AÍiO II. SABADO
is
DE JDLIO DE1854.
núm. 38.Il n Dl u nBiwii
PERIODICO DE INTERESEr MORALES Y MATERIALES.
REDACTADO POR
(5). 'Qúicci y, TÍLx-ttt, (J)i '^uccii ^iom (3). £coucio
SE PUBLICA
TRES VECES AL MES.
PRECIOS DE SUSCRICION.—En Madrid, por un mes, 3 rs., por tresid. 8.
Enprovincias
, por tresid. 10. Ul¬
tramaryestrangero, por unaño, 50.—PUNTOS DE
SUSCRICION.—En Madrid: En la Redacción
,Plazuela de
San Ildefonso, número 1,cuarto cuarto; enlalibrería de Cuesta óen la de Bailly-Bailliere, y en la litografía de Mejía, calledeAtocha, num. 62.=Enprovincias en casa de los corresponsales en lospuntos enquelos hay,
ó girando jetra sobrecorreos áfavor del Administrador,D. L. F.Gallego,
encartafranca.
SOCIEDADDE MEDICINA VETERINARIA DE espas-\.
Sres. Redactoresde El Eco dela Feterinaria.
Muy
Sres. mios; Cuando seinstaló estasociedadsepropuso que se
revisarán
los Estatutos y propu¬sieran las modificaciones convenientes ; seautorizó para ello á la comisión administrativa,laquenombró
unadesu seno compuesta de D. Martin Grande, D.
TomásPardo,yel quesuscribe; estase hareunido y conferenciado, ha vislo las opiniones emitidas en la
■prensa
veterinaria, ha
entablado correspondenciacon algunosdignísimos
veterinarios queresidenen pro¬vincia, haoidoáalgun comisionado nombrado por los mismos y envista de todo acordó formularuna- basesgenerales en cuya redacción no ha tomado parte
el Sr. Grande
por hallarse ausente.Estas hasesfueron presentadas enjunta generas el 8 del corriente y se
dispuso
á propuesta de Don Pablo Guzman, que no sediscutieran,
atendido el corto número de socios presentesy laimportancia
delasunto y por indicación de D. Guillermo Sam- pedro, seacordóque se publicaran entodos los pe¬
riódicosdeVeterinaria para que elqueguste emita sobreellasuopinion, biendirigiéndoseálos mismos
periódicos
ó al secretario de la Academiapara que al reunirse de nuevo, cuando paseelrigor
de laes¬tación puedaprecederse contoda madurez.
En suconsecuencia
tengo
el honordedirigirme
á Vds. para que se sirvan insertaren su apreciable
periódico
lo que antecede ylas bases que seesprel
san á continuación:
academiaespadolade vetbriharia.
Baset
generales.
1.* Se
constituye
entodos losdominios deEspa¬
ña unaSociedad quellevará el nombre de Academia Veterinaria
Española.
2.» Esta corporación
estará formada
deveteri¬
narios que
hayan hecho
susestudios
encualquiera
de las escuelas del reino ó estranjerasyde los al-
béitares que
hayan obtenido
eltítulo de veterinarios
de 2.® clase.
3.° Elobjetode esta asociación es procurar los
adelantoscientíficos desusindividuos yla
adquisi¬
ción de los derechos que les corresponda.
á." Para loprimero se
publicarán
porcuentade
la misma:
y." Unestrado de los
periódicos
masnotables deveterinaria del estranjero.
2.° Los escritos teóricos y las
observaciones clí¬
nicas desusindividuos.
3.° El resultado de esperimentos hechos acerca denuevos medicamentos, de métodos operatorios
que
modifiquen
los antiguos ó decualquier
otro pun¬to
correspondiente
á la profesión.Para lo segundo representaráalgobierno sobre
aquellos
asuntos que sean de interéspara los aso¬ciados;esponiendo todas lasrazones en quese apo- .yc su
petición.
5.' La Academia se
compondrá de sócios resi¬
dentesen Madridy enlasprovincias.
6.® Lospsimeros constituyen la junta general
y deentre ellos se nombrarán los absolutamente necesarios para
el gobierno de la corporación. Los
segundosse entenderán con esteindividualmente
à no serque su
número llegue á cinco
en unmis¬
mopueblo, en cuyo caso
constituirán
unaacademia
de distrito que
trabajará
porsí;
perodando
cuenta á la de Madrid de todas sus operaciones, yrenii-
tiendo copias
de
sustrabajos.
7." Además de los socios indicados habrá cor¬
responsales en
el estranjero, nombrados á pròpues-
tadeun socio en
junta
general, yhonorarios
quenombrará la misma, pero
á
propuestade
lajunta
de gobierno.
8." Para losgastos de la Academia, cada socio, contribuirácon la cnota quese
acuerde.
9.* Los
elegidos
porprimera
vez nopodrán
es-m
4Jj ECO.Clisarse, pero en caso de
reelecciones
laadmisión
es voluntaria.10.' Estas bases una vez
aprobadas
se am¬pliarán
en unreglamento
y uno y otro sepodrán
variar, segiin las reglas que en estetíátirnosefijen.
Base transitoria. Has-a tanto que la Academia
pueda organizar
suspublicaciones,
sedirijirá
coneste objeto á todos los
periódicos
de veterinariaquese
publiquen
enMadrid, poniéndose de acuerdo'
consus editores.
Madrid 8 dejulio de
1854.—Tomás
Pardo.—Ra¬mon LlorenteLázaro.
Escuanto tengo el honor de participar
á Vds.
en consecuencia-de lo acordado.Sladçid 10. de jtriio
dal854.—RlíSecretario,^—Ra¬
mon Llorente Lázaro.
Reflexiowes àcebcadelos remitidos de D. Sera-
fio María yD. Joaquín Riü
(i).—Examen
delnum. 271 del Boletín de Veterinaria.
Cuando, despues
de
tantosaños de abatimiento jgMe
no interrumpidosdesengaños,
recobranueva,vjiilala Veterinaria
española,
ydesde laabandonada
Oscuridaden queyacia, se ve solicitada á
incorpo¬
rarsesobre el lecho ruinoso queocupaba para re-
•onqoistarsus anulados derechos, para procurarse, qp.jui, unaiexistenciaquejamás
conoció;
aldesper-^
tardesuletargo, muy natural parece que las cues-
t^OOes
se agrupen, quelos profesores difier'an
eaitremanera de verlas cosas, que se entablen
discusiones
animadas,y que, enúltimo término, to- dpsaspiremos á lo misipo, aun cuando el prismaá través del cual miramos' los
objetos,^sea distinto
Rara cada unodenosotros. Ko es
estraño,
no:, por-i^e
las necesidades son numerosas, yno esposiblequetodos los veteriuarios las
percibam
con una qiis-Wa iatonsidaJ.rPeroloque, enrealidad apenas pue¬
de concebirse, es que se insista todavía en afee- lar esa posición
ambigua é insostenible á
que, porsus anteceJénteSj ya bastante
públicos,
se encuen- forzosamenterelegados ciertos,hombros.
Así, quenosotros
escuchamos
cpnsatisfacción las
ftasQoes en que cada profesor apqya su
opinion,
yJips
vemos coa suma complacenciaagitar
setodos,
y llenos deun entusiasmoglorioso,
proponer,discu¬
tir, convenirse;porque estosupone
^nimaclon,
con- qipDciadplo justo y dignidad,sipndp bien
ciertoquela verdad délos hechos, por
o.cujta
que sehalle,
de resaltar brillante para convocar entorno suyo Àtodos los hombres de bien. La enoubiecta astucia, igM' el contrario,
alcanzará
un fin bastante triste, pero consiguiente á la especialcondición de los
çpmneones quecuenta.
ffeiy,
pues, quedistin£;uir
entodas las discusio-
ppsqué se
ofrecen dos especies de deseos:
el bueno, ítoesiempre
se muestrasencillo, comprensible
y^
rodeos, y elegoista, anunciado
constantementepor palabras misteriosas, de doble sentido,
yenvúél-
to éa reticencias y evasivas que por
ël,
monientofe
hacenintpenetrabiè á las miradas
pqcp escru¬tadoras. , '
Í.OS
spñores
RiuyMarin cólocados en elprimer
«ftsoj haÚ espresádo suscreencias 'eoa ana pureza áte sentímientoB quelos hohra sobremanera; y ental
«ku^epto,
nosotros quetro sornasab^ olutaraënte del
kfisino parecer queellos, vamos á
permitiraos ha¬
cerlesalgunas reflexionessobre ios puntos
más cul-:
Htínáhtésífue ban tocadoen sus escritos.
(1') ''Véase elnÚBi. as de Sí4ÏC0.
Elseñor Riu, guiado sin duda por susloables
tendencias á la conciliación, propone medios de avenencia entrelas dos academias proyectadas, que culo esencialsereducen á que seadmita á los al- béitares en la definitiva que se instalo, yá que se declare órganos oficialesde la misma, al Boletín y á El Eco. Reconoce, como nosotros lo hemos reco¬
nocido muchasveces, que hay albéitares benemé¬
ritos y distinguidos que merecían ingresar en la corporación; y
añade
quealgunos de ellos no cuen¬tan con suficientes recursos pecuniarios para re¬
validarse de veterinarios desegunda clase. Peroin¬
dudablementepreocupado el
señor
Riu con esa es-pansion desu generosidad, no ha tenido presente que en ningunacarrera ha habido tantas condes¬
cendencias como enla nuestra: que
ninguna
culpatenemos losveterinarios yalumnos de haberacome¬
tido el estudio de una ciencia erizada de dificulta¬
des, bajo condiciones
halagüeñas,
para que despuesenla práctica noshallemos contrariados por otros profesores, nacidos á la sombra de disposiciones abusivas, de que han
hecho
un instrumento de de¬fensa propia y deofensa universal á la Veterinaria.
No habrá tenido presentequela
próroga
concedidapor el,gobierno para que
ios albéitares
merecedoresvayan incorporándose
á la clase
que seles destina,de un lado, y
de
otrola
escelente determinación adoptadaporel.autor ó autores del pensamiento que los escluy.e del seno de la academiapropuesta;que
estas dos circustancias reunidas son por sí solas bastante
poderosas
para acelerar mucho esa íusioudeclases, quetanconveniente puede seral
bien
dela profesión. El argumento, de bastante validez,
que el
señor
Riu nos presenta,de
queexisten albéi¬
tares instruidos que
carecenfde intereses
parallegar
áserveterinarios,sedestruyebaio la consideración
de quetambién hay, enmayor número aun, alum¬
nos muyhonrados, muy
estudiosos
y muysobresa¬
lientes, á quienes les es
forzoso
esperaralgunos
añosparareunir la cantidadnecesaria al depósito de
su reválida, y se ven
prescisados
á permanecer en lainacción desesperada, despuésde concluida
sucarrera, hasta que llega
el dia íçliz de
su lecep- cion; dia precursor conmucha frecuencia de
otros sinsabores sin cuento,debidos á la existencia de ios albéitares. ysi
tampoco queremosperder de vista
quemuchos
veterinarios anteriores al reglameiilb
de 1847 é infinitos de segunda
clase
se encuentrapenidéntico caso
respectivamente, el Sr. Riu
se com¬padecerá,
comonosotros,de seihejantes" desgracias.
Si en nuestra mano estuviera dar á esos albéitares el
premio
que susesfuerzos reclaman,
conla mejor
voluntad enjugaríamos sus
justas lágrimas^
mas. en laimposibilidad
dehacerlo,
no nosqueda
otrodcl^
queel
de
evitar que, por unamedida de compasión particular,
seprolongue la situación lamentable
en que nos vemos, y deabusoenabuso, de tolerancia
en tolerancia caminemos inevitabiemenle hácia k
perdición
de laVeterinaria
Jde
susverdaderos,_ hi¬
jos..—En lo querespecta
á la adopci,on del Boletín
^de El Eco para
répresentár oficialmente á la acade¬
mia, solo tenemos que esponef
nuestra absoluta in-
ditereucia háiíiacualquiera
determinación
que sead-
lepita, ylo embarazoso,que.
seria
piraiaxorporacion
el babpr de dirigirse
simultáneamente
%dos
dicos.
ÉlSr. Mafin,
sorprendido
porla palabra comité,
vertida enel Bolelin para manifestar
á
unsuscritor
de
dichp, pepiódico
que susredactpres bahian
conse¬guido
la' autorizacion legal
paraconstituirle; abru¬
mado, con razón, pór-él
carg.l'que á los profesores
resultaba y
á la
prensaveterinaria de nonabdr-aco-
DE LA VETERINARIA. 155
gido este
pensamieftto, pide esplicaciones serias
ácerca de lo que
haya
enel
asuntoá las redacciones
delBoletínyde El
Éco. Pero connamos
en quedes¬
vanecerácuantas dudasabrigue
después de oirnos.
No existe, Sr. Marin, semejante
autorización le¬
gal para
constituir el comité,
pormas queasí
sede¬
duzcarigorosamente
de las espresiones escritas en
el número28 del Boletínde Veterinaria. Lo que
sí
hayes elpermiso competente
paraformar la socie¬
dad demedicina Veterinaria deEspaña; y es
positivo
que estas
dos corporaciones
son muydistintas entre
si. Entiéndalo como gusteel Sr.
D. Victor Marqui-
nes
(l), ello
no es exacto; y auncuando
acasono
falte un
profesor
que,despues de esta aseveración
nuestra, vea en la contestación del Boletin al
subde¬
legado de
Pozoblanco
undoble juego de palabras,
empleadas con
determinado fin,
no por esohemos
úe ser todos tanligerosen nuestro
juicio;
quenoestá
lahEDACCiON DEL BOLETIN en la
obligación precisa de
conoceráciencia cierta la
propiedad de las
vócésde
que haceuso. Es verdadquelaequivocación
erade tras- '
cendencía; ]pevotodos
tenemosnuestrospecadillos,
como dijoenotraocasión el Boletin.—Ahora,
conrelación
alproyecto
de formación de
uncomité,
quepresenta
el Sr. Marin, creemosútilá los intereses de los ve¬
terinarios el esperar un poco mas para
decidir;
es necesario novolar enpos deilusiones,
cuyoresal¬
tado final sería envanecer con un titulo mas á cier¬
taspersonas; y
la Veterinaria española
sehalla
enel
caso deno dar un paso en vago. Tal vez en
el pró¬
ximo númeronos ocupemosde este asunto.
En cuantoá la facilidadconqueel Sr.
Marin
cree puedetenerse conocimiento de la riqueza-pecuaria
nacional, habiendo ya contestado la Redacción
del
Boletín INDIRECTAMENTEy
pai'eciéudonos
queel señor
Marin tendrá armassuficientes para responder con acierto á los Sres. Casas y Sampedro, nos
dispen¬
samos deemitir nuestro parecer.
Además
espunto
que no no-;
tocaba ventilar, sino á los mencionados
redaclorés.
Vengamosya
al Boletin.
Bajo el
epígrafe ARREGLO DE PARTIDOS,
losSres. Casas y Sampedro sehan
servido escribir
un ai'tíeulo, que tiene por objeto consignar la estensa serie de obstáculos que se oponen-ála formación dedicho arregloen Veterin ,ria. Bien quefuesecierto
(que
nolo suponemos)
cuantola redacción del Boletin
espone, no podríamos comprender
qué
finplausi¬
blese propuso
al escribir del modo
quelo ha hecho,
proporcionando datos muy importan'es, enla
apa rienda, á losenemigos de nuestro bienestar; peroencontramos en e- articulo ura contestación indi¬
recta al comunicado de D. Serapio Marin, y asi lo comprendemostodo
Trascribiremosintegro el
articulo
encuestión, para que nuestroslectorespuedan juzgarle cualme¬rece; y sololo haremos, por notas, unas breves ob¬
servaciones.
Escomo sigue.
•Sinentrarenla cuestión, bastantedisputable, desien veterinaria serianmaspreferibles los partidos abiertosque losconocidos con el nombre de cerrados, y si en anos masque en otros tcndrian mas ventajas los profesores, pues hay razonestan poderosas como concluyentes para sosténcrambos modosde pensar(a), nos limitaremos hoy
á losinconvenienteíquesepresentan, porahora,paraque el arreglo de partidosse hagaconaquel tino, circunsp'ftc- cion; celeridad y copiade datos que sonindispensablesen asuntosdetanta trascendencia.
Aprimera vistaparece que el arreglo de partidospara
(11 Boletin de Veterinaria, núm. 271, pág. 325.
(á) lisimpo'sible'queasi sueeda.
el ejercicio de la veterinaria, debesertan sencillo,tan fá¬
cily tan ejecutivo como ha podido serlo el de medicina, cirujíay farmacia;masla cosa noes así,seencuentramuy distante hasta del parecido; hay unadiferencia enorme
entreambosejercicios bajo muchosconceptos; es un ver¬
dadero error, una preocupación hija de imaginaciones prevenidascon elmejor y maslaudablede.seo, de mirar
elasunto muy superflcialmente, el considerarlo ycreerlo
deotro modo. Para elarreglo departidosenel ejercicio de
las cienciasmédicas,yadecretado,no sulose teníanan¬
tecedentes muypreciosos é instructivos desde muyanti¬
guo, formandoun espediente bastante voluminoso, sino quecostaba muy poco trabajo la division de clases, to¬
mando portipo, base ónormael número de habitantesen las poblaciones. Lo demás, teniéndosepresentelas cate¬
gorías de losqueá la cienciadecurará laespecie humana
se dedican, era una consecuencia natural, racional, de fá¬
cilsolucióny quede porsi indicaba lasana y severaló¬
gica (b).
Nada deesto sucede en veterinaria: todoesnuevo, no existeelmenorantecedente, nohay nitamasmínimaidea que pueda servir deDase, donormaó depunto de par¬
tida parael
arreglo
que semedita
y que seansia
llevará cumplido y debido efecto. Solose poseen hechos genera¬les, datoscomunes aplicables á todo,pero que en rigor de
nada sirven cuando se piensa formular su aplicaciónal ejercicio de la veterinaria. Esservir de base la estadísticapecuaria,verdadquequela administra¬se dice
pue^'
ción y el Gobierno poseenanualmente y sobre la que se
imponela contribución de ganadería, cual se hace"conla del cultivo.Imposibleparecehaya profesoresquepública,
rá-rntearriesgueni.leas deestanaturaleza (íninguno nos
dirigimos en particular) (c),que no haya reftexionadolo»
inconvenientes queestopr-sonta y que estén persuadidos dela verdad, certeza y realidad delo que proponen. Si así fuera, si japr;ícticano lo desmiatieiaácadapaso., pos atreveríamos ádecir: el arreglo departidos en veterina¬
riaesmuchísimo masfácil yejetirtivoque elde medici¬
na, cÂrujiayfarmacia (d).
, Es cierto quela administracióny el Gobiernoposeen
laestadística del cultivo y ganaderíay que según esta se hacenlasderramas; pero muypocos sonlosque ignoran
cómo seformadicha estadísticayla veracidad que enella cxisle; ademásquela de ganaderíaes independiente de íá del cultivo yenesta casualmenteestán inclusosel mayoí número delosanimalesque handeconstitiúr Ja
verdadéíá
ostadística paraelejercicio de laveterinaria y conáplióá- cion directaalarreglo de partidosenestemismoejérCició.
lina de las corporaciones que mas interés tiene enposeer unaestadística exactade una parte de la ganadería qúfe poseenlos inscritos enella, es la Asociación general dfe ganaderos del reino, respectoal ganadolanar, seatrashu¬
mante, sea trastcrminaiite, óseaestante; yes cosa.bieu sabida que laqueposee estan inexactacomo incompleta,
por motivostambién conocidos. Lo mismo le sucedealGo¬
bierno respectoá larazacaballar. No es menoscierta,lo quetienenque investigar liisescrituradosen los pueblos
conpartido cerradoy que se lés abonauntanto por.cada caballeria mayorómenor, parapoder formarla estadísti¬
ca parcialybien corta en laépoca do la cobranza y las disputas que seentablansobro si el animal.-IdB escerril ó está domado.Luego siestosucede, sitalcosa sepalpa,
¿habrá quiensea capaz de dúcir que la formación de la estadística, existe, ó que délo contrario es fácil oBfè- nerla? (e)
Jlasnoes estesolo el inconveniente, hayotrosmasp'd- derosos quedificultan el arregid dé paTtidos eoveteringi- riatanprontocomo secree, sequierey se desea. I.°P(lj
(b) Razonamiento
que aterraá
quien no lo entienda.Jamás ha habido en Medicina humánalos dalos oxaet»»
que se requerían (que son los verdaderos antecede^tai preciosospor
eseelenoia)
;y noobstantese decretóel ar¬reglo.
(c) No cabe
duda
que á 1). SerapioMarin, que es«l que.loha dicho.(d) Almenos, no es masdifícil, porque el dato funda¬
mentales en unayotras facultadessoloaproximado, (é) Tampocoexisteunverdaderocensoidck.poblaaion
ysin embargo así ha pasado.
156 EL ECO
elganado mularno debepagarselo mismoque por
el
ca¬ballary asnal, ni ninguno de ellos como
el
vacuno.2.°
Los cerriles habrá casos en que deban ser escluidos y otrosincluidos. S." Determinar en qué circunstancias y bajo qué condiciones deben comprenderse
los ganados de
cerda, lanar, cabrío y aves de corral. 4.° Considerarel
número de yuntas, seade muías, bueyes,ó asnos ó dolas
diferentesclases departidos. 5.° Tenermuypresentepara fijar la dotación, si lienen costumbre ó «ode herrará
los
animales,enquéépoca y de cuántosremos, asi comoel precio común áquesuelen pagarselas
herraduras. fi.° Si
será conveniente c no lijar el precio del herrage, lo que indispensablemente tiene quevariarsegún las provincias
y aun distritos. 7.° Si enel punto en queexista un pro¬
fesortitular, podrá permitirse ó prohibirsequeotrose es¬
tablezca, y en el primer caso bajo qué bases lo deberá
verificar, ti." No olvidar que con lo que los labradores y particulares deban contribuir para la asistencia de sus animales, no esdablesesostenga un profesor, que¡Kicda Satisfacer con estaremuneración susnecesidades, dcbieii"
dotenerse paraello muypresenteloquelepueda produ¬
cir el herrado. 9.° Queen el sistema actualno selepue¬
daprohibir ànadie el ejercicio-de unaciencia paraelque estacompetentementeautorizado; y quesi va áunpueblo
dondehayaun titularyrebaja el herrado, marchándose
loslabradoresconélparaesto, habría queobligar á aquel
parala curación, cualseha comprometido, resultando de aqui queeste viviráy aquelno podrá subsistir(/).
Estas Yotrascosasmil que nohacemos mas que indi¬
car; deben tenersemuy presentesparael arreglo i'epar¬
tidos á que nosreferimos, siendo fácil conocer quepara ello serequiere tiempoymultitud de datosqueno se po¬
seen, sies q'uese ha de formarunarreglo como es debi¬
do, pues para que seamalomas vale no tenerle. Estas y otrasrazones fueronlas que obligaronáno poder incluir
ála Veterinaria enelarreglo del ejercicio de la medicina, cirujía y farmacia {g). L. tí.»
lIJËjfllXlUO.
Sres. Redactores del Ecode laVeterinaria.
En concepto de los muchos y gravísimoserroresque aparecieron en el número 267 del Bolelin en su úliimo artículo, dando lugará la crítica queapaiecid enelEco firmada porel Sr.
Prieto
y Pr.eto, me halloenelcaso de manifestar por este conducto y el del Boletín, que di¬chos errores nofueron causa del autor,comoasí consta eneloriginalqueobraénla redacción del anté dichope¬
riódico.—Por consiguiente he determinado se haga pú¬
blica la siguiente
FE DE ERRATAS.
Ptíg. Lin. Dice. Léase.
255 19 tan son
257 5 defensora defensores
Id. 14 escepciones percepciones
Id. 17 la al
239 19 formadores fundadores
240 14 declamar reclamar
Obreen juicio de silepsis.
Eegenio Fernandez Isasmendi.
(/)
Faltatambién
enla especie humana
una estadl-ticadelosuiüos,niñas, solteros, solteras, casados, casatlas, viudos, viudas,jóvenes, viejos, trabajado:es y acomoda¬
dos detodas clases, etc., etc., que tanta luzpodia"arro¬
jar, respecto á cad.i
población,
p.u-aelmasacertailoarre¬glo departidos médicos; y contodo se llevó á efecto. Se necesitaba saber tantascosas! Porejemplo, los climas, los
añosquehabían deserbuenos ó malos.... Causa asombro
lo que se necesitabasaber!—Porlo queconcierne al her¬
rado, señoresredactores del Bolelin, apenas llegaríamos
4 entendernos: creemosquedebeser escluido completísi-
mameuledelarreglo que seintenta.
(p) Basteyadepormenoresbuscadosdeintento, y que solopueden servirparaagrupar inconvenientes contra el arreglo que ansiamos. Los veterinarios fallarán sobre la oportunidad del articuloqueel Boletínpublica.
MEMORIA
sobre el estado actual de los caballos de nuestro
ejército, y medios de mejorarlos.
{Continuación.)
Cualidadesque
deben' hallarse
en nuestroscaballos
de
ejército.
No es mi ánimo entrarde lleno enlodos los por¬
menores déla ciencia-, esto seria
superior
ámis
fuerzas, solo me propongodiscutiry aclarar aque¬llospuntos que maspueden
influir
en elobjeto
quemepropongo,que es
la adquisición de buenos caballos
para el ejército.
Está
enla
manodel hombre el for¬
marlos y aun
moderarlos á
su gusto,siempre
quesu multiplicaciónyeducación
no sedeje abandonada al
acaso; mas para esto antes
hará
unestudio detenido
delosdefectosde que ahora adolezcanyde las
cuali¬
dades tanto
generales
comoparticulares
que sehan
de hallaren ellos según el destino
especial
para quese les reserve.
No queremos
en'los caballos de ejército las
pro¬porciones geométricas llevadas á la exageración, quedénse
enhora buena
paralos de lujo ó de
re¬creo. No hay
belleza absoluta
en"dichos animales,
sino relativa al destino, siendo un axioma científico
que
han de
sertales los caballos,
que sufísico
ysu moral han de estar enrelacióncon el servicio queselesexige, y
siendo
enlos de
tropa tanvariadas
como diremos las situaciones de su vida, tanto en
guarnicióncomo en
las marchas, maniobras
y cam¬pos
de batalla, piden de
partede
susórganos prin¬
cipales unconcurso
de poderosas acciones. Busca¬
remos por
base la anatomía;
estoes, quelas partes
desucuerpo
han de ofrecer
unconjunto
que cons¬tituya la armonía
de las regiones tomadas
en masa, sobre todoen su pecho yvientre,
que son los que garantizan elvigor
delos órganos
queencierran
aquellas cavidades, porque nohay fuerza ni dura¬
ción, si ellasno ejercenlibrey desembarazadamen¬
te susfunciones. De modoque los
caballos
deejér¬
cito además de sucompleta
salud han de presentar
una estructura sólida en su armazón huesosa ó es¬
queleto, y en
relación
conlas potencias motrices
quesonlós músculos; los que
ahora
tenemos son defec¬tuososen muchas partes desu cuerpo, y no son los
mas
ajitos
parael servicio militar
quedebieran des¬
empeñar
cumplidamente. En primer lugar,
su co¬lumna vertebral óespinazo no es la mas
apropiada
paralacarga porque es
encorvada ó cóncava
endor¬
soylomos
presentando la figura
queles da el
nom¬bre de ensillados;en losquesi bien
el
ginete sesien¬ta cómodamente, nopueden por algun tiempo llevar
mucha carga, seestropean pronto, y comoaguantan
el pesodel ginete,
silla
yalgo de equipaje
seinuti¬
lizan antesy
pierden
confuciladad los aplomos. Aten¬
diendo á e.sta conformación particular son maspro¬
pios para
el tiro;
en estelos caballos
sefatigan
me¬nosporque
el
juigode
susmúsculos
esmaslibre
ensus movimientos. El mulo y asno son mas
idóneos
parael peso, porquesu
espinazo
es convexoó
ar¬queado, por lo que
puede duplicar
sufuerza
muscu¬lar, mientrasquela disposición
contraria de nuestro
caballo nosdáunajusta idea desu pocoaguante.
Los
movimientos progresivos de
todos los animales
se operan confuerza
ydesahogo si
sonejecutados
enel
sentido dela dirección del
espinazo,
esdecir hácia
adelante, las direccionesla'erales son mas penosas, y sobre
todo si
caeel animal
eninanos
torpesé in¬
hábiles, las dos cosas ocurren en
las maniobras de
caballería. Elcaballo
español
engeneral adolece de
DE LA VETERNAEIA. 137
algunos defectos enlos
huesos de las estremidades:
enprimer lugar, en
el brazo
yantebrazo
soncortos
y
forman ángulos bastante abiertos, lo
queentor¬
pece sus
movimientos
y causan yfatigan antes al
animal; también la cuartilla es larga ycontribuye
à dar el mismoresultado, si bienproporciona al gi-
nete movimientos suave. La impulsion mas
fuerte
deltroncobáciaadelantees
producida
porlas
par¬tesposteriores,
principalmente
porlos corvejones,
que sonlas
regiones
queimprimen
masfuerza
entoda
dirección, seresienten prontoy suelen ser
el asien¬
tode bastantes males, reconocidosporlas deformi¬
dades que sobrevienen,
principalmente
porla mala confonnaçion
enlaestructurasuperior del-cuerpo. Si
paramos la
consideración
enel sistema muscular de
nuestroscaballos,veremos que despues desudebili¬
dad,no están en armoníaconlaspalancas queban de
moversobre todo enlasestremidades.La reunionde todas estasmalascircunstancias nos dará una justa idea de lasincomodidadesy trabajosque
esperimen-
tan los caballos de ejército.
Es
necesarioconvencer»se de que estos
desempeñan
unoficio
muy penoso, y por tantonos obliga á redoblar nuestroscuidados
para adquirirun buen caballo para el
servicio
mili¬tar; loquesepuede conseguir si ponemos en
planta
con inteligencia y perseverante tesónlos
medios
que la ciencia coloca enpoder del hombre.Despues
de corregidasudefectuosaorganización,
han de reunir estas cualidades comunesy especiales
según hayan deemplearse para caballería de línea
ó ligera: ambos han deserfáciles demantener, poco delicados enla elección de los alimientos y bebida,
nohan de comer con lentitud,yáestaspropiedades
han de reunirvigor, energía, facilidady
ligereza
en los movimientos, ser sanos ysin tacha sobre todo.enlos miembros,y que disfrutende buena vista.Los de caballería ligeraque
obran
aisladamente encargadosde observar, inquietar, sorprender y perseguir al enemigo, y aun evitarlo con presteza, no deben ser de gran talla ni pesados, perosi de gran ligereza y flexibdidad, sobrios, atrevidos, adiestrados é infati¬
gables. Serán deun gran mérito si aaadep á estas sobresalientes condicionesunasumadocilidad yobe¬
diencia.
Loscaballosde línea no necesitan tanta ligereza
en sus movimientos, ni hermosura en sus formas exteriores, pero sí fuerza y
desarrollo
muscularensus miembros, deninguna manera la finura de los
anteriores ; el volumen de sus potencias
motrices
presentarán cuantaenérgía
yaptitud
sean necesa¬rias
ásoportar
untrabajo
penoso ysostenido. Obran¬domaspor la pesadezdesu masa que por la
rápidez
yprecisionde sumovimiento, serán deuna tallamas elevada que los ligeros, y de un cuerpo
fornido
y resistente.Tales debenser los caballos para el ejércitose¬
gún sean para
caballería de línea ó ligera:
aunque parael tirose emplea el ganado mular, se conseguírá cáballoapropósito si el hombrese propone y sabe
combinar simultáneamente la acción de los grandes modificadores del organismo animalque son, clima, alimento ycruzamiento,, sin olvidar la influencia de que dispone conla educaciónen su parte moral é
instintiva.
(Se continuará.)
PATOLOGIV Y TERAPEUTICA.
Estudios
prácticos, investigaciones
ydisensiones
sobre la eastracion de las vacas, por M. Pierre Charlier,médicoveterinario enReims
(Francia).
(Traducción (le D" Domingo Ruiz Gonzalez, veterinario de 1."clase).
(Continuación).
1.° Prolonga la
secreción
lechosa y aumentala
rentaanual de la leche.
Para probar esta
primera
aserción,espondré
desde luego la opinion
de
mis predecesore.s, basadasobre una série de hechos cuya autenticidad está
fuera de duda; citarédespues otros que me son
propios,
apoyándoles certificados de
los propie¬tarios, con la legalización délas autoridades admi¬
nistrativas; por
último estableceré
porcifras
un pa¬raleloentre el
producto de las
vacas no castradasy el de las quehan sufrido la operación.M. Levrat deLausarue, refiere que M. Yranci- llon-Michaud, agrónomo distinguido del canton de Vaud, ha calculado, según la indicación de losre¬
gistros desn vaquería,(tquelasvacascastradas anual¬
mente producen durante losdos primeros
años,
deunacuarta áunatercerapartemas de
lo
quedaban los añosprecedentes, antes deser castradas.»Habiendo producido todos los esperimentos de
M. Levrat el mismo resultado, no ha tenido incon¬
venienteestehábil
práctico
enadmitir
conM. Fran-
cillon, «que, en la vaca castrada, hay una tercera partede aumento en la renta anual delaleche.»M. Régere de Burdeos dice;
«El sostenimiento de la secreción de la leche en
«los objetosde las cincoobservaciones que
preceden
«viene á confirmar lo que ya hablayo reconocido;
«esdecir que lasvacas castradas dan sin interrup-
«ciondespues del
procedimiento,
unacantidad, por»lo menosdoble de la ordinaria que daban los años
«precedentes: y según las investigaciones que he
«hecho desde que comencé á tantear estos espe-
«rimentos hasta el dia,este cálculo esmuyexacto.»
En fin, M. Morin, veterinario del dépósito na¬
cional de Langonet, en las conclusiones de su No¬
ticia sobre la castración de las vacas,
publicada
enPontivy
apoyada
con untestimonioy unprefacio
deM.
Ephrem
Novuël, directordeparadas,
dice:«Despues
délo queprecede esconstanteé irre¬futable;
«Que lavaca castrada treinta ó cuarenta dias
«despues del parto, ó bien cuando dá lamayor can-
«tidad de leche posible,
conti'mía
produciendo, sino«todasuvida al menos por muchos
años,
la misma«cantidad deleche, y algunas veces mas que cuan-
«do sufrió laoperación.»
Unicamente M. Roche-Lubin, no participa de
esta opinion. jCon todo,,quiero
combatirle
con sus mismas armas, manifestando y analizando los he¬chos que hapublicado.
«Primer hecho.—Vaca auverniana, edad cuatro
«años,
pertenecienteá M. Pages el
mayor,daba
por término medio 9 litros de leche, lo mismo los dias«detrabajo.
Parió felizmente
yporsijgunda
vez,el
«27 deagostode 1838.
E127
desetiembre
siguiente«se castró, segúnel procedimiento Levrat de Lau-
«sarne.»
«Enteramente nuevoenla
práctica de
esta ope-«racion, la
prolongué
demasiado; sobrevino unape-«ritonitis muyintensa, que noobstante cedió á un
«tratamientometódico. Treinta y
cinco
diasdespues
«daba10 litros de leche.»
158 EL ECO
«Esla mismacantidad variópoco por
espacio de
«ocho meses consecutivos, esceptuando
ocho dias
«consagrados á
las
sementeras.Hácia la primera
«quincena
del
noveno mes, seobservó
unaligera
«disminución, aunquela vaca, como la
de
queha-
«blarémasadelante,
vivió
siempre enlas mejores
«condicioneshigiénicas.»
«Esta disminuciónhaciéndase cadavez mas sen-
«sible, llegóhasta 4 litros
al fin del décimo
mes.«Cinco mesesdespues, se
entregó al carnicero
en«un estadopróximo
á
laobesidad.»
«La calidad de laleche no sufrió modificación
«alguna importante;
la
vaca novolvió á
estar en«celo.»
Ochomeses deleche, á 10 li¬
tros,hacen 2,400 litros.
Del octavo alfin del décimo mes, teriuino medio en¬
tre4 y 10 litros, 7 litros
por dia.
420
Por las cinco semanas ulti¬
mas, treinta dias á 4 li¬
tros 152
Total. . . . 2,972 litros.
((Segundo
Itecho.—Yacu
auverniana,edad seis
«anos,perteneciente
á M. Pages
menor, erabuena
«lechera, aunque
animosa
paraeltrabajo.
Paiip el
«20 de setiemijre' de 1838, y
fué
castradael 28 de
«octubresiguiente. En el mismo diá, lijeros
dolores
«colicuativos: á loscuatro sometida ásuprimer ré-
«gimen,
dió
lamisma cantidad de leche
quela
ante-»víspera dedo lacastración
(12 litros.)»
«Esta misma cantidad no ha variado durante
»diezmesesysiete dias;perocuarentadias despues,
«disminuyó
sensiblemente, y sesentadias
mas tar-«de, habiendo llegado al estado de
obesidad,
se en-«tregó en la
carnicería.»
«Se notó que
el
masligero trabajo la fatigaba,y
»no volvió átrabajar; su leche era. muy
butirosa.
«Manifestóalgunos deseos
del macho.»
Diez mesesy
siete dias, á 12
litres por
dia, hacen.
. .3,672 litròs.
Durante, los cien dias quesi¬
guen,
suponiendo
quela le- chedisniinuyólamitad, tér¬mino medio,tenemos aun. 600
Total. . . . 4,272 litros.
«Tercer hecho.—Nulo;lavacamurió al quinto dia
«de ia operación.»
((Cuartohecho^—Vaca auverniana, edad 3 años,
»perteneciente á M, Bonnet, parió
por primeravez«el 2 de
abrii
de1840; al octavo dia daba 12 litrosde«leche.»
«El 24 de abrilsufrió lacastración; durantecua-
»tro dias iluminación, anorexia, ordeñáü'dolapro-
sporcionó 2 litrosde leche muy serosa; medicación
«antiflogística;el 6 demayo volvió ásu antiguo
ré-
«gimen y daba 14litros deleche.
«Esta cantidadvariópoco hasta el primero deoc-
»tttbre siguiente:elsegundo dia de lasementera tu-
»vo necesidad deentrar enelestablo, estaba
fatigo-
asa;desde entonces
disminuyó
sensiblemente lase-«crecion láctea y seVendió en muy
buen estado de
xgordura.y)«La calidad desu lecheno presentó alteración
«alguna,
novolvió átenercalores.»Ciento cincuentadias á 14litros. . 2,100 litros.
M. Roche-Luhin, nodice en que
época fué
ven¬dida la vaca,y me esdifícil establecer otros
cálculos.
Por lo tantome contentaré con hacerobservarque esta cifra de2,100 litros obtenidosencinco meses,
eseltérmino medio de lo que dan anualmente
las
buenasvacas lecheras quecrian, y que laresno
ha
debido cesarbruscamentede darsus14 litros.
Tres meses po¿'lo menos
han sido necesarios
para agotarse, y
poniéndoles
portérmino medio á
lamitad del producto,- esdecir, á siete litros por dia,lo que no esexagerado, porque si
hácia el fin
no dió mas qi:e tres ó cuatro litros, en el
principio
de la disminución dió mas de 7; hay que
aña¬
dir 630 litros, lo que
forma
untotal
de2,750
litros.
«Quinto 4ec/io.=Vaca auverniana, edad
diez años,
«perteneciente á M. Puyol, daba
portérmino
me-».dio 11 litros de leche, trabajaba poco;
parió
por«sesta vezel 20 de mayo de
1842.»
«Castrada el24 dejunio siguiente,
dió
pocosdias
«despues 17litros de leche: esta
cantidad
semantu-»vo así por sesenta y tres
dias,
ydescendió á 9 li-
«tros enel intérvalo de veinte y
ocho dias, á
pesar«de todos los cuidados posibles.»
«Esta última cantidad ha sido- la misma por
«espacio de seis meses y once
dias; desde esta
«época
empezó á suprimit
sela secreción insensi-
«blemente yfué entregada al carnicero en un
estado
«de obesidad.
«Lacantidad desu leche fuésiempre la
misma;
«dió algunos
signos de calores.»
Sesenta ytres
dias á 17
litrospor dia
1,074 litros
Veinte yocho dias, término
medio entre 9 y17 litros
por dia 364
eis meses y once dias á 9
Sfitros por dia
1,719
Total. ; . . 3,154 litros.
M. Roche-Lubin no dicetampocoen qué tiem¬
po
fué vendida
esta vaca; pero como indica quela
secreción sefué suprimiendogradualmente,
pode-
mos^suponer que enlos ochp dias
quecompletan
suaño delactación,
época
aproximadaenquedebióser
entregada
á lacarnicería, dió, término medio, 4 litros pordia,
y tendremos 320 litros mas, que unidos á los 3,154, hacen 3,474 litros.aSesio
4ec4o.=:Nulo;
M. Roche-Lubin mandó«matarlavaca.»
«Sédmohecho—Vaca
procedente
de madresuiza,
«edad cuatro
años,
perteneciente áM. Laure: pa-«rió porsegunda vezel i.® demarzo de 1843, el aparto
fué laborioso.»
«Sin
embargo, quince dias despues, daba 10 li-
atrosde leche; duranteeste intervalo fué afectada
»deuna oftalmía internaque
terminó
porla pérdida
«total de ia vista.»
«Esteaccidente decidió al
propietario á hacerla
«castrar; y ejecutéesta operación el 30
del mismo
«mes.»
«El 5 deabril daba 11 litros, y esta
cantidad
no»ha variadohastael 3 de setiembre siguiente: apro-
«ximándose al estado de obesidad,
disminuyó la
«secreción insensiblemente y se
vendió al carni-
acero.»
«Esta vaca noha sentido íavueíta del celo',la ca-
«lidad de su leche ha sido la misma.»