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Redes de parentesco en las familias de Santiago de Chile

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Academic year: 2022

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Vol.29,#1, (2018), 111-124

http://revistes.uab.es/redes https://doi.org/10.5565/rev/redes.741

Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 111

Redes de parentesco en las familias de Santiago de Chile

Herminia Gonzálvez Torralbo1 Universidad Central, Chile Francisca José Ortiz Ruiz Mecanismos Sociales Ltda.

Alejandro Nicolás Espinosa Rada

The Mitchell Centre for Social Network Analysis, Universidad de Mánchester

El siguiente artículo busca caracterizar las familias de Santiago de Chile a través del análisis de redes. Para ello, se aplican técnicas de análisis que combinan entrevistas cualitativas, análisis de redes ego-centradas y análisis narrativos de los individuos de tal forma de identificar las redes que se constituyen según el género y el parentesco que adoptan las familias, ampliando las concepciones tradicionales sobre la estructura familiar. A través de los datos cualitativos, las cartas de parentesco realizadas y la conformación de redes, se propone una estrategia de análisis a través de técnicas mixtas de investigación. Los resultados indican que las familias pueden ser categorizadas y comprendidas utilizando este tipo de acercamiento. Mientras que las familias de Santiago pueden ser descritas en cuatro tipologías: redes de camarilla, de familia cohesionada, de familias con redes extendidas y/o ramificadas, y red familiar de centro-periferia.

Palabras clave: Redes de parentesco – Formas familiares – Redes familiares– Métodos mixtos.

The main objective of the following article is characterized the families in Santiago of Chile. To achieve this objective a network social analysis was applied using qualitative interviews, ego- centered networks, and narrative analysis constructed by the individuals, expanding the traditional understanding of the family structure. Through qualitative data, kinship letters and the formation of qualitative networks, typologies of social networks are constituted through mixed research techniques. This strategy brings a more precise characterization of the family networks can be obtained. While the families of Santiago can be described in four typologies: clique networks, cohesive family, families with extended and/or branched networks, and family center-periphery network.

Key words: Kinship networks - Family forms - Family networks - Mixed methods.

1 Contacto con los autores: Herminia Gonzálvez Torralbo (herminia.gonzalvez@ucentral.cl), Francisca José Ortiz Ruiz (franortizruiz@gmail.com), Alejandro Nicolás Espinosa Rada (anespinosa@uc.cl).

RESUMEN

ABSTRACT

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Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 112 En los últimos años las familias en Santiago de

Chile han disminuido su tamaño1. Si en el pasado estas solían ser numerosas, actualmente el promedio bordea los dos hijos por mujer. Además, se ha develado un incremento progresivo de las parejas que conviven (de 5,8% en 1992, a un 8,9% el 2002), una breve reducción (o estancamiento) de los matrimonios (de 51,8% el 1992, a un 46,2% el 2002) y el aumento de los divorcios (de un 3,4% en 1992, a un 4,7% en el año 2002) (INE, 2003). Según proyecciones hechas por la misma institución estos números continúan su tendencia (de aumento y reducción según corresponda), ampliándose la diversidad de formas familiares existentes (Ortiz y Gonzálvez, 2017, 52). Si bien aún persiste la noción tradicional de una familia constituida por lazos sanguíneos, ciertas investigaciones han sugerido que frente a la diversidad familiar, los límites de estas han cambiado en su estructura fundamental (Gonzálvez y Ortiz, 2016). ¿Cómo son actualmente las familias en Santigo de Chile?

Si bien tradicionalmente se señala que las estructuras de soporte y relaciones inmediatas suelen estar fundamentadas en la noción de lazos familiares, estudios recientes sostienen que los lazos inmediatos están transitando desde un lazo basado en las familias a otro basado en relaciones no-familiares (Bellotti, 2008). Esto posee ciertas implicancias en los vínculos de los individuos, particularmente en Chile en donde se señala que las relaciones de confianza sean con individuos “familiares”

(Valenzuela y Cousiño, 2000). De momento, este argumento hace alusión al protagonismo que adquiere todo vínculo externo al de lazos sanguíneos, no obstante, la pregunta que nos hacemos refiere a las razones que los/as chilenos/as de Santiago utilizan para definir sus propios límites familiares aportando con ello a dar luces respecto de las represen-taciones familiares existentes en Santiago de Chile.

1 La investigación aquí develada utiliza datos que son análizados más extensamente en otros artículos, y que complementan el presente escrito. Se recomienda su lectura, si se quisiera obtener más detalles sobre las diferencias de clases sociales entre los entrevistados, de género, variabilidad regional, otras dimensiones del lazo parental, los limites de definiciones en torno a la familia en la antropología, la historia y la sociología chilena (Gonzálvez, 2013, 2016a, 2016b; Ortiz & Gonzálvez, 2016; Ortiz &

Gonzálvez, 2017).

Al utilizar una perspectiva de redes sobre la composición familiar, es posible dar cuenta de los vínculos fuertes (Wellman y Wortley, 1990) que poseen los/as chilenos/as de Santiago. Esto dado que cada red que los individuos definen, depende en gran parte de los límites sociales que ellos sitúan y en consecuencia, cómo definen el vínculo de parentesco. Además, permite clarificar las distancias sociales subjetivas que poseen al distinguir entre vínculos directos e indirectos (familiares cercanos y extendidos). Por último, posibilita incorporar a aquellos miembros que difícilmente pueden ser parte de los vínculos familiares (i.e.

como los lazos que van más allá del vínculo sanguíneo). Por lo mismo, adoptar esta perspectiva permite explorar y comprender de mejor forma cómo los/as chilenos/as que viven en Santiago definen a sus propias familias.

En relación con lo anterior, el siguiente estudio combina técnicas cualitativas y cuantitativas de investigación. En concreto, se realizaron 16 entrevistas en profundidad, a través de entrevistas semi-estructuradas utilizando gene- radores de nombres en redes ego-centradas, para luego construir las redes familiares de los entrevistados a través de técnicas relaciones de procesamiento de información. Posteriormente se realizaron análisis métricos de redes sociales de tal forma de describir las estructuras cognoscitivas y las relaciones de las familias, así esta investigación se inscribe desde una perspectiva de análisis de métodos mixtos.

Para dar los pasos de la argumentación el siguiente artículo proveerá de los siguientes apartados. En primer lugar, se hará una revisión teórica sobre cómo se ha entendido las familias hasta ahora y cómo se construye el vínculo familiar desde una perspectiva de redes sociales. En segundo lugar, este estudio revisará cómo las redes sociales permiten describir las estructuras familiares. En tercer lugar, se describe el caso de las familias en Santiago de Chile. En cuarto lugar, se presenta la metodología utilizada en este estudio. En quinto lugar, se presentan los principales resultados. Finalmente, se realizarán algunas discusiones al respecto.

APROXIMACIÓN TEÓRICA: LA DESCRIPCIÓN DE LAS FORMAS FAMILIARES Y EL ANÁLISIS DE REDES SOCIALES

La familia durante muchos años se comprendió como la unidad nuclear conyugal donde sus miembros convivían en un mismo hogar y compartían un nexo de parentesco directo

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Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 113 (Rabell y D’Aubeterre, 2009: 42-43). Ante ello,

varios investigadores plantearon que en realidad la conformación de la familia es bastante más diversa en las sociedades posindustriales (Yanagisako, 1979; Laslett &

Wall, 1972; Anderson, 1988). Por su parte, Sylvia Yanagisako (1979) planteó, al trabajar la diferenciación entre la familia y el hogar, la desconsideración de las redes de parentesco en la investigación debido a que no comparten el lugar físico en donde viven, apuntando, entre otras cosas, que la familia extendida es parte de la diversidad de formas familiares que existen en la sociedad.

Así estos autores logran “desafiar estas distinciones rígidas que petrifican las dinámicas familiares” (Rabell y D’Aubeterre, 2009: 42).

Una de las pioneras en el trabajo con las redes familiares, es Elizabeth Bott (1957), quien releva la idea de que no todas las personas tienen la obligación de relacionarse con otras personas de su mismo entorno; sino que más bien, sólo algunas personas lo hacen. Con lo cual termina por definir a las familias no por el hogar del que forman parte, sino que por las redes sociales (más que un grupo organizado) en las que constantemente las personas involucradas trabajan y mantienen.

En los setenta, otra de las primeras investigaciones sobre las redes al interior de la familia, fue la de Catherine Gokalp (1978, en Rabell y D’Aubeterre, 2009), quien revisa sobre todo las relaciones que ocurren fuera del hogar físico. Ella concluye que la obligación de mantener un vínculo con los que comparten el hogar, no es tal, ya que en realidad no existe una razón para que se generen intercambios entre distintas personas, más allá del hecho de querer mantener esas redes familiares. Así en los años setenta desde la sociología y la antropología de la familia ya se predecía que las relaciones que la persona elige (más allá de tener un lazo biológico), serian también tan importantes como las de vínculos sanguíneos (Bott, 1957; Yanagizako, 1979).

En los ochenta y noventa, las indagaciones sobre el tema se centraron en la relevancia que adquirió la clase social y el país de origen de la persona en la conformación de redes familiares (Rabell y D’Aubeterre, 2009: 44). Destacándose que la familia se une, y busca mantener tal unión, dado que son relaciones útiles y permanentes (Bourdieu, 1980: 1). Así, cómo dicen las autoras Rabell y D’Aubeterre, las familias serán una “articulación de redes basadas en el parentesco y en lazos de amistad, vecindad y sociabilidad más amplia, que darían cobertura a las personas y los grupos domésticos en las sociedades contemporáneas” (2009: 45).

Desde los pioneros trabajos de Elizabeth Bott (1957), se muestra la diversidad que existe en la conformación de las redes familiares, y cómo ello influye en la forma de comprender el parentesco. Así, la propia autora menciona (Bott, 1957) la relevancia de considerar no solo factores externos a la red familiar (cambios en la economía y de geografía, por ejemplo), sino también señala como fundamentales las modifi- caciones en la personalidad de las personas que componen esa red. Todo ello afectaría a la performatividad y las posiciones que cada uno de los miembros de la familia detenta, y por tanto impactaría en la noción de red familiar de cada uno. Esto dará lugar a la primera hipótesis de la investigación, que plantea la existencia de diversidad en la conformación de las formas familiares, y por tanto de las relaciones de parentesco que la persona reconoce como tal.

La conformación del hogar siempre ha sido un tema de interés por excelencia para la historia y la antropología, mientras que para la sociología en ocasiones ha quedado relegada a un segundo plano. Para Fernando Sánchez (2015) el concepto del hogar representa no solo el lugar físico de residencia y habitación cotidiana, sino que también un reflejo de la estructura económica-social en la que está inserta; a pesar de que en general se ha estudiado como un grupo familiar, o una configuración de relaciones sociales, o una unidad económica, o un lugar de residencia. Pero sabemos que, su estructura física no limita la concepción de red familiar que tiene la persona entrevistada, y mucho menos la relación que mantiene con ellos/as. Con ello precisamos que en este artículo en particular, no estamos viendo las redes familiares cómo dato fijo, sino que constituyen fuentes inagotables de recursos que van cambiando con el tiempo (Rabell y D’Aubeterre, 2009: 46). Todo ello en sintonía con una noción de familia que orienta este estudio que las considera como unidades sociales complejas, de amplia diversidad estructural, cultural, económica, cuyos individuos en relación cumplen funciones sexuales, económicas, reproductivas, socializadoras (Gonzálvez, 2014, 154)

Actualmente existen varios estudios que buscan indagar no solo lo que sucede al interior del hogar, sino que más bien, en la red familiar de cada persona. Ello ha generado diversas discusiones en la actualidad, como la problematización de la organización social de los cuidados (Faur, 2011; Ortiz y Gonzálvez, 2016). En Latinoamérica el auge por el tema se ha hecho sentir sobre todo desde un enfoque de género (England, 2005; Sojo, 2011; Flores- Castillo, 2012; Esquivel, Faur y Jelin, 2012;

Faur, 2014). En todos esos estudios, se releva

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Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 114 la centralidad del rol de las mujeres en la red

familiar, en tanto son ellas quienes se hacen cargo de los cuidados de los otros miembros que la componen. En palabras de María Teresa Martín, actualmente nos encontramos en una

“situación de frágil equilibrio en la que las necesidades de cuidado están atendidas gracias a la solidaridad intergeneracionales (de mujeres principalmente), entretejidas con el recurso al mercado y el limitado apoyo que proporcionan los servicios públicos” (2008: 41). La estructura familiar se basa en gran medida en la distribución y realización de las tareas de cuidados entre todas las personas que conforman la red familiar, y ellas, las mujeres adquieren un gran protagonismo tal como han demostrado los trabajos planteados desde enfoques feministas quiénes problematizan la naturalización del cuidado en las mujeres, y en las mujeres de la familia (Perez Orozco 2006;

Precarias a la Deriva 2004; Del Valle, 2010;

Montaño 2010; Nagano Glenn 2010; Hanlon 2012; Rodriguez 2015).

A partir de la literatura que desarrolla el estudio de la organización social de los cuidados desde la desigualdad de género, y dada su prolife- ración (Martín, 2008), y a partir del incremento de los estudios sobre las diversidades familiares existentes en Chile (Bascuñan, 2012; Olavarría 2004; Gonzálvez 2013; Gonzálvez y Ortiz, 2016) se ha avanzado hacia el levantamiento de esta preocupación no solo a nivel local, sino que también más general. Con ello surge la segunda hipótesis de este trabajo que nos indica que las redes familiares descritas por las mujeres entrevistadas, denotan una mayor cohesión interna, en contraste con las redes familiares descritas por los hombres, debido a que en general ellos no son quienes se dedican a mantener las relaciones de parentesco al interior de la familia (Yanagisako, 1979; Di Leonardo, 1987; Gonzálvez 2016a).

MÉTODO

En la presente investigación se analizan datos obtenidos del proyecto “Las Familias en Chile:

el trabajo de parentesco y la generación de constelaciones familiares”, que produjeron diversos productos de investigación (Gonzálvez, 2013, 2016a; Gonzálvez y Ortiz, 2016) cuyo objetivo principal consistió en el estudio de las prácticas que mantienen actualizados el sentimiento de pertenencia entre aquellas personas que se consideran que familia, o lo que se conoce como trabajo de parentesco, el cual es definido por Di Leonardo como “la concepción, el mantenimiento y las celebra- ciones rituales a través de los lazos de parentesco dentro del grupo doméstico,

incluyendo visitas, cartas, llamadas telefónicas, regalos y tarjetas recordatorias; la organización de las reuniones por vacaciones [...]” (Di Leonardo, 1987: 442).

Participantes

El levantamiento de datos estuvo compuesto de tres etapas: En primer lugar, se realizaron entrevistas semi-estructuradas de alrededor de 60 minutos a 33 personas el año 2013 con edades entre los 23 y los 65 años aproxima- damente. En segundo lugar, se transcribieron las entrevistas y se construyeron a partir de lo que ellos/as mismos/as decían, la carta de parentesco (Bourdieu, 2008; Comas, 2010;

Gonzálvez, 2016b) de los/as informantes, la cual consideraba en su diseño (preguntas y forma de recolección de la información) similitudes con la técnica de generador de nombres. En tercer lugar, se volvieron a contactar a las personas entrevistadas el año siguiente, siendo posible contactar solo 28 casos en el 2014, por motivos tales cómo que algunos desistieron en participar en el proyecto por motivos personales, y otros porque se encontraban fuera del país. Se les consultó por su composición familiar nuevamente, para indagar en posibles cambios y responder a las dudas que no fueron aclaradas en la primera entrevista. En total se lograron recopilar, y más tarde analizar, 61 entrevistas a personas residentes en Santiago de Chile. De estas, se utilizaron para este artículo 16 casos, es decir 28 entrevistas con sus respectivas cartas de parentesco, debido a que la información recopilada en las otras no se encontraba completa o tenía problemas de comprensión para su extrapolación a un análisis desde los métodos mixtos. Finalmente, no se considerá la variable regional ni el aspecto generacional, debido a que el alcance de la investigación no permité la contrastación entre una y otra región o generación.

La selección de los casos fue realizada mediante bola de nieve, en donde se fue recopilando el tipo de perfil que se buscaba indagar en Santiago de Chile, incorporando variables como migrantes, género, nivel socioeconomico, entre otros. En cuanto a los criterios para esa selección de la muestra de carácter cualitativo, fueron tres los utilizados. Por un lado, se intentó indagar la misma proporción de personas de nivel socioeconómico alto, medio y bajo de tal forma de incorporar un criterio de clase social a la investigación. Por otro lado, se buscó en igual proporción la presencia de personas solteras/os, parejas sin hijos, parejas con hijos y parejas con hijos mayores fuera del hogar. Y por último, se intentó rastrear una

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Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 115 cierta diversidad en las familias de los/as

entrevistados/as, al considerar miembros migrados.

Instrumentos

En el análisis de redes se han utilizado extensamente las entrevistas cualitativas (por ejemplo: Bernardi et al., 2007; Edwards, 2009;

Hollstein y Dominguez, 2014; Crossley, 2010).

Por ello, en esta investigación se utiliza esta técnica para analizar redes ego-centradas y extraer las “construcciones narrativas” de los individuos. Junto a lo anterior, a través del análisis desde métodos mixtos de investigación, se combinan dichas narraciones con métodos formales de análisis de redes sociales (Belloti, 2014; Edwards, 2010; Hollstein, 2011; Molina et al., 2014; Crossley et al., 2015).

En el proceso de levantamiento de fuentes primarias, a través de la recolección de datos de los análisis de redes sociales, se suele distinguir entre las características que posee quien responde (ego), las características de las personas a las que están vinculados con el entrevistado (ego-alter) y las relaciones que poseen sus contactos entre sí (alter-alter). En particular, si bien las primeras dos estrategias han sido ampliamente utilizadas en cuestionarios estandarizados (Laumann, 1973;

Fischer et al., 1977; Burt, 1984) aplicando particularmente técnicas estadísticas - como los modelamientos jerárquicos (o de multinivel) (como ejemplo: Snijders et al., 1999; van Duijn et al., 1999; Luken y Tranmer, 2010), mayores dificultades han tenido las estrategias de aplicación alter-alter en tanto suponen que el tamaño de la población es conocido o, al menos, auto-contenido en fronteras que permiten agrupar a los individuos y que pueden ser definidas a través de enfoques realistas o nominalistas (Laumman y Marsden, 1979).

Mientras las primeras dos estrategias (ego y ego-alter) suelen vincularse de forma armónica a los modelos ego-céntricos y facilitan el procesamiento de información, la estrategia alter-alter si bien aún posee un enfoque ego centrado (red personal) permite tomar prestadas las estrategias de las redes completas (sociométricas o redes completas) de tal forma de complejizar los análisis. Sin embargo, esta última estrategia presenta mayores desafíos al momento de recolectar información, o adolece de ciertos problemas como la memoria de los individuos al nombrar a sus conocidos y/o el desgaste del tiempo en responder este tipo de instrumento, produciendo un costo adicional cuando se quiere profundizar en los significados y/o

sentidos que le atribuyen a los actores a ciertos fenómenos de interés y en menor medida a las estructuras que éstos eventualmente conforman.

Por ello, frente a los problemas de aplicación de estrategias alter-alter se propone realizar una estrategia de enfoque nominalista, en donde las fronteras de los actores estén predefinidas por criterios de investigación. En particular, las ventajas de realizar este tipo de estrategias es que permite proponer tipologías de estructuras teóricas que realcen la relevancia de la dimensión estructural (Wellman, 1997) junto con aprovechar información que surgen en modelos ego-alter que puedan ser generalizados a modelos alter-alter a través de fuentes cualitativas. Esta estrategia permite ganar en complejidad, junto con alinearse a técnicas de métodos mixtos en análisis de redes sociales.

En particular, en esta investigación se utilizaron las cartas de parentesco, donde cada entrevistado señaló a los individuos que pertenecían a su familia primaria.

Posteriormente, a cada sujeto se le preguntó por su familia extendida. Por ello, la particularidad de hacer esta primera distinción permite diferenciar entre aquellos sujetos que poseen un vínculo fuerte y los sujetos de vínculos débiles en un segundo nivel. Este tipo de diferencia permite inferior y distinguir entre aquellas relaciones que son frecuentes, redundantes y de soporte íntimo, en contra- posición con aquellas que son menos frecuentes, más esporádicas y de menor intensidad. Dado lo anterior, mientras que a la primera perspectiva suele definirse como tipo de vínculo fuerte (bonding), la segunda se le ha denominado un tipo de relación de puente como señala Putnam (2001), lo cual permite identificar el vínculo con individuos que no se encuentran en las fronteras inmediatas en las estructuras de familias.

Como estrategia metodológica, esta técnica permitió distinguir entre un vínculo primario (bonding) y un vínculo secundario (bridging) bajo técnicas ego-alter. Sin embargo, la aproximación de la estructura de la red personal de ego, permite identificar los vínculos de longitud uno (zona de 1er orden) y aquellos de longitud dos (zona de 2ndo orden). No obstante, al identificar el tipo de vínculo por rol familiar (“hijo”, “hermana”, “primo”, entre otros) según la familia del entrevistado, fue posible identificar el vínculo que los alter tenían entre sí constituyendo una estrategia para identificar redes de tipo alter-alter. En particular, se realizó el vínculo cuando existía un lazo consanguíneo directo (sin considerar a ego y utilizando estruturas de árboles

(6)

Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 116 genealógicos), matrimonial o de vínculo

amoroso (pareja, novio/a, convinente, entre otros). Esta información fue recopilada a partir de los relatos de los/las entrevistados/as, y las cartas de parentesco.

Por ello, en esta investigación se presenta la potencialidad de este análisis y se realiza, bajo criterios estructurales, tipologías de estructuras familiares que permitan identificar la variabilidad en la configuración de éstas, las cualidades que poseen y la heterogeneidad que presentan entre sí. Identificando, bajo esta perspectiva, las diferentes representaciones sociales en las que se estructuran las familias.

Para el análisis de información se utilizó R (v.

3.3.2) y para la visualización de los grafos fue utilizado el software Visone (v. 2.17).

RESULTADOS

Variación en las redes de parentesco

A través de los datos cualitativos recopilados, las cartas de parentesco realizadas y la conformación de redes cualitativas, a continuación, se constituyen tipologías de redes sociales a través de técnicas mixtas de investigación, en línea con los estudios que ha realizado Bellotti con respecto a las estructuras de amistad (2008). Sin embargo, se ha de precisar que los resultados no debieran extrapolarse al conjunto de la población (dado el alcance y la naturaleza cualitativa en que surge la información) pese a que las tipologías permiten orientar y sugerir marcos de referencias para futuras investigaciones que confirmen, revoquen y/o amplíen esta propuesta teórica-empírica. Además, como se realiza en esta investigación, se aprecia que a diferencia del tipo de vínculo de amistades que suele ser voluntarios o cambiantes en el tiempo, en el caso de las redes familiares éstas tienden a poseer un grado alto de obligato- riedad, vinculaciones recurrentes y, por tanto, de vínculos fuertes. Por otro lado, como se observa en los datos, la configuración de la red familiar lejos de ser un tipo de estructura estructurante y determinada, son articuladas y conformadas por otros tipos de vínculos que amplían la forma en que éstas son concebidas.

Por ello, a continuación, se realiza una caracterización general de las redes familiares de los casos observados en esta investigación, para luego detallarlas en las tipologías propuestas por este estudio.

De tal forma de tener una perspectiva general de los datos cualitativos recopilados, a continuación se presentan algunas características de las redes analizadas. Como

primera particularidad, las familias entrevistadas identifican en promedio 7,8 individuos pese a que se observa una alta variabilidad entre los distintos casos (DEV.

4,42). Sin embargo, el promedio de la densidad es de 0,60 el cual tiene mayor varianza entre las redes (DEV. 0,35) en comparación con la variabilidad porcentual del tamaño de éstas (DEV. 0,16). Por otro lado, de aquellos que fueron entrevistados, se mencionaron en total a 125 alteres en donde 53 de ellos son hombres y 67 mujeres. Por un lado, los hombres (6 casos) identificaron a 47 familiares, 25 de ellos hombres y 22 mujeres.

Mientras que por otro lado, las mujeres (10 casos) nombraron a 73 familiares en donde 28 eran hombres y 45 mujeres (tal como aparece en la Tabla 1).

Tabla 1

Número de personas por género

Hombres Mujeres Total

Hombres 25 22 47

53% 47% 100%

Mujeres 28 45 73

38% 62% 100%

Total 53 67 120

44% 56% 100%

Tal como se aprecia, las mujeres mencionan proporcionalmente a más personas como miembros de sus familias que los hombres.

Estos resultados permiten plantear la hipótesis de que las mujeres son quienes suelen sostener las relaciones familiares, por medio de los cuidados que entregan y el trabajo de parentesco, que suele estar a cargo de ellas (Yanagisako, 1979; Di Leonardo, 1987, Martín, 2008; Sojo, 2011; Gonzálvez, 2016a). De la misma forma, en promedio las mujeres poseen mayores niveles de densidad en sus redes (0,40) comparado a los hombres (0,32) pese a que la dispersión es mayor en ellas (DEV.

0,21), que en ellos (DEV. 0,09).

De tal forma de identificar las estructuras de las representaciones sociales de las redes familiares, en consonancia con las entrevistas realizadas y los datos observados en los grafos, se aprecia que existen distintos tipos de estructuras familiares que permiten entregar luces sobre la forma en que se están estructurando las familias en Santiago de Chile.

Por ello, para ilustrar cómo se configuran las tipologías, se utilizan los nombres (ficticios) de los entrevistados, el tamaño de las redes de cada caso considerado en el estudio, la densidad de la estructura de la red, los componentes, el tipo de estructura que emerge y algunos datos adicionales de la red (datos resumidos en la Tabla 2).

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Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 117 Tabla 2

Resumen de las estructuras encontradas

Nombre Tipología Tipología Tamaño

(con ego) Tamaño real (sin ego)

Densidad Nº de componentes

Isidora 1 Camarillas 3 2 0,67 1

Maite 1 Camarillas 4 3 0,67 1

Romina 1 Camarillas 4 3 0,67 1

Camila 2 Cohesionada 7 6 0,43 2

Luis 2 Cohesionada 10 9 0,44 1

Pablo 2 Cohesionada 8 7 0,36 1

Carla 2 Cohesionada 9 8 0,39 1

Jorge 3 Ramificado 10 9 0,33 1

Amanda 3 Ramificado 9 8 0,31 1

Pedro 3 Extendido 14 13 0,24 1

Andrea 3 Extendido 10 9 0,29 1

Benjamín 3 Extendido 8 7 0,32 1

Liliana 4 Centro-periferia 5 4 0,30 2

Martina 4 Centro-periferia 7 6 0,14 4

Marcela 4 Centro-periferia 22 21 0,12 6

Héctor 4 Centro-periferia 11 10 0,20 5

Nota: El tamaño de la red se calculó como el total de la red menos ego.

Variación en las redes de parentesco 1. Redes de camarillas

Tres de los entrevistados (todas ellas mujeres) nombraron a pocas personas como miembros de su familia componiendo una estructura de tipo “camarilla” en la red. Este tipo de red, a diferencia de las otras, tiene como particularidad ser más densa que el resto (densidad promedio de 0,67), con pocos miembros (en promedio 2,67), un solo componente y sin vínculos de distancia dos con otros miembros de la familia por parte de ego.

Grafo 1. Familia de Maite.

Tres de los entrevistados (todas ellas mujeres) nombraron a pocas personas como miembros de su familia componiendo una estructura de tipo “camarilla” en la red. Este tipo de red, a diferencia de las otras, tiene como particularidad ser más densa que el resto

(densidad promedio de 0,67), con pocos miembros (en promedio 2,67), un solo componente y sin vínculos de distancia dos con otros miembros de la familia por parte de ego.

Un ejemplo de esta tipología es la red de quien hemos nombrado como Maite (ver recuadro).

Ella tiene 58 años y siempre ha trabajado como empleada, siendo que ahora se ha dedicado a ser empleada de hogar desde hace más de un año (debido a que viaje desde región a Santiago en búsqueda de oportunidades laborales). Cuando le preguntamos en primer lugar quiénes eran su familia, ella responde inmediatamente que solo su hijo; pero luego de preguntarle si es que quisiera agregar a alguien más, ella responde “mis patrones, ellos. A veces, de las personas extrañas uno recibe mucho más afecto que de su propia familia”. Al convivir constantemente con dichas personas, el vínculo frecuente, íntimo y prolongado produce que no solo exista un vínculo fuerte con ellos, sino que éste esté compuesto por elementos emotivos y de afecto produciendo así una estructura familiar en la que reconoce a su hijo por un lado, y por el otro, a sus “patrones”.

Una de las particularidades de esta red es que es muy pequeña, y que sobresale la relación de cuidado entre Maite y su hijo, relación muy estrecha y que ella busca mantener constantemente, y su hijo también: “él siempre me llama en las mañanas para saber cómo amanecí, cómo estoy, y bueno, yo lo mismo.

Pa´ preguntarle cómo está, cómo le fue en la

“U” [Universidad], sobre todo cuando le toca dar prueba, cosas así”.

(8)

Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 118

2. Redes de familia cohesionada

La segunda tipología es aquella que denominamos red familiar “cohesionada”

(cuatro de los entrevistados pertenecen a esta tipología, en donde dos de ellos son hombres y dos de ellas son mujeres). Esta es la segunda red más densa dentro de la tipología y, por tanto, tiene como particularidad tener mayor cantidad de vínculos directos (grados nodales) con un promedio de 3,1 vínculos en la red (DSV: 1,7). Una de las características de esta red es que se ajusta al tipo de familia tradicional (de tipo monoparental).

Grafo 2. Familia de Luis.

Con respecto al caso que vemos en el recuadro, Luis tiene 28 años y nació en la Quinta región, y se define dentro de su familia como hijo, hermano, primo, sobrino y nieto, abarcando con ello una gran cantidad de parentescos. Cuenta que su familia nuclear está compuesta por sus cuatro hermanos, su padre y su madre;

mientras que por medio de esta última, es que reconoce también tener una familia extensa, compuesta por sus dos tías y su abuela. Han mantenido una conformación de la familia más bien tradicional, en donde la madre y la abuela son las encargadas de organizar todo en las celebraciones más importantes, como navidad y año nuevo, siendo ellas los actores claves para el trabajo que implica mantener el parentesco y de cuidado.

Mientras que el padre, quien trabaja en otra ciudad cercana, posee un rol más ligado a ser quien aporta los recursos económicos, y ser el responsable de los “asados familiares”. Esta

configuración también se devela en que por el lado materno es en donde se suelen realizar eventos familiares más grandes, organizados por la abuela y la madre de Luis, en donde es necesaria una preparación previa y una organización; que generalmente por la familia paterna eso no se da, y por tanto él siente “que se ha perdido un poco esa conexión”. Luis trabaja en la semana en Santiago, pero va donde su familia todos los fines de semana, comentando que es allí en donde los puede encontrar, y “porque también hay un factor de compromiso, de que si, de que si voy a visitar a uno los visito o a todos o a ninguno”. Cuando nos cuenta cómo mantiene vivos los lazos familiares, él cuenta: “parto de la base que los lazos de mi familia son bastante buenos dentro de todo, nos vemos con cierta frecuencia, hay cariño cuando nos vemos, hay lenguajes propios de mi familia, em… yo, por mi parte, lo que trato de aportar es, es intentar siempre no faltar a ningún compromiso familiar cuando este se planifica”. Así, son la presencia y el lenguaje propio que se comparte entre esos actores, lo que en sus palabras definiría a quienes (y a quienes no) menciona como personas de su familia.

3. Redes de familias con redes extendidas y/o ramificadas

La tercera tipología fue denominada red

“extendida” y/o “ramificada”, en donde cinco de los entrevistados pertenecen a estas tipologías (dos de ellas son mujeres y tres de ellos son hombres); se juntaron ambas redes en una misma tipología debido a sus parecidos. A diferencia de las otras redes, posee una menor densidad, con un promedio de 0,30 y una baja dispersión (DSV: 0,04). Además, posee un promedio de 9,2 individuos en el tamaño de la red (superior al 2,67 de la tipología de las camarillas y 7,5 de la red cohesionada) y tiene la particularidad de poseer en promedio más intermediaciones que las demás redes. La particularidad de su estructura se observa en la cantidad de caminos indirectos (diámetros) que posee, en donde no se encuentran todos los individuos tan conectados entre sí. Dentro de las particularidades de esta red es que se incorpora a la red familiar un conjunto de actores que poseen lazos de segundo, tercer e incluso cuarto orden produciendo una red amplia que configura al grupo.

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Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 119 Grafo 3. Familia de Pedro.

En este tipo de red familiar, presentamos dos ejemplos. En el grafo 3 tenemos la conformación de la red de Pedro (ejemplo de una red extendida), mientras que en el grafo 4 esta la representación de la red de Jorge (ejemplo de una red ramificada).

Pedro tiene 30 años, se identifica como hermano, y nació en la VI región. Actualmente trabaja en la academia en una universidad chilena, desempeñándose en labores de docencia e investigación. Las personas que componen su familia más extendida, son quienes están intermediados por un contacto que mantiene esa relación. Por ejemplo su madre, es la que mantiene el vínculo con su abuela materna, una tía y una prima de esa parte de la familia; y lo mismo sucede con el lado paterno. La forma de construir estos lazos, en su caso es por medio de un grupo nuclear muy consolidado, y otras personas (como las abuelas) que son parte de la extensión de la familia, y que dependen de una persona para estar más cerca de Pedro.

Pedro menciona que entre las costumbres de su hogar, se encuentra la navidad, en donde tienen que estar todos juntos. Por otro lado, Pedro diferencia entre su pareja cómo “su familia (…) es mi familia más cercana”, quien no aparece necesariamente vinculado a sus

padres y hermanos, a pesar del rol nuclear que él les entrega en su propia red.

Por otro lado, se presenta el caso de Jorge que es una red ramificada, y caracterizada sobre todo porque no tiene un núcleo tan centrado como Pedro, pero si mantiene ciertos nexos con personas más lejanas, pero que se encuentran intermediadas por otros actores quienes son los que mantienen ese lazo. Es una red más pequeña, y con menos extensiones entre los vínculos. Jorge tiene 26 años, y se considera sobre todo hijo, ya que en sus palabras “En relación con que es como la que tiene gran liderazgo dentro de mi familia, es mi mamá… yo creo que construimos nuestras posiciones en base a la posición de ella”. Sus vínculos no directos, no son tan lejanos, ya que se encuentran intermediados solo por uno o dos actores, lo que hace que a esta red la llamemos ramifi- cada y no extendida. Jorge concibe a su familia como “la gente con que yo vivo más mi papá, yo creo que ahí como lo fundamental es cuando mi papá va para la casa”, ya que a pesar de que sus padres se han separado hace poco, él mantiene visitas a su hogar, y eso lo posiciona en un lugar muy cercano para él, tal cómo se puede visualizar en su red familiar.

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Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 120 Grafo 4. Familia de Jorge.

4. Red familiar de centro-periferia

Por último, la cuarta tipología fue denominada red de “centro-periferia” (cinco de los entrevistados pertenecen a esta tipología, en donde tres de ellos son hombres y dos de ellas son mujeres). A diferencia de las otras redes, posee la menor densidad, con un promedio de 0,19 y una dispersión mayor a la del resto de las tipologías (DSV: 0,08).

Además, posee un promedio de 10,25 individuos en el tamaño de la red y tiene la particularidad de poseer un conjunto de componentes en su estructura (promedio de 4,25). Como se aprecia, una de las particularidades de su configuración es la cantidad de componentes y casos aislados que posee. Por ello, en esta red se aprecia un conjunto heterogéneo de actores que tradicionalmente no son considerados como miembros de las familias y que amplía la forma en que se conciben subjetivamente los vínculos de parentesco.

Marcela tiene 55 años, trabaja a medio tiempo en una institución, lo que le permité disponer más de sus horarios. Aún así forma parte de otros trabajos pequeños que le ocupan la otra mitad del tiempo, y ya esta considerando opciones para su jubilación. Ella tiene un rol muy importante en su familia, su centralidad se denota a primera vista, y es que ella a sus 55 años se representa en varias posiciones de

parentesco a la vez: mamá, esposa, hermana, tía y hasta hace poco, hija. Durante sus años de vida ella ha ido construyendo una gran cantidad de relaciones tan importantes para ella, que han pasado a formar parte de su red familiar. Algunos amigos, tíos y tías (“pasan a ser como parte de la familia de alguna manera”), que solo poseen vínculo con ella, por lo que son actores aislados de las demás personas de su familia más nuclear. A lo largo de la entrevista, varias veces vuelve a mencionar quienes componen esta red, por que para ella es importante no dejar a nadie a afuera, y considerarlos a todos. Marcela nos cuenta que incluso tiene una forma de distinguir al grupo más interconectado, de los demás, ya que “jugamos en la familia chica, eh, es divertido, porque nosotros tenemos nombres. Por ejemplo, decimos, a nosotros, los cinco o, hemos puesto nombres como el núcleo duro, y el resto es como la familia grande. Tenemos como nombres, núcleo duro o cosas así”. Por otro lado, el hecho de poseer tantos roles dentro de la misma red, hacen que ella se mantenga varias veces en conflicto con ella misma, ya que quiere (y no siempre puede) responder a las demandas de cuidados de parte de todos/as: “yo creo que el tema del conflicto de roles, o la cantidad de roles que asumí son unas cosas que hacen más difícil…

Que no me da tiempo, por ejemplo, para algunas prácticas que serían súper ricas”.

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Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 121 Grafo 5. Familia de Marcela.

Marcela considera así en su familia, no solo a quienes por lazo sanguíneo “debieran estar”, sino que también le entrega un rol importante en su vida a varios amigos que considera como un vincula más fuerte que solo ser parte de sus circulos de Amistad, llegando a ser familia. En otros casos, no veiamos la incorporación de los tíos o tías, por ejemplo, pero aquí si, son parte de su familia y ella menciona que siempre los ha considerado así.

DISCUSIÓN

En términos metodológicos, una de las particularidades del estudio es que permitió proponer una estrategia de análisis que transita de un levantamiento ego-alter a otro alter-alter. Sin embargo, una de las particularidades de este tipo de estrategia es que requiere que exista una relación que pueda ser inferida de los alteres nombrados por ego, situación que puede generar ciertas limitaciones en las mediciones de análisis de redes sociales dado que éstas pueden no ser evidentes. Aún así, realizar esta estrategia permite no solo aprovechar las métricas de redes sociales para explorar elementos estructurantes de las conformaciones de las redes sociales, sino que también optimiza tiempo para indagar con mayor profundidad en los aspectos cualitativos de la entrevista lo cual a su vez posibilita aproximarse al tipo de vínculo que se conforma, las características de

éste y el significado que los mismos actores le atribuyen a la relación. Aún así se propone a futuro, la realización de estudios similares que incorporen lo longitudinal, para dilucidar si es que ciertas dimensiones más estructurales, como el género, la clase, la edad o el trabajo se intersectan con las trayectorias y/o tipos de redes de parentesco a lo largo del tiempo.

De la misma forma, fue posible generar técnicas analíticas mixtas de investigación que permitieron conformar tipologías a través de las métricas de análisis de redes sociales que fueron contrastadas con las entrevistas en profundidad combinando la dimensión estruc- tural del análisis y el relato de los entrevistados. Esto nos permitió profundizar en la pertinencia de la construcción estructural y comprender los modos en que la red se configura.

En relación con la contrastación de las hipótesis planteadas a partir del marco teórico, podemos decir: En primer lugar, se comprobó que las redes familiares descritas por las mujeres entrevistadas denotan una mayor cohesión interna, en relaciones con las redes familiares descritas por los hombres.

Idea que ya había sido planteada por investigadoras como Yanagisako (1979) y Di Leonardo (1987). En segundo lugar, se evidencia por medio del análisis de redes, que existe cierta diversidad en la conformación de las formas familiares, construidas a partir de las estructuras de parentesco que la misma

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Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales 122 persona reconoce y define al momento de

decidir quiénes son parte de su familia. Esta estructura de parentesco, se pueden observar en las cuatro tipologías propuestas anteriormente, que hemos denominado: (1) camarillas, (2) cohesionada, (3) extendidas y/o ramificadas, (4) y centro-periferia. En cuanto a la descripción y el análisis de estas tipologías se podría extender a una mayor cantidad de dimensiones, estas son trabajadas en otros documentos (Gonzálvez, 2013, 2016a, 2016b; Gonzálvez & Ortiz, 2016; Ortiz

& Gonzálvez, 2016), de tal modo de concentrar en el presente artículo la problematización en torno a la noción de quienes son las familias en Santiago de Chile.

El análisis de cómo ciertas dimensiones claves de la vida social, como lo son el nivel de los cuidados incorporados en la constitución de las redes, o los lazos más emocionales, por ejemplo, van significando y cobrando relevancia en tanto incorporan la historia al mismo caso. Ello propone cómo desafío a futuro, no solo la indagación en casos en un momento en el tiempo, sino que también de carácter longitudinal y comparable de las dimensiones en la historia de una misma persona.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen a la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Chile, quién financió el estudio a través de los proyectos Fondecyt Iniciación N° 11121245

“Las familias en Chile: el trabajo de parentesco y la generación de constelaciones familiares” (2012-2015) y Fondecyt Regular N° 1160683: “Ser Mujer Mayor en Santiago de Chile. Organización social de los cuidados, feminización del envejecimiento y desigualdades acumuladas” (2016-2019).

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Remitido: 26-10-2017 Corregido: 09-02-2018 Aceptado: 09-03-2018

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