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Santiago Segurola como arquitecto de la sección de deportes de El País

3.1. LA PERIODÍSTICA DEL DEPORTE

3.2.2. Santiago Segurola como arquitecto de la sección de deportes de El País

La figura de Santiago Segurola fue protagónica en la concepción de una nueva sección de deportes fresca y dinámica que irrumpió con fuerza dentro del panorama periodístico nacional e internacional. El estilo de la sección se desarrolló por contagio. “Funcionó tan bien el experimento que a mí me generó un problema muy serio. El director de El País, Javier Moreno, me pidió que hiciera lo mismo en Cultura en 2006. Fue imposible y me marché”, asevera. Antes del nombramiento como jefe de deportes hubo la votación no vinculante en la que ejerce el voto todo el periódico. “El director Ceberio estaba preocupado porque igual no saldría. Saqué el doble de votos favorables. Otros barrían en estas votaciones. Comprendo que hubiera gente que pensara que yo no tenía las dotes para ser director. Siempre he sido muy heterodoxo para hacer las cosas”,

184 explica Segurola.148 Como jefe de sección entre 1999 y 2006 Santiago Segurola estableció las líneas maestras que convirtieron a la sección de deportes de El País en uno de los máximos exponentes del periodismo deportivo de calidad en habla castellana:

1- Desburocratización y estilo propio en la sección

La cláusula que le puso Santiago Segurola al director Ceberio cuando le nombró jefe es que no iba a ocuparse de los asuntos burocráticos. “No me gusta estar pendiente de la administración y de las quejas. Siempre ha habido muchos prejuicios en torno a mí. No fue una decisión muy bien recibida en la redacción al principio. No era un prototípico jefe. Me aburría la redacción. La veía muchas veces como un lugar burocrático, donde se hacían carreras un poco falsas, donde era más importante estar al lado del jefe que tener sentido periodístico”, asevera.149 Advirtió a Ceberio que necesitaba una regeneración: “No voy a estar pendiente de la libranzas, no soy ordenado ni me gusta estar apuntando. Nada de administración. Lo que sí creo que te puedo ofrecer y hacer es darle un estilo, sí te puedo generar lo que a mí me parece que debería ser una sección”.

Curiosamente cuando más crónicas escribió Segurola fue como jefe de sección. “Eso indica que fui un gran jefe, ya que una de las pequeñas licencias que se les concede a los periodistas populares o conocidos es escribir menos. Eso puede ser la muerte para un periodista. Pasa de hacer crónicas y reportajes a una situación novedosa de dirigir una sección donde se tiene que ocupar de todo lo cotidiano que está en la periferia del periodismo: atender a las reclamaciones, a las ambiciones de los compañeros, a los teléfonos y estar en reuniones mañana y noche. Toda esa burocracia, que es brutal, impide que se pueda escribir. Por eso la mayoría de los grandes columnistas que han sido redactores jefes de El País desaparecen al no tener tiempo para escribir. Me

148 Entrevista en profundidad a Santiago Segurola en febrero de 2018

149 Ibid.

185 permitió algo que sería destacable y es que en los años que más me tenía que dedicar a la burocracia fue en los que más escribí”, explica.150

2- Fusión de las redacciones de Madrid y Barcelona y apuesta por la filosofía del cruyffismo

Una de las propuestas de Segurola fue ofrecer alternativas a una sección que estaba muy dividida entre las redacciones de Madrid y Barcelona: “Madrid y Barcelona fueron una única sección. Lo que valía para la edición de Madrid era igual de importante para la sección de Barcelona. Intenté en la medida de lo posible que no hubiera dos ediciones y solo hubiera una. La sección funcionó muy bien. No hubo problemas y había muy buena comunicación. En deportes antes estaba todo muy fracturado y a la espalda Madrid y Barcelona. Yo pensé que eso era una barbaridad porque Cataluña es una superpotencia del deporte y el Barça era una potencia en todos los aspectos. Nos dividimos los deportes, mitad y mitad. Muchos deportes se concretaron en Barcelona con Robert Álvarez para el baloncesto y Manel Serras para el motor. Se había iniciado la revolución de Cruyff, Van Gaal había ganado dos Liga y decidí que el Barça tenía que tener la misma dimensión que el Madrid y la tenía que tener en Madrid y al revés.

Lo que nosotros escribíamos en Madrid del Madrid tenía que aparecer en Barcelona y al revés. Lo hablé con Ramon Besa y llegamos a ese acuerdo”,151 explica. El País hasta entonces había tenido una línea editorial muy anticruyffista: “Yo lo veía desde Madrid y me resultaba sorprendente. Allí se estaba produciendo una revolución y parecía que no se estaba viendo. No lograba entenderlo porque era evidente, un club diferente a los demás equipos y además que ganaba. El Barça era menos futbolísticamente que el Atlético de Madrid. Llega un tío que lo cambia, que genera un entusiasmo y él detestaba a El País y no se hablaba con El País. Se marchó Emilio Pérez de Rozas y tuvo el mando Ramon Besa, que era hasta entonces el tercero o el cuarto de la sección. Ramon sí tenía sensibilidad con lo que estaba ocurriendo en el Barça. Me empeñé en que había que contactar con Cruyff y hacerle partícipe de la revolución que se estaba dando. Al menos hubo dos páginas centrales de entrevista de Valdano con Cruyff. Giró mucho el

150 Ibid.

151 Ibid.

186 periódico y fue sensible a lo que estaba ocurriendo. Siempre fui guardiolista desde que fue jugador, luego confirmó eso que pensaba que tenía. El País se convirtió desde entonces en el periódico cruyffista por excelencia”.152 Ramon Besa explica que “si no hubiera conocido a Segurola, posiblemente habría sido payés”. La filosofía del cruyffismo se puede resumir en una reflexión que aparece en su autobiografía (2016:135): “Si juego al fútbol es para entretener al público. No es solo cuestión de ganar. Mis principios siempre se han basado en las preguntas: ¿cómo de bien lo vas a hacer para ganar? Y ¿qué enfoque vas a adoptar para hacerlo? Siempre hay que tener en cuenta a los fans, aquellos para los que el club es una parte de sus vidas. Tienes que ponerte en la piel de esas personas […] Tienes que conocer la forma de vivir, la política y el carácter nacional de los catalanes”.

3- Digitalización, nuevas tecnologías y globalización

Para la simbiosis de Barcelona y Madrid en una sección Segurola aprovechó la incipiente tecnología que permitía una sola redacción virtual sin segregar. “Percibimos el cambio tecnológico de primera instancia que se estaba dando con Internet. Siendo muy pocos, diez en Madrid y cuatro o cinco en Barcelona nos facilitaba mucho. La única manera de convertir la escasez en normalidad era agruparnos. Para agruparnos teníamos que aprovechar las ventajas tecnológicas con móviles e Internet. Las distancias físicas ya no eran distancias de comunicación y fue beneficioso. Además nos acercábamos a la globalidad. Había que dar importancia a deportes que serían globales como el fútbol internacional, deportes como la NBA, e incluso llegado el momento NFL con la Superbowl”,153 argumenta.

4- Detectar el talento periodístico y regenerar la redacción

Una de las principales habilidades de Segurola como jefe de sección fue la de seleccionar talento. “En lo que mejor funciono es para saber quién es bueno. Creo que

152 Ibid.

153 Ibid.

187 soy un buen detector de talento. Muchas veces me veo que no estoy de acuerdo con el canon que otra gente considera como talento. Los mejores periodistas con los que he trabajado han sido rechazados, pero yo veía que tenían una cualidad que les distinguía de los demás. Por ejemplo, Luis Martín, un personaje que no se explica, y para mí es un genio del reporterismo y de la entrevista. A mí me da envidia y me gustaría ser como él.

Hay gente buenísima pero que pasa desapercibida. Entiendo que es importante ver una cualidad sobresaliente. A mí me resulta imprescindible en periodismo. También pedí que se incorporaran José Sámano y José Miguélez, en ese momento Miguélez era redactor C, el último de la escala. Nunca había habido un salto tan alto pero Miguélez era un chico muy importante para mí porque tenía todo lo que yo no tengo y se llevaba muy bien con los jóvenes. Tenían una capacidad de trabajo infatigable. A Diego Torres yo le daba clase y le dije al director que le incluyera como becario de deportes hace 21 años. Le vi originalidad, me interesaba ese lado por el retrato psicológico que no teníamos nosotros. Es un periodista conflictivo que genera amores y odios pero yo siempre he estado a su lado”.154

5- Relevancia e independencia para el motor

Segurola quiso darle una vuelta de tuerca a las carpetas de motor (Fórmula 1 y Motociclismo) que se confeccionaban fuera del periódico: “Era gente vinculada con los organizadores de los campeonatos, que colaboraba con otros medios y que no tenía esa dedicación exclusiva para el diario. No teníamos control sobre las Motos ni la Fórmula y sabía que iban a ser muy importantes. Crivillé ganó su primer Mundial, y ya para el año 2000 fuimos de los primeros, sino el primero nacional en el que hablamos de Fernando Alonso, mucho antes de que apareciera en la F-1. Ni las motos ni los coches podían estar en manos ajenas, no independientes de circuitos institucionales y no controladas por nosotros mismos. Que una persona como Manel Serras estuviera dedicada exclusivamente a la Fórmula-1 fue muy importante para que El País tuviera el peso que debía tener en el sector. Además se adhirieron opinadores como Joan Villadelprat, que daban un buen punto de vista”.155

154 Ibid.

155 Ibid.

188 6- Eliminación de previas preconcebidas y de rumorología de fichajes e importancia a los breves

Segurola determinó que no elaborarían más previas al uso con hipótesis de relleno.

“Decidí que no haríamos más previas clásicas. Se habían convertido en un veneno para todas las secciones de deportes. Los sábados trabaja poca gente y normalmente el que llegaba para cerrar el periódico se encargaba y era una previa muy perezosa de lo que se le ocurría a uno en poco tiempo. Era nada con sifón. Para un periódico que tenía tan pocas páginas de deportes gastar una página en algo que no le interesaba a nadie, que era un relleno, me parecía una burla al lector. Encima viste bien. Parece que hay que hacerla, pero decidí hacer las previas de otra manera. Si hay un Valencia – Real Madrid no poníamos el Madrid se enfrenta al Valencia… que es muy aburrido. Sabiendo que hay un partido Valencia – Real Madrid, haríamos una entrevista a Aimar o un reportaje, o un perfil de un jugador, que trabajemos sobre un asunto que creamos que va a ser importante, pero que trabajemos, que no demos esa sensación de pereza. Y funcionó.

Previas al uso solo las hacíamos para Real Madrid – Barça. Un texto corto de Ramon Besa o yo y luego el de Vázquez Montalbán y Javier Marías que se convirtió en un clásico. También obligué a hacer breves. En cultura lo intenté pero nadie se lo creyó.

Cuando hay muy poco espacio hacer un breve es fundamental. Hay que explicar en muy pocas palabras aquello que le hace importante pero no tienes espacios. Miguelez y Sámano eran muy exigentes y meticulosos”, argumenta. Sobre la eliminación de la rumorología y del mercado de fichajes explica: “No podíamos engañar más al lector con rumores que no nos creíamos nosotros. No quería más mercado. Una vez que sepamos que va a ocurrir la daremos mejor que nadie, pero nada de lanzar bulos y rumores. En verano hacíamos una columna de mercado con los fichajes ya contratados y no con hipótesis”.156

156 Ibid.

189 7 – Periodistas con vocación para contar historias, libertad para el estilo propio y contagio por la buena escritura

Uno de los apartados más exitosos de la sección fue las firmas de prestigiosos periodistas y deportistas. “Pedí a Enric González cuando se fue a Roma que hiciera una historia del fútbol italiano. Le medio engañé para que hiciera la segunda y le dije que no se preocupara por el nombre que esto se iba a llamar ‘Historias del Calcio’. Se publicaban los lunes y funcionó como un cañón. A John Carlin también se lo dije. Y a gente del periódico que era muy aficionada y circunspecta y que estaban en editoriales les animé para que escribieran como Javier Pradera o Miguel Ángel Bastenier. Creamos una buena dinámica de gran respeto al mundo del deporte. De repente a la gente le gustaba escribir en El País y el estilo se creó por contagio. Le pedíamos a gente que pensábamos que tenía que decir algo en el fútbol. Por ejemplo escribieron Bielsa o Guardiola, no estuvieron mucho tiempo como Jorge Valdano pero el hecho de que puedas leer que en El País pudieron escribir ellos es para mostrarse muy orgulloso”,

157argumenta Segurola.

Segurola intentó sacar lo mejor de cada uno a través de la libertad y autonomía de los integrantes de la sección: “Tú no le puedes decir a gente veterana que lleva años en el periodismo que tiene su manera de escribir y su estilo cómo tiene que escribir. Mi opinión es solo una más y no tengo que decirle cómo tiene que escribir a nadie. No se me ha ocurrido decírselo a nadie. Cada uno tiene su personalidad escribiendo. Recuerdo que cuando Luis Martín llegó a El País con una trayectoria enorme en el Sport, el primer día le hizo una entrevista a Soldevilla del Espanyol y recuerdo que me la mandó y le dije que eso no iba a aparecer en el periódico. Quería escribir como él creía que se tenía que escribir en El País y le dije que tenía que escribir como era él”.158

157 Ibid.

158 Ibid.

190 8 – Gran cobertura de eventos deportivos importantes y la mancha del dopaje

Santiago Segurola impulsó el ideal en la sección de que se cubrieran los deportes a lo grande en todos los sentidos: “Había dinero y nos podíamos permitir lujos de acudir en masa a los acontecimientos. Era importante que El País estuviera en los sitios y contara lo que pasaba con todo lujo de detalles para hacerse referente. Al Mundial de Barcelona en natación le dábamos 10 páginas, se contaba de una manera que a la gente le gustaba y funcionó”.159 El periodista vasco afirma que la única mancha de la sección fue no tratar en profundidad la problemática del dopaje: “Fue un buen periodo del periódico y me siento orgulloso, como todo tuvo sus defectos. Estando totalmente en contra de la trampa del dopaje que odio, considero que no fuimos lo suficientemente contundentes.

Estaba ese clima nacionalista de que no se puede atacar al deportista español y y ahí no estuvimos bien. Cuando ves el caso de Marta Domínguez, una chica a la que admiras, piensas si has hecho lo suficiente para saber lo que ocurría. Esa es una pequeña mancha de la sección”.160

3.2.3. Descripción y catalogación de la obra periodística de Santiago Segurola en El