u immMmi «iw* '
REVISTA
CIENTÍFICA.
Afto III Madrid 15 de Septiembre de 1893. Núm 63.
ALTERâCIÔN DEL HÍGADO EN UN CERDO.
(CONTINUACIÓN.)
4." Be la
(/lucocola,
que sedesdoblaría
euúrea
yglu¬
cosa
4C^H»A,0·^
=2CHU,'^0+CH'W
desliidratándose
luego esta última. Parece dar fuerza á
esta creencia la gran
cantidad de úrea
que seforma
enel liíg-ado, áun cuando también pudiera ésta
seroriginada
por
los cambios de los principios albuminóideos al formar
la
glucügena;
mas esnecesario averiguar si esta glucoco-
la sería un
producto de digestión, ó simplemente la
con¬tenida en los ácidos biliares.
Fuera de toda
alimentación,
enla más absoluta
abs¬tinencia, el hígado sigue también formando glucógena;
yen este caso, no se
sabe si atribuir
suorigen á
uncambio
en la sustancia
propia de las células hepáticas ó á los
ma¬teriales
procedentes de la
sangre yblástemos. Da fuerza
á la
primera opinión el hecho de
que en seres que carecen de sangre,la materia glucógena sigue formándose;
pero parecedar la razón á la segunda la experiencia del híga¬
do lavado.
h.—El
hígado forma continuamente glucosa ú
expensasde esta materia
glucógena
gde
unfermento
queél forma ó
toma de la
sangre.—-Entre otras, la experiencia antes cita¬
da del
hígado lavado
parecedemostrarlo así. Esto,
noobstante, algunos fisiologistas de nota niegan esta for-
226 La Vbtekinaeia Contemporánea.
mación en el ser
vivo, sosteniendo
quesólo
severifica
en elhígado extraído de
unanimal muerto.
En apoyo
de esta opinión, citan varias experiencias;
y
Beaunis dice,
por suparte,
quecuando ha examinado pedazos de hígado, tomados
conmuchas precauciones de
un animal
vivo, el líquido resultante
noha reducido el
reactivo
Barreswill, á
menos queel animal hubiese sido
cloroformizado ó hecho bruscos movimientos.
Pero
nos¬otros debemos decir que en
todas las experiencias efec¬
tuadas por
nosotros
enla Escuela Veterinaria de esta ciu¬
dad ante los alumnos
pensionados, el humor ó papilla
re¬sultante de la filtración de
hígados, tomados
contodas
las
precauciones posibles de conejillos vivos, sin cloro¬
formizar, triturados
ymezclados
concarbón animal;
en todas nuestrasexperiencias, repetimos,
seha verificado la
reducción del licor
cupro-potásico, hecho
conarreglo á la
fórmula de C. Bernard—modificación
del
deBarreswill—
demostrando así la
presencia de la glucosa. Eas contra¬
pruebas
noshan confirmado
ennuestra creencia.
c.—Estos actos del
hí(¡ado
sonel producto de
unaloca¬
lización
fisiológica
cpie no esaún perfecta.—Hácelo
vercla¬
ramente el conocimiento de la
glucogenesis
enlos
seres que notienen hígado,
enel embrión antes de que aquél adquiera
sudesarrollo,
yla parte
que enella toman algu¬
nosotros
órganos—los músculos,
¡Jorejemplo—en los ani¬
males adultos.
d.—La
glucosa formada
enel hígado,
escedida len¬
tamente á la
sangre.—Así lo prueba el hecho de
que,cual¬
quiera
que seala cantidad
ycalidad de los alimentos in¬
geridos, la intensidad de la absorción
enel aparato diges¬
tivo y
la cantidad de glucógena
yglucosa
enel hígado,
las
proporciones de estos principios
enla
sangre novarían.
Hay circunstancias, sin embargo,
en que parece queel hí¬
gado
cesade ejecutar este papel
yla
sangre se cargade glucosa—glicemia—que
esexpulsado
conla orina:—glu-
cosuria:—tal
sucede,
porejemplo, cuando
sepunciona la punta
enY del fondo del cuarto ventrículo;
peroestos
son
siempre
casosanormales.
La Veterinaria Contemporánea. 227
C.—Almacenamiento de varios
jirincipios.—A
sercier¬
to el
punto anterior,
nopuede
negarse queel hígado sir¬
ve de almacén ó
depósito donde
se conservan, como en reserva,los principios amiláceos, bajo la forma de glu- 'CÓgena
yde glucosa. Esta
es, conefecto, la opinión de
•distinguidos fisiologistas.
Algunos otros le asignan también el mismo
uso con■respecto á algunos principios minerales—cobre
yazufre;
—cosa que no nos parece
fuera de razón,
pues parece pro¬barlo así el hecho de que
cuando la bilis
no esreabsor¬
bida en el
intestino, los
cabellos caen porfalta de azufre.
Séanos
permitido aún preguntar, si
no severificaría igualmente
enel citado órgano
unalmacenamiento ó de¬
pósito de
grasas,Se sabe perfectamente
concuánta facili¬
dad el
hígado
se cargade estos principios, de lo cual
seaprovecha
unaindustria lucrativa;
pero seexplica este
hecho
generalmente,
por unadegeneración
grasosade
sus elementos ó departe de ellos.
Ahora
bien;
secompagina
muymal
contal supuesto
el
hecho,
por personaalguna negado, de
que enlos anima¬
les cuyo
hígado está cargado de
grasahasta el extremo, la
secreción
biliar,
nosólo
noe.stá interrumpida, sino
que se verifica conigual intensidad ó
poco menos que enesta¬
do
normal; secreción
que esimposible comprender
seefec¬
tuase, si todo
óparte de
suselementos hubieran sufrido
ladegeneración
que se supone; pero, que esperfectamen¬
te
compatible
con undepósito de
grasa, quedeja intac¬
tos los elementos secretorios.
(Se continuaráj.
■■wificoocew!■
TERáPÉÜTIGA QUIRÚRGICA.
VÍAS DEADMINISTEACIÓJSr DE LOS MEDICAMENTOS DEEERVECENTES.
Para que
los medicamentos febrífugos produzcan la
acción de que nos
venimos ocupando,
escondición indis-
.pensable
quepenetren
enel torrente circulatorio.
228 La Veteeinabia Contemporánea.
No es indiferente que se
elija esta ó la otra vía de ad¬
ministración;
puessiendo el síntoma calor un fenómeno-
de
momento,
ysiendo así
que supersistencia acarrea per¬
juicios de cuantía, preciso es buscar un medio conveniente
que reúna
la sencillez, la comodidad y la rapidez de ab¬
sorción,
parahacer penetrar
enun momento dado los me¬
dicamentos al torrente
circulatorio.
Tres son las vías de
administración
quepodemos uti¬
lizar para
la entrada de estos medicamentos en el organis¬
mo: el
aparato digestivo, la piel
yel aparato respiratorio^.
Antes de entrar en pormenores
respecto á las parti¬
cularidades de absorción
de cada
unode estos puntos,
bueno será indicar
algo sóbrelas formas farmacéuticas que
deben llevar los
medicamentos
encuestión.
Si utilizamos la
ingestión gástrica, podemos dar la.
sustancia en
cualquier vehículo,
yabajo la forma pilu-
lar, opiata, solución, etc.,
perosiempre debemos procurar aquellas formas de más fácil absorción y las en .que el me¬
dicamento vaya
perfectamente disuelto; para esto preferi¬
ble es echar mano de los
brebajes, ó disolver el medica¬
mento
febrífugo
enaquellas otras sustancias terapéutico-
farmacológicas
que seden al paciente para cumplir otras-
indicaciones. En este
último
casodebemos tener presentes
las
incompatibilidades,
puesde nada nos serviría adminis¬
trar un
febrífugo
enunión de
unbéquico, si aquél modifi¬
caba á éste ó éste al
primero; la acción tiene que ser en
todos los casos
contraria,
ylos medicamentos inalterables químicamente
por supresencia.
Cuando es la
piel, inyección hipodérmica, ó la vía res¬
piratoria la
queusamos, los medicamentos, es condición
indispensable
que vayanperfectamente disueltos. El ve¬
hículo variará en cada caso, pues para sn
elección hay que-
atenerse á las
condiciones de solubilidad del medicamento
y
á las cualidades del líquido empleado; por regla general
es el agua
destilada el principalmente usado.
Preparado el medicamento hay que proceder á su ad¬
ministración.
Vía di
(/estiva.—La absorción
enel aparato digestivo es-
La Veterinaria Contemporánea. •229
•"de escasa
actividad, comparativamente hablando; si bien es
verdad quevaría
conel estado de dicho aparato, las cua¬
lidades de la sangre,
etc.,
puessi el estómago está repleto
•de
alimentos, los agentes terapéuticos
semezclan
conellos
y se
retarda
suabsorción, esto si
es queentre los alimen¬
tos no se hallan sustancias capaces
de modificar química¬
mente álos
medicamentos;
cosaquepuede suceder también
conlos ácidos láctico ó
clorhídrico, quesegúu los fisiólogos
se■hallan en el
recipiente gástrico. Es más, áun dado por be-
■cbo que
los agentes medicamentosos lleguen sin alteración
y con
prontitud al intestino donde la absorción alcanza el
■máximun de
intensidad, la
mucosaintestinal
no esde las
membranas que
permiten la absorción
conrapidez exti-ema,
•puescomo su
objeto esabsorber las sustancias alimenticias
ó
reparadoras, é.stas
nonecesitan entrar
enla economía con
la
prontitud
que unmedicamento exige en casos dados.
Con lo dicho bastará para
significar á nuestros lecto¬
res, que
la vía de absorción gastro-intestinal, no es la má-
-á
propósito
parala administración de medicamentos cu}';!
benéfica acción
exigimos
en unmomento dado.
ría subcutánea.—El método
bipodérmico aplicado á
estos casos da muy
buenos resultados, pero es necesario
saber ó tener cierta costumbre para
ponerlo
enpráctica.
El
líquido inyectado bajo la piel queda depositado entr>-
las mallas del
tejido conjuntivo laxosubcutáneo; para pe¬
netrar en el torrente circulatorio
sólo necesita
atravesarla
finísima membrana que
forma á los capilai*es sanguíneos
Ahora
bien,
enigualdad de circunstancias, la absorción
«erá tanto más
activa, cuanto la red vascular
seamás
pro¬fusa y
la circulación más activa.
Habidas en cuenta estas dos
consideraciones, resulta
•que como
el sistema circulatorio es tan sumamente amplio
«n este
punto, la
sangremarcha en la piel con relativa
lentitud,
3'de aquí
quela absorción de los medicamentos,
si bien es activa, no
lo
sea enel grado
quefuese de desear,
■dada la
precipitación
yla urgencia que algunos casos re¬
claman.
Si á esto añadimos que
la inyección no siempre
s.230 La Veteeinaeia Contempoeánea.
practica
enlos puntos
endonde la red capilar
esmás
es-pe-a, y que
la circulación suele estar disminuida
en la pe¬riferia y
amortiguada la piel
encierto modo,
sacaremos como consecuencia quela inyección hipodérmica
esde du¬
dosos resultados tratándose de la administración de los medicamentos
febrífugos.
La
inyección*venosa
que esá la
que sepodría recurrir
eu estos casos tiene también sus
inconvenientes; el prime¬
ro, que no
siempre
y entodos los animales
esfácil
de prac¬ticar;
yel segundo,
quela entrada directa de
los medica¬mentos á la sangre
suele traer coagulaciones
queluego
se traducen portrombos
yembolias más ó
menos conside¬rables.
Vía
traqueal.—La
mucosapulmonar
sehalla especia¬
lizada para
el cambio
gaseoso, susepitelios
sontan deli¬
cados que
las partículas
acuosas que se ponen en su con¬tacto se absorben con una
rapidez extrema,
conla misma
intensidad que severifica la osmosis
gaseosa:así
es que losagentes febrífugos
queestán destinados á llenar
indi¬caciones momentáneas no
pueden administrarse
porotro punto; la vía traqueal
supera enactividad á todas
las de¬más
juntas.
El hecho tiene una
explicación racional. Además
de las condiciones deporosidad de la membrana
decambio, hay otro detalle de
mayorinterés
ennuestroconcepto. La
red vascular del
pulmón
esmuchísimo más intensa
quela
de la
piel
yla del aparato digestivo, la
sangrecamina
con más velocidad yviene
menoscargada de productos líqui¬
dos de
excreción; la absorción
de los medicamentos en estepunto, guardando las reglas antes mencionadas, estará
enrazón directa de la actividad de circulación
local, bajo
cuyo-punto de vista
superala pulmonar á cualquiera otra
quopudiéramos utilizar. (1)
De lo dicho se
desprende
quelos medicamentos febrí¬
fugos debemos administrarlos
porla vía traqueal
entodos
los casos que
las circunstancias
nos lopermitan, máxime
(1) Paramás detallesconsúltese lasInyeccionestraqticales.
La Veteeinaeia Contempoeánea.
cuando el método
operatorio
estan sencillo
yla operación
tan tribial é
insignificante.
José M. Alvero.
CIENCIA RECREATIVA
POR
JOSÉ M. ALVERO.
(Continuación.)
cambio ue estado. compañía sospechosa. un eflu¬
vio. discusion razonada. pluralidad de ideas.—
esperanzas del oxígeno. poder de la temperatu¬
ra. el nuevo estado y el mismo acompañamiento.
El
granizo formado
pornuestra molécula de agua, lo
abandonamos en el momento en que, con
vertiginosa
carre¬ra, era
solicitado
porla acción de la gravedad al centro de
nuestro
globo:
notardó mucho tiempo en llegar á la su¬
perficie;
pero ya enella, cuando nuestros viajeros espera¬
ban recobrar su movilidad y
estado perdido,
seencontraron
con una capa
de
seresde
sumisma índole,
quesometidos
á la
baja temperatura local, permanecían inertes en su lu¬
gar
de caída.
Comenzábase á molestar el
oxígeno
porhallarse redu¬
cido á la
inacción,
y yael hidrógeno renegaba de su com¬
pañero
quele mantenía aprisionado sin permitirle elevarse
sobre los aires donde
gozaba de
sulibertad;
yala tirantez
de la combinación se
hacía insoportable
para uno yotro,
cuando un incidente para
ellos inesperado vino á cambiar
el modo de ser de nuestros
viajeros.
El astro del
día, hasta entonces oculto
por .uninmenso
cúmulus que
cubría la bóveda celeste, dejó ver su faz bri¬
llante extendiendo en el
espacio
ycomunicando á los cuer¬
pos
el
suavecalor de
quese hallan poseídos sus rayos lu¬
minosos.
232 La Vetebinaeia Contempoeánea.
El
hidrógeno,
quepugnaba
por recoger sucapital de
calórico
perdido, aprovechó esta primera ocasión
parasoli¬
citarlo y
almacenarlo entre
suspartecillas
ylas de
su com¬pañero de fatigas.
Todavía no se hallaba en estado latente el calor roba¬
do por
nuestros compañeros, cuando
yaestos
comenzaron á recobrar su acostumbrada movilidad y suspropiedades psíquicas;
no parecesino
queel calor constituía la
esencia vital de los diminutospersonajes, el alma del
grupoquí¬
mico cuyas
aventuras
noshemos propuesto seguir
pasoá
paso.
El cambio de estadose había realizado
bajo la influen¬
cia del
calor; el sólido
se convertía enlíquido; nuestros
héroes recobraban su estado
natural; iban á
gozarde
sucariñosa
compañía si algún
nuevoincidente
noles obliga-
ba"á
interrumpir
su amorosodúo.
Una vez recobrado su
estado, lo primero de
que se ocuparonlos candidos cónyuges, fué de almacenar el calor
suficiente para noperder
suestado líquido. Hecho lo cual,
y
al tratar de
reconocerel terreno,
paraevitar algún
nue¬vo
peligro
queles
amenazase,vieron
con sorpresa que no estabansolos;
puesá corta distancia
se encontraba un serde
repugnante catadura
yolor nauseabundo
queacechaba seguramente
susacciones.
—¿Quién será?—dijo el hidrógeno
concierto temor.
—No lo
sé—i'eplicó el oxígeno;—^pero pronto saldre¬
mos de
dudas,
pueshacia este lado
sedirige.
—Huyamos.
—No es
posible, reclama
nuestrapresencia.
—Buenos
días, señores—dijo el desconocido aproxi¬
mándose á la molécula de agua.
—Felices—contestó
eloxígeno.
—¿Qué
es eseasombro, compañero hidrógeno,
acaso nome conoces? Pues
mira, mal
quete
pese somoscasi parien¬
tes,
y yasabes
quesiempre te he tenido á mi servicio, quizá
esote molesta;
puesmira,
reparalo contentos
que vienenmisacompañantes: ahí tienes al nitrógeno,
que nuncase ha visto más en sus
glorias; mira el carbono
yvuestros
La Veterinaria Contemporánea. 233
hermanos,
quecasi
nopuedo hacer
carrerade ellos de lo
traviesos que se
han vuelto.
—¿Pero cómo estáis tan desconocidos?
—Qué quieres? Formábamos parte de
unatribu orgáni¬
ca, se
vino ésta á pique,
y para vengarciertas ofensas,
nos declaramosindependientes
yhacemos la
guerraá los
seres vivos quehallamos á nuestro
paso.—¿Luego
oshabéis convertido
enbandoleros?
—Seguramente,
perolos hombres de ciencia
nosdan
el pomposo
nombre de efluvios.
•—Y,
ya queviene á
mano: ¿nosquieres explicar cómo
te las compones para
determinar
esasalteraciones orgáni¬
cas que causan
la desolación de los habitantes de la tierra?
—Sencillamente,
pormi presencia.
—Sí,
secomprende;
perosorprendí
una vez unadiscu¬
sión,
enla
que sedecía
quetú
eras unmicrobio patógeno
de aviesas
intenciones,
entanto
queotros sostenían
queeras un cuerpo
sin vida,
unfermento,
queocasionabas
portus condiciones de constitución
química alteraciones de
trascendencia.
—No lo creas;
si
soyinofensivo;
enprimer lugar, al
separarnos
de la colectividad orgánica nuestra agrupación
se halla animada de los deseos de venganza que
determi¬
nan nuestra
separación: entonces formamos
untodo homo¬
géneo,
unprincipio orgánico,
pero que nodisponemos
en modoalguno de la cualidad
quedenominan vida: llega
un momento en queel medio
noscomunica ó presta condi¬
ciones,
yentonces,
comodisponemos de los agentes que pueden dar
margen,fisiológicamente hablando, á
un ser monocelularsencillísimo,
sereorganiza éste
yvive,
pero vive en las condiciones quetodos los demás
seres.En el primer momento
nosllaman fermento químico,
y enel
se¬gundo
causaviva, fermento figurado. Lo mismo
en un caso que enotro, nuestra misión
esatacar á los -organismos, quebrantar
susalud, alterar
sumodo de
ser ytriunfar
matando.
-r—¡Qué horror!—dijo el hidrógeno—¿y
porqué tanta
maldad?
234 La Vbteeinaeia Contempoeánea.
—Porque
esindispensable si
queremosseguir vivien¬
do y
aumentar nuestras filas;
puesla materia atacada,
tales son las
simpatías
que poseemos, una vezinvadida
se
subleva, cambia
en sumodo de
ser,muda
sus carac¬teres cualitativos y se
declara independiente, pasándose
á las filas de los
efluvios, constituyendo la variedad lla¬
mada emanaciÓ7i
pútrida.
Comenzaba ya
á molestarle á la molécula de
aguala presencia del terrible acompañante; pero el oxígeno, que pensaba el medio de deshacerse de tan fatal vecino, llegó
á creer que no
sería difícil perderle de vista si continuaba
aumentando la
temperatura del medio
enla escala
quelo
venía haciendo. Y
efectivamente; á tal grado llegó el calor
recibido del
sol,
queel
agua,inconscientemente
y pocoá
poco,
fué apoderándose de aquel calor, trasformándolo en
un movimiento vibratorio
particular
quedeterminaba la
dilatación de sus invisibles elementos
hasta
ocupar un es¬pacio
mayor ytomar la forma vaporiforme.
Debido á este
cambio, nuestros compañeros ~
emjDren-dieron su marcha
ascensional,
con grancontento del hi¬
drógeno,
porquesubía á
susregiones
y con nomenos sa¬
tisfacción del
oxígeno,
porqueesperaba
separarsede esta
suerte del engorroso
compañero
quela suerte les había deparado;
maspensaba equivocadamente; el repngnante
efluvio, sostenido
entrelas partes constitutivas del
agua, subía con la misma facilidad queésta;
esmás, impedía
con supeso que
la molécula gaseiforme subiese á las altas regiones, haciéndole
vagartodo el día
enlas capas bajas
de la atmósfera donde se hallaba
expuesta á continuos
percances y
donde el efluvio podía encontrar de un mo¬
mento á otro un ser que
destruir, moléculas vivas
queal¬
terary
materia á quien comunicar
sunatural inclinación
y su perverso
modo de
ser.Veremos en el artículo
siguiente si lo consigue.
José M. Alvero.
La Veterinaria Contemporánea. 23-5
maaisn exïï^rprjerh.
Necrología.—El 12 de Junio
último, á
la edad de 68 años,ka
dejado de existir el ilustre veterinario Mr, Saint-Cjr, cate¬
drático que
fué
enla Escuela Veterinaria de Ljon. Entre las
obras
publicadas
porél,
sondignas de figurar
enla biblioteca
de todo buen veterinario, su Tratado de obstetricia y
el Ma¬
nual sobre la
exploración de los órganos torácicos
enlos anima¬
les domésticos.
Oclusión del esófago cubada con la invección sub¬
cutánea de vekatkina.—Un toro de dos años,
presentó, después del pienso del mediodía, los fenómenos de oclusión esofágica acompañada de timpanitis intensa,
quehizo indis¬
pensable la punción de la
panza y con cuyaoperación el
animal sealivió notablemente. Michalski, con
objeto de desi-
tuar el bolo alimenticio residente en la
porción iutra-torácica
del
esófago, introdujo
endicho conducto la sonda,
peroinútil¬
mente: entonces recurrió ála
inyección subcutánea de 10
cen¬tigramos de veratrina
en10
gramosde alcohol. A los 15 mi¬
nutos de
practicada ésta, después de
unfuerte movimiento de vómito,
cesaroninstantáneamente
todos lossíntomas
mor¬bosos.
Cuba iodada en un tumob causa dehuéepago en un caballo.—Un caballo de ocho años, de
origen belga, hacía
tres meses que
presentaba alteraciones
enla respiración.
Truelsen advirtió en la
parte anterior
ylaterales de la trá¬
quea,
3 á 4 centímetros
pordebajo de la laringe,
untumor
del tamaño de una manzana pequeña.
Los movimientos
res¬piratorios, mientras el animal permanecía
en reposo erande
14 á 16 por
minuto, elevándose á 80,
conpronunciada dispnea
236 La Vetebinabia Coutemporánea.
inspiratoria
yruido particular después
que sele sometía du¬
rante media liora á un
ligero ejercicio
ytardando la respira¬
ción en volver al ritmo anterior una hora
próximamente. No
habiendo
aceptado el propietario del caballo la operación
pro¬puesta por
Truelsen
queadvirtió los peligros de la misma,
éste
empleó el siguiente tratamiento.
Sobre el tumor: friccionestres veces al día de la
pomada compuesta de
Iodo puro
1
gramo.loduro de
potasio.
... 5 »Jabón verde 30 »
Al interioren tres tomas al día loduro de potasio. . . .}
, , > ana. 2 gramos.
Nitrato de potasa. . . .)
A las tres semanas de este tratamiento
seguido
escrupu¬losamente, el tumor cedió de unmodo notable y
al cabo de
otro tanto
tiempo desapareció
porcompleto
y conél las alte¬
raciones
respiratorias.
Opiniones sobeb la inocuidad de la carne triqui-
nada importada de América.—Wasserfubr refiere á
propó¬
sito de este asunto, que en
Francia durante el tiempo
enel
cual fue
permitida libremente la importación de la
carne de cerdoprocedente de América,
no secomprobó
enla
espe¬cie humana
ningún
casode triquinosis, observándose lo mis¬
mo en
Inglaterra
y enBélgica, naciones
endonde la intro¬
ducción de lacarne americana,eslibrey
la triquinosis humana
desconocida. Wasserfubr encuentra la
explicación del hecho
en el uso dominante en estos
pueblos de
comerla
carnebien
cocida ó asada, lo contrario de lo que
sucede
enAlemania.
Según C. Fránkel los
casosde triquinosis humana
que seregistran
enAlemania obedecen al
usode
carnede cerdo del
país,
yla inocuidad de la
carneamericana, depende de
supreparación. La triquina,
enlas
carnessaladas,
muereá las
La Veteeinaeia Contbmpoeanea 237
seissemanas,
cuando diclia
carneestá preparada
enpiezas delgadas,
yá los cuatro
mesessi
seencuentra
entrozos volu¬
minosos. Además manifiesta el citado doctor que
la triquina
americana, aunque
proceda de
carnesin preparación alguna,
no es capaz
de repi'oducirse, según han demostrado los últi¬
mos
experimentos practicados
enconejos, animales
muy sen¬sibles á la
triquina.
Los resultados
experimentales obtenidos
porFránkel,
no concuerdan con lasexperiencias de Jabnssen publicadas
re¬cientemente en el Berlinier thierarztliche
Woehenschrift,
queacusan
precisamente todo lo contrario,
y enellas
seba fun¬
dado el
gobierno prusiano
paraordenar el
examende dichas
carnes;
requisito sin el cual
nopodrán
enadelante
serpues¬tas á la venta
pública.
*
* *
Fbcunüiüad excepcional.—L'Eco vétérinaire refiereque
una vaca de cinco años ba
parido
entreinta
yocho
meses,once terneros todos sanos y no
pequeños. Una," cabra de dos
años,
según el mismo periódico, ba dado á luz seis cabritos
que se conservan en
condiciones excelentes.
Liga contka el cáxceii.—En París y por
iniciativa de
M. Verneuilse ba constituido una
liga contra el cáncer, á
se¬mejanza de la
yaexistente contra la tuberculosis. Su objeto
esel defomentar los estudios acerca de este proceso
morboso
y
de difundir los resultados experimentales
que enlo sucesivo
se
obtengan,
parallegar á
unconocimiento más perfecto de
todaslas cuestiones referentes al mismo. Para
centralizar
y utilizar lasinvestigaciones individuales, la Liga organizará
congresos en
los
que sedará cuenta de los trabítjos réalizados
por
los miembros de ella,
y endonde serán discutidas las cues¬
tiones
puestas
enla orden del día. Una publicación especial
dará á conocer los estudios más
importantes
ycontendrá los
análisis v lasindicaciones bibliosrráficas relativas á la
materia.
238 La Veteeinabia Contempobânea.
La
comisión,
compuesta deDuplay (Presidente), Trasbot, Straus, Meschnikoff, Reclus, Ricai'd, Bault, Cazin,
yRocliard
convoca á los
anatomopatólogos, á los clínicos, histólogos, bacteriólogos, médicos
yveterinarios
á fin de quepresten
su apoyoá dicha
empresatan científica como humanitaria.Escuela veterinaria de Viena.—Ha sido nombrado Director de la Escuela Veterinaria de Viena el
profesor Ba¬
yer:
los
estudiantes le han hecho unaimponente
manifesta¬ción de
simpatía,
pues esperande
éltome la iniciativaen las reformasurgentes
de quenecesita
la enseñanza veterinariaen Austria.
Cota.
MISCELANEA.
La Junta Central de Reformas en la enseñanza de la
Veterinaria, ha publicado
unManifiesto
enel
queda cuenta
á la clase de las modificaciones que
pide
ylas gestiones
verificadas durante el año último. Si nuestra Revista tuvie¬
ra el carácter
profesional daríamos nuestra opinión sobre
el
asunto; así
nosabstenemos
de todo comentario.«"*
Han
regresado de
susexcursiones veraniegas el Direc¬
tor y
Administrador de esta Revista.
* ' s-
Tunenol.-—El tumenol es una sustancia muy
parecida
al
ictyol,
y que sederiva de los aceites minerales
que se obtienen pordestilación de ciertos esquistos
muyricos
enhidrocarburos no saturados.
La. Veterinaria Contemporánea. 239
Esta
sustancia, de compleja composición química,
pre¬sentadiferentes caracteres y
de aquí los distintos nombres
que
lleva
enel comercio.- ttmenol común, tnmenol snlfeno, ó
aceite de
tumenol, polvo de timienol etcétera. Esta sustancia
recibe sus
principales aplicaciones
enlas afecciones cutá¬
neas y
lesiones crónicas de la piel.
Los
periódicos extranjeros recomiendan el
usode la naftalina
comosustancia vermicida,
yañaden
que es con¬veniente
completar la acción de este medicamento
con unpurgante adecuado al
serde
que setrate.
%
% ^
Hemostático.-—^Los médicos
aconsejan
yrecomiendan
el usode unnuevo hemostático para
las metrorragias;
no se trata delhydrasiis canadensis, del
que yahemos dado cuen¬
ta; el
nuevoremedio
es unasustancia denominada arasá, procedente de
unaplanta originaria del Brasil
ydel Uru¬
guay.
El principio activo de dicha droga
sehalla en la
corteza de la raíz de la
planta mencionada.
En todas
partes
cuecen—Los farmacéuticos, queján¬
dose de la torcida marcha de los asuntos de su
clase, dan
á conocer un cuadro de
oyentespatóyenos de Farmacia
que porcuriosidad insertamos á continuación:
Ayentes patóyenos extrafarmacéuticos.-—Excesivo núme¬
ro de farmacias.—El ser consideradas como
tiendas.^—Sa¬
nidad militar.—Manera de
recetar.—Específicos extran- j eros.—Intrusos.
Agentes patógenos intrafarmacéuticos.—Farmacias-dro¬
guerías.—^Farmacias sin propietario.—Consultas
enlas boticas.—Eebaja de precios.—Sociedades filantrópicas.—
Específicos nacionales.
—Indiferentes.
—Escépticos.
—Egoistas.
240 La Vetebinabia Contempobánea.
Recomendamos á los reformistas de la clase veterina¬
ria las anteriores notas.
*
* *
Telurato de
potasa.—Las ideas parasitarias actuales,
han llevado al doctor Neusser á
aplicar la sal
que nossir¬
ve de
epígrafe,
enel tratamiento de la tisis pulmonar;
con cuyoremedio ha observado
quedisminuj'en notablemente
los sudores de los individuos tuberculosos.
De lo dicho se
desprende,
yasí lo
aseguraCombensale,
que
el telurato de potasa 6
sosa,tiene
unapoderosa acción
sobre la
sudoración,
puesla hace desaparecer,
conmás ó
menos
aceleración, según las condiciones del
ser ylas do¬
sis administradas del
agente medicinal.
*
* *
El Eeslaurador
Farmacéutico,
porboca de Brunon,
asegura que
la especie humana degenera de
una maneravisible: este observador ha
podido notar
quepermanecien¬
do invariable el diámetro transversal del
pecho del hom¬
bre, ha disminuido grandemente la dimensión
superoinfe¬
rior, aumentando proporcionalmente el perímetro de las
caderas en el sexo
masculino, á
cuyofenómeno acompaña, según dicho señor, el
mayorabultaraiento de las
mamas.Las causas
genéticas de estas modificaciones, sólo apreciables
por unaobservación atenta, según nuestro
modo de ver, se
hallan enclavadas
enlas condiciones de
vida de las personasde las ciudades especialmente; la cul¬
tura de los
pueblos trae el desarrollo intelectual,
y conéste, la di>minución del trabajo muscular; las máquinas reemplazan á los brazos,
ylos músculos de todo el tercio superior del
cuerpo sehallan
enla inacción,
ycumplién¬
dose las
leyes fisiológicas lo
que notrabaja
seatrofia. He ahí
la verdadera causa de las modificaciones notadas por Brunon.
José M. Ai.vero.
MâDKlO: !sfl2._l3ip. DE José Cl:DZADO, DlVINOPasTOB, NÚMEP.O 0.