaticio. Muchos teóricos (Nida y Taber, Margot, Newmark, García Yebra, Hewson y Martín, Vlokhov y Florin, Ruiz Casanova, Antonio de Capmany, Malinowski, Katan, García López, Catford, Carbonell i Cortés, Hurtado Albir, Hatim y Mason, Vermeer y Nord, Wotjak, etc.) basaron sus estudios sobre este enfoque, a saber que la traducción es ante todo un acto intercultural entre lenguas.

Los traductólogos empezaron a debatir sobre el binomio traducción-cultura a partir de los años 80, precisamente con Eugene A. Nida. Se considera al lingüista y traductólogo bíblico junto a sus colegas Taber y Margot pioneros e iniciadores de esta línea que establece una estrecha relación entre cultura y traducción, y que percibe en la traducción una actividad que supera los marcos lingüísticos, ya que el conocimiento de las lenguas no es suficiente para traducir, y que pone énfasis en la necesidad de conocer los hechos culturales y antropológicos que rodean la tarea traductora. Los teóricos funcionalistas como Reiss y Vermeer y Toury proponen, por su parte, la traducción como acción intercultural, e incluso se le considera al traductor como mediador entre culturas, según Hatim y Mason. Todas estas teorías se ponen de acuerdo en que la traducción es un acto comunicativo entre culturas diferentes, y, por consiguiente, el traductor está en la obligación de conocer y respetar ambas culturas.

Margot explica la causa principal por la que los traductores no han sido sensibles a la cultura meta: “al traducir este mensaje en otra lengua, hay que tener en consideración las diferencias entre cultura original y cultura receptora. Los traductores han cometido a menudo pecados a este respecto”163 (Margot, 1979: 82).

El factor cultural presenta un serio problema para el traductor que muchas veces se ve incapaz de solucionar, sobre todo cuando se trata de dos lenguas vertiginosamente distintas, como el español y el árabe. Según Newmark:

“Si el texto describe una situación que tiene elementos peculiares al ambiente natural, y a las instituciones y cultura del área de su lengua, tiene ocasión una pérdida inevitable de significado, dado que la transferencia a, o más bien la sustitución o reemplazo por la lengua del traductor, sólo puede ser aproximada”

(1991: 36).

La dificultad de la traducción de elementos culturales depende en gran medida del género textual. Algunos tipos textuales contienen más trasfondo cultural que otros, como los textos religiosos, filosóficos, jurídicos, etc. A este respecto, Wotjak subraya que:

“Si se trata de géneros con menor o mayor trasfondo sociocultural, socio- económico, etc., los conocimientos socioculturales interiorizados entre receptores

163 Traducción personal. Versión original en francés : «Lorsqu’on traduit ce message dans une autre langue, il faut tenir compte des différences entre culture source et culture réceptrice. Les traducteurs ont souvent péché à cet égard».

(4)

305

del TO y del TM presentarán una mayor o menor divergencia (mejor lagunas), pero también valoraciones divergentes o hasta contrarias de los sucesos o hechos descritos” (1995: 96).

Los elementos culturales que caracterizan una sociedad determinada revisten varias denominaciones en los estudios de traductología, las más empleadas son culturema y realia. El

“culturema” es un término propuesto por los teóricos funcionalistas Vermeer y Nord. Según este último, el culturema es “un fenómeno social de cultura X que es entendido como relevante por los miembros de esa cultura y que, comparado con un fenómeno correspondiente de una cultura Y, es percibido como especifico de la cultura X” (1997: 34 citado por González Pastor, 2012: 35). Vlakhov y Florin acuñan el término “realia” para “referirse a los elementos textuales que denotan color histórico o local, catalogándolos en cuatro tipos: geográficos y etnográficos, folclóricos y mitológicos, objetos cotidianos y elementos sociohistóricos” (citado por Hurtado Albir, 2001: 608).

3. El enfoque funcional comunicativo de la traducción

Muchas teorías toman como referencia el objetivo comunicativo de la traducción para debatir sobre la función del acto traslaticio; nos referimos a la teoría del skopos, una de las teorías más relevantes en la traductología contemporánea. Es una teoría que se planteó por primera vez en 1987 por Hans J. Vermeer. Se ocupa de unos factores que intervienen en el proceso de la traducción: el traductor y el destinatario, o sea, la finalidad.

La palabra skopos se deriva del griego y significa fin u objetivo. Según Vermeer, el acto de traducir se determina por el objetivo. Antes de empezar su labor, el traductor debe decidir cuál es el escopo u objetivo de la traducción: “Para determinar un escopo es necesario poder estimar a qué (tipo de) receptores finales se dirige la translación. No se puede decir si una función es apropiada para un receptor desconocido” (Reis y Vermeer, 1996: 85 citado por Spahic, 2013: 35). Esta teoría se basa en concebir la traducción como medio de introducir información del TO en el TM, y, por consiguiente, toma en consideración el lector del texto terminal. Por lo tanto, la traducción se manifiesta como un proceso de traslación cultural y no solamente lingüística:

“Se traduce o interpreta tal y como espera ser informada la cultura terminal, de acuerdo con unas formas y unas funciones específicas de esta cultura (más exactamente, tal y como supone el traductor que la cultura final espera ser informada)” (Moya, 2004: 98).

Cristiane Nord aplica el concepto “oferta de información” que saca de esta teoría a la traducción, alegando:

“Un translatum (es decir, un texto traducido o texto meta, en mi terminología) es una oferta informativa formulada por un traductor en una cultura meta, sobre otra oferta de información formulada por otra persona en la cultura y lengua de partida o base, en la terminología que yo empleo en español” (Nord, 2009: 215).

La teoría funcional de Reiss y Vermeer parte de considerar que toda traducción tiene un objetivo determinado de acuerdo con el tipo de texto, su contexto cultural y su función en la lengua meta. El principio fundamental de la teoría del escopo se basa en el objetivo comunicativo del TO. Por eso Reiss y Vermeer relacionan estrechamente los dos conceptos finalidad y función.

(5)

306

Esta teoría define la traducción como un acto intercultural que sobrepasa las fronteras lingüísticas y/o literarias y que se encuadra en el contexto global de la cultura (Wotjak, 1995:

94). La teoría del skopos se basa en la función del texto traducido en la cultura de llegada; la misma idea defiende Toury: “los traductores operan primero y ante todo en el interés de la cultura hacia la que están traduciendo” (Toury, 1995: 12 citado por Pym, 2016: 116). La función y finalidad de traducción determinan el tipo de equivalencia por usar.

Los verdaderos efectos que alcanzan los textos en sus receptores son, desde luego, difíciles de calibrar. En consecuencia, será seguramente preferible dar respuesta a la cuestión hablando de equivalencia de efectos pretendidos (Hatim y Mason, 1995: 18), vinculando las valoraciones sobre lo que el traductor trata de conseguir con las valoraciones sobre el efecto deseado por el emisor del TO. La noción de “efecto” está estrechamente relacionada con la de

“función”, dos conceptos esenciales en la teoría funcionalista o teoría del escopo; toda traducción aspira a producir un efecto en el lector receptor y realizar una función acorde con las exigencias del TO. La tipología del texto de partida y su especificidad terminológica dentro de una cultura determinada condicionan las decisiones del traductor; pues “Se trata de decidir si se opta más bien por conservar la función del texto original o bien por modificarla adaptándolo a las condiciones socioculturales de la lengua de llegada” (Wotjak, 1995: 94).

4.La dimensión sociocultural y funcional-comunicativa en la traducción del árabe al español

Debemos tener presente que la traducción es una operación comunicativa entre dos lenguas, e incluso dos culturas diferentes, de acuerdo con los enfoques aquí analizados. En dicha operación comunicativa nos situamos ante un emisor1 (autor) y un receptor (el traductor como lector del texto original); este mismo receptor se convierte por su parte en un emisor (traductor) para otro receptor 2 (lector de la traducción). Entre el emisor 1 y el receptor 2 hay un intermediario, un traductor o un mediador cultural como lo define Hatim Mason. En la mayoría de los casos se le considera al traductor un mediador intercultural, que intenta unir entre dos culturas y lenguas divergentes. Los aspectos culturales que caracterizan una lengua u otra constituyen un reto esencial para el traductor. No es fácil traspasar un texto de trasfondo sociocultural sin recurrir a estrategias de índole cultural como la adaptación, el préstamo, la amplificación o incluso la inserción de notas a pie de página. Esta realidad se nota claramente en la traducción entre el árabe y el español, sobre todo cuando se trata de la traducción de registros puramente especializados como es el registro religioso. Dada su especificidad, dicho registro crea una cierta problemática a la hora de su trasvase a una lengua extranjera, debido a la ausencia en la mayoría de los casos de un equivalente total del término original, por lo cual el traductor recurre a definir el término en la traducción creando así una equivalencia dinámica en el texto receptor. A modo de ejemplo, el término “تاد ” se refiere a todo lo que ama Dios ابع y acepta de dichos y hechos externos e internos, como la oración, la veracidad del hadiz, hacerse cargo de la ámana, la orden del bien y el combate del mal. Siendo un término característico de la cultura religiosa árabe no es fácil traspasarlo al español; pues ante la ausencia de un equivalente cultural exacto, el término se traduce mediante un equivalente descriptivo, o sea, una definición que aclara su significado en la cultura A para el receptor de la cultura B, ajeno a la cultura religiosa árabe. El término puede traducirse al español por “afirmaciones referentes a los actos culturales”, como aparece en la traducción española que hizo Manuel Feria García de Naḥnu wa turāṯ de Mohamed Abid Al-Yabri; sin embargo, el equivalente español no refiere esa carga connotativa del término árabe. El elemento cultural no puede traducirse sin la intervención percibida del traductor, la traducción del término “ءافلخلا”, refiriéndose no a los califas en general sino a los cuatro primeros califas ortodoxos que sucedieron al profeta del

(6)

307

Islam debe traducirse al español integrando equivalente definitorio del término e incluso una nota que aclare quiénes son esos califas, sus nombres y la duración de su mandamiento. Lo mismo puede ocurrir en la traducción del término “ةباحصلا” que en un contexto común se traduciría por “compañeros”; pero en un contexto puramente religioso árabe, deberíamos anexionar una nota aclaratoria que marque el aspecto cultural del término en su lengua receptora, aclarando que el término se refiere a aquellos que conocieron al profeta, que Dios bendiga y salve, creyeron en su Revelación y murieron como musulmanes.

La presencia del registro religioso se nota también en los textos jurídicos. Muchos términos jurídicos tienen un trasfondo religioso y sociocultural, cuya traducción al español no encuentra el equivalente adecuado debido a las diferencias religiosas, culturales e ideológicas entre ambas lenguas. De modo que muchos términos se traducen mediante un equivalente descriptivo que intenta abarcar el significado completo del término dentro de su propia cultural, a estos equivalentes descriptivos el traductor añade una transcripción del término. Señalamos, a modo de ejemplo, la palabra “idda”, entendida como “período que sigue a la disolución de un matrimonio, durante el cual los derechos legales y obligaciones de las esposas no están completamente extinguidas”164, que se traduce al español por “espera legal” o “período de espera”, añadiendo la transcripción del mismo en español; lo mismo se aplica al término “jolʼ”, traducido al español por “divorcio consensual retribuido” más la transcripción del mismo. Otros términos de carácter cultural que se ajustan al mismo procedimiento traslaticio señalamos

“díya”, dinero de la sangre o compensación debida en casos de homicidio, lesiones y agresión;

“hadd”, pena específica, fijada por la ley; “qadf”, delito de imputación no probada de relaciones sexuales ilícitas; “qisas”, Ley de Talión. Sanción legal en casos de homicidio y lesiones.

La traducción de términos jurídicos, cuyo trasfondo es puramente religioso y sociocultural, pone al traductor ante una seria problemática traslaticia. Por una parte, debe ser consciente de la carga semántica del término en su contexto original; y por otra parte, debe saber cómo traducirlo a la lengua meta teniendo en cuenta las condiciones culturales del receptor español. En este caso no hay otra solución que usar un equivalente descriptivo amplificativo, que subraya el significado esencial del término, poniendo entre paréntesis una transliteración de la lengua extranjera, o sea, un “exotismo” o “préstamo naturalizado” para recordarle al lector que está ante una cultura totalmente ajena. La presencia de estas estrategias traductológicas en una traducción de textos de carácter especializado, como lo es el religioso y el jurídico, pone en tela de juicio la conciencia del traductor ante la especificidad de dicho registro y la necesidad de verterlo de la mejor manera posible en la lengua receptora. De modo que percibimos este carácter referencial que desempeña la traducción de este tipo de registros, ya que el texto original presenta una información esotéricamente comprendida por el lector árabe, pero su traducción al español requiere el uso de muchos mecanismos para poder acercar su significado a un lector totalmente ajeno a la cultura árabe. En esta línea, podemos hablar de la teoría funcionalista, donde J. H. Vermeer usa una serie de palabras clave de las que nos gustaría reflexionar un poco sobre dos de ellas, nos referimos a “intención” y “función”. La intención, como señala Nord, se refiere al emisor, que quiere alcanzar una finalidad determinada con su texto. De modo que la intención del emisor no puede garantizar siempre un resultado perfecto debido a varios criterios y condiciones que intervienen en el acto traslaticio. El resultado de la traducción lo puede usar el receptor para una determinada función, según “sus propias expectativas, necesidades, bagaje general y condiciones situacionales” (Nord, 2009:

215). En este caso puede haber una semejanza o analogía entre la intención del emisor y la función de la traducción en el receptor. Si en los caos anteriores hemos notado el paso de la intención informativa a otra referencial en el texto traducido, debido a la particularidad de los

164 Los términos jurídicos están extraídos del libro Historia del derecho islámico de Noel J. Coulson.

(7)

308

registros religioso y jurídico; vamos a ver otro tipo de cambio intencional-funcional en los ejemplos siguientes sacados de textos literarios traducidos del árabe al español.

La traducción literaria presenta también varios casos que debemos analizar partiendo de la intención del autor y la función que adquiere su texto en la lengua de llegada. En uno de los cuentos del cuentista marroquí Driss Elkhoury titulado “Arenas” aparece una palabra muy llamativa en dialecto marroquí que es “جاجم” en la frase siguiente sacada del cuento:

وعي ىتح ،ضيبأ ذيبن سأك هسفنل بصي نأ نم ادب سانيرأ دجي مل ريكفتلاو لمأتلا نم ةجرحلا ةظحللا هذه يفو "

هيلإ د

"براهلا "هجاجم"

El autor usa dicho vocablo en una situación donde el protagonista, que es un español que huyó de la Guerra Civil en España y se instaló en Marruecos donde fundó su familia y vivió felices años en Casablanca, está pensando en la decisión de sus hijos que quieren dejar el país y volver a su tierra. Se nota cómo el autor describe el estado de Arenas mediante un vocablo que usamos los marroquíes cuando estamos de mal humor, e incluso lo atribuye a un español bebiendo vino, aunque normalmente lo usamos cuando queremos tomar un vaso de té. Toda esta imagen de vinculación con la tierra y con Marruecos que le costó mucho a Arenas abandonar, y que lo enfatiza más este vocablo en dialecto desaparece y no se percibe de la misma fuerza en el texto español, ya que el vocablo se traduce por “humor”. De modo que la intención que quiere transmitir el autor no se refleja en el texto meta, por la simple razón de que no existe un equivalente capaz de transmitir toda esta carga. El mismo vocablo que figura aquí en dialecto marroquí ni siquiera podemos encontrar su equivalente denotativo en árabe clásico. En este caso hubiera sido preferible recurrir a una nota a pie de página o insertar el vocablo mediante una transliteración, pero esta técnica no suele usarse en la traducción literaria salvo en los casos necesarios, lo que impide a veces resaltar el significado inicial. Un caso traslaticio muy llamativo es la traducción del título del libro de Malika Mustadraf en árabe “ سيس تنارت

trant

sis”. Esta palabra en árabe es el número 36 en francés, pero en Marruecos se refiere al lugar destinado a los pacientes que padecen enfermedades mentales y psíquicas. La cuentista en su libro de relatos se refiere al segundo significado y no lo usa como referencia numérica de algo.

Esto se refleja en los temas tratados en todos los relatos y, sobre todo, en el cuento que lleva el título “trant sis”, donde la protagonista describe su relación con su padre que debido a sus conductas extrañas los vecinos lo llaman “trant sis”. El título se traduce al español por el equivalente numérico 36, sin ninguna nota que refleje su trasfondo sociocultural, por lo cual una divergencia total entre la intención transmitida al lector del texto árabe y la función entendida por el lector meta.

Conclusión

La traducción no solo requiere un buen conocimiento de los sistemas lingüísticos de partida y de llegada. El traductor debe ser consciente del trasfondo sociocultural que rodea el mensaje inicial y también de la intención del autor. La función inicial del texto puede diferenciarse con la función entendida en el texto meta, debido a muchos factores que suelen ser socioculturales en la mayoría de los casos.

Bibliografía

ARREGUI BARRAGÁN, N. (2005), “Estado de la investigación en el ámbito de la teoría de la traducción literaria”. Cédille: Revista de estudios franceses, nº 1, 2-27. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2215157

CAGNOLATI, B. (2012). “Traductología: Hacia el nacimiento de una “nueva” disciplina”. En B.E. Cagnolati (Comp.) La traductología: Miradas para comprender su complejidad (41-70). Argentina: Universidad Nacional de La Plata.

(8)

309

CATFORD, J. C. (1965). A Linguistic Theory of Translation: An Essay in Applied Linguistics.

Londres: Oxford University Press.

EL-MADKOURI, M. (2012). Traductología y traducción del árabe. Rabat: Instituto de Estudios Hispano-Lusos.

GONZÁLEZ PASTOR, D.M. (2012). Análisis descriptivo de la traducción de culturemas en el texto turístico. Valencia: Universidad Politécnica de Valencia (Tesis doctoral).

HATIM, B.; MASON, I. (1990/ 1995). Teoría de la traducción: una aproximación al discurso.

Barcelona: Ariel.

HURTADO ALBIR, A. (2001). Traducción y traductología. Madrid: Cátedra.

MARGOT, J.C. (1979). Traduire sans trahir: la théorie de la traduction et son application aux textes bibliques. Paris: L’âge de l'homme.

MOYA, V. 2004. La selva de traducción: Teorías traductológicas contemporáneas. Madrid:

Cátedra.

NEWMARK, P. (1991). “La teoría y el arte de la traducción”. Letras, 1 (23-24), 27-58.

Recuperado de http://revistas.una.ac.cr/index.php/letras/article/view/4086

NIDA, E. A. (1964). Toward a Science of Translation, with special reference to principles and procedures involved in Bible translating, Leiden, E. J. Brill.

NORD, C. (2009). “El funcionalismo en la enseñanza de traducción”. Mutatis Mutandis:

Revista Latinoamericana de Traducción. Vol. 2, Nº 2, 209- 243. Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3089531

PYM, A. (2016). Teorías contemporáneas de la traducción. Materiales para un curso universitario. Tarragona: Intercultural Studies Group.

REISS, K. y VERMEER H. (1996). Fundamentos para una teoría funcional de la traducción.

Celia Martín de León y Sandra García Reina (trads), Heidrun Witte (coord.). Madrid:

Akal.

SPAHIC, E. (2013). Fraseología y traducción literaria: el caso del bosnio y del español. (Tesis doctoral)

VINAY, J. P. y DARBELNET, J. (1977). Stylistique comparée du français et de l’anglais.

Paris: Didier.

WOTJAK, G. (1995). “Equivalencia semántica, equivalencia comunicativa y equivalencia translémica”. Hieronymus Complutensis, nº 1, 93-111. Recuperado de https://cvc.cervantes.es/lengua/iulmyt/pdf/encuentros_v/10_wotjak.pdf

Références

Documents relatifs

La vigilancia a nivel estatal sobre los factores de riesgo psicosocial de origen laboral es importante para registrar el entorno de trabajo cambiante (Tabanelli et al., 2008) y para

Pero, puesto que ya no hay ni empleo ni paro, "será un salario contributivo (…) asignado a todo el mundo sobre la base de que permita vivir dignamente".. A priori, parece

En la 107ª reunión del Consejo Ejecutivo, en ene- ro de 2001, se pidió a la Directora General que estableciera un proceso de consultas técnicas sobre los métodos de evaluación

Con la Constitución del 2008, el pueblo montubio se encuentra reconocido como parte integrante del Estado ecuatoriano, y sus manifestaciones culturales (incluida

Esto es, difícilmente se realizan experiencias con dos ranuras (Experiencias de Young) en la cual se lleve en consideración el ancho de las ranura: por el contrario, las

Concretamente, este trabajo constituye una continuación de otros precedentes (Garrido et al, 2002; 2003, 2004), pero en esta ocasión el objetivo se centra en analizar las ideas de

Los resultados de esta parte longitudinal, realizada con una sub-muestra del grupo inicial, revelaron que la dinámica cerebral recogida durante la fase de

Este capítulo propone un estado del periodismo de datos y permite extraer los componentes prácticos de un perfil del periodista de datos en los seis países