aAom. JOBTES
15
DB ABBILDB 1855.
NltM.64.
ei D DE U BWW.
PERIODICO DE INTERESES MORALES Y MATERIALES.
REDACTADO
POR
(3). T7UÍ<x6 ^ Tlto-ïtí, (Di ^eXíe/t T?tceii ^ (D; Juoucm ÇaJÍte^o,
SE
PIBLICA TRES VECES AL MES.
PRECIOSDE
SUSCRICION.—En Madrid
,por nn mes, 3 rs., por tres id. 8. En provincias, por tres id. 10. rs."
622sellossencillosdel franqueo
de cartas. Ultramar y estrangero, por un año, 50.—PUKTOS DE SUSCRICION.—En
Madrid: En la Redacción,
calle_ de Colon, número 12, cnarto cuarto ; en la librería de Cuesta ó en la de Bailly>
Bailliere, yenla
litografia de Mejia, calle de Atocha, num. 62.=En provincias en casa de los corresponsales en log
puntosen que
los hay, ó girando letra sobre correos i favor del Administrador, D. L. F. Gallego, en carta franca.
ADVERTENCIA.
Con
objeto de facilitar los giros d los se·
ñores
socios
ysuscritores de provincias, he¬
mos
conseguido vencer ciertas dificultad^ y podemos anunciarles que admitiremos en ade¬
lante
cualesquiera cantidades que se nos libre
en
sellos corrientes del franqueo de cartas, pero
en la
proporción siguiente : 22 sellos de los de
ácuatro cuartos por
cada 10 rs., incluidos en
carta
franca.
Penetraciónde Mr. Rogers
de Lóndrts.
Se leeen el Ecode la
Feterinariaàol 5 ce enero de
este aflolasiguiente
observación.
Febrero 22,
1851.=Una
yeguabaya presentaba los
síntomassiguientes: se
dejaba caer al suelo y permane¬
cíamuchas veces
sentada sobre los miembros posteriores,
membranas pálidas,
debilidad estrema, pubo impercep¬
tible;se
procuraba levantarle la cabeza para darle un
brebage y la
dejaba
caerinmediatamente, Diagnóstico
hepalorrea.
Losprofesoresque
hayan leído la anterbr sintomato-
logia,que
lleven alguna práctica y que nc se dejen alu¬
cinarfácilmente
juzgarán si los síntomas lescritos aisla¬
dosóreunidosson
suficientes
paradiagnosticar una hemor¬
ragiaen
el órgano hepático. En la autopiia dice que se
encontróuna rotura
cruceal
enla envólura del hígado,
es decir, enel peritoneo
hcpático-visce'al, si asi puede
llamarse laúnicamembranaque
envueiví al hígado. Los
que
recuerden la anatomia normal y patilógica dirán si
una division aisladade
las membranas ierosas es sufi¬
cienteiproduciruna
hermorragia
capazde producirla
muertesiempre que se
hallen íntegros ios órganos que
envuelve.
Creo queeste
Mr. ba cometido
tuerror confundien¬
dounahemorragia delavenaportacon
la simple division
del peritoneo,
insuficiente
porsí sola para producirla
hemoragia.
A continuacióninsertamos doscasos
de
roturade la
venaporta,
comprobados únicamente por la autopsia. El
dia2'í de octubre de 1852, álas once
de la
mafiana,fui
llamado por un
palafrenero de la sección inglesa para
que
inmediatamente
pasaraá la casa llamada de las In¬
fantas,quedista
cinco
cuartosde legua
para verun po¬
tromamónde cincomeses, hijo de
la
yegua,(Espoyfol
y del caballo Neuvermonger ambos depura sangre, cuyo potroalparecer sehallaba gravemente enfermo. Tarda¬
ríatres cuartosde horaenllegary le
encontré muerto.
Pregunté
sobre las
causasquepudieran haber dado
lugará
aquel accidente
ylos síntomas que le notaran an¬
tesdesucumbir: contestándomeel
palafrenero
queestaba
deguardia en
el
campoquetoda la maftána le había no¬
tadoalegre,retozandocon
los demás
yque le habia visto
mamar; peroque
de
prontole notó triste. echándose y
levantándose|á
menudo,
quesudaba y temblaba que al mo¬
mentose me mandó llamaryen
este tiempo murió. A mi
llegadaaun
estaba el cuerpo caliente
,mandé abrir el
vientre y en
el momento que se incidió el peritóoeo se-
notó que
toda
sucavidad estaba [llena de sangre veno,
sa;se estrajrron con
cuidado el estómago é intestinos;
examinandodetenidamente
el hígado, bazo, vejiga y ri-
flones,asicomo
la
aortaventral
yvenaporta
,notándose
solamente enesta
última
unaabertura
comode dos trá-
veses de dedo,
paralela
ála misma
venaypróxima al
hígado.
Se abrió la cavidad del pecho y no se notó mas
novedaden elpulmónycorazónque
la
quesenota cuan¬
dolos animalesmueren por
hemorragia.
Elsegundo casotuvo
lugar el dia 11 de diciembre del
♦ 542 ai.iaA®í<(?cpj
mismo aflo, enunpotrode destete, de ocho meses,tam¬
bién inglés, hijo de layeguaFulgora (que fué de D, José de Salamanca), y del caballo
.Npuveriflonge^ ambos de
pura sangre, tuvo lugar en el mismo sitio,con
igualáis
eifcunstaucias; encontrándolemuertoá millegada,cuya necroscopia dio iguales resultados.
íj
Rellexíonartdo sobre la causa qué podia .haber dadolugar
á la muerte de los referidos potros, despues de haberexaminado el pastojdpl cercado donde
spJiallalmn,,no encontréotra queel demasiado declive de todú el'tèr-''
reno, cercado por una parte de empalizada y por otra limitado por el caz, de modoquepor
todasOpiiifâSîA'iC
habia otracosaqueunaladera enbastantecuesta; sien-
.-,(l9.íáifjfiente
Jascontinuasesle'.exQesocarreras de plano irjjÇlinafflpppfî^.i^ije;
que dan lospotros cuándogoz de buenasalud yrobustez, al mismo peso délas visceia«
causando algunas tracciones elmesenierio sobre los ór¬
ganos, á quienesseadhiere,djerasi,'lugapá
TjOt^najde l^S',
vena porta en el punto enquetoma el nombre de señó"
delavenaporta.
nsTTTirr
en Si gozan
El resiiïtadofué'que desde" aquéllí fechaWsmTttlTie>«----disp€nsabie,rdesterrar. uu-podeipso resorte quemas que
^fonatíolocar en aquel puutoiyeguásparidas ni potrpsr.d&-
'ifé^eté
y no liémoSfehiilo
'queíamentar
pérdida' alguna,,'ppp, j(esiíjpé¿ dq i|gi(al.uátürá.le'za (jué'^las
•Oas.' 1: . ■-
¡i/ J. .jyvnj l
.
-,Ahora bien.¿.podràu-diagSAsíie.àïso, .(-on sq- mejantes lesiones aunque la roturadel vasofuese dema¬
siadopequ6&aqueilierp,lugar
àiupa,jnqçj,qq,^t3?jjÇj(^a|ndo
¡lasibemorragiastienen lugarenjas.graqtlçs
cayidaijç^
es-plánicas,como las pleuras ó el peritoneo, no,cs.posible diagaosticarlas i!t)ou!li|[4'acili4ad qae.lp.hace,
}Jr,;}logers,-í
:puüstd quéel! sinloma(U|n¿)!oco,es..la¡prçseitpiadç Jasapgre inuestrossentidos,y,cpn^o ,en,estgs.Qayida,d,es
pOj^hay-jUna
comunieac'iontanfácilcon
laV"mfe1mBranaFiHUcq%^q?ífiA^^
suuedeen lásdelaparato nrinacipjgpnijal.y,rp^p^atorto, ■ resulta queja,s«ng.re, se,halla.sÍ6mptp|Cqpteiij4,a,§p
Ip^,.
.'grandes sèro!saa,:«seeptu,aïidoilos casosien qiiejiay-.t^lcé-
raciones enlosórganos quo envuelven y tj^uq
e?tçtb(pcen '
comunicadoneon unamembranamucosa, ,, ' Lo pococoDclilyente de. la observación d|P Roggr?noq¡
■hace.Éospechan.si la,causa quedió lugar ád.S.JjtopqJqrrpa fué alguna hepatitis, .conge.stiou ó lii.pcrhemia.•due,pro¬
dujola division de laserosa de un modo,repentinp.,,,dan.·,·
dolligaràunaexhalación sauguínpa.eu el périloneo,„óibíen
alaroturadelavena porta como hemos,maiiifqsí.adoan¬
tes, y.què fuese sumauieute pequefia Igr.otura.
Ep elprintercaso podrianteuer alguna influencia, las proparac.iones, saturninas para
contener,losipcogripsos
,'dela hemorràgia, poniendo á la sangre yá Jos.órganos en,
condiciones peco favorables.para su salida fueradp su;s-,
vasos ; pero en la hemorragia por rotura tod.q es¡ inút, 'til", tanto por lagtan importanciadoesLos.vasos.coinopop,
estarfuera del doininio de la,cirujia. , 4,,
Nuestro antiguo catedráticode patologia jfl. j^árlos RisuetiO', nosirepétia muchas veces,quplosMoiisipqresy .
Mistereseran muy amigos de novedades y.quemuchas de sus,observaciones;eran,forjadas,enel bufetesin elupenor viso de realidad., porlo que era necesario sjenjpr.e mh,,
rarla.s conprevención ysujetarlasánuevos ensayos ,an■^
tes de*dejarse seducirpor vanas teorías ,.pop cuyo motic:
vo hepresentadolos doscasosderoturade lavena por', la que he recojidoen mi prácticaporsi selesconsideraj con alguna reljiioioncon el descrito por Rogers.—Arau- juezS2 de marzui de 1855.—Pedro Cubillo.
CUESTION
DELHERRaDO;
K ' Alarde!
Reyj, .42de
marzode 1855.
v: Señores Redactores de de £/ Eco:
•I* •' ' '4
.«dfluy señores niros: El
c^rto tiempo
quehace
meseparé
i,de
Madridi^óji
Shjétodebif^crfinn
puntoá propósitopara establecermeen estos alrededores, mehaproporcionadaopasi.qn de remitir
á yds. algunas observaciones respecto-
áe
laÍáiííiftad.l;
' " '" 'En todas las provincias del Norte de Españay en .^aíyi®ilarlas quecomprenden la carretera de Falencia á Santander, el comercio, la agricultura, etc. no sehallan sep.vidps por-otrosíanjmales,
qut^-los de! ganado
vqcuno;'Mi!|ilgUnVelennári{)'(let(jrmfná
Asia'blécérsééfi' cualtjiiie-..r,ade.eatoâ puntos, nopuede separarse absolutamente,
si quiere comer, del dolorosorecurso deherrar bueyes,
^pjtermr, [LeDendifntes^ue lo hagan
en sulugar. Para
po¬der iTevaíahfnt) esteejercicio,sin bajezas y con el de.s
coro que exige la moral veterinaria, seria preciso, in-
le estosnuevos vam,'
frofesores.
njflguu, otiíOi·iOntprpece ej-
pro|gre¡io.,enjf^te¡jjais4ql
con¬ceptoqué ,se merecen npeslíOs ,cflmprofes.orfis.==Mçire»
Be^'já'loá'rií^hadores^ae^htíeyèst==:SÍn ponérmb iî diácer
^ujj^'í^l,stj^j^^ojrjÇpm^
deben Vds. presumirse"V" ,'■>la quéd¿' 'sfficáhtlticila'social óliséí-'varáií persÓDáy'que
;ijioji'que
carecen de ilustración) melimitare a señalar solamente.
lospuntos raa debilitan'
1. ° l'rivan á estosTíFsta cierto punto del únicore-
■í.cwlso
,^^íleI;|lp^çl^a(ly^) jiompy |,e^d^ponen á
\todp,.-sénero de Itojezas que nunca
accptárián
los so-íierrán"«iül^S'etcb
'8 noseiiqueiesté
siempi^ g.,^u J,ad9,^lJ(j^l^|!J^^4^^J^ohi-
tiîí"'#fi^V·
Mi;(! , ¡5. ® Y lo que nuncahace tina 'ptersòii'a' que'S^épa lo
ífè"íiciudzà',''fii',*-'^uk'àrmadòs
de Una'ceslaien laqtre-'oblo'can
lodíóSlos iaatruiftéiíto^i seIqs ve, eplop ca-pp)^(lips.eaiyÍ9 dt^^ás de jos
,carreteros, para que¬rerles herrar el ganado; á'esfos casos tetjdrán qu'e re-- currir los veterinarios siquieren comeV, fi quekinlugar
isdestoles^Jbnwdca,el^tílft)&fe.¿pr.rfirps,-.AhQ''a
bien, mien-traslospuelilos tengan en sienosprecio áunhombre que hien'e
y''t'[il4 pá'ra'
todóipue'dab disponer á'su autojo¿se sujetarin. fiaspcopopiciones
^que ies haga un,profesor, aunque este les sea,útil? creo que'iniiydiflcilrncnte, y,qpqqgc,,^estp le fueran adiiiiti,das, seria preciso (fue
enqajl.aj ,,piièblo' 'dit'mle se,'' énctlèÚfra nnO' de àquellos,
,
se.,^^s(aMeçiese tápibien un' vét'eriiiario
,'tjuè èn losjç,|^,n^tca podná''utíjiz;ársc' para'
unasubsistéhéîà'
me-ydj|a:n^..^Í!Í(iicíiás razones'p'odrîa alegàí ftai'a' cbmp'roháí-
quefeyalii^ son"ÇBrju(ÍíCiàÍeà' á'la agricultura,
alîionorde iá
^'fénnária'y
álospfófefeores..Y'si
í'ueraiP^eçjso.fqnediar
tans()ñalados males
parala cienció
par-tieqlarmmte eii esté
pais ¿qüé
ineiliti's' les parece á,
V^'s.|,(leljúi) em'plbársé
paraéonseguir
là aU'alaeion ó al,in,eqp,s.,^Ui|jénsion del exátiien de herradores de bueyes,
haslf
uulErregfo' co'hipfeto (ïè lá Vetermaria?
¿Lespareceipfluirá ur.cÓmúrii'cadb
eA suilUstrádó periódico, enel- quqsqespiquen las fazqnés más detbliadaménte? dirigir
fnqá;,alguio.de los'jefes de la
escuela haciéndolelasob-
,serVaqioinej'correspond éttties? ¿ó uiiá' éspbsicion dirigida
aj ,m(nfsténo y'Íir'm'acíápor varios'péofesortíS?
! •"/'DB LA
VK-fimWiCRIA.
¡TalesSOBlasobservacionesque,teniaque
jiji,cer,^ Vi^s.,
yá iás cualesme:Lomola
libertad de splic.itarjes
^q^parerj, cerHi.ofreciéndomesu afectísimo yS. Q, B.S.M.—José
,del Moral (1). , ,
Conclusion del escrito de D.
jfói'é
Praday' GÚitlen.
(Véaseelnúmeroanterior.)
Sise considera detenidamente cuaT es el objeto,del
artedeherrar y losconocimientosque
deben adornar á
unbuenherrador, no se verá tanposible la
separaciop
deique.se trata, porque
está unido á la parte,.científica
de-lafacultad conlazostanindisolubles, quedesu aisla- ,
mientoresultaria lamutilacioa de ellaylainsuficiencia ,
éimperfección
del
arle.Con efecto
;la aplicación metór
dica de la herraduraalcasco de los monpdáclilos no .se hace únicamente, como Vds. saben muy bien, seliore Redactores, para impedirel
desgaste de la caja córnea,
como sehaciay creia enla
antigüedad
, y comoaun en el diase hacey se cree por algunos delos.que hierran.
Laaplicación melódica y
científica de,la herradura imp,i-,
de.eldesgaste delcasco; conserva .su
bella conformación
cuando la naturaleza lo hadotado de ella; corrige losde¬
fectos yvicios deconformaciónque en esta
region
se pre¬sentan, ya seannaturales,ya
accidentales
o yaadquiridos;
previene,
palia
ócuralas enfermedades del
casco,bien
sean debidas ála aplicación
inmetódica
dela herradura ó
poi¡
cualquiera
otra causa.Esto,
porlo
querespecta al
caspo,por lo que
corresponde
alrestode las estremida-
des,,laherradura metódicamente aplicada
conservalos
buenosaplomos de todo.® los rádiós
de ellas, cuando el
anpmal.lMs.ticne,ysicarecede
ellqs,
labuena aplicación
dela herradura, les hace adquiriresos buenosaplomos,
siesherrado á tiempo, ócuandomenos palí.imuy consi-
dertiblemcnle las faltas de ellos: pormedio de la buena
aplicación de la herradura
seprevienen, curan ó palian
tambiénelmayornuiuero
del
gran catálogode enferme¬
dades que por desgracia sepresentan con tanta
frecuen¬
cia en elrestodelascstremidades de los animales.
Creo que nadie
podrá
con razón poner enduda
queeste,eselobjeto
del
artede herrar, porlo qbemehe limi¬
tado á enumerar las diferentes iudicaciones qué
pUéde
Satisfacer elprofesor al practicar la
operación del herra¬
do, sinalegarmas
pruebas, porquetengo el convencimiento
de que son evidentes;massi alguno
dudase
de ello estoy prontoá probarlocientíficamente. Ahora bien, s'ieáte
es el objeto del arte de herrar,él
¡¡rofesorqué al practicar
esta Operación ño lleve la
mila
désatisfacer
conéllá cualquiera
de lasindioaci,
nesmencionadas, obCa
'rUli'ft'a-i' ríáycmpiricamente, desconocesudeber
yla mísiòú'^¡le
leirapóiie sutítuloy que tanto,derecho tiene la soci'edád
áexigir deél.
Para
lleharlocumlrlida
ydignaméíite,
debéestarador¬nadopor
eousiguiéñte
demasconocimientos quelosqUe-g^nérahneute
se cree deben poseer los quéejcrcéii estáimpòrtàutlsiina rama de la Yelcrinariá. Asi
que,sin
unestudio detenido y profundo de laáñátóiilia, fifeiotó'éiá, ■
anatomía
patològica, «sterior
ypatológia délos ariitnáles stiscep'ti¿l'cs
deserherrados, estudio! quc' debe háceíse,9'" t j '.■ ■ i' ' • . ,(
j|l), Fstan
oscspérando, Sr. Moral, q'iiéla Acadeínm '
tenga á bien
còusliluírsè'parà
abordaresta y'otras'cüéb-·iiones.—L. R.
.no
solp
casco,sino taiubi.en de todos las estremidade¿,
es cpmpletatpente
imposible satisfacer
esas vanasindi-'
,cacioues,.,i.io es
posible herrar bien;
pues nobastk qué
se
s^p'a
popep unaherpdura sin
queel animal
se resien¬ta inmediatamente de su
aplicación;
esnecesario algo
,mas,,cpmQ ya
he dicho;
yasi
es,que unherrador instrúi-
dojamás herrará dos animalesde
igual
manera, yaunen'
, unomismo variará su proceder en cada una
dé
lasés-
treiuidades,porque en
todas ellas
encontraráunanueva'
indicación que,
satisfacer,
un nuevovicio ó defecto de
conformación quecorregir ópaliar, una nuova
enferme¬
dadqueprevenir, curar ó poliar, lo queno podrácon¬
seguir caréciendo cuando menos de los
conocimientos
referidos.
,Si este esel objeto del arle de herrar,ysi estosson los conociraieutos mas
indispensatles
que debe poseer todo buen herrador,¿cómo efectuar la separación ape«,^tecifla? Se mp contestará por algunos; «formando una
clap
de profesores perfectamente instruidosen esos co¬nocimientos anatómicos,
fisiológicos,
etc., dequehabéishecho mención, cuyos conocimientos formarán la base déla teoria del artedeherrar, que bien aplicadosen la
práctica,
bastarán para satisfacer esas indicaciones dequé también
habéis hablado al hacerlo del objeto delarte'"de herrar.•
Siestofueraposible convendriamos desde luego; ¿mas cómo habian de adquirirse estos conocimientos? ¿Cómo había de hacerseeste estudio? ¿Se empezaríaporelestu¬
diodescriptivo de las partesque componenalcascoy res¬
tode las estremidades,de las funcionesqueellas ejercen,
delas enfermedades que padecen etc.?
Creo que no; porque este estudio seria insuficiente;
yámasde insuficiente incomprensible, por lo queseria
necesario que fuera precedido de las ideas de anatomía generalquedá áconocerlos tejidos primitivosque com¬
ponenla organización, sus propiedades, sus diferencias ysu diversanaturaleza; haciendolo mismo conel estudio de lafisiologia, de la patologia, etc. Mas¿se puede hacer
esteestudioparcial de laanatomía general y discriptiva ylo mismode lafisiologia,patologia, etc. delcascoyde
las cstremidadesy que esie e.studio sea tancompletoy profundo'como es necesario? Me parece que no. Escier-i to,ciertísimoqueexisten hoy tratados especialesparala
enseüanzaverdaderamente científica (no rutinaria, ciega
éincompleta, que eslo que poseen ionios herradores)
del arte de herrar, que absoliitaineute nada dejan que desear en sudosempe&o el médico quirúrgico veterinario herrador; pero no sucede esto mismo al herrador. Ho blasonamos degrande iustruccion;mas sin embargo, nos cabalasuertede haber dadomasde unaojeada (ynorá¬
pida)por los preciosos libros de Lafosse, padre, (nueva práctica de herrar los caballos). Girad (tratado del pié del caballo) Bouley (tratadodel pié del caballo) Rey (arle da
•herrar)yotros,y por lo mismo no ignoramoscomo están ; tratadasenellos las cuestionesde anatomia, defisiologia, de patologia, de higiene y dearle de herrar.Estosesce- qenies libros,completos sise (juiere,no dejan nadaque desear alprofesor instruido,' al hombre decHociitiientós generales en la cieucía
médico-qnirúrjico-vcterinariá,
respecto á la organización,funcionesy enfermedadesdél pié, asi comodé la aplicación iieestos conocimientos al
artede herrar. Masestos mismos téatados(cuyoindispu¬
table méritosomos losprimeros en reconocPr)"son ihsu*' suficientes, incompletos, ysobre todo, ininteligibles al
544 Bi
simple herrador. Con ellos solamenteno se puedeénse- flar, niaprender bien á herrar; porquetodosellos están escritos para veterinarios herradores, para
hombres
en los quelos AÂ. suponen conocimientos deanatomia ge¬neraly descriptivaylo mismo de fisiologia, de patologia,
etc. y no para personas estradas áestos conocimientos,
como pornecesidad tienenque ser, (según hoysepreten¬
de) los que enadelantese dediquen al arte de herrar, ó
seanlossimples herradores.
Ya lo hemos dicho mas arriba: nobastan los conoci¬
mientos suministrados por el estudio deseriptivo de la Organización, funciones, enfermedades, etc. delcascoy de lasestreraidades, como lo hacenestos AA.; para ser buenosherradores, esnecesario é indispensable que es«
tosconocimientos estén basadosyvayan prendidos de las ideas de anatomia, de fisiologiayde patologia generaly otros, sin lo cual escompletamente imposible compren¬
der esos tratados, y porconsiguiente imposible también Satisfacer la multitud dediferentes indicaciones que al huenherradorsele presentan conbastante frecuencia en
Supráctica.
Las partes queconstituyen la organización de losseres vivientes, están tan íntimamente enlazadasentre sí, tie¬
nen relá'cionestanmutuasque no pérmiten efectuarese estudioparcial. Por eso parala adquisicióny esposicion
de los conocimientos de lasdiferentes partes que forman
ese cuerpo de doctrina áquese ha dado el nombre de
ciencia Veterinaria, se necesita unmétodo, ün órden ri¬
guroso, porque esas partes guardan un enlace, unenea- ' denamiehto miituo las unas conlas otras; quehacO impo»
posible la enseüanzaaislada de cualquiera dé ellas,' ysi algunavez seha intentado en modicinaese aislamiento,
laesperiencia ha demostrado bienprontoque era imper¬
fecto ydefeetuoso.
Si jamásse hubiera intentado, ni llevado á efecto en medicina humanaesa multitud de divisiones y subdivi¬
sionesquesehan hecho de ellas, muchomashubiera ga¬
nado la humanidad, la cienciaylaclase médica.
La separación de que se trata, no esprudencialmente posibleenteoría, nien lapráctica.
Noesprudencialmente posibleenteoría, porque para
enseñaryaprender estaparte de la Veterinaria,se nece¬
sitan los conocimientospreeliminares dela ciencia deque yahemos hecho meneion, los cuales, no sepueden ad¬
quirir aisladamente por el enlace mutuoqueexisteentre todas lasramas de esta ciencia.
Si en teoríano esposiblesuaislamiento, ¿cómoloha deseren la práctica? y téngase muy presente, que no quiero decircon esto que un profesor veterinario, luego .
quelosea, no pueda practicar separadamenteel arte de herrar, con preferencia á lasdemás partesde la cienciai
(como hay médicos-cirujanos que sededican con mas
predilecciónalestudioy ála práctica de lasenfermedades de lamujer, de los niños, de los ojos, venéreasyctc. etc.); , pero para ello ha do poseer estaentoda suestension y
cuantomas completasea suinstrucción, cuanto mas,es¬
tensa yprofundaseaesta,tantomejor practicará elarte de herrar, tantosmas adelantospodrá hacerenél.
Sieste arte fuera únicamente una partede la higiene Veterinaria; si la aplicación de la herradura sehiciera solamenteconel objeto de impedir el desgaste del casco, yconservarsubuenaconformación, quizáentoncessefia factible separarle de la Veterinaria, aunque condificul¬
tad. Si fuera nada masque unaparte delaortopedia Ve-
BCO
terinaria; también seria casiposible su segregación;mas todo elmtitido veterinario sabe, ynadie puede poneren duda,queámasde ser una parte de la higieney de la ortopodia Veterinaria, lo es al mismo tiempo ycon mas estension de la medicina operatoria; esta es una rama
importantísima de la ciencia, sin ella la ciencia seria in¬
completay manca, por decirlo asi; asi como la medicina operatoria; seria incompleta vdefectuosa sin el artede herrar, como sincualquiera de las operacionesque ella
enseña.
Pormas que se digapor los partidarios de la separa¬
ción, que enmuy pocas circunstancias el veterinario tie¬
nequerecurrir el artede herrarpara curar ópaliar las enfermedades del casco y miembros,yo apelo al buen juicio, á la concienciayá larazón de todo» miscompro¬
fesores, aun ála deaquellosquetales principios hancon- signadOj para queponiendo lamano en su corazón medi¬
gan; siéstoescierto; silocreen como lo han dicho:creo que no: creoque hay alguna exageraciónen esa manera de decir.
Heprocurado probaren este escrito que esimposible prúdcncialmente separarelarte de herrar de la Veteri¬
naria, porque está Unido á la parte científica de estafa- cuitadcbn lazos indisolubles. Nose silo habréconsegui¬
do'; el público me juzgará.-
. Mientrastanto, yosuplico á todos mis comprofesores, particularmente á aqúeliosque por sus cohbcímienloses¬
pecialesenla materia, se encuentran enaptitud de ilus¬
traresta imporfantísinia cuestión,que, confrancaynoble
lealtad emitan Sus ideasenasunto tantrascendental. Mi ánimo alhacerlesestasúplica,es aprender; porquesisus ideas .estánen prode miopinion, mecorroboraré mas y
masenella: si estánencontra,y sondeunvalor científico superior al que sirve de base á la mia, la rectificaré ó modificaré.
Lasideas que acabo de esponer, son las mismas que he procurado inculcar siempreen el ánimo de mis dis¬
cípulos en los cinco añosque llevo eneldesempeño de lacátedrade tercer añode la escuela suballerna de Ve¬
terinaria deesta capital; conlo cual he creído hasta hoy cumplircon mi deber. Ellos saben muybien que en mis esplicaciones, al tratarsedeeste punto, como de todos los concernientes alarte deherrar, que esunade las asig¬
naturasde dicha cátedra, hetratado constantementeno serexagerado: he procurado, si, decirles laverdad: no engreírlos con laperspectiva
de
un porvenir demasiado halagüeño, que pordesgracia no ofrece hoy elejerciciodenuestra facultad, inculcarlesel amor al estudioyal trabajo; queante todoesla ciencia, después el arte: mas le he advertido que en su práctica y al establecerse han
detropezar conmil obstáculos, conmil preocupaciones,
conmil costumbres absurdas nacidas de la impericiay mal comportamiento de la generalidadde losque noshan
antecedido en elejercicio de nuestra ciencia; pero que lamanera de ir destruyendoesos obstáculos, esaspreo¬
cupaciones, esas costumbres, en fin, es demostrando al mundo, patentizando al vulgo (y llamo vnlgo á
todo el
que no entiende deuna cosa) que entreaquellosy noso¬
troshayuna inmensa diferencia: quenuestra
educación
científica y social esdistinta de la deellos lo
cual debe¬
mosprobarcon nuestro buencomportamiento y
cumpli¬
miento denuestros deberes facultativos: que esto nose consigueen undia,pues esobra del tiempoy
sobre todo
BBLA
VETERINARIA.
545de loshechos, ante cuya
poderosa fuerza todos bajan la
ceryiz,éinclinanla frentei- ,
Pornoinvolucrar lascuestionesme
abstengo por aho¬
ra deentrai enconsideraciones
respecto á la conveniencia
de la separación
del
artede herrar que es el segnndo es-
tremoqlie Vds.
fijan; reservándome hacerlo, si fuere ne¬
cesario,en otra ocasión.
Voy á
concluir;
peroantes quiero emitir una idea que
meocurre.Puesto que sedesea
dar á la cuestión de la se¬
paración
del herrado
ungiro verdaderamente científico y
mesuradoy quese tratecon
la circunspección y gravedad
quereclaman
las Cuestiones de esta especie (que es como
siempredebió
haberse ventiladoj; yo desearía que los par¬
tidariosdélaseparaciónnospresentaran un
plan, un pro¬
grama en
el cual
see'spresaran y deslindaran perfecta¬
mentelas materias que para
llevar á cabo
esaseparación
debía,.estudiarel
veterinario
ylas
quedebia estudiar el
herrador y que nos
dijeran
:«Hé aquí los limites de la ins¬
trucciónyatribuciones
del veljerinario; lié aquí los lími.
testdelainstruccióny
atribuciones del herrador.» Así se
fijaríala
cuestión; así sabríamos cada cual á qué debíamos
atenernosalesponernuestras
ideas sobre
,el particular;
y asíen
fin
seprocedèria
conclaridad.
Porquenosirve
destruir si de antemano no se dispo»
neh y preparan
ios elementos qdé despitesdian deservir
para reorganizar. .
RuegoáiVds. sqñores
Redactores, se sirvan, dar cabiv
da'ènisuapreciable
periódico á este escrito, por lo que
le.dágracias
anticipadas
suafectísimo amigo y companero
Q.iB.'S; &.M. Córdoba
15 de-m.árzo de 1855.—José de
PirMay'Guillen.
Señores
kedactorés íe El Eco delaVeierinaria.
1Aluyseñoresmíos:
Siento molestar la atención de Yds.
enuntiempoenque
mi pluma estaba
yadormida y aban«
do'nada enlàpersuasion
del
pocofruto
quede
sutrabajo
podia sacar; pero
habiéndola despertado del letargo en
que
yacía,
un'segundo mariscal del regimiento deEspà-
lia, me
dirijo
áVds., tanto
porfavor como por derecho,
paraquese
sirvan insertar en su apreciable periódico las
siguientes
lineas.
Antesdeentraren polémica prevengo, que
le
voyá
ccntestar comoamigo, puesaunque conozco que no
debe
honrarseconla amistad deunpobre
pelele
como yo,me> bastaobservarleinteresadoporla
ciencia,
paraapreciarle
comotal. Enelnúm. 61 de El Eco,
último recibido á esta
feclia,se sirvedichomariscal
(D.Pedro Santamaría Mar¬
co)incluirme gratuitamente en
los berro-maníacos, é in¬
terpelarpara quele
digamos: «Si el mal de la profesión
consisteen lasociedad, óen nosotros (hablaen
general);
si enlo poco que vale la
profesión, ó
enlo mucho
que vale la herradura.» Voy ácontestará miamigo
conla
franqueza éimparcialidad que me
caracteriza, poniendo
porintroito una
letrilla, también algo rancia, tal como
laaprendí de
oído,
y es comosigue;
Hortelano fué Cogote
en las huertas deValencia;
la necesidadobliga
al hombre, lo que nopiensa.
,Auncuandonoconsidero necesaria la esplicacionde esta.letrilla, diré para seresplícito-que áfortiori, yno por
inclinación ni voluntad, abrazamos los hombres cier¬
tascosas,yesto
justamente
nossucede á muchos en la
cuestión delherrado.
Ahoravoy á poner
á continuación otro versillo, qua
esparto
tr.io
aunque nosoy poeta ni mujer, y es el si¬
guiente:
La pasión,
al hombre ciega
en algunas ocasiones, •
ycon
falsas ilusiones
pormal
camino le lleva.
Harétambién Je él mi poquita
esplicacion diciendo:
queel intenso
deseo
paraconseguir algunos fines alta- '
mentejustosy
necesarios,
nossuele hacer equivocarnos
enlos medios que escojitamospara
la consecución. Cons¬
tituidoslos dos versos comopuntos
de mi
sermon,pro¬
seguiré
interrogando á mi amigo Santamaría ¿dónde ha
aprendidoque yo
pertenezco á los berro-maniacos? ha
sido acasopor dos
palabras de las de mi comunicado?
pues
yole digo
que esasdos palabras son emanadas del
afecto quetengo á
la profesión
yá mis comprofesores,
yque
faltaria
àmi conciencia y al deber que me impone
lo refarido, sino me
esplieára del modo que lo hice, pues
tengo un
convencimiento de que si ahora padecemos
como dos, conla
separación del herrado seria conlo cna-'
tro: ysi ahora nos
lamentamos de la situación ciento,
luegose
lamentarían mil,
yel mal y la inmoralidad, acre* '
cerianescandalosmente
asi
entrelos veterinarios como en- '
trelosherradores Si
B. Pedro Santamaría supiera' la es-'
traordinaxia
afición
quehe tenido á las letras desde mi
infancia, y que á
los 16 arios de mi edad renuncié á la
■OficinadeVulcanO (oficio
de mi padre) despues dé haber
aprendido
lo suficiente
paraproporcionarme en ella m'ei
jor
subsistencia
quela que he logrado eon la facilitad;'
haciendoencincoaños un
estudio
ygastospococomunesenlos de mi clase, ¿cómo se
atrevería á calificarme de
berro-mauíacp? síél mismo viera
mi brazo delicado
aun¬quesano y
nervioso, dedicado casi continuamente á los
martillos ytenazasen
las alternativas de adobar, herrai, '
yforjar,aunpara
otros compañeros, .■<acando de todo ello
para
comormal
yvestir
peor¿cómo había de formar tal
ideademi? Compadezcosuerror en vez
de incomodarme,
puesse
puede decir
queha sido lo mismo que llamar ro¬
manoa un cartaginés.
Respecto á
si tiene la sociedad, ó tenemos nosotros la
culpa del
mal estado de la facultad, voy á responder lo
que se me
alcanza
poresperiencia y conocimiento. En
las grandes
poblaciones
y enlas medianas, puede haber
contribuidomucho lainmoralidad
de
algunosprofesores,
pues como
hay muchos,
yá la
mayorparte de ellos se
lesdebe suponer
regularmente instruidos,
esclaro,
que aquellos que menosinteresan
porsus servicios se adquie¬
renmayor
clientela
conperjuicio de los otros; pero ¿yen
los pueblos que
hay
pocos ypocoinstruidos, en los que
no somosmas queunoy con
el debido carácter,
y enlos
queno hay
ninguno, necesitando de él, y ni buscan, nj
le admiten siexigealguna
garantía, ni
sevalen de los
queestamosinmediatos,
siendo asi
que seles
proponenigualas
muy
módicas,
y seles lleva por apelación la mitad de
los quemarca
el arancel? ¿esto es culpa de los profesores
ó delasociedadVel estarun
hombre instruido al lado de
otro inepto y
hallarse el primero postergado é i.ifeliz
por no
acceder ni sucumbirá las bajezas del segundo ¿es
culpa suyaó déla sociedad?
¿pues nodebe la sociedad
interesarseenquela sirvanprofesores
instruidos
aunquecuestenalgomasquelosque no
lo son? Respóndame Vd.,
d
,346.,,,
^. ... .. . ,.• ;
^K
se%ííj,d<f,SiuUvn-
f'a- Ç(,r(laptaingenuiílad'
comoyò r¿s.
ponjlo 9 Jq W® pregunta.
¿Qué
medirá Vtf. al saber
que hace cuatro afios que estoy
establecitio
èn estepüé- blo, y queà estafeoba hago lacuentade
habersaliítò
con'un real diario de honorariofacultativo?"¿y quéhabiendo algunos pueblos limítrofes sin profesornobe tenido to¬
davíaunaapelación? ¿y q.uft le aparecerá á Vd.queme pasa enel mismo pueblo cuando siendo tínico profesor,po■
bie ycondignidad, be
tenido
que dar aviso alptíbllco para queáescepcion deunos pocosigualadbsquetengo; no me vengauingnnocon caballerías enfermas?¿esestoculpadel pueblo ddel profesúi ? sipara cobrarunapesetaeS necesa¬rio hacerse descarado,tener tinadesazón, ó entablar una
dejiianda ¿ctiáuto mejores rehusar el séíviéio facultativo?
¿y,.en tales casos? ¿es (Milpable el profesoróla, sociedad
local?Pues, aoiieorcio,yd entiendo que estas sociedades localessouunaverdaderamuestrade la sociedad general
eu'ntuestra facultad.
.
..^hdra
me ocurreel qíie Vd. dirá,
puesto que caeá
pqJ.O, que poi lo inisino que bereferido setratajpidepor,Vd.j otros la separación del herrado, para que la
facfjjtad
tenga masmérito
entodo sentido;
pero, ¿sé re- me)liaria el maleon esa medida? yo creo que se aumen- taria mucho,comoyahe dicho, principalmenteen la acti¬tudenque nosiiallamos y nos
hallaremos,
si elGobierno
nonosprotejfi. Voy á darla prueba de miaserciónpor¬
queá miver asíes ceino .se convence: separado el herra-
do.^e
la ciencia,las consecuencias mas probables serian las,sigulentcs: aglomerarse los profesoresen lasgrandespojdaciones,
puestoquelas pequeñas
pocod nada
prome¬te^,: nopodían contarp.ira su sabsistencia mas que con
la,¡t|irisie visita, alguna operación, reconocimiento
etc.;Yporventura, ¿soiibiscasos
enyéterinaría
tanfrecuentesylucrativos coin((en la iiiediciiia y cirujia humana? su¬
pongo .se me contestara i,i«; pues enla especie humana
hay.
casos quele valen al facultativo milès de reales,'y
qi|iedaii
.agi:ji!eciilûs'los clientes,
mientrasque en veteri-' naria,si llegan á veinte reales los'honorarios (firinclpal- mgpje.enlos pucbiu.s) stiele costar
unadesazonó andar
enjusticia,ytltiue los paga unavezno
suide volver
àva¬lide del.^pr.ofespr
aun(ii,e selo desgraeien todas las caha-
ll^yias,
quetenga,, Luego, visto el péco aprecio
quelia-
denqs(itros
¿q'uti
pu.temos prómeternosen'la scparÂ-
cíg^n liel berrado?
¡mayormiseria! ¡mayor,calamidad! Yo
esjpyhieiipersuadido de las buenas aspiraciones
de los p;jytida ríos de
e.stasiqiaracion, asi
comoestesdeben
cono- cfictambién quecasi loííos los
quela fechazamos,estamos
cqqtuyme?coueibi-eti los fines,
auucuando
nofe'n
losme- dffl.s, y aseguro (pu; entreprofesores de larga
práctica y'espericitcia,
scrg r^-rioel
quelo apruebe. ¿Y
esposible qji,^'uose discurra pj,yp,n^r'b<^
lna^dicaz
yfavoráhie
para nofiotiosty|)ar,ala dación,enlijra? ¡merubôrizo
al cónsi-diqarlo! O
ns quela cuc&ljou
presente noslielie absorbi¬
da
tpda;la atención, ó,n(j
so esperanada ,del Gobierno,
y si así,n.osuqedc, .iludo eijuírqiié
algun hombrede los de tale,(il,o,y¡irestigio
nolia
propiaesto ya el tínico plan de 'refpçjua, facultativa, ntqral
ymaterial
queailiníten, las
cjircaiistan(¡ias,|)rcs¿,ntt'sviiueiuiedo
.conciliar el bien de toda,Ja cjase con ejde ti.dj,.aNación.
: tle.dicbi) bástanle paralo quecabeeti iintriste
allréj-
tar.yasicouiluyo ofreciéndome como siempresuatérito
Nava de Hicomalillo òO de marzode
1855.—telesforo
del Valle.
íV .
ECO
CONTESTACION ALA EPISTOLAAMATORIA DEB. ESTEVA» ' ''ANTOMNO GARCIA.
' ■
(Véaseeinúmero61.): ;
I ■ ■ ■ ■' . a .
Conclusion)
■ a ; . . -.■ir r-AnteSi de pasaroiasiadelame, exige
la.trnnquijir
,.,jdad demi conciencia que tenga el
piiblico
noticiadeciertos sucesôs que,
hé
los aquí:.Seha recibido en la Redacciónde
ÈÍ
Ecquna co- municaciqn fechada enÍ6
de marzó yfirmada
pdr ■ D Estevan, á lacualacompaña
elretñitidoeri'cués-
'tien de este profesor. Al propio tiempo manifiesta ■-
'D. Estevan que(JOMsa.t tndependtenfes de su<voluntad ;•
han
impedido
serecibiese antes suesciito, é insiste ■enque se publique. ,j,
«Era,pues, falso que se. nos hubieradirigido el conjunicado;y, porotraparte, 1). ,Estevannotenia culpa,de que no
llegase
i nuestras nianos »Habríamosemprendido ahora
su.publicación 6asi
debuenagana, yaque D. Estevan se obslinaenellO ' ' hasta elpunto de creer que
asi
salvasu dignidad;' ■mas comoquéalrefutarlebemos idoreprodueiendo' porpárrafos todossus pensamientos y aUn susmis-uii
mas palabrasv hemosresueltoescusarnosunareper ¡: ticiontandifusa, ya que, pordesgracia, nosobliga
à
llenarEí Ecoconcuestión de estaespecie la pedan¬
tería de,unos cuantos presumidos. Con efecto,y va de
digresión; hay
profesores que, acaso porlucir¬
se, han dado en la graciade recurrir cbnsusitt- i sultos órazonesi\Boletín, en
queja
de Eí Eco. Esta conductano tiene' escusa, espedante;porque side
Eí Eco tienen fundados motivos deresentimiento^
solo los lectores de Eí Eco conocerán de lascausas;-,
luego
bastariaàdichosprofesores,
nosiendopedí»»-,
tes, dar susespiicacionesenEíEco. Perono, señor:
saben muy
bien
queel Boletín acogióel célebre re¬mitido de iSASjiENDi, elimponderable del albéitar"
D. AGüs'riw GÁL.'nórecordamos siotrodennalbéitar queamenazaba indirectamente con él asesinato, la inimitablementechusca propübsta con retintínde . D. Francisco. Javier Berdoiiqes
(probablemente
al- .béitar),,6tG.
etc. etc.etc._etc. .--aben
todo esto,y sa-b(j,n además qqe el Boletín noinserta todos los es- ■
critosqt,te
le
sonalgo
desfavorables,porconsiguiente,':qne no insertará cierto género de contestaciones,
jcomo ha sucedido
con la dada á laïropuéstaco» : RETINTIN. Tontos por demásserian nuestros adverH^sarios'sinoacudiesen alperiódico wiocAmc/ío cuando tenganque hablarnos: que,al fin,si de Eí Eco que-, dasén malparados» ahí está.fcl Doíetwique nos cerp,
raralaspuertas yIqslectoresdel.asíwfo semíneutral, si no leen Eí Eco, qpedarán con la bqquita abierta.
¡Y diráse
todavía queel Boletín y suscomunicantes^no lóériliendenl Pues,señorBoletín, señores comix-' nicantes del
órgano
"viejo, tendreislo entendido:O de Móstoles elórgano i'
entresus tonos'da un trueno, ó.;, sealinientari sus músicos,
: I len lugardepan, con betao.
,.Basteya
de preliminares,
y volvamosá nuestronegocio.. .
Recuerdo, D.
Éstevan,
quçglià
enilaúltiip.a
,ç,e- sion, en el número 6ide ElÉcó,
andábamos tratan¬do deprobar quela moralidad precéptuada por Vd.
podriatenersusiocoiivenientes.
Sigamos,
Sr. D. Es- levan, porque esto merece alguna detención. ¡La moralesitnportanlísima
á.todüei mundo; cómo noha lie serparauri mo.alista!
'Pl'feStinió; Sr;D. Estévan, qtie', á
propósitó'de
moralidad, solo podríayó irhablandotie'ias'grandes'vii tudes'düDjfíicolás Casas,escribiendoy veiidiea-/
dosus obras,ycuentaque yo,áimitación de Volney, coloco entrelas virtudes elsaber humano.